Partida Rol por web

En vista que la discusión se hacía mas acalorada y no avanzábamos mire a los chicos. -Bien entonces Wynn, Victoria, ayúdenme con Kayla, si entre los tres la ayudamos será mas fácil, Thad lleva mi lechuza, y descuida todo va a salir bien, debemos ser un equipo- dije firmemente.

Me ofrecí como el primero para llevarla e irnos turnando  para hacerlo más fácil.

Kayla al escuchar a sus compañeros se pone en pie, pero no apoya la rodilla herida en el suelo.

- No hace falta que me llevéis a pulso, si uno se pone a mi lado y otro al otro lado me podréis servir casi como muletas, avanzaría a la pata coja y así no os cansáis en exceso... Y si os caéis o tropezáis no me haréis más daño del que ya tengo.... - comenta  sintiendo que aquella situación era cuanto menos ridícula, maldita la hora en que decidió salir de paseo por el lago

Al menos ya no lloraba. La pierna le dolía, cierto era, pero para ella la incertidumbre de cómo estaba Artemis era lo peor.

-vale- me posicione al lado derecho de Kayla para ayudarla a caminar – No te esfuerces de más.

Wynnona y Daniel intentan cargar con Kayla pero no lo consiguen, finalmente dejan que la chica se apoye en ellos para andar, la pierna le duele, pero es capaz de moverla con normalidad

Kayla tras recibir la ayuda de sus compañeros se arrastra hacia el castillo.

- No te preocupes que si duele soy bastante quejica..., lo haré notar... - dice divertida a Daniel -... muchas gracias por ayudarme chicos..., duele un poco la pierna pero no es nada demasiado grave..., supongo que en la enfermería me la "arreglarán" y podremos ver a Artemis... De verdad, ¿cómo diablos ha pasado todo esto de golpe?.... Mira que he salido fuera del castillo veces y nunca he regresado tan magullada como hoy...

Y así, entre charlas, los niños volverían al castillo, un detalle si dejaran a la pelirroja en la enfermería.

Thad lleva la lechuza con todo el cuidado, e intenta no sollozar como le ha dicho Daniel pero por dentro está desconsolado, no sirve para nada, sólo quiere irse a la cama y que se acabe el día ya.

Avanzamos con paso lento llevando a Kayla a la enfermería, aun no podía entender como este día se había descontrolado tanto, lo ultimo que hubiera pensado era que Artie fuera alérgico a algo tan común como la calabaza, esperaba que todo saliera bien.

Llegas al lago donde dejaste a los alumnos, pero ya no se encuentran allí

Al ver que los alumnos ya no estaban en el lago, entendió que probablemente los jóvenes aprendices habrían ayudado a la pequeña Kayla a ir poco a poco hasta la enfermería. Se acercó a la calabacera que había ocasionado la reacción alérgica del muchacho y tomó unas cuantas muestras para tratar de fabricar más tarde una "esencia" y ayudar al joven Flamel a ir curándose de su afección. Sabía que en muy pequeñas dosis se podía tratar de acostumbrar al cuerpo a responder sin tanta virulencia y quizá, con el tiempo, recuperarse por completo...

Tras aquello, regreso andando hasta la enfermería.

Sábado

Ahí estaba yo sentado otra vez en el otro lado del lago por segunda vez a la espera de la barca que me llevaría a Hogwarts. Pero esta vez el ambiente era totalmente diferente, esta vez no había ninguno otro alumno molesto, esta vez no había ruido, estaba solo con la snitch que tenía en mis manos y con ese cúmulo de sentimientos amargos con los que no sabía lidiar, dos semanas había necesitado para al menos tener las fuerzas y energías para venir otra vez aquí. Miraba la snitch en completo silencio, sin hacer nada mas que no fuera moverla entre mis dedos. No sabía que hacer ni si tendría las ganas para continuar con las clases pero debía hacerlo, no tenía mas opción en realidad, cerré el puño entorno a la pequeña esfera dorada y la guarde en mi bolsillo.

Mire hacía arriba y solté un largo suspiro, la bajar la mirada me pare en la mochila que había traído con unas pocas cosas y la jaula de Zarpas, el cual me miraba con sus ojos dorados entre el pelaje negro como si supiera los pensamientos que llenaban mi cabeza, luego mi mirada se fijo con especial atención en la varita que sobresalía de la mochila, la había dejado cuando iba en el expreso. Todos debían ir ahora por delante mía, me había perdido dos semanas de clases y no sabía como de por detrás estaba, entonces durante un instante toda esa maraña de pensamientos negativos se disipo o mas bien fue nublada por mi competitividad. Abrí la mochila para sacar uno de los dos libros que me había traído, los demás los deje en Hogwarts junto a la mayor parte de mis cosas, "El Libro Reglamentario de Hechizos I" tal vez en el podría encontrar algo útil. Abrí el libro y empecé a buscar algo que me convenciera, fui pasando las páginas hasta llegar a uno en concreto Flipendo se llamaba, era muy básico pero de momento funcionaría, me leí varias veces la explicación hasta entenderla lo mejor posible, entonces cogí mi varita me puse en pie y trate de hacer lo que explicaba el libro. Entonces de la punta de la varita sale una luz roja que sale volando hasta llegar cerca de donde estaba Zarpas casi tirando la jaula, con una enorme sonrisa corro a agarrar la jaula por si acaso, el gato se había llevado un buen susto ya ahora me miraba un poco enfadado, volví a poner la varita en la mochila y saque un rato al gato para que nos hiciéramos compañía y para acariciarle como compensación por el susto.

Alen esperaba a que llegaran a por él, en su espera vio como llegaba otra persona, un chico que al parecer iba a incorporarse también tarde a Hogwarts.

No tardáis en divisar una pequeña embarcación en la que van dos chicas y una mujer de aspecto severo

En cuanto veo a otra persona acercarse, lo primero que hago es extrañarme y soltar a Zarpas el cual incómodo corre de vuelta a su transportín, desde luego no le gustaba la presencia de mas gente aparte de mi. Me acerque para cerrar la puerta y me levante para mirar mejor al otro chico. Era raro, esperaba ser el único que estuviera aquí, el único que llegara tarde. 

Durante el resto de la espera no cruzo palabra con el hasta que veo en la distancia llegar la barca, esta vez sería solo una ¿porque para que mas? Todo se sentía muy triste y vacío o tal vez era yo el que se sentía así... Cuando ya al embarcación esta casi donde nosotros me cuelgo la mochila al hombro, sacando antes la varita para ponerla en el bolsillo de mis pantalones, agarro el transportín y mi escoba, evidentemente yo no iba a ningún lado sin mi querida escoba. Subí el primero al bote , salude a la mujer y a las dos chicas y tome asiento cerca de las chicas, debían estar en mi mismo año pero no entendía que hacían aquí.

- ¿Porque estáis aquí? Es decir dudo que tengáis razón alguna para venir en busca de dos alumnos tardones -dije mirando a ambas con cara de inocente

No entendía muy bien porque teníamos que ir nosotras a buscar a los otros alumnos pero al venir por una petición expresa del profesor Dumbledore, no dudé en dirigirme hacia donde el profesor dijo que debíamos recogerles. Acompañó a la profesora y su otra compañera de curso y se subió al bote a la espera de que llegara al otro lado.

En cuanto llegamos uno de los alumnos, viene y se sube justo detrás nuestra. Nada más llegar, no se corta un pelo en preguntar:

- El Director Dumbledore, nos lo pidió a ambas que viniéramos a buscarles a ambos, por eso estamos aquí... - dije seriamente sin dar muchos rodeos.- Mi nombre es Anastasia Born, ¿y el tuyo?

Paro mi mirada en la primera que responde, ¿el profesor Dumbledore? ¿pero por que? se podía notar en mi rostro que no lo entendía para mi no tenía ningún sentido hacer que dos alumnas hicieran eso, es decir ¿para que si ya tienes a alguien que lo va a hacer y las alumnas solo van a estar de adorno? De todas formas la chica era guapa eso desde luego.

- Alen, Alen Ryder encantado de conocerla, no se que estaría pensando el director pero no puedo negar que me agrada la compañía.

A Victoria le pareció muy extraño que las enviara a Anastasia y a ella a acompañar a la profesora Albia a recoger a dos alumnos peor si el director lo ordenaba allí estaban ellas para hacerlo, sus razones tendría.... Cuando llegaron uno de los chicos se subió al bote de inmediato y se sentó junto a ellas resuelto. Anastasia se presentó y él también.

- Alen, Alen Ryder encantado de conocerla, no se que estaría pensando el director pero no puedo negar que me agrada la compañía.

- Yo soy Victoria Sinclair, encantada de conoceros - dijo mirando a los dos - No se por qué nos envió a nosotras pero en fin, es el director - se encogió de hombros.

— Yo me llamo Jake, Jake Dawson. — me presento también, aunque más para no quedarme atrás.

Miraba a todos lados. Mamá se había dedicado a mostrarme fotos y hablarme de todo lo relacionado a Hogwarts, para que no me sintiera tan perdido después de haber pasado toda mi vida en escuelas o con tutores muggles. Lo que realmente me pone nervioso no es la magia: es que nunca he estado mucho tiempo en un solo lugar. No podía hacer amigos porque o transferían a papá o mamá tenia que viajar.

También me pongo nervioso porque antes si no le caía bien a alguien no me podía afectar por mucho tiempo, y si le caía bien no iba a durar mucho tampoco. Ahora siento que todo lo que haga va a importar de aquí a siete años.

Al llegar al recibimiento de los dos alumnos, la profesora esperó callada a que las chicas hicieran sus presentaciones, y que los chicos entraran en confianza. -Buenas noches jóvenes, y bienvenidos a Hogwarts.- habló la profesora -Yo soy la profesora McMahon, y agradecería encarecidamente que se refieran a mí de esa forma.- dijo con una pequeña sonrisa, aunque sin perder el halo de seriedad. Miró al cielo y frunció un poco los labios, y luego los volvió a relajar antes de mirar a los alumnos. -Es hora de llegar al castillo. Allí, una vez hayan sido ubicados en una de las cuatro casas existentes; a saber Slytherin, Ravenclaw, Hufflepuff y Gryffindor, se les informará de todo lo necesario.- terminó, haciendo espacio en la barca, que era más grande que las que las chicas habían usado en su primer día; esta vez capacitada para llevarlos a todos.

La siguiente en hablar fue la otra chica de nuestra edad que estaba en el bote, la mire interesado y asentí a sus palabras. Del chaval que subió conmigo solo escuche una palabra de las tres que dijo: "Jake" el resto carecía de importancia para mi la verdad. Parecía que el tema de porque a Dumbledore se le había ocurrido mandar a estas dos alumnas en nuestra búsqueda era un misterio por resolver que con suerte algún día lo descubriría.

Entonces por último hablo la profesora que había esperado pacientemente a que acabáramos nosotros de hablar, lo cual me pareció muy educado por su parte, de hecho ahora que me fijaba me parecía bastante joven mucho mas de lo que esperaba de los profesores de por aquí.

- En realidad yo ya tengo casa -intervengo tras sus palabras, descuelgo una de las asas de mi mochila y la abro para tras rebuscar un poco saco una túnica de Ravenclaw para mostrarla antes de volver a guardarla con cuidado de evitar crear arrugas-  Asistí a la ceremonia del sombrero seleccionador, de hecho recuerdo haberla visto a usted con el resto de profesores y saludarlos a todos pero... -aún me costaba hablar de eso, mucho mire al suelo y entrelacé los dedos antes de terminar- tuve un problema urgente y me tuve que ir de vuelta a casa

Realmente no sabíais por qué Dumbledore había pedido que acudiéseis al lago negro a recoger a los recién llegados, pero sabíais que el director no hacía las cosas al azar. Siempre había un buen razonamiento tras sus acciones y probablemente consideró que los alumnos no debían estar solos, si no acompañados de alguno de los profesores. Fuese como fuese, una vez ya todos reunidos en la baarcaza, era momento de regresar al castillo,...empezaba a anochecer y algo en el ambiente os hacía intuir que algo no estaba bien del todo, como si el aire fuese más denso de lo habitual, como si algo malo estuviese presto a suceder...

Habiendo ya recorrido más de la mitad del trayecto, pero quedando aún un buen trecho hasta el lugar donde desembarcaríais, advertísteis que durante unos breves segundos, una extraña luz dejó entre ver la sombra de algún individuo aparentemente encapuchado y vestido de negro, desde uno de los extremos del lago, a cierta distancia de vuestra posición y a refugio de los árboles del bosque prohibido. ¿Quién o qué estaría a esas horas en ese lugar y cuáles serían sus intenciones? ¿Provenía la luz de una varita mágica? ¿Convenía seguir el rumbo todo recto hasta llegar a vuestro destino inicial o podría ser buena idea investigar aquello?

Las dudas rondaban vuestras mentes cuando, exactamente desde la misma dirección donde acababais de ver aquello empezaron a formarse extrañas ondulaciones y burbujeos que se acercaban a vuestra dirección. ¿Algo se acercaba a vuestra posición?