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Taller de relatos cortos

Relato 008 - MarioSZamora [INDEPENDIENTE]

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30/11/2012, 09:43
MarioSZamora

 

LA CALVA

Hay una mujer calva en una parada de autobús. Tengo la corbata bien ajustada, los guantes ceñidos a mis manos manipulan un reloj de bolsillo y acarician a la mujer pelada que llora a mi lado.
-Tiene usted un pelo muy bonito –digo.
-No es verdad. Soy calva.
-Le digo a usted, señora, que el brillo de sus cabellos me conmueve. Me inspiran versos de amor sus bucles rojos. El conjunto de sus rizos se asemeja al oleaje del mar.


Un pájaro defeca sobre mi hombro y la mujer calva parece reír pero, realmente, está llorando.
-No es verdad, señor. Soy calva.
La mujer saca un pañuelo del bolso y limpia la hez de mi chaqueta. Ella hace caso omiso a mis palabras. Me conoce. Durante muchos años coincidimos en la misma parada de autobús. Nunca sube a ningún vehículo. Siempre la encuentro llorando. Sólo consigo su regocijo con regalos y halagos, diciendo bonitos piropos que agradan, recitando poemas en su presencia y a ella siempre dedicados.


-Adulador –me dice-. Hace usted todo esto porque le doy lástima. Soy calva.
-No –insisto-. Daría mi vida por un mechón de sus cabellos.
Hoy parece más triste y desvalida que nunca. Procuro consolarla entre mis brazos diciendo:
-Me quedaré con usted. No tomaré el autobús sino esperaré con usted el tiempo que haga falta.


Sobre los charcos de la calzada pasa un camión salpicando las aceras. Con violencia, el agua fangosa me sacude. Se oyen carcajadas alrededor. La mujer también ríe. Ya nadie repara en su rotunda alopecia sino en mi deplorable aspecto. Estoy contrariado, molesto, quiero irme a casa y mudarme de ropa. La mujer calva me besa, me abraza y ensucia su vestido con mi suciedad. Ahora la gente nos mira a los dos. El esperpéntico espectáculo que formamos es mayor que el que constituye por sí sola una mujer calva esperando sin fin donde todo el mundo espera con fin del autobús. Una mujer sola aguardando noche y día, excéntrica y calva. Siento vergüenza cuando la mujer me levanta del suelo asiéndome con fuerza. Me mece en su seno. Creo ser feliz pero al instante siento el cuerpo exageradamente ligero. Me doy cuenta, horrorizado, de que soy un enano. Me pregunto por qué no me percaté antes de mi estatura y comienzo a sufrir.
-Soy un enano –digo-. Míreme, soy un enano –me echo a llorar.
-Siempre ha sido usted un enano –me consuela la mujer calva-. Yo le quiero más así.


No quiero ver nunca más a la mujer calva. Ella queda perpleja mientras explico que yo soy un hombre alto y trajeado, un galán bohemio que sueña embriagarse del aroma de su amada.
-Usted es un enano –se burla ella-. Yo podré embriagarle con mis ropas y con mi piel, pedante embustero, mas no con mis cabellos pues no los poseo. Reconozca usted esto y vea además lo enano que es.
Entonces decido marcharme. Me escapo en cuanto llega el primer autobús. Una vez a bordo, la mujer calva golpea el cristal de la ventana desde afuera. Es sus labios leo:
-Dijo usted que se quedaría conmigo todo el tiempo que hiciera falta. Dijo usted que yo tenía un cabello hermoso y casi le creí. Yo le veía alto y trajeado pero es usted un enano. Es usted un enano.


Llorando, volvió a su sitio, en la parada de autobús.
-Soy calva –decía-, soy calva.

Mario S. Zamora

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04/01/2013, 21:16
Paladin Taza

FORMA 4

En este caso me ha gustado tanto el contenido del relato que no te puedo recomendar que cambies la forma. Nada me ha chirriado, nada me ha parecido que estuviera fuera de su sitio y, si el resultado es tan bueno, ¿para qué tocarlo?

Y es que la escritura es directa, clara y efectiva. No te pongo el 5 porque no es bonita, aunque en este caso no creo que le haga mucha falta al texto.

CONTENIDO 5

Dos viejos conocidos se encuentran en uno de esos puertos cotidianos donde el tiempo se detiene, y todos nos obligamos a fingir que estamos ocupados. Dos personas derrotadas por la vida, que se encuentran en esa soledad y se abrazan. Una optando por imaginar otro mundo, la otra resignada y abandonada, deseando que su amigo le saque de esa realidad y la lleve en volandas a otra. Al menos durante un rato. ¿Podría ser que estos dos personajes fueran un espejo deformado de nosotros mismos? ¿De nuestra propia desgracia? ¿De nuestros vanos intetos de asirnos a la esperanza? ¿No es esta una historia de amor desesperado?

Se me ocurre un pero. Se intuye que estos dos personajes se encuentran frecuentemente y que coquetean con el mismo juego. Pero surge una duda al encontrarte con la ruptura, al final. ¿Se trata de algo excepcional? ¿O es que de vez en cuando sufren ese desencuentro para volver a encontrarse luego? Igual podrías haberlo aclarado un poco.

COMENTARIO 5

Éste es un relato especial que no puede escribir cualquiera y de hecho creo que ha nacido en un momento de gran inspiración. Es a un tiempo hermoso y a otro tiempo horrible, como una canción descompuesta capaz de conmover nuestra alma. Esta canción esperpéntica me ha dejado un regusto de desazón que no puedo pasar por la garganta ni emborrachándome con coca-cola. Veo una y otra vez a esa triste pareja en la parada de autobús, viendo el tiempo pasar, como dos barcos encallados en la orilla del mar, deformados por una vida que a veces es muy puta. Los veo una y otra vez, casi sin poder sacarlos de mi cabeza, y su patetismo es tan profundo y tan cercano, que me siento conmovido. Y ahora me pregunto, ¿no es conmover uno de los principales objetivos de un relato?

Enhorabuena.