Partida Rol por web

¿En serio te parece curioso que quiera combatir magos tenebrosos? -Le pregunto a Anastasia en un susurro, intentando no llamar la atención de la profesora. - ¿Te parece si hablamos de esto durante el almuerzo? - pregunto antes de volver a acomodarme en mi silla mirando al frente.

Giles llegó arrastrando los pies y la mochila a la segunda clase. La primera había sido una porquería sobre dulces y estaba más que decepcionado con ese profesor y esa clase. Ahora tenían clases de encantamientos y solo esperaba que no hicieran ninguna otra tontería sobre cosas que todo el mundo sabía o debería de haber llegado al colegio sabiendo.

Cuando entró esa profesora, Giles no pudo evitar fruncir el ceño. Tenía ese aura que amenazaba con soltar maldiciones a todos para castigarles si se pasaban un poco de listos, por lo que suponía que su clase sería dura y exigente y, por tanto, no sería una chorrada sobre dulces.

Giles esperó a que le tocara su turno para ponerse de pie en lugar de quedarse sentado en su asiento.

-Me llamo Giles de Redwood, pero puede llamarme Giles o Redwood, como usted crea conveniente, profesora McMahon -se sentó de nuevo y esperó con ansia que la clase empezara.

La profesora McMahon escuchó a todos los alumnos de forma atenta y paciente, en la misma postura en la que se había quedado cuando empezaron las presentaciones. Finalmente, cuando todos hubieron acabado, descruzó los brazos y, en el mismo sitio, se apoyó sobre sus pies. -Bien hecho, todos se han presentado, y ya he memorizado como debo referirme a ustedes. En mis clases verán que la puerta estará siempre abierta, esto es porque no quiero estorbos, ni nadie que considere el conocimiento que aquí se imparte inútil.- Asintió levemente, cruzándose las manos por detrás  de la cintura. -De igual forma, está abierta para todo aquel que desee entrar a consultar todo el material que aquí se encuentra. Tienen razón, soy bastante exigente, y esperaré de ustedes un esfuerzo constante. También estaré a su disposición para lo que necesiten, si no en clase, en el despacho o por los pasillos.- dijo, antes de dar dos pasos adelante. -También sé que impongo, pero si se dirigen a mí con respeto, educación y el uniforme en condiciones, no tienen nada que temer. Empecemos con un primer matiz de lo que considero respeto.- Levantó el dedo en señal de atención. -El volumen de la conversación que están teniendo entre ustedes, durante la presentación de sus compañeros, es irrespetuoso. No quiero decir que no les permita hablar entre ustedes, pero les agradecería encarecidamente que fuera en un tono más bajo, y sobre temas de la asignatura.- volvió a bajar el dedo, y colocó una muñeca sobre la otra, tras la cintura. -Bien, pues eso es todo por ahora, empecemos con la asignatura. Para ella, los únicos materiales realmente obligatorios son la varita, y "El Libro Reglamentario de Hechizos" volumen 1. En caso de que alguien quiera coger apuntes, puede emplear los medios que considere oportunos.- Los brazos se soltaron un momento, para luego volver suavemente hacia atrás, a la misma posición en la que se encontraban.

-Empecemos hablando sobre la asignatura, así que por favor, abran sus libros por la página 4, "Introducción a los Encantamientos".- pausa para abrir libros. -Como el propio libro define, un encantamiento es un hechizo que tiene la finalidad de invocar, agregar o quitar las propiedades a una persona u objeto. Existen varios tipos y subdivisiones dentro de los hechizos que este curso aprenderán, pero lo iremos viendo todo de manera práctica, o semipráctica.- explicó, de forma serena, para que los alumnos pudieran ir tomando los apuntes que creyeran pertinentes. -A lo largo del curso, aprenderán una serie de hechizos, así como su correcta pronunciación y movimiento de varita.- sonrió, irónicamente, quién sabe si recordando alguna anécdota. -Empecemos con el primero de los encantamientos del curso: Oriéntame; página 67.- introdujo, previo a entrar en materia.

-También conocido como el encantamiento brújula, hace que la varita del lanzador se comporte de forma semejante a una brújula, y que la punta de esta apunte siempre hacia el norte.- luego colocó la varita de forma horizontal sobre la palma de su mano, completamente recta, y pronunció el conjuro. -Oriéntame.- En seguida la varita dio un par de vueltas en el sitio, flotando levemente sobre la palma de la mano de la profesora McMahon. Tras un par de segundos de demostración, tomó de nuevo la varita e hizo que una de las pizarras se tornara levemente para quedar de frente a ellos, y se girase, para mostrar lo próximo que iba a explicar. -Este les servirá de ejemplo sobre cómo aprenderán los próximos hechizos. La forma correcta de pronunciación es esta, como pueden ver, hay que aspirar las sílabas. No, no todos los hechizos tienen el mismo estilo de pronunciación.- Aclaró, previniendo la duda. -En este caso, la varita no requiere un movimiento especial, ya que sólo hay que colocar bien recta la palma de mano, y dejarla de forma horizontal sobre ella.- bajó de nuevo las manos, con la varita aún en ellas, y las cruzó de nuevo tras la cintura. -Ahora es el momento de que lo intenten ustedes, al finalizar la clase calificaré su trabajo. Recuerden ser ordenados, pacientes y perseverantes. Adelante.- añadió, antes de dar un par de pasos hacia atrás y apoyarse de nuevo en la mesa, expectante.

PIZARRA

ORIÉNTAME

Pronunciación: /Oh-rih-EN-tah-meh/

Movimiento: Colocar la varita de forma horizontal sobre la palma de la mano.

Mientras todos hacían sus presentaciones, su compañero Aedan que se había sentado al lado le estaba hablando. Le costaba mucho quedarse callado cuando alguien le había hablado porque lo consideraba una falta de respeto. Pero si hablaba corría el riesgo de que la profesora le regañara. Por lo que optó por una solución entre medias. - Si, me gusta. - Susurró intentando que le escuchara solo Aedan -Pero soy muy malo - Añadió. De donde provenía se jugaba mucho al futbol y siempre que iba al pueblo a hacer recados había niños jugando con una pelota. Era sencillo pero requiría de mucho esfuerzo a la hora de organizarse con la multitarea. - Yo juego mas al ajedrez ¿y tu? - Daniel le había ofrecido jugar una partida el día anterior y decidió preguntarle lo mismo sabiendo de que no le causaría rechazo la pregunta.

La clase iba sucediendo y Xabier iba descubriendo que la profesora no era tan severa como en un principio podía aparentar. No le gustaba que habláramos, pero si lo hacíamos en voz baja le parecía correcto. Además de que el hechizo tampoco parecía difícil siempre que lo hiciera bien.  

Levanto la palma y descubrió de que estaba temblando de los nervios ya que la varita no se podía quedar quieta. Tuvo que sujetarse la muñeca con su otro brazo para que esta estuviera mas equilibrada - Oriéntame - Dijo con seguridad tras haber repetido lo que ponía en la pizarra unas cuantas veces. Tras lo cual, la varita empezo a girar sobre su palma como si tuviera vida propia hasta que se quedó parada apuntando hacia el mismo punto donde la varita de la profesora estaba apuntando. 

Xabier probó que pasaba si intentaba girar la varita utilizando la otra mano, pero descubrió que volví a señalar el norte. Así que tras experimentar un poco más moviendo la palma en distintos lugares para ver si se movía una leve sonrisa de orgullo apareció por un instante en la cara del joven Gryffindor.

Observo detenidamente como la profesora ejecuta su hechizo, para luego replicarlo, el encantamiento en cuestión no parecía difícil, lo que me animo a intentarlo casi de inmediato.

Con total seriedad y concentración, intento copiar cada uno de los movimientos de la varita de la profesora y una vez que estoy seguro de haber captado bien la lección, procedo a ejecutar el.sortilegio.

- ¡Oriéntame! - exclamé con voz firme mientras realizaba la floritura con la varita.

Acto seguido mi varita gire en mi mano apuntando hacia el norte, señalandome el camino a norte.

- Disculpe profesora, pero creo que ya logré realizar el hechizo, ¿Podría revisar mi trabajo por favor.

De nuevo y como en la clase anterior, comencé a tomar notas acerca de todo lo que decia la profesora, debia estar atento, ya que en esta ocasión seguramente ibamos a usar magia, o al menos intentarlo, tan concentrado estaba en la toma de notas que apenas presté atención a lo que decia la profesora sobre la pronunciación y como hacerlo, así que con cara de no enterarme de mucho miré a mis compañeros para ver que hacian e imitarlos por no parecer tonto.

---Oriéntame- pronuncio como creo que se dice y observo sí la varita reacciona o no.

Victoria escuchó atentamente a la profesora mientras asentía a cada aclaración que ella les daba. Iban a aprender el hechizo Oriéntame, sacó su libro y fue directa a la página 67 como ella les indicó y comenzó a tomar notas en el margen del libro donde se explicaba el hechizo. Después ella les mostró una pizarra con anotaciones, pero desde donde se encontraba la niña no lograba verla bien.

Cuando la explicación terminó, la profesora McMahon les indicó que procedieran a realizarlo ellos mismos.

Victoria se agobió un poco al no ver la pizarra, se resigno y se centro en su libro y en lo que la profesora les había mostrado. Practicó mentalmente las palabras y colocó la varita en su mano como la profesora les había enseñado modificando su posición unas cuantas veces hasta quedar satisfecha y animarse por fin a intentarlo.

- Oriéntame - la varita se movió sobre su mano y contenta vio que lo había realizado correctamente. Miró a sus compañeros para ver que tal les iba, Lenia, Alex. Edward, Altair, y Liam eran los que estaban más cerca y realmente esperó que a ellos también les fuese bien.

Peeves apareció en la clase de encantamientos, un cubo comenzó a sobrevolar la cabeza de todos hasta quedar encajado en la cabeza de Seth Nut, que intenta lanzar el hechizo pero al estar en la más absoluta oscuridad no consigue realizarlo correctamente

Otra vez este pesado y ¿Ahora qué se trae? - pienso mientras veo su intención, aunque esta vez me resulta imposible detenerlo.

Maldito granuja. ¿Cómo se atreve? - pienso mientras me pongo de pie para ayudar a Seth.

Preste la mayor atención posible a la explicación de la profesora, observando cómo se debía lanzar sin embargo la entonación me pareció de lo más divertida así que trate de memorizarla

Coloque la varita en la posición mostrada y procedí a la entonación del encantamiento- ¡Oriéntame! – creo que lo logre exprese feliz al ver que el hechizo funcionaba.

 La intromisión del fantasma  me había distraído un poco de la clase y de como los demás practicaban sus encantamientos, peor aún se atrevía a molestar a Seth uno de los chicos a los que consideraba amigo.

-Deberías  dejar de meterte con mi amigo-  me atreví a levantarme del asiento y apuntarle con la varita, aunque de verdad no sabía cómo él lo tomaría el fantasma o peor aún la profesora – si te metes con mi amigo te metes conmigo- temí ser imprudente pero alguien debía marcarle un alto.

Alex escuchó atentamente las explicaciones de la profesora, aunque con esa actitud autoritaria y firme no pudo evitar imaginársela vestida de militar y con una fusta entre sus manos...pronto volvió en sí, pues había llegado el momento que estaba esperando desde hacía mucho, lanzar su primer hechizo, sin embargo esa caricatura que se imaginó, le pasó factura con la explicación de la pizarra, así que tuvo que recurrir al libro antes de poder lanzar el hechizo.

-Poner la varita de forma horizontal sobre la palma de la mano..- dijo para sí mientras leía las instrucciones en el libro, -seguidamente pronunciar oriéntame- colocó la varita sobre su palma -Ajá!, creo que lo tengo..Ejem..- Carraspeó un poco antes de pronunciar el hechizo para aclararse la voz.

Cerró los ojos, se concentró, inspiró profundamente y finalmente -¡Orientame!- sin más la varita giro levemente sobre su mano, hasta encontrar el norte con la punta, probó a mover la mano, para ver si la punta seguía apuntando a la misma dirección y así fue.

Pronto se llenó de orgullo y satisfacción pues su primer hechizo había sido un éxito.

Estaba tan centrado en realizar el encantamiento que apenas me di cuenta de la intromisión del fantasma hasta que el cubo se incrustó sobre mi cabeza, mi única reacción fue soltar la varita sobre mis apuntes y soltar un aullido de sorpresa y dolor mientras desesperado trataba de quitarme el cubo de encima aunque lo único que hacia era arañar el cubo y hacerme daño en las uñas.

Afortunadamente, algunos compañeros acudieron en mi ayuda, para quitarme el cubo, cuando lo consiguieron tenia la cara enrojecida y los ojos llorosos.

---Gra...gracias- les digo mientras me froto la enrojecida sien debido al objeto.

Un nuevo fantasma entra en la clase

- Barón, Peeves está aquí- dice haciendo que el fantasma juguetón salga volando en dirección contraria por la que había venido, el fantasma se queda mirando a Alex y su magistral hechizo- Mmm... es posible que tengamos aquí al próximo duelista de Gryffindor, ¿no le parece profesora?

Vale Janus, ha llegado el momento, tienes que empezar a aprender hechizos, no puedes fallar.

Miré fijamente a la profesora McMahon, el movimiento de su varita en la palma de su mano, la manera en que pronunciaba las palabras, qué fácil parecía viniendo de ella, intenté emularla, no podía empezar fallando en la segunda clase, así que puse toda mi concentración en ese hechizo.

Coloqué la varita en mi mano y dije:

Oriéntame

Raven no podía dejar de mirar a la profesora, le parecía una mujer bastante guapa, incluso pese a su forma de hablar algo estricta, aquella mujer era muy atractiva y su mirada hacia que no pudieses dejar de mirarla, cuando dijo que tenían que presentarse se queda unos momentos sorprendida, en especial cuando dice que les expulsara, paciente espera su turno y cuando le toca se pone de pie y mirando a la profesora dice:

Buenos días profesora McMahon mi nombre es Raven O´Connor, puede llamarme Raven

Despues intenta prestar atención a la explicación de aquel conjuro, realmente era útil cuando no tenias una brújula, Raven se queda mirando y trata de ver como es la pronunciación diciéndola primero en voz baja:

Oh-RIH-en-tah-MEH

Sin embargo no fue capaz de hacer el conjuro, se queda mirando pero parece que no sabe muy bien como es. Un ruido se escucha y aparecen varias personas extrañas, se queda sorprendida viendo que se tratan de fantasmas y permanece a la espera de ver que hace la profesora tan estricta ante esa interrupción

Tras la presentación de todos, empezó la clase de verdad y, por supuesto, empecé a copiar. Iba a necesitar montones de pergaminos si quería cogerlo todo.

-Empecemos hablando sobre la asignatura, así que por favor, abran sus libros por la página 4, "Introducción a los Encantamientos"

Abrí el libro y empecé a leer mientras escuchaba lo que decía la profesora, referido más o menos a lo que había en el texto. Eso me permitiría ahorrar pergaminos, pensé.

Nos habló de lo que eran los encantamientos (aunque yo pensé que era lo mismo que un hechizo) y empezamos con el primero de ellos.

Empecemos con el primero de los encantamientos del curso: Oriéntame; página 67. También conocido como el encantamiento brújula, hace que la varita del lanzador se comporte de forma semejante a una brújula, y que la punta de esta apunte siempre hacia el norte.

Yo apunté en el pergamino todo lo que dijo, aunque estaba viendo que en el libro venía casi lo mismo, pero por si acaso.

Después nos mostró cómo se hacía. Parecía sencillo, aunque... eso nunca se sabía hasta que se intentaba. De hecho, cuando hice por poner la mano como ella decía, me parecía que siempre lo hacía de la forma equivocada, no sabía por qué.

-Ay, no me fijé bien -comenté en voz alta, lamentándome por haber estado copiando y no haberme fijado.

Aún así, hice por concentrarme al máximo e intentar pronunciar y lanzarlo bien.

¡O-RI-EN-TA-ME! -exclamé en voz alta mientras mantenía la mano en horizontal lo más posible.

Y me salió bien, porque la varita de repente adquirió vida propia y apuntó hacia el norte, así que sonreí, satisfecha.

-¡Me ha salido, me ha salido! -exclamé, eufórica.

En cuanto se acabaron las presentaciones, la profesora nos comenzó a enseñar el primer hechizo que teníamos que practicar, escuché atentamente sus palabras y dije: ¡Oriéntame! - con voz clara y sin dudar, Aqua Luna comenzó a girar en mi mano y en cuanto se paró me di cuenta de que lo había hecho bien ya que había apuntado en la misma dirección que la varita de la profesora. 

La clase de Encantamientos es muy diferente a la de Historia de la Magia. Además, parece un poco mas abierta y mejor iluminada, aunque la profesora da miedo. Parece que es muy seria y estricta, pero supone que no todos los profesores pueden ser majos o divertidos. Les pide que se presenten y así lo hacen, uno a uno. Espera a que llegue a su turno.

-Mi nombres Tabatha Smith, pero todo el mundo me llama Tabby. Puede llamarme tanto Tabatha como Tabby.

Después ya pasa a la clase, propiamente dicha. El hechizo que explica parece bastante fácil, pero después de solo haber asistido a la clase de Historia, no se espera que la varita comience a moverse así. Se sorprende tanto que no es capaz de escuchar la pronunciación correcta y tampoco se ha dado cuenta de que lo ha escrito. 

Coloca la varita en su mano y se prepara para hacerlo. De pronto, unos fantasmas hacen acto de presencia en la sala. Uno de ellos para hacer travesuras el otro para halagar a Alex.

-OH-ri-en-ta-MEH

No parece que lo haya pronunciado bien pero el hechizo parece funcionar y hace girar la varita. Que apunte al norte es otra cosa.

No sin antes responder a Artemis.- ¿Nos vemos a las 2 en el Gran comedor? - pregunté asintiendo a su petición para hablar más tarde.

Aedan asintió ante la pregunta de Xabier. Había jugado alguna vez que otra con su padre, pero la verdad es que no se le daba demasiado bien, o eso o quizás su padre se pasaba de abusón. Le había enseñado algunos movimientos básicos de los profesionales, de apertura y demás. Pero su padre siempre sabía como contrarestarlos.

-Pues la verdad es que no se me da mal... aunque no he ganado nunca. Mi padre siempre me dice que me tengo que fijar más y dejar de mirar las nubes- le comentó en un susurro, justo antes de que la profesora comenzara toda la explicación-. Un día tenemos que jugar una partida, arriba vi una especie de ajedrez, pero parece mágico. Te prometo que no tengo mal perder.

Estaba tan ensimismado con todo lo demás que no se fijo demasiado en la actuación de Peeves, pero si en la entrada de Nick. Siempre que lo veía no podía evitar soltar una carcajada por esa cabeza medio colgandera. Negó un par de veces ante su entrada y comenzó a seguir las instrucciones de la pizarra.

El brillo de la ventana no le dejaba ver bien todo lo que había escrito, así que en un primer momento decidió levantar la mano. Pero pensó que no era buena idea molestar a la profesora en ese momento por una chorrada del estilo. Seguro que no era tan complicado ¿No? Solo era hacer un movimiento así mágico y luego decir el nombre del conjuro... o por lo menos eso esperaba.

Leyó solo parte de lo que había escrito en la pizarra, y aunque no consiguió seguir las intrucciones al pié de la letras, él lo intentó de todas maneras. Echó un vistazo a como había apoyado Xabier la varita en la palma de su mano y le imitó, para luego decir las palabras.

-¡Oriéntame!- Para la sorpresa de Aedan, la varita comenzó a girar alrededor de su mano, señalando al mismo sitio que la de su compañero-. ¡Eh mira, mira Xabier, me ha salido a mi también! ¡Toma ya!