Partida Rol por web

Tras cerrar la puerta Ron comenzó a buscar en el camarote los instrumentos de navegación que necesitaría. Brújula, compás. transportador y carbonilla... y mientras buscaba recordó que Filippo había aparecido en cubierta por la bodega, lo que indicaba una puerta secreta. Y ya que estaba buscando unas cosas bien podía buscar otras, y así fue como la busqueda de unas carbonillas se convirtó en un repasar paredes y piso en busca de alguna hendidura o moldura que indicara la union o las bisagras.

No te es difícil encontrar todos los materiales de cartografía, Uxía era una mujer ordenada a pesar de lo que pudiera parecer pero jurarías que, a juzgar por el estado de los instrumentos, éstos, a pesar de ser de altísima calidad no se han debido usar nunca. Niegas con la cabeza preguntándote cómo podían sobrevivir los piratas sin buenos cartógrafos. Bueno...claro, robando los mapas. 

Al haber encontrado lo que buscabas tan rápido no te pareció mala idea echar un vistazo por aquí y por allá, aunque sabías que lo que estabas haciendo estaba mal, pero la curiosidad te vencía.

Resultó tan evidente que no sabes cómo no te diste cuenta el primer día...¿quién diantres tenía una alfombra en un barco? Con la humedad seguramente se enmohecería cada verano, especialmente una tan gruesa situada en mitad de la sala. Claro que de no haber sido gruesa, al pasar por encima cualquiera hubiera podido notar el tirador de la trampilla que había debajo, bastante burda y con maderas de otro color que el resto del suelo. Lo curioso es que parecía de construcción reciente, las rebabas de la madera casi se notaban frescas y el tablón estaba sin barnizar, como si se hubiera hecho con prisa.

Ronald tanteó la madera alrededor del tirador y miró hacia la puerta para verificar que la había cerrado, volvió a mirar la trampilla y se planteó que seguramente a Uxia no le importaría que viera a donde llevaba, después de todo había que conocer el barco en su totalidad, y se convenció diciéndose que si no querían que se abriera estaría cerrada con llave.

Asintió y dió un tirón al tirador, si la trampilla se abría daría un vistazo a lo que había, si no la dejaría en paz y volvería a cubrirla con la alfombra.

La trampilla cede, es pesada, pero la puedes levantar, aunque, eso sí, se oye un chirrido de las bisagras.

Abajo está inusitadamente oscuro pero oyes voces. Las reconoces, oyes a Mihail y a Jesse.

-... si te duele o vemos que empeora algo pues ahi ya actuamos.- dice la voz de Smith.

-...Eso es una pena, castidad forzada, pero vivirás, luego podrás disfrutar lo que tu quieras...- dice luego la voz del contramaestre.

Pero...si tu les oías a ellos...¿ellos habrían oído el chirrido?

Maldita bisagra, pensó el enano antes de bajar nuevamente la puerta a su lugar, intentando que no hiciera ruido al cerrarse. Luego acomodó la alfombra sobre la trampilla y se fue de puntillas hacia el escritorio, con suerte la oscuridad implicaba que había otra pared entre la bodega y el camarote. Con el compas en la mano se quedó mirando la alfombra, contaba con que la falta de luz escondería la compuerta del lado de abajo, eso si el demonio o el contramaestre decidían investigar.

Definitivamente tenía que intentar encontrar la compuerta desde abajo, y sin ninguna culpa sacó una hoja de papel de las que tenía Uxia y se puso a hacer un diagrama del barco, anotando con una cruz el lugar de la escotilla y anotando las medidas aproximadas. Con este mapa en mano no le costaría saber a donde llevaba la trampilla una vez bajo la cubierta.

En realidad gracias a tu mente analítica y observadora podrías saber con bastante exactitud en que punto bajo la cubierta se encontraba el acceso, aún sin el diagrama. Pero desde que habías llegado al barco sólo habías estado en este mismo camarote y en la cubierta. Te das cuenta mientras haces tu boceto de que aún no has visitado la bodega. Claro que tal vez ahora no sea el mejor momento ¿o si?

Satisfecha la curiosidad inicial, y habiendo comprobado que nadie golpeaba a la puerta desde abajo, el enano se dedicó a lo que mejor hacía, trazar un rumbo seguro hacia el destino elegido.

Le costó iniciar al principio, y tuvo que borrar el trazo de carbonilla dos veces hasta que pensó en un punto de inicio un poco más lejano. Cuando terminó, media hora más tarde, enrolló el mapa y tras guardar los elementos usados en su lugar fue a buscar a la Capitana para que aprobara la ruta.

Día 2 de viaje

Por tu parte sales de la bodega y te plantas en la cubierta. Ves a algunos de tus compañeros haciendo sus tareas o descansando por ahí pero no te paras a charlar con ellos, vas directa al camarote de Uxía.

Día 2 de viaje

Tras llamar a la puerta, abro lo justo para poder hablar sin llegar a entrar. -¿ Capitana.. Podemos hablar un momento? - 

Desde el interior, te lleva la voz tranquila de la capitana.

-Pasa.- no es un tono cortante pero tampoco es precisamente cálido.

El camarote no ha cambiado desde la última vez que estuviste, todo seguía guardando su caótico orden y la portuguesa parecía ociosa leyendo una novela, con los pies subidos en el escritorio.

-Fecha a porta, por favor.- te indica y señala a detrás de ti con un gesto hacia la puerta, parecía que quería que la cerrases.

Entro y cierro la puerta tras de mi. No hay una forma sutil de encarar esto, así que mejor ir al grano. -Nina está bastante mal.. Quiere que volvamos, pero no por ella, si no por Marie, dice que tenemos una deuda con ella. Me ha pedido que la convenza-

Ante tus palabras, la capitana alza los ojos del libro y te mira directamente, su presencia es abrumadora aunque no haga nada para resultar intimidante.

-Nina é com febre alta é delira.- empieza, cierra el libro, baja los pies del escritorio y se incorpora- ¿Um francés?-  te ofrece alzando una botella de vino tinto y dos copas. Parece que recuerda bien lo que tomaste la última vez que estuviste aquí.

-Du Motier sabia onde se metía...el código é claro o este pumto...- la capitana empieza a servir las copas sin esperar a que aceptes o rechaces la invitación.

Cojo la copa y espero a que Uxia beba antes de beber yo, por cortesía. -No voy a discutir eso, no he venido a cuestionar sus órdenes. Los que no ayudan a sus amigos, al final se quedan sin amigos cuando los necesitan-

Tu atrevimiento parece hacer gracia a la capitana, que se gira alzando una ceja y luego sonríe, haciendo un ruidito que recuerda a una risilla:

-Boa resposta...pero umo pirata nao tene amigos.- te corrige y da un sorbo a su vino volviendo a sentarse, te indica que puedes hacer lo mismo- Umo pirata tene...intereses...umos quieren venganza...outros quieren gloria... dinero...poder...libertad...ou semplemente...supervivir.-te explica con calma- Pero o que tenhemos en común é...umo Código. El código dise que...el pirata que se queda atrás...se queda atrás. Marie lo sabía...eu lo sabía...talves em outro tempo fuimos amigas...pero no le gustó que le dixera la verdad. - se encoge de hombros.

-A veces la verdad duele-Doy un sorbo a la copa -y los códigos son para respetarse.. Por eso nos hicimos piratas-

Entrecierra los ojos mirándote con fijeza, parece que quiere traspasarte la piel para observar más allá de las apariencias. Es una mirada escrutadora y directa.

-Non creo que ninguenm persoa se faga pirata para seguir o Código, Jenny.- te dice sonriente. Pero una sonrisa falsa.- Umo pirata busca a libertad. O muerte. A veses ambas cossas. - pausa, bebe un sorbo, no te saca el ojo de encima.

-Du Motier... quería libertad.- continua aunque no le hayas preguntado- Pero ela tenía umo problema.- baja la mano y dibuja un "abombamiento en su vientre"- ¿me explico? Eu dixe...que no navegaba com um bebé. Que a vida pirata non é vida para estar dando teta entre abordaxe y abordaxe.- toma otro sorbo de vino, más largo.- Non le gustó que le dixera esso pero me fizo casso. Nunca me perdonó que sua hija no estuviera quando ela volvió a buscarla.- se encoge de hombros.

-La verdad duele...pero o vida duele moito más. Por esso es que solo os fortes viven. O más bien...sólo os resistentes. ¿No estás de acordo?

-Si, supongo que si- Miro pensativa la copa antes de contestar. -No fue un mal consejo a fin de cuentas, era lo más razonable. Y también que se enfadara con quien le dio el consejo.. Aún así se quedó atrás, cuando lo más razonable era salvar el propio pellejo, vistos los precedentes.. a mi esto ni me va ni me viene.. Solo le hago un favor a Nina, para eso están los amigos-

-Eu alegro de que Nina tengha uma amiga. Alguien tendhra que desir a sua familia cuando la lansemos o mar.- comenta en tono tranquilo e incluso positivo, posa la copa en la mesa, aún le queda un poco.- Eu no se por qué Marie estaba o mio barco quando os españoles se vinieron ensima. Al pareser la sirena mató a dos de sus hommes la otra noche e venía buscando compensación. Asi que...Marie no actuó por amistad. Ella vino por dinero...ella sabe boa que me jode perder dinhero y querría restregármelo por a cara...la muy sorra...- se ríe- Eu la vai a estrañar o verdad...podes desir a Nina que non vamos a regresar. O no se lo digas, da igual...ela sólo delira, no sabe o que dise.

-Se lo diré- Apuro la copa y la dejo sobre la mesa para ponerme de pie. -no sería cortes por mi parte no decírselo, no vaya a ser que haya sido su última voluntad - 

Sin más preámbulo me dispongo a salir del camarote, si Uxia no tiene nada que añadir 

Sin embargo, cuando haces intención de levantarte, Uxía te interrumpe, es evidente que no te deja irte tan rápido y su pregunta llega a ti con cierta premura en su tono.

-¿Qué mas dixo a chica? ¿Alguma cossa que...poda ser peligrossa?- ¿peligrosa? ¿para quién? Uxía no hablaba bien el español pero sabías que casi siempre utilizaba la palabra que quería en el momento apropiado eso, unido a su velocidad al preguntar te hizo plantearte lo que ya habías percibido de nuevo...¿cuántos secretos hay en este barco? ¿qué le responderías a la capitana?