Partida Rol por web

 -Una base líquida... El sirope podría funcionar. O la crema o el caramelo. Hay muchas cosas líquidas, dulces y deliciosas que se pueden usar en recetas. Incluso hay zumo de frutas si quieres algo más... herbáceo para la receta. Aunque el sirope me parece la mejor opción.

Hacía mucho que Anneka no pensaba tanto. Por lo menos desde el último examen, y ya hacía un verano de aquello.

 -Podemos hacerlo casero o comprarlo. Si lo compramos, el de arce de la marca "Mamá Marushka" es mi preferido. Y aunque creo que en la cocina tienen de otra marca, podemos sisar un poco para empezar los experimentos mañana después de clase. ¿Nos vemos aquí mañana a la hora de la merienda?
 

- A la hora de la merienda suena bien - le respondo con una sonrisa mientras saco el móvil y anoto la cita en mi calendario.

- Tu eres la experta en dulces así que te dejo elegir los ingredientes base, solo ten en cuenta que ha de ser ingredientes naturales, cuanto más naturales mejor, y que empezaremos por lo básico que es probar y ver cual es la mejor combinación que nos lleve un paso adelante, así que con calma y paciencia que esto no es algo que vaya a salir en un dia.

Lo último lo digo casi como un reproche que viendo el entusiasmo que tiene con los pasteles se va a dejar llevar rápidamente y es mejor salvarse en decepciones.

 -Hmmm... Vale, entonces algo con fruta y cosas integrales. Más natural va a ser imposible. Y si sale mal, mientras el resultado se pueda comer, me da igual su aspecto. Si es dulce, entra en mi buche.

Y para reforzar aquello, se palmeó el vientre un par de veces.

 -Por cierto, yo me voy a terminar esto, que la fiesta empezará dentro de nada y aún tengo que arreglarme un poco. ¿Tú te vas a arreglar más? ¿O ya vas bien así? Que yo te veo estupenda, aunque un lazo bien grande en el pelo resaltaría tu peinado.
 

- No, solo voy a hacer acto de presencia en la ceremonia y luego me escabulliré, no me gustan este tipo de encuentros - le digo mientras termino de apuntar notas sobre la receta y guardo todo en la mochila viendo que pronto empezará la ceremonia. - Te cogeré esos pasteles que te prometí del profesor Refur y después iré a mi cuarto a leer un poco y a dormir.

Éste tipo de ceremonias son son precisamente el pasatiempo favorito de Alice, sobre todo desde que empezó la época de celo de los chicos de su curso y no hacen más que intentar ligar con todo lo que no sea de su género. La calma del cuarto apoyada en la cama y leyendo un libro sobre alquimia... eso si suena a un buen plan, sobre todo cuando las clases están a punto de empezar.

La chica zombi asintió mientras terminaba de comerse los pasteles de su bandeja.

 -Vale. Aunque un bailecito deberías marcarte. ¡La banda fantasmal siempre toca canciones estupendas! Incluso mis viejos bailarían con esa música.

De dos bocados, Anneka se terminó los pastelillos que le quedaban en la bandeja y se levantó para salir por la puerta.

 -Entonces, ¿nos vemos luego?

Si las multitudes no le gustan bailar en publico aún menos, aunque en privado no le importa marcarse algún que otro meneo.

- Claro, luego los vemos - me despido con una sonrisa y agitando la mano.

Espero que con toda la gente que entre no tenga que estar buscándola para darle los pasteles ya que intentaré irme lo más rápido posible, aunque teniendo en cuenta que es una zombie será facil encontrarla... creo.

 -Dalo por hecho.

Y tras despediros, Anneka se marchó derecha a su cuarto para ponerse guapa a tope. Que era una fiesta importante y habría mucho chico soltero. ¡Igual entre ellos estaba el pastelero de sus sueños!

El comedor estaba lleno de deliciosos aromas de diferentes clases de desayunos. Entre otros había huevos revueltos, alubias estofadas, sopa de miso, tostadas de varias clases de pan, porridge de avena, bacon a la plancha, muffins ingleses y una amplia variedad de bebidas, como café e infusiones de diferentes clases.

Había varios alumnos ya desayunando, entre los que te sonaban Ismael Aestendor, el cual parecíae star muy tranquilo, Joel Minami con su hermana Sybill y la curiosa chica conocida como Yamiko.

Aetheldryd se sintió invadida por los olores y su estómago le recordó que tenía hambre, así que se dirigió en busca de unos huevos revueltos con una taza de café y un tazón de frutas para que fuese balanceado. Estaba un poco preocupada por Renata, pero confiaba en que se despertaría a tiempo y de no ser así ya hallaría la manera de ayudarla. 

Como había llegado temprano no habría tantas personas. Agradecida por eso, se fue a buscar una mesa para comer en solitario tal como siempre lo había hecho desde que ingresó a la Academia, limitándose a saludar con un leve cabeceo con quien topase miradas y evitando ver a Joel, nunca había conversado con él y prefería que fuese así.

Se sentó y luego de acomodar su cabello prosiguió a ingerir sus alimentos con calma mientras pensaba en cómo sería su nuevo horario. De vez en cuando veía por la puerta para ver si entraba Renata, Aki o Kyrt e invitarles a sentarse con ella. 

El comedor estaba lleno de deliciosos aromas de diferentes clases de desayunos. Entre otros había huevos revueltos, alubias estofadas, sopa de miso, tostadas de varias clases de pan, porridge de avena, bacon a la plancha, muffins ingleses y una amplia variedad de bebidas, como café e infusiones de diferentes clases.

Había varios alumnos ya desayunando, entre los que te sonaban Aetheldryd Northwest, Ismael Aestendor, el cual parecía estar muy tranquilo, Joel Minami con su hermana Sybill y la curiosa chica conocida como Yamiko.

Mientras disfrutabas de tu desayuno, viste entrar al comedor precisamente a Aki Goro, lo cual era estupendo ya que era de los chicos con los que más habías estado charlando durante la fiesta. O puede que no tanto, pero te había caído bien y eso era lo importante.

Eso sí, te fijaste en que en esta ocasión el muchacho venía sin su arácnido familiar, la pequeña Ofelia.

Eso fue oportuno.

Aetheldryd llevaba poco con el desayuno y en cuanto vio a Aki entrar le hizo señas con la mano a modo de saludo. No iba a gritar en medio del Comedor, por lo que hizo señas a una silla suya al lado para ver si quería sentarse con ella. El chico podía verla con ropas normales salvo que llevaba puestos los guantes negros, iguales a los de ayer o al menos similares.

A ver si el chico gustaba sentarse a su lado, le gustaría conversar con alguien antes de entrar a clases. No obstante, también se hacía a la idea de que a lo mejor quería privacidad y no quisiese estar a su lado, por lo que quedó a la expectativa de alguna respuesta. 

La arañita te ayudó encantada de la vida a elegir un buen conjunto, decantándose por una blusa de manga larga y unos vaqueros blancos que te daban un look fresco y vivaz. También te recomendó que fueras con las orejas al aire, porque eran adorables y no deberías avergonzarte de un rasgo tan bonito.

Una vez vestida, bajaste al comedor con tu consejero de moda particular. El lugar estaba lleno de deliciosos aromas de diferentes clases de desayunos. Entre otros había huevos revueltos, alubias estofadas, sopa de miso, tostadas de varias clases de pan, porridge de avena, bacon a la plancha, muffins ingleses y una amplia variedad de bebidas, como café e infusiones de diferentes clases.

Había varios alumnos ya desayunando, entre los que te sonaban Aetheldryd Northwest, Aki Goro, Ismael Aestendor, el cual parecía estar muy tranquilo, Joel Minami con su hermana Sybill y la curiosa chica conocida como Yamiko.

Mientras conversabais juntos, visteis que otra persona conocida entraba en el comedor. Esta vez se trataba de Aida Aldrich, que venía con su arañita deslenguada en el hombro.

Cuando miró a Aida entrar, Aetheldryd le saludó con menos energía que con Aki, recordando lo inquieta que podía ponerse la peliblanca rodeada de muchas personas. ¿Se sentaría en la misma mesa? Volteó a ver si alguna estaba vacía para comodidad de la lupina o algún otro conocido de ella.

De todas maneras le hizo una seña leve de la silla a su lado, si decidía sentarse estaba bien; si tampoco lo hacía también estaba bien, no quería obligarla y se notaba en su actitud la ausencia de aprehensión ante la decisión que tomase. Ya se conocían, pero no habían convivido mucho y la plática con Kyrt y Renata le motivaba un poco en ser más sociable con los vivos. 

Aida había llegado como pajarillo en grama al comedor. Paseó con timidez sus azules ojos por todos los presentes, y la desconcertó encontrar a Aetheldryd saludándola. No obstante, le sonrió, algo nerviosa y feliz a la vez. ¡Podía hacerlo, podía socializar! La noche anterior lo había hecho, no podía ser tan difícil. Sin embargo, estas ganas se vieron un poco mermadas al encontrarse Aida con la figura de Aki, aquél chico con el que la noche anterior había sido grosera. ¡E-esta podía ser su oportunidad para disculparse!

Asintió a Aetheldryd. Fue a por comida y, con bastante timidez, tomó asiento al lado de la pelilavanda, sin despegar la mirada de la bandeja.

-B-buenos días, Aetheldryd -le saludó, mirándola brevemente. Luego se volvió hacia Aki y se ruborizó, algo avergonzada y nerviosa, por no estar segura de cómo abordar al chico- B-b-buenos días, A-aki -apretó un poco los labios antes de proseguir-. Q-quería disculparme contigo por... ser grosera... anoche.

¡Ay, qué pena! Incapaz de poder mantenerle más la mirada, se volvió hacia su bandeja y se abocó a comer, bastante ruborizada.

Aki os saludó educadamente mientras se ponía a comer el desayuno que había recogido para él. La arañita le miró con suspicacia, pero no dijo nada, lo cual era raro en él. Pero es que se sentía tan orgulloso de ver a Aida hablando con la que probablemente fuera la primera amiga que hacvía durante el curso. Ay, qué rápido crecían.

Siendo correspondida por dos, Aetheldryd se sentía contenta consigo misma por los avances que estaba logrando. No había interactuado mucho con Aida a pesar de estar en el mismo curso desde primero, pero parecía ser que nunca era tarde para intentar socializar aunque fuese un poco; y también Aki, con quien se llevó bien ayer aunque se le hizo raro no verle con Ofelia ya que creía que entre ellos había una conexión, de todas maneras no preguntaría porque no era un asunto en el que podría involucrarse y porque podían ser muchos factores.

-Buenos días, Aida-contestó en un tono cordial, dejando que la peliblanca se disculpara con el chico. ¿Por qué? No recordaba una actitud impropia de... ¡Oh! Ya, cuando la abordaron varios anoche, seguramente eso fue-. Ayer pasaron muchas cosas, todos estaban cansados y emocionados por hoy-intentó intervenir, denotando un porte tranquilo y acompañando a su diálogo con florituras suaves que destacaban debido a los guantes negros que llevaba-, es un nuevo día debemos aprovecharlo. Aki, serán tus primeras clases, el profesor Beleem es profesional, amable y dedicado... un poco distraído, pero muy bueno, te ayudará mucho; y Aida, sabes que estaremos este año con la profesora Deadeye, ¿lista para ello?