Partida Rol por web

En cuanto me acerco veo a Thad, hablando con Victoria y le tiro del hombro para poder acercarme a ella. Me arrodillo frente suyo mirándola y esperando alguna reacción. A mí lado se encuentra Altair, que también ha venido a por su amiga.

- Thad, espera... deja que se tranquilice y se desahogue... - la verdad es que yo era la última indicada a hablar, quería buscar la manera de consolarla y lo único que podía hacer era sentarme a su lado y abrazarla con un brazo a la espera de que deseara hacer lo que quisiera.

Victoria se enjuga las lágrimas con la manga de la túnica.

- Tranquilo Thad, tú no tienes la culpa y no voy a pegarte... - ella miraba sus rodillas se sentía ridícula y no quería que la vieran llorar, - Gracias chicos, no... no se por qué me ha afectado tanto, es decir, ni siquiera somos novios, yo... - apoyó la cabeza entre las manos, no le apetecía hablar de eso. Los chicos estaban siendo muy amables con ella, y se lo agradecía, pero, le hubiera gustado que Alen la siguiera, y él... no estaba allí... ¿significaba eso que la noticia era cierta? ¿y que a él le había gustado el compromiso con la Slytherin? No dejaba de pensar en lo bonita que era.... quizás estaba festejándolo con ella... Victoria comienza a sollozar - Ss...soy idiota....

Vamos, yo no soy bueno en esto, no soy bueno consolando, normalmente es a mi a quien consuelan. ¿Te gustaría ver algo? No se lo he dicho a nadie, pero tengo un superpoder. ¿Te gustaría conocerlo? Sólo puedo mostrároslo a vosotras tres y si os chiváis lo negaré todo.

Pero antes, victoria tu tendrás que prometer algo. ¿Hay trato?

Victoria alza la mirada al escuchar a Thad, siempre le había parecido un chico bastante raro y borde, pero realmente nunca había hablado con él y parecía que, después de todo, la primera imagen no es la que contaba, al menos en ese caso.Ártemis en ese momento abandona el lugar.

- ¿Y... qué se supone que debo prometer?

Me tienes que prometer que dejarás de pensar en Ryder cinco minutos y dejar de llorar hasta que te enseñe mi superpoder, luego si no te gusta puedes pegarme por hacerte perder esos cinco minutos. ¿Hecho? Además de que no podéis contárselo a nadie ninguna de las tres. Miro a Anastasia y Altair serio.

Le miro seriamente y asiento, ¿se puede saber de que estaba hablando...? 

Mientras me quede sentada al lado de Victoria.

- De acuerdo... de acuerdo... - dice intentando sonreirle.

Al alcanzar a Victoria me percato que Anastasia ya se encuentra con ella junto con Thad

An, Ruben y yo vamos a intentar llevar a Dani a los Jardines para conversar con más calma.

¿Crees poder acompañar a Victoria hasta allí? Si alguien se mete con ustedes, sólo hechizalo y culpame a mi.

Un castigo más, uno menos no me hacen mucha diferencia, lo importante es que Victoria se sienta mejor. - digo con un poco de premura para luego regresar al comedor a ayudar a Ruben, pasando por completo de Thad.

El sonido de mis pasos a la carrera se podía escuchar desde la distancia y en cuanto entre a la zona mas amplía frene para mirar en todas direcciones en busca de Victoria, me daba igual quien mas estuviera a mi solo me importaba ella por lo que al ver también a Thad, Altair y Anastasia simplemente los ignore. Troté hacía ella con una cara de preocupación absoluta, aún goteando un poco de zumo en la barbilla y con la túnica mojada por toda la zona cercana a la cara.

- Victoria, por favor escúchame por favor, no te miento yo no sabía nada de ese matrimonio casi ni conozco a la hija de los Carrow, solo se que es la capitana de Slytherin. Por favor créeme todo esto es cosa de mi madre, tu lo pudiste leer en la carta de mi padre ella llevaba tiempo pensando en esto y como ahora ya no se lo puede impedir el pues lo ha llevado a cabo con quien a ella le ha dado la gana. Por favor...

No llegue a acercarme demasiado a ella, me mantuve a unos tres o cuatro metros de distancia por miedo a su rechazo.

No quería ir a los jardines, pero, ellos sólo pretendían animarla y supuso que sería mejor que quedarse allí lamentándose. Cuando iban a levantarse de la escalera para salir y Victoria ya había cogido las manos de Anastasia y Altair, los sonoros pasos de alguien que se aproximaba les interrumpieron. Alen apareció con restos del zumo que ella le había lanzado y delante de los demás, comenzó a explicarse y ella lo escuchó mirándole fijamente y apretando suavemente las manos de Altair y Anastasia. Al parecer, su madre era la culpable y él aseguraba no saber nada. Victoria recordó la carta que unas noches atrás habían leído juntos y no pudo negar que todo tenía lógica desde ese punto de vista más aún cuando había escuchado llorar desde allí a quien se imaginó era Ginevra.

La ravenclaw soltó la mano de la que, desde ese instante consideraría una buena amiga y bajó los pocos escalones que la separaban del muchacho que se encontraba al pié de la escalera.

- Perdona por… lo del zumo – se sentía como una idiota, era ella la que lloraba ¿y encima le estaba pidiendo disculpas? Se mordió el labio inferior y agachó la cabeza – No tengo porque reprocharte nada Alen, ni tú tampoco tienes porque dar explicaciones, no… somos novios… así lo quise, así que… debo asumir lo que sea…. Por otro lado, yo también pude leer esa carta…

Victoria suspiró intentando controlar sus nervios, él parecía sincero, pero, puede que si lo supiera, que su madre se lo hubiera dicho antes. O no. La niña no sabía que pensar pero quería creerlo

– De acuerdo… te creo – dijo al fin levantando la cabeza y una lágrima resbaló por su mejilla. Y se quedó mirándolo esperando su reacción.

Ella estaba dolida y era visible, tan solo unos días atrás le había pedido que le demostrara que podía confiar en él, que era algo más que el idiota que solía usar y desechar a todo el mundo sin miramientos y, por casualidades de la vida tan sólo 3 días después llegaba aquella “estupenda” noticia. Por ahora le era imposible saber si las palabras del muchacho eran sinceras, sólo el tiempo se lo diría, y ella ya no se lo iba a poner tan fácil aunque estuviese deseando abrazarlo en aquel momento y mancharse toda del maldito zumo.

Parece que todo se está arreglando por si solo.

Ya otro día os enseño mi superpoder. Reitero que lo siento Vic. Me voy hacia el gran comedor a desayunar, ignoro al estúpido niño mimado, hago como si no existiera.

Por fin logré llegar hasta donde estaba Victoria. La encontré llorando sentada en los escalones de mármol de la escalera del Gran Hall, acompañada por Anastasia. Sin decir nada, me senté a su lado y la abracé. Thad acababa de llegar, aún dolorido por el bofetón.

-Los niños son idiotas. Es como si no se diesen nunca cuenta de cuándo hacen algo malo -le dije. Me acordé entonces de que Alen había murmurado algo acerca de que "él no sabía nada", así que intenté que ella, a pesar del dolor, lo viese también así.

-Puede que lo haya hecho su familia sin contar con él, V. A lo mejor él te prefiere a ti, aunque no te lo haya dicho todavía. He visto su mirada... y parecía preocupado por cómo estabas.

Moví la cabeza de un lado a otro, realmente no me había importado que me mojara había sido una reacción lógica por su parte. Realmente no eramos novios pero era hasta cierto punto mentira... ya que ambos nos sentíamos como si lo fuéramos, pasábamos mucho tiempo juntos y ambos nos preocupábamos mucho por el otro, de hecho la reacción de Victoria era la prueba perfecta de lo que sentía. Pero lo que me hizo infinitamente feliz, solo quería eso nada mas, que confiara en mi al menos esta vez.

Acerque mi mano a su carita para limpiar la lágrima que caía por ella, sin pensar muy bien lo que estaba haciendo la abracé, sin mas, sin hablar ni nada simple y llanamente la abrace... Al separarnos le tendí la carta que estaba medio abierta, la había empezado a abrir antes de que llegara Thad pero no pude terminar de hacerlo.

- Esta carta es de mi madre, supongo que hay me dirá sobre el compromiso y de como según ella es lo mas conveniente para mi, la familia y nuestra pureza de sangre y bla bla bla... vamos a leerla juntos seguro que así quedara todo mucho mas claro. -des esta forma no sería algo de confianza si no que estaría aportando una prueba ya que estaba a su lado cuando me llego la carta

Victoria se queda rígida al sentir como la abraza, aun estaba conmocionada. Sin embargo, cuando él le propone leer la carta juntos, ella asiente puesto que quería saber exactamente que decía.

- De acuerdo...

Y se sienta en uno de los escalones.

Tome asiento junto a Victoria y abrí la carta.

Alen

Hijo mío tengo que hablarte de algo muy importante, ahora que tu padre ya no esta con nosotros la reputación de nuestra familia pende de un hilo, además parece que tu padre ha ganado mas fama tras la muerte que durante la vida por lo que me he visto en la obligación de tomar una decisión para asegurarme que nuestra familia y nuestra pureza de sangre se ve protegida.

Alen, cariño me reunido con Theodoro Carrow y Melinda Carrow, su hija la bella Ginevra Carrow tiene tu edad además ahora mismo esta estudiando en Hogwarts también por lo que seguro que la conoces, su familia esta pasando por un mal momento de cara a la prensa y les interesa estar relacionados con una familia de buena honra como la nuestra, por lo que les propuse algo con lo que estuvieron totalmente de acuerdo.

Dentro de poco en Año Nuevo estarás comprometido con Ginevra, se que tu padre siempre estuvo en contra de esto y que tu opinabas igual que el pero por favor Alen confía en mamá es lo mejor tanto para ti como para ella. No quiero verte al lado de una bruja de sangre sucia, tu te mereces lo mejor y eso es lo que te puede dar los Carrow, no hay mejor esposa que su hija. Espero tu respuesta.

Con todo el amor del mundo, Alexa Stone

Al acabar de leer la carta la aplasté y la tire lo mas lejos que pude, mire a Victoria y si estaba muy triste le pasaría el brazo por encima del hombro para consolarla. 

Victoria agacha la cabeza, la carta confirmaba que él no sabía nada, sin embargo, una palabra se quedó grabada en su mente:

"Sangre sucia"

Él tiró la carta lejos y pasó un brazo sobre sus hombros. Unos instantes después Victoria se levanta, recoge el amasijo que había sido la carta y se la entrega a Alen.

- Deberías contestarle. Dile lo que piensas, y si no estás de acuerdo, hazselo saber y enfrenta el problema, si quieres... - Suspira y se gira hacia las escaleras, ya no tenía ganas de desayunar y mucho menos entrar ahí donde todo el mundo la miraría al entrar - Me voy a la Sala común - le dice a los 3- Hoy no tengo ganas de ir a clase... - Cuando pasa junto a las dos niñas se para y les dice algo en voz baja, luego sigue su camino.

- No faltaré esta tarde a ya sabéis que...

Asentí. Entendía lo que quería decir V., pero aún estaba escaldada por la carta, así que antes de que se fuera, no fui capaz de callarme.

-V. Tu vales más que muchos "sangre limpia". ¿O es que nuestras notas y hechizos no lo demuestran? Y tú, Alen -empecé a decirle, girándome hacia él -. No puedes permitir que tus padres dirijan tu vida. Ahora es el momento de estar al lado de lo que crees que es justo. Si vales tanto como nosotras creemos, deberías plantarles cara. Pero como no lo hagas, no vuelvas a hablarme en tu vida.

Y tras decir eso, me fui de allí con V. al Gran Salón.

Sí, era una exagerada, pero cuando se trataba de mis amigos, y V. era mi mejor amiga... no había término medio.

Miércoles, 25 de septiembre de 1991

(después de clases)

Victoria y yo fuimos directamente al Gran Salón para hablar con Alen. Mientras caminábamos, pensé en que de verdad, ninguna de ellas me parecía capaz de hacer aquello, ni Kayla, ni Gin, y mucho menos, Raven, así que solo quedaba una opción posible.

-Como dijo un hombre una vez, cuando eliminas lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, es la verdad. Si no son Kay, Raveen o Gin, tiene que ser una chica de otra casa, no de la tuya, obviamente, porque la conocería, sino de Gryffindor o Hufflepuff.

Finalmente, llegamos al salón, en donde miramos para encontrar a Alen. Había que resolver aquello y yo no podía ya quedarme al margen.