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Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

Daeron, a punto de entrar en el reservado, se detuvo tan pronto como Halberd y Jack se pusieron a hablar en voz alta sobre esos temas. Informaciones que resultaban mas sensibles, a juicio del magus, que el saber quien iba a ser el líder del grupo. No, no debían hablar en público sobre como organizarse ni de sus recursos.

Se giró al enano y al tecnomago, lentamente, y del mismo modo se llevó un dedo a los labios para que ambos lo vieran con claridad. Finalmente asintió a ambos, dando a entender de que hablarían pronto de todo ello y entró en el reservado.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

Parece que los Rift Warrios ya tienen un líder. Al final tocó el Elfo rarito. Ninguno de los tres candidatos estaría entre los tres, bueno los diez candidatos que hubiera propuesto Raxus. Y es que los perjuicios no son algo para tomar a la ligera, claro.

Raxus alza su jarra en mudo saludo a la elección llevada a cabo, pero sin corear el grito en boca de los presentes. Él aún no es un Rift Warrior, y aunque se alegra que se hayan puesto de acuerdo entre ellos para elegir un líder, ya que eso le hace subir otro escalón en su camino hacia formar parte del grupo, mantiene silencio ante los vítores, cosa rara en él. Se arrebuja en la manta que saca de su petate, mientras se tapa los miembros y la cara, a modo de embozo. No es que haga frío, pero la falta de drogas a veces le provoca escalofríos, y de vez en cuando le gusta pasar un poco de “mono” a modo de autoflagelación.

Parece que el trío de aspirantes va a tener una pequeña charla, a Raxus no se le ocurre que tengan que hablar si ya hay un líder, salvo que éste quiera contar con el apoyo y no la animadversión de los que no resultaron elegidos. Tras unos minutos, los Rift Warriors son convocados a concilio, para decidir sobre nosotros. El Elfo pide referencias a los aspirantes al grupo y esta vez Raxus considera que el tiempo de permanecer en silencio ha pasado.

– Bueno Elfo, Emil “el Corsario” si he oído bien. Enhorabuena por tu cargo. Quieres datos, muy bien. Hace no mucho que soy un Titan Juicer. Si necesitas músculo bien dirigido, soy tu Enano. Coincidí en fechas – señalo a los Rift Warriors –, si bien no en persona con una de las hazañas de vuestro grupo. Hace algo menos de un año, los Rift Warrior viajaron por una Grieta, haciendo honor a su nombre, y entraron en un lugar que definieron como “el Infierno”. Rescatasteis algunas almas perdidas allí y eso os honra. Alguien muy querido para mí no volvió de ese lugar, y creo que la manera de intentar tener alguna noticia de que pudo ocurrir allí, y agradeceros vuestro intento, es unirme a los que ya han hollado aquel lugar una vez. No me queda mucho tiempo – Raxus se señala a sí mismo y los cables que recorren sus miembros – y me gustaría ayudar con el que dispongo. Esa es la verdad Elfo, esperaré vuestra decisión. –

Parece que Raxus se va a sentar, pero se pone de pie de nuevo, mientras señala a Callahan y al “Equilibrium”. – Por cierto, mis amigos son buena gente. Hemos arriesgado la vida los unos por los otros y ese es el tipo de unión que supongo que hace que los lazos entre los Rifts Warriors sean tan fuertes como acabamos de ver. Sólo para que conste. – Raxus se sienta mientras hace un gesto de seguridad hacia sus compañeros de viaje. Aunque ahora que lo piensa, estamos hablando de Elfos y Magos, espera haber ayudado aunque algunas dudas mariposean en su estómago.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

Se sentó en el reservado clavando una mirada de reconocimiento en Emil.

He oído tus tejemanejes, Elfo. me gustan.

Voy a ser breve para que no nos den las tantas, quiero salir a la calle a ver cómo andan los ánimos con respecto a nosotros.

Por mi pueden entrar. Ni son los más simpáticos ni me han tratado con el más mínimo respeto, pero son brazos , piernas y armas y no podemos desperdiciar aliados, tal como estén las cosas.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

El pequeñajo me ha quitado las palabras, admitió Daeron para sí, reunido con el resto de Rift Warriors.

- Quick tiene razón: tocan mas zarpazos y balazos a repartir. Y aportarán más potencia de fuego - asintió, teniendo esa idea desde el principio -. Puede parecer una idea muy simplona y endeble, pero es cierta. No quiero menospreciar a los presentes. De veras. Pero los actuales Rift Warriors, los que estamos aquí presentes, sentados en esta mesa, formamos un grupo con un nivel muy por debajo a los caídos en Angstville - afirmó sin tapujos -. Enfrentarnos a retos similares a los que abordamos en su día Shidi, Briaeros, nuestros malogrados compañeros y yo, con el actual grupo... Creo que no me equivoco si afirmo que el fracaso está garantizado. Los anteriores Rift Warriors obtuvieron una preparación, un equipo y una compenetración como nunca antes tuvo esta formación - calló unos instantes mirando uno a uno a todos los presentes, manteniéndoles la mirada, tanto si sus palabras las aceptaban como si no -. Y hasta que no obtengamos ese nivel, ese equipamiento, esa compenetración y esa efectividad, toda ayuda que venga, creo yo, es más que bienvenida - añadió.

- Esos tres de ahí fuera, han hecho un largo viaje para estar aquí. No se han desanimado, pese a explicarles nuestra precaria situación. No han vacilado de su decisión, pretendiendo ser más fuertes y duros de lo que realmente son, para mostrarse dignos de los Rift Warriors - opinó el magus - ¿Que pueden ser cazarrecompensas? Tal vez. Pero no lo creo. Una vez dentro del grupo la lluvia de balas de otros cazarrecompensas emboscados no hará distinción. Y mucho menos si son bestias o criaturas sobrenaturales. Por otro lado los tendremos siempre cerca y por tanto vigilados. Los enemigos que no vemos son los que más deberíamos temer - concluyó el joven.

- Si vamos a hacer una votación sobre su ingreso ya tenéis el mío. Sí - sentenció.

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Estoy de acuerdo en que entren. Después de tanto tiempo yo también me siento recién llegado.... Pero si hacen alguna locura, se tendrán que ir. No quiero compañeros inestables ni descontrolados.

Halberd no creía realmente lo que decía. Los Crazies y los Juicers tenían una fecha de caducidad demasiado corta como para ignorarla ellos mismos. Preferirían morir de forma heroica antes que sufrir las consecuencias de su conversión. Antes o después pisarían a fondo y usarían todo su potencial. Si cuando eso ocurriese se volvían contra el resto del grupo, la única forma de detenerlos sería volarles la cabeza o seguramente morir en el intento. Pero el enano hercúleo que hablaba del infierno le llamaba demasiado la atención como para no querer aprender de él y además, por enorme que fuera, era un enano y, como decía su abuelo, los enanos se ayudan... y punto.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

Parecía que era el momento de que dieran su opinión de los aspirantes, y eso consiguió sacar al borg de su mutismo de nuevo. 

-Yo no tengo nada en contra de que entren-dijo simplemente, sin dar más o menos motivos. Aquellas cosas que podría haber argumentado ya estaban dichas, lo que venía muy bien al alemán dado su estado hosco y silencioso, que junto con su propio poco apego a la conversación, le había convertido en una mole metálica muda la mayor parte del tiempo. 

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Otra vez le tocaba a él, otra vez tendría que decir algo que al parecer nadie quería decir o nadie estaba interesado. Ya iba entendiendo que ese podía ser su rol en un futuro.

- Comparto la opinión de Daeron. No somos la formación más poderosa que ha tenido el grupo a lo largo de su existencia y nada hace pensar que los problemas a los que nos vayamos a enfrentar vayan a ser menos peligrosos. Con eso en la cabeza, parece una opción clara. Bienvenidos sean todos los que se quieran unir a nosotros ¿no? Pues no.

Carraspeó, no tenía que verlos para saber las respuestas, le mirarían mal. Ya llegaba el tullido a romper la armonía general con sus estúpidas ideas. No había otra opción al parecer o sí, pero prefería ignorarla por el momento.

- En estos momentos tenemos cada vez más enemigos y estamos obligados a alejarnos de algunos de nuestros aliados. De golpe aparecen tres posibles miembros de la nada y todos los abrazáis sin más. Llamadme loco - La mayoría de la gente ya lo hace y alguno de vosotros seguro que también, seguro -. Pero no estaría de más que nos cercioráramos primero de quién son, antes de votar.

Voz desagradable, rostro desagradable, palabras desagradables, comenzaba a ser un estilo.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

- Gracias, Raxus. Es realmente un honor para mi ser parte de los Riftwarriors, y ser su líder en esta nueva formación de los mismos. Valoro tus palabras, y estoy de acuerdo en que los lazos son importantes, y también lo es usar el tiempo en hacer cosas. Cosas importantes. Al fin y al cabo, todos tenemos el tiempo de una vida. Y tratándose de aventureros... nadie puede asegurarnos que sea una vida larga. Entiendo por tus palabras que sois un grupo, y que entraréis o no, todos juntos.-  mira a los otros dos "postulantes" que no se han pronunciado y asiente, tocándose nuevamente el parche de su ojo- Me parece bien. Es lo mismo que yo haría en vuestra situación. Hablad, bebed... y darnos algo de tiempo. Espero que poco.

Tras estas palabras el corsario cierra la puerta, dejando fuera de la reunión a Raxus, Equilibrium y Xavier.

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- Saludos a todos, nuevamente- Emil ha dejado que varios hablen, pero ahora su tono se ha vuelto serio y mira uno por uno a sus compañeros- Se que he comentado fuera que lo primero que hablaríamos sería de la propuesta de los tres recién llegados pero antes quiero poner en conocimiento de todos el motivo por el que he entrado a solas con Daeron y con Muxu. Tal como ha indicado sagazmente James, hace unos minutos, no es infrecuente que los Riftwarriors hayan tenido dos líderes. No he seguido esa idea... pero sí he propuesto a Daeron y a Muxu que haya un oficial de operaciones y una encargada diplomática, cuya autoridad esté directamente debajo de la del líder. Eso evitará que la ausencia del líder, o una herida o una situación en donde no pueda reaccionar a tiempo, nos priven de liderazgo- guarda un momento de silencio antes de continuar- No quería proponerlo delante de todos por si no deseaban el puesto, y eso creaba un mal ambiente que debe evitarse ahora mismo. Ambos, sin embargo, han aceptado. Con lo que Daeron es el oficial de operaciones, que será mi segundo al mando en toda situación de combate; y Muxu será mi segunda al mando en todas las relaciones diplomáticas de los Rift Warriors. Bien... segunda cuestión: los postulantes. Coincido con Thomas: no los conocemos. Nadie puede asegurarnos que no sean enemigos dispuestos a cebarse en nuestra debilidad... pero por otro lado necesitamos nuevos miembros. Hemos tenido pérdidas y no podemos permitirnos despreciar a recién llegados que, es evidente, saben combatir. Han llegado hasta aquí, viajando... creo que todos sabemos lo que eso significa, ¿no es verdad? - guarda silencio unos instantes antes de continuar- Propongo aceptarles a prueba, durante dos semanas. Si superan la prueba, pasarán a ser Riftwarriors. Durante ese tiempo los tendremos observados, y podremos comprobar si son o no lo que dicen ser.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA

Parece que Muxu sería la líder de paz al fín y al cabo. Halberd sintió gratitud al oír las palabras de Emil y la tensión que había experimentado hasta entonces se relajó.

No le gustaba para nada el tono del discurso de Emil porque parecía que se habían alistado en un ejercito. De no conocer la situación en la que estaban, bajo la amenaza de los coalicionistas, Halberd se hubria marchado al oír hablar de cadenas de mando... pero la descarnada realidad es que los coalicionistas podían ir tras ellos, cazarles, emboscarles, bombardearles.... Cualquier mañana se despertarían siendo objeto de un ataque. Desgraciadamente debían organizarse como un ejercito y esperar bajas.

- Entiendo tu punto Emil, pero si vamos a organizarnos como una unidad militar, ¿no debería ser Shidi, Briaeros o el aspirante a Rifts Warrior Xavier Callahan el oficial de operaciones?

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA

Cuando la gente entró al privado donde hasta hacía nada tan solo habían estado Emil, Daeron y Muxu, la tez de esta conservaba un intenso color rosa producto de un comentario que el Alto Mago había hecho instantes antes. Había intentado sonreír, y lo había conseguido,- después de todo era una broma- pero la vergüenza ante la posibilidad de que tan solo uno de los que esperaban fuera hubieran pensado lo que él había dicho, había hecho que le subieran los colores. No obstante el sonrojo no tardó en desaparecer cuando el recién nombrado líder aclaró de un plumazo para qué se habían reunido los tres en solitario.

Aguardó a que Halberd terminara y a que Emil respondiera, si lo consideraba oportuno. Luego habló ella.

- No creo que los tres sean cazarrecompensas en busca de nuestras cabezas.- El pensamiento de que hubiera gente cuya única misión era matarla le puso la piel de gallina. Pero era una posibilidad, y a medida que se extendiera la noticia de su destierro era una posibilidad cada vez más real.- Puede ser uno, dos o ninguno. Sea como sea, no creo que ellos lleguen a actuar abiertamente contra nosotros, después de todo un cazarrecompensas necesita estar vivo para conseguir su recompensa. Somos doce. Ellos tres.

La crudeza con la que soltó aquella verdad la sorprendió a ella misma. No la entusiasmaba hacerlo, pero debía decirla. O quizá no...

- Si bien no es necesario que actúen abiertamente para causarnos perjuicio. Con uno solo de ellos informando de nuestros movimientos a nuestros enemigos de la coalición o a sus aliados, tendríamos más problemas de los que podemos manejar. Como he dicho somos doce personas. Doce... Sí- confirmó tras contar de nuevo a los allí presentes, solo por si acaso.- Quince si contamos a los tres que esperan fuera. Es un número perfecto para dividir el grupo en tres subgrupos cada uno de ellos con uno de los tres "miembros a prueba". La labor de los otros cuatro miembros de cada grupo sería estar atentos, vigilar y, llegado el momento, juzgar. Tres grupos de cinco personas a la hora de hacer las guardias y en cualquier otra situación en la que sea necesario que nos separemos. De ese modo nunca estarán juntos cuando nuestro número pudiera no ser tan persuasivo como ahora lo es. En cualquier caso, antes de juzgar nada, creo que deberían aclarar cómo perdieron a Cuchillo Rojo en el camino.- Intentó no sonar suspicaz, después de todo Halberd y ella no habían comenzado el viaje solos, aunque no estuvo segura de si lo consiguió.- Y aunque a ellos se les diga que están "a prueba" dos semanas, me parece que el tiempo en el que se les debe vigilar debe prolongarse algo más en el tiempo.

¿De verdad habían llegado a aquel punto? ¿La tranquilidad de su vida pasada, tan reciente y a la vez tan lejana, había dado paso a una vida en la que la paranoia sería la única constante? ¿Debería pasar el resto de lo poco o mucho que le quedara mirando sobre su espalda? Aquella situación la estaba cambiando, lo sabía.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA

Daeron escuchó el comentario, evidentemente despectivo hacia su persona, sobre cualquier otro antes que él como oficial de operaciones. Una sonrisa se dibujo en sus labios y asintió. Cruzó las manos, entrelazando los dedos, y echó su cuerpo levemente hacia adelante, apoyándose sobre la mesa y dirigiendo su mirada al enano.

- Tienes toda la razón, Halberd. James y Briaeros podrían ser perfectamente oficiales de operaciones. Mejores que yo - reconoció el magus asintiendo, hablando tranquila y sosegadamente -. Sin embargo hay un detalle que pasas por alto: para coordinar el combate la primera fila o en mitad de las filas enemigas, no son los mejores sitios para ello. Por tanto, ¿Estás sugiriendo que deberíamos sacrificar la capacidad combativa de los MEJORES luchadores que actualmente tienen los Rift Warriors, relegándolos a retaguardia? ¿Y quien ocuparía sus puestos vitales? ¿Quien desempeñaría sus funciones? ¿Tú? - preguntó el joven incrédulo. Negando con la cabeza continuó hablando -. No queremos tener que enterrarte tan pronto, Halberd. Perdona que hiera tu orgullo, pero el día que seas capaz de ocupar esos puestos, gustosamente cederé mi nombramiento a cualquiera de ellos - aseveró el arcano.

- Respecto a tu sugerencia sobre la opción de nombrar a alguien que aun no ha sido confirmado, que no conocemos y que aun no ha demostrado nada ante el grupo... - calló unos instantes mientras su sonrisa se ensanchaba y se tornaba aviesa -...creo que mejor no la comentaremos.

Tras ello, Daeron volvió a reclinarse en su asiento.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA

James entró en el pequeño cuartucho con los demás, taciturno y serio como un enterrador. Su brindis apenas había pasado por alzar lacónicamente su vaso apenas unos centímetros, para volver a posarlo sobre la mesa sin dar siquiera un sorbo. Al penetrar en la estancia, se apoyó de espaldas contra la pared, justo al lado de la puerta. Los brazos cruzados sobre el pecho le conferían un aspecto severo. Los ojos entrecerrados paseaban una mirada fría por las siluetas de los nuevos Rift Warriors, una aglomeración de hombres, mujeres y D-Bees que tenían mucho que demostrar para estar siquiera a la altura de lo que representaron los antiguos miembros de esa hermandad de mercenarios.

He luchado contra la Coalición. He perdido mi SAMAS volando entre misiles y tormentas mágicas. He sido destripado en una alcantarilla por un escuadrón de Dog Boys. ¿Todo para qué...? ¿Cuál ha sido el reconocimiento de toda la sangre que he derramado....? Acabar como peón a las órdenes de un estafador de granjeros...

Emil inició tras unos instantes uno de sus discursos. No era la primera vez que escuchaba al elfo desplegar su oratoria con ese tono vanidoso y esa sonrisa seductora. Y otro puñal se clavó profundo en el corazón del soldado: un puesto de oficial de operaciones y su nombre no estaba en la lista. El ceño del excoalicionista se acentuó más si cabe, mientras espiraba una bocanada de aire lenta y silenciosamente. Para empeorarlo, Halbert, aquel enano entrometido y lenguaraz, osó mezclar su nombre y el de Briaeros con uno de los desconocidos que aguardaban en la sala principal del saloon. Alguien que ni siquiera conocían, estaba a los ojos del tecnomago a la misma altura que uno de los combatientes de la Bahía Shesheeb.

James se apartó de la pared y tomó asiento en una de las cajas de cerveza vacías que se amontonaban a sus pies. Los Rift Warriors habían muerto en Angstville. Y él con ellos.

Señalo lo obvio y es que el puesto de oficial de operaciones lo deberia ocupar el que más conocimiento tenga de tácticas militares. Tampoco pondría a Callahan en el puesto, lo ponía solo como ejemplo. Me parecía demasiado obvio como para tener que especificarlo. Soy mecánico y la gente acude a mí cuando necesita un mecanico. Igual que va al medico cuando necesita un médico. Nosotros necesitamos a alguien versado en tácticas militares para ocupar el puesto de oficial de operaciones, tan sólo señalo eso. No tengo nada contra ti Daeron. Si eres el que más sabe de tácticas, basta con que lo digas, no sé a qué viene ese sermón. ¿Eres el más preparado para el puesto?¿Qué sabes de operaciones militares?.

Se giró a Shidi y a Brienos ¿Y vosotros dos?¿Qué sabéis de tácticas?

La actitud de Daeron le recordaba demasiado a la de los magos del consejo como para estar a gusto. Muy arrogante para ser el que estuvo al mando en el fiasco de Angstville que les había enviado a todos al exilio y precipitaria la muerte de varios de ellos.

Daeron suspiró ante el empecinamiento del enano de no querer, siquiera, intentar comprender su "sermón" que venía a mostrar la dramática situación en la que se hallaba el grupo y que nombrar a un coordinador táctico que, en diversas ocasiones para desarrollar su cometido óptimamente, le obligaría a no estar en primera fila, sería fatal para todos. Precisamente cuando apenas había hombres de primera fila. Precisamente por que los mejores oficiales serían los soldados de primera fila.

- No. No sé, propiamente dicho, tácticas militares. No he tenido formación militar y no he ido a una academia de oficiales donde me enseñaran tácticas - reconoció mientras miró de soslayo a Shidi -. Solo la experiencia adquirida en las diversas luchas transcurridas durante los meses que estuve en los Rift Warriors. Solo los diversos planes y estrategias que desarrollamos cuando estuve al frente de ellos. Mi escuela ha sido el campo de batalla, aunque entre los presentes, sin duda, habría quienes podrían superarme en ese cometido - admitió mientras su mirada pasó de Vicky a Briaeros y finalmente a James -. Con creces - puntualizó mirando al excomando.

- Si alguien, con honestidad, cree que puede hacerlo mejor que yo, que lo manifieste. El puesto será suyo - aseveró mirando indisimuladamente a Shidi.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

Los Rifts Warriors comienzan a debatir en privado no sé qué tema y no me importa mucho pues como no soy uno de ellos, no me corresponde esa clase de participación. Si llegan a aceptarme, bueno, ahí si será un tema de mi importancia. En este momento, prefiero disfrutar de la comida y de la bebida, que tengo cuanto quiero de ambas en este momento.

Pero de pronto, nos preguntan quienes somos y si tenemos alguna referencia. Raxus habla de inmediato diciendo quien es y qué es lo que le motiva, así como qué es lo que tiene para ofrecer al equipo. Luego dice que somos buena gente y pongo mis palmas sobre mis mejillas pues es muy tierno de su parte y cortes, lo que no es común en el Juicer.

Entonces siento que es el momento de hablar también:

 - "Ahm, yo soy un aventurero que intenta hacer el bien por donde pasa. No tengo historia alguna con los Rifts Warriors pero sé que se han opuesto a los Coalicionistas y ayudado a personas que lo necesitan, lo que me hace sentir que tenemos valores o metas similares. Quiero ayudar a la gente y patear el culo de los malos, ustedes me parecen buenos tipos para hacerlo juntos."

Luego pienso en lo que tengo para ofrecer y les cuento:

 - "Tengo un par de capacidades que a veces pueden ser útiles. No soy un poderoso titán ni tengo un ejército portátil pero sé disparar y no dudaré en hacerlo por la causa correcta."

Finalmente pienso en las referencias que tenemos y recuerdo el arma que porta Raxus:

 - "Conocimos a un amigo suyo de camino acá. Era un poco singular y terminó estando totalmente loco pero dijo que era un Rifts Warrior y que hablaría bien de nosotros. Se llamaba Cuchillo Rojo y lamentablemente ya no está entre nosotros."

Bajo la vista un poco apenado pues el suceso del M.O.M. es algo sumamente triste y que da un poco de vergüenza, pero no considero correcto ocultar la verdad. Eso sucedió y es algo que ellos deben saber. Si era su amigo, deben llorarle y no seré yo quien se ponga en medio, que esté entre los Rifts Warriors y la verdad.

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PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

Escuchó divertido a Equilibrium.

-Eh, justiciero, seguro que tus palabras les emocionarían si pudieran escucharlas, pero no hay nadie salvo nosotros dos para escucharlas. Han cerrado las puertas para hablar tranquilamente y decidir si somos aptos o no para ingresar en sus filas -dijo Callahan-. Me ha extrañado que no nos hayan preguntado nada. Hubiera sido lo lógico en vez de proponernos contar algo de nuestra cosecha -señaló con un encogimiento de hombros.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA.

Y de nuevo volvía a estar metido en asuntos en los que no deseaba meterse. En este caso, respecto al cargo de líder de operaciones, donde se le señaló como un potencial ocupante de ese puesto. Parecía que iba a tener que hablar de nuevo, y en este caso no iba a poder ser corto. Sin embargo, decidió empezar de manera contundente y rotunda.

-No-dijo, simplemente, su voz mecánica con su acento germano-no voy a ocupar ningún puesto, no soy un líder. Soy... Era un miembro del GSG9 de la NGR... Lo que los vaqueros conocíais como SWAT. Mi labor era la lucha contra todo tipo de D-Bees en la NGR, limpiando alcantarillas, corredores... No dirigir. Luchaba e investigaba. Punto. Y aunque en la paz que existe aquí, comparado con la NGR, no se vive en un estado de alerta continuo... Sigo sin tener las capacidades o ganas de ocupar ese puesto. 

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. ANTES DE CERRAR LA PUERTA Y SEGUIR CONVERSANDO SOLO CON LOS ACTUALES RIFT WARRIORS

Emil miró con curiosidad a Equilibrium, antes de cerrar la puerta y quedarse a solas con los actuales Riftwarriors, para luego asentir a sus palabras. 

- ¿Qué le pasó a Cuchillo Rojo?- pregunta finalmente mirando a los tres recién llegados.

Sábado, trece de enero de 105 PA.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, TRAS LA COMIDA. PRIVADO JUNTO A LOS ACTUALES RIFT WARRIORS

- Esto... Halberd no pretendo que los Riftwarriors sean una unidad militar. No lo han sido nunca. ¿Acaso crees que estoy actuando como líder de una unidad militar?- niega con la cabeza- No, la idea no es actuar como una unidad militar. Desde luego, si lo fuéramos, el líder no debería ser yo. Ni tampoco ocupar puestos de responsabilidad ni Muxu ni Daeron. Obviamente tampoco Xavier del que no sabemos nada- mueve la mano como despejando una incógnita molesta- No, no. Si esto fuera una unidad militar, el líder sería James. Es, sin lugar a dudas, el que más conoce las unidades militares, y el que más ha combatido con y contra la Coalición. Pero James no ha deseado siquiera el puesto de líder. Daeron ha sido el que propuso, y el que propusieron muchos de los Riftwarriors. Como ves, tampoco Briareos muestra un deseo de ocupar ese puesto. Además, Halberd, Daeron fue el líder en muchas de las operaciones más exitosas de nuestra unidad. En el momento de su mayor debilidad, precisamente, en el ataque a Angstville, él no ocupaba el puesto de líder.

El corsario guarda un momento de silencio y sigue mirando a todos.

- Me habéis elegido líder. Y eso significa que haré, o intentaré hacer, las cosas a mi modo. Creo que es necesario que las personas que han tenido puestos de mando y responsabilidad los mantengan. Como he dicho, no dudo que James es uno de nuestros mejores combatientes, si no el mejor. Pero no se trata de eso. Y si James tiene problemas con mi decisión, creo que puede hablar por sí mismo. Pero repito: fue James quien alabó a Daeron, quien indicó hasta qué punto era el adecuado para un puesto de liderazgo. ¿Me equivoco James? ¿no fue Daeron quien se adentró en la Pirámide de Thoth, pasando la prueba de pureza de su esfinges guardianas, y tomó el Cofre de la Fortuna? ¿quien penetró en el interior de un Nido xicitix de Duluth?, ¿quién ha dirigido el grupo de Riftwarriors más exitoso hasta la fecha?

Emil guarda silencio unos instantes.

- Creo... que no me estoy explicando bien. No somos solamente comerciantes, no ya. No somos meramente guerreros o combatientes, no ya. No somos ciudadanos con un pasado glorioso. No ya. Somos sencilla y únicamente una puta familia. Unos nómadas que van a alquilar sus habilidades, que van a comerciar, y que van a intentar prosperar y vivir mejor, o lo mejor que se pueda, y mientras tanto van a hacer del mundo un lugar mejor. No podemos empezar con riñas, y peleas. ¿Sabéis por qué he elegido a Daeron y a Muxu? Pues es fácil: ambos hubieran podido ser líderes, y de ambos han hablado bien otros miembros de nuestra familia. Y ahora, ¿podemos dar por terminado este tema y hablar de las tres personas de ahí fuera? Muxu ha hecho una propuesta interesante y quiero que hablemos sobre la misma.