Partida Rol por web

Quedaba uno delante mio, era miembro de un grupo que había herido y posteriormente matado a mi camarada, la lloraría y ahogaría su falta en Amasec, pero debía esperar antes me tendría que cargar a ese cabronazo y sin mas le dispare en semiautomático soltando todos los perdigones que podía soltar la escopeta, quería desfigurarle mas de lo que ya estaba destrozando su cara y todo su cuerpo. y le impacto con todo, parecia mentira, pero la escopeta habia sido bastante mas efectiva que su bolter pesado...

Fedor observó como la inmensa mayoría de los traidores ya habían sido exterminados. Uno quedaba en las cercanías. A él apuntó y disparó, al igual que numerosos compañeros. Ese miserable infeliz iba a terminar como un colador. Si no es por su rifle, por el de algún otro.

Solo quedaban dos enemigos. El primero de ellos recibió una descarga a quemarropa de un furioso Yuri que, a pesar del riesgo de dar a su compañero enfrentado en cuerpo a cuerpo, consiguió llenar de plomo al traidor, despedazándole y acabando con su existencia. El segundo consiguió esquivar la carga del comisario, y Fedor le colocó en su punto de mira, sin contar con que también estaba enfrentado en cuerpo a cuerpo. Ese disparo, que en otra ocasión podría haber acertado, en ese momento se vio bloqueado de repente por el cuerpo de otro de los zapadores, que cayó muerto ante la descarga. El traidor que quedaba fue abatido poco después por otros dos disparos. La trinchera estaba limpia, aunque aquel error empañaba la victoria. 

Kolya estaba de pie y no pudo evitar sonreír al ver que casi todos los herejes habían sido abatidos. Iba a alzar un grito de victoria cuando, girando la cabeza en la dirección del comisario pudo ver como una desgracia ocurría. Uno de sus hombres caía por culpa del fuego amigo. 

No es que fuera algo raro en los combates cerrados a los que estaban acostumbrados; pero siempre dolía ver caer a amigos y compañeros, y más por fallos como ese; pero las palabras de ánimo y orgullo se convirtieron en cenizas en su garganta.

Carraspeó un momento.

-Vale, bueno -miró hacia todos los lados- los heridos que sean atendidos por los sanitarios. Tú, tú, tú y tú -dijo señalando a cuatro de los zapadores- encargaos de nuestros muertos y llevarlos a un lugar para que nos despidamos de ellos como podamos -miró a los que estaban en la segunda línea- vosotros mantener la posición y avisad de cualquier peligro o llegada de enemigos.

Caminó en dirección al comisario.

-Comisario Litvinenko -dijo mientras se acercaba al oficial disciplinario- me gustaría comentarle una idea. Quiero hacer una línea a unos cincuenta metros de la trinchera con los cadáveres de los traidores. La idea es usarlo para marcar mejor las distancias para nosotros y para la artillería nuestra, además de usarlos de minas. Si les colocamos las granadas que lleven encima sin el pasador, pero con el percutor apretado debajo del cuerpo, si lo pisan o mueven al pasar por encima de ellos explotarían, así como si nosotros disparamos a esa zona. Sería como tener una zona de explosivos colocada donde queremos. ¿Me permite llevarla a cabo, Comisario?

Yuri Sonrió al ver caer a aquel cabronazo con mas agujeros en el cuerpo que ojos tiene una mosca,a la vez que esxclamaba:- Que os jodan! y le escupia a un muerto en plena cara. Pero volvió a la realidad y vio a su compañera muerta en el suelo, en seguida se agacho y ayudo a depositarla en la camilla para retirarla de primera linea, la dio un beso con cuidado y se despidió íntimamente de ella aunque luego lo haría junto a todo el regimiento, si vivía hasta entonces.
Luego se acerco a su Bolter pesado, le doy unos golpecitos y rezo unas plegarias como había escuchado tantas veces a los sacerdotes de Marte, pues ese día parecía que la mira estaba desenfocada, esperaba que esas plegarias le dieran la puntería adecuada y que el arma estuviera en consonancia con el corazón de los sublevados para que cayeran a montones, como así debía de ser por el Dios-Emperador.
Allí se quedo observando el terreno por si se acercaban los sublevados

Fedor lo tenía en la punta de la mira. Su dedo se acercó al gatillo. Entonces el traidor cargó hacia adelante. El lantanita siguió su movimiento con la escopeta, sin perderlo. Adivinando donde iba a dar su siguiente paso, el soldado presionó el gatillo... justo en el mismo momento que el hereje llegaba a su destino: al cuerpo a cuerpo con un compañero. La bala impactó en la espalda de uno de los suyos, que cayó redondo.

El artillero palideció por momentos, parpadeando, incapaz de creer lo que había pasado. Durante diversas batallas había sembrado los campos de batalla de proyectiles explosivos, despedazando a numerosos rivales. Incluso sabía de situaciones donde oleadas de enemigos debían ser frenadas y él se encargaba de ello, aunque las explosiones afectaran a aliados rezagados y envueltos por la muchedumbre hereje. Solo aceleraba lo inevitable y evitaba males mayores, siguiendo órdenes.

Pero en esta ocasión este suceso era evitable. Había sido un error garrafal de no ver como su compañero estaba cerca.

Fedor observó como el traidor era despedazado por otros disparos, mas resultó un pobre consuelo. Salió de su puesto y avanzó hacia el lantanita caído, confirmando su muerte. Cabizbajo, arrodillado ante el muerto, sus labios emitieron una silenciosa plegaria al Emperador por su alma y pidieron perdón por su falta.

Aún se escuchaban combates encarnizados en otras trincheras, pero no en la lantanita. Aquella baja amiga había enturbiado, aunque fuera un poco, aquella victoria contra el gran enemigo. Sin embargo, la paz duraría poco. No dio tiempo a que el comisario respondiera cuando, procedente de tierra de nadie, un sonido de orugas esforzándose en avanzar apareció, revelando poco después su origen: un blindado enemigo. 

El sonido de las orugas le dejó helado lo que a él le pareció una eternidad pero en realidad fue un instante.

-¡FEDOR DIME QUE TIENES ALGO PARA DESTROZAR ESO! -gritó a su especialista en el lanzamisiles mientras cogía el cortador, ese enorme trasto para cortar estructuras que tenían. Podrían abrir el vehículo como si fuera una ración de comida.

-¡MANDO! -gritó por el comunicador- ¡TENEMOS UN BLINDADO ACERCÁNDOSE A LA TRINCHERA! ¡SOLICITO UN BOMBARDEO EN LAS SIGUIENTES COORDENADAS* O LA LLEGADA DE UN CARRO DE COMBATE QUE LE HAGA FRENTE!

Estaba muy nervioso, pues no tenían nada, salvo que Fedor dijera lo contrario, para acabar con eso.

-Yuri, dispara una ráfaga a ese blindado a ver como reacciona ante la munición de tu arma -miró a todos los demás- todos los que no tengan un arma pesada que empuñen granadas perforantes ya. Quiero a cinco voluntarios que empuñen el cortador láser para abrir ese vehículo si se acerca demasiado.

Fedor se incorporó y miró al horizonte. Su rostro se endureció, escupió a un lado y negó con la cabeza.

- Solo fe en el emperador - respondió el artillero al sargento - Y granadas krak. Aun así le lanzaré todo lo que tenga - dijo, echando a correr a su puesto.

- ¡Liud, prepara a Olga! - exclamó mientras pretendía retornar a su ubicación inicial. Entonces se topó de bruces con la joven, cargando con el lanzamisiles, justo detrás de él. El artillero enarcó una ceja de sorpresa, pues no esperaba que lo hubiera seguido, cargando con el equipo.

Grodonov asintió a la novata y le dedicó una sonrisa.

- Yo soy el veterano pero al final tú mandas - bromeó - Está bien, lo haremos aquí mismo - afirmó, tomando a Olga y posicionándose en la trinchera, apuntando contra el monstruo metálico.

Mierda, Koyla! abra que pedir misiles perforantes la próxima vez!. Colocándome y disparando ráfaga. Sugiero que nos agachemos en la trinchera hasta que se acerque.

Dich9o esto agarro el Bolter pesado enfilo al vehículo blindado y le disparo una ráfaga en automático.
Pero fue tan apresurado que todas las balas salieron desviadas.

No había terminado de lamentarse por sus heridas y las de su compañera cuando escuchó gritar al Sargento - Es cierto, suena un motor en la distancia...y orugas - apenas levantó la cabeza vió el blindado hereje aproximándose.

Mierda - musitó - justo ahora. 

Su jodida especialidad, justo ahora que estaba malherido. Apretó la mandíbula y miró a su compañera - Eh, que no se ha acabado la fiesta, si te duermes te lo pierdes - dijo en un intento de animarla, evidentemente sabía que si cerraba los ojos no habría vuelta atrás a esas alturas, así que lo que le restaba era llevarse a cuantos más hijos de puta por delante, mejor.

¡¡Aquí Sargento!! - dijo mientras corría hacia una mejor posición de tiro - ¡¡especialista en armas de fusión preparado para el combate!!

El blindado avanzó un trecho, a pesar de las palabras de ánimo del comisario que no lograron gran cosa, o del intento de Yuri que dejó claro que el blindaje frontal de aquella cosa sería muy complicado de penetrar con el bolter pesado. Y, mientras avanzaba, su torreta se giró para apuntarles, y el bólter montado en el casco hizo lo propio. Este último abrió fuego y uno de sus proyectiles atravesó los sacos terreros y alcanzó a uno de los lantanitas oculto detrás, pero el cañón falló, al menos de momento. 

No pudo dar crédito a lo que escuchaban sus oídos. Primero la ausencia de comunicación con el mando para solicitar el bombardeo y luego las palabras de su compañero.

-¿Y POR QUÉ NO SE ME INFORMÓ DE QUE TENÍAMOS ESA MARAVILLA? -increpó al soldado mientras giraba la cabeza para mirarlo- de acuerdo, intentemos atacar los dos por el mismo lado.

Miró a todos los presentes y luego devolvió la mirada hacia ese vehículo que se acercaba contra ellos.

-Chicos, las comunicaciones con el mando no existen, estamos solos y sin bombardeo... -no eran buenas noticias; pero al menos no combatirían esperando que alguien les echara una mano.

- Capitan, no te preocupes, como casi siempre que estan estos cabrones del 303º Regimiento de Fezzorn. seguro que ellos han metido calla y nos han anulado las comunicaciones. En fin, demosle candela a esa maquina del demonio.
Digo mientras recojo el bolter pesado, ya que no hace nada y me tiro al suelo mientras agarro una granada Krak

Fedor apuntó a la mole metálica. Sabía que los misiles que poseía eran antipersonas y que la probabilidad de dañar al tanque era ínfima. Movió los labios emitiendo una leve oración al Emperador, como si este fuera a realizar un milagro, y puso al monstruo de acero en su mira.

- Liud, estabiliza un poco a Olga. Ajá, eso es. Muy bien, pequeñas - elogió a ambas mientras su dedo acarició el gatillo varias veces hasta que, observando una leve detención del tanque, lo apretó y el misil salió hacia él, impactándole de lleno.

Pero, tras disiparse el humo, pudo ver como el acorazado continuaba entero. Fedor escupió al suelo y apretando los dientes masculló.

- Otra vez, Liud.

Puede que aquello fuera un blindado enemigo... Pero los hijos de Lantan no estaban dispuestos a dar su brazo a torcer. A pesar de la falta de comunicación con el mando, y de todo lo ocurrido, aún estaban dispuestos a luchar. Atkin disparó con su rifle de fusión, aún a pesar de la distancia, decidido a destrozar a aquella cosa, y aunque al principio el arma parecía que no iba a funcionar, finalmente disparó un chorro de fusión devastador, que perforó el blindaje como si fuera mantequilla... Y eso que el arma no estaba en el alcance óptimo para su uso. Fedor intento herir a la metálica mole con uno de sus misiles, pero parece que encajó el proyectil relativamente bien. 

Por contra, su respuesta volatilizó a otro zapador... Pero si recibía esa clase de impactos del rifle de fusión, pronto sería historia. 

Sigo agachado tirado en el suelo hasta que se acerque le tanque con una granada Krak en la mano. esperando que alguien se carge a ese cabron.

Liudmila cargó a gran velocidad a Olga. Fedor se dispuso a disparar, pero para su sorpresa el blindado avanzó a gran velocidad. Sin apenas apuntar, el artillero disparó. El tiro salió errado, explotando a un lado del tanque sin dañarlo.

Fedor emitió un silencioso juramento por su mala suerte.

-Vamos, vamos, vamos, vamos... -murmuraba entre dientes Kolya mientras se mantenía agachado ante el sonido del blindado acercándose. Cuando escuchó la explosión asomó la cabeza para ver si había dañado al blindado, pero no fue así.

-¡Vamos, Fedor!¡Puedes destrozarlo! -animó a su especialista en lanzamisiles antes de girarse hacia el que decía llevar un rifle de fusión- Atkin, prepárate para el disparo. Intenta acercarte lo máximo posible para que el rifle de fusión lo destroce.

El rifle estuvo a punto de atascarse en el primer disparo ¡Maldición! ¿Cómo podía pasarme esto a mí? Finalmente logró el impacto y se preparó para descargar un nuevo chorro de material incandescente sobre el vehículo blindado que se dirigía hacia las posiciones lantanitas.

Logró un nuevo impacto sobre la monstruosidad mecánica y aprovechó para acercarse un poco más a ella, sabía que el blindaje frontal suele ser más grueso que el lateral, pero también que el máximo rendimiento de las armas de fusión se conseguía a distancias muy cortas, a pesar de estar malherido...¡había llegado su momento!