Partida Rol por web

Taller de relatos cortos

Relato D2J3

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24/12/2012, 18:30
Paladin Taza

Los colores olvidados

Los rayos de luz del mediodía entraban a través de los grandes ventanales en la galería del hospital. A uno y otro lado del pasillo de baldosas grisáceas, dos hileras de camas vacías y pulcramente hechas aguardaban pacientemente la llegada de enfermos y heridos. Los pasos apresurados de una enfermera que atravesaba el pasillo en dirección a la única cama ocupada rompieron la quietud.

—Señor Debussy, ¿no se ha enterado aún?

La enfermera se sentó en la cama de un brinco. Llevaba el pelo recogido bajo una cofia y su sonrisa brillaba en armonía con el sol que se colaba a través de la ventana. En la cama descansaba un hombre macilento, con la parte superior de la cabeza recubierta por un aparatoso vendaje y el resto del cuerpo oculto bajo las sábanas.

—¿Qué ocurre, señorita Miranda? —La voz era a un tiempo tranquila y quebrada.

—¡Napoleón ha vuelto! ¡Desembarcó en Antibes hace un par de semanas y ahora marcha hacia París!

La brisa apenas agitaba los geranios en las macetas. El silencio se extendía como un bálsamo por el antiguo hospital. El señor Debussy no dijo nada.

—No le comprendo, ¿acaso no se alegra?—La enfermera miraba con extrañeza el rostro semioculto bajo las vendas. Era el rostro de un veterano herido en la batalla, un soldado de “La Grande Armée”.

—¿Por qué iba a hacerlo? Esto no traerá nada bueno.

—¡Pero! ¡La gente está entusiasmada!

El señor Debussy suspiró, y dejó caer la cabeza hacia un lado. La sonrisa de Miranda se apagó y bajó la mirada hacia sus manos, ahora entrelazadas en su regazo.

El herido sonrió con una mueca torcida. Se enderezó con la ayuda de la enfermera, quien dobló la almohada detrás de su espalda para que tuviera apoyo. —Miranda, aún siento una gran conmoción. He perdido la vista y los doctores dicen que no la recuperaré. Mi cuerpo se consume como la llama de una vela.

La enfermera le acercó un vaso de agua y tomó la mano del enfermo para que éste bebiera a su antojo.

—Pero eso no es lo peor. El cuerpo no es más que una herramienta del alma. Hasta el dolor más terrible es soportable y existen medios para calmarlo. —El señor Debussy miró en dirección a la ventana, por mucho que sus ojos estuviesen cubiertos bajo las vendas. — Todo está impregnado de negrura. Por más que lo intente, a cada día que pasa mis recuerdos se vuelven más vagos, y los colores se escurren entre mis dedos. Voy olvidando los tonos, los matices. Las arboledas que pintaba, reflejando el frío y el otoño, se tornan grises, tristes, casi monocromáticas. El mar, con sus infinitos matices azules y metálicos, gris también. El pelo de mi madre, negro. Sus ojos, ¡negros! —Se golpeó con ambas manos la cabeza. Pero en el brazo derecho el vacío de su mano desaparecida solo consiguió asir la nada.

Miranda le sujetó la mano, y comenzó a acariciársela, mientras las lágrimas resbalaban por sus sonrosadas mejillas. La brisa se levantó fuera y abrió la hoja de un ventanal cercano. Las hojas de los geranios se sacudieron y las sábanas se agitaron como si deseasen alzar el vuelo. Olía a primavera.

—Miranda, ¿qué día hace?

La enfermera se sonrojó. Se retorcía las manos mientras miraba a través de la ventana.

—Hace un día estupendo. El sol ya empieza a calentar y parece que la vida se despereza.

El señor Debussy suspiró y relajó su espalda sobre la almohada.

—Noto cómo se desvanecen. Como cuando olvidas el rostro de un amigo, por mucho que te esfuerces en conservarlo. –El señor Debussy alargó la mano izquierda hasta la suave y cálida mejilla de la enfermera, rozó el pelo negro y volvió a la cama.

—¡Tengo una idea! —La enfermera se marchó casi corriendo y volvió al cabo de un rato con algo en la mano.

Marchamos durante semanas a través de la nieve. Teníamos que comernos a los caballos y nuestros uniformes apenas eran reconocibles bajo el barro y los harapos que usábamos para no morir de frío. Pero éramos jóvenes franceses dispuestos a todo, confiábamos en Napoleón y en nuestra misión.

Formamos en columna en las afueras de Mozhaisk y avanzamos al toque del tambor. Tenía las manos ateridas de frío y los dientes me castañeteaban. Recuerdo que tenía la vista fija en la punta de mi bayoneta mientras me concentraba en mantener el ritmo de marcha.

Los disparos llegaron desde unos arbustos donde los rusos nos esperaban. Las balas zumbaban de un modo aterrador. La nieve saltaba aquí y allá, y las detonaciones eran ensordecedoras. Pronto, toda nuestra columna estaba cargando y gritábamos con una sola voz. Solo si te disparan a ti o a tus compañeros de rancho puedes gritar de ese modo.

Entonces vi el negro. Surgió en medio de la columna, como una araña oscura que alargase sus brazos en todas direcciones. El barro y la nieve brotaron furiosamente de aquella maraña. Era un erizo con púas de metralla. Algunas esquirlas brillaban como saetas encendidas.

Creo que los compañeros que marchaban delante de mí desaparecieron. No les volví a ver.

Invadimos Rusia 650.000 soldados. Volvimos 40.000.

La enfermera escribía y el veterano dictaba. Las palabras fluyendo por el papel, negro sobre blanco. Convertidas en un modo de asir los colores y plasmar los recuerdos. Para nunca olvidar.

 

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26/12/2012, 12:17
lobosol

 

FORMA

Para mi lo mejor del relato es su forma, brillante en lenguaje, en expresión, en transmitir como es la situación y sin tratarlo directamente se deja entrever lo que sienten los personales.

Sólo una pequeña tontería “Mi cuerpo se consume como la llama de una vela.” La llama no se consume, la llama consume la vela.

Pero esto no es suficiente motivo como para no ponerte un 5 en este apartado.

CONTENIDO

La atmosfera es muy buena, y podría ser una parte de una historia mucho más grande, pero le falta gancho, en los relatos cortos se necesita algo que sorprenda o que… No se como explicarlo, que te haga recordar el relato, se necesita de una mayor intensidad.

Hay un salto que no se entiende hasta el final, cuando describe lo de “Marchamos durante semanas a través de la nieve…” En adelante, crea un poco de confusión, quizás unas comillas como que se está citando algo o reorganizar la historia de otro modo.

Te pongo un 3.

COMENTARIO PERSONAL

Rezuma calidad, sabes escribir y muy bien, sólo te falto conseguir cautivar un poco más con la historia, con algo un poco más intenso. La historia es desarrollable para algo más extenso o modificable para darle intensidad, tiene muchas posibilidades.

De todos modos está más que bien, te pongo un 4.

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30/12/2012, 19:45

FORMA

Le debo dar una puntuación alta al autor de este texto, ya que no sólo es rico en palabras, metáforas, y todo, sinoq ue un texto que podría llegar a ser un bodrio y aburrido, lo ha conseguido hacer entretenido, y ameno, tanto que hasta que no lo he terminado de leer, no he podido atender otras cosas que me requerían.

5 :)

CONTENIDO

Gran ambientación de la historia, y de sus personajes, aunque tardé en imaginar a al época a la que se refería.

4

COMENTARIO PERSONAL

Mmm, debo dar una puntuación buena, aunque reconozco que no llegó a centrarse en un color, sno en la falta por poarte de l protagonista.

Muy original.

5 :)

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31/12/2012, 18:17
MarioSZamora

Comentario de "los colores olvidados":

Forma (4): Muy bien narrada. Casi puntúo con un cinco. No lo hago por alguna frase o párrafo que a mi gusto me resultó un poco recargado. Pero este aspecto es muy subjetivo. Esta forma es notable, muy bien redactada. Ninguna falta de ortografía (que yo viera).

Contenido (5): Excelente. Un herido de guerra, una enfermera, un hospital, una época relativamente reciente que tanto ha marcado nuestro destino. Me gusta mucho la novela histórica y este relato puede ser merecidamente un fragmento inicial de una obra de este género.

Opinión personal (4): Me gusta mucho lo que en este trabajo literario se dice aunque me inspira, como he comentado anteriormente, el fragmento de una novela más que el texto independiente que supone un relato. Cuando el militar herido relata sus experiencias para que éstas no caigan en el olvido, yo, como lector, quiero saber cuáles han sido dichas experiencias. No creo que esta acertada idea se ajuste a un relato. Sólo por eso no le doy un cinco. Por lo demás, es un texto muy bueno.

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02/01/2013, 20:15
_Ameyal_
Sólo para el director

Notas de juego

Jefe, por què tengo este relato extra?
Lo pongo aquì porque asì lo encontrarè luego, puedes borrar si quieres...

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04/01/2013, 12:47
paloto

Notas de juego

Como la otra vez, he abierto todos los relatos a todo el mundo para que los podáis leer o comentar si queréis :)