Partida Rol por web

SALA DE ESTUDIO.

- La Sala de Estudio está cerca del Salón Principal del Castillo, hacia el Nordeste.

Es donde el Maestro Maserrak imparte sus clases.

El Maestro tiene una muy modesta habitación privada en el piso superior encima de la Sala de Estudio.

La noche anterior a las dos ilustres bodas del Senescal con la Dama Dubieta, y del Segundo Caballero con la Dama Radovina, Maserrak recibe otra visita. Puede escuchar claramente como aporrean la puerta, y oye una voz que dice:

-Maestro Maserrak, el Secretario Durius nos ha mandado en su busca, ha sido llamado al Salón Principal. Abra, por favor. 

Al escuchar la voz del lacayo me apresuré a abrir la puerta, aunque no me habían faltado asuntos que resolver hasta el momento, lo cierto es que esperaba una audiencia con Durius.

- Iré ahora mismo - respondí.

Entré de nuevo, dejando la puerta entornada, y recogí mi bastón. Una vez listo salí de la habitación, cerré la puerta y le hice un gesto con la mano al lacayo indicándole que me guiara hasta las estancias de Durius.

CERCANO EL MEDIODIA.

- Maserrak baja las escaleras que conducen a su dormitorio sobre la Sala de Estudio.

- Alcanza a ver al joven Lindor saliendo del lugar, pero éste no le ve. El nuevo Paje no se da cuenta de la llegada de su maestro y sale al Patio del Castillo.

"Qué extraño... ¿Qué hace aquí Lindor? Hoy no había lecciones" - pensé tras ver la silueta del joven desaparecer tras la puerta.

No me entretuve más tiempo, al fin y al cabo me dirigía al patio y si me cruzaba con Lindor podría preguntarle directamente lo que estaba haciendo en la sala de estudios. De modo que crucé la estancia, con el eterno golpeteo del bastón en el suelo, y salí al patio.

- El Maestro Maserrak de Flambeau sale de la Sala de Estudio y se dirige al Patio del Castillo.

POR LA NOCHE, PASADA LA HORA NOVENA.

LACAYO MIKAIL:

- Terminas de forzar la cerradura de la habitación. ¿Por qué diantres un humilde maestro plebeyo tiene una cerradura? Esas cosas son muy costosas y Maserrak apenas tiene un salario digno de tal nombre. ¿Habrá pedido prestado a los usureros judíos de la ciudad?

- El interior está totalmente a oscuras y te reciben extraños sonidos y crujidos que no sabes de dónde vienen.

- Sin más luz, no puedes saber dónde está escondido Maserrak.

¡Puta cerradura!

Por fin la puerta se había abierto. ¿Cuánto había tardado? El sudor perlaba su frente por el esfuerzo y la tensión del momento. La oscuridad le impedía ver dónde se escondía Maserrak. Todo era muy raro. ¿Por qué razón se ocultaba?. ¿Qué eran esos ruidos? El miedose entremezclaba con las ganas de arrastrar a Maserrak por la oreja hasta la presencia de Durius. Esperaba que se hubiera ganado unos latigazos al menos por esta absurda niñería. Buscó en el pasillo alguna antorcha con la que poder iluminar el interior de la estancia o una cortina que descorrer para dejar paso a la luz de la luna.

No dejaba mientras tanto de tratar de identificar los extraños sonidos que venían del interior de la habitación.

LACAYO MIKAIL:

- Tirada oculta de: Astucia + Consciencia.

MIKAIL:

- Te alumbras con una antorcha y registras el lugar.

- No encuentras a maese Maserrak, y ahora estás seguro de que no está, sin embargo has descubierto otra cosa... ¡Esto es un cubil de brujería! Extraños frascos con sustancias abominables y repugnantes, un libro repleto de símbolos arcanos que marean sólo de mirarlos... ¡Hechicerías y brujerías!

- Lo que es peor es que no has identificado la fuente de los ruidos, pero suenan como unas alas de metal raspando contra los huesos de tu columna vertebral...

La luz de la antorcha le llevó , paradójicamente, más oscuridad en lugar de un poco más de luz. La visión de los pequeños horrores enfrascados le produjo arcadas. 

¿Es que no hay una puta persona normal en el castillo?

Con presteza, más por instinto de supervivencia que con otras intenciones,  pilló el primer frasco que pudo, metiéndolo entre sus ropas,  y salió como alma que porta el diablo de allí. Como a cualquier persona de bien la brujería le parecía algo demoníaco y aterrador. Además, se había asegurado de que Maserrak no estaba en sus aposentos por lo que había cumplido su misión. ¿Cómo no se había dado cuenta de que no era él el que estaba dentro?¿Sabía Durius, el primer caballero, ahora mismo la persona con más rango del castillo, con quien dejaban a los niños nobles del castillo? El joven Lindor era su protegido y tenía semejante maestro...La mano libre había sustituido el frío tacto del frasco de cristal por el cálido mango de su preciada daga. 

- Mikail abandona apresuradamente la estancia y baja las escaleras que conducen a la planta baja.