Partida Rol por web

London by Night: Crimson Nights

[Prólogo] Last Hope (Ailbert Scott, Eliott Green, Jason Williamson)

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09/05/2019, 16:34
Jebediah Shine

El paso del señor Shine era rápido, pero el espacio a recorrer era bastante limitado, lo que Ailbert agradeció, pues la rodilla emitía un dolor punzante cada vez que trataba de ser doblada. Eliott no tardó en darse cuenta de la cojera de Ailbert, por mucho que este intentara evitar mostrar algún signo de debilidad. Pasáis por la barra al otro lado del bar, a los almacenes, que son lo suficientemente grandes como para estar prácticamente vacíos. Sólo un puñado de cajas se apilan a un lado, de marcas de las diferentes bebidas que se ofrecen en el establecimiento. Os acercáis a la única puerta que hay en el almacén y termináis entrando en su despacho. 

Su despacho no deja de ser una habitación diáfana con una mesa, sillas, muchos papeles y un par de archivadores. Iluminada pobremente con un par de lámparas de aceite y unas cuantas velas cubiertas de cristal. Una vez ahí dentro, el hombre se sienta en su silla y espera a que toméis asiento. Os observa en silencio durante unos segundos, esperando a que alguno de vosotros tome la palabra, pero al ver que eso puede costar más tiempo del debido.. Se incorpora un poco y os mira fijamente a los ojos. Termina posando la mirada en el joven Eliott, manteniendo un semblante impenetrable y endurecido. 

-¿A qué has venido, muchacho? -Pregunta con voz agravada. -Te hacía recogiendo tus pertrechos para tratar de abandonar la ciudad.

Se queda mirándolo, esperando su respuesta, dejando a Scott en un segundo plano, de momento.

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10/05/2019, 12:50
Eliott Green

Alzo una ceja al ver que el hombre que acompaña al señor Shine parece menos capaz que yo pero no digo nada. Ni siquiera vuelvo la vista atrás para ver a mi hermana ni si está bien. Aguanta ahí, Tin. El camino se hace tranquilo aunque empiezo a sentir esa falsa sensación de calma, como si ese hombre decidiera darse la vuelta y dispararme en cualquier momento. Trago saliva ante ese pensamiento, pero no dejo de avanzar. 

Una vez llegamos al despacho, me quedo en pie, sin ser capaz de sentarme, hasta que me fijo en su mirada. Con calma, no es momento de parecer fuerte... Me siento casi a regañadientes y miro al otro hombre, algo extrañado de que esté allí. ¿Es un guardaespaldas? ¿Cojo? Ni en broma. Tampoco recuerdo haberle visto en el club... ¿No será...? Mi tren de pensamientos se detiene al oír la pregunta, viendo entonces que el señor Shine ha decidido empezar conmigo. 

- Sí, sería lo más inteligente, desde luego. Lo que haría cualquiera en primer lugar. - Y lo que tendría que estar haciendo yo también si no fuera por Tin... - Sin embargo si esa fuese la intención, estoy seguro de que me habría invitado amablemente a que lo hiciera, ¿cierto? No, me ha propuesto un trato y he venido dispuesto a negociarlo. - trago saliva y junto las manos frente a mí, evitando que se note si deciden empezar a temblar de nuevo. Echo un vistazo rápido al hombre a mi lado antes de continuar hablando. Si está allí es porque puede escuchar mi historia, ¿verdad? - Sigo queriendo la libertad de mi hermana. Pero conociendo nuestra situación, debe saber que no somos una familia muy... pudiente y supongo que la suma que pide no es para nada pequeña. Así que vengo a pedirle... a proponerle dos opciones. Una es alargar el plazo, sabiendo que no me voy a mover de la ciudad y voy a estar enteramente dedicado a recaudar lo suficiente. Y otra es... aclarar entre los dos algún pago equivalente, que no tiene por qué ser monetario... - ¿Pero qué estoy haciendo, por el amor de Dios? - Buscaría mis propios recursos, pero bien sabe que me he quedado sin una gran parte de ellos. Y puesto que ha sido usted quien ha solicitado este trato, debe haber algo que tenga en mente. Cualquier cosa que necesite...

Me quedo a la espera, sintiendo cómo la presencia de ese hombre me intimida enormemente y comienzo a preguntarme si no habría sido lo mejor salir huyendo. Pero ya es tarde, estoy allí, sin ayuda, frente a unas fauces invisibles que en pocos días van a lanzarse contra mi cuello... Magnífica idea, Elliot.

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10/05/2019, 22:36
Ailbert Scott

Habíamos sido interrumpidos por un niñato y para colmo Jebediah le daba prioridad sobre mi. Me daban ganas de soltarle una hostia allí mismo y de haber sido una noche diferente ni lo habría dudado, solo que si, lo era, y además había venido a pedir un favor. Por hacer algo, aproveché para quitarme el abrigo y sentarme, aunque a pesar de la escasa luz, la sangre fresca había conseguido mancharme el resto de la ropa y era evidente para todos. Aún así no lucía ninguna herida en el pecho que denotara su origen, lo que solamente podía explicarse como que era de otro.

Por lo visto la chica con la que se había encontrado era su hermana y esta era esclava de Jebediah, o por lo menos le debía una buena suma. Desgraciadamente, conforme hablaba empezaba a quedarme una cosa clara, la cual me hizo fijarme con interés en el muchacho antes de volverme a Jebediah.

- Le tienes bien cogido. - Observo con rudeza - Había imaginado que me darías la opción de recuperarme y tener una pelea decente, pero ahora mismo parece que lo tienes todo de cara para hacerlo esta noche.

Ya había asumido que este chico sería mi adversario, máxime en mi estado actual, pero entre las prisas que parecía tener por escapar con su hermana y que yo no iba a marcharme a ningún lado, todo debía estar sentenciado.

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16/05/2019, 00:49
Jebediah Shine

Escucha las palabras de Ailbert sin mover un sólo músculo de su cara, finalmente se recuesta en la silla alternando la mirada entre vosotros, como si estuviera midiéndoos. Puede ser uno de esos momentos en lo s que sólo se os está tratando como monedas, por que en realidad es lo que está pasando. Está haciendo cuentas únicamente con vuestras vidas. O al menos eso es lo que Ailbert puede estar pensando. En cambio, Eliott, el joven espera que le pongan a trabajar detrás de la barra, igual que han hecho con su hermana. Finalmente, el señor Shine rompe el silencio de la sala tras una mueca de desagrado.

-Y quién va a pagar por ver a un cojo machacando a un niño asustado. -Pasa a mirar a Eliott. -O a un asustadizo niño con mucha suerte acabando con la vida de un cojo. -Niega con la cabeza. -No. -Sentencia. -Ni tengo tiempo para esperar a que te recuperes, ni se lo voy a conceder al chico para que venga a matarse en una pelea. Todo ese tiempo es dinero, y permitidme ser franco. No lo valeis. 

Vuelve a sentarse en la silla, uniendo las yemas de las dedos pero mantiendo las palmas separadas. Como si estuviera pensando en algo, sopensando los pros y las contras de abrir la boca. Finalmente suspira inclinándose hacia vosotros, paseando la mirada entre vosotros. Mesa su barba antes de continuar. 

-Puede que me arrepienta de esto, pero... -Se encoge de hombros. -En estos momentos, mientras tú me pides peleas a muerte y tú... bueno, tú... -Niega con la cabeza. -En fin, no me andaré con las ramas. Se está celebrando una fiesta importante en el palacio de Buckingham. No se sabe el motivo, pero es la primera vez que se ha invitado a la burguesía, por lo que la Reina va a pedir a los grandes... grandes sumas de dinero. -Os mira para ver si le estáis siguiendo. -Esas grandes sumas de dinero se mueven a lo largo del país por diligencias. -Sonríe. -Así que... vamos a hacernos con ellas. Más dinero del que os podáis imaginar, nos lo dividiremos en partes iguales. Excepto la tuya, Eliott, la tuya servirá para saldar vuestra deuda. El resto, será para vosotros. -Pone las manos en la mesa. -Aceptad y estáis dentro... negaros e iréis directos a las peleas.

Si alguna vez alguien os ha helado la sangre al hablar con vosotros, con su tono de voz, la forma de entonar y secuenciar las silabas, claramente es esta. La decisión marcará el destino. 

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18/05/2019, 11:48
Eliott Green

Levanto una ceja al escuchar el comentario del cojo a mi lado. ¿Acaso le había preguntado? ¿Y no estaba él tan o más perjudicado incluso que yo? ¿Y qué es eso de una pelea? Nunca he sido de meterme en peleas, más bien de huir de ellas, pero ante las palabras de ese hombre, empiezo a temer que el señor Shine tenga algo así preparado para mí. Luchar en un espectáculo hasta acabar hecho una piltrafa o luchar por salir de la ciudad... Empezaba a dudar entre ambas opciones si eso era lo que me esperaba. 

La respuesta del señor Shine casi me hace sonreír, mientras desvío la mirada hacia el cojo. Ninguno de los dos valemos nada en un espectáculo de ese tipo. Como mucho, haciendo un dúo cómico en el teatro. El cojo y el chico... Nada, con ese título tampoco valdría nada. Me quedo esperando a que el hombre dé otra proposición, aunque no me gusta ese "tú". ¿Qué quiere que le haga si ha sido idea de mi hermana todo esto? Pero la propuesta suena cada vez más interesante. Sin querer, me echo un poco hacia delante, como si temiera que nos fueran a robar aquella idea.

Casi siento la boca salivando ante la sola idea de tener frente a mí semejante cantidad de dinero, si es la que estoy pensando. Casi. Hasta el momento en el que el señor Shine decide que eso será para pagar mi deuda. Me contengo para no chasquear la lengua de fastidio, totalmente en tensión por el tono de ese hombre. Una noche pudiendo morir en las peleas o varios meses muriendo en la cárcel si fallo. Y Tin... Si algo sale mal, seguramente sufriría menos si no me ve que si me tiene que arrastrar fuera del ring moribundo. Y realmente, ¿tengo otra opción que no implique morir casi en el acto? No. 

- Acepto. - digo resuelto mirando al señor Shine. Desvío la mirada hacia el cojo, esperando su decisión antes de hacer más preguntas a nuestro querido benefactor.

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21/05/2019, 18:48
Ailbert Scott

La situación dio un vuelco tremendo en cuanto Jebediah volvió a abrir la boca y el chico ni siquiera pareció darse cuenta de ello. El único motivo por el que nos ofrecía colaborar es que no eran suficientes y él estaba en una posición incluso peor que la nuestra, fuera por verse incapaz de llevar a cabo un asalto tan jugoso o porque su deuda era incluso mayor de la que pudiera deberle el niñato. Lo tenía tan claro, que no respondí inmediatamente, así le quedaría claro que había descubierto la jugada.

- Únicamente necesitaré lo suficiente para recuperarme y permanecer escondido una buena temporada. ¿Trato hecho?

Le había visto los dientes al lobo y era más productivo tenerlo debiéndome un favor que en su línea de tiro por quedarme demasiado, por lo que para terminar de convencerlo le ofrecí la mano para sellar el acuerdo.

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22/05/2019, 23:27
Jebediah Shine

-Haz lo que quieras con tu parte, ingrato. -Vuelve a sentarse en la silla. -Aquí todos cobraremos lo mismo para estar igual de involucrados, si cae uno cae todo el mundo. -Sonríe. -Así, si os dá un ataque de agallas, sabrá que tendrá sobre su cabeza la daga del resto. No sólo la mía. 

Abre un cajón, y de él saca un mapa del Reino Unido. Con las carreteras marcadas en azul, los caminos en rojo, y unos senderos en verde. Con cinta de carrocero hay marcados bastantes puntos a lo largo del mapa, y no hace falta ser un erudito para saber qué representan. Las casas nobiliarias del reino. Hay dos que estan marcadas en rojo, Northumbria y Blackwood. Aunque Northumbria es perfectamente conocida por ambos, Blackwood no es una casa nobiliaria con respresentación en la cámara de los Lores. Así que tiene que tratarse de una casa noble menor. 

-Hace casi una década, una familia de ricachones cambiaron de negocio, de prestar y grabar intereses al dinero que dejaban, a almacenar las monedas de la gente de forma voluntaria. -Señala Northumbria con el dedo. -Iniciaron un pequeño banco que a día de hoy se ha convertido en el más grande de todo el norte del país. Pese a que quien la dirije es una estirada, niña de papá, la viuda Lady Drummond. No se por qué la llamo Lady a la zorra esa, imagino que me hace gracia que se haga llamar la duquesa de Northubria. -Se encoge de hombros. -En fin, esta pequeña zorra ha logrado cerrar un acuerdo con la corona, haciéndose la guardiana de las riquezas del reino, con lo que todos los hijos de algún hijo de perra que mató a otro hijo de perra para tener tierras tiempo ha, han apoyado esta nueva afilición, traslando todo su dinero a ese banco. -Os mira, y al ver que se está alargando demasiado... rectifica. -Lo que quiero decir es que dependiendo de qué nobluchos apoyen a la corona, habrá más o menos botín para repartir. 

Junta las manos mirandoos. Primero a Ailbert y luego a Eliott. Termina negando con la cabeza. 

-Hay una casa que me interesa, aunque nuestro vicioso amigo la ha cagado sobremanera. Los Blackwood. -Vuelve a levantar a mirada a Eliott. -Ya que no podrás sacarle la información a Blackwood directamente, irás a hablar con el hijo de su difunto hermano. El menor de ellos, tiene un fumadero de opio en Whitechapel, luego te daré la dirección. -Ahora mira a Ailbert. -Tú te enterarás de quienes son los nobles y burgueses que apoyarán a la corona. -Saca un papel con el nombre de varias mujeres, y direcciones. -Son camareras que están trabajando ahora en la recepción. Con esa información yo sacaré las rutas de transporte y daremos el golpe. -recoge el mapa. -Ahora sed buenos, marchad y dar con la información que tenéis necesitamos. Nos vemos mañana aquí a esta misma hora. Ni antes, ni después. A esta hora. -Os hace un gesto con la cabeza para que os marchéis de ahí.

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24/05/2019, 19:33
Eliott Green

Alzo una ceja al escuchar al cojo pero me contengo de decir nada. Si quiere meterse menos en esto, no lo va a conseguir con menos botín. Pero eso sí, en las peleas ilegales seguro que le da igual. Decido ignorarle y me echo un poco hacia delante en el asiento, observando el mapa y los caminos marcados con distintos colores. Me quedo mirando un tiempo de más la casa Blackwood, frunciendo los labios y echando miradas rápidas al señor Shine, empezando a entender el motivo de su enfado. 

Escucho la historia con poca curiosidad, intentando averiguar adónde va a ir a parar todo esto, aunque ya tengo una leve idea en la cabeza. Se me debe de notar en la cara el aburrimiento o algo, porque el señor Shine por fin va al grano. En cuanto menciona a los Blackwood y me mira, dejo caer los hombros y bajo la cabeza, susurrando un "lo sabía", antes de volver a levantarla, atento a mi plan de supervivencia. Mira con el sobrinito... Los nobles al final acaban tan metidos en la mierda como los que ya vivimos en ella.

- Entendido. - me levanto en cuanto parece que ha terminado de contarnos todo, aunque espero por si me va a dar la dirección o se la tengo que pedir a las chicas de fuera. Y otra cosa... - Sé que con esto saldaré mi deuda... Pero eso significa que mi hermana será libre cuando acabe, ¿verdad? - pregunto mirándole. No hay miedo ni duda en mi voz. Sólo espero una confirmación y que no decida engañarme en el último momento como ha hecho con ella.

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28/05/2019, 02:00
Ailbert Scott

Me había quedado claro que estaba bien jodido si sentía la necesidad de hacer esas amenazas, así que dejé pasar su pataleta, por muy amenazante que fuera, y le presté la debida atención. Ya habría tiempo de negociarlo a posteriori. Por eso recogí la lista y estudié los nombres de las mujeres.

- ¿Sabes si alguna está casada, tienen hijos o sus padres aún viven? Es decir, cosas sobre su familia.

Quizás fuera pedir demasiado, pero con esos datos serían mucho más fáciles de presionar.

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30/05/2019, 01:57
Jebediah Shine

El anarquista enarca una ceja al escuchar vuestras preguntas. Al primero que mira es al joven Eliott.

-Tu hermana ya era libre. De hecho, lo sigue siendo. Estar endeudado no te quita la libertad. -Endurece su rostro. -Y endeudarse fue su decisión. -Gira su cabeza para mirar a Ailbert, no sin antes mesar su barba después de rascar el lado derecho con fruición. -Mira, muchacho. He pagado un buen dinero por sacar una lista de trabajadores ajenos al palacio y contratos de apoyo. No por saber la vida de un puñado de mujeres. -Baja la mano para colocarla al lado de la otra y gesticular mostrando su falta de interés. -Son cinco mujeres, dos de ellas sé que viven en Whitechapel. Puedes dejarlas para el final y aprovechar los asesinatos que se están dando, probablemente sean unas putas también. Me importa poco cómo saques la información, pero imagino que un muchacho apuesto y cojo puede ganarse el favor de unas desesperadas. Las otras tres viven entre la city y Poplar. Tienes lo que necesitas saber en ese papel. 

Suspira, y tras eso señala la puerta con la mano, con un tono que indica que realmente está perdiendo la paciencia.

-Bien, pues si no tenéis nada más que preguntar, creo que os podréis guiar hasta la salida solos.

El hombre os despide quedándose dentro del despacho. Vosotros termináis por marcharos a casa, Eliott junto con su hermana. La que no pregunta nada y se va derecha a su camastro. Sabe que lo ha hecho mal y no quiere darle más vueltas al asunto. Al día siguiente, las cosas se iban a complicar bastante.

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30/05/2019, 02:22
Narrador

La mañana despuntaba soleada, pero no dejaba de ser fría. Tenías el desayuno preparado por tu hermana al bajar a la mesa y esta se mantenía algo distante, probablemente para no forzar una conversación que acabase con una bronca. Tu camino estaba marcado y era fácil de recorrer, lo dífícill sería encontrar la información que requería el señor Shine. Por lo que habías podido comprobar, tenía una inquina especial hacia la familia Blackwood, por alguna razón que desconocías, pero tampoco ibas a ir a preguntarle el por que. La verdad, que como familia noble, era de las menos conocidas, y no se les conocía escándalo alguno, por lo que descubrir que uno de sus sobrinos regentaba un fumadero de Opio... Ya era algo que te extrañaba bastante. 

Antes de salir del pub de Shine, éste te había dado una nota con unas indicaciones a seguir. Aunque lo principal era descubrir si iba, o no, a apoyar a la petición de la reina, también te ha encargado lo más díficil de todo... Encontrar una forma de culparle a él de los futuros robos que váis a llevar a cabo. Así que tu primer paso es descubrir si hay algún tipo de afilición con su sobrino del que saque un beneficio de los fumaderos. Quizá para atacarlo y dar un motivo plausible para que un noble ataque a la corona de forma tan grave...

Llegar hasta la calle del fumadero es sencillo, la entrada está protegida por un guardia armado. Desde las calles colindantes se puede oler el propio aroma característico de este tipo de locales. Te sorprendes relamiéndote, con el corazón acelerado, mientrs te acercas a la puerta, casi inconscientemente.

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30/05/2019, 03:36
Narrador

Aunque el sonido del exterior te despierta varias veces en la noche, lo cierto es que no te molesta nadie. Ni tan siquiera hay un atisbo de alguaciles cerca de tu casa. Por lo que al final, esa mañana, te despiertas más tarde de lo habitual y algo cansado. Asearte, tomar algo para calmar el hambre y ponerte en marcha iba a ser algo más difícil de lo que solían ser tus mañanas. Escoger por cuál empezar no iba a ser sencillo, pues el camino entre la City y Poplar era lo suficientemente largo como para temer por el tiempo a dedicar a cada una de ellas. La lista era la siguiente:

-Anna Walls, Kensington.

-Barbara Reid, Bloombury

-Catherine Fimmel, Poplar

-Daniela Roberts, Whitechapel

-Elisabeth Kingsby, Whitechapel.

Hacer una buena ruta puede ser una buena idea. Pero no dejas de ser esclavo del tiempo. El día ha despuntado soleado, pero no deja de hacer un frío que cala en los huesos. Quizá sea un preludio de lo que pueda llegar a ocurrir.

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31/05/2019, 03:50
Ailbert Scott

El problema del puto cabrón de Jebediah era que no sabía apreciar una buena pregunta. Si le había preguntado por la familia de las chicas, era simplemente porque era mucho más fácil asustarlas si les insinuabas que que podían salir lastimados y que costaba mucho menos tiempo que camelarlas hasta que soltaran algo, ¡así de sencillo y sin complicaciones! Bueno, a decir verdad y tras ver la lista, era fácil deducir que la primera chica debía ser la sobrina de alguien o pertenecer al servicio de alguna casa. Era la que más opciones tenía de saber algo, la más lejana y peligrosa de todas, pero era solo posibilidades sobre un papel y mi aspecto provocaría demasiadas sospechas.

Eso me obligaba a buscar otra candidata y la segunda de la lista se mostraba interesante. Posiblemente fuera la mejor para darle un susto y que hablara, todo sin la necesidad de llegar a mancharme las manos ni llamar tanto la atención, por lo que Barbara pasó a ser la primera de la lista. Después de ello, y si me daba el tiempo, podría arriesgarme con la de Poplar o las de Whitechapel, las cuales seguro que tendrían fichados a los pudientes, aunque preferiría evitarlas no fuera a buscarme problemas innecesarios con sus chulos. Una cosa era apostar la vida y otra buscar problemas sin necesidad.

Sin embargo la pierna seguía doliéndome y de patearme todo el trayecto estaría reventado para la reunión, ergo solo podía apurar mis pocos ahorros y apañármelas con el omnibús mientras esperaba no tener que rezar para que escampara.

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01/06/2019, 13:57
Eliott Green

Al despertarme, recordé poco a poco a lo que iba a tener que enfrentarme ese día. Esperaba que todo hubiera sido una pesadilla, pero las evasivas de mi hermana al mirarme, me dejaban claro que aquello era demasiado real. No quise decir nada, tenía que centrarme y discutir con ella era lo peor que podría hacer recién empezada la mañana. Lo poco que me había contado Shine de los Blackwood era sorprendente, siendo tan... ¿Puros? Era una lástima que no pudiera presentarme de vuelta en el club sólo para hacer caer la reputación de su hermano. Bonita venganza por desconfiar del inocente y honrado Gibbs...

De hecho, para no levantar sospechas como un buen gentleman saltándose sus obligaciones de buena mañana, decido ir lo más despeinado posible, sin mi traje y con la ropa habitualmente rotosa y harapienta que se puede encontrar en Whitechapel, como un desgraciado cualquiera... Ah, ¿es que no lo soy yo también? Lo primero era echar un vistazo al interior del local, averiguar qué clase de gente entraba y salía de allí... y quiénes deberían o no estar. 

Me acerco a la puerta, intentando calmarme al sentir el olor del opio. Hacía tiempo que no me sentaba a fumar tranquilamente, y con todo lo que está pasando lo necesito más que nada. Y también necesito esa información o voy a acabar hecho pedacitos en el Támesis o entre los dientes de las ratas de las cloacas. Me preparo para entrar como un cliente normal, esperando que no me pongan ninguna pega, y para echar un vistazo al lugar y a los que allí estén.

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06/06/2019, 19:33
Narrador

Escoger la persona a la que tirar de la lengua es el primer paso en esta empresa, si lo que dice Shine es cierto, los beneficios del golpe pueden ser inimaginables. Asaltar los carros blindados de transporte, si se hacía bien, sumaría una cantidad total que probablemente nunca vieras junta trabajando normalmente, pero no eras tonto, no querías pillarte los dedos ni entregarte al completo a un desalmado del que no sabías si podías fiarte. El viaje hasta Candem desde tu casa, es largo, lo suficiente como para plantearte tomar un transporte, afortunadamente y haciendo uso de los pingües ahorros, costearte un viaje en el omnibus no es un problema. Llegas pasadas las 11:00 de la mañana a Bloomsbury, sin ningún tipo de percance.

Sigues hasta la calle en la que vive la chica, el bullicio en estas calles es infinitamente menor que al que estás acostumbrado en Whitechapel, pero el olor de la misma es, también, muchísimo mejor, y no tienes que andar esquivando cabras u otros animales que pasean algunos de tus vecinos. Casi recuerdas con nostalgia las pocas noches en las que no se te han comido las chinches y, salir de lo que conoces habitualmente para ver lo bien que están otras zonas es bastante deprimente. 

No sabes exactamente quién es la chica, aunque puedes ir directamente a su casa, también tienes cerca, algo que supones que puede usar a diario la muchacha al vivir por allí, un mercado, un pub y un zapatero.

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06/06/2019, 19:56
Narrador

Pasas al interior del local tras una mirada escrutadora del guardia, que te observa con suficiencia, de arriba a abajo. Puedes observar una cicatriz que le recorre el rostro esde su ojo izquierdo hasta un poco más abajo de la mitad de la mejilla, probablemente fuera herido cumpliendo sus funciones en algún momento del pasado. Lo que le da una explicación a la mirada y gesto sombrío que pone al pasar por su lado. El interior del local no es diferente a ninguno que hayas visitado con anterioridad. Un local, casi diáfano, lleno de mesitas, sillas y colchones desnudos, lleno de gente musitando cosas sin sentido. El olor a opio quemado es lo suficientemente fuerte como para que empieces a notar la garganta seca, y la necesidad de sentarte y dejarte llevar hasta que se pasen tus problemas. El problema es que sabes que la única forma de que pasen es estando bajo tierra, y no has disfrutado, aún, los placeres que puede depararte la vida. De una mala racha puedes salir adelante, de la tumba sólo se conoce a uno que haya salido... y aún quedan dudas al respecto. 

La gente del interior es igual de deprimente que el propio local. Una cantidad indeterminada de gente de clase baja, un gran número de extranjeros, privados de sentido propio por la propia acción del opio, se amontonan a lo largo de las diferentes mesas y colchones, esperando a que se les acabe el poco dinero que tienen para que los echen de allí a patadas. No hay nadie que destaque por nara que no sea por la pena que pueden llegar a dar, musitando tragedias, los que tienen la capacidad de hablar de forma más entendible que los otros. Una señorita joven, bastante atractiva, se acerca a donde te encuentras para preguntarte qué es lo que deseas, pidiéndote con educación, que la acompañes hasta una mesa cerca de una puerta interior. La mujer espera con tranquilidad a que tomes asiento y le digas cómo quieres quemar el opio, aunque sospechas que lo que de verdad está esperando es a que pagues por el servicio y poder marcharse a hacer cosas con más interés para ella. Mientras la miras, un par de personas vestidas de manera más elegante que el estándar del lugar, pasan por la pueta interior, sin pararse a saludar a nadie.

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09/06/2019, 21:05
Eliott Green

¿Me iría bien regentando un fumadero? ¿O por lo menos probando suerte en robar en alguno? Aunque por el tipo de fuera, me da que no aquí no consienten ninguna clase de hurto, por muy "evadidos" que estén sus clientes... O por lo menos, no por parte de otros clientes. Sigo a la mujer al interior, fijándome más o menos disimuladamente en la gente del interior, pero sin ver nada interesante. O por lo menos no hasta que me siento. Bingo. 

Respondo rápidamente a la mujer, con la mirada pasando entre ella y el resto de mesas, como si estuviera ansioso por fumar de una maldita vez, y a la vez intentando fijarme en algún detalle de los gentlemen que pasan al interior. Saco lo justo y necesario para pagar lo que sería una dosis normal, o una escasa en caso de los más miserables del lugar. Sí, efectivamente voy a ser uno de ellos como termine sin un penique. Espero a que la mujer se marche y los hombres entren y echo un rápido vistazo a la puerta, buscando alguien que la vigile, si hace falta pasar con algún tipo de clave... Si no, en cuanto ésta decida marcharse a otro lugar, podría intentar escuchar a través de la puerta o colarme si se abre "por casualidad"...

- Tiradas (1)
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15/06/2019, 00:24
Ailbert Scott

Había terminado por dar gracias por el transporte público y es que no habría llegado hasta aquí de haber intentado venir andando. Desgraciadamente el alcanzar mi primera parada era apenas el comienzo y, por más que me disfrutara por dejar atrás el ambiente de Whitechapel, sabía que iba contrarreloj. Eso me obligaba a analizar la situación con rapidez, lo mismo que a idear una tapadera, por lo que en primer lugar me dirigí al zapatero.

Eso era por descarte porque mientras en el mercado una mujer podía pasar desapercibida con mayor facilidad, en el pub podría toparme con alguien de su familia, incluido el padre, marido, hermanos... eso me dejaba al zapatero o intentar abordarla directamente en su casa, pero tampoco era seguro que la dirección que me hubieran dado fuera cierta, de ahí que optara por confirmar su casa antes de llamar a la puerta. Por eso me fui cojeando hasta su establecimiento.

- Buenos días, ¿podría decirme si la señorita... - saco la lista y la consulto con cuidado - Barbara Reid vive por aquí?

Le pregunto al hombre imaginando que alguien del barrio sabría dónde localizar a uno de sus vecinos, aunque fuera de manera aproximada.

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17/06/2019, 21:44
Narrador

Por lo que has podido “escuchar”, teniendo en cuenta la estridente voz de la muchacha que te está vendiendo una dosis insignificante a un precio desorbitado, parece que hay algún tipo de clave para entrar con cierta seguridad. Pero ni has sido capaz de escucharla, ni vas lo suficientemente elegante como para poder dar el pego. Ahora mismo no eres más que una persona triste, en un lugar triste, intentando olvidar la tristeza de su existencia fumando una dosis de opio insuficiente como para ver la luz al final del túnel. Lo cual es triste. Tanto como desprenderte de las últimas monedas que te quedan en aquel lugar, sabiendo que bajo ningún concepto va a servir ni para olvidar cómo van a romper tus dedos y piernas si no eres capaz de sacar la información.

Y ahí te encontrabas, recostado en aquella pared mugrienta, dudando en sí encender el opio ya, o esperar a que la burbuja ambiental te prive de la mayor parte del se todo, tratando de hacer lo máximo de lo insignificante. Por tu mente no se te pasa ningún tipo de plan b, aunque sabes que deberías buscar otra forma, la que fuera, de conseguir lo que se te ha enviado a obtener. De todas formas, antes de que termines de decidirte en sí darte al vicio y dejar que pase lo que tenga que pasar, o buscar otro tipo de acercamiento. Otro hombre, de bigote bien peinado, y bien vestido. Se acerca a aquella puerta, quejándose del olor, y quejándose de que se va a impregnar en su ropa y no habrá forma de sacarlo después. El hombre avanza algo alterado, pero con prisa, no mide el volumen de sus palabras. Se acerca a la puerta para hablar con la persona al otro lado.

Notas de juego

Misma tirada, dif 5

Sí por algún error estadístico fallases la tirada, ve pensando en un plan B.

Perdona la tardanza, estaba esperando a tu compañero y se me ha complicado este fin de semana bastante.

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17/06/2019, 22:00
Narrador

El zapatero, un hombre entrado en años, de pelo cano y bigote cuidado, da un respingo al escucharte entrar. Lleva unas gafas de media lente apoyadas en extremo de su gruesa nariz, y al escuchar la campanita de la puerta, tras calmarse del susto inicial al romperle la concentración, coke de un lado de la mesa unas gafas de lentes circulares que hacen que sus ojos se vean realmente grandes, al ponérselas, una vez te mira. 

-Hola joven. Buenos días. -Comenta pausadamente. -¿Sé refiere usted a la señorita Reíd madre, o a la señorita Reíd Hija? -Sonríe con simpatía mientras espera tu respuesta. -Y si no le importa la pregunta. ¿A qué se debe el interés, joven? -Parpadea también pausadamente. Parece que el tiempo en aquel pequeño establecimiento, pasaba más lento que en el exterior, que todo era bullicio y ajetreo. -Y si no le importa, ya que se le ve con buena planta. ¿Le importa ayudarme a pasar la piel por el pliegue del zapato? Estas manos cansadas sufren con el sobreesfuerzo. -Señala el trabajo que está atendiendo en estos momentos.