Partida Rol por web

Thad aún estando lejos se dió cuenta de que algo no iba bien así que agarró a su nueva amiga con suavidad y volvió con los demás, ¿Profesor, nota eso?

Sin lugar a dudas, Thad era de los alumnos más perceptivos del lugar, y no tardó en advertir lo que estaba ocurriendo... La serpiente a la que trataba de hablar había detectado un escarbato, y se había lanzado en su búsqueda para atraparlo y convertirlo en su comida, pero el escarbato era sumamente ágil y se había desplazado a través de la hierba hasta acercarse a Alen.

Pudiste observar como el muy travieso le quitaba la Snitch dorada del bolsillo y se la guardaba en la bolsa de marsupial, yendo a por una nueva víctima, en este caso el joven Francis, quién había quedado atrapado entre dos raíces, no pudiendo sacar el pie de allí.

¿Avisarías a Alen de que le habían robado su preciosa Snitch dorada? Pero no solo viste eso, al fondo, te pareció ver un destello, como si de unos omniculares se tratase, aunque solo veías ramas y hierbas ¿Qué demonios sabía allí al fondo? ¿Sería aquello lo que había percibido el profesor Rowle? Lo que estaba claro es que el profesor de Herbología no dejaba de mirar hacia allí fijamente...

A todo esto, la serpiente había huído del lugar y la habías perdido de vista.

Cuando viste al profesor Rowle inquieto y sin moverse, como prestando atención al entorno, hiciste lo propio y trataste de escuchar. No obstante, nada te parecía relevante, y aunque advertirle que algunas hierbas se movieron cerca de ti, en cuanto las desplazarse a ver qué había nada parecía llamarte la atención.

Lo único que advertido es que Thad seguía con la vista algo, y que se había quedado mirándote fijamente a la altura de tu bolsillo derecho. Cuando te percatarse de ello, rápidamente colocaste la mano en el bolsillo y... Tu preciada Snitch dorada no estaba allí ¿Te la habían quitado sin que te dieras cuenta? 

Escuchaste con mucha atención al profesor Rowle y te pareció sumamente asombroso toda la explicación que dió al respecto, de lo que tomaste muy buena nota mentalmente. Sin embargo, tan atento te encontrabas, cerca de las raíces del árbol de Nogal, que no advertirle que tú pie derecho iba quedando cada vez más metido en un recoveco, y cuando trataste de sacarlo, parecía como si te hubiesen atrapado entre dos raíces. ¿Cómo era posible aquello? Y lo peor de todo era, que por mucho que lo intentas es, no podías salir de allí. ¿Convendría solicitar ayuda a algún adulto? No tenía pinta de que pudieses liberarte por ti mismo...

Jajajajaja. No puedo evitar reírme cuando le roba la snitch a Alen.

Hola pequeñin, eres un escarbato ¿No? 

Que mono , me caes bien. Le enseño un galeón de oro a la vez que le hablo con voz suave y con un tono de voz relajado para que confíe en mi y se acerque. 

Alen, deberías cuidar de tus cosas mejor, un buscador que pierde su snitch dorada no es que sea muy bueno en lo suyo.

Terror absoluto eso era lo que sentía en aquel preciso momento y es que mi objeto mas valioso, aquello que bajo ninguna circunstancia podía perder había desaparecido por completo. Y eso me provoca el mayor de los miedos que podía sentir, ni siquiera me había enterado de cuando había sido, en el río no podía estar porque había revisado mis bolsillos al salir de el tenía que haber desaparecido ahora.

- No, no, no, no, no, no... -repetía sin parar mirando a todos lados por si la encontraba, ese pobre chaval que me hablo eligió muy mal el momento y las palabras, me gire hacía el con la mayor mirada asesina que podía en aquel momento- Tu... una de dos o me dices ahora mismo donde esta... o te callas la puta boca.

Ya no estaba como para ser el chico bueno ahora solo me importaba una cosa recuperar mi snitch y me importaba muy poco quien se interpusiera en mi camino.

Alex estaba emocionado con la excursión, cambiar de aires y salir de la monotonía estimula el cerebro, y ayuda a desconectar.

El aire que se respiraba era limpio y fresco, a medida que avanzaban, los sonidos de la naturaleza los envolvían, pájaros, el mecer de los árboles y sus ramas, el recorrido de un arroyo, animales reptando, y todo cuanto la naturaleza puede ofrecer, no sólo al oído, también al olfato y la vista.

Cuando llegaron al manantial, se pararon a tomar una muestra, la humedad era palpable, y había mucho musgo al rededor, cuando se acercó para coger el agua resbaló un poco, y tuvo que meter un pie en el agua para no caer de pleno.

Al llegar al nogal, solo pudo percibir el spype, y aprovechando el descanso aprovechó para buscar algunas setas o espárragos, como solía hacer con su padre. Ando un rato por las cercanías y encontró una pareja de parasoles, los cuales tomó con sumo cuidado, como le habían enseñado y los metió en una bolsa. 

Luego regresó con los demás.

Miro a Alen con ganas de dejar que el escarbato se lleve la snitch y que el chico se apañe sólo, pero luego pienso que el escarbato podría sufrir algún tipo de hechizo del niñato y se me quita la idea, al fin y al cabo, sólo está condicionado por su naturaleza picaresca. 

Cálmate y haz que todo el mundo se quede inmovil y callado, la tendrás enseguida de vuelta. Digo a Alen, sin dejar de mirar al pequeño ladrón.

Sigo intentando que el escarbato se acerque enseñándole el galeón de oro. Es monísimo, me recuerda al pequeño Psyduck de una serie que veía en el orfanato, aunque este es oscuro. Vamos acércate pequeñín, te daré este galeón de oro.

En un instante empezaron a producirse numerosos eventos, prácticamente todos a la vez. Por un lado, el joven Thad había seguido a una culebrilla que se había propuesto cazar algo que había detectado... ¿Cazar qué? Pues ni más ni menos que un travieso escarbato de pelaje negro brillante, que se movía raudo a través de la hierba. La criatura mágica se había desplazado entre algunos de los alumnos, que ninguno había sido capaz de detectar al ser realmente esquivo, y tomó por sorpresa la Snitch dorada de Alen, y tras aquello, no contento con su botín, se encaminó hasta el pobre Francis, quién se había quedado atrapado entre dos raíces del imperial nogal milenario, robándole dos galeones. Thad había advertido lo sucedido y avisó a Alen, quién no se había tomado a bien la noticia, pero trató de engatusar al pequeño ladronzuelo, tentándole con un galeón. 

Fue entonces cuando el profesor Rowle y Melker advirtieron la presencia de un extraño entre la maleza, a unos metros, que hasta entonces había permanecido escondido examinando y analizando el grupo. Y al verse descubierto, salió de su posición y se acercó lentamente en dirección al profesor Rowle, sujetando la varita en posición amenazante. Rowle hizo lo mismo, y ambos contendientes empezaron a caminar en círculo, ante la atenta mirada de todos, que no sabían que estaba por ocurrir, incluso algunos sacaron sus varitas dispuestos a intervenir, pero el profesor Rowle levantó su mano libre pidieron calma y buscando concentración.

Cada vez estaban más cerca el uno del otro y todo parecía indicar que el momento de atacarse se acercaba, y así fue. Harold agitó su varita con destreza, a la vez que mencionó.

- ¡Orchideous! Y de su varita logró crear un hermoso ramo de rosas azules que eran realmente bellas y hermosas a la vista. Su adversario calcó sus movimientos a la perfección y expresó el mismo hechizo, con similares resultados. ¿Qué diantres estaban haciendo? Mmmm, ¿Es tu hechizo mejor que el mío? ¡Maldita sea, me alegro de verte Drake! Y se acercó dándole un abrazo a su querido compañero, y al que durante muchos años fue su aprendiz, habiendo ambos viajado alrededor del mundo y compartido experiencias. ¿Que estás haciendo por aquí? ¿No estarás por...? ¡Imposible! ¿Llegaste a las mismas conclusiones? ¡Ver para creer!

El reencuentro había sido muy esperado durante largo tiempo, y el profesor Rowle evidenciaba una radiante sonrisa. Sin embargo, el escarbato de Drake no se había quedado quieto durante la contienda, y aprovechando el momento de distracción de Thad al llegar el inesperado visitante de extraño atuendo, le robó el galeón de entre sus dedos y salió disparado huyendo hacia su dueño, con una sonrisa pícara. 

Precisamente hoy tendrían que venir críos, porque hay niños en el bosque prohibido, bueno al parecer había corrido con mala suerte, una semana esperando para que este evento se propiciará y ahora esto, bueno que más nos quedaba.

Me mantuve a la expectativa observando inmóvil en mi lugar, al parecer nadie me había notado y eso era bueno, esperaba que tampoco notarán mi objetivo, gracias a los lentes pude observar como el grupo de críos se movían por el área.

Algunos de los chicos al parecer recogían muestras, otro seguía a una serpiente, los demás se mantenían  cerca de donde poco interferían y eso era bueno, si seguían así no me causarían líos.

De nueva cuenta enfoque los prismáticos, Hagrid era fácil de reconocer nadie podría confundirlo, el tipo rubio ni de broma se me hacía conocido quizás un nuevo profesor del colegio, el ultimo me saco una sonrisa, ver a mi amigo y mentor Harold Rowle fue algo que regocijo mi corazón, ahora al menos podía entender que hacían ahí, quizás debería avisarle que estaban en una situación complicada, pero esta también podía ser una posibilidad de oro, me pregunto cómo reaccionaría si supieran que están cerca de algo muy poco inusual.

Busque a Xión mi pequeño escorbato, pero al parecer el muy travieso se había escapado, eso significaba una sola cosa, Por Merlín ahora lo veía claro el travieso se dirigía a los chicos esto complicaba la operación, aun así debía mantenerme inmóvil.

Pero todo se fue al demonio cuando Xion empezó hacer de las suyas, por lo que no quedo mas razón que avanzar en dirección del grupo, con todo y traje de camuflaje, a la vista de los chicos debía ser amenazador, pero qué diablos esta broma pintaba muy bien, por parte de Harold seguro me había descubierto, así que varita en mano avance sin titubeos, cuando estuvimos a una distancia prudente ambos lanzamos el mismo hechizo.

-¡Orchideous!-dije con una sonrisa de victoria despojándome de la parte superior del traje – Me temo mi querido Profesor que el mío ha superado al tuyo esta vez, podemos anotar que vamos 30  a tu favor y 29 al mío, creo que ya no es mucha la diferencia- lo estreche muy fuerte entre mis brazos, ya habían pasado 9 años desde la ultima vez que nos vimos.

-El Tio Newt te envía saludos- agregue con una sonrisa perlada – Así que este es tu nuevo grupo de alumnos, vaya me recuerdan a mis primeros años en Hogwarts, mucho gustos pequeños, mi nombre es Theseus Drake Scamander, explorador, aventurero, magizoologo y vago de tiempo parcial un gusto, saben que tienen al mejor profesor de la academia verdad y me refiero a Rowle- bromee con los niños después de todo seguro que en sus jóvenes mentes.

-Claro que llegue a esa conclusión, por Merlín el gran eclipse fue hace poco, el pergamino lo decía claramente y esa vieja bruja también lo predijo, perderme esto ni de broma- continúe mientras el pequeño escorbato llegaba a mis manos.

-Xion delincuente- tome al pequeño animal y recupere de su pelaje todo lo que había robado – me disculpo pequeñines Xion es demasiado travieso y no se resiste a los objetos brillantes, pero aquí estan sus tesoros- le devolví a cada chico lo robado, guardando a Xion en mi bolsillo – les pido humildemente que lo disculpen.

Luego con mi calma habitual me dirigí al resto de los mayores que se encontraban ahí-Hagrid amigo mío este año estas más alto y a ti no te conozco supongo que trabajas en Hogwarts todo un gusto – estreche la mano de aquel mago de cabellos rubios.

Para los chicos debía parecer extraño y poco confiable pero esa era mi forma de actuar, siempre divertida, -Por cierto deberían sentirse dichosos en especial de ver un evento que muchos magos jamas presenciaron en sus vidas, veremos un pastor de árboles, Bowtrukle Arcana Mayoris, algunos magos los creen extintos pero tanto Harold como yo creemos que no es así-  observé detenidamente a cada uno de ellos y luego regresé con Harold – Bien tenemos mucho que ponernos al día, después de esto de esto te invito un buen trago, tenemos tanto de que hablar.

Raven asiente a todo lo que iban diciendo sus compañeros, y se acerca con ellos al profesor, si podía evitar que hubiera una castigo quería intentarlo, pero entonces Ruben se quita la túnica y se la coloca, ella se sorprende y da un saltito, le mira sorprendida y dice:

Gra… gracias, eres muy amable…

Estaba sonrojada por el piropo, ella no se consideraba alguien especialmente guapa, de hecho más bien se consideraba normal y le daba vergüenza que dijeran que lo era. En ese momento el profesor empezó a explicarles algo, ella se coloco en un sitio donde pudiera verle directamente, mientras el profesor hablaba ella le miraba mostrando interés por lo que decía. De hecho le parecía bastante interesante, y para Raven era importante mostrar interés por las cosas que decían las personas, especialmente como en ese caso el profesor lo decía con tanto interés. Cuando termina empiezan a encadenarse una serie de acontecimientos. Un par de discusiones se dan con Alen como centro de ellas, pero lo que sucede después entre Alen y Thad parecía que iba a llegar más lejos, ella se acerca y se coloca al lado de Alen y dice en tono conciliador:

Alen… no te preocupes… te ayudamos a encontrarla… si quieres yo te ayudo ¿vale?... no hace falta pelearse, Thad también ayuda ¿verdad?

Pero en ese momento pasa aquella especie de enfrentamiento entre el profesor y aquel ser extraño, Raven da un par de pasos hacia atrás y observa mientras agarra la varita, lo cierto es que no se esperaba que acudiera a ella en esa situación, sin embargo, parece que todo se soluciona porque el profesor conoce a ese ser.

Ella observa a lo que parece ser la mascota del recién llegado y se sorprende de los conocimientos de Thad sobre la criatura, mientras mira piensa:

Así que a esa especie de topo le gusta el oro…

Entonces aquel hombre les habla y se presenta, ella le observa y dice:

Un placer conocerle señor Theseus Drake Scamander… mi nombre es Raven O´Connor

Dice a modo de saludo y presentación, le habían enseñado que debía presentar a los mayores y sobre todo si ellos se presentaba, cuando hizo que aquel pequeño ser devolviera los objetos, aunque a ella no le habían robado nada dice:

Gracias por devolvernos las cosas

Después mira a Alen y le dice con una sonrisa:

Qué bien… no se había perdido, ¿verdad?

Me acerco al escarbato e intento acariciarle la cabeza, le doy mi galeón de oro, al fin y al cabo se lo había ofrecido antes y jamás había roto mi palabra.

- Toma pequeñín.

Pasando de todo y todos me pongo a jugar con el escarbato si es que quiere. 

Había quedado inmerso en la plática del Prof. Rowle mientras aún estaba casi recostado sobre el gran Nogal mientras la plática avanzaba me sentía emocionado e intentaba tomar buen recuerdo de todo lo que nos decía sin notar que mi pie derecho se hundía entre las raíces donde simplemente pude forcejear inútilmente intentando liberarme -¿Demonio enserio me pasa esto a mi?- mientras intentaba safarme parece que yo no era el único con dificultades cuando algo se me acercó rápidamente y sentí que me había quitado algo estaba confundido llegó algo o alguien no pude fijarme y Thad parecía intentar atrapar al pequeño animal ...Eh ¿alguien podria ayudarme estoy atorado?- mencione con una gran vergüenza.

Sigo la mirada de el chico hacía un escorbato, lentamente levante una de mis manos para que nadie se moviera y la otra la fui llevando hacía mi varita, no pretendía hacerle daño solo hacerle estar quieto el tiempo justo para recuperar mi snitch. En otra ocasión habría sonreído y agradecido a Raven por su proposición de ayudarme a recuperarla pero en esa ocasión simple y llanamente no podía por lo que me limite a asentir.

- Gracias -fue débil casi inaudible, de hecho solo ella y Victoria debido a ser quienes estaban junto a mi podían haberlo escuchado, pero si la cosa ya estaba mal peor se iba a volver con al aparición de alguien que parecía mas árbol que humano, el desconocido tuvo un duelo de flores con Rowle y reclamo el escorbato como suyo, el cual se había alejado con la distracción que su amo había provocado, cuando se acerco a devolverme al snitch casi se la quito de las manos, la apretó fuerte entre mis manos contra mi corazón y la toco con mi frente antes de guardarla nuevamente- Lo siento, padre...

Entonces respire para calmarme nuevamente, me había afectado de sobremanera el perder algo tan preciado para mi, así que ahora tocaba enmendar mi error.

- Si, menos mal no se que haría si la perdiera -dije a Raven con una sonrisa, entonces dirigí la mirada al chico que mande a callar antes, me acerque a el y me detuve a su lado hasta que reparo en mi presencia- Lo siento... -lo solté de forma directa- ...esta snitch es muy valiosa para mi y perderla era algo que me aterraba, me arrepiento de lo que te dije. Mis disculpas -alcé una mano hacía el chico para que me la estrechara como símbolo de paz entre los dos- Creo que no conozco tu nombre... pero tu si el mío, así que ¿como te llamas? -pero antes de poder obtener respuesta del chico, una voz me llamo la atención era el Ravenclaw de antes que tenía la pierna atrapada en las raíces del Nogal- Voy a ayudarlo, luego hablamos -corrí hasta el chico, le sonreía y trate de ayudarle a sacar su pierna tratando de no dañar el árbol

El amigo de Rowle me importaba muy poco, solo sabía que mientras estuviera cerca sería una molestia ya que tendría que mantener una mano en mi bolsillo agarrando mi snitch, como ahora mismo.

Mientras estaba atorado viendo como todo los demás problemas se solucionaban vía a un chico acercarse a mi con una sonrisa -Ese chico... si ya recuerdo su nombre es Alen- pude ver como el chico intentaba ayudarme a sacar mi pie pero el pensamiento de que hiciéramos daño al nogal no me gustaba -Gracias Alen,debemos tener cuidado de no lastimar al pobre nogal eso no me gustaria- mencionaba mientras seguiamos forzando mi liberación.

Miraba con expectación aquel sujeto desconocido que había hecho aparición junto con un escorbato, mamá les tenía cierta antipatía a los pequeños animales por ser propensos a meterse en las casas de los magos y causar líos, pero visto de cerca eran muy lindos.

Lo que no fue lindo fue el sujeto que apareció vestía un traje que lo hacía ver más como maleza andante por un momento pensé que era la criatura que el señor Rowle había presentado, pero se trataba de otra cosa, ya que saco una varita en tono amenazador, por un momento me preparé a lanzar algún conjuro pero nuestro profesor  pidió que no interviniéramos, lo que siguió después me dejo desorientado era un concurso de flores.

Ahora el tipo se  presentaba ante nosotros era un tal Scamander, el nombre se me hacía muy conocido pero no se por qué, pero cuando dijo Newt recordé algo del tío Percival – Eres sobrino de Newton  Artemis Fido Scamander, mi tío conoció al tuyo dije triunfante, soy Daniel Anderson hijo de Katerine Grave mucho gusto- saludé al amigo del profesor Rowle.

-Mucho gusto señorita Raven O´Conor el gusto es mío- conteste el saludo de la jovencita por la bufanda color verde no había error de deducir su casa, el segundo que entablo conversación fue un chico de Gryffindor, al parecer alguno de sus familiares había conocido al Tío Newt, por lo único que pude hacer es darle un sonrisa amable, ya que no conocía los nombres que me decía.

-Me disculpo una vez más por la mala conducta de mi pequeño Xion pero si puedo compensarles en algo- estire la mano y una maleta salió de la espesura y fue directo hacia a mí, un ligero caso del encantamiento invocador muy práctico y más hacerlo de forma no verbal, supongo que los chicos les impresionaría o al menos eso esperaba.

-En compensación les invito unas ranas de chocolate, eso les agrada a los críos ¿cierto?- la verdad es que poco había estado rodeado de niños, prefería el contacto de las criaturas a las personas, salvo el Tio New, Harold y Hagrid mis amigos se podían contar con los dedos de la mano y los pies.

Había algo que debía comentarles pero por el momento olvidaba que era, era algo relacionado al Bowtrukle Arcana Mayoris, pero por ahora solo me concentraba en repartir las ranas de chocolates a los chicos.

Con paso rápido me acerque donde el chico enredado  se encontraba otro chico trataba de ayudarlos, así que busque en entre los pliegues de mi abrigo y saque unas cochinillas para ofrecerlas a los Bowtrukle, después de todo era su árbol y no quería que se molestaran con los chicos.

-Permítanme ayudarlos si lo hacen sin cuidado ocasionarán un ataque de los Bowtrukle, algunos pueden sacarle los ojos si no tienen cuidado con sus árboles- les dije intentando ayudar al chico atrapado.

Mientras hablaba con el Profesor Rowle y este le daba un buen consejo, Kayla Silver se acercó junto con un pequeño grupo de estudiantes a disculparse. Durante unos segundos, el Profesor Westerberg se quedó mirando a la joven Silver fijamente sin decir ni una palabra, evaluando la situación y pensando cuál sería la mejor forma de proceder. Tenía muy claro que no le iba a gritar, ya que no era el lugar adecuado y tampoco creía que fuera a valer para nada, ya que la última vez que gritó a los alumnos no consiguió absolutamente nada, y volver a castigarla tampoco tendría mucho sentido puesto que veía a la joven realmente arrepentida, así que intentaría ser comprensivo, como bien le había aconsejado el Profesor Rowle. -Acepto sus disculpas señorita Silver, y espero que pueda aceptar las mías si hice que se sintiera mal en mi clase. Quería saber en privado qué pasó exactamente entre usted y el joven Castle, y aún quiero saberlo. Me gustaría hablar con ustedes dos para saber qué pasó para que le lanzara un Rictusempra y si había testigos, también querría hablar con ellos, así que la reunión sigue en pie para mañana por la tarde, ¿Vale? Esperaba que al pedir que fueran los testigos a la reunión, no sintieran tanto miedo de lo que pudiera pasar -Y otra cosa más, no vuelva a desobedecer de esa forma a ningún Profesor. Iba a añadir algún chiste para rebajar la tensión, pero quizá era mejor dejarlo así para que le tomara en serio y no tuviera problemas en el futuro con otros profesores. 

Nada más acabar de hablar con Kayla, el Profesor Rowle volvió a dar otra de sus lecciones y Melker atendió curioso y fascinado. Nunca había visto extraer madera de un árbol para fabricar varitas y cuando lo hizo el Pofesor Rowle, Melker se quedó maravillado por la belleza de la escena. Acto seguido, el momento se puso un poco más tenso y cuando los dos Profesores advirtieron la presencia del extraño entre la maleza, Melker sacó su varita listo por si intentaba hacer algo contra ellos. El desconocido se fué directo contra el Profesor Rowle, y Melker les dejó espacio entendiendo que el duelo sería entre ellos, pero siempre con la varita preparada para desarmarlo por si cambiaba de objetivo. 

Al final resultó que el desconocido era en realidad un amigo del Profesor Rowle y de Hagrid y el duelo era algo que ambos solían realizar cuando se veían. Más relajado, Melker guardó su varita y estrechó la mano del recién llegado cuando este se la ofreció -Encantado, soy Melker Westerberg, Profesor de defensa contra las artes oscuras.