Partida Rol por web

Las cejas de Tracy llegando hasta el puente de su nariz dijeron que no, efectivamente, la información de que Ingo era blanco de peligro no le agradaba en lo más mínimo. Sin embargo, la furia estable en su mirada dijo a la vez que a la Gryffindor no le sorprendía en absoluto lo que había escuchado. Desde el momento en que Anthony Coot se había dado vuelta y se había encontrado de cara a Ingo, Tracy sabía que eso ocurriría. Desde que habían montado guardia sobre él y lo habían dejado marchar de nuevo a Hogwarts, Charlotte sobre sus talones, Tracy sabía que ya no había vuelta atrás.

La Gryffindor buscó con los ojos a Ingo, ceño aún fruncido y labios hechos una única línea, sin responder inmediatamente a Alice. La respuesta que podía darle a la Ravenclaw incluía cuando menos aspereza y cuando más un insulto, porque la curiosidad detrás de las palabras y postura de la Battletower no hacía sino avivar aún más su ira. Y Tracy había pasado demasiado tiempo conteniéndola, reprimiéndola, sentía demasiada tensión en el cuerpo como para controlarla una vez que la dejara salir.

No es el momento, no es el lugar, no es la persona, pensó poniendo rígida la mandíbula, mientras sus ojos apuñalaban a la nada en búsqueda del Gryffindor. No entiende que no es un juego, que no es una curiosidad. La inteligencia no da sabiduría.

Al menos, Ingo habló por fin. Tracy miró hacia el lugar del cual venía su voz, y sintió ceder del todo aquella inquietud que había guardado en su corazón desde el momento en el que habían acordado que él se quedara atrás. Sus palabras la remitieron de nuevo a ese algo más grande que ella misma, sacándola del peligro de explotar allí mismo y arrasar con todo a su alrededor, y asintió. Por supuesto, era lo más sensato. De hecho, ni siquiera podía entender por qué se les había ocurrido reunirse allí. Sin embargo, sí podía entender lo que había detrás del comentario de Helene. Reconocía el tipo de pensamiento estratégico, y su mirada se lo dijo a la Hufflepuff, aunque no lo compartía.

Charlotte habló, y Tracy escuchó, encajando aquella información sin decir nada. Sin embargo, cuando la Ravenclaw terminó de hablar, la Gryffindor miró a Alan Coot. El Hufflepuff había permanecido callado desde que había entrado a la sala, por lo cual no podía saber qué opinaba respecto de lo que seguramente le habían dicho de su hermano. Porque nadie podía negar lo que tres personas habían visto, ella incluida. Había una dureza áspera en los ojos de la Gryffindor, un filo cortante, pero no había un ataque. Alan no era culpable de lo que hiciera su hermano, pero sí de lo que él mismo hiciera con esa información.

- Te han contado, entonces. Lo que hemos visto, y lo que ha sucedido – dijo, sin quitar los ojos del Hufflepuff – Tu hermano está metido en algo que no puede controlar, Alan. No sé si sabe lo que hace, ni si sabe lo que quiere, pero definitivamente no entiende en lo que se ha metido.

Luego, miró a los demás por un largo instante. El cansancio comenzaba a hacer mella, una vez más, y por un instante se preguntó si valía la pena hablar. Si valía la pena, luego de todo lo que había pasado, explicar lo que había sucedido. Si realmente se lo tomarían en serio. Si entenderían la gravedad de las cosas. Si ellos sí entenderían en lo que se habían metido.

- Ingo tiene razón. Lo mejor sería irnos a un sitio donde a nadie se le ocurra que podemos estar allí. Que ésta sea una torre ayuda a cerrar posibilidades, pero aquí puede venir cualquiera – añadió. Sin hacer una pausa, sin tener piedad por sí misma, siguió hablando – Cuando llegue Elizabeth y decidamos si seguimos aquí o vamos a otro sitio podremos entrar en detalles. Pero aquel hombre es probablemente un mercenario, quizás un infiltrado. Sea como sea, es un asesino. Cuando habló de quienes había matado, sé perfectamente que aquello no era un mero farol para asustar niños.

Los dientes de Tracy eran una línea que casi se podía sentir, como el odio que irradiaba.

- Pudo haber matado a Elizabeth en un instante. Logramos evitarlo, sí. Pero estuvimos cerca de no poder estar ahora aquí – los hombros de la Gryffindor se cuadraron, y su mirada se volvió más oscura – Con ello ya pueden sacar sus propias conclusiones sobre a qué nos estamos enfrentando, en qué estamos metidos, y cómo esto va más allá de uno solo y de sólo Hogwarts.

Negué con la cabeza a la pregunta de Ingo, dándole la razón. - No. No me enteraría. Sólo percibiría la presencia de alguien cuando intentase entrar en el círculo. 

No me gustó en absoluto el tono en el que Tracy habló a Alan y mi ceño se frunció levemente. Ya estaba siendo suficientemente duro para él descubrir que su hermano estaba metido en el asunto hasta las cejas. En un gesto inconsciente levanté la mano para frotar el brazo de mi amigo tratando de darle fuerzas. 

Finalmente, me encogí de hombros. - Esperemos a Elizabeth entonces. Podemos ir a la sala que hemos usado otras veces si lo preferís. Aunque entonces tal vez deberíamos ir en pequeños grupos para no despertar sospechas y podríamos empezar a movernos ya.

Por un momento tengo la sensación de que el tiempo se ha detenido, o de que me encuentro en el interior de un tanque de agua. Clavo mi mirada en los ojos de Dumbledore sin terminar de creer lo que estoy oyendo. Convencida de que, en el fondo, solo he escuchado lo que quería oír. Después de todo lo que ha ocurrido, me aferro a esa chispa de esperanza como si fuera una gota de agua en un desierto.

-Alex...- Comienzo a descubrir la gran cantidad de emociones que un corazón puede llegar a sentir antes de estallar y quedar completamente estéril. Pensar en volver a ver al amigo que había considerado perdido para siempre me resulta doloroso y aterrador en partes iguales... y sin embargo, también enciende un inesperado rubor en mis mejillas que no logro ocultar en mi estado actual, estando roto mi habitual autocontrol.

-Yo... muchas gracias- respondo, agachando la cabeza, como una niña pillada en falta... o quizás por miedo, porque no me atrevo a ilusionarme demasiado, por miedo a sufrir después un desengaño aún mayor. -Eso significa mucho para mí.

Tus palabras parece agradar al profesor,que ensancha la sonrisa, satisfecho.

-Todos vosotros estáis arriesgando mucho por este viejo mago. No quiero que penséis por un momento que no valoro vuestra ayuda como se merece. Siempre podréis contar con mi varita si las cosas se ponen más difíciles de lo que debieran y creo que este caso lo requiere, ¿no, señorita Deacon? Ahora, será mejor que hablemos con sus compañeros. Resolveremos los detalles más tarde, en privado.

Eso es todo lo que dice antes de entrar en la lechucería contigo.

Las palabras de Canterbury hicieron que frunciese el ceño -¿De cualquiera que entre?- y en mi cara apareciese una expresión de 'de qué cojones está hablando esta ahora', pero como no podían verme preferí quedarme en silencio como habitualmente hacía, esperando la llegada de mi compañera de casa o la explicación de dónde estaba, en vez de soltar alguna lindez que no serviría para nada.

Escuché todo lo que hablaron mientras comenzaba a acariciar la varita, me estaba hartando de tantas medias frases, de querer decir algo sin decirlo, por qué no se limitaban todos a decir lo que sabían como había hecho yo nada mas llegar. Que el Auris Magna servía para escuchar desde lejos vale, pero cuán lejos, Tracy había venido hacía un momento y no se había cruzado con nadie en las escaleras, si hubiese hablado nada mas llegar... Iba a salir yo mismo para ver si había alguien por los alrededores que pudiese estar escuchando cuando Alice puso otra vez cara de que alguien venía*.

Me quedé con la mirada fija en la puerta y los músculos en tensión hasta que ésta se abrió, cuando lo hizo pude soltar el aire pues quien entraba era Liz, pero mis ojos también captaron quién la acompañaba. A pesar de ver el lamentable estado de mi amiga guardé mi preocupación para otro momento, ya mas seguro de la seguridad de la torre deshice el hechizo de invisibilidad y saludé a los recién llegados con educación para pasar a explicar lo poco que yo sabía**.

Ante la información de Alphard sobre el posible castigo, se preocupa por la seguridad de Anthony. Desde su punto de vista, hasta que no se demuestre lo contrario, no es más que un recadero muy influenciado. Le pregunta a Dumbledore si existe la posibilidad de ponerle algún tipo de protección o incluso alejarle del colegio con alguna excusa.

-El castigo no creo que sea mortal por cómo lo dijo... cualquier movimiento con Coot será muy analizado por Riddle ya que sabe que ha sido 'descubierto'.

Además, en cuanto se habla de ese traficante que presuntamente ha matado a un hombre del Ministerio Ingo no dudará en hablar directamente con Dumbledore para decir que por más que quieran ayudar esto es algo que se escapa de las manos de ellos. Sí, pueden colaborar en Hogwarts para que nadie sufra daños, pero esto es algo que ya compete a gente con medios y responsabilidades. Aún así, se ofrecerá para continuar con todo esto, pero necesitará buenos motivos para que Dumbledore no tome medidas de inmediato.

Aparte de buscar el mismo al traficante informara a las autoridades magicas competentes para que lo capturen y lo lleven ante la justicia. Podéis ver que se toma este asunto muy en serio.

Respecto a un ataque frontal contra Riddle, el profesor rechaza la idea por completo. Con Tom precavido un ataque podría acabar muy mal y de todos modos confirma lo que dijo Helene. El Veritaserum ha de ser aprobado por el ministerio para que pueda tomarse como prueba en un juicio, de lo contrario carece de valor.

Tampoco planea intervenir con el hermano de Alan. Si le tomase medidas especiales de protección Tom se daría cuenta y sabiendo que Dumbledore está detrás anularía sus planes y volvería a refugiarse en la imagen de estudiante modelo hasta el momento adecuado de volver a ponerlos en práctica. Y alejarlo del colegio tampoco es viable, además de que necesitaría la aprobación del director.

La mejor baza es encontrar al traficante. Agradece que Ingo se ofrezca a conseguir el objeto que les pide ese hombre, pero espera que lo hayan detenido mucho antes y que ellos no tengan que quebrantar la ley magica. Aparte, coincide en recabar información sobre más posibles victimas para acumular pruebas en contra de Riddle. Eso os lo deja a vosotros, pues es mas fácil que hablen con un alumno que con un profesor para no incurrir en la ira de Riddle.

Con respecto a la pregunta de Alphard, sí, podría haberse estado comunicando de alguna manera, pero eso entra dentro del campo de Adivinación y por lo que Dumbeldore sabe Riddle tiene muchos conocimientos teóricos pero no es un arte que domine.

Si he leído bien, entonces a Dumbledore no le cuentas nada sobre tu virtud "Estímulo vital" ni tampoco el incidente con la sangre, correcto? 

Lo del estímulo vital es algo que doy por hecho. Todos los magos pueden gastar fatiga para potenciar la magia formulaica, simplemente Ingo ha gastado más. Si Dumbledore pregunta o el tema surge por explicar por qué está así o cómo dieron con la clave, se lo cuenta sin problemas.

Sin embargo, lo de la sangre se lo guardará por el momento para el solo. Pronto lo comentará tanto con Tracy como con su propio mentor.

Ya, pero no pueden gastar tanta Fatiga xD eso te hace por tanto especial y diferente al resto. Ok por lo otro.