Partida Rol por web

Miércoles 23 de septiembre de 1991 (5 a.m)

Kayla Silver estaba esperando a Artemis en el hall principal del castillo, llevaba las túnicas bajo el brazo y esperaba con impaciencia que se presentara con el pantano portátil.

Tenía sueño, pero los nervios del evento apenas le había dejado dormir. Si les pillaban se meterían en serios problemas, pero cualquier cosa era mejor que perder el tiempo en aquella torre, donde el conocimiento que se daba era de todo menos útil.

La niña decidió no perder tiempo poniéndose la túnica sin insignia que consiguieron en la lavandería y las tiras de la otra túnica ya estaban cortadas y listas para ser enrrolladas. Se recoge el pelo en una cola alta para evitar ser reconocida por el tono rojo y brillante que poseía. Escucha un ruido... ¿sería su amigo?... esperaba que así fuera o ya tenía motivo para temblar.

Llegué puntual a la cita con un gorrión en el hombro.

Buenos días princesa. - digo mientras la abrazo. - ¿Estás lista? Porque Mihawk. - señalo a mi hombro. - Está listo y dispuesto, él será nuestros ojos de ese modo podremos anticiparnos alo que haya en cada esquina. 

Mi idea era usar al gorrión como un vigía, él podía adelantarse y alertarnos con su canto si había algún obstáculo en el camino.

Tras ponerme la túnica sin insignia, Kayla y yo nos pusimos en marcha con nuestro gorrión vigía.

- Buenos días.... - le dice la pelirroja a su chico, dándole un abrazo cariñoso, observando al instante al gorrioncito que llevaba en el hombro -... que bonito es..., no sabía que tenías otra mascota además de tu lechuza... - indica ella acariciando la cabecita al ave -.... con vigía y todo, subimos de categoría....

El muchacho casi se dispone a ir a las escaleras, pero Kayla le intercepta antes....

- Espera, espera... ¿dónde vas sin taparte la cara?.... - retiene a Artemis un momento y comienza a ponerle las tiras cortadas de tela como si fuera una momia...-... que guapo te estoy poniendo, solo lamento no tener una cámara mágica para inmortalizar este momento..... - sonríe divertida cuando ve el aspecto final del muchacho -... Ayúdame con las mías... - deja una tiempo para que el Hufflepuff tape a la par su rostro antes de cometer la fechoría, y es que era mejor ir ocultos desde el hall hasta la torre de astronomía que taparse el rostro en la base de la misma torre, así ningún retrato de las primeras plantas podrían decir quienes eran los culpables de la travesura.

Ambos muchachos comienzan a ascender por las escaleras dispuestos a acceder a la zona más baja de la torre de Astronomía, el sitio que debían abnegar para que las clases no se pudieran impartir... El castillo estaba en silencio. Los alumnos dormían y los profesores debían estar todos en sus aposentos. A horas tan tempranas no parecía que ni un alma se percatase de la desagracia que iban a realizar aquellos dos alumnos.

- Estoy nerviosa... - indica la muchacha mirando a su novio momificado -... ya estamos aquí..., ¿cómo funciona el pantano portátil?....

No es exactamente una mascota, es mi tintero, jejejeje. - respondo mientras Kayla me momifica, luego llegó mi turno.

Ambos estamos como para un museo, la próxima vez nos traemos unas máscaras de esas que usan los muggles para jugar hockey. - digo entre risas con sólo imaginarnos con las caretas puestas.

Nuestro pájaro explorador nos ayudo a llegar a la torre sin contratiempos, una vez allí, coloque el pantano en el centro de la estancia.

Sólo tengo que jalar la argolla y luego echamos a correr, pues el pantano se despliega en cinco segundos, tiempo más que suficiente para pirarnos.

Muy bien, a tu señal jalo y corremos.

Por todos era sabido que la torre de astronomía era la más alta de todo Hogwarts, la que más escalones tenía y la que tan solo disponía de una entrada y una salida, sin comunicación con el resto de Torres y zonas del castillo. Justo cuando Ártemis se disponía a tirar y activar el pantano portátil, situados ambos en el centro de la planta baja de la torre y con la puerta entornada, se escuchó desde el exterior la voz del celador Filch hablando con su inestimable gata, la señora Norris.

El momento se os hizo eterno y empezasteis a tener un sudor frío recorriendo vuestras frentes. ¿Que opciones os quedaban antes de que accediese a la torre de astronomía? ¿Convenía subir y esconderse? ¿Aguardar a su entrada? ¿Salir corriendo estando la opción de que atrapaste a alguno de los dos? Por todos era sabido que con Filch no se jugaba, podía ser un Aquí, pero tenía otros métodos poco convencionales para poder haceros pasar el peor momento de vuestras vidas. De eso no había ninguna duda...

- Lo se, yo lo sé, señora Norris. Esta es la última torre a revisar y después ya vamos al despacho y te sirvo el desayuno... Os llegó la voz inconfundible del celador, desde el exterior, pero cada vez más cercana. ¿Qué ocurre? ¿Quieres estirar las patas? Anda, ves y sube tú primero, seguro que quieres perseguir alguno de los ratoncitos del observatorio... Yo iré a mi ritmo, esta torre es demasiado alta...

Entonces los pasos y la voz cesaron por completo, y se empezaron a escuchar unos bufidos de gata enfadada desde el umbral de la puerta...

- ¿Pero qué...? ¿Tenemos intrusos? No lo podíais asegurar con total seguridad, pero había sonado a satisfacción. Cómo a quién desea encontrar algo o alguien para hacerle sufrir.

Gata del mal, ya vas a ver lo que tengo para ti. - pienso mientras saco una galleta de mi bolsillo. - Avifors - exclamo en un susurro.

Rápidamente la galleta se convierte en una rolliza paloma, a la cual hago volar bajo hacia la puerta para despertar el instinto de cacería de la gata y hacerla salir de la torre.

Confiaba que la paloma bastaría para atraer a la gata, vaya chasco que se daría cuando atrapara su galleta.

Kayla se lo estaba pasando en grande. La muchacha disfrutaba la aventura al máximo, no solo era la sensación de trasgredir las normas y hacer algo totalmente inadecuado, era también compartir aquel momento tan especial con Artemis. A su lado todo parecía ser más divertido e ir mucho mejor.

- Yo creo que podríamos hacer lo del pantano justo ahor..... - no terminó la frase, se escucharon ruidos y Kayla casi entra en colapso. La muchacha saca su varita con rapidez pero no se plantea atacar al animal de inicio. Tiene una idea que era completamente alocada, pero necesitaba que su novio diera el paso para que sucediera -.... crea el pantano, los gatos no saben nadar, quizás salga despavorida.... - indicó ella con voz baja pensando que al menos era una suerte tener el rostro tapado, no serían reconocidos fácilmente -... si el conserje viene encárgate de la gata, yo le ataco a él.... 

Posiblemente Artemis viera una Kayla desconocida, dejando de lado sus dulces actitudes. Pero en una situación donde ellos tenían las de perder, no dudaría en usar un petrificus contra Filch, eso si no le daba por un Flipendo. La pelirroja con la varita en mano y el rostro cubierto tenía el hechizo en mente y era bastante rápida de iniciativa

Jefe, Artemis tiene razón estábamos en la base de la torre para impedir el ascenso a la clase. 

Al sentir que estabamos acorralados, rápidamente jalola argolla y lanzo el pantano a la parte central del hall de acceso a la torre, luego tomo a Kayla del brazo y echo a correr escaleras arriba.

Cuando Filch consiguiera abrir la puerta, él y su gata se encontrarían con el pantano y no podrían acceder a las escaleras, por lo que les sería imposible vernos y/o seguirnos, ya luego podríamos usar el Wingardium Leviosa para escapar por una de las múltiples ventanas de la torre.

Incluso por la misma puerta cuando Filch se batiera en retirada totalmente vencido.

Sabía que entre Kayla y yo teniamos suficiente magia como para poder levitarnos desde el segundo o tercer nivel de la torre hasta la puerta de la misma usando nuestras túnicas como paracaídas o bajar en rapel por las lianas del pantano mientras el celador y su gata se daban un buen remojón.

Los sucesos acontecieron terriblemente rápido. La gata de Filch les había pillado en la base de la torre de Astronomía y el conserje dijo unas palabras muy significativas. Sabía que allí habían intrusos... Fue así como Artemis actuó con rapidez tirando de la argolla del pantano portátil. Provocando un estruendo enorme en la zona, comenzando a surgir agua por doquier. Una suerte que el Hufflepuff tirase de su brazo para obligarle a correr, cosa que la niña hizo sin dilación, siguiendo la odiada ruta ascendente hasta la torre más alta del castillo.

Cuando llegaron al punto más alto de la torre la pelirroja estaba casi sin resuello. Respiraba agitadamente por el cansancio y el miedo de haber sido pillada por el conserje, una suerte que no vieran sus rostros.

- ¿Qué hacemos ahora Artemis?.... ¿cómo vamos a salir de aquí sin que nos pillen?.... - pregunta agobiada Kayla mirando hacia abajo por la balconada de la torre -... dioses... debería tener aquí mi Nimbus 2001 y tendríamos solucionado el problema....

No subas tanto, tengo un plan. - digo en un susurro mientras detengo mi marcha justo sobre la puerta de acceso de la torre y empiezo a jalar un par de lianas mientras aguzo el oído esperando el dulce sonido que haría el cuerpo de Filch al caer al agua.

Mientras espero que Filch ingrese a las carreras a la torre ato con fuerza las lianas a la baranda de la escalera y ¡SPLASH! 

Esa es nuestra señal, coge la liana con fuerza y sígueme.

Sin detenerme a pensarlo hago el escape más épico que alguien se puede imaginar al tiempo que el malhumorado conserje nada hacia las escaleras en una persecución inútil.

La niña finaliza su avance cuando Artemis se lo dice pero la siguiente frase que escuchó de él le dejó completamente fuera de juego. ¿Qué cogiera la liana con fuerza? ¿qué fuerza si ella no era precisamente muy fuerte de constitución? El rostro de Kayla estaba desencajado, de hecho quería hacer cambiar de idea a su novio antes de que uno de los dos se matase.

- Artemis..., yo no..., yo no voy a ser capaz de sujetar mi cuerpo con los brazos... - indica ella angustiada -... y casi prefiero que me pillen antes de acabar otra vez en la enfermería.... - le toma de la mano -... si tu crees que puedes lograrlo hazlo y escapa, diré que he hecho esto yo sola... Somos un equipo..., pero si me castigan estás obligado a liar una más gorda durante mi castigo.... - le sonríe levemente a pesar de lo nerviosa que estaba -... Si dudas de poder sujetarte no lo hagas, por favor, si te haces daño jamás me lo perdonaré....

Y es que aquella forma de escapar de Filch era cuanto menos, alocada.

Muy bien, tu vas primero y yo controlo tu descenso con Wingardium Leviosa, una vez que tu estes abajo te toca a ti ayudarme a escapar mientras Filch nada hacia ti. 

¿Te parece mejor esta idea? - pregunto mientras apunto con la varita.

Puede que en la mente del joven Flamel el celador Filch hubiese entrado en la estancia como un patán, forcejease contra el agua, las arenas movedizas, los árboles y las lianas, y que en ese preciso instante estuviese ahogándose y pidiendo de forma lastimosa ayuda, mientras que ellos dos, como si Tarzán y Jane se tratase, sobrevolarían la torre por los aires, Ártemis llevando en volandas a Kayla, al grito de Ahhhhhaaaahahhhahhhhahahhhhhh característico de Tarzán, y saliendo felices por la puerta...sin que si quiera les hubiesen visto, y pudiendo regresar a la sala común como si la vida fuese de color de rosas, como si de una película de Disney Muggle se tratase...

Pero la realidad era bastante distinta. En cuanto la señora Norris, quién se había adelantado unos pocos metros, cruzó el umbral y vio el torrente acercarse hacia ella, a la vez que brotaban árboles, arenas  y lianas por doquier, salió despavorida hacia su dueño. Y Filch, quién ya era un hombre versado, con largo recorrido en su cargo y que habia sufrido las travesuras de los merodeadores y de los hermanos Weasley, simplemente se limitó a cerrar con fuerza la puerta de madera cuando empezó a salir agua, pasar el enorme cerrojo, y separarse unos metros para controlar las ventanas, las cuales eran ahora el único método que tenían los "asaltantes" de intentar escapar, eso sí las rompían, pasaban a duras penas entre los barrotes de hierro y buscaban el método de salir volando.

- Señora Norris, vigila sus intenciones... Tengo un plan... Fue lo único que escuchásteis, antes de que perdieseis de vista al celador, si tratasteis de mirar por las ventanas.

Ese vejete nos encerro, creo que voy  a abrir esa puerta y a armar mucho más jaleo, no podemos sólo quedarnos aquí y haber que pasa, salvo que nos hagamos las víctimas, pero eso nunca funciona. - digo mientras bajo las escaleras y apunto mi varita a la puerta.

Kayla en cuanto abra la puerta prepárate para salir de aquí, usaremos el Wingardium Leviosa para salir levitando de aquí. 

Alohomora.