Partida Rol por web

Me senté a su lado y con voz parsimoniosa le dije:

-Me abuuurro, hagamos algo divertido, cuéntame un chiste -con la única mano que tenía libre cogía piedras y las tiraba delante nuestro-Comencé a pensar en algo que pudiésemos hacer.

No tenía claro el por qué, pero presentía que algo iba a pasar...

Martín estaba convencido de que poco más sacarían de la conversación con el rabino.- Muchas gracias. Ha sido usted muy amable.- Se despidió, dejó tiempo a Danny por si a su amigo se le ocurría alguna nueva idea que preguntarle al rabino.

Cuando se separaron del hombre y estuvieron a solas le propuso.- Tal vez deberíamos ir a la biblioteca a buscar a Lissey.

¿Y ahora un chiste? Era lo que faltaba. La paciencia de Chester estaba a punto de agotarse, y la intranquilidad por no saber como les habría ido al resto, y el tema del depósito, no estaban ayudando precisamente.

-No-dijo, secamente-no te voy a contar un chiste. Bastante chiste ha sido la llamada que has hecho a la policía.

Sonreí cuando alabó mi trabajo y asentí moviendo la cabeza hacia arriba y hacia abajo mientras casi que me ruborizaba:

-Si, reconozco que ha sido de los mejores últimamente, lo malo es que no ha colado. Pero podemos intentar mas cosas, no se, una amenaza de bomba en el depósito, que están violando a alguien, cualquier cosa. -le miré y abrí los ojos al máximo mientras me acercaba y le dije- tengo hambre, Danny siempre me invita a merendar en su casa, llévame a la tuya a ver como es

- Sí, gracias por todo. -también se despidió Danny.

Y cuando se alejaron, estuvo de acuerdo con Martin.

- Sí, vayamos. Esperemos que ella haya tenido más suerte encontrando información que nosotros.

Y después pensó fugazmente en el otro grupo, en el de Jack y Chester, y se temió lo peor sobre la que podía haber liado el primero con la policía.

-No ha sido un buen trabajo. Ha sido una chapuza, por eso no ha colado-dijo el chico, de mal humor, cosa que empeoró aún más cuando Jack sacó ese tema. Llevarle a casa. Como si el tuviera de éso. Sabía de sobra las historias que a veces se contaban en el colegio sobre su familia, ¿es que el chico no se había enterado?

-Yo no tengo casa...

Miré a mi nuevo mejor amigo con reticencia y pregunté:

-¿Cómo que no tienes casa? y donde vives -comencé a sopesar que aquello era un chiste, y parecía prometer, así que le seguí el juego-

Sonreí satisfecha al ver que había dado con lo que buscaba. A veces me costaba entender algo un tiempo, pero esto demostraba que también podía ser alguien muy listo.

Había dos cosas importanes. Bueno, tres. La primera era copiar lo que el sueño quería decir. Le pediría un papel a la bibliotecaria, seguro que tenía alguna hoja aunque fuera sucia y un lápiz. La siguiente cosa importante es que creía que sabía a qué se refería Paul con las dos cosas escritas en clave: E tenía que referirse a Emily, no se me ocurría otra explicaicón pero esa me parecía lógica y factible. La segunda era "el lugar seguro". Eso era sin duda el club, nuestro refugio.

Si la bibliotecaría tenía papel y lápiz, copiaría el mensaje de Paul también y borraría lo que había escrito en el libro. Por si acaso. No sabía de qué debía esconder eso, pero había visto suficientes películas y series de detectives apra saber que no se deben dejar rastros de cosas así.

Aparte de eso, ya tenía lo que buscaba. El otro libro de los nativos americanos era como el de Martin, y el de la historia ya lo había leído en el club. Sï, copiar eso y podía ir al club a buscar lo que Paul había escondido.

-Eh... Vivo en una especie de orfanato, que regentan unos sacerdotes ortodoxos-dijo Chester, algo avergonzado de tener que admitir aquello. Sin embargo, éso no quería decir que el mal humor que tenía por culpa de la actuación de Jack hubiera desaparecido. Sólo se había visto superado por el la vergüenza del hecho de no tener un hogar propio. 

Asentí con la cabeza moviéndola de arrriba a abajo y mirándole extrañado:

-¿Entonces los "ortoxicos" dan de merendar o no?, porque relamente lo que importa es la merienda, no donde nos la den.

Empezaba a pensar que no me quería invitar a comer...

Lissey salió de la biblioteca satisfecha por el trabajo bien hecho. Había copiado toda la información necesaria y ahora solo le quedaba ir al club, para enseñar al resto su descubrimiento. Lo mejor de todo es que sentía que por fin las cosas le salían bien. Estaba de camino, cuando de pronto diviso a Jack y Chester, este último con una expresión que parecía suplicar que quería que lo matasen. Seguramente a causa de Jack.

Finalmente, Martin y Danny se despidieron del rabino y marcharon hacia la biblioteca, intercambiando opiones por el camino respecto a lo que habían oído. No había hecho mas que aparecer la biblioteca, cuando divisaron a Lissey salir del edificio y montar a toda velocidad en su bicicleta. Tenía una expresión radiante y ni siquiera se percató de que estaban allí, de modo que no tardó en desaparecer, aparentemente camino al club. Después de apretar un poco la velocidad y coronar la implacable cuesta, volvieron a ver a la rubia, solo que ahora no estaba sola. Chester y Jack se encontraban allí también. Seguramente se hubiesen encontrado camino al club.

-¡No son ortóxicos, son ortodoxos! Y no te van a dar de meren... Ah, hola Lissey-dijo el chico con cierto alivio al ver aparecer a la chica, cambiando rápidamente de tema. Esperaba que el resto hubieran tenido más suerte, y no tener que seguir aguantando a Jack sólo. Apenas unos segundos después aparecieron los otros dos chicos. Ya estaban todos al completo, así que se calmó un poco. Todos estaban bien, aquella cosa no había aprovechado para atacarles por separado. 

-Bueno, ¿qué habéis descubierto?

- Pues la verdad es que nada. Para el rabino, Paul estaba volviéndose loco o poco menos. Nos dijo que Paul le había contado que había soñado con la torre y con una niña agachada junto a una tortuga amarilla, pero que él trató de convencerle de que no significaba nada, de que tan sólo eran sueños. -Danny sacudió la cabeza.

¿Y vosotros? ¿Qué tal os ha ido?

-Mal, fatal -contesté con énfasis- , tengo hambre y Chester no colabora para solucionarlo. -dije entre triste y apenado-

-Jack decidió que la mejor forma de hacer la denuncia era fingir la voz de un adulto y tomar el pelo al policía-dijo Chester, prefiriendo ahorrarse el detalle de a qué adulto en concreto había "imitado" al dar el recado-así que no creo que nadie vaya a echar un vistazo al depósito. Esperemos que realmente no haya nada ahí dentro. 

Sí que hay algo dentro- Contestó Martin a Chester tras unos minutos de conversación en los que se limitó única y exclusivamente a recuperar la respiración.- Puedes subir tu mismo a comprobarlo si no me crees.

Por lo que parecía los otros dos chicos habían tenido tanta suerte como él y Danny.- ¿Encontraste algo en la biblioteca?- Preguntó después a Lissey, confiando en que la niña rubia hubiese tenido más suerte que ellos cuatro.

-No, no me refiero a que no vieras nada, Martin... Pero yo también he visto cosas... Cosas que luego no estaban ahí. No sé si me explico. No te estoy llamando mentiroso, pero creo que lo que nos persigue juega de algún modo con lo que vemos.

Iba a abrir la boca y empezar a soltar información cuándo el resto se me adelantó. Me quedé mirando de un interlocutor al otro, abriendo la boca cuando creía que callaban para tener que cerrarla de nuevo con el siguiente. Estaba a punto de gritar algo para que me hiciesen caso, contra toda prudencia, cuándo me pregutnaron directamente.

- ¡Sí! - pude decir finalmente, contenta. - Mi idea ha sido buena, Paul estaba ahí, y dejó... - me callé antes de decir nada. Aquí no era seguro. Paul lo sabía. - Vamos al club, corred. Es el único lugar seguro. ¡Ahí os lo enseño!

EStaba realmente emocionada. Más tarde seguramente me daría cuenta de que, aunque teníamos ahora mucha información nueva y útil, no nos solucionaba el problema. Pero por algo se empezaba, y algo en lo más hondo de mí me decía que este algo era gordo.

Le doy unos golpecitos en el hombro a Lissey y le recuerdo:

-Nooby ha muerto, acéptalo, si has dicho que estaba ahí debía ser un fantasma, uuuuuuh. -me mesé la barbilla- Ahora nos ha dicho que también hay fantasmas, curioso, eso aun no nos había pasado... ¿Merendamos algo antes o no?