Partida Rol por web

Taller de relatos cortos

Mini-desafíos de escritura

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27/06/2013, 02:07
Paladin Taza

¡Escritura sin constricciones! El primero que llegue colgará una imagen, vídeo o canción. El reto consiste en inspirarse con ese material y escribir, un relato, un micro-relato, una poesía, lo que sea. El primero que escriba, tendrá que colgar en su mismo post el siguiente recurso audio-visual. ¡Cada publicación añadirá 10 puntos al ranking global!

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1) Aquí va un ejemplo. Fulano colgó este vídeo:

2) Paladín Taza, inspirado por la canción, escribió este relato para ser leído al mismo tiempo que la música:

Vector Rush

Una figura encorvada y cubierta con una gabardina recorre un largo pasillo en algún lugar del edificio C-3 de la Corporación. A su paso deja las cristaleras blindadas que dan a los laboratorios de pruebas. Armamento de última generación, prótesis, implantes para heridos o aumentos para soldados. Aún faltan tres minutos hasta que las cámaras de seguridad de la zona vuelvan a reactivarse.

La salida está al final del pasillo.

Acelera el paso hasta que su gabardina ondea detrás de él. Sus pasos metálicos y pesados retumban contra el suelo.

— ¡Eh! ¡Tú! ¿Adónde coño vas?

Alarga los pasos hasta que se convierten en zancadas. La gabardina sale volando y pronto los eyectores hidráulicos de las piernas comienzan a actuar a la máxima potencia.

— ¡Alto! ¡Alto o disparo!

Ya no hay vuelta atrás. Su cuerpo le pertenece a la Corporación, pero su alma sigue siendo suya.

Cuando dobla la esquina, la alarma ya se ha disparado y las sirenas aúllan con sus luces naranjas. Pronto, todo se llenará de soldados y androides. Sube una escalerilla y se cuela a través de una trampilla. Comienza a reptar a través del conducto.

Gatea tan rápido como puede. Si consigue llegar a la bahía de atraque quizás aún tenga una oportunidad de salir del edificio. Deja atrás múltiples intersecciones, respiraderos, escotillas y ventiladores. Los mapas están descargados en el chip potenciador del córtex.

Los sensores electromagnéticos le permiten ver las carreras de los soldados a través de las paredes metálicas del conducto. La interfaz le muestra el cambio de estado del sistema de seguridad.

Se detiene un momento para recuperar el aliento, aunque ya no tenga pulmones. Por un momento siente el regusto metálico del miedo. Una dulce sensación que ya no sabía que pudiera sentir.

La alerta roja se ha disparado. La Corporación tarda poco en despertar, y cuando lo hace, no escatima en medios. Las compuertas se cierran, los científicos huyen a las cámaras de seguridad, los soldados se ponen los chalecos y cogen los fusiles de asalto, los robots activan los patrones de búsqueda y empleo de fuerza letal, los drones de reconocimiento comienzan a sobrevolar el exterior. Los sensores de las alcantarillas y los conductos de ventilación activan el sistema de purga contra parásitos.

Una llamarada de fuego verdoso estalla detrás de él. El resplandor es cegador y el calor es abrasador, pero la aleación de fibra de carbono y metal ligero se recalienta sin ninguna consecuencia adicional. La ropa se convierte en ceniza y las gafas de sol se funden.

Cuando cae en medio de la bahía de atraque, su endo-esqueleto sintético está recubierto por llamas verde-azuladas.

Las armas le apuntan y de repente, todo se convierte en luz, detonaciones y metal incandescente.

Pero su cuerpo se mueve muy rápido. Los sensores autónomos le proyectan tras una cobertura y se convierte en un fulgor verdoso que ni siquiera los soldados aumentados pueden seguir con sus ojos.

Salta, rebota en el techo y cae en medio de los hombres.

La hoja templada brota de su brazo derecho y comienza a volar en un remolino de sangre y fibras despedazadas. Las balas incadescentes le persiguen a cada movimiento, y arrancan destellos de las paredes y carne y hueso de los soldados.

Cuando mata a todos los aumentados los disparos cesan. Abre la compuerta de metal usando sus brazos. Su endoesqueleto está ennegrecido y recubierto de sangre caliente.

Afuera corre tan rápido como puede, perseguido de cerca por los drones. Su cuerpo se adapta a las circunstancias, su espalda se arquea y sus brazos se convierten en extremidades propulsoras. Las ametralladoras de los drones trazan una estela de cascotes y explosiones detrás de él.

Vuela por los aires durante un instante eterno.

Todo es silencio cuando cae al agua del canal de refrigeración. El río le arrastra hasta la libertad. Hasta la venganza que le aguarda en la ciudad de la Corporación.

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3) Y, en el mismo post, publica el siguiente recurso audiovisual. En este caso, una foto:

NOTA: No hay restricciones de espacio o género, y no tenéis por qué enrollaros tanto.

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27/06/2013, 09:52
Inanna Pilgrim

Pues me animo y estreno la nueva sección, ale :)

La llegada de los grajos

Estaba amaneciendo y oía el eco de sus pisadas entre los edificios estrechos y viejos. Se arrebujó en la capa y miró atrás. Parecía que nadie la seguía. Pero ella vio algo, una sombra, un reflejo, unas ondas en el canal y apretó el paso. Cruzó una de las plazas principales cuyos únicos testigos fueron un grupo de palomas que salieron volando. Era pronto incluso para que los mercaderes empezaran a montar sus puestecitos.

Escuchó a lo lejos grajos graznando y supo que tenía que correr. Dejó atrás el centro de Venecia, dio un rodeo demasiado largo para cruzar un canal lleno de podredumbre. Pasó de largo el barrio de los pobres, que dormían en las esquinas de calles llenas de meados y excrementos. Ya casi en las afueras, llamó a una puerta de madera con un picaporte de hierro forjado de formas elaboradas ya gastado por el tiempo y el uso. Si se miraba con atención, uno podría entrever una mano agarrando una calavera. ¿O serían solo imaginaciones?

-Signora, signora, ¡abra, por el amor de Dios! ¡Signora! ¡Los grajos llegan! -gritó la mujer encapuchada, golpeando repetidamente el picaporte.

La puerta se abrió tímidamente y se asomó un ojo cubierto de una telilla grisácea. En otro momento pudo ser azul.

-Yo avisé y no caso. Lo siento. -contestó la ajada voz de una anciana. Era claramente extranjera.- Así funcionan las cosas: usted pagar, yo cuento tres señales antes de muerte. Usted no creer, usted ahora teme. Descanse en paz, signorina.

Y la anciana cerró la puerta nuevamente. La joven encapuchada salió corriendo por una calle llena de charcos y escombros de casas medio derrumbadas, con un dique del canal roto en un extremo. Oyó ruidos a su espalda y aceleró el paso, con tan mala suerte que resbaló con una piedra pulida, golpeándose la cabeza sobre la misma.

Un gato se acercó a olfatearla y se escondió. No salió nadie para ver cómo estaba o para enterrar su cuerpo. En la siguiente crecida las aguas la engulleron. Y ahí deben seguir sus restos.

 

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Y la imagen propuesta es:

Autor desconocido

Notas de juego

Propongo que, siempre que se pueda, se añada el autor o la fuente de la imagen, canción o tema a utilizar. En este caso está sacada de Tumblr, pero no hay indicada la fuente original.

Paladín: una historia muy dinámica, realmente pega con la bso de Inception :)

 

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27/06/2013, 16:32
Dante

Elecciones desde un papel.

A veces; solo a veces pueden palabras no dichas traer felicidad y otras palabras escritas pueden hacer mas daño que millones de declaraciones exclamadas. Cuan cierto puede ser el dicho que las palabras se las lleva el viento pero los escritos permanecen.

Claro que a veces ninguna de las dos es completamente cierta; solo depende una cosa que la humanidad siempre ha temido, despreciado, subestimado o sencillamente ignorado. Ese factor X, esa parte de la ecuación que no obedece a leyes escritas o mediciones científicas. La moneda que cae de canto por ejemplo.

Las consecuencias son lo que realmente hace temblar a la humanidad cuando tras una nueva estupidez, millones de individuos han de pagar el precio; realmente es de lo poco que los seres humanos tenemos en abundancia, miles y miles de vidas para desechar a nuestro gusto y manera; conscientes de que siempre habra mas.

Afrontemoslo, en general somos una especie asesina, nos encanta hacernos daño los unos a los otros y ahora mismo, en alguna parte de un lugar silvestre; palabras escritas que podian marcar una diferencia son abandonadas por un viento jugeton que mueve las hojas como un torturador avezado; acariciando las palabras impresas en el papel como un amante provocador pero esta vez y solo esta vez..

Las palabras no se las lleva el viento y los impresos quedan...

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Cancion:

 

 

 

Notas de juego

Speed writting ver la imagen y en 5 minutos sin pensar, dejar que escriban los dedos y no el cerebro...XDD

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28/06/2013, 00:20
Donbarbosa

Eróstrato

Los ojos del pastor efesio reflejaban el fulgor de las llamas. El fuego sacrílego, que devoraba ya vigas y tejado, hacía balar a las ovejas que se dispersaban por la campiña como temerosas de la venganza de la diosa cazadora. El pirómano, sin embargo, contemplaba fascinado cómo el majestuoso templo era pasto del regalo de Prometeo que rasgaba la noche.

Desde la ciudad cercana, el sonido de la primera trompeta despierta al ateo del hechizo la danza incendiaria. Los arcontes se apresurarían a vengar al Olimpo antes de que este, una vez recuperado de la conmoción, liberase a todos los espíritus del inframundo para destruir el orbe en una ekpirosis final. Pero el pastor, inflamado por el mismo fuego que empezaba ya a reducir a escombros lo que hasta aquella noche había sido el mayor orgullo de toda la Hélade, no estaba dispuesto a huir como un criminal, pues ¿qué sentido tendría aquel sacrilegio si su obra no fuera recordada para siempre?

Y aquí tenéis mi imagen:

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29/07/2013, 02:35
Paladin Taza

Mi vida entera cambió cuando toqué aquella extraña esfera.


Poco antes de hacerlo, había ganado un punto de partido. No fue mérito mío. En realidad lo hice porque Lorena se había desentendido del juego cuando vio aquello a mi espalda.  Abrió los ojos y se llevó las manos a la cabeza, pero no me di cuenta enseguida de que algo iba mal, así que sonreí y levanté un puño triunfal como un estúpido. En aquella época tenía una tendencia natural a comportarme como un gilipollas.


  Cuando me volví, había una columna de espuma y vapor sobre la piscina que había junto a la pistas. La piscina en la que nos habíamos bañado apenas media hora antes. Ahora, el agua estaba casi en ebullición y había teselas y fragmentos de rocas por todas partes, como si hubiera habido una gran explosión.


Pero no hubo nada de eso. Ni explosión, ni ruido, ni humo. Solo una piscina que de repente había saltado por los aires sin hacer el más mínimo ruido. Solo una nube de vapor que ascendía lánguidamente hacia las nubes del verano.


Me acerqué esgrimiendo mi raqueta. En el fondo de la piscina, sobre una fina capa de agua, había una esfera negra como la noche. Lorena seguía con las manos sobre la cabeza y los ojos desencajados, así que me dejé caer y me acerqué hasta aquella cosa, solo para mostrarle que no tenía nada que temer, que yo estaba allí para mantener la situación controlada.


Me acerqué hasta la bola. La toqué con la punta de la raqueta y no pasó nada. La empujé con fuerza y se movió ligeramente. Tenía el tamaño de un balón el fútbol y pesaba tanto que parecía rellena de plomo.


  Entonces me agaché y la toqué con la punta del dedo. Pensaba tocarla durante apenas un instante para no quemarme, en caso de que estuviera muy caliente, pero justo cuando noté su superficie suave y fría, el mundo se desvaneció.


Y volvió a aparecer.


Pero en otro lugar y quizás en otro momento.


Me llamo Torcuato, de eso estoy seguro. Debo de llevar medio siglo en esta cámara de pruebas, pero es difícil saberlo a ciencia cierta, porque no puedo hacer marcas en estas paredes de metal. Aún recuerdo que tenía treinta y tantos años cuando toqué aquella esfera, porque entonces pensaba que tenía la edad adecuada para casarme con Lorena en un bonito pueblo de Segovia. Pero llegué aquí y el tiempo borró casi toda mi vida. Ha pasado una eternidad. Ya no recuerdo qué aspecto tenía Lorena, qué hacía en mi trabajo, cómo era yo mismo. Todo eso parece un sueño. ¿Y si todo esto es un sueño implantado en mi cabeza por estas criaturas?


Solo les he visto un par de veces. Son seres tímidos. Altos y frágiles, emiten luz propia y parecen moverse al unísono. No sé qué quieren, por qué hacen lo que hacen. Supongo que quieren estudiarme y por eso me observan, recorren mi cuerpo con esos extraños haces luminosos.


No puedo hablar con ellos, no entienden mis chillidos. Algo muy grave le pasó a mi cuerpo cuando viajé. Quizás superé la velocidad de la luz y volví a un estado… anterior.


Aún así se meten en mi cabeza y buscan información, lo sé. Por eso me trajeron esta ropita para bebé y aquel payaso de peluche. ¿Es que nunca voy a crecer? ¿Por qué no envejezco? ¿No voy a morir jamás?


Heme aquí al borde de mi existencia, sin más compañía que un payasito azul y rojo. Tiene un sombrero de tela y la barriga rellena de espumilla, pero ni aún así me hace la más mínima gracia.


Maldita sea la gracia que tiene nada de esto.

 

Y aquí la imagen:

Notas de juego

¡Pardiez! Me ha costado inspirarme en el bebé.

Por cierto Inanna, me encantó el relato de Venecia.