Partida Rol por web

son las 9:12am...

el doctor y alexander aprietan varios botones, y unas luces comienzan a parpadear.
en la habitacion que estan ellos, ademas del panel con los botones, hay un armario

en la otra habitacion, hay un baño del revez.. y alguien parece que olvido tirar de la cadena,.... con lo cual ahora ciertos "regalitos" estan desparramados por el suelo

lazaro no encuentra nada util.. solo ve algunas cajas de madera cerradas...

BLAM!!!!
se oye el fuerte ruido de un disparo, la cerradura de la puerta de popa vuela en pedazos y la puerta se medio abre sin dejar ver al otro lado de momento....

Sin tiempo que perder... mi viejo amigo ganándome terreno...

Había inspeccionado con rapidez el pasillo, nada podría servirme como pasador así que no me queda otra que simplemente anudar varias veces el cabo en la escalera... así al menos, ninguno de ellos se precipitaría al vacío. Rápidamente me dispuse a ello, conteniendo el acuciante dolor procedente de mi torso y que se expandía inexorablemente al resto de mi cuerpo.

El muchacho de la camiseta de verde me vio pasar a su lado, su cuerpo recupera aire panza arriba sobre la cubierta.

Una a uno fui anudando, mis manos se movían ágiles a pesar de la salada humedad que reinaba en mi cuerpo hasta que... BLAM!! Una familiar explosión que reconocí, por mi experiencia, inmediatamente como un tipo específico de arma de fuego... aquello, a priori, sólo podía significar más problemas.

-. Anudado!!!...- Indiqué a los de abajo. -... que suba primero uno de los médicos.- Motivos tenía suficientes para hacer semejante solicitud. El pecho protestaba a gritos y mi viejo amigo se reía a carcajadas. Necesitaba ganar más tiempo... necesitaba a alguien que me aliviase.

Quien quiera que estuviese al otro lado había encontrado una forma rápida de abrir la puerta... una que se me había ocurrido a mí pero que no tuve tiempo a poner en práctica... de lo cual me alegraba en estos momentos en lo que mi instintivo cuerpo se encamina, con el mayor sigilo posible, hacia aquella posición para, con arma discretamente aferrada en la mano, tomar por sorpresa al autor de ese disparo. Tiempo habría entonces para considerar su bando.

-. Uma, muchacho... guardad silencio...- Les susurré con el gesto depredador. -. y poneos a cubierto.- Indicando sendas cajas.

Proseguí avanzando con el arma en la mano oculta a mis espaldas... pegado a la pared. Los sentidos atentos a lo que pueda haber al otro lado de la puerta. El olor a escrementos saliendo de una habitación me vino a recibir y en la otra, parpadeante, el muchacho de melenas y el otro hombre apretando diversos botones. Les dejé con su entretenimiento y continué hacia la puerta.

Una vez en ella, me posicioné a uno de sus lados... pegado a la pared... el arma oculta pegada al cuerpo... esperando recibir a los recién llegados.

El doctor continua apretando botones cuando es sorprendido por un fogonazo a su espalda, la cerradura vuela por los aires al igual que el asustado doctor que ha pegado tremendo brinco del susto.

¿Que fue eso? ¿Que ha pasado?-le pregunta asustado a Alexander-.

Un joven entra por la puerta mientras mira a todos los presentes y dice.

Los que puedan caminar sin ayuda pasen por aqui rapido y sigan el pasillo...que quizas encontremos una salida.-les dice a los dos hombres que ve en pie despues se vuelve para el ascensor-¿Viene alguien más por ahi?¿Necesitan ayuda?

aprimia los botones a diestra y siniestra, todo parecia como esas peliculas en que la gente trataba de sobrevivir como fuera, parecia que desde abajo planeaban algo para que nadie mas cayera, accion que realmente era sorprendente teniendo en cuenta los terroristas, pero ahora ese no es mi problema de rpente blam un que es eso un poco de confusion, miedo?, tal vez un poco, no hubo tiempo de cubrirse e indagar como dijo lazaro un tipo entro y nuevamente daba luz a una posible salida de momento sigo tratando de entender que son esas lucecitas

calma doc haga lo que el hombre dice yo en un minuto estoy con ustedes

mientras sigo mirado a todo lado le digo al hombre

si hay un buen grupo pero creo que ellos ya tienen lo mas que se puede hacer para seguir, dijo que hay una posible salida verdad, podria decir cual? o como?

un nuevo aire se apoderaba del joven, algo cambiaba en su interior....

No se muy bien hay otros que están intentado salir por los tanques de lastre...deberían apurarse-le dice al joven que habló-.

Se acerca a el foso del elevador y mira buscado a ver si hay alguien más. Al ver los que cuelgan del mismo les dice.

Dejenme darles un mano tiradme un extremo de la cuerda.

son las 9:12am...
por mas que alexander mira el tablero no entiende nada.. pero ve que al tocar ciertos botones, se prenden luces

Pegado a la pared contigua a la puerta...

El inquieto joven había pasado apresurado sin percatarse de mi presencia... al instante, un breve vistazo, me di cuenta que no era el autor. Aguanté en mi discreta posición mientras se dirigía hacia los dos se entretenían con el extraño panal... tanques de lastre... otros supervivientes... aquello siempre podía ser un problema... y no quería más.

En mi mente siempre presente la sangrienta escena sin sentido protagonizada por los guardias de seguridad... no quería que eso se repitiese de nuevo...

Siempre atento a la puerta, observé de soslayo como el recién llegado se asoma al hueco del ascensor para ofrecer efusivamente su ayuda a los de abajo... sin percatarse del improvisado cabo conformado de sábanas anudado en la escalera... sin percatarse de la presencia de Uma ni del muchacho de la camiseta verde precavidamente ocultos tras las cajas de madera. Al menos se trata de un tipo que no piensa únicamente en sí mismo... lo cual es difícil de interpretar dadas las circunstancias, ya que los que van de héroes suelen dar problemas... Casi prefiero el previsible instinto de autosupervivencia que rezuman tanto el muchacho de melenas y su acompañante.

La puerta había sido abierta, permitiéndome asomar levemente. Nadie más parecía querer atravesarla... quizás el que había inutilizado la cerradura huyese en pos de la ruta de escapatoria. Mis hombres entrenados jamás hubiesen actuado de esa manera... no sin necesidad... no sin saber que pudiese haber al otro lado.

Ahora lo tenía claro... esperaría un poco más por si decide asomar... de no ser el caso me cercioraría yo mismo de su presencia al otro lado.

son las 9:12am...

lazaro desde su pocision solo puede ver la cabeza de un hombre se asoma
- Lester Craven

y luego vuelve a meterse en la otra habitacion para desaparecer

Había visto asomar únicamente la cabeza de un hombre que volvió a perderse en el interior de otra de las habitaciones... ¿sería él?.

Por otro lado mis ojos se desviaron hacia el hueco del ascensor, calibrando nuevamente la situación para retornar de nuevo a aquella maltrecha puerta... debía priorizar... ayudar a los otros o eliminar una potencial amenaza.

Asomé un poco más por la puerta... con cautela...

-. Eyyyyy, amigo!!...- Expuse en tono amigable, al individuo al otro lado de la puerta. -... hay gente herida en el piso inferior, nos vendría muy bien su ayuda.- Terminé de decir en tono más grave.

Simplemente esperé a que me viese para hacerle un gesto con la cabeza, inspeccionarle y salir de su ángulo de visión.

Confiaba en que fuese una buena interpretación... confiaba en que no opusiese resistencia... confiaba en que si hubiese alguien más saliese a ayudar.

son las 9:12am...

lazaro se asoma al almacen de mantenimiento, y ve repuestos de barco tirados por todos lados... y a 2 hombres que le daban la espalda

Alejandro se vuelve al ver aparecer de detras de una de las cajas y que habla con Lester al otro lado de la puerta. Después de recuperarse de la sorpresa le dice.

Hey...yo he venido a ayudar...no sabemos con cuanto tiempo contamos asi que mejor empezamos pronto.-le dice al hombre-Los que no puedan ayudar y se puedan valer deberián avanzar que quizas haya alguna salida enlos tanques de Lastre ¿Que hacemos?

BLAM!!

Mi cuerpo se encogía... se replegaba sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo... y me encogía sobre mí misma sujetandome el estómago... reculando hasta chocar contra la pared con un golpe sordo...

Cita:

S... si....

Fue un susurro... quizá menos que eso mientras avanzaba hacia donde había señalado... y las pupilas se me dilataban obligadas por el latido acelerado... por el miedo.... Vamos Uma... vamos!!... No eres un ratón... No lo eres.. no lo eres...

Quizá cuando se trataba de balas las cosas cambiaban....

Un joven entraba en la sala... Venía a ayudar... y yo me erguía tras aquellas cajas sin llegar a comprender nada... buscando a aquel Lázaro con la mirada... alternando el verde de los ojos entre unos y otros... Quizá no fuera un disparo... quizá fue otro estallar... no parecía que aquel hombre temiese nada... ni huyese de nada... Y en todo caso... Maldita sea... no teníamos tiempo para aquello...

Sali de detrás de las cajas... con el verde aún desconfiado...

Hay mucha gente abajo... y muchos muy mal heridos... Toda ayuda nos irá bien... Gracias..

El disparo hizo que a Lázaro no le costara nada convencer a Trebor para que se escondiese.
Instantes más tarde, las tranquiladoras voces de los recien llegados y la ausencia de nuevas detonaciones le animan a salir de detrás de las cajas.

-Gracias. - se limita a decirle al desconocido que se está ofreciendo a ayudar, mirándole a la cara apenas un momento.

Restregándose las manos en el pantalón, se prepara, una vez más, a estirar de la improvisada cuerda.

- Lester Craven

- Me temo que por ahora no puedo ayudarles más allá de haberles abierto la puerta, tenemos tambien una situación difícil aquí arriba.
Estamos buscando una salida ¿Habeis encontrado alguna?

Dicho esto y tras esperar a recibir la respuesta, me voy hacia los tanques de lastre.

Aquel hombre me había respondido y, aunque no fuese del todo satisfactoria su contestación, se había desvelado por el simple hecho de puntualizar su gloriosa hazaña. Curiosamente, su vanidad lo había puesto en mi lista de problemas. Y ahora aguardaba una interpretación por mi parte.

-. No... el hueco del ascensor no es una opción...- Le respondí con sinceridad -... intentaremos ayudar a la mayor gente posible aquí y luego nos reuniremos con ustedes lo antes posible.- Dicho lo cual, el hombre se alejó de mí en presumible dirección: los tanques de lastre.

Habiéndose aplazado el problema, me dispuse a encarar, con aire firme y asfixiante dolor contenido, aquel otro que había demorado suficiente tiempo... asegurándome de poner a buen recaudo el arma. Giré sobre mí mismo y me dirigí hacia el hueco del ascensor... hacia el grupo colaborador que había visto congregarse allí, no sin antes echar un vistazo en la sala de paneles para comprobar con mis propios ojos las nulas evoluciones de aquellos dos hombres. -. Ninguno de esos botones del panel nos ayudarán a salir de ésta. Ya habéis oído a ese hombre, quizás haya una salida en la estancia de los tanques de lastre... ya hay varios más ocupándose de eso.- Expuse, asomando por el dintel de la puerta, con mi profunda voz en tono serio... grave. -. Yo estoy malherido por la caída... necesitaré que me eche un vistazo un médico... creo que una de las costillas rotas ha perforado un pulmón y éste se me está colapsando. No podré estar ayudando por mucho tiempo... sí es cierto que hay una salida necesito que colaboréis a subir al mayor número de gente hasta aquí.- Y entre esa gente tenía al único amor de mi vida y a un gran amigo.

Me encaminé de nuevo hacia la apertura del ascensor, allí ya habían iniciado la labor de rescate. -. Aguardad un segundo antes de tirar...- Me asomé levemente para cerciorarme de que un médico había sido dispuesto en el arnés, la mujer de ojos rasgados. -. Princesa, hazme un favor... necesito el maletín médico... dáselo a la doctora y asegúrate que no lo pierda por el camino.- Me dirigí, sin aportar más detalles, a la persona que más confiaba de ahí abajo... a la que más anhelaba ver... por la que combatiría con mayor ahinco para mantenerme con vida. -. ¿Me has oído doctora?, no suelte ese maletín por nada del mundo... intentaremos subirla desde aquí... ¿de acuerdo?. No dejaremos que nada le suceda.- Conciliador... apaciguador... podía estar segura de que no la dejaría caer por nada del mundo mientras tuviese consigo ese maletín que quizás podría retrasar a mi viejo y acechante amigo.

Una vez adecuado todo tal y como había dispuesto, me uní de último al grupo de colaboradores... a sabiendas de que aquel esfuerzo castigaría dolorosamente mi cuerpo. -. Cuando diga tres tiramos todos a la vez...- Observé a cada uno a los ojos, por si hubiese algún tipo de indecisión... aplacarla con mi mirada. -. Una... dos... tres!!!...- Tiramos con fuerza. Aghhhhhhhhhhhhh!!, el dolor atenazó mi cuerpo al que obligaba a seguir contrayendo con fuerza las mandíbulas. -. Una... dos... tres!!!.- La voz moría en mis labios con cada esfuerzo que bien podría ser el último... pero no lo fue.

Cuando la mujer oriental llegó a buen puerto con el maletín entre sus manos, me permití desplomarme extenuado, asfixiado y dolorido por el esfuerzo... apoyando mi cuerpo contra la pared. -. Doctora...- La voz entrecortada. -... necesito que me examine... me ahogo... tengo varias costillas rotas...-Sus rasgados y expertos ojos averiguarían el resto.

De nuevo mi vida dependía de otras manos extrañas... Aquello se estaba convirtiendo en una mala costumbre...

el esfuerzo valio la pena
la cabeza de la doctora asomaba por el del ascensor

gracias caballeros, son todos muy amables...
en su mano derecha llevaba el maletin medico que el doctor hibbert le habia dado

la atencion de la mujer fue desviada hasta lazaro que pedia ayuda

enseguida....

abrio la camisa del herido y se encontro con un panorama no muy alentador

uff... este hombre tiene el neumotorax cerrado...
abrio el maletin medico que le habia cedido el doctor hibbert
bien... tenemos.. un catater.. gasa.. vaselina... tenemos todo lo necesario, pero mis brazos estan algo lastimados.. y quizas no tenga la debida precision para hacerlo....
mire a mi alrededor y vi la doctor peter lefkov
oiga puede usted hacerse cargo?

son las 9:14am...

abelardo sube por sus propios medios hasta el piso G-01

Abelardo logra finalmente alcanzar el último puente, exhausto, y se deja caer al suelo, quedando a cuatro patas durante unos instantes mientras respira con dificultad. Al rato, gira sobre sí mismo para poder apoyarse en algún lugar desde el que no tenga riesgo de caer al hueco si el barco zozobrara y se queda allí, mirando a los presentes, mientras su musculoso pecho sube y baja acompasadamente.

Ya algo más relajado y recuperado después de pasar unos minutos apoyado contra la pared, casi inerte, se incorpora y se dirige al lugar donde una doctora examina a Lázaro, sobre la que pasa un brazo mientras mira con una sonrisa fantasmagórica al terrorista.

- Bueeenas noochees -se despide de él, con una mueca exagerada en la que muestra todos sus dientes. Acto seguido, descarga una de sus poderosas piernas en el torso del asesino, que deja hecho trizas y sobre el que se regodea aplastándolo con su tacón mientras crujen las costillas, inclinándose sobre él para estallar en chillidos increpantes- ¡ESTO POR TIRARNOS EL CONTRAPESO! ¡AHORA QUÉ, ¿EH?! ¡YA NO ERES TAN VALIENTE! ¡VAMOS, RESPONDE! ¡RESPONDE HIJO DE PUTA! ¿TE CREES QUE ERES MÁS QUE NADIE? ¡ERES UN MIERDAS! ¡UN ASESINO! ¡MUEEREE!-parece que va a explotar por la rabia liberada, su rostro está al rojo vivo y el sudor resbala por su atlético cuerpo, mientras lágrimas de ira resbalan por sus ojos y coge aire por la boca repetidas veces de forma muy sonora- ¡MUEEEREEEEEE! -desfallecido tras el ataque, se deja caer sobre el cuerpo del terrorista, con el que se ensaña, dándole potentes puñetazos que hacen que le salpique la sangre mientras continúa con su desconsolado llanto- Muu-eh-r-r-reee