Partida Rol por web

Renata quería responder, pero aunque tenia la respuesta, las palabras del Elfo la hicieron dudar.

-Lo bueno es bueno, sea el tiempo y el lugar. Y es correcto disculparse si hice algo mal, aunque sea solo un poco.

Esas palabras escaparon de su boca antes de poder siquiera pensar en lo que diria.

-Yo…

Quiso continuar pero la fantasma la interrumpió, el brusco giro a la conversación disloco su percepción, ruborizándose por el halago.

-Gracias, gracias Yamiko.

Aun desconcertada, miro a la Kitsune, Renata no tenia amigos, la disputa sobre el puesto de su familia se encargó de eso por años, incluso tener muñecas era uno de sus deseos en esa epoca.

-Yo quiero también tenerlas de amigas. Aunque hay personas mas elegantes que las muñecas -Miro a Aetheldryd. También más adorables -Esta vez miro a Sayaka. ¿Quieres ser mi amiga?

Cuando Yamiko hablo de los rituales Sayaka se quedo un poco sorprendida, no sabía muy bien que decir, entonces escucha lo que dice Renata y con una sonrisa añade:

Y mucho mas simpáticas y agradables

Decía mientras miraba a Renata y le cogía la mano, después mira a Yamiko y añade:

Seamos todas amigas ¿vale?

Luego mira a la fantasma y mueve las orejas como cuando los perros parecen que están tratando de entender lo que los humanos les dicen:

No sé si son rituales como esos… no los conozco, hoy es mi primer día aquí… ¿Cómo son esos rituales Yamiko?

La situación que rodeaba a Renata había escalado de una manera que Aetheldryd no comprendía bien. ¿Por qué se había disculpado la rubia? Era consciente que no estuvo presente y le faltaba contexto, pero seguramente fue algo que debió hacer sin querer y estaba siendo juzgada. Definitivamente trataría de animarla cuando ya fuesen a su habitación a descansar, pero Arathidas habló un poco de la situación y le alivió que parecía que todo había llegado a una buena resolución. 

Solo necesitó observar a Yamiko un poco y así comprender lo... compleja que era su existencia, resultándole fascinante y más por no comprender de qué plano veía. Era la primera vez que observaba a alguien como ella y sintió curiosidad, pero sabía que no era el momento de preguntar, pues la corriente del momento era ameno  y no quería lanzar una piedra que arruinase tal escorrentía social.

El comentario de Renata de que había algo más elegante que las muñecas y luego la mirase,  la tomó desprevenida y provocó un leve rubor en sus mejillas y que comenzara a jugar un poco con su trenza.

-Bu-bueno, se nos está haciendo un poco tarde para los planes que teníamos. Arathidas, Yamiko, reitero la invitación para ver las estrellas y así puedan conversar en el camino, si gustan, claro...

Aida se la había pasado todo el rato hablando en voz baja, mientras iba a por canapés y parecía reacia a querer integrarse a los demás. Cualquiera que no estuviese lo suficientemente de cerca juraría que estaba hablando completamente sola. Luego de un rato de andar de acá para allá, decidió sentarse en un rincón, alejada del bullicio.

-No... -dijo sacudiendo la cabeza levemente- C-creo que contigo es con quien más me he relacionado -llevó un dedo hasta su hombro, esperó que la cosita que estaba allí se montase en él, y luego se lo acercó al rostro. Soltó un largo y cansado suspiro y bajó la mirada-. Sabía que venir hasta acá era una mala idea...

Aki primero esperó, no sabiendo si se contaba con él o no en el grupo de los invitados a ver las estrellas; al menos ahora Aetheldryd no lo había mencionado…

Quizá he sido demasiado insistente en acercarme y poniéndome al lado de los demás como si me hubieran invitado…

Seguro que he actuado de forma demasiado atrevida…, pensó finalmente tras haberlo dado algunas vueltas al asunto, y … con pasos lentos se alejó del grupo, confundiéndose otra vez con pensamientos vagos y sin rumbo concreto con la folla en la fiesta.

Es como si hubiera una barrera entre mí y los demás, barrera que no puedo franquear, ni ellos tienen ganas de franquear… Ah! se recriminó de pronto. Ahora no comiences otra vez con la auto-compunción.

 -¿Mala idea por qué? ¡Aún estás a tiempo de hablar con alguien si es lo que quieres! Mira ese chico rubio... Ah, no, que se está marchando. ¡Mira ese grupo de ahí! Hay una chica que flota, pero parecen buena gente. O ese chico castaño con... ¿Otra araña sobre su cabeza?

Efectivamente, el muchacho conocido por sus amigos como Aki Goro llevaba de pasajera en su cabeza a una araña negra, bastante más grande que la pequeña compañera que tenías sobre la yema de tu dedo.

 -Seguramente sea su familiar. O un peluche muy realista. ¡Pero mira, ya es algo que tenéis en común! Si te apetece puedes acercarte a él y charlar sobre lo maravilloso que soy y lo muy amigos que vamos a ser todos juntos. ¿Qué te parece?

La chica fantasma flotó tranquilamente entre los integrantes del grupo, pensando la respuesta que iba a darle a Sayaka.

 -Pues son... Rituales. La gente se los cuenta a otra gente y ellos los hacen. Toooooodos son para llamar a Yamiko y jugar con ella. Pero como ahora Yamiko está aquí, no hace falta hacer rituales. ¿Es que quieres jugar con Yamiko? El escondite se le da muy bien.

Y dicho esto, el fantasma desapareció con una risita. Pero aunque no podíais verla, su aura aún se percibía, indicando que simplemente se había vuelto invisible al ojo común.

Ofelia emitió un ruidito un poco triste y se frotó contra la cabeza de su amigo. Aunque no llegaba a comprender al 100% la complejidad de las relaciones sociales entre seres humanoides, sí que sabía que su compañero había queriodo hacer amigos y en cierto modo se sentía fracasado. Y eso no le gustaba.

Le dio un par de toquecitos con la pata y señaló las mesas de comida. Igual con algún dulce o algo, su humano se animaba.

Ya se había disculpado con Renata. -me disculpo, se disculpa y vuelven a pensar en ir afuera como si esto no hubiera pasado, es algo interesante ver como el cambio forma parte cotidiana de sus vidas- Le hubiera gustado ir, pero primero debía hacer algo y ademas no le gustaba estar con muchas personas, con 2 al lado suyo ya era suficiente.

-Vayan ustedes, quizás para otra ocasión, debo hacer algo importante y preferiría privacidad.- Y sin decir mas, hizo una pequeña reverencia y fue hacia donde estaba Aki con un paso algo dudoso, fue a ver a Aki, a quien había estado observando desde que se acercó por primera vez.

-Aki Goro, ¿verdad?-Dijo mientras le tocaba el hombro para que dejara de deambular-Deja que me presente como es debido por favor, soy Arathidas, elfo lagrimas de escarcha y si no me equivoco tu compañero de cuarto. Perdón por mi actitud seca en la entrada de la academia, no correspondieron mis modales a la situación y está difícil incorporarse, espero que nos llevemos bien y que podamos llegar a aceptarnos como amigos.

Renata casi se perdia en el flujo de los acontecimientos.

Había ido a disculparse con Arathidas, luego apareció esa fantasma bonita, hablaron de muñecas y amistad, ahora tenían la invitación a ver las estrellas.

De alguna manera sentía que no había platicado bien con Arathidas, pero no sabía que decir o hacer para solucionarlo en ese momento.

-Si vamos en un momento Aetheldryd –Aunque quería partir de inmediato, el juego de la fantasma era interesante. Vamos Sayaka, encontrémosla para ir a ver las estrellas.

Y fue así que observando el sitio, pudo ver una carita triste, una chica albina con una curiosa capucha, la forma de la capucha, mas la expresión triste de sus ojos captaron su atención, pues ella conocía la soledad.

-Estas encima de nosotros –Señalo con su dedo arriba. ¿Yamiko?

Aunque solo estaba adivinando, le susurro a su amiga Kitsune.

-Sayaka mira ahí… -Para no desviarse del tema también menciono algo que noto. Esa chica parece que tiene orejas… y está hablando sola.

Aki notó el contacto de Ofelia y intuyó lo que significaba, pero no le hizo caso a la araña y se hundió en un mar de pensamientos informes...

“Oh!” le escapó a Aki sorprendido en su deambular vago tanto físico como mental. Miró al elfo. Por supuesto, es él mi compañero de cuarto!

Extendió su mano. “Mucho gusto conocerte, Arathidas. Espero también que trabemos amistad. De hecho, siendo compañeros de cuarto, sería pésimo si no fuéramos amigos.” Parece que me descubro una nueva espontaneidad en el trato.. qué cosas estoy diciendo!

Se encogió de hombros, sonriendo. “Y… en cuanto a tu actitud en la entrada… de verdad no me dio cuenta de mucho. Al momento ni siquiera sabía que serías mi compañero de cuarto. Me recuerdo que reclamaste algo ante la profesora… ¿qué fue?”

Aki no lo sabía más, y de hecho pensó haberse ido entrando en la Academia antes de que la profesora hubiera respondido al algo que estaba mal que Arathidas había señalado.

Sayaka miraba con cierta curiosidad a Yamiko mientras le hablaba de los rituales. Cuando desaparece se queda unos momentos mirando, entonces al igual que Renata dice:

Si… seguro que estas ahí

Entonces se percata de lo que dice la rubia sobre una chica que estaba sola, ella le mira y dice:

A lo mejor habla con alguien que no vemos… ¿Por qué no vamos con ella y le saludamos? Yamiko a ti también te gustaría ¿verdad?

Dice con tono alegre, la expectativa de conocer a una chica más que aparentemente podría ser de una raza similar a la suya le animaba bastante.

Aida parecía poner bastante atención a lo que fuese que estuviera sobre su dedo. Dudó un poco, antes de mirar a Aki..., pero al ver a Arathidas volvió la mirada a su dedo y negó con la cabeza.

-El chico... -se encogió un poco más sobre sí misma, así como a su tono de voz- El chico con la araña no parecía ser tan... difícil de tratar, p-pero... -miró de reojo a Arathidas y volvió a sacudir la cabeza- Ese otro chico parece todo lo contrario -dejó escapar un pequeño suspiro y esbozó una pequeña sonrisa-. Me gustaría ser lo mitad de enérgica de lo que eres tú, pero no puedo. ¿Cuál es tu secreto?

La fantasma empezó a reírse y volvió a aparecer encima del grupo.

 -¡Qué bien se os da este juego! Tenéis que jugar por toooooooda la academia con Yamiko. ¿Querrás jugar, Renata-san? Y Tú también Sayaka, ¡cuanta más gente, más divertido!

Entonces fue cuando las chicas señalaron a Aida, haciendo que la fantasma se fijara en ella también.

 -¡Sí! ¡Yamiko quiere conocer más gente! Las amistades son siempre bonitas.

Y sin más, la chica fantasma comenzó a flotar hacia Aida.

 -El truco está en la fabulosidad. Si te sientes fabuloso, eres fabuloso. Y eso se nota en la confianza. Y cuanta más confianza tengas, más enérgica te volverás. No es algo que se consiga en un día, tendrás que practicar mucho. Pero para eso estoy yo, amiga mía.

La araña se movió de tu hombro al otro.

 -Yo puedo enseñarte lo que necesitas saber para ser una auténtica loba social. En el buen sentido, ya sabes, a ser una chica segura que sabe cómo desenvolverse socialmente. Si quieres, claro está.

El léxico del chico reconfortaba a Arathidas, seguro se iba a llevar bien con Aki, -Su formalidad al hablar demuestra que esconde palabras mucho mas cultas que prefiere no usar por las dudas de que las considere banales, será divertido intercambiar palabras rimbombantes con el.- Sin dudas, Arathidas prefería el léxico culto que el cotidiano, pero sabia cuando hablar de una forma u otra, o al menos eso esperaba...

Sin dudas seria una experiencia poco manejable si nos movemos de forma individual y pugna, pero dudo que pase- Le dijo estrechando la mano extendida de Aki, pero justo después escucho a su compañero preguntar sobre el reclamo que hizo, preferiría no decirlo, callarlo y mandarlo a la tumba, no sabia como se lo iban a tomar los demás si sabían de lo que era capaz, pero era cuestión de tiempo para que Aki lo supiera antes que el resto, pues el se daría cuenta esta noche. debía buscar una forma de decirle que lo hablarían después pero sin resaltarlo para que nadie mas entienda.

-Pues sobre el reclamo... veras... lo veras cuando entres a la habitación, podríamos decir que estuve muerto los últimos dos años para no alargar mucho el cuento, después quizás lo contaré mas detallado cuando no escuchen los demás, tu lo comprenderás apenas veas mi cama.-Y para cambiar rápido de tema pregunto-¿Por qué se te mueve el pelo de forma rara?- siempre con respeto y cuidado.

Aki, teniendo siempre presente que se hallaba en una Academia de magia – sí, de m a g i a – tenía el mérito de tomar todo con la mayor naturalidad. Aetheldryd atrayendo los espíritus buenos y malos, Arathidas siendo algo como un Zombie… qué más da. Lo único que me interesa son las intenciones de las personas; no las desgracias de su pasado y de sus dotes.

“Ah… estuviste muerto”, comentó en la misma voz baja que su compañero usó. “Vaya, me alegra de que ahora estés vivo. Y en cuanto a tu cama… al verla no me parecía un ataúd, así que no te preocupes.”

Sonrió, y su sonrisa se volvió aún más amplio con la pregunta de Arathidas. “Es fácil para mí asumir lo que quizá crees un secreto difícil; pero no sé cómo asumirás que… conmigo realmente no tienes un compañero de cuarto, sino dos. Te presento Ofelia.” La sacó de su pelo. “La araña de cara más bonita que jamás habrás visto. Y no hay compañera de cuarto que ocupe menos espacio. Además, sólo al techo. Pero aquí no paran sus calidades: Ofelia es inteligente, y más, es lista. Es sumamente amable. Y algo glo...” Tosió, interrumpiéndose a tiempo. “Le gusta comer. Bueno, a quién no le gusta comer.”

Concluyó la presentación: “Ofelia es lo que aquí llaman mi familiar. Pero para mí lo que importa es que … es mi amiga”, dijo con confianza. Ahh… cuán bien se siente poder decir esto! “Y si de vez en cuando le das mimos, no dudo que pronto también será la tuya.”

Al ser mencionada en la conversación, Ofelia se irguió sobre la cabeza de Aki y posteriormente sobre sus manos. Primero ofendida cuando la confundieron con un peluquín y luego orgullosa al escuchar todas las cosas fantásticas que su buen amigo decía de ella. Echó una adorable mirada de suficiencia al elfo antes de mirar a su humano y empezar a hacer ruiditos alegres y a dar saltitos sobre las manos de Aki. Le gustaba ver al humano más animado y hablando con compañeros. Al fin y al cabo, ese era su objetivo en la fiesta, ¿no?

Sayaka mira a Yamiko cuando esta habla y se queda unos segundos en silencio mirando para finalmente sonreír levemente y decir:

Claro… conozcamos a más gente… he aprendido que aquí hay muchas personas interesantes….

Decía mientras casi tiraba de Renata, cuando llegan frente a la chica (Aida) Sayaka movía su cola animadamente y tenía las orejas levantadas, se inclina en señal de saludo y dice en un tono de voz alegro pero algo nervioso:

Ho… hola, encantada de conocerte, mi nombre es Sayaka… ellas son mis amigas Renata y Yamiko… esto

Se queda unos segundos en silencio, no sabía muy bien que decir, entonces se acuerda de lo que más le gusto en la fiesta y dice:

Esto… ¿has probado las comidas de los humanos tan sabrosas que hay en la fiesta?

Renata de nuevo deseaba poder dividirse, ir con Atheldryd o estar con Sayaka aun era bastante complicado para ella, esas pequeñas elecciones entre amigos eran aún demasiado nuevos para ella.

¿Comó lo hacen tan fácil?

Se preguntó al ver como la Kistune la empujaba a entablar una conversación, para ella primero tenía que estar preparada, como las galletas que preparo, luego tenía que armarse de valor, para al final poder hablar.

-Yo… soy Renata… Mucho gusto…

Aunque no sabía cómo actuar, sinceramente quería ayudarla, pero tanto Yamiko como Sayaka eran bastante mas sociables que ella.