Partida Rol por web

Malditos Piratas

Prólogo. Un desafortunado viaje.

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10/05/2021, 16:15
Director

Tercer día de vuestra singladura. 

La mar está en calma, los vientos alisios os mecen por las olas como una amante madre acunaría a su bebé. La brisa es fresca, las gaviotas dirigen vuestro rumbo...el sol es cálido pero no es molesto... todo es perfecto e idílico...

Pero los gritos de los esclavos no te dejan dormir. También gritan de día pero probablemente el hacinamiento y las altas temperaturas de la bodega les aprieten tanto por el día que carezcan de fuerzas para quejarse. Las idas y venidas de los marineros, los gritos de los oficiales y contramaestres también ayudaban a mitigar cualquier otro sonido.

Las noches eran lo peor. Y tal vez eras al único que le importaban porque a tu alrededor, en el camarote de la tripulación, eras el único que no roncaba a pierna suelta. Cuando te echaste al mar para vivir aventuras...no era ésto lo que imaginabas.

Ésta es una de esas noches.

 

Notas de juego

ojo a los destinatarios

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10/05/2021, 16:49
Director

Tercer día de singladura.

O eso pensabas, era complicado contar los días cuando no te llegaba casi ni un mísero rayo de luz. Podías saberlo por las veces que os repartían escudillas con algo parecido a comida, claro que eso llevaba a suponer que os daban de comer todos los días.

Por suerte tenías otro estupendo medidor de tiempo; el calor asfixiante de cuando el sol pegaba en la cubierta y el olor humanidad y los cuerpos apiñados hacían casi imposible respirar. Pero, puestos a mirar el lado positivo, también era una hora en la que se podía dormir, así que tal vez no estaba tan mal. Por lo demás siempre había niños llorando, hombres gimiendo, mujeres consolando...un viaje de primera, vamos.

 

No fue ninguna sorpresa descubrir que la mayoría de los gritos tenían una razón de ser. Algunos tripulantes, bueno, la mayoría, habían cogido la costumbre de bajar a divertirse con vosotros; al principio sólo os insultaban o escupían desde el otro lado de los barrotes. Luego la cosa fue a más...sacaban a algunos para torturarlos, a las mujeres para violarlas y a los niños para que mirasen. Era deleznable incluso para ti. Y eso que tu brújula moral estaba un tanto desorientada.

Actuaban como cerdos cobardes, entraban cinco que hacían de barrera para contener al resto y el de en medio escogía una víctima. 

Un pasatiempo como otro cualquiera. 

Notas de juego

ojo a los destinatarios

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10/05/2021, 18:29
Karona

Trataba de pasar desapercibida, la ostia que le metieron con la culata le dejó una cara de mierda y eso le estaba ayudando (o al menos era lo que ella creía) pero en cualquier momento esos cabrones se fijarían en ella. Al final siempre se fijaban, era imposible lograr pasar sin ser vista, puede que por eso lograra mejorar sus dotes para ser sigilosa.

Se pasaba el día entre las sombras del barco, escondida entre quienes no se pudieran ni mover, lo ideal era no ser vista sino ya sabía cual iba a ser el resultado final.

Tres día en la mar, ¿dónde cojones les llevaban estos malnacidos? Era imposible conocer rumbo o cuanto tiempo más les quedaba estar ahí abajo, intentar huir en la noche habría sido una subnormalidad ya que a saber cuanta agua había alrededor y a nado sin saber donde estaba, era un suicidio.

Por el momento solo le quedaba seguir pasando desapercibida y buscar entre los que estaban ahí abajo si alguno más tenía pinta de saber luchar. Tal vez si lograba un par de armas podía hacerse una mejor idea de que clase de maricones la tenían ahí abajo encerrada. 

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10/05/2021, 16:51
Everet Brindley

Tenía los ojos cansados y los párpados le pesaban, pero apenas era capaz de mantenerlos cerrados. Siempre que parecía que el sueño por fin se haría con suerpo un chillido destacaba entre el resto, y volvía a despertar, con imagenes terribles rondando en su cabeza. Estaba claro que había cometido un error, y es que no podía ni entender cómo había terminado ahí.

¿Y qué iba a hacer a esas alturas? Estaba atrapado en ese barco como una oveja en corral. Su mundo empezaba en la bodega y terminaba en la cubierta. No había lugar donde escapar de los gritos, ni tampoco había vuelta atrás. ¿Cuánto llevaba en ese barco? Había dormido tan poco que era incapaz de decidir cuándo terminaba un día y cuándo comenzaba el siguiente. ¿Habían sido tres? Le parecían mucho más que tres.

Demonios, no puedo con esto —masculló finalmente, levantándose torpemente. Sus pies terminaron apoyados sobre la madera, y a ciegas tentó hasta que por casualidad dio con una bota y con la otra.

Una vez calzado, extendió vagamente los brazos y entornó ligeramente los ojos para caminar por aquella habitación sin chocarse con nada, aunque no sin antes recoger su sombrero. Necesitaba un poco de aire fresco, y sobre todo necesitaba alejarse tanto como fuera físicamente posible de aquellos gritos. Incluso si le hubieran dejado acercarse... ¿qué habría podido hacer por ellos? Nada. No había nada que pudiera hacer por ellos, por más que quisiera. Él solo era un médico.

Se repitió eso una vez más. Solo era un médico. Pero aun así, cuando cruzó la pueta, titubeó. Apenas había llegado a verlos, apenas sabía nada de ellos. No sabía si le dejarían acercarse demasiado, siquiera, pero... ¿no era lo mínimo que podía hacer intentarlo? Era tan cómplice como cualquier otro de los marineros del barco, lo hubiera sabido antes o no. ¿Qué menos que tener el valor de encarar a los que estaba condenando?

Y es que en ese momento se estaba dando cuenta de que el infierno era muy diferente a lo que siempre le habían contado.

Notas de juego

Vamos a dejarnos picar por el defecto de 'curioso' xD. Intentará acercarse al lugar donde mantienen encerrados a los esclavos.

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12/05/2021, 19:03
Director

No te cuesta localizar a algunos hombres fuertes que miraban con terrible odio a vuestros captores. Más de uno ya había sufrido una brutal paliza cuando intentaba defender a una de las mujeres o a los niños de las garras de esos borrachos malnacidos; pero a pesar de ello aún veías en sus ojos una actitud luchadora y violenta.

Era fácil, desde tu posición, ver cuáles de ellos habían llevado siempre una vida esclava, aquellos que apenas osaban levantar la vista del suelo, algunos de ellos incluso charlaban en un idioma desconocido para ti entre ellos. Para ellos esto sólo era un viaje más, uno de tantos que ya habrían sufrido. Sus cuerpos estaban cubiertos de laceraciones de látigos o quemaduras de antiguos propietarios; todo estos eran negros y no podías sino compadecerles aunque fuera en lo más hondo de tu ser. Cuando a una persona o a un animal le quitan las ganas de luchar, más les valdría encontrar la muerte. 

Por contra había otra buena parte del "pasaje" que bien por su color de piel o bien por sus protestas y conatos de pelea que eran cortados con extrema severidad que podrías asegurar que eran malnacidos de las calles, vagabundos, piratas, delincuentes de poca monta o asesinos que, como tú, debían haber sido vendidos ilegalmente para llenar los bolsillos de unos guardias codiciosos. A este grupo pertenecían algunos hombres fuertes en los que te habías fijado antes.

Un sonido rompe tu concentración; unas carcajadas bajando por las escaleras que apenas si llegabas a vislumbrar. Un par de marineros que acaban de terminar su turno vienen riéndose y compartiendo un odre de ron. Ya sabes a qué vienen...a divertirse.

-Vamos a ver a esta panda de hijos de puta...-uno de ellos escupe a la verja mientras coge un palo tosco que tiene un montón de clavos oxidados que lo pasan de lado a lado. Les has visto usar eso para abrirse paso por la celda hasta encontrar algo apetecible.

-Venga moved el culo puercos, levantaos que os vea esas cara de perros que tenéis...joder que asco dais, ¿ya estáis rebozados en mierda...?- dice poniendo un gesto de asco mientras pasa de un lado a otro, buscando...buscando...

Quiero a esa!-pide el marinero que está a su lado y das un respingo pensando que habla de ti...pero te das cuenta de que señala a una mujer, algo mayor, que está cerca de ti. Una mujer blanca, posiblemente inglesa, sucia y desdentada, posiblemente una prostituta que, llegada cierta edad dejó de ser apetecible.

Los marineros se ríen y otros tres más que estaban de vigilancia se unen a la fiesta, entrando todos armados con esos palos para llegar hasta la mujer.

-Vamos a pasar un buen rato, preciosa...-dice el tipo haciendo groseras muecas con los labios.

Están relativamente cerca de ti.

- Tiradas (1)

Motivo: te eligen a ti? tu numero es el 7

Tirada: 1d20

Resultado: 4 [4]

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12/05/2021, 19:23
Director

No sabes que es lo que grita más fuerte; los esclavos o tu conciencia. 

Te vistes y ajustas tu preciado sombrero por último en tu cabeza, te ha costado adaptarte a los menenos del barco pero ya le has cogido práctica a eso de ir agarrándote de los salientes, paredes y techos para no perder el equilibrio. El siguiente paso será caminar sin necesitar nada de eso pero tal vez necesites unos días más. De momento das gracias de poder retener los alimentos en tu estómago.

No encontraste impedimento alguno en moverte por el barco, los marineros te habían apreciado desde el primer día, se sentían seguros con un médico abordo y tus modales y ropas denotaban que debías de ser bueno, no como esos carpinteros sierrapiernas que estaban acostumbrados a llevar. 

En tu camino recibes saludos y cordiales sonrisas desdentadas pero sinceras, iban de un lado para otro trabajando en las velas o haciendo vigilancias en el turno de noche; nadie te pone impedimentos hasta que llegas a la entrada de la cubierta donde, de buenas maneras, uno de los navegantes que andaban por allí, interrumpe tu andar.

-¿A donde va, si me permite la pregunta, señor Brindley? Esas fieras de ahí abajo son peligrosas señor, no le recomiendo que pierda su tiempo en atender a esos malnacidos. Si alguno resultara herido de gravedad le avisaríamos, no tiene que tomarse la molestia.- el tipo te habla con bastante educación, se nota que no va a interponerse en tu camino pero tal vez quiere ahorrarte el espectáculo dantesco de los cuerpos apiñados y el olor a humanidad.

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13/05/2021, 14:40
Everet Brindley

No podía juzgar con demasiada dureza a los marineros, que al fin y al cabo no hacían ni más ni menos que su trabajo. No eran más culpables de lo que lo era él mismo, y si bien había excepciones, pronto había descubierto que podía llevarse mejor de lo que había esperado con la mayoría de ellos. Eran diferentes a él, infinitamente diferentes, pero lo habían respetado y valorado de una forma que no había imaginado antes de comenzar esa travesía, y en los pocos días que había pasado allí él también había apreciado sus labores.

El capitán era harina de otro costal. Bien podría disfrutar de sus últimos días en el mundo terrenal, porque cuando terminaran estaba seguro de le esperaría una eternidad en alguno de los círculos del infierno. Era justamente eso lo que tenía en la cabeza cuando interrumpieron su camino, atrapándolo con la guardia baja.

Únicamente deseaba echar un vistazo —interpuso rápidamente, procurando no resultar descortés, pero no dando tampoco unas explicaciones que al fin y al cabo no tenía—. No os preocupéis por mi. Os aseguro que nadie con un estómago lígero podría llamarse médico a sí mismo.

¿Qué pretendía, en primer lugar? Ni él lo tenía claro. Quizá su vaga esperanza era que después de verlos los deshumanizaría, y podría pasar a dormir como lo hacían el resto, ignorando sus llantos como las olas del mar. O quizá no era más que una absurda penitencia, con la que al menos sentiría que estaba pagando por tomar parte en algo tan vil.

Fuera cual fuera la verdad, la descubriría llegado el momento. Con un asentimiento, procuraría esquivar la conversación para proseguir su camino en dirección a la fuente de su insomnio.

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14/05/2021, 16:04
Karona

Su cuerpo se relajo, solo un poco, por esta vez se había librado pero sabía que tarde o temprano le podía tocar.

Ahora estaban borrachos y ocupados, era el momento de actuar.

- ¿Alguien más quiere salir de aquí o estáis ya todos muertos en vida? - Preguntó en la sala, con la certeza de que la respuesta era la segunda y sin levantar el tono de voz, no quería que los de fuera notaran su movimiento.

Inmediatamente fue a la puerta, con cuidado por si había algún pirata sobrio vigilando para intentar abrirla. Antes de intentarlo miró atrás por si alguno de los desgraciados que estaban ahí abajo tenía aún algo de coraje y querían tratar de huir con ella.

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14/05/2021, 17:31
Director

Ante tu insistencia, el marinero se encoge de hombros, no tiene la autoridad ni el interés de impedirte el paso así que, simplemente se va.

Bajas por las escaleras de la bodega, dejando atrás las habitaciones de los marineros y la bodega. A estas horas casi todo el mundo estaba durmiendo, pero los gritos se hacían aún mas ensordecedores y claros.

Ahora gritaba una mujer, destacaban sus lamentos porque además, hablaba en inglés. Oyes una verja que se cierra y múltiples protestas.

No por favor no...!- suplica una voz femenina.

-Calla puta, nadie va a pagar más porque tengas la lengua dentro de la boca, estúpida.

-Córtasela, Adam, arráncasela de cuajo, luego se la echaremos a esos puercos a ver como se pelean para comerla.

-Eso voy a hacer, trae unas tenazas, Jon. Jajajaj así aprenderá lo que se tiene que hacer con la boca y lo que no...- se oye un tremendo golpe, una mano, probablemente un puñetazo cae sobre carne, se oye un ligero crujir de huesos y alguien cae al suelo. Se acallan las protestas femeninas.

En un par de pasos más llegarías a la zona de la carga de esclavos, la oscuridad de impide ver con antelación lo que sucede, aunque tus oídos ya te han dado más información de la que te hubiera gustado obtener. Siempre puedes volver arriba y hacer como que no has oído nada...

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14/05/2021, 17:38
Director

No haces nada. No va contigo, por ahora, lamentas el destino de esa pobre señora pero mejor ella que tu. Esperas hasta que el grupito ha salido de la verja y te acercas a los barrotes para examinar la puerta. Justo cuando estás cerca, uno de los tipos echa un pesado pestillo, pero no lleva candado, seguramente no se lo pone porque ellso permanecen allí, delante de la gran jaula para que todos podáis ver el espectáculo que os brindan.

Uno de ellos arrastra a la chica unos metros y otro está con él, mientras que tres o cuatro marineros encargados de la vigilancia observan la escena, de espaldas a la verja.

No por favor no...!- suplica la mujer, desesperada, agarrando las ropas de sus captores

-Calla puta, nadie va a pagar más porque tengas la lengua dentro de la boca, estúpida.

-Córtasela, Adam, arráncasela de cuajo, luego se la echaremos a esos puercos a ver como se pelean para comerla.

-Eso voy a hacer, trae unas tenazas, Jon. Jajajaj así aprenderá lo que se tiene que hacer con la boca y lo que no...- ella intenta revelarse, a la desesperada, se lanza contra uno, el tal Adam y le hunde las uñas en la carne del cuello, pero el tipo impasible ni se queja, aunque sonríe de forma malévola, alza el puño cerrado y golpea a la mujer en la cabeza, con todas sus fuerzas, cerca de la sien. El tremendo golpe no la había matado de milagro, pero cae al suelo medio desmayada.

Por tu parte intentas no mirar la fatídica escena, la situación es jodida porque, si bien no te están mirando, en total hay cinco marineros ahí abajo con vosotros, al menos, ya que había rincones de la sala que no veías por la completa oscuridad. Sigues valorando tus escasas opciones, con tu mano puedes llegar al pesado pestillo pero el espacio de maniobra es mínimo entre barrote y barrote, te costaría trabajo abrirlo y sabías que hacía ruido.

Una voz desde detrás de ti te saca de tus pensamientos.

-Yo estoy contigo. Te conozco, eres la capitana de El Polvorín ¿no? ¿Marie du Motier? Nos vimos hará unos diez años en la Habana...que buenos tiempos eh...ag...que joven era yo...- desde luego que la oscuridad, la capa de roña que llevabas encima y los problemas de vista de este anciano con fuertes brazos estaban jugando en favor de confundirte con quien sea que fuera esa tal Marie.- ¿Cómo has acabado aquí? Bueno da igual, a los chicos les vendrá bien saber que tenemos a un auténtica leyenda aquí, seguro que eso les levanta la moral...ya habrá tiempo de explicaciones.

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14/05/2021, 17:59
Karona
Sólo para el director

No dijo nada, si no le habían reconocido y jugaba a su favor mejor que mejor. 

Con un gesto de cabeza indico al hombre que iba a soltar el pestillo y que se preparara.

A ver si era capaz de conseguir un arma antes de que los asquerosos esos se dieran cuenta de que les tenían encima. 

Notas de juego

Allá vamos!

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16/05/2021, 22:41
Everet Brindley

Everet tuvo que agradecer que el marinero no pusiera más trabas, porque difícilmente habría sido capaz de responderlas. Todavía no sabía qué pretendía, pero era demasiado tarde como para cuestionar a sus piernas, que seguían arrastrándolo a la boca del lobo. Cuanto más cerca estaba, mejor escuchaba cada grito y cada sollozo, y cada uno de ellos helaba un poco más su sangre.

En el camino a convertirse en médico Everet había presenciado espectáculos de lo más dantescos, pero ni los gritos de un moribundo podían equipararse a lo que escuchaba allí. ¿Así sonaba un humano cuando estaba en el fondo? ¿Era esa la voz de la desesperación en su estado más puro?

Tragó saliva. Si los chillidos eran combustible para las pesadillas, las palabras de sus torturadores no resultaban mucho mejores. Se detuvo, titubeando. Era su última oportunidad, su última oportunidad de volver. Pero no lo hizo. Siguió adelante, pese a su terror de lo que estuviera a punto de ver.

Quizá al menos podía hacer algo. Si no otra cosa, algo que al menos le permitiera dormir mejor por las noches. Alzó su voz antes de verlos, justo después de escuchar el golpe. El sonido que había dolido hasta a él.

No haréis tal cosa —Procuró que su voz sonara firme, en una mentira que de cómo se sentía en ese instante—. Porque el capitán no lo apreciaría, y menos apreciaría todavía que yo deba gastar suministro médico, valioso y escaso como es. Aquí no quedan lecciones por enseñar.

¿Qué estaba haciendo? Él solo era el médico. Que le respetaran no significaba que tuviera ninguna autoridad. Y sin embargo, intentó cuadrarse, parecer grande, parecer decidido. Una mentira tras otra, porque cada segundo que pasaba se sentía más como una oveja encerrada entre un montón de lobos.

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19/05/2021, 01:02
Director

Un hombre con pinta de burgués adinerado baja entonces a la bodega* y amonesta a los hombres que iban a torturar a la mujer medio inconsciente:

-No haréis tal cosaPorque el capitán no lo apreciaría, y menos apreciaría todavía que yo deba gastar suministro médico, valioso y escaso como es. Aquí no quedan lecciones por enseñar.

Su voz suena convencida de sus palabras aunque su tono revelaba que no era alguien habituado a dar órdenes.

Lo que el recién llegado puede ver cuando su vista se acostumbre un poco a la penumbra es una escena algo grotesca. En un rincón de la zona de carga del navío habían levantado una verja de gruesos barrotes que tenía pinta de haber sido reutilizada por décadas de tal manera que cubriera el ancho del barco de babor a estribor, pero no era una gran anchura, al menos, no la suficiente como para la cantidad de almas que se hallaban allí hacinadas. Al menos treinta o cuarenta almas se apiñaban allí, el hedor era nauseabundo, se mezclaban personas de diversas razas y procedencia.

En primera línea y resultando muy llamativa por su rojo color de cabello, una mujer joven de aspecto tan sucio como el resto** estaba aprovechando la distracción de los cuatro o cinco marineros que estaban allí reunidos, todos ellos mirando a Everet, para sacar la mano por entre los barrotes y llegar, no sin difiultad, al pestillo sin cerrar de la celda. Probablemente, los "vigilantes" se la habían dejado así para no tener que pasar la llave cada vez que quisieran cambiar de juguete.

Ajenos a este intento de fuga, los marineros que estaban en medio del asunto con la mujer a sus pies intercambiaron miradas algo confusas, como si tus palabras quisieran entrar en sus mentes pero algo no cuadrase bien:

-Pero...señor Brindley, sólo son putos esclavos ¿porqué iba a gastar medicinas con ellos? ¿Qué pasa si nos hacen falta a nosotros? -dice uno, algo preocupado.

-Además, sólo le enseñamos educación, mejor que se vaya acostumbrando a los golpes jajaja

Parecía que tus palabras no habían hecho gran mella pero lo cierto es que el coro de aduladores se había disgregado sutilmente.

Mientras tanto, Karona casi tiene la cerradura en la mano pero tiene que retorcer un poco el brazo para girar la muñeca y pasarla hasta el codo...

Notas de juego

*este eres tu, Everet

**esta eres tu, Karona

Karona, tirada de sigilo a diff 5 para abrir la celda sin que te oigan, despacio. O tirada de agilidad diff 5 para abrir el pestillo rápidamente pero haciendo ruido.

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19/05/2021, 11:46
Everet Brindley

Benditos habían sido sus ojos cuando la oscuridad todavía les había impedido presenciar en su pleno esplendor lo que estaba ocurriendo allí abajo. La dantesca escena sumada al fuerte olor al que no estaba acostumbrado consiguió marearlo, y desde luego ayudó muy poco a que sus palabras sonaran especialmente convincentes.

Pero si no podía convencerlos por autoridad, tendría que probar suerte de otra forma, por más que fuera a odiar cada una de las palabras que tenían que escapar sus labios. Se colocó bien el sombrero antes de proseguir, buscando ganar algo de tiempo antes de exponer sus argumentos.

Muy fácil: Los esclavos son la mercancía de este barco —El estómago se le revolvió un poco—. Del mismo modo que nadie compraría un jubón rasgado, nadie quiere un esclavo enfermo, tullido o excesivamente apaleado. Si el capitán espera sacar beneficio con ellos, necesita que estén de una pieza. Estoy convencido de que ya habrán aprendido su lección, sin necesidad de cortar lenguas.

Sabía que era poco probable que ese discurso fuera a cambiar de parecer a los marineros, pero quizá, con un poco de suerte, los convencía al menos de tener un poco más cuidado. Y después... ¿qué? Quizá dormiría con la consciencia más tranquila por las noches, sin que en realidad hubiera cambiado nada.

Y de casualidad, en aquel momento, se fijó en ella, la peliroja que tenía el brazo entre los barrotes. Habría sido lógico decir algo, y sin embargo, se encontró con que se había quedado completamente mudo, apartando la mirada casi ausentemente de su intento de fuga. Como si no hubiera visto nada, Dios sabía por qué.

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19/05/2021, 17:56
Karona

Estaba a punto de salir como una furia de allí tratando de impedir el funesto final que le esperaba a esa mujer cuando un hombre paro al resto de animales.

Se quedó helada, desde donde estaba les podía ver a la perfección sin embargo, no dijo nada y trato de convencerles de que dejarán a la mujer en paz.

Era el momento de intentar salir de allí, intento mover la celda despacio pero no hubo suerte. La puta celda estaba engrasada y llena de mierda por lo que iba a ser más difícil de lo que parecía. 

- Tiradas (1)

Motivo: Sigilo, a ver si la puerta está engrasada

Tirada: 1d6

Dificultad: 5+

Resultado: 1 (Fracaso) [1]

Notas de juego

Estoy desde el móvil por lo que siento si es un poco escueto. Huele a pifia desde aquí XDD

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22/05/2021, 00:31
Director

La puerta no solo no cede, sino que al intentar moverla provocas un sonoro chirrido y llamas la atención. Uno de los marineros vigilantes que tenía su atención centrada en el recién llegado gruñe y se gira de golpe, atizándote con un palo en la mano que asoma por los barrotes. Te duele bastante pero casi más en el orgullo.

-Puta demonia pelirroja, sabía que nos daría problemas ¿ve con qué clase de escoria tenemos que tratar, señor Brindley? Zorra malnacida, voy a enseñarte modales.- el hombre estaba bastante tenso por las palabras del médico y la intentona de la chica le ha sacado de quicio del todo, intenta alcanzarte con sus manos a través de la verja.

Mientras esto sucede, algunos marineros terminan de dispersarse, no queriendo ser culpados por Everet de dañar la mercancía, parecía que tus palabras había causado algo de impacto, el suficiente para que algunos decidieran que quizás no merecía la pena el riesgo. Otra cosa era el tipo que intentaba alcanzar a la pelirroja con sus gordos dedos, parecía que había perdido el hilo de tu discurso.

- Tiradas (1)

Motivo: agilidad

Dado de rasgo (1d6): 6+(2) = 8

Total: 8 = 8

Dificultad: 4

Resultado: Éxito (1 aumento)

Notas de juego

Karona, tirada enfrentada de Agilidad, si sacas menos que yo, es que te ha agarrado

PD: Karona las tiradas se hacen con el desplegable "Tirada de rasgo de Savage Worlds" y asegurate de marcar el dado salvaje en "Si" (viene marcado por defecto pero te lo recuerdo por si le das sin querer)

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22/05/2021, 14:16
Everet Brindley

El médico reprimió una mueca al ver cómo la peliroja era descubierta. En ese momento, puede que lo más inteligente hubiera sido dar la causa por perdida. Pero ya había llegado demasiado lejos.

Estoy convencido, compañero, de que el susurro de una llave cerrando su candado será suficiente para provocar tal cosa —Ahora que solo quedaba uno, Everet sintió que podía usar eso a su favor. Delicadamente, sin que pareciera que lo estaba forzando a nada, apoyó una mano en el hombro. Su intención no era otra que provocar que girara la cabeza y reparara en que el resto se habían dispersado y, por lo tanto, si a la prisionera le ocurría algo la culpa sería únicamente suya—. Disciplinar a un esclavo será el problema de su maestro, no el nuestro, y en cualquier caso hay poco más natural que la busqueda de la libertad. 

Una vez más, se le revolvió el estómago al hablar de esa forma, pero no tenía alternativa. Sabía que si mostraba debilidad y hacía obvio el rechazo que le causaba toda aquella operación sería el final. Lo mas probable era que no volverían a tomar su palabra en serio. Al mismo tiempo, hablar de libertad le recordaba su propia situación. Era por libertad que había terminado en ese barco.

El destino tenía un sentido del humor de lo más perverso, pensó mientras lanzaba una fugaz mirada a la mujer.

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23/05/2021, 09:46
Karona

Las manazas mugrientas le agarraron. El hombre estaba solo con el médico de finas palabras, el resto se habían dispersado por el barco.

Había desaparecido el factor sorpresa pero era sólo uno contra todos. Pese a que sus manos la dolían del palo trato de agarrar al hombre para acercarlo y que le ayudarán (aunque fuera a través de la verja).

Brazo o cuello, cualquiera de los dos rotos le podía valer. 

- Tiradas (1)

Motivo: Agilidad que el feo me agarra

Dado de rasgo (1d6): 4 = 4

Dado salvaje (1d6): 3 = 3

Total: 4 = 4

Dificultad: 0

Resultado: Éxito (1 aumento)

Notas de juego

No se si puedo hacer más acciones aparte de la agilidad.

Cargando editor
25/05/2021, 02:03
Director

Tu intento es encomiable, pero el grandullón tiene más espacio para moverse y te ha aferrado lo bastante bien del brazo como para tirar de ti y acercarte a la verja. El cuerpo delgadito pero fibrado de Karona queda empotrado contra los barrotes mientras el médico hablaba y, probablemente, sus palabras habían salvado a la pelirroja de sufrir una cadena interminable de golpes contra el hierro. 

Cuando Everet pone la mano en el hombro del marinero éste se gira y se encuentra solo en la tesitura, lo cual sí que parece hacer que recapacite, aunque de mala gana. Acaba soltando el brazo de Karona y escupe al suelo en dirección a los esclavos.

-Bah...pues que no hubieran acabado aquí, de seguro se lo buscaron...putos canallas malnacidos, no perderé el trabajo por ellos...  -rezonga mientras se aparta, recoge el candado y lo vuelve a colocar en el agujero dispuesto a tal fin en la cerradura, haciendo imposible ahora abrir la verja.

-Venga volved todos al trabajo, que coño miráis...- dice el hombre, avergonzado al sentir las miradas burlonas o acusatorias de sus compañeros en él.

Un par de hombres quedan abajo, a una prudencial distancia de los esclavos. En el suelo la mujer que iba a ser ultrabajada de formas inimaginables, parece recuperarse de su aturdimiento, aunque está muy mal, no ya por el golpe, sino por la falta de comida y de agua.

-Si tan importante médico eres, a ver si haces un milagro por esa puta, ahora es tu responsabilidad. Y si no, no haber bajado a meter aquí las narices.- espeta por último el hombre antes de abandonar la bodega. Estaba enfadado y lo peor era que no tenía con quien pagar su enojo, seguramente se pasara la noche bebiendo.

Notas de juego

Karona, no tuve en cuenta tu tirada porque fallaste. El conteo de dados fue erróneo, no se que pasaría, el resultado dice 1 aumento per veo que el dado más alto dice 4 y no veo repeticiones. A veces se buguea este sistema al parecer, en cualquier caso, mi resultado total es 8 y el tuyo es 4

 

Podeis conversar o separaros, lo que prefirais pero si conversáis no tenéis que esperar por mi necesariamente.

Cargando editor
25/05/2021, 15:37
Karona

Se quedó mirando al doctor, el candado estaba en la cerradura por lo que la huida se complicaba aún más.

- ¿Dónde nos llevan? y ¿Cuánto tiempo de viaje queda? - preguntó sin miramientos ni presentaciones al doctor. De la respuesta de esas preguntas podía depender su vida.