Partida Rol por web

Taller de relatos cortos

Relato D5J3

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04/03/2013, 23:53
Aranía Serigala

 

ESCRITO EN SEPIA

El exilio es una vida realmente dura, pues comienzas a hablar mucho contigo mismo. A veces no sólo es conmigo mismo, a veces incluso es con mis objetos. Está mi máquina de escribir: Las teclas oxidadas por sus años, su rodillo ya duro de tanto ser corrido, pero era mi mejor compañía, mis manos pueden pasear sobre ella con toda libertad. Como una prostituta pero que no cobra. Gracioso ¿No? ¿Será eso posible? ¿O estoy perdiendo la cabeza? Ella es mi confidente, tanto así que es en ella en donde escribo esta confesión.

He pasado tanto tiempo en el encierro que todo se ve de color sepia. Siempre plano, siempre antiguo, siempre así. Me he dedicado a mirar por la ventana a las personas que están en mi barrio, con la esperanza de que alguna me de una historia para contar. Pero todos son tan sepia. Todos con la misma figura, con el mismo color. Todas las mañanas me levanto al alba, cojo mi botella de whisky y poniendo mis labios sobre ella como besando a una amante excitada, bebo su néctar con una necesidad tan grande, que me invade el deseo de sentir su contenido bajando por mi garganta. Sólo cuando mis sentidos comienzan a confundirse de función, es que me siento a escribir. Por mi catalejo observaba, día tras día a aquellas personas y comenzaba a escribir sobre su vida. Todo se veía sepia y me pregunto si acaso el lente del catalejo estaba tan viejo que se había curtido y todo se veía de ese color. ¿O tal vez eran mis ojos los que se habían curtido y ya no podía distinguir el color? ¿O tal vez mi cerebro? Nadie puede saberlo.

Me asomaba por la ventana todos los días y creo que pude haber pasado por loco, sicópata y muchas otras verdades, pero en medio de mi exilio, no lo notaba. Los veía hablar pero no salían palabras de su boca sino versos para mis líneas.

Llegó el momento en que ya no tenía nada de qué escribir y que mis historias se volvían ciclos viciosos de monotonía. Todas las personas eran planas debido a que todos habíamos vivido en el mismo barrio durante toda nuestra vida. En la niñez estábamos llenos de colores, pero con el pasar del tiempo se perdieron esos bellos colores y nos volvimos planos, rutinario, tal vez con la excusa de ser adultos. El fracaso de mis escritos casi me hace destruir a mi única amiga, una noche en vela en que lo único diferente que ocurrió fue una tormenta, pero intentaba entender por qué incluso ésta era de color sepia. No encontraba mi botella y con la furia a flor de piel, por casi acabo con mi oportunidad de redención. Tal vez me detuvo el color de la ira pues comenzaba a sentirlo surgir de mi curtido corazón.

Un día, algo cambió en nuestro oxidado barrio. La anciana que vivía frente a mi casa, murió de un paro cardíaco. Nadie se explica cómo pero ella simplemente cayó. No tenía familiares ni amigos, era una pobre viuda que se había dedicado a cuidar de su casa tras la muerte de su esposo. Llegué a pensar que se había vuelto loca pues hablaba todo el día consigo misma pues movía los labios como si estuviera en una conversación, pero luego me di cuenta que ella sólo hablaba. Parecía hablar con alguien, lo que me llevó a pensar que su esposo le ayudaba a cuidar la casa y era con quien hablaba.

La viuda dejó una vacante disponible que fue ocupada rápidamente ya que era una casa grande, con un hermoso jardín y pintura fresca. La conmoción del barrio fue notoria al ver llegar a la nueva integrante de nuestro mundo sepia, pero lo que llamaba la atención era su dorado cabello, sus labios color carmesí, su blanca piel, su caminar. Toda ella llena de color y de un aire fresco. Los hombres rondaban por su casa como buitres en busca de la carne tierna de un bebé. Ella se paseaba por su ventana, ofreciéndose a todos pero sin acercarse a ninguno. De repente la botella no era sepia sino que era del carmesí de sus labios, el catalejo se había vuelto suave como su piel y la máquina de escribir dejó de estar sepia para teñirse del dorado de su cabello. No podía separarme de la ventana y ver las sobras que ella dejaba en la ventana. Todos los hombres la pretendían pero yo nunca salí. Escribía todo sobre ella y los colores de su existencia se impregnaban en mis escritos. Todo el barrio estaba conmocionado, no había una sola persona que no quisiera conocer a aquella mujer multicolor.

Yo me dedicaba a verla dormir, a verla comer. En ocasiones la veía bañarse y llenaba folios enteros sobre su belleza. Por primera vez en mucho tiempo, sentía la pasión de sentarme a escribir y de no parar de teclear. Era tanta la excitación que sudaba y mi boca se secaba. Quería más de ella, cada vez más. Mi apetito se volvía insaciable y mi curiosidad se volvía una obsesión.

Uno de los días es que escribía sobre ella, noté algo diferente. Una persona tocaba a su puerta pero esta vez, ella sí respondió. Estaba muy elegante y movía su cuerpo en forma sensual pero más que de constumbre. Cenaban y hablaban, pero era más mi goce al escribirlo que el de ellos al vivirlo. Después de pasado un tiempo y haber tomado varias copas de vino, el hombre se avalanza contra la mujer pero ella lo rechaza. Los versos se vuelven canciones. No podía describir lo que sentía al escribir. Las canciones se volvieron ruido, el ruido gritos y el grito después de mucho estremecer... Se volvió silencio.

Aquel hombre quebró una botella en su cabeza y ella cayó al suelo tendida. De su cabeza brotaba mucha sangre que se confundía con el carmesí de sus labios y su piel se iba volviendo cada vez más blanca. Seguía viva pero el hombre no iba a averiguarlo y se marchó. Lo vi irse con mucha prisa y la miraba a ella. Mis manos pararon de escribir porque era tanta la magia del momento que debía grabar en mi memoria hasta el último detalle.

Al terminar de escribir, me di cuenta que la ambulancia llegó y dieron el aviso de que podían salvarla, pero ella murió en la camilla. Entrando en un trance, contemplando mi obra, me doy cuenta que algo falta... ¿El villano? No, ¿La víctima? No... ¿Entonces qué era? ¿Tal vez... un héroe? Estaba desconcertado pues pensaba que era perfecta, pero luego noté que eso era lo que hacía mi relato incompleto.

Después de dar muchas vueltas por la habitación y haberme tomado mi botella de un solo sorbo, sucumbo ante la influencia del alcohol me tropiezo, le pego al catalejo que cae al suelo rompiéndose su lente y la máquina de escribir cae sobre mi brazo. En medio del mareo y el dolor, me quedo mirando el techo y me digo a mí mismo frustrado por la imperfección de mi relato - Fui yo quien la asesinó -.

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08/03/2013, 00:31
Donbarbosa

FORMA (3)

Escrito con un estilo de cierta altura literaria, el relato contiene algunos fragmentes verdaderamente hermosos, dignos de ser releídos con pausa y atención. En particular me ha gustado bastante la comparación de la máquina de escribir con una prostituta la de la botella de whisky con una amante excitada, algunas coordinaciones trimembres: "Siempre plano, siempre antiguo, siempre así", y la omnipresencia del color sepia que tiñe de monotonía la vida del narrador.

No obstante, creo que el nivel retórico desciende muy notablemente a partir del cuarto párrafo, y que, a partir de ese momento, la historia de un vulgar asesinato, carente de especial interés, no se ve justificada por el mismo meritorio estilo.

Advierto, además, algunas imprecisiones léxicas que paso a señalar:

- "Sólo cuando mis sentidos comienzan a confundirse de función" -> significa que unos empiezan a realizar la función de otros. Propongo "incumplir".

- "Ella simplemente cayó" -> "caer" fue una metáfora fascista para hablar de los muertos en combate. Propongo "falleció".

- La viuda dejó una vacante disponible -> suena a estilo funcionarial. Propongo "hueco".

- El hombre no iba a averiguarlo -> no se quedó a averiguarlo.

-Me he dedicado a mirar por la ventana a las personas que están en mi barrio -> poco preciso. Propongo "que viven".

-Con la esperanza de que alguna me de una historia para contar -> la colocación es con "ofrecer"

- la máquina de escribir dejó de estar sepia -> "De ser" (no es un color pasajero)

Como errores gramaticales cabría mencionar:

- Me di cuenta que la ambulancia llegó -> "de que"

- El lente del catalejo estaba tan viejo -> "lente" es femenina.

No me ha gustado que el estilo llano que domina en la segunda parte del relato se vea interrumpido artificiosamente por una palabra culta como "carmesí" para describir el estado de su cadáver. Me parecen éticamente reprobables ese tipo de virguerías para describir algo que deberíamos analizar con una frialdad de médico forense.

Por otra parte, creo que podrías aligerar muchas oraciones que tienen una sintaxis un tanto enrevesada. Por ejemplo, en "Sólo cuando mis sentidos comienzan a confundirse de función, es que me siento a escribir" -> Ese recurso sintáctico llamado rematización tiene como única función la de demorar una información importante para crear suspense, pero aquí está usado de forma gratuita. Eliminando esa subordinación innecesaria conseguirías un estilo más ligero y limpio. 

Pero el principal problema que le veo en este apartado es el de los mecanismos de cohesión, que serían fácilmente subsanables con un repaso antes de publicarlo:

- En las dos primeras líneas hay un cambio injustificado de persona gramatical que hace más dificultosa su lectura.

- En "pero era mi mejor compañía" no hay razón alguna para pasar del presente que domina todo el párrafo al pretérito imperfecto.

- En la niñez estábamos llenos de colores, pero con el pasar del tiempo se perdieron esos bellos colores

- "El fracaso de mis escritos casi me hace destruir a mi única amiga, una noche en vela en que lo único diferente que ocurrió fue una tormenta, pero intentaba entender por qué incluso ésta era de color sepia." -> No hay una relación adversativa entre las dos oraciones. Además, el demostrativo para una noche pasada debería ser "aquella".

- Llegué a pensar que se había vuelto loca pues hablaba todo el día consigo misma pues movía los labios como si estuviera en una conversación -> El segundo "pues" debería ser un "y".

- Movía su cuerpo en forma sensual -> "de forma"

- Su esposo le ayudaba a cuidar la casa -> "la". Ella era ayudada por él (complemento directo).

El texto posee, además, un exceso de comas que truncan oraciones de forma injustificada. Ejemplo: "La anciana que vivía frente a mi casa, murió de un paro cardíaco." -> No hay ninguna razón para introducir una coma entre el sujeto y el predicado. Esto entorpece la lectura.

La ortografía es, en general, correcta. Solo dos apuntes:

- Abalanzarse es con b.

- Solo (adverbio) ya no lleva tilde desde el 2010.

CONTENIDO (2)

Las historias sobre asesinatos gratuitos no me transmiten nada, y menos aún cuando estas son una excusa para el virtuosismo literario. No veo ningún móvil en el asesinato excepto la esquizofrenia del criminal, y eso ha mi modo de ver, es una materia literaria pobre.

Es cierto que intentas arreglarlo al final con un guiño metaliterario pero que no pasa de un intento fallido por la incoherencia con el resto del relato. Si el narrador había sido el asesino, es inverosímil la siguiente oración: "Lo vi irse con mucha prisa". Por eso no me lo acabo de creer.

COMENTARIO PERSONAL (3)

Y, sin embargo, a pesar de los defectos señalados, el texto no me ha dejado un mal sabor de boca. Creo que la idea original era buena, pero que por no prestar suficiente atención al proceso de escritura se ha expresado de una manera deficiente. Yo empezaría por desplazar la atención del relato de la víctima (cuya mayor cualidad, el ser hermosa, no pasa de ser una vulgaridad) al asesino, cuya enfermedad mental sí que presenta mayor interés literario. Luego dejaría algunas pistas que invitaran a una relectura coherente sabiendo que el asesino había sido él, y entonces esa idea que has tenido mostraría todo su potencial.

En suma, un relato con ciertos destellos de alta literatura al que le falta una trabazón lógica que hiciera de estos fuegos artificiales una hoguera que iluminara con mayor intensidad la imaginación del lector.

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09/03/2013, 16:55
Paladin Taza

FORMA 3

La lectura transcurres sin incidentes, y eso es un punto a favor, pero al mismo tiempo resulta algo plana, monocromática, sepia.

Por cierto, el primer párrafo es prescindible. El relato me resultaría  más atractivo si empezase por el segundo.

CONTENIDO 4

La idea es buena, pero le falta la chispa de la originalidad. Me gusta la descripción de las figuras sepias que se pasean por la calle, la visión deformante que tiene el protagonista desde su atalaya de alcohol y soledad. Me gusta el cambio que experimenta al descubrir que su papel de espectador de la realidad le convierte en cómplice de su estatismo. Y me gusta porque todo eso me hace pensar que igual debería usar mejor mi catalejo y romperle la cabeza a alguien con él, (entiéndase que esto es una metáfora). Pero, y supongo que es un pero que se puede extender a muchos de nuestros relatos, mientras leía esto no he pensado en ningún momento que era la primera vez que leía algo así. Esta historia ya la he leído en otros lugares (por ejemplo, en "El pintor de batallas" de Arturo Pérez Reverte, y la he visto en alguna película, como en "La ventana indiscreta", de Hitchcock).

COMENTARIO 3,5

La idea del relato es buena aunque le falta la chispa de la originalidad. También se podría haber sorprendido más con la escritura.

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10/03/2013, 23:37
Meharis

Forma: 2


Hay una repetición de expresiones algo tediosa.
Cambias de forma temporal demasiado a lo largo de las mismas frases, lleva a la confusión.
El uso de los signos de puntuación es un tanto herratico.
Algunos errores:
-La lente es femenino, pero escribes:
el lente del catalejo
Probablemente producto de poner “lente es” en una revisión y olvidar corregir el articulo.
- por casi acabo con mi oportunidad.
Sobra la preposición.
- Nadie se explica cómo pero ella simplemente cayó
Es confuso.

Contenido: 3


La idea es buena pero falta detalle en algunos momentos y sobra en otros. Surgen temas que quedan inconclusos y la acción esta inconexa.
La introducción, nudo y desenlace dan vaivenes de forma poco atractiva.
El final es demasiado corto, el desarrollo confuso y excesivo.


Comentario personal: 3


Podría haber sido un buen relato y en tu lugar lo reescribiría. Tras una revisión a fondo y algunas modificaciones estoy seguro de que quedaría un gran trabajo