Partida Rol por web

Donde vas toro murmuro esquivandola y volviendo a darla con la mochila

me arrastro y consigo una vara en una esquina...toma Jason..y se la tiro

La rata volvía sobre Erika, y Mel la intentó golpear con todo lo que pudo, hacer por fin morder el polvo al roedor asquero y pestilento que les estaba haciendo perder un tiempo precioso.

No se mueren, como pueden ser tan duras, mami!

Rata 1: (Inutilizada)
Cabeza 3 daños
Torso 7 daños
Pata trasera izquierda 2 daños
Pata trasera derecha 2 daños
Rata 2: (Inconsciente)
Pata delantera derecha 3 daños
Pata trasera derecha 2 daños
Cabeza 4
Rata 3: Ataca a Melina con 22
Pata delantera izquierda 3 daños
Pata trasera izquierda 2 daños

Jason 1
Melina 2
Carla 3
Erika 4

La voz de Carla me hace mirar en su dirección, justo a tiempo de ver volar una especie de cañería hacia mí. La cojo al vuelo y me giro en dirección a la única rata que insiste en sus ataques, mientra le digo a la chica - Gracias preciosa, me será de mucha ayuda.

Con un movimiento oscilante de mi mano derecha intento golpear a la rata que se esfuerza por clavar sus colmillos en Mel.

Voy a buscar la salida, necesitamos algo para curar a la niña murmuro buscando la salida con la mirada La enfermeria aunque dejaria que se muriera por pesada....

La rata que quedaba decidió tomarla con la mexicana, que estaba ya desatada en pisotones constantes, logrando esquivar el mordisco y lanzando una patada que la quitase de la circulación de una vez por todas.

A por ella, muerete pendeja, jodete, jodete bien, ese!

son las 6:20 AM

Miré a mi alrededor, buscando mi próxima víctima roedora.

Cuidad que no os muerdan - les indiqué a las chicas - A saber qué enfermedades pueden transmitir.

Y yo mismo intenté cuidarme de sus dientes, buscando en todas direcciones al tiempo que intentaba calcular cuántas ratas quedaban vivas.

a las 3 ratas que quedaban... se le suman otras 20 ratas que salen de un pequeño agujero...

melina gomez del susto se tapa la cara y corre en direccion a erika summers... el choque hace que ambas caigan al suelo
y las 23 ratas se le suban encima...

mientras tanto carla giraldo se abraza de jason brody asustadisima

Cuando veo lo que ocurre intento desembarazarme de Carla rápidamente, pues no puedo dejar que las otras dos mujeres sucumban bajo aquellas alimañas.

Lo intento con todas mis fuerzas, pero Carla me aferra tenazmente, por lo que prácticamente tengo que arrastrarla tras de mí.

Busca una salida - le digo - por donde podamos huir. ¡Rápido!

Pero, aparte de una salida, mi afán es intentar salvar a las dos mujeres, por lo que comienzo a agitar la barra de hierro para golpear a las ratas.

la chica asustada te suelta y comienza a buscar una salida

AHHHH TODOS VAMOS A MORIR!!!

las ratas estan mordiendo el cuello de las chicas en le suelo, y erika ya no se mueve... mientras que melina ahoga uin ultimo grito de terror, para dejar paso al unico sonido de las ratas...

Mis ojos miraron aterrados los cuerpos que yacían a mis pies, con una macabra piel de roedores que se movían a su antojo al tiempo que sus dientes se introducían en la suave piel de aquellas dos mujeres.

Erika....Melina....se me antojaba extraño que, hacía sólo unas horas antes, hubiese compartido con ellas momentos de pasión, y ahora, sin embargo, debía dejarlas atras si quería sobrevivir a aquel cataclismo que había atacado sin previo aviso.

Está bien - dije en voz alta, aunque un cierto sonido lastimoso surgió de entre mis labios - salgamos de aquí de una vez.

Y sin perder más tiempo, me uní a Carla para buscar una salida.

detras de una estanteria logras ver unas tablas algo sueltas....

pero desde el otro lado de la habitacion... por un agujero salen 30 ratas mas que se avalanzan a los inertes cuerpos de las desafortunadas damas....

Estaba claro que las dos mujeres serían un buen banquete para las ratas....y no estaba dispuesto a quedarme para comprobar cuál sería el postre.

¡Ayúdame! - le indiqué a Carla con premura, intentado que la mujer también aportara algo a su salvación - Debemos intentar salir por aquí.

Mientras hablaba tiré de la estantería que cubría parcialmente unas tablas que parecían sueltas, dejándola caer en el suelo.
Al instante siguiente utilicé la barra de hierro, que hasta ahora me había servido como arma, para hacer palanca y así liberar la madera suelta que podría posibilitarnos salir de aquella habitación.

desde el otro lado de la pared:

¡Ustedes! ¿Me oyen?
¿Se encuentran bien?

desde el otro lado de la pared:

- ¡Eh! ¡Eh! ¿Dónde está la entrada a su zona?