Partida Rol por web

La respuesta le dejó bastante contento. Eso quería decir que muchas de las historias de ficción que había leído también eran ciertas o que por lo menos estaban cercanas a serlo, e incluso algunos grandes magos de la historia muggle podían ser magos del mundo mágico. Aedan se perdió un poco en sus pensamientos hasta que un nombre le hizo rascarse la cocorota.

Él había comprado hacía no tanto unas grageas con ese mismo nombre ¿No? Aunque realmente tenía muy poca idea de quien era aquél tipo, así que simplemente se calló y esperó a que sus compañeros contestaran. La historia que contó Andrew le encantó, tanto que no pudo evitar soltar una carcajada al escuchar lo de los calcetines sucios.

-¿Hay algun sabor de gragea increiblemente especial, en plan secreto? Me refiero como los cromos super especiales pero en plan grageas-Aedan no tenía ni idea si las grageas estaban echadas al azar o había un numero especial de grageas diseñadas para cada paquete.

Estaba tan ensimismado con todo el tema de las preguntas que ni se le había ocurrido apuntar todo lo que estaba diciendo el profesor. Fue la caida de la pluma sobre el papel la que le hizo darse cuenta de que no estaba tomando ningún apunte y comenzó a tomarlos a toda prisa.

Acababa de dar la respuesta sobre Bertie Bott cuando noté un toque en el brazo, Anastasia le miraba con cara algo seria, en ese momento se le ocurrió que quizá su contestación a la pregunta de Aedan había sido algo brusca, Andy había pasado toda su vida rodeado de magos y había dado por hecho que alguien que asistiese a Hogwarts debía saber aquellas cosas que para el eran algo básicas, pero no se había parado a pensar que no todos los chicos que allí asistían eran hijos de magos, se giró hacia Aedan y le comentó en voz baja para que no molestar al profesor - perdona, creo que me he pasado - esperaba que el chico aceptase sus disculpas

Me resulto imposible dormir esa noche, para lo poco que sabía de magia y todo lo relacionado con ella pensaba que iba a ser un bicho raro por ser mestiza pero resulto que había alguien más y eso me hizo sentirme mejor, a Victoria no le habían enseñado prácticamente nada del mundo mágico y era un consuelo tenerla en Ravenclaw ya que descubriríamos la magia juntas y eso era una idea que me gustaba de verdad.

Entramos en la primera clase y nos sentamos en el centro de la sala para empaparnos de todo lo que dijera el profesor aunque la historia no era un tema muy apasionante aunque me refiero a la historia muggle, seguramente la historia mágica era totalmente distinta, Victoria me pregunto sobre el profesor y conteste:

-La verdad es que no le conozco, mi padre me hablo del profesor que tuvo él cuando vino a la escuela y seguramente sea ese que acaba de nombrar, con cuatrocientos siglos….ya me dirás tu a quien no habrá dado clase-

Entonces el profesor entro de forma increíble, las ventanas se cerraron y la habitación se sumió en la oscuridad, unas velas distribuidas por toda la clase se encendieron y el profesor ya estaba en el atril, la frase que acababa de decir estaba encima de la puerta.

-sí que impresiona….-solté asombrada.

Enseño un álbum de cromos, los que se usaban para hacer la colección de ranas de chocolate.

Los niños respondieron uno a uno, era interesante ver como todos iban respondiendo, no me sentí tentada de responder ya que no me veía muy capaz de dar más información de la que ya estaban dando, además de que nunca había ido a la escuela y sentía mucha timidez como para levantar la mano y contestar.

Después de que todos contestaran sobre los cromos de las ranas, el profesor pregunto si conocíamos a Bertie Bott, por el apellido deduje que era el de las Grageas graciosas que sabían tan mal y que cada una no era lo que parecía.

-el otro día en el callejón Diagon le ofrecí una a mi Tía Hortensia y me miro con cara rara diciendo; aparta eso de mi niña… ¿te crees que no sé lo que son?-dije en bajo a Victoria imitando la voz vieja de la tía Hortensia.

Los demás empezaron a preguntar sobre el Rey Arturo y Merlín, además sobre la relación del profesor con un tal Nicolás Flamel, al cual no conocía de nada.

Vio como el chico que tenía delante, el que había dado la rápida respuesta, se giraba hacia él. Se sorprendió un poco de que hiciera algo así mientras el profe seguía explicando y los demás hablando. Por un momento había pensado que todos los magos eran muy estudiosos y que respetaban las reglas al pié de la letra, pero si bien recordaba, allá en el comedor o la primera vez que fueron a la sala común habían reñido unos cuantos.

Tenía que relajarse un poco, eso estaba claro. Así que le dedicó una sonrisa al chico de hufflepuff e hizo un pequeño ademán con la mano. No se había tomado a mal lo que le había dicho, quizás porque no lo había pensado demasiado, o quizás porque se había emocionado con la idea de que Merlín realmente existía.

-No te preocupes, no me lo he tomado a mal. Gracias por disculparte de todas maneras. Oye... ¿Quien es Nicolas Flamel?

Sin poder evitarlo, escuché la pregunta de mi compañero, y como no estaba muy lejos, no pude resistirme. Me inclinó hacia él y le respondí en voz baja.

-Es el descubridor de la piedra filosofal -le dijo, tras lo cual le sonrió y volví a enderezarme en mi sitio.

Había leído mucho, y aunque estaba segura de que habría olvidado muchas cosas, también estaba descubriendo que recordaba bastante.

Y eso me gustaba. Me hacía sentirme un poco menos desubicada entre tanto mago y tanta bruja.

Victoria escuchó como el chico de Hufflepuff pedía disculpas al de Gryffindor por aquel desafortunado comentario y se sintió mucho mejor, ¡qué alivio! no le gustaban los "malos royos".

-El otro día en el callejón Diagon le ofrecí una a mi Tía Hortensia y me miro con cara rara diciendo; aparta eso de mi niña… ¿te crees que no sé lo que son? - le susurró Lenia

¿Qué? ¡oh! estaban ya hablando de otra cosa y ella se había despistado.

- ¿Le ofreciste qué? ah, las grajeas, pobre tia Hortensia jiji - se rió por lo bajo - Oye dicen que hay de sabor a vómito, ¿es verdad? podríamos probarlas algún dia - su cara si iluminó de ilusión.

El chico de Gryffindor se había disculpado con el otro muchacho al cual no conocía aun y eso me hizo calmarme, me ponía nerviosa cuando los niños se peleaban, alguien podía salir con un ojo morado y no me gustaban las peleas y los gritos.

Una chica de Slytherin dijo que Nicolás Flamel era el descubridor de la piedra filosofal:

-pe..Perdone..Pro..Profesor, ¿podría hablarnos de esa piedra filosofal?-pregunte con cierto tartamudeo pues no estaba acostumbrada a dar clase con tanta gente ni a levantar la voz por encima de tanta gente por lo que me costó preguntar.

Entonces escuche a Victoria y asentí con la cabeza a su pregunta para aceptar el reto antes de decir en bajo:

-si, son de verdad. también hay de sabor a mocos-

Al llegar a clase, busque un sitio algo apartado en donde sentarme, después de todo, el tío Damian estaba a cargo de impartir esta clase y si lo conocía tan bien como creía, no tardaría en hacer una de sus entradas dramáticas.

Mientras acomodaba mis cosas sobre el pupitre, allí estaba él con su predisposición al arte dramático, dejándonos en la más completa oscuridad, para luegomhacer uno de sus elegantes despliegues de magia a los que ya tenía acostumbrada a la familia.

De pronto sacó un extraño libro que no reconocí, tal vez un tomo antiguo de esos que siempre lleva encima o algo más....

Sin embargo, me quedé de piedra cuando dijo que se trataba del álbum de cromos de las ranas de chocolate. No podía creer que iba a basar su curricula en eso, bueno ni modo, mejor ptesto atención y guardo silencio, no vaya a ganarme una regañina.

Conforme la clase avanzaba, Andy hizo una pregunta muy interesante, había escuchado que Merlín había estudiado en Hogwarts y fue uno de los más renombrados estudiantes del propio Slytherin.

De pronto, mi tío volvió a dar un cambio de rumbo al centrarse en Berttie Bott, por lo que opté por levantar la mano y con mucho respeto me dirigí al profesor.

Sin embargo, lo que realmente llamó mi atención, fue que uno de mis compañeras preguntó sobre la piedra filosofal muy abiertamente.

Eso me congelo la sangre, pues tanto mi padre, abuelo y bisabuelo me prohibieron mencionar una sola palabra sobre ella, incluso al interior de la familia el tema se tocaba con pinzas, así que decidi intentar dirigir la atención de la clase hacia otro tema igual de interesante.

Disculpe profesor, coincido con usted que el aporte del Señor Berttie Bott a la confitería mágica es invaluable, después de todo fué él quien descubrió como crear las grageas de todos los sabores.

Sin embargo, sería mucho atrevimiento pedirle que nos hable un poco más de Merlín. ¿Es cierto que fue alumno del propio Salazar Slytherin? - pregunto con genuina curiosidad.

Que pasada 10 puntos para la casa, eso era genial, un ligero rubor cubrió mis mejillas, además había reconocido no solo el acento sino también a los magos mencionados – Así es profesor- respondí a su pregunta.

Ahora el tema giraba sobre las grageas dulces, en lo personal no era mi dulce favorito desde aquel incidente donde me había tocado un sabor vomito.

-Grageas de sabores- fue lo primero que se me vino a la mente - ¿Pero Profesor Flamel eso es importante? – pregunte curioso, tampoco entendía la relación la pregunta de la relación entre Nicolas Flamel y el profesor, lo lógico sería que fueran de la misma familia -Tampoco creó que sea muy importante esa  relación entre el profesor y el Sr. Flamel, si vamos a eso podrían ser familiares cercanos, así como el otro chico Flamel- mencione – las familias de magos están muy diversificados algunos linajes cambian con el tiempo, así que podrían ser primos o familia o dos ramas diferentes  del árbol genealógico.

¿El creador de la qué? ¿Acaso era un tipo de piedra mágica especial que te daba super poderes o algo? Aedan se quedó mirando a la chica largo rato, pensando en que podría ser aquella piedra. Estaba claro que necesitaba leer algo más en los libros, seguro que los demás pensaban que era idiota, aunque no pudo evitar preguntar de nuevo, lo suficientemente alto como para que los que tenía alrededor lo escucharan, aunque la pregunta iba dirigida a la chica que le había contestado.

-Y esa piedra filosofal... ¿Cuando la tienes te hace filosofo? ¿Sirve para algo parecido? ¿Es como una piedra que le dan a los magos filosofos o algo por el estilo?- Aedan pestañeo varias veces, intrigado por que podría ser aquél artilugio mágico ¿Se necesitaría de alguna capacidad especial para usarla?

Se había cambiado de tema, ahora estábamos hablando de la piedra filosofal, la escena era curiosa, en el aire había tres Flamel, Nicolas Flamel, el profesor Damian Flamel y el propio Artemis. Artemis intentó volver a sacar el tema de Merlín y Salazar Slytherin, pero los demás teníamos más curiosidad en la piedra filosofal.

-Eso, profesor Flamel, háblenos sobre esa piedra filosofal, parece interesante- tenía mucha intriga, y el ambiente habia cambiado desde esa pregunta.

Kayla había comenzado la clase con una sonrisa en los labios. Por un lado el profesor era apuesto, quizás algún día lo encontrara en la revista "Corazón de Bruja", eso ayudaba a que la pelirroja se concentrara de particular manera en las palabras que deseaba transmitirles. Fue entonces cuando enseñó un libro con una rana en su cubierta y desató el infierno... ¿Qué diablos era eso?.... Todo el mundo parecía saberlo, todos menos ella....

Lo que parecía iba a ser una bonita asignatura comenzó a tornarse en pesadilla... ¡Provenía de familia de magos, era imposible que supiera mucho menos que los demás!... Iba a comenzar a hiperventilar cuando un rayito de luz iluminó su cerebro... ¿Qué hacer cuando alguien no sabía absolutamente nada sobre un tema?... Pues tomar apuntes..., y así fue como la muchacha comenzó a escribir febrilmente las informaciones de sus compañeros en un pergamino. Malditos todos, no paraban de hablar y decir nombres...., de escupir información que ella recogía a modo de letras...

Kayla apuntaba, álbum de cromos, magos, brujas, dragones, vampiros... más de 100..., categorías oro, plata, bronce.... Percival Graves, Gondulphus Graves, Artemisa Lufkin.... Llegó la primera duda..., ¿existía Arturo y Merlín?.... Y la respuesta era sí... Las diversas anotaciones que tomó tenían como finalidad llegar a una frase integradora... "La historia estaba en todas partes".... Y tanto, iba a tener historia hasta en las grageas de sabores.... Pero de eso sí que sabía... era experta en dulces, cuando comenzaba a tomarlos no sabía parar....

- Profesor Flamel... - levantó la mano educadamente  hasta que le dieron permiso para hablar -... He leído que existen sabores tan particulares en las grajeas como moco de troll, lombriz de tierra y duendes..., y que  catadores profesionales de sabores que se dedican a chupar las cosas más raras, particulares y vomitivas para generar nuevos sabores en los próximos años y que no decaiga la industria mágica de las grajeas.... Si eso lo relacionamos con la Historia, saco como conclusión de que al igual que las grajeas ya existentes, debemos conocer los sucesos del pasado pero no estancarnos en ellos, sino avanzar para descubrir nuevas cosas, o como diríamos con las grajeas, nuevos sabores....

No sabía si le gustaría la respuesta al profesor, pero no iba a dejar de esforzarse por conseguir puntos para su casa. El sueño de su vida era ser prefecta y que la gran Slytherin brillara con luz propia. Ahora debía de reconocer que la clase le estaba estresando, mucha información en poco tiempo y mucho desconocimiento por su parte, debería estudiar más a fondo... Y ahora venían las informaciones sobre Nicolás Flamel.... Otra vez a tomar apuntes...

No había conseguido dormir casi nada en mi primera noche en el castillo. Todo era demasiado nuevo, y ahora tenía que llegar a una clase a través de escaleras que cambiaban de dirección a placer. Por suerte había más compañeros de camino desde la sala común de Ravenclaw y me limité a seguirlos. 

Llegué al aula antes de que el profesor llegara y me senté en una fila intermedia. Estaba demasiado asustado para ponerme al principio de la clase y tenía demasiada curiosidad para ponerme detrás. El Profesor Flamel entró de una forma tan espectacular que me intimidó un poco. Se veía un hombre decidido y seguro de sí mismo. Me gustaba y una parte de mí deseaba parecerme a él, aunque no lo conociera de nada.

Pensaba que la clase de Historia de la Magia iba a hablar sobre tratados o leyes y resulta que el profesor nos enseña un libro que no era ni mucho menos algo aburrido. Recordaba haber leído sobre el álbum de cromos de magos y brujas famosos, aunque nunca había tenido uno o lo había visto. Los magos se ordenaban por lo difícil que era conseguir el cromo, y cada uno hablaba de por qué cada mago era importante. Aparte, las fotos se movían, aun no estaba acostumbrado a que las fotos se movieran. Muchos alumnos respondieron a la pregunta del profesor e incluso uno de ellos ganó puntos para Gryffindor. A pesar de saber la respuesta, estaba demasiado asustado para decir nada así que me quedé callado tomando notas.

El Profesor Flamel sacó un cromo y nos lo mostró, preguntando quién era el mago que salía en él. También sabía la respuesta, era el creador de unos famosos caramelos que tenían todos los sabores posibles. Al parecer comerse uno era como jugar a la lotería, ya que podía ser algo delicioso como el flan o algo asqueroso como los mocos. Tenía que probarlos en cuanto pudiera...

El resto de niños preguntaban muchas cosas al Profesor Flamel. Yo solo podía escuchar y tomar notas lo más rápido posible. Estaba demasiado impresionado para hacer nada más. Cuando no cabía en mí al pensar que historias como las del mago Merlín eran ciertas el resto de alumnos preguntaron por algo llamado Piedra Filosofal. Subrayé el nombre justo al tomar la nota. Me estaba quedando sin pergaminos. Intenté contener el ataque de pánico.

-La piedra filosofal es un mito- me atreví a decir ante la pregunta de Aedan – Puede convertir los metales vulgares en oro, transformar cristales en diamantes, crear lamparas eternas, prolongar la vida, reactivar las plantas, un objeto demasiado poderoso incluso para un mago, si alguien las usara con fines malvados sería fatal- mi madre había mencionado eso alguna vez – creo recordar que muchos magos y muggles intentaron crearla y poseerla, pero nadie lo logro…-hice una ligera pausa dramática- aunque hay rumores de que un mago lo logro- mencione con voz misteriosa.

-En todo caso si es así ese mago debe ser muy, muy pero muy viejo- aclare retomando la clase - ¡Enserio el fundador de Slytherin fue maestro de Merlín! -  mire estupefacto a la chica, para mi Merlín había sido el primer gran mago -Profesor eso es cierto- lo mire con ojos curiosos

Rápidamente, todos levantaron la mano pero el profesor decidió que contestase uno de más al fondo - Correcto señor Beaufort, cinco puntos para Hufflepuff. No te doy diez porque creo que por aquí todos sabemos quien es. Entiéndeme, no puedo daros puntos por todo o si no Dumbledore me mata.- Dijo con una sonrisa. El profesor esperaba que le dejaran hablar, pero estaban todos tan ansiosos por ser el primer día que se le abalanzaron a preguntas.

-Bueno, bueno. Cuanta efusividad. Me alegra que seáis tan preguntones. Intentaré contestarlas todas.- Intentaba calmar los animos de sus alumnos con las manos. Pero era tarea casi imposible. - Sí, soy descendiente de Nicolas Flamel. Es como mi tataratataratataratatarabuelo y también soy el tío de Artemis... ¡Hola Artie!- Dijo saltandose los protocolos de educación. Buscando al joven entre los pupitres - Y no os preocupéis, acabaremos dando al abuelo Nick y las leyendas artúricas en unos meses. Tened paciencia. Antes quiero que hagáis algo por mi. ¿Podréis hacerlo?-

-Quiero que me hagáis un trabajo sobre Bertie Bott. Podéis escribir lo que queráis, podéis buscar en los libros como empezó a hacer golosinas. Podéis buscar si hay sabores secretos o exclusivos como el señorito Lowell indica. Creo que la  subdirectora Mcgonagall tiene su misma edad así que a lo mejor fueron compañeros aquí en Hogwarts, investigadlo… Lo que sea... ¡Libre! La más original como ya he dicho, se llevará este cromo y un Extraordinario. Pero antes… Un poco de historia del dulce.-

Dicho esto, se levantó de la silla y se dirigió a la pizarra donde empezó a hablar del dulce.  Sobre cómo se usaban los dulces en la antigüedad para obtener energía, el inicio del comercio de las golosinas en América. El equivalente no mágico de las grageas de todos los sabores y hasta le dio tiempo de contar un poco de historia del chocolate y a describir todas las chocolatinas que había ido probando en su vida. Hasta que al final, la clase se terminó.

-Bueno, espero que hayáis apuntado todo. No voy a hacer examen de esto, pero siempre viene bien tener un montón de datos aleatorios sobre comida. Espero que cuando comáis alguna golosina penséis en mí. Podéis marchar.- Dijo lanzando hacia arriba la tiza y volviendola a coger.

Xabier se había pasado la semana pensando sobre qué haría el trabajo. El profesor les había encargado hacer un trabajo sobre Berttie Bott, pero era muy difícil elegir sobre que escribir ya que podíamos hacer cualquier cosa siempre que estuviera relacionado con el mago y su producto y aquello le frustraba.

Casí al final de la semana, encontró en la biblioteca un libro sobre su historia y tras leer la sección sobre las grageas se había quedado totalmente extrañado acerca de ella. Así que decidió escribir algo sobre eso. Hacer el trabajo requiso de la ayuda de su padre por lo que le tuvo que envíar una carta y luego esperar a que recibiera su respuesta. Pero cuando esta llegó, el trabajo se escribio solo. Lo dificil sería presentarlo al profesor y al resto de compañeros.

Cuando llegó su turno de exponer, Xabier se levantó y notó al instante como le fallaban las piernas. Le iba a costar mucho hablar de su trabajo y eso le ponia mas nervioso.

- Emmm… Bueno - Dijo sin saber muy bien si mirar al papel, a los alumnos o al profesor - El trabajo iba sobre Berttie Bott y sobre las grageas de todos los sabores… Como su propio nombre indica, las grageas tienen todos los sabores - Su pergamino temblaba porque sus manos lo hacían y el silencio y los ojos de los alumnos clavados en él no ayudaba. Así que simplemente se limitó a leer el trabajo- Hay sabores que son muy ricos y dulces como el chocolate o la fresa, pero también hay sabores asquerosos como el hígado o la coliflor. Hay personas que esto no les gusta ya que solo quieren sabores ricos, pero las grageas se hicieron famosas por toda Europa gracias a sus inesperados sabores - Dijo leyendo la frase tal y como la había copiado del libro.

- A mi me parece raro que haya gente que le guste comer golosinas con sabor a sopa de pescado porque en el mundo muggle la mayoría de dulces son eso, dulces. Así que le pedí a mi papa, que no es mágico, que las probara y me escribió esto. - Xabier sacó un carta y la empezó a leer sin cambiar el tono.

-” Hola, hijo ¿Qué tal? Por aquí todo bien. Ya he probado las golosinas y de verdad vienen todos los sabores. Al principio me comí uno con sabor a aceituna y no quise volver a comer uno…” A él no le gustan las aceitunas - Dijo interrumpiendo su propio discurso - “Pero luego me comí uno con sabor a chicle y me encantó. A partir de ahí no pude parar de comerlos. El hecho de no saber a qué iba a saber la próxima gragea hacía que la sorpresa y fuera mejore que comerlo.” - Tras terminar la carta volvió a su pergamino.

- Esto que ha dicho mi padre es los mismo que demuestra que las golosinas se vendan tanto. Además, también significa que las golosinas nos gustan a todos. Ya seamos magos o no.- Tras terminar de leer, volvió rápidamente a su asiento para volver a sentirse seguro y libre de todas las miradas.

El trabajo de la semana había sido divertido me la había pasado buscando información en la biblioteca y por desgracias había tenido que  esperar mucho por encontrar el libro adecuado, todos los de primer año al parecer queríamos terminar nuestro deber sobre la historia del sr. Bott.

Finalmente, después de un tiempo de investigación decidí hacer un trabajo sencillo, incluyendo claro información de las cosas que me parecieron mas interesantes, así que elabore el escrito esperando que fuera bueno para el profesor.

El primero fue Xavier que había hecho un magnifico trabajo esperaba que el mio fuera igual de bueno.

En cuanto mi compañero termino, aplaudí efusivamente -Puedo ir yo- pedí mientras pasaba al frente.

-Ensayo sobre vida y obra de Bertie Bott y su importancia en el Quodpot- comencé – el señor Bott fue un fabricante de grageas muy celebre y conocido por producirlas de miles de sabores diferentes,  Bott nació en el año 1935, en algún lugar de Inglaterra. Asistió al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, a la casa de Hufflepuff.

En su adultez, Bott se dedicó a fabricar dulces. Su plan original era crear unas grageas de varios sabores normales: fresa, chocolate, etc. y de buenos sabores. Pero por alguna razón se equivocó, y colocó calcetines sucios en la preparación, aunque ese error lo convirtió en el creador de dulces más exitoso de Europa. Así, Bott les agregó otros sabores a las grageas, hierba buena, moco, cerilla y hasta vómito. El slogán de sus dulces es ¡Un peligro en cada bocado!.

Por su gran éxito de ventas de dulces en toda Europa, se lo premió ubicandólo en el cromo número 69 de la lista de magos famosos de los Cromos Intercambiables de Ranas de Chocolate, pero eso no es todo- dije con mas emoción – las grageas de Bott  se han hecho famosas por patrocinar a los equipos de Quodpot, tales como los  Siempredetras de Massachusetts o los Escorpiones sanguinarios de Denver, incluso grandes personalidades con Anton Greymane se dice ser adicto a ellas y entre sus sabores preferidos se encuentra la gragea de orégano con pimienta que según el tiene el sabor fuerte- hice una pausa  para aclarar la garganta – Su distribución no solo ha sido por toda Europa sino también por America, Africa, Asia y Oceanía, por lo cual se puede decir que no haya niño que no tenga el gusto de haber probado una- continué con la lectura de mi trabajo – Además son excelentes para jugar bromas, una vez le regale a mi primo Bob Arnold Graves Pataky una caja entera llena de los sabores mas asquerosos- dije divertido compartiendo una broma – también aunque no confirmado puedes usar las de sabor ajo para protegerte de los vampiros, claro si tienes la fortuna de tener una- agregue divertido – este dato no esta confirmado, pero me pareció importante y divertido comentarlo- respire hondo y solté un suspiro – en lo personal las grageas de saberes comunes son las mejores y mis favoritas, pero hay que reconocer que el Señor Bott logro lo que muchos magos desean ganarse un lugar en la historia, bien este ha sido mi trabajo espero que les haya gustado- termine para luego regresar a mi lugar.

Nunca antes había trabajado tanto en una tarea de clase como hasta aquella vez. Se había movido por el castillo y había conseguido encontrar algo de información, tanto en la biblioteca como preguntando a los más mayores en la sala común. Alguno le había intentado colar una mentirijilla, pero por suerte, el prefecto les cazó al vuelo y le pudo dar buenos consejos para terminar su trabajo.

Pensó en que enfoque diferente podría darle, y recordó como un amigo de su abuelo siempre decía que había sabores que a los ingleses nunca les iban a saber bien. Recordó también que la cocina de distintos lugares podría ser muy diferente para alguien extranjero, y fue entonces cuando se le ocurrió que dirección podría tomar su trabajo.

El turno de Aedan fue después del de Xabier y Daniel, y para hacerles ver que lo habían hecho bien, una vez se sentaron, les sacó el pulgar hacia arriba a modo de ánimo. Después de esto se levantó y se colocó al lado de la mesa del profesor, con el papel en la mano. La verdad es que Aedan era un chico bastante echado para alante, sin mucha vergüenza, pero esta situación le ponía los pelos de punta. Se aclaró la garganta como de costumbre antes de hablar en público, tosiendo un par de veces, y comenzó a relatar su trabajo.

-Bueno, yo le he querido dar un enfo... *ejem*- miró la palabra que tenía escrita en lo alto de la hoja y asintió un par de veces-. Si, un enfoque diferente al trabajo. Quería hablar sobre como Bertie diseño un montón de sabores que no podían dejar indiferente a nadie, aunque fueran de distintas culturas.

Hizo una pequeña pausa y pasó el papel primero, donde tenía unas cuantas palabras dificiles que había encontrado en el diccionario y todavía no sabía usar con demasiada soltura, dejo el papel cerca suyo para poder echarle un ojo si lo necesitaba y continuó.

-Como iba diciendo, Bertie Bott ideó un montón de sabores, y Europa es una enorme mezcla de culturas. Hay muy diferentes sabores por todo el mundo, como por ejemplo, a cualquiera le podría dar asco comer una gragea de cucaracha ¿No? Pero no a alguien que vive en paises latinos, donde suelen comer escarabajos e incluso grillos fritos... o algo así. Por ejemplo, cualquier sabor loco, como podría ser vinagre, algo que es muy fuerte para el paladar, puede ser aceptado por alguna cultura que usé este ingrediente para sus platos estrella, e incluso sabores más locos- se movió hacia un lado para mirar alguna que otra palabra más, intentando hacerlo lo más disimulado y rápido posible, para proseguir con su explicación-. Creo que esta es otra de las cuestiónes del exito de Bertie. No se conformó con hacer simples sabores como chocolate, fresa y vainilla, si no que inovó, creando sabores que para ciertas personas pueden ser horribles, pero para otras muchas pueden ser maravillosas.

Pasó de nuevo una hoja, realmente había hecho el trabajo en un par de ellas, pero por las dos caras, y para la presentación se había preparado las hojas que había llevado hasta allí. Se pasó una mano por la nuca y miró ahora al resto de la clase.

-Yo también creo que esto es parte de la fama de las grageas de sabores, no solo por su increible variedad de sabores, si no por como estos se adaptan a las distintas culturas que viven por Europa, e incluso america, pues supongo que también han sido exp... expor...- miró de nuevo la hoja y buscó durante un par de segundos-, exportadas, eso... Y así concluyo mi trabajo. Muchas gracias.

Hizo una pequeña inclinación y volvió de nuevo a su asiento, esperando haber agradado al profesor y al resto de la clase con su punto de vista.

La verdad es que no me agradaba mucho hacer un trabajo sobre Bertie Bott, sin embargo, las palabras de mi tío eran claras, el quería que investigáramos sobre Bertie Bott y bueno pues eso es lo que haría.

Después de clase, me dirigí a la biblioteca a buscar información sobre Bertie Bott, aunque en verdad no conseguí mucha, sin embargo, logré hacer un trabajo decente.

Bertie Bott, es un brillante mago, nacido en 1935 quien es conocido por la invención de las grageas de todos los sabores, siendo esta su mayor invención.

Es un hecho mundialmente conocido que, al momento de realizar su mayor invención Bertie Bott buscaba crear una línea de caramelos un tanto más clásica y conservadora, sin embargo, debido a un accidente, Berttie Bott introdujo sus calcetines sucios en la mezcla, dando así el nacimiento a su celebre producto.

Tras probar sus gargeas con sabor a calcetín, a Bertie Bott se le ocurrió empezar a experimentar con toda clase de sabores distintos, cada cual más exótico que al anterior, pero el verdadero secreto del éxito de Bertie Bott está en la mercadotecnia de su producto, pues desde un inicio acompañó sus grageas con la frase: "Un peligro en cada bocado" jugando así con las expectativas de sus compradores, muchos de los cuales adquieren las grageas por la simple experiencia de probar suerte con las mismas.

Actualmente existen poco más de 100 sabores conocidos, pero el Señor Bertie Bott sigue experimentando en su talles en busca de nuevas experiencia que brindarle a los exigentes paladares de sus clientes, siendo, en mi opinión, los sabores más peculiares que existen los siguientes: El siempre clásico "Calcetines sucios", Tripas, Curry, Jabón, Lombriz de tierra, Moco de Troll, Rábano y Rosbiff.

Se dice también que Bertie Bott ha sacado una versión especial de su producto para el mercado japonés, el cual incluye sabores como Wasabi, Salmón y Miso.

Poco se conoce acerca de los primeros años de vida de Bertie Bott, salvo que sus estudios iniciales los efectuó en Hogwarts.

A modo de conclusión, podemos afirmar que, quien sabe convertir los errores en aciertos, logrará alcanzar el éxito aun en las situaciones más adversas.

Tan pronto terminé mis deberes, fui a dejar mi pergamino sobre el escritorio de mi tío.