Partida Rol por web

[HLdCN] La puerta de Fäe

Salón de los Difuntos

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12/03/2015, 20:17
Elendire

No fue sólo por eso- aclaró- Tenía... Curiosidad. Y estaba tan callada... Parecía sufrir tanto... -suspiró, negando levemente con el rostro.

Supe que Aidane era la aprendiz de Ohtar. Y que cuando Ohtar muriese, ella asimilaría sus dones.-añadió- Además, como ya he dicho y según ella misma me confesó, podía llevarse a alguien de su elección consigo al morir. Y me escogió a mí, antes de que yo me acercase a ella.

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13/03/2015, 00:43
Narrador

En el mundo de los vivos debía estar a punto de ser el atardecer. El reloj prácticamente marcaba las VI, y el estanque empezaba a reaccionar, aclarándose de nuevo para mostraros lo que estaba por suceder. Sin embargo, antes de eso, dos nuevas llamas aparecieron en el reloj, una blanca sobre el III y una negra sobre el X. Estas se unieron a las demás en su danza, como si siempre hubieran estado ahí. A estas alturas ya todos los números tenían un pequeño fuego fatuo danzando sobre ellos, fuera del color que fuera. Y sólo faltaba una negra sobre el V y tres blancas sobre el II, el IIII y el VI para que la esfera estuviera llena de ambos colores.

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13/03/2015, 00:52
Essä

Me sentía bastante perdida, la mayoría de lo que hablaban me desconcertaba y, el hecho de que Falmari se mantuviera tan apartada no ayudaba. No quise acercarme puesto que parecía haber cambiado mucho y había participado en su muerte, no sabía cómo reaccionaría. Las palabras de Atanamir no me extrañaron estaba claro que le encantaba discutir, pero no iba a entrar al trapo, que pensara lo que quisiera, al menos había intentado algo.

Sin embargo, aprecié lo que dijo Elendire. –Gracias. Lo peor de este lugar es tener que actuar sin información.

Traté de centrarme en todo lo que escuchaba, pero en esas conversaciones había muchos datos que ellos conocían, ya fuera por su pasado o por las relaciones creadas aquí. No tenía mucho que aportar.

La aparición de Miriel fue más extraña aún, encajaba también con mi muerte, alguien más tenía la capacidad de matar más allá de la noche y eso era un grave problema. Había que pararles, hacer lo que pudiéramos aunque estuviéramos muertos. Se acercaba el momento de que sonaran las campanadas y los tres hermanos elegirían como uno solo, tenía un gran poder en sus manos.

-Va a ser difícil poder con ellos, si estáis en lo correcto y los demás se dispersan al sonar el reloj, van a poder con todos. No tardará en llegar alguien. Si Aubin no estuvo realmente muerto, también vendrá. Si lo estuvo habrá sanado, lo sabremos en breve.

Me dirigí a Elendire y le pregunté por aquel que había buscado.- ¿Sabes quién es Elendë? ¿Le conoces bien? Estuve buscándole pero no le encontré, me hubiera gustado hablar con él.

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13/03/2015, 01:07
Atanamir

Elendire interviene por Aina, recordándole a Atanamir algo que no puede asumir, pero sí aceptar por convenio: que las cosas no son como siempre habían sido. Asiente a la Fata en la que confía. Luego mira a Aina, quizás analizando la expresión de esta, o comprendiendo por qué no puede obligar o exigir como él pidió. - De acuerdo. - Responde finalmente

Atiende a las explicaciones sobre Sërinde y Lassa, así como a lo que Lúva cuenta. - El binomio de Allegra y Sërinde. Pura ponzoña. Si veo al árbol de nuevo, lo quemo. - Mira a Elendire y agacha la cabeza, buscando su altura, cosa que no hace con casi nadie. - Sërinde te engañó. La castigaré, traidora o no. - Informa a la pequeña Fata, realmente convencido de sus palabras. Levanta su mano y la lleva hasta la cabeza de Elendire, dando con la palma dos pequeños toques en su cabeza. Un gesto de cierto modo cariñoso, pero extraño a la vista de otros, seguramente.

La llegada de Miriel también llama su atención. - Tú ves interiores. ¿En algún momento miraste el de Allegra, Adam o Lera? Deduzco que Allegra es su líder. Traidores o no, pensad. No merecen el privilegio de no ser objeto de sospecha. Lo repito y repetiré. 

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13/03/2015, 01:27
Narrador

Salón de los Difuntos

Sucedió lentamente, casi como el tiempo que uno comienza a abandonar el sueño hasta que es consciente de que está despierto. Tus ojos empezaban a abrirse en esta nueva realidad con una sola certeza: habías muerto.

Puede que aquel lugar estuviera hecho para esperar durante toda la eternidad. Quizá, sólo quizá, ese tiempo fuera más breve de lo que parecía al pronunciar esa palabra. O puede que simplemente estuviese disponible durante unos días, el tiempo que todo tardase en resolverse. Como un bar a medio recoger antes de apagar las luces.

Sin embargo una cosa era evidente: el sitio recordaba mucho más a Fäe que al mundo de los soñadores. Se trataba de un pequeño lugar en lo que parecía el Bosque.

Sobre ti, sobre todos vosotros, podía verse el cielo claro, con un sol radiante que calentaba el rostro de los presentes. El suelo estaba lleno de hierba, tierra y rocas. El arrullo del agua sonaba cerca de vosotros, mientras grandes árboles crecían a su alrededor.

En todo el lugar podía sentirse la clara presencia del olor a pino propio del Bosque. Era un aroma intenso y natural, que penetraba en vuestras fosas nasales sin ninguna dificultad.

Un poco más adelante, frente a vosotros, podía verse un pequeño estanque, alimentado por un riachuelo que traía las aguas limpias y cristalinas.  Aquello podía recordar al Bosque, sí... Aunque cualquiera que lo hubiera habitado no tardaría más que unos minutos en darse cuenta de las muchas diferencias. Quizá se parecía más a la visión que un Fata de Palacio podía tener del lugar. Sin embargo estaba claro que cada brizna de hierba, cada piedra, cada detalle, habían sido colocados con esmero.

Y lo que confirmaba esa idea era el claro que había un poco más allá, donde había bancos y mesas para poder sentarse a disfrutar del hermoso paisaje que se abría ante vuestros ojos.

Pero había algo más. El claro estaba rodeado por un enorme banco de Bruma oscura y cambiante, tal como sucedería con la que se encontraba en la Linde.

Lo único que desentonaba en aquel paisaje era la enorme torre del reloj, similar a la que podía verse en la ciudad a la que todos habíais llegado unos días atrás. En esta los mismos fuegos ardían, constantes y continuos, como dispuestos a desafiar toda lógica y razón.

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13/03/2015, 01:28
Narrador

Y tras aquel amargo atardecer ante vosotros empezaron a formarse dos nuevas figuras. Eirien, Fata expulsada de Palacio que había encontrado refugio en la Linde, y Leithian, morador de la Linde.

Notas de juego

Destinatarios actuales:

  Gelion Aina Atanamir   Eirien Elendire Essä Falmari   Leithian Loth   Lúva Míriel Tarma

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13/03/2015, 12:24
Leithian

"Fin del camino, la bruma siempre reclama lo suyo"

Apareció escrito con carne y sangre a lo largo de su cuello, cuando llego a ese lugar tan parecido al bosque como corrupto era el palacio. Camino por todo el camino observando entre curioso y melancólico, hasta que vio la bruma.

Al llegar a ese punto, de su cuello sudo sangre, sangre negra como la tinta que callo al suelo y bajo sus pies recreo la forma de una silla simple, plegable, tal y como la que tenia siendo humano en la prisión oscura y allí se sentó a admirar lo que siglos atrás miraba y a esperar al resto de los fata que antes que el, habían llegado a ese lugar intermedio.

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13/03/2015, 12:38
Elendire

Elendire, que aún permanecía al lado de Loth, se removió, inquieta, al ver aparecer no una, sino dos figuras tras el ajusticiamiento de las seis campanadas.

Se levantó, con parsimonia, y se acercó a los recién llegados dedicándole una última mirada a su compañero antes de dirigirse primero a Eirien, comtemplándola en silencio durante unos instantes, a medida que su expresión se teñía levemente de algo parecido a la compasión- Así que a ti también...-dedujo, parpadeando, confusa, y acto seguido resuelta- Sí... A ti también, ¿verdad?- preguntó, y entonces tomó una de sus manos, con delicadeza, sin atreverse a aproximarse más que eso a aquella fata que le resultaba físicamente agradable y familiar, quizá por su aspecto propio de todo aquel que mora en la Linde-  Lo siento...- musitó, dando un par de suaves palmadas sobre sus nudillos, similares a las que Atanamir había depositado sobre su cabeza. 

Entonces soltó su mano, dejando que se escurriese entre sus dedos, y caminó, despacio y ligeramente encogida sobre si misma, hacia donde se encontraba Leithian. Su expresión al observarlo no era precísamente la de la compasión. Era la de la desbordante curiosidad, que hacía brillar sus ojos con un entusiasmo casi enfermizo que se hacía cada vez más evidente a medida que se acercaba al fata que ahora observaba la Bruma.

Al final no eras él- afirmó, con una sonrisa divertida, cuando se encontraba al fin a su lado. Acercó entonces su mano a aquella silla de tinta, sin poder resistir la tentación de comprobar si podía atravesar su estructura con los dedos o no, y tras su pequeña incursión, se llevó los dedos a la boca, olisqueándolos, intrigada, justo antes de tantear sus yemas con la punta de su lengua, intentando deducir a qué sabía y olía aquella tinta nacida de alguien próximo a la Linde. 

Su sonrisa se ensanchó ligeramente, y su mirada, de nuevo, comenzó a perderse, posándose sobre la densa niebla oscura que danzaba entre los árboles cobrando formas imposibles- Es una pena que realmente no sea la nuestra. ¿Verdad? - preguntó, con el único resquicio de atención que era capaz de prestarle a Leithian. 

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13/03/2015, 14:37
Tarma

Pestañeé varias veces al ver a los nuevos aparecer, y ladeé la cabeza ante las nuevas revelaciones que allí se estaban sucediendo.

Sonreí con malicia, y asentí varias veces.

—Lo sabía— dije, chascando la lengua—. Sabía que Ivanna era malvada— casi escupí las palabras—. Bueno… Malvada… que tenía un gran poder— miré la fata, otrora pelirroja y sensual humana, y la señalé—. ¿Fuiste tú quien acabó conmigo?— la pregunté, abiertamente—. Me copiaste el poder de resucitar a dos de los nuestros, ¿verdad?— aseguré.

Bufé por la nariz, y alcé una mano.

Bueno, ya da igual, la verdad— dije, y miré a Aina—. Estamos ahora en su mundo. No volveremos arriba de nuevo— añadí, algo resignada. 

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13/03/2015, 14:39
Aina

Aina se volvió para ver aparecer a los nuevos moradores. Sus cejas se alzaron suavemente y una pequeña mueca se formó en sus labios al ver aparecer al que había sido Aubin solo. Sabía que Lassa había jugado con él como hizo con ella, pero en el fondo había tenido la esperanza de que no fuera así, y con su caída, hubiera arrastrado a esa mentirosa, como hizo Elendire con Loth. 

Al principio tuvo dudas, no sabía quién era Hundo y quién Aubin. Pero en cuanto el escritor creó la silla para sentarse delante de la bruma, esas dudas se disiparon. 

Miró de nuevo a Eirien y se mordió el labio. ¿Sabrá que ha sido engañada? Estaba tan convencida de ello, que en ningún momento se llegó a plantear que pudieran tener otro tipo de relación. 

- Cuánto tiempo, Eirien - . Le dijo y le hizo un pequeño gesto con la cabeza. - ¿Qué clase de relación tenías con Lassa? - Le preguntó, tanteando el terreno antes de intentar abrirle los ojos. A ella le había costado darse cuenta del engaño, sabía lo que podía hacer sentir y no le gustaba nada. 

Escuchó a Tarma y se volvió a mirarla, arqueando ambas cejas. Su mirada después se dirigió hacia Elendire, a la que contempló, pensativa. Así se mantuvo durante unos segundos. - ¿Así que fuiste tú? - Le preguntó y frunció suavemente el ceño. - Vaya... - Volvió a mirar a Tarma y se encogió de hombros. - Te advertí de que no era buena idea airear tu poder. Pero tú no quisiste hacerme caso - .

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13/03/2015, 15:19
Tarma

Miré con el ceño fruncido a Aina, y arrugué la nariz.

—Esto no va contigo, y no te he pedido tu opinión, Aina. Gracias, me lo has repetido ya tres veces— comenté—. Sólo quiero que me responda Elendire. Tú puedes abrir la boca sólo para contarnos lo que pasa al otro lado… cosa que no haces, por cierto— añadí, casi escupiendo las palabras. 

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13/03/2015, 15:24
Elendire

Elendire se encogió de hombros- Exactamente. Da igual. Después de todo, si dijera que no, seguiríais pensando lo mismo. Y si dijera que sí, seguiríamos en las mismas -suspiró hondo, y chasqueó la lengua, al igual que lo había hecho Tarma- Cuántos eufemismos. Creía recordar que tenías una lengua mucho más entrenada. Debo estar olvidándome de las cosas, o quizá las recuerdo mal. ¿He oido resucitar? Porque pensé que querrías decir "esclavizar"- dijo, llevándose una mano a la mejilla, mientras negaba con el rostro con expresión fatalista. 

Sin embargo, la ironía de su faz y de su postura desaparecieron gradualmente, al percatarse de que Loth podía estar observándola. Y a él no le gustaba esa clase de comportamiento. De manera que relajó sus brazos, cruzándolos sobre su pecho, y respiró hondo, antes de volver a hablar- Malvada...-bufó- ¿Y qué es lo que hace malvada a la gente, Tarma? ¿Es el odio que otros implantan en sus corazones? ¿Es la soledad? ¿El ver que otros reciben oportunidades mientras uno mismo permanece olvidado e inmerso en el hastío? ¿O quizá es algo distinto? - preguntó, gesticulando- Es un tema... Bastante complicado y subjetivo. 

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13/03/2015, 15:26
Aina

- Vaya... ¿Así que cuentas las veces? Pues te lo repetiré todas las veces que a mi me de la gana - . Aina casi le escupió aquellas palabras a Tarma. Estaba cansada de la prepotencia de aquella fata. Pero... ¿Pero qué se creía esa estúpida fata? ¿Cómo que sólo podía hablar para decir lo que ocurría al otro lado? La fulminó con la mirada y giró la cara, con un gesto de desdén en los labios. - Zorra... - Murmuró apretando los dientes.

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13/03/2015, 15:32
Atanamir

Ver como dos Fatas de la Linde, dos más como él caían al lugar donde los Fatas eran olvidados si no tenían en empuje para volver arriba hace que el rostro de Atanamir exprese algo. Sus ojos parecen entornarse, afilados, su boca es una línea dura como antes no se había visto en él. Mira a Eirien, vuelve su vista hacia Leithian. Otra vez dirige su máscara enfadada hacia Eirien.

- Podrías haberlo dicho. Los dos podríamos haber dicho más. - Dice, sin embargo, sonando tan frío y neutro como de costumbre. - Eirien, ¿Lassa debe morir? - Pregunta con total tranquilidad. Mientras da tiempo a la Fata para que responda, mira a Aina. - Confío en ti. Los prejuicios por ser de Palacio, están apartados. Que no superados. - Estás viva, rodeada de asesinos. Tienes que tener cuidado con qué les haces saber. - Se dirige, por primera vez, a todos los Fatas fallecidos. - Necesito información, urgente. ¿Qué pueden hacer Misty, Lera y Adam? ¿Quién es Elendë en su carcasa humana? - Mira a Elendire, con impaciencia pero respetuoso. - ¿Confías en él? 

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13/03/2015, 15:56
Aina

Aina cruzó su mirada con los ojos vacíos de Antanamir y asintió solemnemente. Después se volvió a mirar a Eirien y enarcó suavemente una ceja. 

- No sé si sabe que ha sido engañada - Comentó, dirigiéndose al morador de la Linde. - Cuando yo encontré a Lassa, sentí que era lo más importante de mi vida - . Se mordió el labio, avergonzada. - Hubiera hecho cualquier cosa que ella me pidiera. Ella me dijo que cuando regresáramos iríamos a la Bruma, y...¡Y yo estaba dispuesta a hacerlo! - . Aquello sí que era horrible para ella, ¡abandonar el palacio! Suspiró y volvió a mirar a Antanamir. - Cuando aquella noche morí, estaba confusa, pero todavía creía que la amaba. Aquí me hicieron darme cuenta de que ella me había dejado ir, que no sentía lo mismo que yo. Pero todavía tenía la esperanza y... Cuando regresé ya no la encontré. Era verdad que me había abandonado. Cuando hoy he visto la familiaridad que tenía con Aubin, me he dado cuenta de que también debía estar engañado. Pero quizás ella no sea consciente, y siga engañándose por el falso amor que siente por Lassa - . Terminó diciendo, volviendo a mirar a Eirien. Si así era, podía entenderla. A ella le había costado darse cuenta del engaño y la manipulación que había sufrido en manos de aquella fata.

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13/03/2015, 16:08
Míriel

Míriel tuvo que tomarse su tiempo para asimilar denuevo su muerte. Había sentido a Aina acercárse y tratar de consolarlo, e incluso escuchó sus palabras de animo, pero Míriel estaba ausente... sencillamente era incapaz de hacer nada bien o incluso peor... hacer algo. Finalmente la venida de los dos últimos fatas lo hizo reaccionar, desde su posición sus ojos vacíos se posaron en ambos, e incluso le pareció haber escuchado como Atanamir le había preguntado si había conseguido ver a alguien. El maltrecho guardaespaldas de la princesa se levantó y se acarició los nudillos, ya no había rastro de herida en ellos. Finalmente se decidió a hablar, diría lo justo no era mucho lo que él podía aportar.

-A tu respuesta anterior Atanamir, lamento decirte que no pude mirar a nadie, no he tenido tiempo. Con respecto a Allegra no se que decir porque apenas se nada de ella, pero con respecto a Anastasia... he sufrido a Lassa con anterioridad, está perturbada mentalmente y es mentirosa, no duda en utilizar a quien sea necesario para conseguir sus objetivos... tal y como está corroborando Aina, efectivamente creo que ese trio es bastante peligroso. Pero no tengo más pruebas que vuestros testimonios y mi anterior encuentro con Lassa en mi primera vuelta a la vida.

Dicho lo cual se retiró a un segundo plano, seguramente el resto de los fatas podrían aportar cosas más valiosas que él.

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13/03/2015, 17:50
Leithian

-¿A que sabe mi sangre?-Pregunto a Elendire, sin llegar a mirarla, pues el nunca se hubiera atrevido a tal cosa, pero la curiosidad como la observación eran parte de su propio ser.

"Paciencia"-Se marco en un costado de su espalda, mientras los demás discutían y el solo observaba aquella curiosa bruma. En vida apenas había escuchado lo que en muerte escuchaba, era curioso como los muertos parecían ser mas sinceros, ojala los vivos lo hubieran sido.

-¿Creen que Lassa esta entre los miembros de la familia?-Pregunto aun observando la bruma, ajeno a si era malo o buena.

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13/03/2015, 18:26
Elendire

Sí, Elendë tiene mi plena confianza- contestó a Atanamir, suspirando- Pero no puedo decirte qué carcasa humana porta su alma, amigo mio. Temo que eso le reporte algún daño, no de tu parte, por supuesto. -aclaró, con un gesto conciliador.

Entonces llegó la pregunta de Leithian, y Elendire no pudo evitar relamerse los labios, de manera inconsciente, antes de volver a mirarlo para contestar- Sabe a ceniza. A palabras mudas. Y a tinta.- confesó, observando cómo un nuevo vocablo tomaba forma sobre su piel- ¿No te duele?- preguntó, de nuevo llena de curiosidad- O quizá no te importa. -dedujo, recordando lo estoico que se había mostrado durante su ajusticiamiento.  

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13/03/2015, 18:57
Tarma

Dejando a un lado las discusiones, porque no me apetecía seguir defendiendo algo a lo que nunca llegaríamos a un acuerdo, escuché acerca de Elendë, y sonreí, divertida.

Elendë es Misty— dije, alzando la barbilla—. Son sólo suposiciones— me encogí de hombros—. Me muevo con apuntes mentales que me he hecho en mi cabeza para ir recogiendo todo lo que me puede ser útil. Por eso pensaba que Ivanna me mató. Y por eso pienso que Elendë es Misty. 

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13/03/2015, 19:13
Falmari

Falmari disfrutaba jugando con el agua del estanque, ajena a las teorias conspiratorias del resto,ultimamente todo era Allegra...Anastasia y Lassa, falmari levantó la cabeza en cuanto oyó al mata-niños, le parecía increible que alguien que había liquidado a dos criaturas indefensas pudiera usar "mala" para referirse a una persona que no había hecho nada.

pero una palabra consiguió penetrar en su cabeza "Elende" dejo de juguetear con el agua y fue hacia el grupito de psicopatas anonimos.

-¿Elende es un buen chico...-argumentó-canalizar vuestro odio hacia otro, por cierto...-dijo mirando a Aina-Tu siempre la has tomado con Sërinde, no se que te a hechó ella pero me recuerda al cuento de blancanieves ella la niña indefensa y tu la Madrastra vieja y pelleja.