Partida Rol por web

Me di la vuelta y me encaminé hacia la puerta pero antes de salir por ella e irme al despacho de McGonagall me embargaba una duda, me giro mirando a Melker, Profesor Westerberg siento lo que ha pasado en su clase, yo sólo quería practicar el hechizo con un objeto que no pudiera sentir el dolor del hechizo, ya he sentido otros y no me gustó hacerlo, pero antes de irme me gustaría saber una cosa... ¿Después del ataque cómo debería haber actuado según usted?

¿Acaso debería haberme puesto a llorar o quizás irme corriendo? Lo siento pero os he de informar que ese Thad que daba tanta pena y asco a todos ha muerto, murió el día en que sus compañeros le echaron un pretrificus Totalus mientras el efecto del rictusempra seguía haciendo efecto, ¿Sabeis lo divertido que es reirse mientras no puedes hacer nada más que mirar el cielo inmovilizado y encima no ves nada porque estás ciego? ¿Sabéis lo que es creer que has muerto porque no sientes tu cuerpo y no ves nada? En aquel momento tan sólo oía las voces de los demás, como si estuviera saliendo de mi cuerpo como un fantasma. Lo digo mientras miro a los demás alumnos, Thad murió en el mismo momento que un profesor quiso salvarse a si mismo y dejó que el aliento de un dragón impactase a los alumnos que había prometido proteger miro a Melker cuando digo esto último y una lágrima aparece en mi lagrimal derecho, esta seguramente sea la última lágrima que me quedaba dentro. Ahora iré a por mi castigo, veo en la cara de todos que al parecer me lo merezco.

Profesor Westerberg siento lo que ha pasado en su clase, yo sólo quería practicar el hechizo con un objeto que no pudiera sentir el dolor del hechizo, ya he sentido otros y no me gustó hacerlo, pero antes de irme me gustaría saber una cosa... ¿Después del ataque cómo debería haber actuado según usted? 

El Profesor Westerberg miró a Thad más triste por la situación que enfadado. Se sentía ligeramente irascible por no haber dormido bien y comenzaba a notar un dolor creciente en la cabeza por todo lo que había pasado en la clase. -Tenías que habérmelo dejado a mí. Dijo muy serio.

Murió el día en que sus compañeros le echaron un pretrificus Totalus mientras el efecto del rictusempra seguía haciendo efecto

-¿Cómo? La sorpresa de esa noticia hizo que se incorporara muy rígido -¿Quién te hizo eso? ¿Algún profesor sabe algo de este ataque? Había vuelto el cabreo, y esta vez era más general -¿Quiero saber ahora mismo QUIÉN atacó de esa forma a Thad?

Thad murió en el mismo momento que un profesor quiso salvarse a si mismo y dejó que el aliento de un dragón impactase a los alumnos que había prometido proteger

Esta vez miró a Thad otra vez sorprendido ya que no entendía por qué decía eso cuando él intentó ayudar a los alumnos en ese momento. - Quiero que esta tarde te presentes en mi despacho independientemente del castigo que te imponga la Profesora McGonagal.

Me giro y me voy.

Un chico nuevo entro en el aula, pero Raven no se había dado cuenta hasta que se acerca a ella y le habla, ella le mira y con una tímida sonrisa mueve la cabeza hacia abajo asintiendo mientras responde:

Yo… me llamo Raven… encantada

Decía con un tono tímido al Alistair. Cuando le dijo que ella podía empezar asiente y saca su varita, apunta a este, podía notarse muy nerviosa porque a fin de cuentas no era especialmente buena con la magia, traga saliva y tras hacer el movimiento indicado por el profesor dice en un tono de voz que para ella era fuerte pero seguramente para los demás no lo seria:

Flipendo

Sin embargo su varita no hizo nada, se quedo como si nada, era en cierta forma lo que esperaba, mira a Alistair y dice:

Creo que he fallado… te toca a ti

Raven cierra los ojos esperando el hechizo pero este no llega, con una sonrisa en parte alivio en parte comprensión dice:

Parece que somos malos los dos… jeje

Pero su atención se va de nuevo a lo que sucede en la clase, el profesor riñe a los dos niños y Thad antes de marcharse dice que todos le han atacado, Raven suspira mientras susurra para sí misma:

Yo intente protegerle mientras estaba así…

Se sentía apenada por la situación, esa forma de hablar sobre que había muerto no le gustaba, ni la actitud que había tomado Thad, no todos eran malos con él, pero ella no le iba a decir nada, suspira y mira al profesor esperando ver que es lo que sucede a continuación.

La clase era un completo desastre, por un lado un hechizo fallido hizo que un compañero de Gryffindor resultara herido, quemándose la mano tras estallar de su varita luces rojas parpadeantes, como si de fuegos artificiales mágicos se tratara. Luego escuchó por primera vez a Melker gritar y cambiar su rostro en uno lleno de ira y eso sí que daba miedo, tanto que la muchacha de rojos cabellos quedó prácticamente petrificada, pero no tanto hasta que escuchó a Thad y el porqué de su cambio de actitud.

Había sido Kayla la que le lanzó el petrificus totalus justo después del ataque del dragón, cuando se escabullían en la noche y el profesor Rowle les pidió silencio. Thad gritó y habían sombras de personas, tuvo miedo y le hizo callar de la única manera que conocía, petrificándole. Ahora sus acciones habían acabado de esa manera y no pudo evitar sentirse mal y comenzar a llorar por el caos que había creado en su propia casa, al cambiar Thad, todo había cambiado para Slytherin y la única culpable era ella.

De nuevo gritos del docente y los lloros de la pelirroja se intensificaron mucho más, exigía saber quien era el culpable de aquello y Thad no quiso revelarlo. Ella no era Gryffindor, carecía de la valentía natural de los leones, pero en aquella ocasión y a pesar de las circunstancias dio un paso adelante mientras sus lágrimas caían por las mejillas.

- Lo siento Thad..., te....snifff..., te seguí para pedirte disculpas.... y no te encontré...snifff...., llevo intentando encontrarte desde entonces y...., y...., no tuve mala intención...., perdóname.... - el muchacho salía por la puerta, quizás no la escuchara o quizás pasara incluso de responderle.

- Fui yo profesor Melker... - mira al docente a los ojos a pesar de que le daba pánico que le chillase. En su casa nadie solía elevar la voz y aquel gesto le tenía moralmente aterrada -...tuve miedo y reaccioné mal..., no debí hacerlo...

El éxito de haber realizado bien el hechizo y la satisfacción de tener a Altair como amiga de aventuras se había esfumado con los nuevos acontecimientos. Esperando Kayla lo que el profesor tuviera que decirle, y rogaba a toda la magia que al menos no elevase la voz de nuevo

Intento interrumpir a Kayla pero ya ha dicho que fue ella quien me lanzó el hechizo. 

- Se dice el pecado, no el pecador, esa es la máxima en un orfanato si no quieres que te pisen el cuello. Resoplo y cojo aire.

- El único culpable aquella noche fui yo, era débil y un auténtico inútil y si no fuera por aquel momento de reflexión, allí tirado, pensando si estaba muerto o no, seguramente, ahora estaría llorando en algún rincón por el ataque de Alex. Antes quería caeros bien por encima de todo, porque sabía por experiencia propia que la soledad dolía, pero ahora se que hay otra cosa que duele más, la esperanza, la esperanza de tener amigos, la esperanza de poder compartir estos años con gente que me apreciara y apreciarles a ellos... Pero me habéis dejado claro que no debo ser así. Miro hacia el suelo apesadumbrado y luego elevo de nuevo la vista con aire confiado

- Abrazar a la gente sin conocerla porque estaba contento de que me saliera un hechizo, miro a Ginevra, llorar como un niño que no sabe defenderse, tener miedo y poner a los demás en peligro con tus gritos... 

Miro a Kayla con expresión de total seguridad, hiciste lo correcto al echarme el petrificus, si nos hubiesen atacado más criaturas por mis gritos hubiese sido peor sin ninguna duda. No deberías pedirme perdón.

Son cosas de las que me arrepiento e intentaré que no me afecten nunca más, espero no ser ninguna molestia para ninguno, más de lo que ya haya sido. Como ya he dicho ese Thad ha muerto. Atravieso la puerta y me voy a la oficina de la Profesora McGonagal.

- Thad yo no quiero ocultar la verdad, ni te hubiera culpado si hubieras dicho que fui yo quien te ataqué... - le responde la pelirroja entre lágrimas -... y sí que debo disculparme, no estuvo bien..., todos tuvimos miedo y la única que reaccionó mal fui yo... - las palabras del niño le dolían -.... de verdad que lo siento...., yo.... sniff... si quiero ser tu amiga...., por favor Thad..., vuelve a ser tú.... - le ruega

- Fui yo profesor Melker...

El culpable había salido a la luz, pero para eso el Profesor Westerberg tuvo que sacar su peor lado. Se preguntó si aquello era lo único que funcionaba con los jóvenes, el miedo ¿Tendría que cabrearse en todas sus clases para imponerse? ¿Tendría que tener una actitud como la de el Profesor Von Vianden para que sus alumnos le respetasen? ¿O simplente empezar a quitar puntos? Esa no era la clase de Profesor que quería ser. Él quería que sus alumnos confiaran en él, pero que también le respetasen. Quería que los alumnos acudieran a él si tenían algún problema o si necesitaban ayuda, pero puede que eso fuera una utopía. 

-...tuve miedo y reaccioné mal..., no debí hacerlo...

 Completamente decepcionado por la situación, Melker se dejó caer en su silla sujetándose la cabeza con una mano y dándole vueltas a la situación. No entendía las palabras de Kayla, el contexto en el que había realizado el hechizo. Necesitaba aclarar el asunto, pero al igual que había castigado a Alex pese a que sus intenciones fueron buenas, tenía que castigar a Kayla también. - Kayla, acompaña a Alex y a Thad al despacho de la Profesora McGonagall. También quiero que vengas esta tarder junto a Thad a mi despacho. Quiero aclarar todo lo que pasó en privado. Ya no tenía fuerzas para gritar y notó cómo la garganta empezaba a picarle y su voz se volvía un poco más débil.

La clase se había vuelto un completo desastre y no solo en lo referente a los hechizos. De pronto, una espesa niebla de culpabilidad se extendió por todas partes, introduciéndose en Kayla específicamente, pero también creando un "monstruo", un "nuevo" Thad que no tenía nada que ver con el tímido, alegre y temeroso que yo había conocido.

Kayla estaba desconsolada, así que me acerqué a ella y la abracé, mientras lloraba desconsolada por la culpa y el dolor. 

Por otro lado, el profesor parecía abatido. Se dejó caer en su sillón y daba la sensación de que no podía o no sabía manejar aquella situación que nos había sorprendido a todos.

Kayla, acompaña a Alex y a Thad al despacho de la Profesora McGonagall. También quiero que vengas esta tarder junto a Thad a mi despacho. Quiero aclarar todo lo que pasó en privado. 

 Yo solté a Kayla y me giré hacia el profesor. 

-Esto... profesor. Me gustaría acompañar a Kayla hasta el despacho, si no le importa. Supongo que la clase se dará por terminada, ¿no?

-¡YA BASTA! .... -¿QUÉ OS CREÉIS QUE ESTÁIS HACIENDO? ¡ATACANDO SIN AVISAR Y RESPONDIENDO A TRAICIÓN! ¿SABÉIS QUIÉN ACTUABA ASÍ? ¡LOS MAGOS OSCUROS! ¡Y YO NO PIENSO ENSEÑAR A QUIÉN ACTÚE DE ESA FORMA!

Alex seguía tumbado en el suelo riendose debido al efecto del hechizo, no pudo evitar soltar una carcajada mientras la vena del cuello del profesor Melker se hinchaba de ira.

El efecto se pasó mientras el profesor resoplaba e inspiraba aire para calmarse, cuando se levantó del suelo, ambos alumnos fuimos expulsados, el arrepentimiento y la culpabilidad se apoderaron de mí. - ¿Cómo pudo acabar así? ¿actué mal?... sólo pretendía ayudar, pero elegí el camino equivocado, por mi culpa nos han expulsado a ambos. Debo disculparme con la clase y en especial con Thad-

Recogí mis bártulos, y antes de salir por la puerta incline la cabeza hacia la clase y en dirección al profesor -Lo siento mucho, quise ayudar pero,...cometí un error, y no tuve en cuenta los sentimientos de Thad y por lo que estaba pasando. Os pido disculpas a todos por mi comportamiento, y en especial a ti Thad. ¡No se volverá a repetir!-

Tras escuchar la confesión de Kayla supe que habían pasado cosas a mi alrededor sin que me hubiera dado cuenta, y que desde el ataque, todos estaban sufriendo y sobrellevando esos hechos a su manera.

Finalmente seguí a Thad por el pasillo ya que fue el primero en salir, quería hablar con el en privado.

Cogí carrerilla para alcanzar a Thad, -¡Espera Thad!- me coloqué a su lado, -Perdona tío, no quería que esto acabara así, no entendía porqué querías lanzar el hechizo contra un objeto, creía que era porque habías tenido algún problema con el resto de la clase y no querías que te dejaran apartado con la elección de parejas, pero veo que fue por un motivo más trágico. ¡Lo siento!- 

Respiré hondo y me tomé unos segundos antes de continuar - Lo cierto es que yo..también lo estoy pasando mal desde lo del ataque, en mi caso fue en la torre de Astronomía, el profesor Mike nos pidió a Aedan y a mi que le ayudáramos a buscar una Snitch Dorada, cuando nos atacó un dragón, un Vipertooth Peruano, pero no vino solo....-

Tragué saliva, e hice otra pausa, - El profesor Lecog que tambié se encontraba alli cuando sucedió el ataque me prohibió hablar de ello en ese momento, para no asustar al resto de alumnos, pero la noticia ya ha sido pública asi que supongo que ya no importa. El dragón aferraba entre sus mandíbulas un cuerpo...no supimos de quién se trataba hasta que sus dientes lo descuartizaron...cuando los pedazos cayeron al suelo pudimos distinguir un rostro...el de Edwar Rider de Ravenclaw. Aedan también fue gravemente herido y casi pierde la vida si yo no hubiera intervenido.-

Miré a Thad, sin duda la noticia habrá sido impactante para él.- No he hablado de esto con nadie, eres el primero al que se lo cuento, a decir verdad, no sé porqué lo he hecho, pero me he sentido mejor al hacerlo. Con esto quiero decir, que en cierto modo, entiendo por lo que estás pasando y que no eres el único que ha sufrido o ha cambiado desde el ataque, a todos nos ha afectado a nuestra manera.-

Le sonreí de forma sincera, -Pero ¿sabes qué?...No estás solo, y si me lo permites, me gustaría ser tu amigo.- Le tendí una mano esperando que la estrechara en señal de amistad.

- No te preocupes, ahora entiendo por qué lo has hecho, al principio pensé que era porque querías verme en el suelo llorando, como los matones de mi orfanato, ahora veo que lo único que querías era ayudarme a practicar el hechizo, te lo agradezco. Trago saliva y cojo aire para seguir.

- Lo siento pero jamás usaré un hechizo que pueda dañar a alguien contra una persona o un animal, me da igual el motivo por el que haya que hacerlo, y quien lo haga delante mio tendrá varios problemas que resolver luego. Al ver la mano extendida del chico, acerco la mía dubitativo y se la estrecho.

- Como he dicho, el Thad que quería amigos murió, así que no quiero amistades, lo único que viene con ellas es decepciones y otros problemas, sin embargo, me alegro de que no seas mi enemigo, ¿En paz? Una leve sonrisa aparece momentáneamente en el rostro del chico.

- Ahora vayamos a recibir el castigo, puede que no sea tan malo... Me encamino hacia el despacho. mientras le comento a mi nuevo "no enemigo" que voy a presentarme al equipo de Quidditch y le pregunto si él se va a presentar al de Gryffindor.

-Esto... profesor. Me gustaría acompañar a Kayla hasta el despacho, si no le importa. Supongo que la clase se dará por terminada, ¿no?

Estaba claro que la clase había acabado. Todos los alumnos habían practicado el hechizo con mejor o peor resultado y el ambiente no invitaba a continuar así la clase. - Está bien, acompáñala. Dijo al ver a Kayla tan desconsolada. Ya había sido bastante duro durante esa clase y pensaba que era el momento de mostrar un poco de humanidad. 

- El resto podéis marcharos. Ya que aún queda bastante tiempo, los que no hayan conseguido realizar el hechizo podéis quedaros para intentarlo una vez más si queréis. Así os ahorraréis tener que ir hasta mi despacho para realizar la recuperación. No sabía si Ginevra, Alastair y Raven querrían quedarse después de la tensión que se respiraba en el aire, pero Melker los invitó a recuperar de todas formas.

El jovencito agradeció que Raven decidiese intentarlo con él y esperó el ataque de la muchacha que en ningún momento llegó. Al parecer no lo había logrado y trató de animarla. 

- Seguro que al próximo intento lo consigues... A ver qué tal yo... Comentó tratando de centrarse en lograr el hechizo. Desgraciadamente, nada pudo conseguir salvo un pequeño soplo de aire que no llegó a hacer nada.

- Pff... Esto es más dificil de lo que parece... Sí que somos malillos, la verdad, jaja. ¿Crees que el profesor nos dejará intentarlo una vez más?

Entonces las cosas se complicaron bastante y se atemorizó al ver al profesor con esa cara. No recordaba haber visto una expresión así en su vida e inconscientemente se aproximó a la joven Raven. Sin embargo, cuando el momento de tensión se disipó al salir gran parte denlos alumnos implicados, y el profesor propuso un nuevo intento, hizo acopio de sus fuerzas y mencionó.

- A mi me gustaría volver a intentarlo. No sé si lo lograré pero no será porque no me esfuerce... Y se colocó nuevamente en posición de recibir el hechizo de la muchacha. Sin miedo Raven, hazme volar por los aires... Hay colchonetas, no me haré daño. ¡Adelante!

Y tras aquello, el pequeño lo intentó una vez más...

- ¡Flipendo! Y esta segunda vez no tardó en sonreír aliviado. ¡Lo logré! 

Kayla había aprendido algo en la clase con el profesor Melker, que ser sincera solo servía para encontrar problemas, a partir de ese momento decidió que debía ser más astuta y menos transparente. Al final no conseguía nada por hacer un supuesto bien a los demás. Si en vez de acallar a Thad se hubiera ido por su cuenta, dejando a sus compañeros tirados y siendo individualista, jamás habría tenido que ir al despacho de Mc Gonagall. Si no hubiera abierto la boca y aceptado su culpabilidad, eso tampoco habría pasado.

La pelirroja había realizado muchas buenas acciones ese día que terminó mal, pero ser buena de nada servía, 3 buenas acciones podían ser invisibles mientras que una mala acción te marcaban para todo un curso escolar. No era justo, pero eso al final no iba a terminar así...., le castigarían seguro, pero a partir de ese momento iban a castigarle muchas más veces y desde luego con más razón que ahora.... 

Altair le había abrazado viendo lo mal que se encontraba y le pidió al profesor el poder acompañarla. Agradeció a la magia que su amiga estuviera allí para ella y sin decirle absolutamente nada al profesor salió de la clase, planteando por primera vez en su cabeza una posibilidad. No ir al despacho de Mc Gonagall, y no ir por supuesto por la tarde al despacho de Melker. Si quería hablar con ella, que moviera el trasero a la sala común de Slytherin, eso si la honorable casa de la serpiente le dejaba pasar.

Kayla a la par decidió que iba a escribir a su abuela Andrómeda. Ella siempre le había dado unos consejos que nunca siguió "mira por ti y no por los demás", "evade los problemas", "consigue lo mejor y nunca informes donde has conseguido las cosas", "copia en los exámenes si puedes, pero que no te pillen"..... Seguir las indicaciones de la familia de su madre era un fracaso, así estaba ahora, ahogada en su vergüenza pública y molesta por haber sido tan idiota. A partir de ahora debía practicar el yoísmo. Ponerse ella misma por delante de todo y de todos.

- No hace falta de que me acompañes Altair..., no voy a ir... - le dice la pelirroja a su amiga cuando salen del aula -...que se vaya al infierno Melker y su estúpido sentido de la moralidad..., ni siquiera me ha preguntado qué ha pasado ni el porqué..., no le importa nada más que quitarse el problema de en medio.... Rowle estaba allí presente y él no me dijo nada ni me castigó... - comenzó a llorar de nuevo sin saber muy bien si ir a la lechucería o a la sala común

El hechizo no le salió a Raven ni a su compañero, a lo dicho por este, esta dice:

Si… bueno, es un conjuro muy difícil.

Después de eso presta atención a lo que sucede, realmente no le gustaba lo que pasaba allí. Se queda mirando a Kayla con ciertas dudas de si acercarse o no, quería acercarse y decirle algo, pero Altair se adelanto, era consciente de la amistad de ambas por lo que opto por quedarse donde estaba.

Cuando todos se marcharon se quedo observando lo que pasaba, el profesor les dijo si querían seguir practicando, ella asiente, pero antes se acerca a este y dice:

Esto… señor profesor… no fue con mala intención… nos estaban atacando dragones… todos estábamos nerviosos… no sea muy duro con mis compañeros… por favor

Dice en un tono bastante tímido y que trata de ser conciliador, después vuelve con su compañero Alistair y asiente a sus palabras, se concentra y apunta con la varita:

Flipendo

Por fortuna esta vez si que salió, no con mucha fuerza pero salió y Alistair salió lanzado unos pocos metros, ella rápidamente se acerca y preocupada dice:

¿Estás bien?... lo siento…

Después se coloca y de nuevo cierra los ojos, esta vez es ella la que sale volando por los aires, por fortuna se golpea contra una de las protecciones acolchadas, lo cierto es que no le había dolido y había sido emocionante, incorporándose y con el pelo revuelto dice:

Ha sido… ¿divertido? Menos mal, lo hemos conseguido, que bien ¿verdad?

Dice con una sonrisa de ilusión, parecía que el día se le estaba dando mejor que los días anteriores y pese a todo eso le estaba animando.

Comprendía perfectamente cómo se sentía Kayla. yo misma había sentido antes esa sensación de incomprensión y frustación una enorme cantidad de veces. Pero no por eso iba a dejar que perdiese más de lo que había perdido.

-De eso nada, Kay. Iremos al despacho y aguantaremos lo que nos diga. McGonagal tiene fama de ser una persona dura pero justa, y creo que debemos darnos la oportunidad de explicarnos. Luego si quieres voy contigo a donde quieras, pero no te dejes hundir por esto.

Volví a abrazarla, sabiendo que soportar aquella carga debía estar provocándole mucho daño, pero que en ningún caso debía estar sola.

-No puedes venirte abajo. Aunque te hayas equivocado, lo hiciste por un motivo noble y eso te da derecho a mantener la cabeza bien alta. Si los demás no pueden entenderlo, que se fastidien, pero no vamos a huir. Así que vamos.

Y tiré de ella hacia el despacho.

¿En paz?

-¡Claro!- sonreí, -Me conformo con esto por ahora, quizás en un futuro cambies de opinión y podamos llegar a ser amigos.

Ahora vayamos a recibir el castigo, puede que no sea tan malo... 

-Aghh!- resoplé, -Espero que tengas razón..-

....voy a presentarme al equipo de Quidditch y le pregunto si él se va a presentar al de Gryffindor.

-Unm.. sí es mi intención, creo que tengo buenas aptitudes para ser cazador, pero he oído que hay mucha competencia y que las pruebas son duras, no se si lo lograré pero me presentaré de todas formas.-

Cuando Raven O'Connor se le acercó para interceder ante Kayla, Melker la escuchó atentamente -Estoy seguro de que la intención de Kayla era buena, pero lo que hizo está prohibido. De todas formas, quiero escuchar todas las versiones para saber exactamente qué ocurrió. Si tú quieres contar tu punto de vista, serás bienvenida en la reunión.

La hora de terminar la clase llegó por fin y Melker se sintió extrañamente aliviado de que acabara esa clase tan tensa -Muy bien, eso es todo por hoy. Podéis recoger e ir saliendo, y a los que no hayan conseguido realizar el hechizo correctamente les espero por las tardes en mi despacho para intentar recuperar.