Partida Rol por web

Fedor observó cómo se abrió fuego desde distintos ángulos y cómo una escuadra selicana avanzaba, captando la atención de los reanimados y eliminando la posibilidad de que la horda tratara de colarse por la entrada del Suroeste. Escuchó el estruendo del bolter pesado de un artillero del 13º, disparando ráfagas por la entrada y clickear del tambor, anunciando que se había quedado vacío. El lantanita se acercó a su posición sin dejar de apuntar, para cubrirle, y escuchando las animadas órdenes del sargento selicano se animó a descargar una lluvia de perdigones en cuanto divisó por el hueco a las cosas.

No era el arma más idónea para distancias, pero si los bichos se acercasen demasiado la escopeta haría estragos. No obstante el que no se acercaran era algo de agradecer. No tenía ganas de tener que demostrar la efectividad del arma a rango corto. Supondría que la situación es muy complicada.

La calle se hace larga mientras el equipo parece ir desplegándose para cubrir todos los sectores aledaños. No veo enemigos en las cercanías pero sé que deben haberlos. El Caballero Imperial ha luchado sin descanso y tengo claro que eso debe haber atraído la atención de adversarios en las cercanías. Estos zombies no parecen ser del tipo de enemigos que huyen al ver la superioridad de su contendiente y dudo mucho que se hayan alejado al ver al enorme guerrero del Dios Emperador.

Entonces, escucho que alguien hace contacto en el sur y las órdenes del sargento, por lo que aprieto el paso lo más que puedo hacia la esquina, sabiendo que desde ella seré capaz de divisar a los enemigos. Acelero todo lo que puedo, para buscar una posición desde la cual disparar a mis anchas y acabar con esas sucias aberraciones heréticas de una vez por todas.

Aprovechando el silencio, Arthur se adentró en los restos de la horda. Rodeando a los infectados con cuidado hasta encontrar cobertura tras una pared medio derruida. Observó curioso el estado de los cadáveres, a lo mejor no todos estaban infectados.

El avance sigue adelante, y aunque podría haberse supuesto que la horda zombie podría dar problemas, el hecho de contar con un bólter pesado y una cantidad de carabinas de la FDP capaces de repeler un asalto a una trinchera disparando de manera concentrada contra ella acabó por eliminar aquel obstáculo. Otra más asomaba dando tumbos hacia el caballero al fondo de la calle, al oeste, pero por lo demás, todo parecía despejado. 

Arthur, por su parte, vio como los talleres seguían disparando a la horda que se movía a sus muros, quedando por fin derribada. El camino hacia la puerta parecía despejado. 

¡BIEN HECHO MUCHACHOS! - vitoreó a los hombres que lo habían seguido y no lo habían dejado tirado cuando llegaron a la ciudad - ¡SEGUID DISPARANDO! ¡DADLO TODO POR EL EMPERADOR! - gritó con fuerza, a pleno pulmón, con tal intensidad que no parecía que tuviera una máscara de gas amortiguando su voz. Nuevamente apuntó y abrió fuego contra la otra horda de enemigos que había al final de la calle en la que estaban 

Ahora le parecía que se abría fuego delante suyo, ¿serían aquellos que iban por delante?. Estaba muy cerca, le quedaba casi nada para descubrirlo. Empuño fuerte el rifle, dispuesto a usarlo si fuera necesario.

Arthur echó un vistazo y vió que en el taller se apañaban bien. Habían derribado la horda que se acercaba a ellos por delante así que se giró y se dispuso a apoyar al caballero gigante. A lo mejor le dejaba pilotar luego, un hombre podía soñar.

Tras una mirada a su espalda para comprobar que Paul seguía tras él, continuó adelante con la única idea de avanzar para tratar de llegar cuanto antes al taller. Un "rápido" sprint, al máximo que le permitía el lanzallamas y la prudencia, le permitió seguir avanzando a cubierto de las ruinas de los edificios.

-¿Paul, hay algún fezzonita más en la zona?

Parecía que el resto de la unidad seguía combatiendo al enemigo, pero yo desde mi posición, era incapaz de verles. Una vez mas tenía que azuzar a mi montura para ponerme a la altura de mis compañeros, no podía creer que me estuviese perdiendo todo el combate, así no habría gloria que añadir a mi hoja de servicio. 

- Vamos bestia, a este paso se terminará la guerra antes de que lleguemos. 

En un instante una lluvia de plomo cayó sobre el grupo de corrompidos, haciendo que cayesen en masa. Fedor bombeó de nuevo la corredera de su arma y los cartuchos vacíos y humeantes salieron despedidos. Observó que el que el artillero del 13º se iba apañando recargando su arma pesada, así que el lantanita avanzó todo lo que pudo, acercándose a aquellos enemigos que parecían ser machacados por el Caballero. Si los tumbaban antes, antes la mole ayudaría en los combates del Oeste, fuesen los que fuesen.

Los enemigos cayeron antes de que yo tuviese la posibilidad de apuntar mi arma en su contra. Sus cuerpos dejaron de moverse y ahora no son más que basura en el camino. Veo al Caballero Imperial, a varios metros de mí y sé que por allá debe estar la acción.

Escucho al sargento pero ya no hay enemigos en las cercanías.

Me fijo bien y veo un grupo de enemigos a lo lejos, hacia el este:

 - "Sargento, moviéndome hacia el este para interceptar a los enemigos, Señor."

Comienzo a moverme rápidamente hacia los enemigos para así poder estar a mejor distancia y poder acribillarlos con mi bólter pesado.

-El sargento Lënz y la medicae Hillard se han quedado en la mansión junto a varios reclutas. Hemos tenido un par de bajas como Yo el ogrete, y la especialista Weiss, tu predecesora con el lanzallamas a la que tuvimos que arrastrar hasta la enfermería- explicó moviendo su cabeza de un lado a otro en un gesto de negación. Supongo que habrá alguno más de los nuestros en el taller. Si siguen vivos...

El enemigo había sido diezmado bajo el intenso fuego Imperial. Satisfecha, bajé el rifle láser y giré mi rostro hacia el oeste, mi destino estaba más adelante así que no me regocijé en nuestro éxito y salí disparada, sorteando los cascotes en pos de mi objetivo, de vez en cuando mis botas se hundían en la tierra, en cambio otras veces encontraban suelo firme que me permitía impulsarme más rápidamente. Debía hacer un recuento de las tropas que quedaban alejadas de la mansión y cuanto antes llegara muy posiblemente mayor sería el número que obtendría.

El avance siguió dándose sin problemas, con todo lo que se alzaba y no respiraba siendo barrido con facilidad. El nuevo objetivo aún aguantaba, pero es cierto que con solo una ráfaga habían eliminado a una cuarta parte de los putrefactos cuerpos. Simplemente debían seguir insistiendo. 

Arthur se rascó la cabeza. Al parecer ya habían caído todos los enemigos prácitcamente, sólo quedaba una horda de ex de Moopsies penales cómo él. En el fondo le daban pena esos tipos, tan equivocados y echos mierda por la porquería que hubiera dentro de ese agujero negro que era su ex.

- Parece ser que ya estaba casi todo- comentó, moviendose al edificio contiguo.