Partida Rol por web

Martes 24 de septiembre de 1991 (Después de las clases)

Kayla acababa de salir de clase. Estaba contenta porque solía irle bien Herbología, al menos aprobaría una asignatura de tantas que llevaba pendientes. Se planteó lo mal que le fue el lunes, por un lado suspenso en pociones, por otro lado enfadada con el estúpido de Melker, visita al despacho de la subdirectora y ¿cómo no decirlo?...., estaba enfadada contra el mundo, tan solo confiaba en dos personas en el castillo, Artemis y Altair, ambos habían demostrado de que les importaba... Pero ya no volvería a ser la estúpida Kayla de antes, tras el altercado con Thad decidió no volver a trabajar en grupo ni intentar ayudar cuando lo mejor era ser individualista y salvar el propio pellejo, al menos eso era lo que había aprendido recientemente.

La pelirroja se arrodilló delante de los rosales por si veía alguna alseide, menos mal que en la escuela había docentes como Rowle y escaseaban malas brujas como la Foxier de las narices, así se la tragara un troll....

La muchacha miraba ensimismada la planta  a pesar de que habían más alumnos a su alrededor.

Martes 24 de septiembre de 1991 (Después de las clases)

Había llegado hace rato y me estaba dedicando a buscar piedras por el lugar para apilarlas en pequeños montones y usarlos como dianas de prácticas para mi Flipendo, el cual se había convertido para mi en una herramienta muy preciada. Uno detrás de otro lanzaba el hechizo con buenos resultados, se notaba mucho mi práctica con el y las rocas caían una detrás de otra. Cuando me puse a recoger la última pila de piedras que había tirado me percate de una "intrusa" en mi pequeña zona de entrenamiento, era cierto que había mucha mas gente pero esta chica se había acercado sin darse cuenta mucho mas que el resto, la mire unos segundos con todas las piedras en mis manos y de cuclillas.Mientras mi boca se abría ligeramente con la mirada perdida en cada facción de su rostro. Al fin me acerque a ella aún con la manos llenas de piedras y con la varita asomando por uno de los bolsillos delanteros de mis pantalones.

- Hola, eres de primero ¿no? ¿Te puedo ayudar en algo? ¿Buscas alguna planta en específico?

Me había quedado de pie a su lado con toda la naturalidad del mundo, como si fuera de lo mas normal acercarse a un desconocido así sin mas.

Martes 24 de septiembre de 1991 (Después de las clases)

Luego de la clase de herbología, me dirijo s los rosales con una pequeña botella de aguas, rocío que había recolectado en la mañana, ya se me había hecho costumbre traerle un poco a Gala todas las tardes.

Hola Gala, te traígo un presente espero te guste. - digo mientras vierto el contenido de la botella en una redoma de cristal y la posiciono entre las flores.

De pronto la voz de Alen me saca de mis labores, rápidamente me giró hacia el lugar dónde la había escuchado y veo allí a Kayla, lo que dibuja una gran sonrisa en mi rostro.

Ella estaba ensimismada mirando las plantas de alrededor, quizás tuviera hasta pinta de loca teniendo en cuenta que el resto de los alumnos se dedicaban a hacer lo propio, volar con la escoba, correr detrás de una snitch, tumbarse en el césped a leer, pocos se dedicaban a arrastrarse por el suelo en busca de plantas o criaturas mágicas. Pero si ella quedaba de inadaptada, el muchacho que se le acercó no parecía ser mucho más popular, con las manos llenas de piedras y la varita asomando del pantalón.

- ¿Vas a construir alguna casa?.... - dijo medio bromeando la pelirroja, definitivamente era la presentación más extraña que jamás hubiera tenido -...Sí, soy de primero..., Kayla Silver... y tú eres.... - le tiende la mano pero duda si retirarla o no, más teniendo en cuenta que las canteras de Salisbury estaban entre sus dedos.

Levante una ceja extrañado ante la broma, tarde a lo fácil medio segundo en recordar que iba con las manos llenas de piedras y en cuanto me di cuenta sentí un poco de vergüenza y lance todas las que llevaba en una mano hacia un lado.

- No, estaba usándolas como dianas de práctica... para la magia... quiero entrar en el Club de Duelos -estaba dando demasiadas explicaciones- Alen Ryder, ¿no te suena? Ayer durante la selección de equipos me postule para Ravenclaw.

Estrecho su mano aprovechando que había dejado una de las mías libres, me puse de cuclillas para que no tuviera que mirar hacía arriba todo el rato ya que ella estaba casi a ras de suelo.

- Entonces... ¿te puedo ayudar o no?

Siempre tenía intenciones ocultas en mis acciones pero como aquí nadie me conocía realmente eso era algo que nadie podría saber y todos pensarían que simplemente era un chico amable y dispuesto a ayudar a todo el mundo.

Hola chicos ¿Os interrumpo? - pregunto mientras me acerco a ambos al tiempo que guardo mi botella en el bolsillo. 

¿Escuché bien Alen? También piensas postular al club de duelos, creo que allí si nos veremos. - enuncio con una sonrisa franca para luego abrazar a Kayla.

¿Cómo siguentu pierna? Estaba preocupado por ti, pues no he sabido nada de ti desde el ataque. Te he buscado por todo el castillo y no logré encontrarte. - comento con cierta preocupación y nerviosismo en mi voz.

De camino al invernadero me cruzo con una chica pelirroja, creo que es la chica que hizo un petrificus totalus o algo así a Thad, también está un chico, creo que se llama Alex pero no estoy seguro del todo. Hola, ¿Qué hacéis? veo que hay piedras por el suelo y en la mano de Alex ¿Construís una casa o algo?

Kayla se sorprendió cuando todas las piedras fueron lanzadas al lado. No entendió eso de esforzarse tanto en recoger para luego tirarlas a la cuneta, y eso que se decía que los Ravenclaw eran inteligentes... Pero no iba a decirle nada desagradable, a pesar de que ella estaba mal por los últimos sucesos acontecidos, no le solía salir con facilidad un mal gesto.

- ¿El club de duelos?.... - dice con una leve sonrisa -... vaya, la verdad es que yo también me he planteado entrar en ese club.... - cuando el chaval se presenta y le pregunta si su nombre le suena pues la verdad es que la muchacha quedó extrañada, pero intuyó que algo magnífico tuvo que hacer para que se sintiera tan seguro de sí mismo -... lo siento pero no estuve en la selección de los equipos de Quidditch.... ¿vas a representar a tu casa? - y todo por estar agobiada, se hubiera postulado para jugar pero entre sus problemas personales y los líos en los que se metía, se le pasó hacer la prueba y ya era tarde para ello.

- ¿Ayudarme?.....  oh..., bueno, no estaba haciendo nada especial si a eso te refieres..., intentaba mirar las plantas a ver si reconozco alguna...., quédate si quieres...., ¿se te da bien la herbología?.... - la niña mira con sus ojos verdes los del chaval, estaba intrigada por el motivo de ese acercamiento. Era raro que alguien fuera a por alguien que estaba en posición tan poco digna pero debía haber gente para todo...

La pelirroja al estar agachada y mirando a Ryder no vio a Artemis, su mejor amigo, de lo contrario ya estaría saludándole y haciéndole señales de que se acercara, cosa que ya hizo él, alegrando el día a la muchacha con su presencia.

- ¡Artemis!... - le dio un abrazo muy fuerte, le había echado de menos, después de aquella mala noche con los dragones no tuvo tiempo de hablar con él y contarle todo lo sucedido -... ¿tú también te apuntarás al club de duelos?...., vaya..., iremos los tres...que emocionante....

El Hufflepuff se preocupa por su estado y tras los ataques, ella se pone bastante más seria.

- La pierna bien, pero todo ha sido un desastre..., ahora mismo estoy llevándole la contraria a un profesor y se me va a caer el pelo.... - comenta mordiéndose el labio y es que Melker le había citado a su despacho y no iba a ir -... creo que voy a tener que encontrar pasillos ocultos para poder esconderme..., porque como me pille a saber qué hará conmigo....

Seguidamente también entra otro muchacho haciendo bromas sobre casitas..., y es que el montón de piedras de Alen no era normal

[Los que queráis veis a Thad que se dirige hacia el bosque.]

Ey Thad, espera tio, ¿A dónde vas? Quería hablar de lo de la otra noche con los dragones y eso, pero no he coincidido contigo ni en clase ni en ningún lado

Supongo que en el peor de los casos te pondrá a hacer alguna labor de limpieza del aula, en cuyo caso me mandas una lechuza y te caigo como rayo para echarte una mano.

El fin de semana estuve paseando por los jardines, pero no pude encontrarte. Tenía algunas cosas que contarte, pero ya te las diré luego. - digo con un poco de pena, intentando hacerle acordar que habíamos qudado en vernos el sábado.

- Descubrelo tu misma, vete a algún partido y ya lo verás -respondí alegre, aunque esa alegría no tardaría en desaparecer

No una sino dos personas mas aparecieron para meterse de por medio y ese mismo número fueron las piedras que lancé contra ramas con fuerza las cuales se rompieron al momento debido a que eran pequeñas y débiles.

- Hola Artemis, entonces sera un placer -si, desde luego iba a ser un placer batirme en duelo contra el aunque por razones egoístas y malvadas pero aún así mostraba la mejor de mis sonrisas aunque por dentro tuviera ganas de enterrarlo vivo- Seguro que serás un gran contendiente.

El otro chico en cambio me era desconocido, juraría que debía conocerlo de algo pero no tenía ni la mas remota idea de quien era por lo que dudando respondí.

- Practico magia y... ¿tu quien se supone que eres?

Mientras Kayla hablaba de sus problemas con Artemis lo cual solo aumentaba mis ganas de apedrearle ahora que tenía oportunidad.

- Eres un encanto..., pero no pienso hacer nada de lo que me diga el profesor Melker... - se cruza de brazos, era tremendamente obstinada -... ha sido injusto lo que me ha hecho... - mira a Thad en la lejanía y siente el impulso de ir hacia donde se encuentra, pero por algún motivo sabía que dijera lo que le dijese, de nada iba a valer.

- Siento por lo del sábado, pero estuve en una de las recuperaciones de asignaturas, no pude ir.... la verdad tengo ganas de que hablemos sobre lo de salir en escoba..., ¿sabes?..., hay una muchacha que querría venir con nosotros... y tengo una idea que quería comentarte a ver que te parece... - se acerca a él y le dice en el oído algo muy flojito para que nadie lo escuche - ¿te parece?

- ¿Qué te parece si creamos un club secreto para realizar bromas por el castillo?.... Podríamos liarla a lo grande, y unirnos varios compañeros de diferentes casas para divertirnos.... Volveríamos locos a los profesores....

Lo dicho por Kayla me pone bastante contento.

Cuenta conmigo, sabes que me encanta pasar tiempo contigo y si es por una buena causa, mucho mejor. - respondo casi de inmediato.

Por cierto Alen, él es Ruben, también participó en las pruebas de Quidditch y consiguió el puesto de cazador, si no me traiciona la memoria.

Desde la entrada del castillo, pueden ver aparecer a Ginevra, traía una cara de muy pocos amigos, detrás de ella, venían los idiotas que el día anterior habían querido derribarla, Flint en especial que le estaba hablando, pero cuando la chica se alejó, la sujetó del brazo. La joven Carrow no tardó ni dos segundos en sacar su varita y ponerla en el cuello del chico, mientras ella era la que jalaba de sus ropas para ponerlo a su altura. La niña era baja y menuda, bastante pequeña, pero eso no quería decir que no tuviera agallas. Se ve que discuten algo y los otros chicos ponen cara de asustados, Flint termina por ceder y su expresión cambia, a lo que la chica lo suelta. Intercambian algunas palabras más, y los tres chicos se fueron mientras Ginevra seguía echando, literalmente chispas. 

Ginevra, por su naturaleza, podía ser atractiva como podía intimidad enormemente si se enojaba, y al parecer, ese era el caso. Arregló su capa y suavizó su ceño para caminar hacia donde fuese que iba pero se dio cuenta que sus compañeros estaban ahí, sus mejillas se sonrojaron cual faroles, cortándole completamente su encono contra el trío. Los había aguantado durante los recesos, y aunque sabía que el acoso no iba a terminar, ella tenía poca paciencia para aguantar y nula vocación de mártir, a menos que tocasen aquellas fibras lastimadas por años de maltrato. Pasó su lengua por sus labios, tampoco es que tuviera mucha relación con ellos, pero al escuchar lo del club de duelos, se animó a acercarse. 

— eh... hola — levantó su mano a modo de saludo — ¿qué hacen? — preguntó simulando ignorancia de lo que estaban conversando. 

Sólo estabamos conversando sobre unirnos al club de duelos. ¿Te interesaría unirte? Kayla, Alen y yo hemos decidido unirnos.

Mientras más mejor. Por cierto Ginevra ¿Qué quería ese idiota de Flint? ¿Sigue importunándote ese patán? - pregunto con tranquilidad, sin apartarme de Kayla.

Que Artemis le dijera que sí animó a Kayla, la de cosas que podrían planear juntos y Altair seguro que también querría unirse, los tres podrían pasarlo estupendamente si su pequeño proyecto seguía hacia adelante.

- Vaya las pruebas de Quidditch.... ¿cómo quedásteis?.... - mira a su amigo pelirrojo, interesada en sus resultados cuando se acerca una compañera de casa, la cual estaba visto que tenía problemas con otros alumnos de Slytherin.

- Hola Gin... ¿por qué Flint te ha cogido de esa manera?.... - Kayla no podía entender cómo alguien de su casa actuaba de manera tan brusca con una compañera -... deberías decírselo al prefecto, o a Von Vianden..., dudo de que lo consintiera.... - indica la joven pelirroja -... o vengarte por tu propia cuenta... - esa última frase no la había pensado, le salió de manera natural y casi se avergonzó de haberla dicho. Ella no solía actuar de esas formas, pero sintió rabia, y es que a veces los alumnos de mayor curso podían ser unos abusones.

- Anímate Gin, si vamos un buen grupo al club de duelos podremos pasarlo en grande..., quizás aprendamos nuevos hechizos... ¿te animas?.... - Kayla permanecía al lado de Artemis, el muchacho siempre era amable y atento, y lo mejor, un defensor de toda causa, esperaba que dicha defensa no le hiciera encontrar problemas...

Y ahora que lo pensaba..., la que tenía verdaderos problemas era ella misma... ojalá Melker se olvidase de que la había citado.

No me moleste en saber que hablaban Artemis y Kayla en secreto, algo sobre escobas era pero no tenía mucho interés, en cambio en cuanto nombró el Quidditch me emocione un poco pero quise decir lo mínimo.

- Solo te voy a decir que estás ante el jugador mas rápido de este año -sonreí confiado y es que realmente nadie me igualaba en velocidad, solo Malfoy se puso codo con codo mío y eso que el tenía una mejor escoba que yo por lo que ya se podía entender por donde iban los tiros

Mis ojos se encendieron en cuanto vi a aquella chica otra vez, al final no sabía su nombre pero al igual que la primera vez que la vi hubo algo imposible de describir que me hacía sentir atraído hacía ella de una forma extraña por lo que en cuanto Kayla pregunto que pasaba con el cabezahueca respondí al instante.

- Pues que perdió su puesto en el equipo contra ella y se lo tomo muy mal, incluso le intento pegar pero en vez de eso recibió un buen escarmiento algunos le pegaron, le mordieron y yo por mi parte le di un Flipendo en todas las costillas. Para que se pensara otra vez eso de ir pegando a las chicas. Y eso lo hizo enfrente del profesor Robins por lo que ya se han tomado medidas en su contra pero no digo que no a darles su escarmiento como ha Malfoy nunca esta de mas ponerlo en su lugar.

Pero aún no la conocía así que primero debía presentarme.

- Creo que la última vez no nos presentamos debidamente, me llamo Alen Ryder un placer conocerla Capitana de Slytherin

Cuando Kayla mencionó las pruebas de quidditch, agacho mi cabeza con resignación.

Es como dice Alen, muchos de primero consiguieron un puesto, yo no me presente, pues si lo hubiera hecho, habría tenido que dejar de lado el club de duelos o el de pociones.

En fin, ya tendré tiempo de jugar los sábados si es que conseguimos armar un equipo con Dani. - digo recuperando mi sonrisa.