Partida Rol por web

Taller de relatos cortos

Relato D4J8

Cargando editor
11/02/2013, 10:46
Shiwk

 

Su curiosidad no era sino una diminuta mota de polvo oprimida por la angustia.
Oscuridad entre paredes, una y otra vez lo mismo.
¿Cómo encontrar algo que no puede siquiera verse?
¿Cómo encontrar algo que no sabes que estas buscando? Se preguntaba…
Pero era inútil, pues antes de empezar a discurrir sobre la respuesta,
un nuevo muro cortaba el paso a su frenética carrera…

¿Quién me mandaría a mí meterme en esto? Pensó…
Aunque tal vez no fuera decisión suya el ser partícipe de aquello.

Se arrepintió nada más entrar en aquel laberinto, pues ya consciente de
que supondría un reto tras otro, un quebradero de cabeza permanente,
allí estaba, avanzando como buenamente podía.

Su primer recuerdo era el de una tenue luz inundándole la vista.
Antes de eso no había nada. Un avance vertiginoso en los primeros momentos,
invadido por la novedad de aquello que lo rodeaba, y lentamente,
lo que fue prisa se hizo paulatinamente pereza, pausa, calma y quietud.

Meditando sobre esa enrevesada encrucijada de caminos avanzó, como una gota
que resbala por el dorso de una hoja tras la lluvia, hasta caer de golpe en el suelo.

Todo seguía igual que antes, pero sus ojos veían ahora de otra manera…
Recorría los mismos lugares por los que ya había pasado, buscando algo que tal vez
antes no estuviera ahí, un rayo de esperanza que sus jóvenes ojos,
no acostumbrados todavía a la oscuridad que lo rodeaba, hubieran pasado por alto.

Tal era su ahínco, que perdió la noción del tiempo. ¿Donde estaba el final?
¿Que le esperaba en el? ¿Quería acaso llegar hasta allí?
Mientras pululaba sin rumbo llegó a encontrarse cómodo en algunos lugares,
rondando por ellos casi instintivamente, parecía que cada vez era mas fácil
recorrer esos pasillos… A pesar de conocerlos ya de memoria, sentía como
si el espacio que los separaba se hubiera encogido.

Puede que fuera la monotonía, o el haber recorrido tantas veces los mismos senderos,
lo que hizo que sintiera que ese laberinto, en el que antaño llegó a marearse,
ahora no fuera sino una estancia apacible, un remanso de paz en el ojo del huracán,
y así pasó los días.

La puerta estaba cerrada. Pasaba por delante y, de vez en cuando,
trataba de girar el pomo sin éxito. No recordaba cuando llegó allí,
al centro de la habitación donde, entre idas y venidas pasaba las horas muertas.
Con el devenir de las horas, cada vez se sentía mas atraído por lo que se ocultaba al otro lado,
los largos paseos por su hogar fueron convirtiéndose en intentos, cada vez mas numerosos,
de alcanzar lo desconocido. Ora sentado enfrente, ora apoyado en su marco, el resto daba igual.
Se volvió una obsesión, estirar la mano hasta la puerta, y una vez mas no lograr nada.

Ocasionalmente, miraba alrededor. Tan solo oscuridad y nada mas.
Sorprendido cada vez que se percataba de que solo quedaba aquel umbral,
como un faro en las tinieblas, al abrir los ojos, olvidadas por completo sus andanzas.

De manera inconsciente, llegado el momento –Ojala hubiera sabido que momento era ese,
pues casi seguro se lo hubiera pensado dos veces- se levantó de su rincón,
en silencio sepulcral, con la decisión en sus acciones de un sonámbulo, directo a la salida.
Esta vez el pomo no ofreció resistencia alguna.

Pasó al otro lado, aun sin saber porqué, y cerró tras de si la puerta.
El sonido del pestillo hizo que volviera en si, una luz tenue se difuminaba a sus pies,
y no había vuelta atrás. Ni los golpes, ni el escrutinio del mecanismo le dieron resultado.
Tan solo un pasillo, sin recodos, sin cruces, sin opciones, sin esperanzas quedaba por recorrer.
Recordó, mientras caminaba quejumbroso, las carreras sin un destino definido
en el laberinto, cansancio. El pararse a pensar que era todo aquello, y las típicas preguntas
que asolan y asedian a los hombres… ¿Por qué a mí? ¿A dónde voy? ¿De donde vine?
El resignamiento y la rutina, cada vez en un círculo más cerrado, una correa mas corta,
una mirada en una sola dirección.

Sus pasos se hacían mas pesados, primero andaba de una pared a otra, avanzaba,
adelantaba un pie, se retractaba. Cambiaba de opinión continuamente, pero todo seguía igual, 
optó por avanzar en línea recta, sin pausas, sin saltos.
Y en ese mismo momento, una línea similar, junto a un pitido continuo,
se mostró en la pantalla del monitor de ritmo cardíaco.

Cargando editor
13/02/2013, 21:34
Dragut

Lo esquematizo:

Forma: 4

Contenido: 3

Es dificil hacer una historia con principio y fin con tan pocas palabras, pero me ha gustado tú historia en general, ha sido facíl de leer y entretenida.

Un saludo.

Cargando editor
16/02/2013, 16:04
Donbarbosa

FORMA (4)

La elección del verso libre es sin duda un acierto. A medida que el lector avanza con la lectura, los finales abruptos de línea le sugieren la llegada a un callejón sin salida que debe abandonar para volver a empezar. Una vez acabado el relato, esta técnica le trae a la mente el movimiento pendular de un electrocardiograma. Un hallazgo, por lo tanto, muy original, que me atrevo a intentar mejorar con una sugerencia: si los tres últimos últimos versos estuvieran unidos en uno mucho más largo que el resto, podrías representar mejor la idea de la muerte.

Los cambios de modalidad narrativa: de la narración a la pregunta retórica, le dan un tono de desasosiego muy logrado, y las imágenes que usas son en algunos casos brillantes. Me han gustado mucho eso de: "Su curiosidad no era sino una diminuta mota de polvo oprimida por la angustia." y "avanzó, como una gota / que resbala por el dorso de una hoja tras la lluvia". 

La incertidumbre nebulosa en la que se mueve el relato queda magistralmente resuelta en la última estrofa, llevando bruscamente al lector al plano de la realidad.

Como punto negativo, las muchas tildes diacríticas que le faltan: él, cuándo, sí, más, aún, qué. Te has olvidado de acentuar "ojalá", el demostrativo en "cada vez era mas fácil recorrer esos pasillos" debería ser "aquellos" y el "porqué" en "sin saber porqué" son dos palabras. 

En "lo que fue prisa se hizo paulatinamente pereza" deberías haber usado el primer verbo en pluscuamperfecto: "había sido" (es un pasado del pasado).

Echo en falta un título.

CONTENIDO (5)

Creo que en este aspecto el texto es impecable. Creo que es un acierto no pasarte a describir los detalles del laberinto, dejándolo ser el lugar onírico que se supone que es. 

El final tiene todo lo que deben tener los buenos finales de un relato: sorpresa, profundidad... El cambio de sentido que supone pasar de que el personaje haya llegado al final del laberinto a que haya renunciado a la lucha por la supervivencia y abandonado a la muerte, le da además una dimensión filosófica muy interesante. 

COMENTARIO PERSONAL (5)

Ha sido un placer recorrer cada una de las callejuelas y bifurdaciones de este intrincado laberinto, y abrir puertas que prometían salidas airosas para comprobar que la única salida que nos queda a la postre no es otra que la muerte.

Cargando editor
17/02/2013, 23:27
Meharis

Forma. 3.5
Veo una abundancia de adverbios terminados en –mente que hace la lectura algo lenta, sobre todo en los primeros párrafos.
Quizá algunos de los puntos suspensivos sean anulables, no entiendo muy bien si el contexto los requiere.
Dos de las referencias que he visto a la luz están descritas como “tenues”, creo que es una repetición innecesaria aunque también un detalle menor.


Contenido. 3.75
Se me hace extraño el contexto temporal. Quiero decir que no logro situar muchas veces la acción en cuando ocurre y cuando acaba.
Por ejemplo; su primer recuerdo es una luz tenue, pero antes describe lo que había antes de la luz, por lo que no es un primer recuerdo. Más tarde se relata la búsqueda de un rayo de esperanza oculto por la oscuridad, por lo que no me queda claro en qué momento la primera se extingue la luz tenue anterior.


Comentario personal. 4.25
Como se ha enfocado la idea me ha gustado mucho, el final del relato me ha sorprendido y dado más coherencia al resto. Esto me ha gustado.
El tema de los –mente creo que es el detalle que más me ha agobiado, tras ver los primeros cada vez que aparecía uno nuevo me sacaba de la lectura, pero por todo lo demás he disfrutado del relato.