Partida Rol por web

La Decisión de Dumbledore

Dumbledore, el partido y algo más

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25/02/2015, 16:28
Tracy Canterbury

Tracy hizo una pausa, absorbiendo la urgencia impregnada en las palabras de Ingo. Sostenía el espejo en un ángulo en el cual su cuerpo y su presencia bloqueaba la de Elizabeth, como un escudo o una pared, haciéndola inaccesible a otros ojos y fundiéndola con su propia sombra.

Sí, está bien – susurró la Gryffindor en respuesta – Han pasado algunas cosas aquí también. Llegaré lo más rápido que pueda – añadió, frunciendo el ceño, antes de continuar con firmeza y un tono más bajo – Que esperen si hay que decidir algo, Ingo, ¿de acuerdo? Pues esto cada vez se vuelve más grave.

La luz de la varita volvía las sombras de los ojos y el rostro de Tracy abismos insondables, trazando líneas casi adultas en unas facciones que apenas tenían que estar entrando en la pubertad.

Nos vemos allí – prometió, a modo de despedida.

La Gryffindor esperó un momento antes de maniobrar para guardar de nuevo el espejo en los pliegues de su túnica, y continuar caminando por el túnel, la mano de Elizabeth aún en la suya. No era idiota, por más que lo pareciera, y se había dado cuenta que la Slytherin o bien estaba demasiado impactada como para pensar en ese momento, o bien estaba en un estado de negación total. En cualquier caso, era claro que Elizabeth no quería escuchar nada, pero había cosas que Tracy consideraba que no podía callar.

- Sólo le he dicho que estás bien, para que no se preocupen – explicó, sin dejar de avanzar por el túnel – Están todos juntos en la lechucería ahora mismo. No sé qué cosas han pasado con ellos, ni qué están haciendo, pero Ingo sonaba agitado y con urgencia. E Ingo no suena así nunca – agregó, tras un momento, al recordar que Elizabeth no conocía en absoluto a Ingo. Y con ese recuerdo vino aquel que le recordaba que la Slytherin despreciaba, y no se guardaba en intentar ocultarlo.

Tracy apretó los labios, sintiendo un acceso de furia en la sangre al recordar eso, pero sólo había un límite finito de rabia el cual podía contener un cuerpo humano. Y aquel no era el momento, ni el modo, ni el lugar. Se forzó en apartarlo de su mente, sintiendo que las rodillas le temblaban de enojo y de cansancio, la espalda todavía tensa como una piedra.

- No puedo prometerte no decir nada sobre el hombre, porque de algún modo tenemos que encontrarlo – dijo – Y que se quiera comunicar contigo por lo que acordaron puede ser una forma de cogerlo, quizás la única, para mandarlo a Azkaban donde pertenece y además que estés a salvo – Tracy continuaba caminando, a pasos rápidos. Impaciente, vuelta a llevar por la adrenalina – Sé que no quieres pensar en esto, pero tenía que decirlo para que sepas lo que pienso. Sólo recuerda que no estás sola con esto.

La Gryffindor no dijo más, quizás esperando que Elizabeth contestara, quizás porque estaba demasiado cansada y sólo de pie por voluntad y adrenalina, o quizás porque no tenía nada más para decir. Siguió avanzando por el túnel, sin disminuir la velocidad, y sin soltar a la Slytherin ni un poco.

Notas de juego

Lo dejo así para que Elizabeth pueda contestar y/o lleguemos al castillo en el próximo turno :)

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25/02/2015, 22:07
Helene Ravens

Fue un alivio saber que las dos estaban bien. Aunque me preguntaba porque había contactado solo con Ingo pudiendo usar el espejo con todos. E Ingo había actuado de manera algo reservada, hablando a solas con Tracy. Como si hubiera algo que solo pudieran contarse entre ellos. Menee la cabeza. Tracy era ante todo una Scout, una alumna de Gryffindor, leal y sin subterfugios, siempre con la cabeza bien alta. Y sin embargo no dejaba de parecerme un poco extraño. No creo que nos esté ocultando nada...pero quizás se este guardando ciertas opiniones. Tendré que preguntarle cuando vuelva.

-Espero que no tarden. -digo expresando mis deseos en voz alta.

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28/02/2015, 18:31
Charlotte Battletower

Me sentí tremendamente aliviada al saber que Tracy y Elisabeth estaban bien. Cuando me fui del bosque hice lo que tenía que hacer, pero no podía evitar pensar que debí quedarme y ayudarles. Me moví parada en el mismo sitio, me sentía inquieta y no cambiaría hasta que no pudiera verlas a las dos a salvo.

Todas las decisiones podían esperar hasta que llegaran, esperaba que Tracy pudiera hacerles entrar en razón con la idea de interrogar a Riddle. Seguía pensando que era un riesgo demasiado grande para asumirlo.

-También me quedaré. Además cuando estemos todos necesitamos encontrar una manera, un ruido o algo que nos permita comunicarnos por los espejos sin que nos escuchen.

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28/02/2015, 23:10
Director

Notas de juego

Haz tu siguiente post llegando ya a la lechucería, Elizabeth te seguirá aunque sigue igual de afectada. 

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01/03/2015, 00:19
Tracy Canterbury
Tracy pareció tomar la falta de respuesta de Elizabeth como un pie para no hablar más, algo que venía haciendo de una forma que quizás jamás hubiera creído una persona que no la conociera. No de la Gryffindor de palabras secas y escasas, definitivamente no de la Canterbury que encontraba tan difícil ser entendida de la forma correcta. El impenetrable silencio de la Slytherin, sólo roto por su respiración, llevó a Tracy a volver a sus bases. No palabras: acciones. Exactamente lo mismo que había hecho cuando se había quedado en el claro del bosque, cuando había sacado de allí a Elizabeth, y cuando había vuelto a investigar.
 
Su mente, sin embargo, estaba llena de gritos, susurros, voces que alentaban su paso y hablaban del futuro y qué hacer.
 
No dijo nada cuando alcanzaron el final del túnel. Se limitó a apagar la luz de la varita, y a cuadrar los hombros mientras escuchaba con atención para anticiparse a la presencia o no de alguien en la sala a la que saldrían. Luego, apretó de la mano de Elizabeth para hacer que subiera tras ella y, varita por delante y usando su cuerpo como escudo, puso pie en el salón polvoriento. Sus ojos se fijaron en el suelo, tratando de identificar los patrones de las pisadas, para cerciorarse que no había pasado por allí ahora más que Charlotte y Coot. 
 

- Las huellas – dijo, por primera vez en un largo rato – Tratemos de no dejar las nuestras.

Recién cuando alcanzó la puerta, habiendo intentado caminar sobre las huellas que ya estaban marcadas en el polvo, Tracy hizo la primera pausa que había hecho desde que el enmascarado había desaparecido de vista. La espalda le dolía de la rigidez y las articulaciones le ardían de la fuerza con la cual las mantenía firmes, así como de haber estado inmóvil tanto tiempo a la espera. Pero, más que todo eso, era el alivio. Había conseguido el objetivo. Elizabeth estaba viva, y habían logrado volver al castillo. La adrenalina se comenzaba a alejar.
 
No puedo, no ahora, pensó mientras cerraba brevemente los ojos. No puedo ahora, no luego de tanto.
 
Los abrió de nuevo, conjurando un breve Auris Magna que le permitiera escuchar al otro lado, al pasillo. Una vez convencida que nadie las sorprendería, abrió la puerta de la sala con cuidado, asomó la cabeza con igual sigilo, y finalmente condujo a Elizabeth hacia el exterior. El sonido del cerrojo volviendo a su sitio, a sus espaldas, le pareció en el silencio como el sonido de una guillotina al caer.
 
Tracy miró entonces a Elizabeth. No dijo nada, sólo la miró directamente a los ojos, pupila a pupila, trazando un puente más entre ellas que el que trazaban sus manos aún sujetas. Parte del pelo de la Gryffindor se pegaba a su frente, había polvo y lodo en sus botas y túnica arrugada, el pecho parecía latirle a un ritmo equivocado, y las pecas de su rostro parecían haber decidido alinearse para darle líneas de dureza que no habían estado allí a la mañana. Pero aquellas imperfecciones no hacían más que resaltar la intensidad de su mirada, punzante y fuerte, decidida, profunda y llena de sombras como la noche.
 
La Gryffindor dio un paso adelante y abrazó a la Slytherin.
 
Fue un solo segundo, fugaz como su misma aparición, en el cual Tracy sujetó a Elizabeth contra ella con una fuerza quizás desmedida para un cuerpo tan frágil, demasiado cálida para una piel tan fría. Un momento robado al destino y al tiempo, como habían robado sus vidas a lo que había parecido el final. Y tras lo que casi ni fue un latido, antes incluso que algún corazón dejara de latir por la sorpresa, la Gryffindor dio un paso atrás.
 
- Voy a la lechucería ahora – dijo – Ven conmigo, si quieres de modo invisible. O ven simplemente, cuando lo consideres.
 
No podía sujetarle la mano por los pasillos de Hogwarts, no podía conducirla como lo había hecho hasta ahora, ni podía hacer más. Tracy miró a Elizabeth por un largo instante, antes de darse vuelta y marchar con ella o sin ella hacia la lechucería. Pasos rápidos, urgentes, silenciosos. El camino como una bruma, con el cansancio comenzando a hacer mella, con el cuerpo comenzando a dejar de responderle. Pero en ningún momento del camino se permitió temblar.
 
Ni siquiera cuando se enfrentó con la puerta de la lechucería, cuando su voz anunció Soy Tracy al otro lado, y empujó la puerta para entrar.

Notas de juego

Muy bien. Te lo dejo a ti solo porque no he entendido del todo si querías que lo postease ahora. Ábrelo para quien te parezca, sobre todo Elizabeth, si es el caso :)

Master: si, era para que no esperases el post de Elizabeth y fueses poniendo el tuyo.

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01/03/2015, 20:04
Elizabeth Deacon

Pie derecho. Pie izquierdo. Un paso adelante. Un paso más. Un milímetro más de espacio. Una milésima de segundo más que le hemos robado al destino. Cada respiración es una lucha por la supervivencia, como si el aire se hubiera convertido en un bien limitado. Como si lo normal fuera morir y vivir fuera una excepción, un estado frágil que había que esforzarse conscientemente por mantener.

Sigo avanzando detrás de Canterbury, sin ver nada más que su cabello rojizo que se mueve como si fueran las llamas de una antorcha, iluminando las sombras del túnel. Por fin ha llegado el silencio. Por un momento, me parece que estamos caminando eternamente hacia ninguna parte. Por un momento deseo realmente que sea así, que nunca más tenga que mostrar mi rostro al mundo para que las miradas no me hagan daño.

Pero finalmente un fino rayo de luz ilumina la salida. La varita que la leona sostiene se apaga y con una metódica cautela, la chica comprueba la ausencia de enemigos antes de ascender al castillo. El corazón me late tan débilmente que parece que ya se ha detenido, o que lo va a hacer de un momento a otro. Me queman los pulmones y la garganta debido al contacto con el aire frío al que no estoy acostumbrada. Las piernas me duelen como nunca antes lo han hecho, pues nunca las había sometido a tanta tensión como en la última hora.

La habitación me parece asombrosamente pequeña al salir, como cuando vuelves a un lugar que no has visitado desde la infancia. Solo que yo, más que crecer, tengo la impresión de haber menguado. Me siento inexistente por completo, demasiado minúscula para ser tenida en cuenta.

Las huellas entre el polvo me hacen pensar en un niño pequeño. Su tamaño es ridículo, y me parece imposible poder pisar sobre ellas sin dejar marca. Pero, de alguna manera, cruzo la sala, como he cruzado el túnel y el bosque, guiada por un ser que parece existir solo cómo mi reflejo invertido. O posiblemente, ella sea la real y yo su oposición, y por ello yo no pueda soñar con llegar a ser mas que su sombra.

Y finalmente, el pasillo. La puerta se cierra. Las paredes, con su cálida familiaridad, nos envuelven con su manto. Las estatuas y los cuadros permanecen en su sitio, como si no hubiera ocurrido nada anormal. Como si no fueran conscientes de que dos alumnas habían vuelto de la muerte en carne y hueso. Todo parece haberse vuelto extraño, hasta que comprendo que son mis propios ojos los que han cambiado.

Incluso Canterbury parece diferente. No puedo ver a una Gryffindor cuando la miro. Ni a una maga que se rebaja a entrar en tratos con un negro. Ni siquiera veo a una persona, sino algo más. Veo una encarnación de la vida, veo a alguien que es capaz de cambiar el mundo con solo desearlo, veo a alguien a quién admirar.

Al contrario que sus ojos, que se mantienen fijos en mi rostro de forma clara y límpida, los míos están húmedos, con lágrimas todavía cayendo de ellos. Con las pupilas profundamente dilatadas, a causa de haberse adaptado a la oscuridad y al miedo. Y con el alma totalmente hecha pedazos.

Y es entonces cuando la pelirroja hace lo que a la altiva Elizabeth la habría asqueado pensar, lo que la solitaria Elizabeth habría mirado con desprecio, lo que a la pequeña Elizabeth le había estado siempre negado, y lo que esa nueva Elizabeth que ha nacido en el Bosque necesita sin saberlo: un abrazo, un simple gesto de apoyo, simplemente un hombro sobre el que apoyarse.

Es solo un segundo, un segundo en el que todas las leyes son quebradas y el fuego y el hielo tienen derecho a tocarse sin extinguirse mutuamente, y en el que la luz y la oscuridad pueden coexistir a la vez en el mismo lugar. Es un momento sin palabras y sin mentiras.

-Gracias- dice una voz que no parece la mía. Una voz que por una vez ya no es seria, ya no es monótona y ya no es fría. Un sonido que por fin parece ser sincero y libre de engaños, a pesar de estar quebrado. Dejo escapar la mano de Tracy, ya sin necesidad de ella. -Yo iré... en un momento...

No digo nada más, porque no queda nada que decir pues todo lo que se puede decir está ya dicho. Simplemente doy media vuelta y me alejo en dirección contraria, buscando un lugar en el que pueda estar sola. Un lugar en el que recomponerme a mí misma, donde repararme, antes de enfrentarme nuevamente al escrutinio de mis semejantes. No necesito mucho tiempo, solo unos minutos en para llorar en paz y dejar que las lágrimas surjan como veneno, antes de acudir a la reunión.

Notas de juego

Elizabeth va a hacer un Hermione y se va a llorar al cuarto de baño más próximo que encuentre, y a no ser que el máster tenga otra cosa pensada, debería llegar a la reunión unos cinco minutos más tarde que Tracy.

¿Está permitido decir que me ha encantado rolear la secuencia del Bosque Prohibido, especialmente este final? XDXDXD

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01/03/2015, 23:13
Alphard Black

Parecía que habían tomado la decisión de ir al pasillo para esperar a Liz y Canterbury, no era una buena idea pues Riddle podía haber puesto vigías para saber con quién estaba Ingo, yo también quería saber algo de ellas cuanto antes pero yendo no lograría nada. Me disponía a esperar que se fuesen todos para salir el último como tenía planeado cuando la voz del gryffindor nos alertó de una comunicación de las chicas, sus palabras no consiguieron tranquilizarme demasiado pues continuábamos sin saber nada de Elizabeth. Apreté los puños y esperé en tenso silencio.

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02/03/2015, 03:20
Alice Battletower

Al escuchar hablar a Ingo en un primer momento me sorprendió que hubiera contactado con Tracy sin que nos enterásemos. Sin embargo, en cuanto escuché que tanto ella como Elizabeth estaban bien, suspiré aliviada y relajé mi postura. Al volver a pensar en Ingo y Tracy hablando a escondidas, una sonrisa socarrona brotó en mis labios mientras contenía una risita. No era el mejor momento para reír, pero tras tanto rato en tensión y dándole demasiadas vueltas a la cabeza, el alivio me hacía sentir como si me hubieran quitado un gran peso de encima. Y ciertamente me dio la impresión de que haberle dado los espejos a la pareja ya era lo que les faltaba para pasarse juntos hasta el último minuto del día. 

Al escuchar la voz de Tracy me incorporé, recuperando la seriedad y mirando hacia la puerta para estudiar su aspecto al verla entrar. De inmediato miré hacia detrás de ella, tratando de averiguar si venía también Elizabeth. 

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04/03/2015, 22:30
Albus Dumbledore

Ninguno de los que están por los pasillos se fija en ti y el baño se halla completamente vacío, ahorrándote molestas explicaciones. Pero al salir te topas de bruces con una figura alta y espigada que ya empieza a resultarte bastante familiar; el profesor Dumbledore.

No hace ningún comentario sobre la obvia rojez de tus ojos ni del aspecto de malestar general que arrastras. Solo muestra una cálida sonrisa, esa sonrisa tenue que tanto le caracteriza, que le da ese aspecto tan formal y sin embargo tan cercano a la vez. Extiende una mano y la apoya sobre tu hombro, mientras en sus ojos brilla una chispa de comprensión.

-Creo que debemos volver con los demás. Si eres tan amable de guiarme...

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04/03/2015, 22:46
Director

Notas de juego

Tracy viene sola por lo que podéis ver.

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04/03/2015, 23:15
Alice Battletower

Notas de juego

Yo hice un Cave Inimicum, si viene invisible debería detectarlo también ^^. (Que no sé si es así, pero lo recuerdo por si acaso :P).

Master: se tiene en cuenta, aunque para ello debería entrar en la sala, también te lo recuerdo xD.

XDDDD. Touché ^^.

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05/03/2015, 09:52
Alphard Black

Puede que la espera no durase mucho pero a mí se me hizo eterna, un denso silencio se apoderó de la estancia roto solo por el aleteo de las lechuzas dormidas en sus cubiles. Cuando por fin se oyó una voz, ésta resonó en mis oídos como si de un grito se tratase, y mis ojos se fijaron en la madera que nos separaba de esa voz. La puerta se abrió y pude apreciar la silueta de una persona -Tracy...- se la veía bien y me alegraba, pero no había ni rastro de Lizz.

-¿Dónde está Elizabeth? -pregunté sin ningún tacto y sin pararme a pensar que nadie podía verme.

Notas de juego

No iba a poner nada para no ser un ansioso pero ya que antes no he hablado...   ^_^

*Marco a Elizabeth porque (no sé por qué  XDDD) me da que si que viene aunque no la veamos.

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05/03/2015, 14:28
Tracy Canterbury

De pie en el marco de la puerta, varita aún en mano, Tracy hizo una pausa en lo que parecía haber sido un avance sin interrupciones ni paradas. Sus ojos de azul marino oscuro tomaron todo lo que había a su alrededor con una rapidez inusitada, automática y acerada, desplazándose sobre los presentes y los espacios vacíos con la intensidad y la potencia de un hechizo demasiado antiguo y agudo para tener un nombre en alguna lengua mortal. Quizás la Gryffindor tuviera el cabello desarreglado y pegado al rostro por el sudor, manchas de barro en las botas y la túnica, y se viera como si acabara de escalar con uñas y dientes su escape desde el fondo de un abismo, pareciera vibrar en algo apenas contenido. Pero eso no hacía más que transformar su semblante en algo diferente, en algo que una palabra no hubiera alcanzado a adjetivar.

Pero tres palabras alcanzaron para hacer estallar su silencio.

- ¿Realmente, Black? ¿De quién coño pretendes esconderte estando invisible aquí, entre todos ellos? - espetó la Gryffindor, la voz ácida e inflexible, baja pero dura como un golpe al estómago.

Su mirada buscó a Charlotte, a la primera que había buscado al entrar. La última vez que la había visto ella estaba bien, pero no podía descartar que le hubiera pasado algo a la vuelta.

- ¿Estás bien, Charlotte? - preguntó, ignorando la pregunta de Black con la misma falta de tacto con la que Black había hablado primero - ¿No te ha pasado nada? ¿Pudiste volver sin problemas?

Luego bajó la varita, manteniéndola pegada a su antebrazo en un acto reflejo.

- Elizabeth llegará en unos instantes - añadió, impaciente, antes de mirarlos a todos una vez más - Aunque casi no lo logramos. La situación es mucho más grave que lo que pensábamos, y no es un juego - Tracy giró para mirar a Charlotte y buscar con la mirada a Ingo - ¿Qué pasó aquí con ustedes? - ¿un Ingo que no estaba allí? - ¿Ingo?

Notas de juego

Arreglado por un apunte del máster.

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05/03/2015, 22:41
Elizabeth Deacon
Sólo para el director

Las lágrimas caen inexorablemente: primero lo hacen una a una, como si fueran gotas de lluvia, hasta que finalmente y con un gemido, mi pecho se rompe y dos ríos se deslizan por mi rostro. Todo aquello que llevo guardando durante demasiado tiempo: la pérdida de prácticamente mi único amigo y la única persona a la que he amado, la impotencia y la debilidad que he sentido en el bosque, la podredumbre de mi sangre, la constante soledad... todas las cargas que llevo arrastrando son finalmente liberadas en una catársis salada.

Pero finalmente, incluso mis ojos se secan, y el dolor termina dejando paso únicamente a un cansancio físico y mental extenuante. Todos mis músculos se encuentran agarrotados después de haber estado hecha un ovillo, y un constante dolor de cabeza golpea mis sienes. Me levanto, ante la inminente amenaza de quedarme profundamente dormida allí, en medio del baño y empapada en tierra y en lágrimas, y finalmente recobro el valor suficiente para abir la puerta del cúbiculo y salir al exterior del pasillo. Sin embargo, mi amago de continuar hacia la lechucería queda bruscamente detenido ante la aparición de la última persona a la que esperaba encontrar, a pesar que debería haber supuesto que vendría en algún momento.

-¡Profesor Dumbledore!- Exclamo con más sorpresa que otra cosa. Posiblemente, apenas unas horas antes, habría odiado a ese hombre de barba ya algo cana si hubiera sabido a lo que me iba a enfrentar por una petición suya. Pero ahora eso se me antoja un sentimieneto infantil y profundamente fuera de lugar. Sus palabras son amables, y su gesto parece completamente sincero. Cualquier tipo de rechazo habría sido completamente inmaduro.

-Sí, por supuesto. Sígame, profesor- Contesto con una voz que vuelve a ser distante, pero por unas razones completamente diferentes a las de antaño. Ahora es cansancio más que frialdad lo que se puede leer en ella. Una reminiscencia de mi educación casi nobiliaria me hace añadir -Disculpe mi aspecto actual, no he tenido ocasión de cambiarme todavía.

Sin embargo, no lo digo ni con vergüenza ni con orgullo, sino simplemente como una afirmación objetiva y una mera muestra de corrección social. Y sin ser capaz de decir nada más, me encierro en un triste mutismo mientras guío al profesor hacia la lechucería.

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07/03/2015, 18:47
Alice Battletower

Mis ojos escrutaron a Tracy, su postura, su expresión, la suciedad de su túnica. Mi primera intención fue esperar a que los interpelados por ella respondiesen a sus preguntas, pero finalmente, el cosquilleo familiar de curiosidad que invadía mi estómago me hizo adelantarme.

- Aquí todos estamos bien. - Respondí. - Ingo está invisible... Por ahí, creo. - Dije, señalando vagamente hacia el lugar donde había escuchado su voz por última vez. - Lo descubrieron siguiendo a Anthony y ahora lo tienen en su punto de mira. Está en peligro. Pero por suerte parece que no vieron a nadie más. 

Dejé que asimilase esa información, suponiendo que no le agradaría lo más mínimo y entonces, tras un par de segundos, volteé el tema hacia el punto que nos había mantenido en tensión. - ¿Y vosotras? Charlotte nos ha contado todo hasta que Anthony se marchó y ella se fue tras él. Estábamos francamente preocupados por ti y Elizabeth. ¿Qué os ha pasado?

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07/03/2015, 19:50
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Al escuchar ese Soy Tracy casi mudo incorporé un poco mi postura, preparándome para recibirla. Como si me pudiera ver. Al sentir cómo Alphard se me adelantaba, preguntando por su compañera de casa, decidí esperar, analizando con la vista a mi amiga. Parecía que le hubiera pasado un tren por encima. Aunque bueno, no le sentaba mal.

- Estoy aquí. - Saludé desde mi posición, mientras terminaba de levantarme y caminaba hacia ella. - Creo que todos tenemos mucho que contar. - Comenté entonces, tentado de empezar a preguntar cuanto antes. - Pero quizá deberíamos ir a un sitio más seguro en cuanto llegue Elizabeth. - Propuse. - Aquí con un Auris Magna podrían escucharnos desde fuera.

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08/03/2015, 01:17
Helene Ravens

El ver asomar el rostro de Tracy por la lechucería le supuso una gran alegría, aunque no lo manifestó de forma tan abierta como el resto. Le habría gustado saludar con énfasis a su compañera y abrazarla con fuerza, pero recordaba demasiado claramente las normas de comportamiento que sus padres se empeñaban en inculcarle. Así que permaneció callada y dejo que Tracy se empezase a explicar, aunque sus primeras palabras ya era poco halagüeñas. ¿mas complicaciones? ¿Que estaba tramando Riddle que la Gryffindor considerase aún más peligroso?

-Será mejor que esperemos aquí, ¿no? Si nos movemos Elizabeth no sabrá a donde hemos ido y Alice ya ha protegido la zona. -dicho esto se gira hacia su compañera.- Por favor Tracy, dinos que es lo que ocurre.

Notas de juego

Por cierto, no deberíamos marcar a Elizabeth dado que no está en la sala xD.

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08/03/2015, 01:39
Ingo Wunder Zeller-Stewart

Al escuchar la respuesta de Helene la miré durante un par de segundos, preguntándome si realmente había escuchado lo que yo había dicho. Sin embargo pronto relajé mi expresión al darme cuenta de que otra vez estaba dejando que la tensión y el cansancio me hicieran juzgar a los demás con demasiada dureza.

- Por eso he dicho cuando llegue Elizabeth. - Aclaré, antes de dirigir mi mirada hacia Alice. - Corrígeme si me equivoco, Alice, pero si alguien escuchase desde fuera de tu círculo no te enterarías, ¿verdad? - Pregunté, queriendo saber realmente cómo funcionaba el asunto para poder prevenir futuras situaciones, además de la presente.

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08/03/2015, 01:57
Albus Dumbledore

-No es necesario que se excuse de ningún modo, señorita Deacon. -afirma con voz tranquilizadora mientras se deja guiar.- Si atendemos a los hechos, seguramente deba ser yo quien pida disculpas. Pero ahora quiero hablarle de otra cosa.

Se detiene un momento, justo antes de que lleguéis a vuestro destino y cierra los ojos antes de susurrar.- El señor Dracons ha estado bajo una estricta vigilancia desde que sufrió su accidente, como es comprensible. Nadie ha podido visitarlo hasta ahora salvo unos pocos sanadores y su familia. He hablado con ellos...y les he convencido de que una visita rápida de sus más allegados estimule su recuperación. 

Su cordial sonrisa no deja lugar a dudas, te esta ofreciendo abiertamente visitar a Alex. 

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08/03/2015, 21:23
Charlotte Battletower

Respiré un poco mejor cuando vi a Tracy entrar en la lechuceria, estaba despeinada y sucia pero parecía estar bien. Todavía me faltaba saber de Elisabeth pero la Griffindor me aclaró que también estaba a salvo.

-Regresé detrás Anthony por si descubría algo más. La verdad es que estuvo todo muy tranquilo y pude seguirle hasta la entrada de su sala común si problema.- Miré de nuevo a Tracy de arriba abajo, aunque Alice ya había preguntado, ella no estuvo en el bosque. Si Elizabeth no iba a tardar en llegar, tal vez sería mejor esperar y que las dos contaran lo ocurrido, sin embargo no pude evitar hacerme eco de las palabras de mi hermana y de Helene.  -¿Qué pasó? ¿Os enfrentasteis a ese hombre?