Partida Rol por web

Lo mejor será directamente con Notas para abreviar, si alguien quiere hacerle algún comentario a Alice aprovechando el momento siempre puede iniciar una conversación.

Que ganitas tengo de seguir con la historia, ya veréis que sorpresitas os tengo preparadas.

No pasa nada, aprovéchate, frikipuntos extra xDDDD.

Si, se me olvidaba, haz tirada de estrés para lanzar el hechizo, es de Intellego y nivel 25. Pero recuerda, primero debes hacerte con los espejos ;P

Ay Alice, esto de estar con Tom no va a acabar nada bien...

Asentí a las palabras de las Battletower, convencido de que optar por lo más sencillo era lo mejor. Luego repasé a todos los presentes con la mirada. La reunión me había servido para muchas cosas. Conocerlos un poco más era sólo una de ellas. La información que habíamos compartido y los planes puestos en común eran algo importante, pues aunque algunos no hubieran hallado nada ahora sabíamos mucho más cómo estaban las cosas y hacia dónde encaminarnos. Si no nos hubiéramos visto hoy probablemente habría pasado una semana comiéndome la cabeza.

- Entonces, ¿está todo? - Pregunté en voz alta. - ¿Queréis que nos vayamos ya? Hagamos como la otra vez: emparejados por casas. Tracy y yo seremos los últimos.

La cara de Tracy no cambió demasiado, en un primer momento, ante las palabras de Ingo. Aún ante la aceptación permaneció fijo en aquel gesto que muchos calificarían como áspero y adusto, aquel rictus serio y firme que poco condecía con la suavidad de sus facciones de niña adolescente, y que tanto recordaba al de Tim Canterbury en batalla. Sin embargo, pasados unos segundos largos, la Gryffindor asintió sellando el acuerdo entre ambos y sus ojos esbozaron algo parecido a la mitad de una sonrisa. Su mirada permaneció en las pupilas de Ingo un poco más de tiempo del que debería, en una sucesión de momentos que quizás no tenían sentido o razón de ser. Sólo aparentemente, sin embargo. Porque en las retinas de Tracy, en ese lapso de contemplación silenciosa, el rostro del Gryffindor se erigió firme entre el cariño, el respeto y el orgullo. ¿Cómo podría pedir otro par, acaso, que no fuera él?

- Que así sea, entonces - asintió, de nuevo - Silencio sobre ello, y mientras tanto, veremos si podemos averiguar algo más sobre esa posibilidad.

Sus labios acabaron reflejando la media sonrisa de sus ojos. Sin embargo, no había en ellos la travesura de una niña en una excursión nocturna por el castillo, sino la seriedad de quien planea una incursión en ataque.

- Me gusta tu idea, Ingo. Creo que podríamos atacar el fracaso de nuestras pesquisas de ahora por ese lado. Si alguien llegara a encontrarnos, bueno, se me ocurren muchas formas de disimular nuestra presencia al otro lado - respondió Tracy, con un brillo indescifrable en los ojos, y miró hacia los alrededores una vez más - Mejor que salgamos de aquí, sin perder más tiempo, antes que cometamos un error o nos crucemos con alguien. ¿Vamos?

Tras el intercambio que había protagonizado, Tracy se había callado como si no concibiera hacer otra cosa, y permanecía observando la conversación en silencio con la mirada aguda y penetrante. No reaccionó ante la falta de respuesta final de Helene y de Alan, aunque lo cierto es que la había esperado, aún en forma de una mirada y un gesto, cualquier cosa que implicase un cierre en el cual no fuera ella quien tuviese la última palabra. Asintió cuando Ingo la incluyó dentro del ofrecimiento de ayuda, de forma inmediata y natural, como si las palabras del Gryffindor hubieran sido dejadas caer por su propia boca. Aunque lo cierto era que su propia lengua seguramente no hubiera sabido expresar la idea del mismo modo que lo había hecho la de Ingo.

Las manos de la Gryffindor, que hasta el momento habían estado visibles para todos, desaparecieron de la vista mientras los demás hablaban. En su regazo, en las sombras que ofrecía la mesa, comenzaron a extenderse y a volverse un puño de modo intermitente mientras pensaba. Había algo que no acababa de cerrarle de todo aquello, pero no lograba dar con ello, y sólo tenía como prueba aquella sensación ininteligible en el centro de su pecho y en el interior de sus venas. Sus tíos y su padre le habían enseñado desde niña a no dejarla de lado y a no prescindir de ella, como una percepción importante que intenta hacerse notar. Lo cierto es que percibimos todo, Tracy, aunque nuestra mente no pueda contenerlo, había dicho alguna vez su padre, y el instinto no es más que aquello que la mente no puede procesar pero que sabemos que está allí.

Repentinamente, se dio cuenta que Alice Battletower la miraba. Las manos de la Gryffindor se extendieron por completo sobre sus muslos, buscando rápidamente en su memoria qué era lo que había sido dicho y a lo que evidentemente tenía que responder.

- Creo que hay un problema con eso, lamentablemente. Más allá de que siga creyendo que la confianza se gana de otra forma, como dije cuando discutimos el tema de los juramentos la vez anterior - Tracy hizo un gesto con una mano, para que los demás entendiesen que su opinión sobre eso no era la base de lo que diría a continuación - Si realmente vamos a hacerlo, tiene que ser algo que no llame demasiado la atención. Algo que podamos entender nosotros, pero que no sea excesivamente llamativo para el resto del colegio. ¿No creen que despertaría suspicacias si alguien de pronto, y en medio de una conversación, perdiera todo su pelo? ¿O si le apareciera de golpe una mancha en la cara, que no pudiera explicar? - miró a todos, sus ojos serios y pensativos - No sé ustedes, pero si yo presenciara o me enterase de algo como eso, sospecharía de que algo está sucediendo o que hay alguien o alguienes detrás de ello. Y no me refiero únicamente a quien lo escucharía, sino al que lo vería por los pasillos, o en su sala común, o incluso en la enfermería.

La Gryffindor hizo una pausa, preguntándose si había conseguido explicarse, y luego decidió asumir que sí. Daba igual, en realidad, y a fin de cuentas. 

- Creo que en todo caso tendría que ser algo poco espectacular, que no llamase la atención de nadie que no supiera lo que está buscando, y que no llevara a nadie más a sospechar que alguien ha delatado algo que no debía - sintetizó, con cierta sequedad - Creo que incluso será más fácil encontrar un hechizo que haga algo parecido. No conozco ninguno ahora mismo, pero quizás pueda preguntar a mi familia si no encontramos una mejor alternativa - agregó, mirando a todos y luego a Alice. Era una oferta, a fin de cuentas - Por cierto que, te daré lo que necesites. Déjame pensar si tengo algo mejor que un pelo rizado para ofrecerte, y te lo alcanzaré cuando estés libre.

No tenía nada más que decir en aquel momento, y miró a Ingo asintiendo a su oferta de terminar con la reunión. Sin embargo, no se puso aún de pie, y le sostuvo la mirada a Helene unos largos segundos. No necesitaba decir con palabras que quería hablar en algún momento con ella.