Partida Rol por web

La nueva era de Hogwarts

Sombrero seleccionador

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18/08/2018, 18:13
Sombrero Seleccionador

Los bancos del gran comedor estaban repletos de alumnos, entre sus pasillos de pie en fila alumnos nuevos deseosos de saber cual sería su casa a partir del nuevo curso, entre ellos os encontráis vosotros. Un sombrero es colocado en un pequeño taburete, son sorpresa podéis ver como el sombrero comienza a hablar, o más bien a cantar:

Oh, podrás pensar que no soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves.
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
Un sombrero más inteligente que yo.
Puedes tener bombines negros,
Sombreros altos y elegantes.
Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts
Y puedo superar a todos.
No hay nada escondido en tu cabeza
Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.
Así que pruébame y te diré
Dónde debes estar.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Su osadía, temple y caballerosidad
Ponen aparte a los de Gryffindor.
Puedes pertenecer a Hufflepuff,
Donde son justos y leales.
Esos perseverantes Hufflepuff
De verdad no temen el trabajo pesado.
O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,
Si tienes una mente dispuesta,
Porque los de inteligencia y erudición
Siempre encontrarán allí a sus semejantes.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.
¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!
¡Y no recibirás una bofetada!
Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).
Porque soy el Sombrero Pensante

Uno a uno comienza a llamaros

Notas de juego

Tirad 1d6, según el dado seréis elegido:

  1. Gryffindor
  2. Ravenclaw
  3. Hufflepuff
  4. Slytherin
  5. La casa que menos alumnos tenga
  6. La casa que quieras
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31/08/2018, 19:58
S1-Altair Edevane

Tirando casa... bueno, la que menos tenga. Así será más especial :P

- Tiradas (1)

Notas de juego

Rolea el como entras, la elección de casa, etc. Como eres la primera, puedes elegir la casa que quieras

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31/08/2018, 20:41
S1-Altair Edevane

El paseo en la barca había sido de lo más emocionante. ¡Nunca había vivido tantas aventuras en tan poco tiempo! Pero ahora tocaba entrar en ese castillo tan extraño y al hacerlo, me sentí completamente perdida.

Miré a mi alrededor y casi todos temblábamos de pies a cabeza, y no era por el agua o el frío, sino por lo que nos esperaba. Estaba tan nerviosa que me dolía el estómago.

En el vestíbulo nos recibió una mujer con aspecto duro y gesto muy serio, que nos pidió (o más bien nos ordenó) que la siguiéramos, y nos condujo a través del enorme lugar hasta llegar a una pequeña habitación. Cuando todos hubimos entrado, se dio la vuelta.

-Bienvenidos a Hogwarts. Soy la Profesora Minerva McGonagall. Dentro de poco entraréis en el Gran Comedor, en donde se celebrará el banquete que da comienzo al año escolar, pero antes de eso deberéis ser seleccionados para vuestras casas. Las casas serán como vuestra familia, así que es una ceremonia muy importante. Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.

No estaba acostumbrada a aquellos nombres tan sonoros y bonitos, así que estaba maravillada con todo aquello. La profesora continuó hablando, pero yo perdí el hilo de lo que decía hasta que finalmente, nos dijo que nos colocáramos en fila y entramos uno tras otro.

El gran comedor era mucho más que eso. Era enoooorme. Todos caminamos mirando hacia arriba, el techo, porque sencillamente no había ninguno, y también a nuestro alrededor. Había cuatro mesas y todas ellas estaban llenas de alumnos que no dejaban de observarnos.

Yo agaché la cabeza y continué andando hasta que por fin, la profesora ordenó que nos detuviéramos. Estuve a punto de caerme al tropezar con la chica que tenía delante.

Para redondear las maravillas de aquel lugar, un viejo y roído sombrero que estaba situado sobre un taburete, comenzó a hablar, diciendo algo sobre las cuatro casas y lo importantes que eran todas ellas.

La profesora McGonagall volvió a hablar una vez terminó la canción.

Cuando yo os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen.

Quedó claro que había que probárselo para saber a qué casa pertenecías. Era muy curioso y maravilloso. Pero también acababa de volver a ponerme sumamente nerviosa.

La profesora fue entonces llamándonos uno por uno, y uno por uno fueron cogiendo el sombrero, sentándose y probándoselo. A veces el sombrero decía rápidamente el nombre de la casa, Gryffindor", o... "Hufflepuff", y otras veces en cambio, tardaba una eternidad en decidirse.

"Edevane, Altair"

 Mi nombre sonó como si procediese de la lejanía y me costó una barbaridad dar el primer paso.

Pero lo dí. Salí de la fila, con la cabeza agachada y mirando al suelo; llegué hasta donde se encontraba el sombrero, me senté  y me lo coloqué.

Entonces, el sombrero empezó a hablar en mi oreja. Sin duda, yo debía ser uno de esos con los que tardaban mucho en decidirse.

Mmmmm. Vaya, parece que tienes muchas ganas de demostrar lo que vales, y tu sangre no deja mucho lugar a dudas, pero también eres valiente y leal, así que... sí, sí. Sin duda alguna, serás una bruja que cambie el curso de...

"SLYTHERIN"

Una de las mesas irrumpió en una gran cantidad de aplausos. Yo estaba confusa y estuve a punto de llevarme el sombrero conmigo, si no llega a ser porque la profesora fue más rápida y me lo quitó nada más bajarme del asiento.

Cuando  llegué a la mesa de mi nueva casa y recibí las muestras de alegría de los que serían mis nuevos compañeros, recordé las palabras del sombrero: sería una bruja que cambiaría el curso de Slytherin.

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01/09/2018, 00:38

A duras penas el joven consiguió llegar al tren. Una padre muggle y un joven mago que nunca había estado en King’s Cross poco podían hacer. Lo justo tuvieron el tiempo necesario para un abrazo y pocas palabras. El niño no quería irse y el padre, aunque lo ocultase con todas fuerzas, tampoco quería alejarse de otro familiar. La situación era demasiado extraña como para preocuparse en llorar. Permaneció la mitad del trayecto solo y la otra mitad con niños a los que ni siquiera se habían molestado en fijarse y mucho menos en darle la palabra.

Cuando vio el majestuoso castillo alzarse entre la neblina que provocaba el lago que iban cruzando en barca, en vez de sorprenderse y quedarse anonadados como el resto de alumnos de primer año, el pobre chico solo pensaba en cuándo podría volver a ver a sus padres.

Para cuando se quiso dar cuenta, se encontraba en el Gran Comedor y todos le estaban mirando fijamente en un gran silencio.

-Xabier Baztán, por favor - Repitió la profesora Mcgonagall en una mezcla de enfado y cariño.

Intentando leer la situación, supo que tenía que ir a sentarse como había ocurrido con la chica anterior que había sido seleccionado en Slytherin. Le recordaba por haber estado en la misma barcaza. Le había saludado y le había dedicado una sonrisa, la una cosa buena que le había pasado en el día.

Durante el primer minuto, se figuró que le iban a dejar en una de las casas como habían hecho con Altair.  Durante el siguiente minuto, pensó que lo mejor sería que le dejara en la misma casa. Tras haber pasado casi cinco minutos, el niño solo quería que le eligiera en una casa de una maldita vez.

- Detecto miedo… Sí, miedo y tristeza. En Hufflepuff te cuidarán bien pero estar en Gryffindor te fortalecería el caracter- Decía el sombrero tomandose su tiempo. - Díficil elección. Tu madre fue una Ravenclaw ¿Y tu abuelo? Ah, si. Grandes avances obtuvimos de tu abuelo, acabar en Slytherin te vendría bien. ¿Estás seguro de que quieres Slytherin? - El pobre chico, a esas alturas, ya no sabía ni que pensar. Tardó otros dos minutos en hacer tu elección.  -Esas indecisiones no te llevaran por buen camino, si te quedas parado, el barco irá a la deriva y te quedarás sin agua ni alimento- Dijo enigmaticamente. - He tomado mi decisión - Cuando el sombrero seleccionador anunció que iba a hacer un veredicto, todos los alumnos y algún profesor hambriento suspiraron de alivio. -

-Tienes que estar en… ¡GRYFFINDOR! - Gritó el Sombrero Seleccionador.

Cuando anunció su casa, al contrario que con la primera chica, ni los de su propia casa aplaudieron. El único afecto dedicado a Xabier fue un mísero tosido fruto de una casualidad y una camisa con un botón sin abrochar. Se había convertido en un Hatstall: Un apestado. La única cosa que le salvó de romper a llorar, fue ver que tenía a Altair delante y la que pudo devolver el saludo sin no mucha energía.

 
- Tiradas (1)

Notas de juego

Slytherin imagino que ya no puedo escoger por tener mas seguidores. Me pongo a escribir ahora.

No, puedes elegir entre las otras tres casas


Edito: ¡Hola a todos y a todas! No se hasta que punto estais dispuestos a leeros mi tostón (Comprensible). Así que os lo resumo: Soy un Hatstall, lo que significa que podéis burlaros de mi o compadeceros y tratadme como un perrito invalido.

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01/09/2018, 01:57

Durante todo el trayecto a través del lago, Liam cerró los ojos. Aquel viejo truco que le había enseñado su madre le había evitado más de un ataque de pánico, incluso aquella vez que casi resbaló en el muelle. Sin embargo, cerrar los oídos era algo bastante más complicado, porque si se soltaba del borde nada evitaría que un arreón le mandara al fondo del lago. Si, al fondo, se hundiría como una piedra. Es lo que tiene no tener ni pajolera idea de nadar.

Por fortuna no tardó mucho en desembarcar, pudiendo abrir por fin los ojos y recibir de lleno la iluminada imagen del que sería su hogar durante los próximos años. El castillo de Hogwarts le recibía, al igual que a muchos otros alumnos de 1º que conversaban animosamente en su ascenso hacia las puertas. Por un instante Liam miró atrás, sumamanete aliviado al haber dejado atrás el agua. Una sonrisa se dibujó en su cara, conocedor de las grandes aventuras que le esperaban. ¡Qué ganas de subir en la Gran Escalera! Su padre ya le había hablado de ella, y de cómo casi deja caer por error un caldero desde la 5ª planta. ¿Aún estará la marca en el suelo?

La puerta principal dió a un recibidor sumamente amplio, dónde todos los recién llegados se congregaban a la espera de nuevas instrucciones. Allí, una señora que se presentó como Profesora Minerva McBonagal (o algo similar) les dió paso al Gran Comedor, lugar dónde se cimentaría su paso por la escuela. Liam abrió los ojos como platos al ver la dimensión de la estancia, soltando una expresión de asombro. El chico no estaba a acostumbrado a ver edificios más altos que la pequeña abadía de Waterfoot, por lo que las medidas de la sala de salían de cualquier referencia que el bueno de Liam pudiese tener. ¿Cómo rayos habían puesto esas piedras en el techo? ¿No se caerían? Despreocupado, se sentó junto a otros alumnos de primero, los cuales observaban interrogantes a su alrededor algo cohibidos por la ceremonia. Pero Liam tenía el arma perfecta para relajar la tensión.

- Ey, ¿Sabeis cuántos irlandeses hacen falta para cambiar una bombilla...?

- Windstring, Liam. Es tu turno, acércate. - Llamó la Profesora McGolagon, cortando de raíz cualquier posibilidad de acabar el chiste.

Liam se levantó poniéndose recto como una estaca, casi de forma cómica. Quizá se estaba tomando demasiado al pie de la letra las indicaciones de su madre de "no meter la pata". Con zancadas largas y paso casi militar llegó a la altura del taburete junto a McGanogol. Entre una ligera risotada de los alumnos de primero más cercanos a la escena, Liam se sentó con media sonrisa sin saber muy bien que hacer. Fue entonces cuando sintió cómo un sombrero le era colocado en la cabeza, haciéndole casi soltar un grito cuando comenzó a hablarle.

- Ah... un Windstring. Aún recuerdo a tu madre, gran estudiante... si... aunque de Conelly no puedo decir lo mismo. Veo que no eres mucho de libros, pero no te preocupes, seguro que te acabarán gustando en tu estancia en... ¡RAVENCLAW!

Los vitores de una de las bancas fueron la señal perfecta para que Liam supiera que tenía que hacer a continuación. Aún con la sonrisa en la cara, bajó de su asiento y se dirigió corriendo hacia la banca de Ravenclaw, no sin antes pararse junto al sitio que había estado ocupando antes de ser llamado.

- ¡Dos, uno para sujetar la bombilla y otro para que beba hasta que la habitación comience a dar vueltas!

Partiendose de risa él solo, acabó sentado en un hueco entre varios alumnos de 2º y 3º de Ravenclaw, chocando los cinco con sus nuevos compañeros. El pobre Liam aún no sabía la cantidad de libros que se le venían encima.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdonad por el chiste xD

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01/09/2018, 09:30

El viaje para Giles iba a ser una gran aventura y más aún sabiendo que estaba fuera del protocolo que tenía que seguir al estar en la familia. Sería libre siempre y cuando no le pillaran por lo que tendría que asegurarse de hacer las cosas con cuidado y evitando meterse en problemas para que así sus padres no le echaran la bronca. Cuando llegó al tren fue todo emoción, se despidió de sus padres y se subió encantado al primer habitáculo que encontró y en ese momento se dio cuenta que no iba a verlos en mucho tiempo y se le hizo un nudo en el estómago. Les iba a echar mucho de menos y estar lejos de casa era algo que le empezó a dar algo de miedo, pero se obligaba a pensar que habría más alumnos de primero como él.

En el tren lo pasó tranquilo, mirando por la ventana para ver el paisaje e intentando hacer migas con algunos de los que parecían ser de primer año como él; pero cuando llegaron a su destino y vio el castillo no pudo evitar quedarse con la boca abierta. El viaje en barca fue algo original, atravesando ese lago para luego acceder por unas escaleras al interior y encontrarse con una mujer que tenía pinta de ser la disciplina personificada y algo le dijo que si hacía una trastada sería su castigo que el que le pusieran sus padres. Estaba atontado cuando se pusieron en movimiento hacia el interior y entró a contrapie y tuvo que luchar por no tropezarse ni chocar con nadie.

El sombrero empezó a cantar, pero Giles no le prestó mucha atención a su canción mientras miraba a todo su alrededor. Cuando empezó la selección, Giles estaba como un flan de nervioso pero gracias a esa chica elegida para Slytherin que se llevó el sombrero puesto unos pasos pudo relajarse, al fin y al cabo no era el único así de nervioso.

Redwood, Giles -le mencionaron antes de estar preparado e inspiró profundamente para caminar hasta el asiento y sentarse.

Vaya, otro Redwood; pero este de la rama principal de la familia -el joven dio un pequeño respingo al escuchar esa voz- aun recuerdo a tu padre, un gran alumno de Slytherin, pero tu madre estuvo en Hufflepuff. Sí, la recuerdo bien, era muy buena en algunas asignaturas; y tus tíos estuvieron en Gryffindorf. ¿Te debería de poner en Ravenclaw para añadir esa casa a tu familia ya? No, se te ve con ganas de probarte y de trabajar duro, quieres demostrar que eres algo más que un apellido antiguo y solo hay una casa en la que tendrás que trabajar duro.

-¡HUFFLEPUFF! -gritó el sombrero en ese momento y Giles sonrió. Su madre le había hablado maravillas de esa casa y, lo mejor, es que nadie solía esperarse nada de ellos. 

El joven sonrió y se encaminó hacia la mesa que aplaudía y se sentó en el primer hueco que vio, saludando a los alumnos de otros años cercanos a él.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hasta la noche de hoy o de mañana no podré poner un post/descripción bien, pero voy dejando la casa tirada...

¡TOMA YA! ¡LA QUE MENOS TIENE! ¡Y ES HUFFLEPUFF!

¡ABRAN PASO A UN TEJÓN INQUIETO!

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01/09/2018, 09:45

En el tren no hable con nadie ya que prefería dedicarme a leer algunos de los libros extra de lectura que la tía Hortensia me había regalado, ella siempre decía que el conocimiento era infinito y necesario para la magia así que los libros habían sido mis compañeros durante el viaje, al poco rato un alumno de curso superior me comunico que debía de ponerme el uniforme pues estábamos llegando al castillo.

Me dirigí al baño para cambiarme y colocarme el pelo un poco mejor para estar presentables.

Ya fuera del tren, en la estación de Hogsmeade comentaron que los de primero atravesaríamos el lago en unas barquitas bastante estrechas.

Un gran hombre robusto nos convoco para que le acompañáramos y era cierto, nos colocaron en grupos de 4 en cada bote para atravesar el expendido y extenso lago que había a los pies del castillo que estaba increíblemente precioso iluminado y esplendido.

Al llegar a la entrada se nos dijo que subiéramos unas escaleras de piedra hasta el vestíbulo y allí una señora entrada en bastantes años que vestía una túnica y un sombrero picudo de bruja nos paro para explicarlos ciertas cosas.

-Bienvenidos a Hogwarts. Soy la Profesora Minerva McGonagall. Dentro de poco entraréis en el Gran Comedor, en donde se celebrará el banquete que da comienzo al año escolar, pero antes de eso deberéis ser seleccionados para vuestras casas. Las casas serán como vuestra familia, así que es una ceremonia muy importante. Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.-

Parecía que todo era parte de una celebración por lo que me alegre de ser partícipe de algo celebre por una vez en mi vida, a continuación seguimos a la profesora hasta unas puertas dobles que se abrieron y vi una grandiosa estancia, mire al techo, era increíble, se podía ver el cielo estrellado de fuera que era tan claro y precioso que me hizo soltar una sonrisa.

Mire a mi alrededor y vi que pasábamos por un pasillo dividido por 4 mesas largas donde habían muchísimos alumnos de distintos años, de repente la profesora nos hizo parar en seco, ¿habíamos llegado al final de la estancia? No, solo estaba explicando algo. Mire hacia delante, la profesora estaba mirando hacia nosotros y a su lado tenía una silla alta con un sombrero viejo y ajado encima. Justo detrás había otra mesa larga donde se sentaban un grupo de adultos.

-Cuando yo os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen.- dijo la profesora McGonagall.

Llamaron a un par de alumnos antes que a mí y después escuche en alto:

-¡Lenia Flowater!- de la boca de la profesora.

En el primer momento apreté mi libro contra mi pecho y no te como los ojos de la mujer se posaban en mi por lo que empecé a moverme hacia el sombrero.

Me senté y la profesora coloco el sombrero sobre mi cabeza, entonces mi corazón dio un vuelto cuando el mismo empezó hablar:

-¿Flo-que? Menudo nombre, recuerdo a tu padre y a tu abuelo, está muy claro que vas a ir a la misma casa que ellos-

Entonces recordé que papa y el abuelo fueron a Slytherin, no había oído muy buenas críticas de esa casa por lo que los pensamientos calaron en mi rápidamente aunque ni papa ni el abuelo fueron malos, lucharon contra el que no debe ser nombrado, me dije pensativa.

-¿Qué ocurre? ¿No te gusta mi decisión? Bueno también estaba tu abuela, una gran bruja sí. Veo que te pareces mucho a ella por lo que igual puedo rectificar…seria más agradable que vayas a RAVENCLAW-

Sonreí de oreja a oreja cuando el sombrero pronuncio el nombre de la casa de los más inteligentes, el nombre de la casa de las águilas, la casa del que sus colores eran azul oscuro y negro.

-gracias-dije antes de bajarme de la silla para correr hacia la mesa que ya vitoreaba contenta de tener otro miembro.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pues nada master, me a tocado la casa que mas odio....ya me lo temía.

Gasto punto de coraje y....pues elijo xD

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01/09/2018, 09:59

Por fin, por fin, pooooor fiiiiiiiiiiin.

Cuando detuvieron a todos los niños y niñas de primer año al pie de la gigantesca escalera de mármol Yvaine imitó a los otros niños pero su movimiento cambió a estar constantemente cambiando el peso de pie mientras miraba hacia los cuadros donde gente pomposa, magos y brujas mucho más antiguos que su pastelería (bueno, quizá no tan antiguos), se apelotonaba y saludaba a los nerviosos alumnos.

Todo aquello era incluso más impactante de lo que le habían contado sus padres. Pensar en ellos le puso un poco triste, incluso casi había llorado al subirse al tren. En sus 11 años de vida era la vez que más lejos y más tiempo estaría de su familia así que tendría que ser muy minuciosa con sus cartas para contarles todo: cómo jugó a los naipes explosivos con unos niños de segundo que se metieron en el vagón; omitiría el dolor de tripa por el atracón de chuches; les diría que no vio al famoso calamar gigante (y eso que lo llamó y se encaramó por el borde del bote sobre la oscura y lisa superficie del lago pero nada, debía de ser tímido) pero ya tenía nombre para él y le daría de comer parte de lo que sus padres le mandaran del negocio familiar y les contaría también a qué casa iba a ir.

¿Y si no me cogen para ninguna de las suyas?, su madre y toda su familia materna había estudiado en Slytherin y su padre era Ravenclaw aunque casi el clan McCalish al completo había acabado con sus posaderas en Hufflepuff. ¡Y no había renegado de su padre! Seguro que no pasaba nada si no le tocaba en una de las casas de sus padres pero por dentro le dolía la tripa.

Cuando las puertas del Gran Comedor se abrieron y dieron paso a los niños de primero Yvaine sintió que millones de ojos (aunque no había tantos) se clavaban en los niños así que para evitar tropezar (que lo hizo y pisó el talón de un niño que iba por delante de ella) miró hacia las velas que flotaban sobre sus cabezas y una exclamación abierta se escapó de su boca cuando vio el cielo nocturno atrapado en el techo.

-¡Qué paaaasada!

Sacaron al famoso sombrero, una prenda andrajosa y parlanchina que se puso a canturrear provocando que a la niña le diese por reír por lo bajo imaginando la de sustos que daría ella a otros si fuese un sombrero mágico que hablaba aunque las risas le duraron poco: comenzaron a llamar a los niños por sus apellidos ¡y ella se llamaba McCalish! Tardaría como mil años en llegar a ella.

Pero dos mil menos que si llamaran por el nombre.

-McCalish, Yvaine.

-¡YO!-levantó la mano y tan rápido como la subió la bajó poniéndose colorada con una sonrisa arropada por las risas de otros alumnos más mayores, ¡estaba tan nerviosa!. Se adelantó en la fila para llegar hasta el sombrero y se rascó la cabeza dedicando un encogimiento de hombros al profesorado a modo de disculpa, entonces se subió al taburete (poniéndose de puntillas sobre un pie para plantar un muslo y de ahí impulsarse hacia arriba hasta sentarse por completo) y se quedó en silencio con la mitad superior de la cara oculta bajo el sombrero. De lo que este le dijo nada se supo porque quedó entre él e Yvaine pero apenas había llegado al tercer pendulamiento de pies sobre el vacío cuando el accesorio parlante proclamó:

-¡SLYTHERIN!

La oscuridad del interior del sombrero desapareció para devolver a la niña a la luz cálida del Gran Comedor mientras la mesa de su casa aplaudía recibiéndola, llamándola para que se reuniese con ellos. Se escurrió del taburete agarrándose al borde con las manos hasta pisar el suelo y dejó el sombrero donde había estado sentada para correr con pequeños saltitos hacia la mesa de Slytherin.

-¡Hola!-se sentó junto a una de las primeras niñas que habían sido llamadas en la lista-Yvy-le tendió la mano despreocupadamente aunque una parte de ella estaba tan aterrada como nerviosa.

- Tiradas (1)
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01/09/2018, 11:14
S1-Altair Edevane

No fui la última. Detrás de mí, McCalish, Yvaine, también entró en Slytherin. Además, se sentó justo a mi lado y se presentó.

-¡Hola! Yvy

-En-cantada, yo soy... Altair. El sombrero no se lo pensó tanto contigo como conmigo -le dije, esperando saber más de todo, porque allí yo me sentía como la única que no entendía nada. 

Notas de juego

Máster, he modificado el texto para quitar a Lenia la desertora XD

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01/09/2018, 12:20

Karina no se sentía igual que la mayoría de sus compañeros: abandonar a su familia, aunque se llevaran bien, no sería mayor problema porque vivían en Hogsmeade, a cinco minutos a pie. No obstante, sí compartía la fascinación por aquel castillo del que tantísimo había oído hablar de sus padres y la mayoría de sus abuelos. 

¿Cómo es posible que no hayan puesto techo? En invierno nos vamos a morir de frío. 

Estas y otras preguntas llegaban a su cabeza hasta que fue llamada. Hogwarts tiene capacidad para mil alumnos, por lo que unos 142 serían novatos como ella. Tardó más de una hora en oír su nombre de boca de la profesora McGonagall. De pie, en el pasillo. Si no se tomara la ceremonia en serio, ya la habría liado parda. 

Ah, sí, una chica astuta. Veo que has perdido muchos amigos, y eso te ha reforzado el carácter. Sabes lo que es importante en tu vida. No hay duda, lo mejor sera que estés en... SLYTHERIN!

Karina no pudo evitar algo de decepción. Ella no era una de esas seguidoras del que no debe ser nombrado, ¿Por qué en su misma casa? No sería hasta semanas después que descubriera que esa era la mejor decisión posible, ya que los demás eran... muy parecidos a ella. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Slytherin lo peta hoy XD

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01/09/2018, 21:03

Un señor bastante simpático, que al parecer había trabajado con papá, vino a recogerme a casa un tiempo antes de tener que irme al colegio. Me llevó a un sitio increíble, donde dijo que haríamos todas las compras que necesitara para las clases. El hombre fue amable conmigo y me ayudó a elegir todo lo que me hacía falta. Cuando nos despedimos, me dijo que le había dado instrucciones a mamá sobre lo que debíamos hacer el primer día de colegio, me estrechó la mano y se marchó deseándome suerte.

Pasé los días antes de irme al colegio con un nudo en el estómago. No tenía ganas de ir a esta escuela, me conformaba con mi colegio normal y corriente. Mamá siempre se ponía triste cuando hablábamos de las cosas de papá, pero esta vez me convenció de que ir a este colegio me cambiaría la vida. Me dijo que este era "el regalo especial" que me hizo papá.

Cuando llegó el día fui con mamá a la estación de King's Cross. Había gente por todos lados, muchos de ellos empujando carritos con maletas. Algunos llevaban búhos y lechuzas enjaulados, y supuse que serían niños que iban al que iba a ser mi colegio. Despedirme de mamá fue lo más difícil, pero me dijo que al parecer iba a ir en tren. "Siempre te lo pasas bien cuando vamos en tren, ¿verdad?" - me dijo mientras me daba un fuerte abrazo.

Y era verdad, en el tren me senté en los últimos vagones y me dediqué a mirar por la ventana los bonitos paisajes que iban desapareciendo tras de mí. Pasamos cerca de bosques y lagos, y creo que en algunos momentos me quedé dormido unos minutos. De vez en cuando algún niño emocionado pasaba por el vagón buscando a sus amigos, pero ninguno se sentó en el vagón. Tras bajarnos del tren vino un hombre grandísimo y con una barba muy larga y nos dijo que nos montaríamos en unas barcas para cruzar el lago. Me mareé un poco en la barca, así que me alegré cuando pisamos tierra. Pensé que había llegado al castillo más grande en que había estado en mi vida, y luego pensé que ese era el primer castillo en el que había estado en mi vida.

Nos llevaron a un enorme comedor con cuatro mesas. Por las historias que me habían contado sabía que cada mesa pertenecía a una casa, y que a los de primero nos iban a repartir por ellas. Una profesora bastante mayor, que parecía muy seria pero a la vez amable, se encargaba de nombrarnos y un sombrero parlante (era bastante gracioso, con sus cancioncillas) decidía en qué mesa nos sentábamos. Estaba muy asustado, porque no quería ir al centro de la habitación, donde todos mirarían mientras eligen a qué casa voy. Muchos niños estaban impacientes por conocer a sus nuevos compañeros, pero yo solo quería que me nombraran para acabar cuanto antes. ¿Qué digo? Que no me nombre, que no me nombre...

- ¡EDWARD HENRY ADLEY!

Cuando dijo mi nombre el cuerpo entero me empezó a temblar. Me llevé un susto como el que te llevas cuando estás profundamente dormido y te despierta un ruido de repente. Me abrí paso a través del los alumnos de primero que quedábamos sin seleccionar. Conforme avanzaba sentía los ojos de todo el comedor sobre mi nuca. Empecé a pensar en cualquier cosa para intentar calmarme. Espera, ¡si no hay techo! Mejor mira por dónde pisas, no vaya a ser que te caigas el primer día frente a todo el colegio...

Cuando quise darme cuenta estaba sentado frente a las cuatro mesas con un sombrero casi más grande que yo en la cabeza. Estaba un poco asustado, pero el sombrero me tranquilizó.

Tranquilo chico, no voy a morderte. ¡Ni siquiera tengo dientes! - dijo con un susurro en mi oído antes de empezar a hablar en voz alta. ¡Vamos a ver lo que tenemos aquí! - Cada segundo se me hacía eterno, pero por suerte el sombrero me tapaba la visión de todas esas personas que me miraban. - Hmmmm... podría mandarte allí y te tratarían genial, pero creo que vas a desarrollar todo tu potencial si vas a ¡RAVENCLAW!

Los alumnos de una de las mesas se levantaron aplaudiendo. Cuando me quité el sombrero casi me tropiezo de lo tenso que estaba. Algo más calmado por ver a tanta gente animarme a pesar de no haber hecho nada, me acerqué a la mesa de los Ravenclaw. Algunos de ellos me estrecharon la mano o me dieron palmadas en el hombro hasta que me hicieron un hueco en un asiento junto a otro niño de primero. Creía recordar que el chico estaba haciendo chistes antes de su selección. Había llegado otro de los momentos difíciles. Haciendo de tripas corazón y casi atragantándome en el proceso comienzo a hablar.

Ho-Hola. - dije mientras extendía la mano al chico. - Me llamo Edward, Edward Adley. Estaba lejos de ti en el grupo, ¿qué decías de unos irlandeses?

- Tiradas (1)
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01/09/2018, 21:53
R1-Francis Lestrange

Ya era momento por fin podría estar en un lugar donde seria libre,era un gran castillo que resaltaba a la vista había montones de esculturas en la entrada,ahí llego Minerva McGonagall que nos miro seriamente y con una medio sonrisa que nos recibió y llevo a un gran salón con una gran cantidad de comida y llena de personas,ahí estaba el techo mágico del que había oído tanto un techo que permitía ver las mismas estrellas.

La mujer que nos guió antes estaba llamando a todos para nada mas y menos que unirnos a una casa,veía como subían y bajaban una y otra ves, aquel sombrero parlante los enviaba a una casa diferente.

Entonces la profesora Minerva McGonagall por fin me llamo:Francis Lestrange.

Me levante en dirección hacia el sombrero pero mientras lo hacia,todo el mundo a mi alrededor no dejaba de susurrar acerca de mi apellido,finalmente llegue y el sombrero fue colocado sobre mi cabeza y empezaba a hablar.

-Ya veo ,vienes de una larga descendencia de Slytherin como tu madre debería mandarte allá.solo esperaba que decidiera pronto, pero no te importa tu descendencia verdad lo que quieres es ser libre y mostrar que tu eres quien elige su propio camino,tu lo que quieres es volar libremente ¿Que haré,que haré.? -RAVENCLAW.

Baje y me dirigí ami nueva casa mientras que cuando alguien iba aplaudían y ovacionaban, en mi caso mientras me acercaba ellos no sabían como reaccionar parecía que incluso los asustaba,decidí solo sentarme y mantener mirada fija a ver quien seguía.

- Tiradas (1)
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01/09/2018, 23:01

Cuando Dougal llegó a las barcas, luego del más alucinante viaje en tren que había vivido, se sentía extrañamente seguro. No estaba acostumbrado a la sensación, el había vivido toda su vida con miedo. Sin embargo, la visión del magnífico y sólido castillo le infundía el convencimiento de que su padre no lo podría alcanzar jamás allí. No podría, ¿cierto?

La mujer que los recibió al llegar era fría y severa, pero veía un fondo de amabilidad en ella. Como las viejas islas del norte de Escocia, frías y duras, pero generosas con quienes las respetan. El gran salón le pareció una maravilla, que superaba con creces el viaje en tren, y luego llegó el momento de ser seleccionado.

Sus temores hicieron presa de su estómago, estrujándoselo hasta convertirlo en una piedra. Dougal sabía lo que pasaría cuando se pusiera aquel feo sombrero parlante, se reiría de él, tanto que hasta se le caería de la cabeza. Y luego lo enviarían a casa.

Caminó como un condenado yendo hacia el cadalso, y se sentó en el taburete. El salón se oscureció bajo el sucio fieltro.

—¿Que tenemos aquí? —dijo una voz dentro de su cabeza —. Un norteño. ¿El hijo de Kirk Kenneth? ¡No! Pero llevas su sangre.

Dougal se sobresaltó al escuchar el nombre de su tío.

—¡Ah! Su sobrino. El bueno de Kirk, pocas veces hice una elección tan certera como cuando lo envié a Gryffindor. Veo que has demostrado valor al venir aquí, huyendo de tu casa. Tal vez sigas los pasos de tu tío, y hagas un buen papel en...

—¡GRYFFINDOR! —gritó el sombrero ante toda la sala.

Dougal se quitó el sombrero, azorado por la revelación de que su tío había estado en aquel castillo. Perdido en sus elucubraciones, recibió casi sin darse cuenta los efusivos saludos de sus nuevos compañeros.

El tío Kirk, ¿un mago?

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01/09/2018, 23:20

Una, dos, tres veces más. La mesa de Ravenclaw se encendía con vítores a cada nuevo miembro seleccionado. El único problema residía en que el pobre Liam, poca cosa en comparación con sus nuevos compañeros, apenas veía quienes eran sus nuevos compañeros de 1º. Pronto pudo ver cómo una chica y más chicos más se incorporaban a la mesa. Uno de ellos, casualmente a su propio lado.

 Ho-Hola. Me llamo Edward, Edward Adley. Estaba lejos de ti en el grupo, ¿qué decías de unos irlandeses?

Liam respondió con una gran sonrisa y un fuerte apretón de manos que zarandeó el brazo de Edward arriba y abajo. Parecía que sus compañeros tenían que empezar a acostumbrarse a su efusividad.

- ¡Hola Edward! Yo soy Liam, Liam Windstring. ¿No has oído nunca chistes de irlandeses? - Pregunto, claramente sorprendido; ¿cómo alguien no podía conocer chistes de irlandeses? - ¡Son los mejores porque te partes de risa y nadie se ofende! Al menos a mamá le hacen gracia, y no creo que haya alguien más irlandesa que ella.

Liam percibió el nerviosismo de su nuevo compañero, pero apenas le dio importancia. Estaba acostumbrado a tener "menos vergüenza" que otros chicos, por lo que entendía que no todos tuvieran tanta soltura en ponerse a contar chistes malos ante centenares de desconocidos.

Fue entonces cuando reparó en otro chico de primero que se había sentado un poco más allá, sin mediar palabra, mirando fijamente hacia el lugar de selección. Parecía que los chicos a su alrededor murmuraban algo. Liam se encogió de hombros y decidió no darle mayor importancia.

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02/09/2018, 18:59

Venga, no estés nervioso, este día tenía que llegar. Desde hoy, el camino hasta conseguir la recuperación de mamá está más cerca, a la vez que el acabar con los que le hicieron eso.

Me desperté con ese pensamiento cuando mi padre llamó a la puerta para desayunar y terminar de preparar la maleta. El desayuno no me hizo demasiado bien, tenía el estómago revuelto, aun así, traté de comer algo. Una vez preparado todo me despedí de mi madre dándole un beso en la mejilla, ella no me vio, tenía la mirada perdida, no me reconocía. Me sequé las lágrimas sin que mi padre me viese y salí por la puerta.

Mira, hijo, aunque te parezca una locura, ahora tienes que chocarte contra esa pared, todos lo hacemos, si no demuestras valentía en este momento, no podrás asistir a Hogwarts.

Vale, estaba muy asustado, ¿cómo iba a chocarme contra una pared? Además, la gente nos miraba de una manera muy rara, hasta que me di cuenta de que era el único en ese momento con un carro con una maleta y una jaula con una lechuza dentro. Salí corriendo hasta la pared que me dijo mi padre, cerré los ojos. No pasó nada. Cuando volví a abrir los ojos vi un tren rojo, y mucha gente, con los mismos carros que yo, unos con lechuzas, otros con sapos, pero eran como yo. Mi padre se reía de mí.

En el tren no hice mucho, leí mi libro "El señor de los anillos. Las dos torres". Hasta que me dijeron que quedaba poco y me fuese preparando. En ese momento volví a ponerme nervioso.

¡LOS DE PRIMER CURSO POR AQUÍ!

Bajando del tren, un hombre muy grande, casi un gigante diría yo, nos dijo que los de primer curso debíamos acompañarlo a unas barcas, yo no daba más de mí, los nervios me iban a comer. Hasta que vi el castillo, en ese momento me relajé totalmente.

Saludos a todos, soy la profesora McGonagall, en breves momentos pasaréis al Gran Comedor donde el Sombrero Seleccionador os asignará a una de las casas. Seguidme.

La profesora McGonagalla nos dirigió al Gran Comedor, allí todos nos miraban, pasamos por el centro, entre dos largas mesas, y, cuando nos pararon, ahí estaba el Sombrero Seleccionador, detrás de él, la mesa de los profesores y en el centro el Director, Albus Dumbledore.

¡Janus Twycross!

No fui el primero, aún así no pude sino quedarme petrificado, tuvieron que empujarme desde atrás para que caminara, y, al subir el segundo escalón, tropecé y por poco caigo de bruces, por suerte pude recuperar el equilibrio en el último momento. Unas risitas se oyeron a mi espalda, aunque no me importó mucho. Por fin llegué al taburete, me senté, y...

¡Pero bueno! ¿Y estos nervios? ¡Tranquilo muchacho, no muerdo! Bueno, se ve que tienes un buen corazón, y ganas de hacer las cosas bien aquí, en ese caso, debes estar en... ¡HUFFLEPUFF!

Me alegré mucho, mis padres habían entrado en Hufflepuff también, y mi abuela fue una gran cazadora de Quidditch de Hufflepuff. Fue a paso ligero hacia mi mesa y me senté. Todos me dieron la bienvenida, algunos me recordaron mi tropiezo, pero sin ninguna maldad, todos nos reímos, me sentí muy bien. Me fijé en que un muchacho que había sido seleccionado para Hufflepuff también.

Hola, ¿Giles? Me llamo Janus, encantado (y estiré mi brazo para darle la mano)

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02/09/2018, 21:34
G1-Daniel Anderson

El viaje había sido lo mejor, era un deleite escuchar como el tren se desplazaba por los rieles mientras los distintos parajes iban apareciendo, aun recuerdo las palabras de mamá al despedirnos -No es como  como Colegio Ilvermorny, pero estoy segura que disfrutaras aprendiendo, suerte cariño- dijo dándome un largo beso, mi padre se paro frente a mi  y me dio un fuerte abrazo – Suerte campeón cuentas con nuestro apoyo- yo solo pude dedicarles una sonrisa mientras el corazón me latía a mil por hora, ¿Cómo sería el colegio, habría dragones y criaturas interesante, a que casa pertenecería, todos serían agradables?, esa y mil dudas mas pasaban por mi infantil cabeza.

Desde hace  8 años que vivimos en Londres pero este viaje era la novedad, mi madre siempre me contaba de los años que paso en el colegio americano y de las casa que ahí se encontraban Pájaro del trueno, Serpiente cornuda, wampus y Pukwudgie, pero aquí era diferente, eso era realmente emocionante.

Cuando por fin arribamos la cosa solo pudo mejorar un enorme lago, luego los bosques y finalmente el castillo, era increíble realmente estar en un castillo, el nerviosismo fue creciendo hasta el punto tal que sentía que la emoción ganaría.

Atravesamos los patios y entramos ante el imponente castillo, en el vestíbulo una mujer elegante nos ordeno  y nos condujo desde el vestíbulo hasta una de las salas  que resulto ser el comedor, el decorado mágico del techo era increíble me preguntaba si algún día podría hacer algo igual, estaba seguro que sí.

Mientras avanzábamos una pegajosa canción sonaba hablando de las casas que la profesora había mencionado antes - Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw, Slytherin- dije quedamente  mientras observaba  como una chica casi se tropieza con otra, pero aun seguía intrigado de la selección hasta que el sombrero empezó hablar e indicar a que casa perteneceríamos, -Espero que no la verde- suspire  mientras uno a uno iban pasando.

 

Finalmente, la profesora dijo mi nombre, mis pasos fueron lentosy temerosos, me senté en el taburete mientras colocaban el sombrero en la cabeza.

 

-Interesante que hacer contigo, tu mente indica otras tierras alejadas por el mar, te esperan grandes cosas, un corazón puro, una mente abierta, pero ¿Dónde colocarte? - dijo mientras el suspenso comenzaba a sentirse pesado para mí – Bien muy adentro de ti hay un alma valiente esta casa te ayudará superar tus miedos  ¡¡GRYFFINDOR¡¡.

 

Los vítores de la mesa no se hicieron esperar y los nervios fueron desapareciendo, mire a la profesora y como los anteriores a mi, fui a tomar asiento con mis nuevos compañeros, un largo suspiro y una sonrisa extensa se formaba en mi rostro.

-Soy Daniel- salude a los chicos que ahí se encontraba y  al niño que había pasado antes que - ¿Te llamas Xavier, cierto?-le salude amablemente.

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03/09/2018, 09:59

Slytherin y Ravenclaw se estaban llevando a todos los alumnos y Giles se empezaba a preocupar un poco. Vale, prefería estar solo a tener de compañero a un chico tonto o pesado; pero algo en su interior le decía que sería peor aún estar solo. Estaba algo distraído mientras balanceaba los pies desde su asiento cuando escuchó al sombrero decir "¡HUFFLEPUFF!" y tardó un segundo en ponerse a aplaudir junto a sus demás compañeros de casa mientras veía a ese joven caminar hasta su mesa.

-Hola, Janus, un placer -sonrió y estrechó la mano que le ofrecía el chico- Que nervios, ¿verdad? Pero creo que ya ha pasado todo, ahora lo que tengo es mucha hambre.

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04/09/2018, 07:02

Xabier no sabía cómo actuar en aquella situación. No sabía qué hacer si saludabas a una persona y dicha persona ni siquiera te miraba. No sabía si aplaudir a los siguientes niños por ser elegidos o quedarse quieto como habían hecho con él. Tenía que fijarse en lo que hacían los demás para tener una referencia. Porque a esas alturas, ya no sabía cómo comportarse. Estaba rodeado de una cantidad enorme de gente desconocida. Y sobre todo, estaba lejos de casa, muy lejos de casa.

Una niña de primero se había puesto delante de Altair y poco a poco las mesas de las otras casas se llenaron de niños felices. Xabier se giró para ver cómo se comportaban los niños nuevos en las otras mesas: hablaban entre ellos,reían y aplaudían cuando alguien nuevo se les unía. En resumen, se estaban divirtiendo. Al contrario que el propio joven que se sentía solo en la mesa de Gryffindor.

Iba pasando el tiempo, las mesas se iban llenando y más solo se sentía. Vio un rayo de esperanza al ver cómo por fin, tras un largo tiempo, alguien se iba a sentar en la mesa de Gryffindor con él. El pobre se alegró con desmedida, aplaudiendo con todas sus fuerzas ante la llegada del nuevo alumno. Entusiasmo que se apagó cuando se dio cuenta de que este también le evitaba.

Ya no sabía que hacer, solo pensaba en hundirse en su túnica y no volver a aparecer. En largarse de ese lugar y volver caminando por donde había venido. Sabía que necesitaría comida, así que empezó a pensar en las ranas de chocolate de su maleta. Tendría suficientes para unos días si no se las comía de golpe…

Absorto en sus pensamientos, no se había fijado en que otro alumno había sido elegido para Gryffindor y le estaba hablando. - Em, si…Así me llamo.- Y lo que prometía ser una estupenda conversación se desvaneció en pocas palabras. Xabier se maldijo en el mismo momento en el que terminó la frase. Dándose cuenta de que había echado la única oportunidad para poder hablar con alguien. Molesto consigo mismo, echándose la culpa y preguntándose si de verdad se merecía que le trataran así. - ¿Por qué me hablas? - Dijo intentando no molestarle. - Aquí parece que no le agrado a nadie. - La voz sonaba quebrada.

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04/09/2018, 10:28

-Y que lo digas, no aguantaba más, pero sí, ahora que lo dices, necesito comer algo- dije, contento tras saber que la selección de alumnos había terminado para mí, cayendo en la cuenta de que no había comido nada desde que mi padre me dejó en el tren.

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04/09/2018, 14:38
G1-Daniel Anderson

-A mi si- respondí con una sonrisa amplia– conozco algunos chicos por mi madre, pero en realidad tampoco es que tenga muchos amigos por aquí-  continué con mi sonrisa mientras hablaba – mi madre también dijo que debería hacer mas amigos- dije mientras tomaba algunos platos de la mesa para ambos, no me importaba mucho lo que los otros chicos pensaran de el.

-Soy de Oregón  en Estados Unidos pero hace tiempo nos mudamos a Londres, trabajo de papá, es ingeniero- dije con orgullo, aunque mi padre fuera un moogle era un excelente padre, los domingos practicábamos baseball y algunas veces nos llevaba al cine, claro siempre y cuando no tuviera exceso de trabajo - ¿Y tú de dónde eres? – quería conocerlo, no me agradaba que la gente menospreciara a los demás.

-Que tedió lo del uniforme -  continúe conversando amenamente mientras el sombrero seguía mencionando, - ya quiero quitármelo y ponerme algo mas cómodo, tampoco me permitieron dejar pasar mi móvil, pero aquí estamos.