Partida Rol por web

Domingo 29 de septiembre de 1991

La tercer semana que asistí a cuidar Nyfiken esperaba que el pequeño me recibiera bien esta vez, quizás por la costumbre de convivir con el esta vez no me ocasiono ningún lio, eso fue bueno por que pude atenderlo tranquilamente para variar.

Me encargue de limpiar la jaula con el detergente neutro y siguiendo las indicaciones del profesor Melker, cambie el agua y el alimento del hurón, también le deje unos pequeños juguetes para que se divirtiera.

Corte sus uñas, limpie sus oídos y cepille sus dientes, todo para que el hurón luciera lo mejor posible, finalmente saque una fresa y unos bocadillos que le había guardado por portarse bien, el hurón Nyfiken pareció apreciar los mimos y me dejo acariciarlo.

-Eres un Buen chico Nyfiken,- lo volví a dejar en su jaula y  cerré para que no se escapará, el día de hoy había corrido con más suerte que las últimas dos semanas.

Una vez todo listo me dispuse a esperar al profesor Melker para que checara el trabajo.

Melker entró en su despacho para ver que tal le iba a Dani con Nyfiken. Después de habérselo encontrado dormido en el suelo el primer día y empapado de agua el segundo, encontrárselo normal a la tercera fué toda una sorpresa -Veo que ya os habéis hecho buenos amigos Dijo el profesor sonriendo. Pese a que la sonrisa era sincera, parecía un poco forzada por las marcas de cansancio que tenía. -¿Qué tal tienes la mano? Cuando te cures del todo tenemos que recuperar la clase.

-Mi mano está bien, Madame Pomfrey la curó rápidamente y ha quedado lista desde el lunes- le comente al profesor animado, aunque algo ruborizado, lo más seguro es que me hubiera escuchado cantar con el hurón.

-Pues si no le molesta podría recuperarla ahora, aunque no tengo con quien practicar el hechizo- agregue tímidamente – Bueno si tiene algo de tiempo o puedo volver luego- la verdad es que me molestaba haber fallado ese hechizo y me había pasado la semana pensando en todo lo que había ocurrido, la selección de Quidditch, la clase de pociones, la clase de herbología y la exploración con Rowle, incluso los días que había pensado tener libre, me había dedicado a recuperar las primeras clases de pociones y la profesora Cyllene y su hada eran bastante curiosas y peligrosas.

-Ha sido una semana interesante, perdón por no haber venido a recuperar antes- dije a manera de excusa.

Martes 24 de Septiembre - Tarde, después de clases

Toque con suavidad la puerta del despacho con suavidad hasta que me indicara que podría pasar (si no obtengo respuesta toco mas fuerte) y tras respirar para calmarme abrí la puerta, entre y cerré la puerta detrás mía. Ya llevaba la varita en mi mano dispuesto a hacer lo que tenía pensado que iba a hacer.

- Buenas tardes Profesor Melker, antes de nada quería pedir disculpas por mi comportamiento de ayer y una vez dicho eso vengo para hacer la recuperación de la clase que me perdí y mostrar mis progresos en el hechizo Flipendo ya que en la última clase no me vio hacerlo.

Le mire a los ojos esperando que me perdonara ya que esta clase era muy importante para mi por lo que quería llevarla lo mejor posible y me sentía muy mal con lo ocurrido ayer.

Melker examinó la mano del joven y vió el gran trabajo de curación realizado por Madame Pomfrey -Mejor que nueva dijo sonriendo. -Si te encuentras con fuerzas, no esperaremos más. Y no te preocupes por no tener un objetivo vivo, usaremos esa vieja armadura dijo señalando la armadura polvorienta que se encontraba en una esquina del despacho.

-Y no tienes por qué disculparte por no haber venido antes Iba diciendo el Profesor Westerberg mientras colocaba la armadura en el centro de la habitación -Ha sido una semana bastante extraña.

Una vez colocada la armadura en el centro de la habitación, Melker se apartó para dejar espacio al joven Anderson -Muy bien Dani, cuando quieras. Recuerda el movimiento y pronunciar "flipendo" claramente. 

El profesor Westerberg hizo pasar al joven Ryder a su despacho, y al ver que este llevaba la varita en mano puso una expresión de sorpresa -¡Vaya! ¿Te persigue algún enemigo? ¿O es que tienes miedo de que te ataque por un simple portazo? Dijo a modo de broma para que el joven se relajara -Veo que la paciencia no es el fuerte de los jóvenes de hoy en día. Seguía bromeando.

Al escuchar al joven, Melker se puso un poco más serio -Acepto tus disculpas, pero me gustaría que el próximo día te disculparas en la clase delante de todos. Tus compañeros también se merecen la disculpa. Quizá había sonado un poco borde, pero dada las últimas experiencias con los alumnos, ser así parecía la única forma de que le respetaran. -Bueno, tienes que recuperar el Rictusempra y el Flipendo ¿Por dónde te gustaría empezar?

Las palabras del Profesor Melker me inspiraron suficiente confianza por lo que decidí probar el hechizo con la armadura, el corazón me latía de nervios ya que no quería fallar frente al profesor, aun así tome aire y emule el movimiento del profesor y con voz firme recite el conjuro apuntando con la varita – Flipendo- el hechizo hizo que la armadura saliera despedida y sus piezas regadas, pero el hechizo había salido.

-¡¡Lo he logrado, lo he logrado!!- gritaba emocionado – ¡¡Ratas, la armadura!!- recordé y rápidamente me dirigí a juntar las piezas para volver a armarla, a pesar de que ahora tenía que volver armar la armadura, me sentía bastante feliz por haber logrado el hechizo.

Coloqué primero los pies, grebas y el resto tomándome el tiempo y tratando que quedará igual o lo más parecida posible, -Profesor Melker- dije tímidamente – ¿Le gustaría conocer a Cesar?, es mi lechuza Alistair me ha ayudado con el nombre y siendo tan quisquillosa prefirió un nombre de emperador Romano, seguro que hace juego con la lechuza de mamá que se llama Nerón y el gato Calígula, papá quería que tuviéramos un perro pero mamá se negó  dice que Calígula no se lleva muy bien  con ellos-  estar emocionado por lograr el hechizo me hacía más parlanchín de lo habitual, además que la clase  y el profesor Melker eran de mis maestros favoritos, todo lo contrario a la Clase de Von Vianden.

Melker sonrió cuando el flipendo de Dani impactó contra la armadura y esta se desmotó en el aire -¡Enhorabuena Dani! Sabía que lo conseguirías. El otro día tuviste mala suerte y no es de extrañar con toda la tensión y problemas que hubo en esa clase. 

Después de anotar en el pergamino "Dani Anderson: Flipendo Supera las expectativas" y de guardar el mismo en su escritorio, Melker ayudó al joven Anderson a colocar las piezas de la armadura. -¿César? Un nombre muy imperial dijo con una sonrisa -Claro que me gustaría conocerla. Por cierto, antes de que se me olvide, toma Añadió mientras sacaba tres monedas doradas de uno de los bolsillos de su gabardina y se las entregaba a Dani.

Ignoré la broma del profesor pero sus palabras eran ciertas había algo que a mi me faltaba y mucho... la paciencia, cada vez que algo no me salí me frustraba muy rápido tomándola con cualquier cosa independientemente de que fuera o porque. Asentí con la cabeza cuando me dijo que debería disculparme delante de todos los compañeros.

- En su próxima clase me disculpare ante todos los compañeros -volví a asentir en cuanto dijo que hechizos debía repetir- Por el Flipendo mejor porque va a ser mucho mas rápido, esta vez verá que si me sale, lo he estado practicando desde que acabe su clase.

Y en cuanto me dijera donde debía lanzar el hechizo, lazaría la varita y en un rápido movimiento de muñeca el hechizo saldría disparado a la perfección, no había sido mi mejor lanzamiento pero no estaba nada mal.

-El otro día estaba muy estresado preocupado- admití habían sido mucha situaciones, la muerte de Xavier, la perdida de Tabby, Gryffindor había perdido dos miembros  y yo dos amigos, sin embargo trataba de sobrellevarlo, aunque por las noches era dificil, por fortuna Alistair me apoyaba, al menos por esta semana había sido un gran amigo, al igual que los profesores.

-Gracias- salte emocionado por tener tres monedas más, esta vez las guardaría para poder comprar una escoba, aunque había quedado en suplencia para los partidos, con mucha suerte podría participar, además la Sra. Hooch había dicho que tal vez lo hubiera hecho mejor si tuviera una escoba diferente.

Con mucho entusiasmo abracé al profesor Melker y de nueva cuenta agradecí por permitirme ayudarle y por el dinero, ahora ya tenía 6 galeones más lo que mi madre me enviará poco a poco tendría para una escoba.

Al escuchar que el joven Ryder quería comenzar con el Flipendo, Melker colocó la vieja armadura en el centro de la habitación y se apartó para que pudiera practicar con ella. Cuando el hechizo de Alan Ryder impactó en la armadura, Melker sonrió al joven -Una cosa menos. Ahora vayamos a por el Rictusempra para acabar con las recuperaciones. Dijo mientras apartaba las piezas de la armadura con un pie y se colocaba él mismo donde antes había estado la armadura.

-Quiero que memorices bien el movimiento de la varita Explicaba a la vez que realizaba el movimiento una y otra vez para que Alen Ryder lo memorizase bien.

-Por si no lo sabes, este hechizo hace que el objetivo caiga al suelo por un ataque de risa. Se suele usar como táctica de distracción, ya que el ataque de risas impide al rival lanzar otros hechizos. ¿Estás listo? Dijo respirando hondo un par de veces para recibir el impacto del hechizo -¡Cuando quieras!

Seguí con la mirada cada movimiento tratando de memorizarlos si quería seguir los pasos de mi padre no podía tener malas notas en una clase como Defensa contra las Artes Oscuras por lo que por muy absurdo que fuera el hechizo a aprender debía hacerlo a la perfección y mas aún debían encontrar una forma de volverlos útiles ya que eso diferencia a los buenos magos de los mediocres. Me sorprendió que el objetivo ahora fuera el propio profesor aunque claro, sería difícil comprobar su eficacia del todo por lo que era lógico.

Levante la varita e inspire, me concrete en realizar el hechizo lo mejor que pude aunque me di cuenta de que estaba realizando mal algunos movimientos, desde luego podía hacerlo mucho mejor que como lo hacía ahora.

-Seguro que todo irá a mejor a partir de ahora. Dumbledore sigue en su puesto, que es lo que importa, y toda esta situación servirá para hacernos más fuertes Dijo el Profesor Westerberg para que Dani no se preocupara más. Aunque hablaba para el joven, esas palabras también le servían para él mismo, para intentar olvidar la semana funesta que habían vivido todos.

Cuando le dió las monedas y vió su felicidad, Melker se dejó contagiar por ella y sonrío al chico -Gracias a ti. Te las has ganado trabajando duro. 

Melker notó como el hechizo Rictusempra lanzado por el joven Alen Ryder impactó en su pecho y las cosquillas fueron recorriendo su cuerpo -Hahahahahaha hhahahahaha Para evitar caerse doblado, Melker tuvo que apoyarse contra una de las paredes mientras los efectos del hechizo se disipaban.

Al cabo de un rato las cosquillas pasaron a un simple hormigueo y Melker ya pudo incorporarse -Bueno, pues ya está. Dijo mientras se acercaba a su escritorio y sacaba el pergamino donde tenía las notas de los alumnos. Con su pluma, apuntó en el pergamino Alen Ryder: Rictusempra Aceptable. Flipendo Aceptable. Y después lo volvió a guardar en su escritorio.

-Muy bien Señor Ryder, ya está todo recuperado ¿Puedo hacer algo más por usted?

Al ver que el hechizo funciono a la perfección suspire aliviado, tal vez el problema fuera todas las presiones que me imponía pero realmente sentía que no podía fallar llegar a ser un auror no era algo fácil por lo que debía ganármelo o mas bien demostrarlo por que siendo alguien como yo sería fácil. Espere pacientemente a que el profesor se recuperara de los efectos del Rictusempra.

- Creo que ya esta profesor, muchas gracias -camine hasta la puerta y la abrí unos pocos centímetros pero me detuve en seco me tomo unos segundos tomar la decisión pero finalmente cerré para decir algo mas a Melker- Profesor... usted podría... ¿puede enseñarme como ser un auror? -en un principio no le miraba a la cara si no que poco a poco fui subiendo la mirada hasta llegar a mirarle a los ojos justo con la última palabra, entonces pudo notar que estaban llenos de esperanza, decisión y confianza

Antes de salir de su despacho, Alen Ryder pidió al Profesor Westerberg que le enseñara a ser un Auror y este tuvo una sensación de Déjà Vu. ¿Qué les pasaba a los jóvenes de ese curso que casi todos querían ser aurores? ¿Por que les atraía tanto una profesión tan peligrosa? Melker imaginaba que la mayoría de esos chicos, al haber crecido justo después de la guerra mágica, habrían leído y escuchado historias muy emocionantes y querrían emular esas aventuras. 

Melker miró al joven Ryder a los ojos y vió determinación en su mirada, bastante para un joven de once años solamente - Muy bien joven Ryder, te ayudaré a convertirte en Auror si así lo deseas, aunque aún queda mucho tiempo. Hay que meterse de lleno en ello en el último curso, pero te ayudaré con lo que pueda desde ahora. Intenté aconsejar a otros compañeros tuyos que primero disfrutaran de la juventud, pero hicieron oídos sordos e imagino que tú también lo harías, así que mejor me ahorro el sermón de Profesor. Dijo esto último sonriendo y pensando en su conversación con el joven Flamel -Ahora bien, recuerda que no solo tienes que destacar en mi asignatura. Para acceder al entrenamiento de Auror del ministerio de magia necesitas sacar cinco EXTASIS en Pociones, Herbología, Encantamientos, Transformaciones y en Defensa Contra las Artes Oscuras y no sacar nada por debajo de un "Supera las expectativas" en el resto de asignaturas. Al hablar de los requisitos, a Melker no pudo evitar recordar la dureza de su último año de colegio y su entrenamiento como Auror. -Vas a tener que tomártelo muy en serio y a tener que sacrificar mucha diversión para conseguirlo. Te recomendaría que te apuntaras al Club de Duelo para ir empezando tu preparación.

Una sonrisa emergió en mis labios, esto aumentaba enormemente mis posibilidades de conseguir mi objetivo, lo que si me extraño he hizo que levantara una ceja fueron sus siguientes palabras, ¿otros compañeros? ¿varios mas le habían pedido algo parecido? Eso provoco que me sintiera algo desmoralizado, ya que no iba a ser tan notorio el cambio si mas personas hacían lo mismo mas bien lo único que conseguiría sería mantener el nivel y no superar a los demás. De todas formas eso no me haría detenerme.

- Desde luego hace bien en no intentar disuadirme, no se el resto pero al menos yo tengo razones muy fuertes para ser auror y absolutamente nada me va a hacer cambiar de opinión, ahora mismo estoy en el equipo de Quidditch y club de Duelo pero en sexto no me presentare al equipo para centrarme plenamente en los estudios se que mi nivel académico ahora mismo no es el suficiente ya que invertí mucho tiempo en el Quidditch y eso quiero cambiarlo desde ahora -había llegado ya a esa conclusión pero ahora no podía dejar el Qudditch, tenía que estar en el equipo como mínimo hasta ganar un par de copas y suponía que para entonces lo habría logrado con facilidad- Le pido esto porque creo que necesito mas que el simple hecho de apuntarme a los clubes, ser auror es algo que quiero ser mucho tanto que no me sentiría muy mal si no lo consiguiera. Bueno, ya nos veremos profesor, espero poder tener sesiones de práctica con usted.

Me despedí y esta vez si abandone el despacho, me estaba comprometiendo a muchas cosas y cada vez tenía menos tiempo.

Miércoles, a las 5 de la madrugada, tras el día de la excursión al bosque prohibido

Melker dormía a pierna suelta en el sillón de su despacho, como solía ser ya habitual en él, cuando a eso de las 5 de la madrugada despertó al escuchar repicar las campanas de los campanarios cercanos al patio de transformaciones, donde se seguía imperial la torre de Astronomía. Las instrucciones que se habían dado en el Mismo de Magia, y que Dumbledore había hecho valer eran claras,...los jefes de cada casa debían cerciorarse de que los alumnos estaban en perfectas condiciones, lanzar un hechizo de edad para impedir que nadie pudiese ni salir ni entrar de la estancia, y acudir presto ante el director Dumbledore para saber cuál era la amenaza a la que se entrentaban y cual seria la forma de proceder. ¿Cuál serian las acciones del profesor?