Partida Rol por web

En cuanto llegaste a la escena, pudiste darte cuenta con relativa facilidad de lo que a grandes rasgos, se veía. En la torre de astronomía, justo en el centro de la planta baja, alguien había activado un pantano portátil, y de él había fluído lodo, maleza, árboles y arbustos, y lianas, que impedian acceder con facilidad al complejo. Evidentemente, todo parecía indicar que había sido una travesura, lanzada justo horas antes de la clase soporífera que impartiría el profesor Lecog Ölmez. 

Al revisar con más detenimiento la escena, resultaba evidente que la puerta había sido cerrada desde fuera, y que el caudal de lodo se había ido acumulado hasta cierta altura, y que una vez la puerta hubo sido abierta con un Flipendo desde dentro, gran parte del caudal había salido al exterior... las bisagras estaba bastante dañadas, al igual que el cerrojo que permitía cerrar desde afuera, para nada se había usado un Alohomora...

Aunque casi resultaba imperceptible al haberse removido el lodo, parecía que había una silueta como si alguien de pequeño tamaño hubiese caído desde el primer piso, nada que pudiese entrañar una herida de gravedad. También habían una vendas a modo de antifaz para cubrir el rostro, y una túnica del tamaño de Ártemis, pero que no llevaba iniciales de ninguna casa, ni color representativo, como si hubiesen sido trabajadas a conciencia para que no fuesen identificables. Justo en el umbral habían unas pequeñas huellas, más pequeñas que las del joven Ártemis, que transcurrían en dirección a uno de los pasillos laterales del patio de transformaciones, que daba acceso al viaducto, y de allí, presumiblemente a las salas comunes. Todo parecía indicar que el "atacante" según el muchacho, y el "cómplice" según Snape, había regresado en dirección a la sala común. 

Snape tenía un pequeño frasco con marcas de lodo en el exterior, que segun el profesor de pociones, había estado relleno de poción de invisibilidad. Ni Filch ni Severus negaban que el muchacho había salido despedido desde el interior al exterior, como si hubiese sido atacado por un Flipendo, pero resultaba curioso que la túnica solo estuviese sucia hasta las rodillas. No había dicho el pequeño que le habían atacado y que había caído desde cierta altura hasta caer al suelo? ¿Por qué no estaba toda la túnica llena de lodo y solo la parte inferior, como si se hubiera arrastrado para llegar hasta el caído?

Algo no te encajaba pero... ¿Había suficientes pruebas para culpabilizarle? ¿En verdad estaría disciendo la verdad el muchacho, y realmente le había atacado un desconocido?

Ártemis, lanza " fuerza de voluntad" para impedir que te lean la mente

El resultado de tu tirada/2 será el penalizador para la tirada de Melker.

Ejemplo.

- F. Voluntad de Ártemis (8)--- Melker -4 de penalizador en su tirada

- F. voluntad (7)---- Melker -3 de penalizador (se redondea por abajo)

Melker observó toda la escena cuidadosamente mientras escuchaba la versión del joven Flamel y anotaba mentalmente todo lo que decía para cotejar esa información con sus descubrimientos. Cuando Artemis comenzó a limpiar la clase de Astronomía, el Profesor Westerberg realizó un gesto con la mano para que se detuviera ¡No toques nada! No quería que el joven borrase alguna pista más.

Después de un rato pensando en lo que había descubierto, el Profesor Westerberg se volvió a dirigir al joven Flamel con voz amable - Señor Flamel, última oportunidad para confesar. Recuerde que el castigo será mucho más duro si no lo hace.

Antes de que el joven hablara, Melker cogió aire para relatar versión de los hechos. - Bien, esto es lo que creo que ha pasado después de estudiar la escena del crimen Su capacidad de observación y rastreo se había oxidado ligeramente después de tanto tiempo sin trabajar como Auror, pero Melker había recopilado suficiente información para llegar a la conclusión de que Artemis había mentido - El joven Artemis Flamel y un cómplice visiblemente más joven entraron en el aula de Astronomía para realizar una travesura y así evitar acudir a la clase de mañana. Para Melker, eso estaba bastante claro, pero tenía que desacreditar el informe del joven Flamel para que no tuviera más remedio que confesar.

- Vayámos por partes. Usted dijo que un "tío" le derribó pero que cayó en el pantano y eso amortiguó la caída. Si eso fuera cierto, usted estaría manchado completamente de barro, pero sólo está manchado hasta las rodillas, por lo que nunca se cayó sobre el barro sino que caminó en él. Una única prueba no era definitiva, pero demostrando que Artemis había mentido, su historia comenzaba a derrumbarse.

- Sigamos. ¿Estás seguro de que no tenías un cómplice más menudo que tú? Por que ahí puedes ver una silueta que sí que cayó en el lodo. Y las huellas que salen de la sala, más pequeñas que las tuyas, Dijo observando los pies de Artemis parecen indicar que regresan a la sala común. Señor Filch, ¿Sería tan amable de seguir esas huellas para ver dónde acaban? Quizá de ese modo encontremos al cómplice.

- Y para acabar Dijo sacando la túnica que había encontrado y el antifaz ¿Esto es suyo? Por que parece de su talla. Estaba claro que Artemis diría que la túnica y el antifaz serían del intruso, pero entonces ¿Qué diría de la silueta más pequeña?

- Está claro que bloqueasteis la puerta para inundar la clase con fango. Algo os salió mal y tu cómplice escapó utilizando una poción de invisibilidad. De verdad te honra el querer proteger a esa persona, pero ya he demostrado que nos has mentido, y si no nos dices la verdad ahora que puedes, tendré que usar métodos que no quiero para averigüar todo lo que pasó exáctamente. ¡Por favor Artemis! El joven Flamel podía ver la súplica en sus ojos ya que el Profesor Westerberg no quería llegar más lejos para investigar y no quería castigarlo de una forma tan severa.

Filch se quedó asombrado de las capacidades deductivas del profesor de DCAO y simplemente le corrigió algo que no podía saber de antemano.

- En realidad fui yo el que cerré la compuerta por fuera al ver que salía lodo. Rápidamente miré los ventanales para asegurarme que no escaparía el culpable o culpables, y salí corriendo a hacer tocar las campanas. ¡Pienso hacer que limpie toda esta porquería y lo pienso colgar de los dedos pulgares en las celdas! ¡Fíjese! ¡Mire mi calva! Me quemó con un cohete esta misma tarde aunque no pudimos lograr cogerlo... ¡Es un reincidente! Gritó Filch visiblemente enfadado y lamentando su quemadura en la calva, a la cual atribuía a Ártemis la culpabilidad sin ningún tipo de prueba.

Resignado, empezó a seguir el rastro de huellas, pero estás finalizaban muy temprano y de forma abrupta.

- No hay más huellas pasados unos metros... La elfina doméstica borró las huellas, menos mal que Severus la detectó a tiempo...aunque eso nos impide saber de qué casa es... Lamentó nuevamente Filch

¡Mire mi calva! Me quemó con un cohete esta misma tarde aunque no pudimos lograr cogerlo... ¡Es un reincidente!

- Lo siento Señor Filch, pero lo que ha pasado aquí esta noche no tiene por qué estar relacionado con lo de la tarde. Siento que le quemaran el cuero cabelludo, pero no hay ninguna prueba de que el culpable fuera el Señor Flamel. Aunque sabía que Artemis escondía la verdad en este caso, no iba a culparlo de la otra gamberrada sin ninguna prueba.

La elfina doméstica borró las huellas.

La elfina... Comenzó a pensar Melker - Ella es la clave. La elfina dijo que seguía órdenes de su Ama. Así que o bien el cómplice de Artemis es una chica, lo que explicaría la silueta de lodo más menudas y las huellas más pequeñas, o pertenece a la familia del complice y sigue las órdenes de la cabeza de familia. ¿Qué mujer adulta podría mandar a una elfina para limpiar las travesuras de su pariente? 

- Señor Filch, ¿Hay alguna manera de averiguar que alumnos de primero tienen una elfina domestica en su hogar? ¿Hay alguna manera de que se pueda averiguar desde dónde se apareció esta elfina? Quizá algún elfo doméstico de Hogwarts pueda encontrar restos de su magia. Dijo sin mucha esperanza.

Acorralado por Melker y Snape finalmente empiezo a quebrarme, por lo que decido reivindicar por completo la felonía.

Muy bien profesor, lo confieso, el pantano es mío, pero la verdad es que actué solo. No tengo ningún cómplice ni nada parecido, desconozco quien era esa elfina ni porque estaba aquí.

La verdad es que sí salí a recoger rocío, sin embargo escuché pasos cerca y me puse nervioso así que busqué refugio en la torre de Astronomía, cuando vi que la puerta se abrió, decidí usar mi pantano portátil para bloquear el acceso.

No pensé bien las cosas y me quedé atrapado, luego sonaron las campanas y traté de escapar, como la puerta no cedía la abrí con filipendo.

Luego conjuré filipendo sobre mi mismo con la intención de hacer parecer que había sido atacado e inventé el resto. - digo con la voz en un hilo mientras agacho la cabeza.

Artemis había confesado, pero Melker no estaba convencido del todo de su credibilidad. Había intentado asustar al joven para que confesara, pero la voluntad de Artemis era férrea y no delataba a su cómplice ¿Qué más podía hacer? ¿Realizar Legeremancia contra un niño de once años que había realizado una travesura? Después de mucho pensarlo, Melker decidió que el delito no era tan grave para leerle la mente y simplemente lo castigaría por la travesura.

- ¡Está bien! Confiaré en que me has sido del todo sincero. Pero si algún día descubro que me has mentido, no volveré a confiar en tí nunca más. Melker estaba muy cansado por lo poco que había dormido y por intentar sacar la verdad al joven Flamel, así que dió la reunión por terminaba. - Ahora ponte a limpiar todo esto antes de que comiencen las clases. Yo vuelvo a mi habitación a ver si puedo dormir algo, que menuda has liado. Antes de salir, se paró un segundo para añadir algo más - Y no creas que limpiar esto será tu único castigo. Ayudarás al Señor Filch en lo que te pida hasta Año Nuevo.

Correcto profesor. - respondo con resignación. - Profesor Melker, sobre mi castigo, quisiera saber si ¿El señor Filch tiene permitido aplicarme castigos físicos? - pregunto esperanzado de que el profesor le ponga un alto al conserje quien me había levantado del suelo de una forma muy "amable".

¿El señor Filch tiene permitido aplicarme castigos físicos? 

El Profesor Westerberg estuvo muy tentado de darle vía libre al Señor Filch, pero por desgracia hacía años que no se realizaban castigos físicos en Hogwarts. También era verdad que Artemis no debía saber que estaban prohibidos, dada la pregunta que acababa de realizar, así que Melker decidió que se merecía sufrir un poco de tensión por haberle despertado. - Si no realizas bien las tareas que te mande, si. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para no sonreir y mostrar el farol - Señor Filch, todo suyo. Profesor Snape, buenas noches. 

Antes de aguantar los posibles comentarios del Profesor Snape, Melker salió de la Clase de Astronomía y se dirigió a su despacho para descansar un poco antes de que amaneciera.

La respuesta del maestro me hizo palidecer, el profesor Melker le había dado vía libre al sádico del conserje para que me golpeara.

Lo peor de todo es que no podría tomar represalias contra él o me metería en un problema mucho mayor del que ya estaba, por lo que más me valía seguir a pies juntillas todas sus indicaciones.

Acto seguido me puse a limpiar el barro con las manos desnudas.

Snape asintió al ver las deducciones del profesor de DCAO y estuvo de acuerdo en todo lo expresado por el docente. Sin embargo, consideraba que la infracción debía ser penalizada también con puntos para su casa e insistió en aquello. Si habia que hacer justicia con todas las casas, si en Gryffindor y Slytherin ya se habían penalizado fuertemente algunas acciones, aquella también debía reflejarse.

- Antes que se retire, profesor Westerberg. Creo que hay que ser justos y aunque le duela por ser su casa, está infracción debería penalizarla restándole puntos. ¿No creo que 100 puntos sería lo correcto? Creo recordar que Daniel Anderson hizo menos que su pupilo y fue castigado con la misma cantidad, lo mismo otros alumnos infractores de otros cursos. Sugirió Snape convencido de sus palabras. Confiaba que Melker haría lo propio, no se podia tolerar aquel comportamiento. Gracias  por su comprensión, buenas noches.

Cuando ya se veía en la cama, Snape paró al Profesor Westerberg para echarle en cara que no le hubiera quitado ningún punto de la copa de la casa. Aunque a Melker no le gustaba nada ese sistema de castigo, entendía que de no hacerlo esta vez podrían acusarle de favoritismo hacia la casa que dirigía

- Tiene razón Profesor Snape Dijo con la boca pequeña y mirando a Snape con el ceño fruncido - 100 puntos menos para Hufflepuff Añadió sin dejar de mirar al veterano Profesor de pociones. Sin decir nada más, dió media vuelta abandonando la sala esperando que nadie más le interrumpiera de camino a la cama.

Una vez se hubieron retirado el profesor Westerberg y el profesor Snape, el celador quedó a solas con el pequeño y disfrutó de verle trabajar, sudar, arrastrarse por el barro y dejarse las manos hechas polvo. Aquello iba a ser casi su rutina durante mucho tiempo hasta Navidades y Filch pensaba lucrarse de lo lindo. Las horas fueron pasando, y el pantano fue de forma lenta pero constantemente siendo removido y vaciado, y una vez amaneció, muchos alumnos de distintas casas, pudieron ver cómo el joven Ártemis realizaba su ardua labor, con su ropa maltrecha. Los susurros y murmuraciones eran constantes de los que cruzaban el patio interior, y poco se tardó en comentar en todo Hogwarts que el infractor había sido pillado un fraganti haciendo una travesurat y que se le había hecho pagar de forma muy dura. Hasta se rumoreaba que habían sido 100 puntos de penalización a lamcasa de los tejones, y que algunos de !os prefectos estaban descontentos.

Al menos, fuese quien fuese el cómplice de aquella travesura no había sido pillado, e incluso entre algunos profesores empezaban a haber serías dudas de si en verdad no habría actuado solo. Aún se seguía investigando el asunto, pero no parecían llegar respuestas, y en todas las casas se habían hecho los recuentos y estaban todos los aaprendices sin excepciones.

- Bueno, jovencito. Falta muy poco para que empiecen las clases... Valoró Filch, que pese a ser bastante cruel, no quería excederse sobremanera ya desde el primer día. Yo terminaré lo poco que falta, aunque parece ser que te has salido con la tuya y no habrá clase de Astronomia hoy. Puedes regresar a tu sala común, darte una ducha rápida, comer frugazmente e ir a clases... Enhorabuena por haberle hecho perder 100 puntos a tu casa, espero que hayas reflexionado mientras limpiabas... Y si bien es cierto que no puedo probar que hayas sido tú el que lanzó el cohete que quemó mi calva, ten por seguro que lo acabaré averiguando... Le instó a marcharse y le advirtió. Justo cuando el muchacho ya empezaba a hacer ademán de irse, recordó algo y volvió a hablar. Ven todos los días a las 4 de la tarde al pie de la escalera de marmol, justo en el gran Hall de entrada. Allí te recogeré para asignarte tareas que nadie desearía hacer como limpiar letrinas, calabozos, y los pasillos de todo Hogwarts. Durante una hora estarás a mi servicio hasta que se levante tu castigo, y si faltas a la cita, hablaré con el director y el resto de docentes para que incrementen tu castigo y quiten más puntos a tu casa. Voy a ser la persona que más veas durante el año.

Como diga señor Filch, pero le agradeceré que la próxima vez me facilite herramientas más adecuadas para mi labor, ya verá como.al final le termino agradando. - anuncio con una voz lacónica mientras me alejo del lugar hecho una verdadera piltrafa.

Pasé toda la madrugada limpiando ese fango hice más de cien viajes al interior de esa maldita torre y ahora la odiaba incluso más que antes.

Recorrí los pasillos arrastrando los pies, sentía que cada uno de mis brazos pesaba una tonelada, pero no iba darle gustona Filch de verme caer.

Necesitaba una buena ducha y algo de comer antes de ir a clases.