Partida Rol por web

Tras los acontecimientos la sala quedó vacía, el silencio solo se rompía por la discusión de fuera.

- Nunca estoy sola, pero la sensación de soledad tampoco se va nunca-.

Tras eso Xasardgrornfeez se materializó fisicamente enfrente mía "Que te preocupa Jeté, no es normal en ti este tipo de depresión" me dijo preocupado.

- Es esta ciudad, me rompe por dentro estar en ella, es como si lo poco que recompuse de mi corazón se cayese a trozos cada segundo que paso en ella. Mis intentos de interactuar con los otros ha sido un fracaso y las personas que de verdad son importantes no están. Dime Xasa que debería hacer.-

"No hay nada que pueda hacer por ti, mi deber es protegerte, pero ni siquiera yo puedo acceder a tu corazón. Ocultas con recelo de todos tu verdadera forma por miedo a herirles y a herirte, solo soy un escudo cobarde que protege de los demás." me dijo en un tono serio, no quería darle la razón pero todo lo que decía era la verdad. Me levante del asiento y le pase la mano por encima a Xasa, eso me tranquilizaba normalmente, pero en este momento no me ayudo nada.

- Ya nadie puede salvarnos, quizas deberia abrir la puerta y dejar que la verdad se desborde. Antes cada vez que tocaba me hacia sentir algo nuevo, pero ahora no es época de musica y cada vez me ofrece sentimientos mas vanos y vacíos, placer absurdo que desaparece en un parpadeo. Las mentiras se acumulan y ya no soy capaz de engañarme a misma, el sueño a nublado mis sentidos y torturado mi alma-.

"Así que por fin vas a aceptar tu verdadera naturaleza, la que has reprimido durante tanto tiempo solo por un momento de soledad." Me grito Xasa, antes de que pudiese seguir hablando le arroje un vaso del minibar contra la cabeza. "¿Así reaccionas ante el dolor emocional? Eres una guardiana deberías de ser capaz de llevar eso sin problemas. Antes eras más fuerte." Me grito aun mas fuerte.

-Quien te crees que eres para hablarme así, si estoy en esto es por tu culpa, yo nunca pedí y aquí estoy, podría estar muerta y tranquila pero he de seguir peleando sin ningún sentido- Le digo mientras le sigo arrojando las cosas del minibar y comienzo a llorar -Soy débil y por eso he de pasar inadvertida, si la gente no tiene ninguna expectativa de mí puedo fallar sin tener remordimientos.

Xasa simplemente se quedó mirándome decepcionado "Si buscas la muerte porque no te suicidas y acabas con todo, de esta manera, simplemente eres inútil". Dijo mientras se abalanzaba sobre mí y me daba un golpe fuerte que me lanza contra la pared, veo como Xasa también sale herido por su propio golpe, pero mantiene la compostura y me lanza una mirada asesina. "Tienes razon eres inutil.No vuelvas a llamarme hasta que dejes de ser una muñeca rota que no sirve más que para llorar".

Me quedé ahí tirada sin saber que hacer, ¿por qué todo tiene que ser todo tan difícil? Pensé que ya había superado todo esto.

-Por favor, alguien... ayuda... -

Cuando Akai sale de la habitación puede ver a Silas sermoneando a dos jóvenes sentados en unas sillas. Están heridos, pero no parece que Silas tenga que ver en eso, más que nada parece que esta haciendo de mediador para que se arreglen las cosas.

- Esto es un deporte y como tal no tenéis que llegar tan lejos. Respetaros y recordar lo que siempre os han enseñado. No conseguiréis nada si actuáis así... -bufo y continuo- No pido que apartéis vuestras diferencias y seáis amigos, si no que respetéis las normas y seáis deportivos -dijo bastante serio y contundente.

De golpe se escucha un fuerte golpe dentro de la habitación anexa al sótano clandestino. Silas pone una cara de preocupación bastante seria y se va corriendo a la sala sin pensárselo. Una vez que entra no se escucha nada más y tampoco se siente que nada malo este pasando. Al momento se asoma por la puerta.

- No ha pasado nada, un pequeño accidente -dice restandole importancia.

Nada más terminar cierra la puerta con cuidado y el ambiente parece tranquilizarse. La gente parece empezar a replegarse e irse a casa. Ya es tarde y pocos se quedan en la parte de abajo.

Akai, entre más personas, salio del sótano donde había entrado con Silas. Heins estaba a punto de marcharse, Astrid y Gailiana quizás estaban afectadas por la despedida y el local se había vaciado bastante. Akai estaba con su expresión corriente y después de hablar con el tabernero este le dio una llave para una de las habitaciones.

Si nadie lo detenía se dirigiría directamente a la habitación en el piso superior, pero si alguien le quisiera decir algo, no hay mejor momento para ello.

En ese momento, la gente que salia del sótano salio de allí en dirección a la puerta. Algunos tenían un poco de sangre y otros algún moratón que otro, nada que no pueda solucionarse con cuidados caseros.

Silas entro por la puerta alterado por que hubiera pasado algo más grave de lo que realmente paso. Vio a su querida sobrina llorando pidiendo ayuda. El Guardián no pudo si no tornar una expresión más suave y preocupada. Se acerco a ella y se sentó a su lado.

- Allegretta... ¿Que es lo que te aflige...? -dijo mirandola fijamente- ¿Es por tu madre y los demás...? Comprendo por lo que pasas... Despertar casi quinientos años en el futuro no es bueno para nadie... -dijo manteniendo un momento de silencio y suspirando- No soy bueno en absoluto en estas cosas sobrina... Nosotros no queríamos que pasaras por esto... Yo también perdí muchas cosas queridas cuando me desperté. Mi esposa, tu madre... Todos mis amigos que no eran Guardias... Es duro empezar una vida nueva cuando tienes tanto dolor por tus recuerdos pasados... ¿Pero sabes...? Las cosas pasan por algún motivo real. Yo así conocí a mi nueva esposa -dijo mirando su anillo de casado- y conocí a las nuevas gentes de Saint Dominica, mi lugar de nacimiento. No todo es malo... pero Allegretta.. Llora, ríe, salta, grita, sonríe... Vive como tu madre siempre quiso. Eres una mujer libre atrapada en un cuerpo de adolescente dudosa. -dijo para después suspirar- Allegretta, me alegro de verte... Significa mucho para mi ver a mi querida sobrina, pero... No quiero verte sufriendo así... Si necesitas a alguien, siempre estaré aquí, pero si necesitas estar sola... Lo comprenderé -dijo en una posición completamente vulnerable.

Silas parecía estar realmente preocupado por Allegretta ¿Sera otra persona que echara de su vida? ¿Aceptara su ayuda? ¿Aceptara su verdadero ser y dejara de fingir lo que no es?

Astrid escuchó el mensaje de Athena con semblante inexpresivo, aquello no era una buena noticia ya que perdía a más de la mitad de su equipo, pero las ordenes eran las ordenes. Se acercó a Athena y le entregó las llaves del speedwagon, ya hablaría con Akai para administrar el uso del otro. Las despedidas y las emociones la verdad era que no eran lo suyo, asi que se limitó a mirarlos con la expresión más suave que pudo hacer en aquel momento.

- Que tengáis un buen viaje de regreso. - Antes de darse la vuelta y alejarse miró a Dianne y Galiana, solo esperaba que el rendimiento en la misión no se viera perjudicado por su separación.

Le pareció ver a Akai salir del sotano y hablar con el tabernero, parecía que fuera a marcharse a algún lado, así que se acercó a este. -Antes de que te vayas pondremos en común lo que hemos averiguado en esta noche, esperaremos a que terminen de despedirse.- Una vez dicho esto se sentó en una de las mesas vacías del local.

Tras unos minutos sin reaccionar tras el beso de Dianne y la carta de Stake...

Primero se dirigió a Athena a la que habló casi automáticamente por el momento chocante: - Espero que tengas cuidado con tu energía. - miró luego a Elya – Tú, espero que te cuides bastante y que no se te acerque ningún pervertido. Ni uno solo. - Y luego a Balgala. - Como le pase algo a alguna te encontraré, te pelaré a mordiscos, te colgaré de una palmera boca abajo y te haré subir un edificio con más de cien plantas de una vez cargando con todos los dulces que necesite para vivir durante cien años. No necesariamente en ese orden.

Finalmente, sin importarle si alguien más oía, Galiana se dirigió a su chica, visiblemente muy afectada. La miró directamente a los ojos:

- Del dulce al salado. Lo que hay entre un chocolate caliente ... cuanto nos gusta eso, ¿verdad Dianne? y una ola del mar. ¿Recuerdas esas luces en la playa? Parecía que podíamos tocar las estrellas sin esfuerzo.

Del dulce al salado. La distancia entre los recuerdos de cuando jugábamos juntas en los descansos y la frustración qué sentía cuando me atrancaba en los estudios. Menos mal que la alejabas con tu presencia en esos momentos...

Del dulce al salado. El espacio que hay entre tu cercanía y el que se abrirá ahora que sé que te marchas de mi lado. Que aunque sea una misión ¿crees que no te echaré de menos?

Hizo una pausa mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Odiaba las separaciones, sobre todo cuando no sabía cuánto iban a durar.

- Perdón, pero procuraré, conseguiré, haré que... - se quedó sin palabras un momento y agachó la cabeza, quedando su rostro cubierto parcialmente por su sombrero. - que... del dulce del beso ... al salado sabor de la despedida... haya un reencuentro... por favor. - Finalmente se quedó de rodillas en el suelo, cabizbaja y cargada de tristeza.

Después de este momento de desasosiego para algunos. Heins parece marcharse por la puerta en dirección a algún lado.

Tanto Akai, Astrid y Galiana se quedan solos, pero Akai parece decidido en irse a descansar ya ¿Muchas cosas en poco tiempo?

- Quiero irme a dormir. Tengo cosas en las que pensar. - Miró a Astrid. En ese momento Galiana ya no estaba para mucho más, la tarde-noche había sido demasiado intensa. La parte menos emocional de Galiana, la que estaba entrenada para ser fuerte, decía a gritos algo que quiso compartir mientras la líder del grupo respondía:

- El hecho de que Stake considere que tenía que mandar ayuda para luego dividir es algo muy preocupante. - Siguió cabizbaja en el suelo. - No me importaría si me llevaras a la cama. Ahora mismo no tengo fuerzas para caminar.

Heins se marcho de aquella taberna, posiblemente buscando desestresarse un poco de la situacion. Si pensaba practicar su magia había pocos lugares donde hacerlo, pero a esta hora el mejor lugar era el propio cementerio. Según su antiguo maestro en un cementerio hay suficiente energía para poder practicar pequeños conjuros sin llamar la atención o resultar destructivo.

Ya eran las 23:00 cuando tomo camino. Todo lo que se cruzaban eran soldados haciendo guardia o ciudadanos volviendo a su casa después de una pequeña fiesta o quizás de otro tipo de fiestas más lascivas. Era la primera vez en la ciudad, pero por suerte habia indicaciones que medianamente entendia por los iconos asociados a las señales. "Una tumba indica cementerio ¿No?", podría ser una buena lógica para encausarse a una dirección.

Cuando Heins se adentra en el cementerio puede observar lo cuidado que esta. Sin darse cuenta se adentra y comprende ligeramente que los Estigianos dan mucho valor a las tumbas de sus antepasados fallecidos. Las decoraciones de las tumbas, el color blanco impoluto, incluso los candados que se ponen en los mausoleos. Quizás también hubiera una fosa común cerca, pero posiblemente estuviera lejos del alcance de una persona normal. Aquel lugar estaba lleno de pasillos hechos por los mausoleos y por suerte, en el cruce de todos los caminos, había una plaza con fuente que inspiraba tranquilidad. También había algunos bancos y lo único que inspiraba el lugar era paz y silencio. Posiblemente allí fuera un buen lugar para practicar, ya que aparentemente no había nadie alrededor.

Silas entró en la sala al poco del incidente, era normal habíamos hecho mucho ruido, siempre hago todo mal...

Tras verme en mi estado intento ayudarme, pero no consiguió mucho, esta escena me dolió más de lo que él pensó, me recordó a mi infancia cuando Riftlert me regañaba por hacer algo mal y tras esas peleas siempre venia a reconfortarme, siempre tenía esas palabras de ánimo dulces pero a la vez amargas, te echo de menos Mama...

Un "¿Ya estás llorando de nuevo pequeña?" Me saco de mis penas, esa voz era inconfundible, al alzar la vista la vi. Su cara como esculpida de porcelana con esa expresión de entre enfado y amigable, su pelo negro por los hombros, sus ojos azules celestes, su delicada figura cubierta por ropas estrafalarias, su postura refinada, todo era exactamente igual que ella, ¿pero era posible?

Ion:- Dime ¿por qué dudas?, siempre podrás doblarte, pero nunca romperte, eso es algo que he visto cientos de veces. Siempre caes, pero te levantas más fuerte, ¿acaso llevas demasiado tiempo sin caerte? hasta los más grandes fallan, Silas también fallo en conquistarme pero mírale, continuo avanzando y ahí esta, sumando esposas -dijo mirando a Silas con una sonrisa maliciosa-.

No sabía cómo reaccionar, simplemente me quede mirándola hablar y gesticular con la boca abierta. Su voz era la misma, sus gestos sus miradas, todo.

- Pero no soy capaz de levantarme soy débil- le conteste sin pensar al poco.

Ion:- Si eres débil hazte fuerte, es fácil, Silas esta aquí para ayudarte- Dijo con una sonrisa mientras se acercaba y me señalaba a Silas -Y el té ayudara encantado por la cuenta que le trae- Menciono lanzándole una mirada a Silas -Y yo te apoyaré en el camino como siempre.

Se volvió a poner junto a Silas y le susurro algo al oído, tras eso se queda esperando junto a él, no sé por qué pero este momento me recorro a tantos momentos en mi infancia, una sensación cálida me inundo por un momento, me levante sin pensarlo y mire a Silas.

- Hazme fuerte de nuevo, para poder mirar a la cara a mi Padre cuando lo vuelva a ver y para no arrepentirme nunca más de mí misma-.

"¿Que coño es esto?" pensó mientras observaba a Ionasal "¿Se trataba del Arcano de Allegretta? ¿Acaso...? Los Arcanos podían tomar la forma que desearan, pero esto era demasiado... ¿Tanto había aprendido de su madre? ¿Tanta sincronía tenían?". Silas se quedo algo conmocionado por lo que estaba pasando, para él era bastante extraño todo este hecho. Nunca había vivido una situacion así, incluso siendo un Guardia de casi 500 años. Sin embargo sus dudas pasaron a segundo plano cuando el Arcano dijo una frase que solo podría haber dicho Ionasal.

- Gracias, ha sido un bien intento, pero te ha faltado el toque maternal. Me alegro de que sigas queriéndola tanto y preocupándote por ella, pero creo que aun nos queda un largo camino con ella, confió en que lo andes conmigo.

"Tantos años y solo has sabido complicar las cosas durante más tiempo..." pensó mientras se levantaba. Irónicamente esa transformación haría que Allegretta consiguiera la determinación para seguir, aunque sea a un camino incierto.

- ¿Así que aprender a luchar? No puedo enseñarte nada si no te conoces a ti misma pequeña -dijo ya de mejor humor- ¡Besposh, ven aquí! -dijo mientras un ser un poco más grande que Silas aparecía a su lado de manera fantasmagórica.

Besposh, el Arcano de Silas. A pesar de su apariencia oscura, es un Arcano completamente de Luz. Sin nada más que fijarse en él se puede determinar que es un Arcano bastante poderoso, posiblemente tiene una de las auras más fuertes que se haya sentido en bastante tiempo. Besposh y el Arcano de Riftlert también han sido rivales por mucho tiempo. Por lo que sabes Besposh pertenece a los Arcanos del Carro, sobresalientes en la fuerza física.

- Antes de enseñarte tendrás que aprender lo mínimo sobre ti misma y tu Arcano -dice dirigiéndose a la puerta que lleva a la sala donde están los rings- Lucharas contra mi y Ionosal luchara contra Besposh, si te hago mucho daño te curare, pero aprenderás tanto del dolor como del entrenamiento, así que no te preocupes.

La sala de los rings estaba completamente vacía, ya era demasiado tarde y no era el momento de hacer deporte, si no de descansar. Silas se puso en uno de los rings más grandes y por las indicaciones del suelo parecía ser que se trataba de un escenario para que dos personas lucharan por equipos. Acto seguido Silas invoco una barrera alrededor de sus puños y lanzo otra sobre Allegretta, medidas de seguridad posiblemente.

- Atiende Allegretta, copia mi postura e intenta darme de la forma que se te pase por la cabeza e intenta no darme tiempo a responder mientras tanto manda a tu Arcano a incapacitar a Besposh, si no él te atacara directamente -dijo poniéndose en una guardia de una de las escuelas de artes marciales más reconocidas de los Estigianos, el Sambo.

Silas y su Arcano daban bastante miedo, pero un sexto sentido te daba la seguridad que no iba a herirte de muerte.

Astrid negó con la cabeza para si misma, la misión estaba yéndose al infierno a pasos agigantados. Del grupo inicial tan solo quedaban ella y Galiana, el otro grupo le parece mucho más descoordinado y caótico, eso podría traerles complicaciones...Esbozó una sarcástica sonrisa para si. El echo de ser ella la que estuviese pensando acerca de coordinación y de actor extraños era lo último que había pensado hacer tal y como solía responder ante todo. Heins se iba a saber donde y Akai...Akai parecía haberla ignorado, ya se lo cobraría con intereses, pero ahora la prioridad era recoger los pedazos de su grupo. Suspiró y apoyó una mano en un hombro de Galiana.

- Tranquila, estoy segura de que no es anda grave. Aquí estábamos muchos y sabíamos que podía pasar que nos separasen en algún momento. -Dijo tratando de animarla.- Pero lo primero es lo primero, hay que estar descansadas para lidiar con los idiotas del otro grupo por la mañana...te llevo -dijo finalmente guiñándole un ojo y cargándola sobre su espalda hasta la habitación.

Caminaba a paso lento, con la mirada congelada en el frio, incluso podia parecer de que no me fijaba hacia donde caminaba, como si fuera un vendaval sin rumbo alguno. "Supongo que podria acostumbrarme en el fondo a este sentimiento..." Pensaba con cierta tristeza y enojo, todas las personas que he conocido en la organizacion no son mas que conocidos para mi, sin ningun lazo sentimental como el que habia desarrollado con mi familia... Me siento terriblemente solo. Aun cuando caminaba, la gente parecia tener grandes lazos de amistad entre ellos, y aunque no son familia, parece que los une un vinculo incluso mas fuerte... Envidia. Eso es lo que siento. Envidia. Mi cuerpo esta experimentando sentimientos jamas encontrados hasta el momento, en un carrusel de emociones...

El cementerio seria la opcion mas logica para ir a practicar... Deshabitado. Solo. Llenos de cuerpos que en su momento llenaron de emociones este mundo... Asi como mi familia. -No les pude ofrecer un entierro digno... -Digo en voz alta, mientras habia llegado ya a mi destino. Es cierto, con todo lo que sucedio... No logre darles el entierro adecuado a mi familia, por culpa... Por culpa...

En este lugar, se cuidan mucho a los muertos, me parece muy honorable eso... Ya que eso da a relucir la importancia de esas personas cuando tenian vida, estaba en la fuente observando como el agua fluye con total tranquilidad... Mientras una vez mas, el fuego empieza a emanar de mis brazos, un fuego de odio. -Es cierto... El enojo es malo para un brujo, ¿No es asi...? Pero solo por esta vez... Dejare fluir ese odio... -Empezaba a apretar mis puños y dientes, mientras mi columna se empezaba a erguir. Mi rostro reflejaba todos esos sentimientos que en su momento no habia logrado expresar... Tristeza. Odio. Dolor. Agonia... Jamas habia pensado que un ser humano pudiera experimentar todo esto por culpa de alguien. Sin pensarlo dos veces, señalo al cielo con enojo mientras chasqueaba los dedos, y aunque mi rostro reflejaba todo eso, mis palabras fueron suaves... -Flecha de fuego. -Mientras me imaginaba lanzando este hechizo, con total rabia de mi ser en el fondo de mi corazon... Una vez obtenga el poder que deseo, lograre mi objetivo... Aun si camino bajo un charco de sangre, aun si camino solo por toda la eternidad... Aun si las llamas oscuras que habitan mi alma me consumen algun dia, cumplire mi objetivo, cueste lo que cueste.

El joven Heins se encontraba lleno de odio, de un odio atroz que le consumía poco a poco y en la soledad del cementerio encontró una forma de desahogarse, pero lamentablemente muchos querían una segunda oportunidad. Mientras su rabia creía su magia lo hacia con él, cada vez se volvía más y mas poderoso. Su rabia le subió su adrenalina, su descontrol también le hizo presa de aquellos que ansiaban volver... De un momento a otro la rabia de Heins se volvió nada y de la nada... se quedo inconsciente.

Como si todo hubiera sido una pesadilla el joven estaba tumbado en una cama. Una cama relativamente familiar como si ya hubiera estado allí. Pudo abrir los ojos y vio a su alrededor... Si estaba allí de nuevo al inicio de su aventura después del ataque de aquel vampiro ¿Como olvidarlo? Resultaba normal estar aquí, dentro de lo que cabe, seguramente algún carretero le recogió al ver que estaba vivo. Sin embargo cuando intento moverse no pudo hacerlo, su cuerpo no le respondía ¿Que demonios era esto? ¿Por que no responde su cuerpo? No entendía que podía ser, pero no se sentía cómodo.

Al poco rato la puerta se abrió y desde la cama se podía ver perfectamente como una joven se acercaba a él ¿Por que me parecía tan familiar si nunca la había visto? La joven traía varias cosas como si fuera a cuidar a un enfermo. Entonces se sento a su lado dejando las cosas en el suelo al lado de la cama.

- Sigues dormido ¿Eh...? -dice mientras le lava la cara con un trapo- No deberías ser tan vago, Heins. Deberías levantarte y aprender para tu propio futuro ¿No crees que estando así no lograras nada? -la joven suspira momentáneamente- Creo que estoy siendo demasiado egoísta... Si necesitas descansar, descansa, por que habrá pocos momentos donde hacerlo... Y ademas incluso despues de lo que acaba de pasar... -dice preocupada- Pero por lo menos prométeme que no te quedaras así por siempre... -suelta una ligera risa- No querrás que este cuidándote por siempre como si fueras un niño chico. -dice terminando de limpiarle las heridas y la cara- Bueno, voy a bajar las cosas ahora vuelvo.

La joven se levanta y coge las cosas que trajo, acto seguido se marcha por la puerta por la que entro. Cuando el sonido de la puerta cerrándose llega a los oídos de Heins este puede volver a mover su cuerpo y le viene el nombre de la joven a la cabeza "Rose". Hasta hace un instante no recordabas nada, pero de repente vuelves a recordar todo lo que ha pasado hasta que llegaste al cementerio ¿Que haces aquí, joven?

La habitación es la habitación donde despertarte después del accidente y no parece haber cambiado en absoluto de como la recuerdas, solo quizás que la ventana no estaba cerrada, pero la oscuridad del lugar si te es reconocible ¿Estaba nublado, verdad?

Estaba entrando en una clase de Frenesi,  mi cuerpo no podia detenerse, deseaba mas poder, mas del que mi cuerpo podria soportar para acabar con la amenaza de los vampiros no-muertos, mi mente estaba empezando a nublarse con facilidad recordando claramente la escena de su muerte, en donde cada vez mis chasquidos eran mas y mas fuertes, llevando grandes partes de mi odio en cada golpe. Pero de la nada, pude sentir como mi mente habia perdido todo ese sentimiento de colera, y observaba a mi alrededor... Y en cuestion de segundos, todo se volvio blanco. 

Todo era silencio. Un silencio tan pacifico que me tranquilizaba de cierta manera... Como si no quisiera abrir mis ojos, intentando mantenerlos cerrados para asi evitar experimentar nuevamente ese sentimiento. Pude abrir los ojos, mas mi cuerpo no respondia en lo mas minimo... Incluso, no recuerdo mucho de lo que ha sucedido ahora que lo pienso... ¿En donde estoy? Me duele relativamente el cuerpo y parece que estoy herido... -Uuughh... -Dije por el dolor, mientras miraba a mi alrededor. Es cierto... Mi familia, ese vampiro, yo... No logre hacer nada.

No pude evitar morderme el labio de tristeza, mientras unas lagrimas adornaban lentamente mi rostro demostrando mi profunda agonia. Pero mis lagrimas cesaron al ver a una hermosa chica acercandose a mi... Un momento... ¿Porque me siento tan comodo solo con observarla...? Es como si ya la conociera. Es extraño... Cuando me empieza a lavar la cara, mi rostro reflejo sorpresa, sus palabras atravesaban mi cuerpo como flechas a gran velocidad, destrozandome internamente... ¿Avanzar para mi futuro, eh...? Una vez se despide, pude observar su espalda... Y estire mi mano, intentando agarrarla aun cuando ya estaba bajando y la puerta estaba cerrada.

-Un momento...

Todo regresaba a mi. Rose... Los caminantes de sangre, la mision, el cementerio... ¿Que estara sucediendo? ¿Porque me encuentro en este lugar? Es como si estuviera repitiendo todo desde el inicio, pero aun asi, ¿Rose... Me estas protegiendo aun estando tan lejos? No lo comprendo, pero no pude evitar ponerme de pie y dirigirme a la puerta para ir a buscar a Rose y preguntarle que sucede... El lugar parece haber cambiado un poco, pero no importa, ella tiene que estar aqui, Rose tiene que...

El joven abrió la puerta, pero no encontró consuelo en lo que veía. Por que no había salido de la habitación si no de un edificio.

El edificio le resultaba familiar, pero solo el sabia por que. Rodeando el trozo de casa unas nubes moradas, como si fueran constelaciones pero que no tenían ninguna el brillo de la esperanza ¿Quizás el lugar simbolizaba lo que había en su interior? Ante él, al final del jardín de la casa podía ver un camino extraño, flotandoa en la propia nada.

Al final la luz no era blanca como todas las de final del túnel, si no morada oscura casi como la propia oscuridad. Heins, en su decisión de encontrar a Rose prosiguió por ese camino incierto. Si miraba a los lados se podían observar escenas extrañas como por ejemplo a una joven de pelo blanco siendo comida por un gran demonio extraño. Mientras tanto a su lado se encontraban Dianne Villers y Elya Di Alphonse enfrentándose al demonio que intentaba engullirla.

Al otro lado podía ver una escena todavía más extraña, un hombre con una armadura enfrentándose frente a frente contra Athena, la robot que se había marchado hace poco. Lamentablemente aquella Athena que aparecía en la escena no era la que solía ser. Sus ojos brillaban de un amarillo intenso y estaba utilizando toda su capacidad para derrotar a aquel hombre, que tenia un aura verde suave rodeando sus dos espadas.

Ambas escenas estaban siendo paralizadas en el tiempo, como si fueran fotos en tres dimensiones esperando a ser continuadas, pero a la vez que estaban paradas se sentían completamente vivas. Heins cuando vuelve a mirar al frente se encuentra un ser extraño delante suya.

- ¿Es divertido encontrarse en mis dominios, Heins? -dice de manera tajante mientras lo observa con curiosidad- ¿Que intentas evitar lanzando odio a tu alrededor? ¿Que deseas arreglar dejándote consumir por la venganza? Acaso... -dice mientras desaparece de un pestañeo de Heins y siente una mano, sin calor corporal y sin alma, posándose en el hombro- No seria más fácil... Que la soledad, el sufrimiento... El odio, la venganza... ¿Dejara de existir junto a todo? -le susurra al odio de forma casi siseaste.

No podia entender lo que estaba sucediendo, Rose... ¿Donde te has ido? Ahora he cambiado otra vez de posicion, ya no estoy en aquella cabaña, he salido del... Un momento, este lugar es... -El lugar en donde se iba a celebrar la gran competencia culinaria... -Mi rostro reflejaba sorpresa, si el viaje hubiera sido un exito... Mi familia me hubiera apoyado, hubiera luchado para conseguir mi victoria... Y asi, hacerme un chef altamente reconocido en el mundo, pero todo no fue lo que esperaba... Ver este edificio, me da cierto dolor... Ya lo conocia con anterioridad y cuando supe que aqui seria en donde se desarrollaria me sentia mas comodo, pero ya nada de eso importa... Mi rostro reflejaba melancolia y duda, mientras observaba a mi alrededor con unos ojos llenos de arrepentimiento y tristeza.

Las nubes moradas, me inspiraban cierta tranquilidad asi como preocupacion, es del mismo color que mi magia... Tan brillantes al mismo tiempo, pero le falta un brillo especial, algo que no tengo aun, que no lo he encontrado... ¿Que puede ser eso que le hace falta a mi magia? ¿Que me hace falta como persona...? No lo recuerdo, no tengo idea... Siento la necesidad de encontrar esa palabra...

Habia un camino incierto, con una luz peculiar del mismo tono morado oscuro, una persona normal seguramente hubiera regresado inmediatamente por el miedo que pueda conllevar seguir ese camino, pero yo sentia algo de tranquilidad al verlo... Como si me dijera que fuera, que hay algo que tengo que ver, algo que me obliga a ir... Y asi fue, mi busqueda por Rose tenia que continuar...

Lo que observe, fue algo horrible. Una mujer de cabellos blancos siendo devorada por una clase de demonio, no pude evitar sentir el deseo de ayudarla, aun cuando sabia que no podia hacer nada... Pero alli estaban Dianne y Elya. Luchando con gran valor y fuerza para derrotar a ese demonio, pero todo esto me trae un sentimiento extraño... Es incomodo, no logro encontrar las palabras para expresarlo, como un nudo que apreta mi corazon...

Pero lo que mas me sorprendio, fue cuando observe a Athena luchando... Su mirada era diferente, incluso para ser algo "no-humano"... Puedo sentir determinacion en ella, demasiada determinacion para acabar con ese ser que lucha de manera tan increible, no logro comprender que sucede, la duda me esta matando hasta que observe de frente, era un ser extraño, demasiado extraño... No pude evitar ponerme alerta cuando el me hablo. "¿Estar en sus dominios...? Eso significa que..." Habia llegado a una conclusion, a esto se referia Rose en lo de dejarme llevar por el odio y los entes malignos... He perdido el control de mi cuerpo.

Sus palabras hacen que de un paso hacia atras... ¿Que es lo que intento lograr? Ciertamente, ¿Que es lo que deseo hacer...? Estaba dudando de mis propias acciones, pero al escuchar su ultima frase, fue como si mis ojos perdieran brillo totalmente... -Dejara de existir... -Todo el sufrimiento, el odio, la soledad... Desearia que dejara de existir, desearia totalmente de poder destruir todo eso en este mundo... Pero aun asi, reacciono a tiempo y doy un paso rapido hacia adelante, mientras lo observaba con el ceño fruncido, recuperando el brillo en mis ojos.  -¡Un momento, callate, no me engañaras! -Dije totalmente enojado, el quiere destruir todo, y todo podria significar la vida, los recuerdos, los buenos momentos, la felicidad... -¿¡Quien demonios eres?! ¿¡Donde estoy, donde esta Rose!? -Lo que ha dicho no lo negare, es un gran deseo pero... Pero... ¡No, no puede ser tan facil, es un engaño, no puede ser real!

El ente extraño sonrió cuando dio un paso adelante alejándose de él. El camino de sus pies poco a poco iba desapareciendo y la bruma morada oscura empezaba a envolverlo todo poco a poco, nada quedaba al poco tiempo nada más que Heins y el ente. Sin darse cuenta la bruma en sus pies empezaba a tomar una forma de cristal morado-azulado y se convertía en una sala poco a poco. Habia esquilas y trozos de crital puntigudos. Jamas habia visto una sala asi y ciertamente aquella sala no era nada más y nada menos que un trono por el gran asiento que estaba en el fondo del gran salon.

- ¿Quien soy...? Haces preguntas que no deseas saber, Heins ¿Y donde estas? ¿Alguna vez te has movido de aquí, joven? Estas a donde pertenecen todos y cada uno de los seres, pero su nombre, como el mio, están vetados para los mortales... -y mientras lo observas puedes sentir otra vez su mano en tu hombro- Por que estas en mis dominios... Y la joven Rose Owlder no esta aquí para ti...

No ha dejado nada claro y sobre todo este lugar parece estar cambiando sin ningún motivo aparente ¿Que es este lugar de pesadilla? De un momento a otro el ente desaparece de tu espalda para volver a encontrarse a una distancia de ti levitando en medio de la nada. Durante un segundo se queda callado y después te mira con desaprobación y desgana, como si no le importaras en absoluto.

- No obstante... ¿Que son los designios de un humano mortal para mi? ¿Una sarta de deseos incubados...? ¿Una emoción fugaz e injustificada que no otorga nada para el final de todas las cosas? -dice mientras hace aparecer una pequeña muñeca que se parece bastante a Rose- Hoy corres hacia ella como si no hubiera otro día... Y mañana tienes un cuchillo atravesando su corazón ¿Los designios del corazón no son acaso incómodos de llevar? ¿No es cansado tener que llevar el peso de las emociones encima...? El amor... El dolor... La amistad... La traición... La felicidad... El declive... ¿No es acaso una mochila que hecha hacia atrás a todos los seres? -de repente ves como la muñeca es atada a un palo por unos lazos violetas que la envuelven y la empiezan a quemar poco a poco en llamas moradas- ¿Engañarte...? No soy elegido para tergiversar las palabras... Si no para dar fin a las cosas que hace tiempo tuvieron que estar acabadas y como tal puedo dar el poder necesario para lograrlo -dice mientras sacude las cenizas de la muñeca de su mano- ¿Sigues deseando la luz y la oscuridad de tu corazón o prefieres acabar con todo de una vez, Heins?

El ente baja del aire para ponerse de pie, caminar hacia ti y detenerse enfrente tuya esperando algo ¿Quizás una respuesta?

Sin duda alguna, estoy enfrente de un ser con demasiado poder... Un poder que puede ser mio, segun estoy entendiendo, capaz de terminar con todo lo que yo deseo acabar... Observaba con miedo cuando el camino empezaba a desaparecer, mas no el suelo mientras la bruma morada empezaba a cambiar lentamente... Y mi temor aumento cuando pude observar que ahora estaba en la sala del trono de algun lugar... Los cristales, las esquilas, ese asiento... ¿Que significa todo esto? Parece que estoy a punto de entrar en un serio problema, en mi rostro se refleja el temor que tengo en este instante, pero... No hay forma de huir, solo queda enfrentarlo.

Su forma de hablar me hacia dudar incluso mas, ¿Acaso todo desde el inicio fue una clase de ilusion? ¿El lugar a donde pertenecen todos los seres humanos...? El conoce su nombre completo, aun cuando siento su mano en mi hombro evito moverme... Una accion en falso y podria ser mi final, aun sin antes haber hecho algo por un espiritu... Pero en algo no se equivoca, Rose no esta aqui... Rose no podra salvarme esta vez, como aquella vez, ademas... No lo podria permitir. Seria humillante una vez mas...

El esta alli. Observandome con esa asquerosa mirada... En un lugar en donde el tiene todo el poder, mientras yo no puedo hacer nada. Las palabras de el me dejan en que pensar, al final de cierta manera sus preguntas son totalmente logicas, y de cierta manera me convencen a mi mismo... ¿Pero porque tengo este peso en el corazon, como si lo intentara negar con mi alma y no con mi mente? La muñeca esa me hizo fruncir el ceño, el pensar que algun dia le podria llegar a hacer daño a Rose, la persona que me salvo mi vida, que me dio una oportunidad, el poder para avanzar y cumplir mis objetivos, si no fuera por esos sentimientos yo... Yo...

¿Acabar con todo lo que no ha terminado...? Sus palabras son dulce miel para mis oidos, como si me convenciera de manera sutil a hacer algo de lo cual podria arrepentirme toda la vida... Agacho mi cabeza, en señal de que ya me queda poca determinacion, mientras digo mis palabras de manera suave. -En el dado caso de que yo acepte ese poder... ¿Que sucederan con mis aliados...? O mas bien... ¿Que le sucedera a Rose? ¿Que pasara conmigo, lograre completar mis deseos...? ¿Cual es el precio que tengo que pagar para un poder tan grande? ¡¿Que quieres de mi?! -Grite de manera desesperada sin levantar la vista, mientras es bloqueada por mis mechones en mi rostro, esperando su respuesta.

El ente sonríe de soslayo mientras le mira. No parece importunarle la pregunta, pero... Si que le parece extraña.

- ¿Aliados? ¿Esa gente que te ha abandonado? ¿Esa gente a la que no le importas ni un mínimo? -dice mientras no desvía la mirada de los ojos de Heins- ¿Rose? ¿Para que quieres volver a ver a esa mujer? Ella es la que te impide perseguir tu objetivo, ella es la que impide que completes tu venganza ¿La destrucción es cierto? Ese es tu objetivo, Heins, destruirlo todo y no dejar ni el Vacio en él -entonces le ofrece la mano- ¿Y que deseo de ti...? Es fácil... Que sirvas junto a los demás... y retornes todo a su origen... El Vacio.

Las dudas de Heins se han resuelto ¿Que hará en este momento el joven hechicero? ¿Aceptara su don o... Se resistirá como lo esta haciendo ahora? Siente como sus palabras estuvieran siendo susurradas con una oscuridad latente, como si estuvieran cargadas de una maldad más haya de la concebida... De una maldad casi vacía de propósito.