Partida Rol por web

Alister caviló un momento y, con un suspiro de resignación, se arrancó un par de pelos y se los dio a la chica.

- Toma - dijo mientras se los ponía en la mano, - pero quiero que sepas que no hago esto porque me lo pida el profesor Dumbledore - añadió mientras hacia un gesto que abarcaba todo lo que le rodeaba, en clara alusión a algo mayor que la conexión arcana, - porque sea lo correcto o porque lo estemos haciendo todos, ¿entendido? - terminó diciendo mientras miraba hacia el castillo.

Deirdre.

Comenzó a andar de vuelta al castillo.

- Y una cosa más - mencionó mirando de nuevo a Alice, - preferiría no hablar con Dumbledore de esto. Hazlo tú.

Asentí con la cabeza a sus palabras mientras guardaba los cabellos en un bolsillo, aunque no terminaba de entender a qué se refería, y lo miré mientras empezaba a caminar, dudando durante un instante si sería mejor que volviésemos juntos o por separado. Finalmente decidí esperar un par de minutos antes de entrar yo de nuevo y cuando se dio la vuelta, asentí de nuevo. - De acuerdo, yo se lo contaré. 

Me pregunté si esas palabras significaban que no vendría a la reunión y me planteé si sería demasiado pedirle que dejase las piedras y me ayudase con los espejos. Abrí la boca para preguntarle alguna de las dos cosas, pero terminé por cerrarla sin llegar a decir nada. Tal vez sería tentar demasiado la suerte. Ya se había mostrado más receptivo, pero no quería que se cerrase en banda de nuevo, así que no quise presionar más. 

Esperé a que se alejase y un par de minutos después empecé a moverme yo también hacia el castillo. 

Después de hablar con Alister aguardé hasta coincidir de nuevo al día siguiente con Alphard en alguna de las optativas que compartíamos. Traté de estar en el aula unos minutos antes de lo habitual, para poder interceptarlo en cuanto llegase y en cuanto lo vi atravesar la puerta me acerqué intentando aparentar toda la normalidad que podía. A pesar de eso el brillo nervioso de mis ojos y la forma que tenía de mirar a mi alrededor para asegurarme de que nadie se fijaba en mí delataban que no estaba tan tranquila como trataba de simular.

- Señor Black. - Lo llamé en voz baja al llegar junto a él. - ¿Podríamos hablar un momento? Me gustaría comentarle algo sobre la partida que jugamos el otro día. - Hice un pequeño gesto para se alejase un poco junto a mí del resto de la clase y di un par de pasitos, con la esperanza de que me siguiera.

Después de comer bien, me levanto y me dirijo a clase, el ánimo es un poco mejor ya que por la tarde son las optativas aunque no puedo evitar seguir mirando a mi alrededor con desconfianza. Externamente mi cara está igual que siempre, sin emociones, pero desde el día que Alice nos dijo lo que de verdad le había pasado a Dracons estoy mas paranoico que de costumbre.

No hago nada mas que entrar, cuando la gemela mas afortunada* de Ravenclaw se me acerca para hablar de 'la partida del otro día'; por sus ojos y sus miradas furtivas por encima del hombro, está claro que es la excusa. Al despedirme de ella después de perder, dejé esta puerta abierta por si había la necesidad de comunicarnos, pero no esperaba que fuese tan pronto.

- Por supuesto. - mi respuesta es corta, nunca he destacado por ser una persona muy social y no debo empezar ahora. Veo sus gestos y la acompaño para alejarnos un poco de la gente - Usted dirá, no me diga que me hizo trampas.

El último comentario va de cara a la galería; mientras tanto mis ojos se alternan entra mirarla a los suyos y hacia los lados, buscando a gente demasiado cercana o demasiado interesada en nosotros.

- Oh, sabe que no le haría trampas, señor Black. - Comenté disimulando ante posibles oídos mientras terminaba de alejarme. Y en cuanto me pareció que podía hablar con libertad me acerqué a Alphard para susurrar cerca de él. Mis mejillas se sonrojaron levemente ante la cercanía del muchacho, pero tomé aire y contuve mi vergüenza.  - Hemos encontrado una forma de comunicarnos sencilla y rápida. Pero necesitaré que me brinde una Conexión Arcana. Con un par de cabellos o una gota de sangre sería suficiente. Aunque también serviría algún objeto al que se sienta especialmente apegado. 

Me separé para mirarlo a los ojos, pero antes de que le diera tiempo a responderme hablé de nuevo. - Pero eso no es todo lo que me gustaría pedirle.

Me acerqué aún más entonces, para susurrar en un tono aún más bajo. - Alister escuchó una conversación después de la partida. Van a usar a un niño para que haga algo por ellos el día del partido. Me temo que a mí me estarán usando como coartada, pero si averiguamos de qué niño se trata, podríamos tenerlo vigilado. Sospecho que podría ser alguno de los pequeños de su casa. Tal vez usted o la señorita Deacon podrían intentar descubrir algo... - Dejé la frase en el aire y me separé de nuevo para buscar su mirada. Un brillo esperanzado se podía ver en la mía mientras esperaba su respuesta.

Escucho con alegría interna que han encontrado una forma de comunicarnos, aún no ha acabado de hablar y mi mano ya se desplaza hacia detrás de la oreja para arrancar algunos cabellos; estoy por dárselos pero continúa con más nuevas. No puedo evitar que una de mis cejas se eleve ante su revelación, usar a niños es de lo mas bajo y rastrero. Pensaba que Riddle tenía mas clase, pero también pensaba que era un modelo de rectitud intachable; y está resultando alguien con dos caras, una amable y perfecta, y otro lado muy oscuro y retorcido - casi como padre... - Otra vez un escalofrío, esta vez al pensar en lo bien que se llevarían.

- Sí, claro... pero no sé cómo.

Le contesto mientras adelanto un poco la mano para darle lo que me ha pedido.

Guardé los cabellos en uno de los bolsillos de mi túnica con todo el disimulo del que fui capaz y arrugué la nariz pensativa. - Yo tampoco sé cómo podríamos descubrirlo. Pero si pudiéramos averiguarlo, tal vez podríamos impedir... Lo que sea. O al menos mantener al niño vigilado. Quizá puedas estar atento, intentar averiguar si él o alguno de sus amigos se acerca a alguno de los pequeños... - La verdad era que no tenía ni idea de cuál sería la forma más apropiada de vigilar algo así. Me encogí levemente de hombros. - Haz lo que puedas sin ponerte en peligro. 

Una vez Charlotte y Alice se hubieron ido y nos quedamos sólo con los Hufflepuff me sentí un poco extraño al mirarlos ahora. Nunca había imaginado que fueran novios, aunque tenía cierto sentido. Al fin y al cabo ya antes pasaban mucho tiempo juntos, y ahora ella estaba también en el equipo de quidditch. No pude evitar preguntarme si el estar juntos había sido causa o consecuencia de haber entrado en el equipo, siendo él capitán, pero no dije nada. Ya vería el día del partido si ella realmente valía para eso.

- Si encontramos alguna otra cosa que también sea fácil de hacer aún estamos a tiempo de cambiar. - Recordé a Alan. - Pero como dices no creo que llegue a hacer falta. - Comenté antes de que se despidiera.

- Suerte en el partido. Machacad a esas serpientes. - Le deseé antes de cerrar la puerta.

Una vez que me quedé a solas con Tracy mi mente volvió a funcionar tal y como lo hacía cuando estaba a solas y no tenía que pasarme el rato pensando en lo que los demás decían. No tardé en hablar en voz alta, frunciendo un poco el ceño.

- Escojamos pérdida de pelo o no, creo que sería mejor hacerlo sin que los que no han venido lo sepan. - Le propuse. - Por muy disuasorio que algo así pueda ser sólo nos avisa de quien no quiera contarlo. Pero si alguien quiere decir lo que hacemos encontrará la manera, aunque sea por escrito o por gestos. - Concluí con un suspiro. Prevenir todos los flancos podía ser complicado.

Escuché las palabras de Tracy sintiendo una ligera sorpresa. Cuando la había corregido no esperaba reconocimiento, ni mucho menos. Puede que yo hubiera hecho algo bien, pero ella había sido mucho más exhaustiva al examinar la habitación, por ejemplo. Habíamos sido un equipo, y juntos habíamos logrado sacar algunas cosas en claro.

Pero no llegué a protestar. No iba a darle más importancia de la que tenía. En lugar de eso salí del aula y miré a ambos lados del pasillo, intentando asegurarme de que nadie nos había visto. Luego esperé a que ella me siguiera para comprobar que la puerta quedaba tal y como la habíamos encontrado.

Ojalá pudiéramos dedicarle más tiempo a esto. Hablar abiertamente de ello en cualquier sitio, preguntar a profesores y compartir ideas. Sin embargo la naturaleza de la investigación hacía imposible algo así, y tendríamos que mantener el secreto.

- Creo que me pasaré por la biblioteca a ver si encuentro algo sobre esto. - Le informé. La invitación era implícita, pero no sabía si ella tenía algo que hacer como Scout.

Obtenéis los trozos de cristal sin problemas, solo decidme que baño es el que escogéis como victima inocente xD. Cuando montéis los espejos os quedará algo como esto a pequeña escala:

Helene sabía que estaba todo hablado cuando las Battletower abandonaron la sala. Alice siempre había llevado la voz cantante en ese grupo, aunque ni ella fuese consciente de ello, y claro estaba que nadie haría un paso sin consultárselo; al menos por ello se regía Helene con toda esa situación.

Alan hizo lo propio reafirmó su postura y se despidió animándola a acompañarle, a lo que sin siquiera procesar Helene accedió. Bastante culpable se sentía por haberlo hecho venir solo y dejarle cargar con los malos pensamientos que esa acción había despertado en las pelirrojas.

- Gracias Ingo. – se introdujo como receptora del mensaje de ánimo y suerte del Gryffindor – Lo haremos.

- Buenas noches Tracy. – se despidió cordialmente de su amiga algo tensa y en contra de sus verdaderos sentimientos.

Necesitaba hablar con ella, cuanto antes mejor, pero primero debía cumplir con Alan. Él siempre era prioritario.

De camino a la sala común de Hufflepuff, Helene le dedicó un par de miradas furtivas a su amigo antes de atreverse a disculparse.

- Me había preocupado. – atajó – Ni que no te conociera. – lo alagó son una sonrisa, medio sincera, medio suplicante de que no se enfadará con ella. – La próxima vez te esperaré. Es solo que necesitaba hablar con las chicas a solas.

Giró la cabeza para evitar que la viera enrojecer y se pellizco los mofletes al mismo tiempo, en un gesto reflejo justificativo del rubor en sus mejillas.

- Y … - volvió a entablar conversación - ¿qué estrategia planeas?

Siento haberte preocupado, no era mi intención. En los ojos se veía que decía la verdad. Me tomaba muy en serio las amistades. Me alargué y al final... En fin. Que lo siento. Esbocé una encantadora sonrisa de disculpa.

En cuanto el tema cambió a quiddtich, mi actitud cambió por una mucha más relajada. Me sentía cómodo hablando de eso. En realidad he estado dándole a la cabeza con varias estrategias posibles y creo que nuestra mayor ventaja es ralentizar el partido. Comenté. No creo que el otro buscador sea capaz de atrapar la snitch antes que yo, así que lo que tenemos que hacer es evitar que consigan una diferencia de 150 puntos. No debería ser demasiado complicado.

Sonrió a su mejor amiga. Hay que jugar muy defensivo, siempre pensando en evitar un posible contraataque rápido. Podrán marcar, y lo harán, pero que les lleve tiempo hacerlo. Siempre que cojamos la quaffle, lo mismo. Atacad y marcar si podéis, pero sin precipitaros. No nos convienen tantos cortos, sino largos. Perded todo el tiempo que podáis.

Miré a Helene, esperando su confirmación. Los golpeadores deberían entorpecer a los cazadores del otro equipo, nada de al buscador, a la vez que me protegen a mí. No creo que sea rival para mí. Parecía muy seguro de mis posibilidades. ¿Qué opinas?