Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Salón de los Difuntos

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17/02/2015, 13:41
Aidane

Aidane negó con la cabeza cuando Aina le preguntó si quería transmitir algún mensaje ¿Qué mensaje podría querer transmitir ella? No tenía casi nada que decir, y lo que quería decir, ya estaba dicho. Por lo demás, las cosas seguían sudediéndose a su alrededor sin que tampoco les encontrara sentido. Rais desapareció de la vista, otro que volvía a la vida, aquello parecía ya una broma pesada, pero sintió que se estremecía solo de pensar que eso que le había pasado al actor y luego a Rais, podría pasarle también a ella. 

¿Volver allí? ¿Rodearse de asesinos, mentiras, odio, rencor y violencia? Los dioses no lo permitieran. Lo que ella quería era que aquello terminase de una vez y poder descansar. Nuevas llamas en el reloj, ni siquiera se molestó en dedicarles algo más que un breve vistazo antes de volver a observar a los demás.

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17/02/2015, 14:19
Elendire

Ningún Fata es tan sencillo. Los fata del Bosque no son florecillas de campo. También tienen sus rencillas, y sus manías particulares- concluyó Elendire, un poco a disgusto- A mí también me envenenaron. La misma persona que me mató debe haber envenenado a Roger.

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17/02/2015, 14:52
Loth

El vagabundo asintió ante las palabras de Elendire.

- He aprendido de todos y cada uno de los habitantes de Fäe, y estoy de acuerdo. Nadie está libre de albergar malos pensamientos, traiciones ni codicias. No importa si hueles la vainilla del Palacio o las brumas de las Ruinas.

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17/02/2015, 15:15
Aina

- Lo que está pasando aquí no son intrigas palaciegas - . Aina se volvió a mirar a Loth con un gesto dolido. Sí que era verdad que en palacio solían haber rumores y malas lenguas. Pero eran cosas más... Inocentes. 

- En palacio teníamos mucho tiempo y teníamos que ocuparlo con entretenimientos. Como por ejemplo, descubrir quién era el nuevo amante de una noble o con quién se había acostado el hijo del hermano del rey... - Al decir aquellas palabras, una sonrisa traviesa se formó en los labios de Aina. Se los tapó con una mano y volvió a mirar hacia el espejo. Su mirada se cruzó con la de su reflejo y arqueó una ceja, destapó sus labios y, poniéndose de nuevo seria, se cruzó de brazos. - Aquí nos hemos reunido fatas de todas partes y las cosas que están saliendo no tienen nada que ver con las intrigas palaciegas - Suspiró y apartó la mirada de su reflejo, volviendo a centrarla en Loth. Asintió ante sus últimas palabras y se mordió el labio mientras sus pestañas aletearon durante unos segundos. Tras eso, recorrió de nuevo a todos los fatas con la mirada, a todos menos a Falmari, a ella la ignoraba deliberadamente. 

- Creo que Chris va a cumplir su amenaza - . 

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18/02/2015, 15:24
Aina

Aina estaba un poco aburrida. Se había estirado sobre la hierba, verde y fresca, y miraba hacia el cielo, contemplando las esponjosas nubes e imaginando formas y figuras. Cerró los ojos, recordando una melodía que había escuchado hacía mucho tiempo. 

Recordaba dar vueltas y vueltas, subida en un hermoso caballo de madera. Su padre humano se reía mientras la sujetaba para que no cayera. Ella tendría tres años y había querido subirse encima del caballo, a pesar de que para su edad estaba el carrito y otros sitios donde subirse más seguros. Pero no, ella quería el caballito y dar vueltas y más vueltas mientras la figura subía y bajaba, atravesada por un palo de madera. 

De repente, la melodía que tenía en su mente empezó a sonar en medio de aquel hermoso jardín. Aina abrió los ojos y se incorporó con una sonrisa. A un lado había aparecido el mismo carrusel que ella recordaba. 

Daba vueltas y estaba iluminado mientras la música resonaba por todas partes. Aina se levantó y corrió para subirse en uno de los caballos blancos. Echó la cabeza ligeramente hacia atrás y una risa, suave y cantarina, reverberó de sus labios. 

- Subid y dad vueltas junto a mi - . Dijo, volviéndose a mirar a las demás fatas. - Ya queda poco para que alguien más se una a nosotros - . Tenía que alzar la voz para que la escucharan a través de la música y de las vueltas que iba dando. - Todos discuten y discuten y estoy cansada de escucharles. Todos sospechan de todos, es horrible. Pero al menos, aquí, podemos divertirnos y olvidar nuestras penurias...

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18/02/2015, 17:45
Elendire

Elendire parpadeó varias veces, perpleja al ver el nuevo añadido al decorado que había efectuado Aina. 

Durante un breve lapso de tiempo, observó el carrusel, asombrada, como si no supiera para qué servía, y al ver a la fata que hacía de nexo entre ellos y los que aún vivían subir a uno de los caballos y reir, no pudo evitar observarla con un brillo de admiración. 

Con la emoción de una infante, se dio la vuelta, y observó a Loth, tomando su mano y tirando de ella un par de veces, antes de echar a correr, deteniéndose justo delante de la atracción, con una mezcla de diversión, curiosidad y una pizca de miedo en los ojos. 

Se tapó los labios con los dedos, oprimiendo una carcajada en su boca, y finalmente saltó al carrusel, mirando alrededor sin saber a qué montura subirse. 

Finalmente se decidió por un corcel oscuro que se situaba detrás del blanco sobre el que se había montado Aina. Notó entonces el movimiento, el vaivén del tiovivo, y se agarró fuerte, de nuevo perpleja, pero radiante de felicidad. Comenzó a reir de nuevo, más libre, mientras se abrazaba al palo que atravesaba a su caballo- ¿Qué es esto? ¡No sabía que existía algo tan divertido!-gritó, para que Aina la escuchase, completamente entusiasmada.

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19/02/2015, 00:29
Aina

- ¡Es un carrusel! - Aina se giró para mirar a Elendire con una sonrisa en los labios. - ¿Nunca has estado en ninguno? - Tenía que alzar la voz para que la escucharan. La música sonaba con fuerza y el tiovivo no paraba de dar vueltas y vueltas. 

Volvió a mirar hacia delante y levantó ambas manos, mientras tarareaba la música que resonaba y reía de alegría. Pero algo estaba pasando en el otro lado que hizo que sus labios se torcieran en una mueca y se girara de nuevo, para mirar a la fata del bosque. 

- Seth acusa a Alana de haberla descubierto levantándose por las noches. Pero ella se defiende diciendo que es una especie de juez y puede castigar a aquellos que se levantan por la noche para matar sin impunidad -. Al decir aquello puso los ojos en blanco y una nueva risa reverberó de sus labios. - Ahora todos los miran con sospechas y parece que se han olvidado de lo que pasó ayer. Míriel se está muriendo y nadie le hace caso - . Esas palabras le provocaron un recuerdo. - ¡Eso! Elendire, les dije que tú también habías sido envenenada y desconfían de él por no haber muerto al momento - . Una pequeña mueca se dibujó en sus labios. - ¿Cuando te envenenaron? ¿Al principio o al final de la noche? - Se mordió el labio, consciente de que estaba ahondando en algo que podía atormentar a la fata. 

 

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19/02/2015, 00:59
Elendire

No. Nunca...-admitió, con repentina timidez, aun con una media sonrisa en los labios que pronto se borró al escuchar lo que Aina decía.

Elendire  se sintió de pronto mareada y fuera de lugar, y se vio impelida a agarrarse con fuerza a su montura antes de tomar aire para bajarse de la misma y del carrusel, aunque éste continuase girando. La música se le antojó entonces estridente y en cierto modo, aterradora. Se sintió incapaz de ocultar su nerviosismo, y se abrazó a Loth, respirando hondo. 

- Es absurdo. ¿Cómo pueden sospechar de él por morirse? -expresó, en cuanto se sintió algo más calmada- Me envenenaron cuando fui a dormir, creo. Noté algo extraño, y cuando me desperté me encontraba muy mal. Empecé a echar sangre por la boca... Como Roger.-miró a Loth, con cierta angustia, y un atisbo de culpabilidad en la mirada- Y Loth ha muerto de pena, por mi culpa... Si hubiese procurado que Ivanna se mantuviese en silencio quizá no habría pasado esto.

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19/02/2015, 07:21
Loth

Loth dejó que su amada marchara a montar al carrusel, y disfrutó con cómo se iluminaba su rostro y cómo se agitaba su cabello al viento. Los tentáculos que adornaban su rostro se agitaban, nerviosos, olvidando que, en realidad, se encontraban en un limbo eterno.

- ¿Te culpas por cómo era Ivanna? No, amor mío. Nuestras pieles eran, en definitiva, disfraces que elegimos para protegernos. ¿Qué importa ya pensar en cómo se debía actuar o cómo se debió pensar? - alargó una mano y acarició la mejilla de ella - Yo te seguí porque no podía soportar estar sin ti, y eso me permite disfrutarte ahora durante más tiempo del que he tenido en siglos...

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19/02/2015, 11:19
Falmari

Falmari observaba desde su posición con la copa llena de delicioso nectar alcoholico y un pajita improvisada la escena.

Había olvidado completamente a la gente de Fae, tan falsa con un billete de 8$ y otros tan estúpidos como para autoengañarse....empezaba a sentirse cómoda estando muerta, una vez muerta ya no te pueden seguir haciendote daño, sin embargo seguía preguntandose "quien" era el asesino o los asesinos

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19/02/2015, 13:36
Tarma

Fruncí el ceño ante aquella visión. No podía creerme que, pese a todo, aquellos fatas estuvieran anonadados ante el carrusel. Bufé por la nariz, y me crucé de brazos.

—Aina, eres nuestro único contacto con el mundo de los vivos, ¿y te dedicas a comportarte como una niña humana?— pregunté, arrugando la nariz—. ¿Tan poco están diciendo los vivos que te puedes permitir este tipo de tonterías?— osé decir, mirándola con reproche—. ¿Dijiste lo que puedo hacer? ¿Se lo dijiste acaso?

Hice una pausa, y me llevé las manos a la frente, pensativa. Ciertamente, tampoco estaba siendo muda, pero me sentía tan perdida escuchando las versiones que nos daba aquella Fata con aquel enorme poder que pensaba que podía llegar a decirnos lo que le viniera en gana. 

¿Quién va a caer hoy? ¿A quién están votando? ¿Dicen algo acerca de eso?— seguí preguntando—. No sé… A veces, me da la sensación de que estás haciendo demasiado filtro entre nosotros y ellos, y viceversa. 

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19/02/2015, 14:12
Elendire

Suspiró al escuchar a Loth, dejándose consolar por él. Cerró los ojos, apoyando el rostro sobre su pecho, pero entonces una voz la perturbó. La voz de Tarma, que al fin de elevaba tal y como se la había imaginado.

Habló de filtros la niña humana que puede traernos a la vida para esclavizar nuestra voluntad y nuestras decisiones, y luego se comporta como si fuera una florecilla de campo-masculló Elendire, aún próxima a Loth- Pero está bien que te enfades, Tarma. Fingir tanto debe dar hasta estreñimiento, como dicen los humanos. Y digo fingir porque bueno... Quiero creer que realmente no creías que Fäe no fuese importante para nosotros, o que los fata del Bosque se dedicasen a la vida contemplativa.  Y que al decirle esas cosas a Aina eres consciente de que estás aquí precísamente por comportarte como una niña humana a conveniencia. - dijo, arrugando un poco el ceño- Libérate un poco, sí. -concluyó, encogiéndose de hombros, esbozando entonces una sonrisa- Eres muy graciosa. 

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19/02/2015, 14:33
Aina

Al escuchar a Tarma, Aina borró toda alegría que mostraba su rostro. Arrugó el ceño y bajó del carrusel para enfrentarse a la fata.

- ¿Quién te crees que eres para hablarme de esa manera? - Le preguntó, posando sus manos sobre su cintura y mirándola fijamente. - Estoy dándoos toda la información que puedo. Y no os voy a aburrir describiéndoos cada palabra que se dice - . Chasqueó la lengua, ofendida con Tarma. - Os he explicado que han envenenado a Roger, que Paul dice que nos engañó y que Seth acusa a Alana de haberla visto levantándose por las noches. Lo siento, pero no tengo ninguna grabadora para grabar sus voces. Tendrás que confiar en lo que os explico o no creerme, tú misma. Pero no vuelvas a insinuar que os estoy engañando - . Resopló y apartó un mechón de cabello que había caído delante de sus ojos. - Y no, no he dicho que puedes traer a dos personas y esclavizarlas a tu voluntad. Pensé que no te gustaría que lo supieran, pero tranquila que ahora mismo les digo tu nombre y lo que puedes hacer. Por eso no te preocupes - .

Se apartó de Tarma y dirigió su mirada hacia el carrusel. En ese momento se le antojó molesto y ruidoso, así que movió la mano y éste desapareció del jardín. Cerró los ojos y los árboles y arbustos empezaron a desaparecer, dejando una estancia de mármol, fría. Lo único que se conservaba del hermoso jardín era la torre del reloj y el gran espejo ovalado. 

Abrió de nuevo los ojos y miró a Elendire, con una pequeña mueca y un brillo de disculpa en sus iris.

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19/02/2015, 14:39
Tarma

Sonreí con suficiencia, y asentí con la cabeza ante las palabras de aquellas dos fatas. Realmente, era fácil enfadar esta gente.

—Sí, dilo— corroboré, dando una palmada—. Quiero saber si a alguien le interesaría obtener la verdad, aunque sea de un modo no ortodoxo. Está claro que si a la gente no se le obliga, no dice la verdad— fruncí el ceño—. De lo contrario, ya sabríamos quiénes son los asesinos, ¿no? 

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20/02/2015, 00:55
Narrador

Salón de los Difuntos

Sucedió lentamente, casi como el tiempo que uno comienza a abandonar el sueño hasta que es consciente de que está despierto. Tus ojos empezaban a abrirse en esta nueva realidad con una sola certeza: habías muerto.

Puede que aquel lugar estuviera hecho para esperar durante toda la eternidad. Quizá, sólo quizá, ese tiempo fuera más breve de lo que parecía al pronunciar esa palabra. O puede que simplemente estuviese disponible durante unos días, el tiempo que todo tardase en resolverse. Como un bar a medio recoger antes de apagar las luces.

Sin embargo una cosa era evidente: el sitio recordaba mucho más a Fäe que al mundo de los soñadores. Se trataba de una gran estancia de mármol blanca y fría. Una de Palacio.

El lugar podría describirse en tres palabras: liso, blanco y neutro. Era una estancia circular con suelo, paredes y columnas de mármol. En el centro, el símbolo de la Familia Real dejaba claro que aunque ninguno de vosotros conociera de antes ese lugar debía estar ubicado en algún lugar del Palacio. Sin embargo era imposible ubicarlo en el espacio o en la memoria.

La luz que iluminaba la estancia entraba a través de una claraboya circular situada en el techo, demasiado alta para que cualquiera de vosotros pudiera alcanzarla. Sin embargo no era del tamaño suficiente como para aportar toda la luminosidad que había en el ambiente: una vez más, la magia de Fäe estaba presente en detalles como ese.

En uno de los extremos de la sala descansaba un espejo ovalado del tamaño de una persona. Si uno se paraba a mirar con suficiente atención podía darse cuenta de que no estaba hecho de cristal, sino de una especie de líquido capaz de mantenerse unido aún en posiciones imposibles, como si la gravedad fuera para él una utopía más.

Y justo desde el extremo opuesto de la estancia podía verse a través de la claraboya la misma torre del reloj que os había acompañado desde que habíais llegado aquí. Sus mismos números. Sus mismas llamas.

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20/02/2015, 01:20
Narrador

No había pasado mucho tiempo desde que el lugar había cambiado cuando una nueva figura empezó a formarse ante vosotros. Vanya, nativa del Bosque, refugiada en las Ruinas tras ser acusada de un crimen que no había cometido. Y sólo unos segundos más tarde Míriel, habitante del Palacio y guardaespaldas de la Princesa.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

Aidane Aina Elendire Falmari Loth Míriel Tarma Vanya

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20/02/2015, 09:11
Vanya

El volver a experimentar la magia recorriendo mi cuerpo es un paliativo que hace menos dura la llegada a este extraño lugar, gobernado por enemigos. Tras sacrificar mi magia me había sentido vacía durante décadas, sin una de las partes más importantes de todo fata. En este lugar había recuperado una ínfima parte de mi poder, que había vuelto a perder para salvar mi cuello ante las falacias, sintiéndome otra vez destrozada. Pero el reloj me había dado de nuevo gran parte de mi poder para defenderme.

Observo con curiosidad los rostros de los fatas pues desconozco la carcasa humana en la que se escondían. Debo preguntarles pero antes tengo que hacer otras preguntas.

Aina, espero que estés contenta, ya has conseguido que me reúna aquí contigo. Tu te has dedicado a atacarme activamente sin cesar, pese a que la culpabilidad de Miriel estaba más que demostrada. Creo que me debes la verdad. Sabes que ninguno de los que estamos aquí saldremos de este lugar, no somos interesantes para el resto. A excepción de Miriel, claro, todo gracias a tu inestimable ayuda. No podremos revelar nada a nadie, estamos condenados, no debes tener miedo a decir la verdad. Dime, Aina, ¿desde cuando estás con los que han traído la guerra aquí? La verdad es que no dudaba de tu inocencia pero ahora tengo muy claro que estás en el bando de los beligerantes, tantas mentiras, tantos golpes y ataques, no pueden ser producto de la ignorancia -pregunto, reposando mi espalda en una de las esquinas de palacio. Nunca me había gustado este lugar, tan mudo, sin vida propia, una cárcel de piedra.

Observo a los fatas reunidos, cuya fuerza se había sumado para acabar conmigo. Recordaba algunos nombres pero no a todos ellos. Lo que tenía claro es que ellos se habían dejado llevar por las mentiras de los de palacio, como se dejó llevar en un primer momento Chris.

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20/02/2015, 12:44
Tarma

Sin poder pestañear, contemplé aquella escena horrorizada. Todos fueron a por aquella muchacha, sin ningún tipo de pudor. Hice alguna mueca de dolor cuando vi cómo terminaban con su vida humana, y contemplé el espacio vacío que pronto se llenaría con su esencia.

Sin embargo, algo más me retuvo mirando aquel espejo de realidades. Roger, aquel actor, también caía para reunirse con nosotros de nuevo. Pestañeé varias veces sin llegar a creérmelo del todo aun cuando lo estaba viendo con mis propios ojos. Era cierto.

—Estaba envenenado— murmuré, totalmente escéptica—. No me lo creía.

Tras aquello, miré a los dos nuevos fatas, y saludé con un gesto de la mano, sonriendo de manera melancólica.

—Bienvenidos, supongo— dije, cruzándome de brazos—. Disfrutad del espectáculo— señalé con el mentón hacia el espejo—. Poco más podemos hacer aquí.

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20/02/2015, 13:16
Aina

Cuando Vanya y Míriel aparecieron en aquel enorme salón de mármol, Aina les estaba esperando. Las palabras de la fata no la pillaron por sorpresa, pero aún así arrugó ligeramente el ceño y apretó con fuerza los labios. Cuando ésta terminó de hablar, la fata de palacio suspiró y puso los ojos en blanco, negando suavemente con la cabeza.

- Te equivocas, querida - . Le dijo y clavó su mirada celeste en la de Vanya. . -Son tus palabras y tus insultos los que han hecho que ahora estés aquí. Puedes preguntarle a cualquiera de los presentes - . Con la mano hizo un gesto, señalándoles. Aunque se detuvo al llegar a Falmari y una mueca de desprecio se formó en sus labios. - Bueno, menos a ella - . No se fiaba de la fata y estaba convencida de que diría cualquier cosa para vengarse. Volvió a mirar a Vanya. - Puedes preguntarles qué les he estado explicando, y verás que nada es mentira. Estoy aquí como un puente entre los vivos y los muertos. Les explico, sin entrar en detalles para que no se aburran, lo que está ocurriendo en el otro lado - . Sus labios formaron un pequeño mohín. Todo aquello empezaba a ser exhausto, tantas explicaciones y tantas quejas. Aunque en el fondo sabía que nunca llovía al gusto de todos. 

- No tengo la guerra en mi interior. Sería estúpido cuando lo único que deseo es regresar a Fäe y volver junto a la familia real - . Arqueó suavemente una ceja y deslizó su mirada por el gran salón marmóreo. Nunca le había gustado ese lugar, era frío y demasiado solemne. Pero todavía estaba molesta y ese lugar era idóneo para descargar sus frustraciones.

- Y no te he creído en ningún momento - . Dijo, retomando la conversación tras unos segundos de silencio y volviendo a clavar su mirada con la de Vanya. - Te pusiste enseguida nerviosa y a insultar y, lo siento, pero no me has inspirado nada de confianza. Hoy lo único que he hecho ha sido recordarte tus palabras de ayer y has vuelto a mentir. Imagino que no soy la única que recuerda como ayer dijiste que elegirías tú a la fata que moriría en tu lugar. Eres tú la que ha cavado su propia tumba... Aunqueeee... Bueno... Quizás yo te he dado una pala para facilitarte el trabajo - . Terminó diciendo con un ligero encogimiento de hombros.

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20/02/2015, 13:38
Elendire

Elendire soltó una carcajada tras escuchar a Vanya y a Aina, mirando a la primera, divertida, y rodeando con sus brazos a la última- Te pones tan guapa cuando te enfadas...-dijo, como en un suspiro, alegre, besando su mejilla antes de soltarla y dirigirse hacia donde se encontraba Miriel- Y tú vuelves a estar aquí. No me alegro en absoluto...-se ruborizó de pronto, y se llevó una mano a los labios, tapándolos con los dedos, no excenta de timidez- Bueno sí, debo admitir que un poco sí... Me caes bien, y esto empezaba a volverse monótono. Pero no me gusta que te hayan envenenado.