Partida Rol por web

Me dirigía hacia la biblioteca recordando lo visto en clase, teniendo en mente los trabajos pendientes, quería buscar información y ponerme al día con mis estudios, en uno de los interminables corredores, me crucé con la profesora MCGonagall, así que aproveché para preguntarle por Bertie Bott.

-Disculpe..profesora McGonagall, el profesor  Damian Flamel nos ha mandado un trabajo sobre Bertie Bott, y las grageas,..comentó que posiblemente ustedes coincidieron en su juventud aquí en el colegio..me preguntaba si podría darme alguna información relevante que pudiera ayudarme con el trabajo-

- ¿Bertie? Era un granuja, y un goloso, ¿sabes que quiso hacer grageas porque sus padres estaban hartos de que se gastase el dinero en dulces? Quiso tener su propio arsenal de dulces, pero un calcetín sucio y apestoso hizo que todo cambiase y se convirtiese en el famoso hombre que es hoy. ¡Su eslogan fue una frase mía! Intentó darme unas de sus grageas y le dije: Cada bocado de esas malditas grageas es un peligro, él lo modifico para convertirlo en su eslogan "Un peligro en cada bocado"

Alex se encontraba absorto en sus pensamientos, debía practicar los hechizos aprendidos si quería mejorar y no quedarse atrás. También quería probarse así mismo, para ver si podía aprender de forma autodidacta algunos hechizos que había leído en la biblioteca.

En concreto ahora estaba pensando en el hechizo Expelliarmus, pues quería entrar en el club de duelo, y un conjuro para desarmar a su oponente sería muy útil. Pero para ello necesitaría practicar contra alguien, ya que no se puede desarmar a un jarrón, como sugería Thad en la última clase de DCAO.

Además, también necesitaría de un laboratorio para practicar y elaborar pociones, y experimentar...

(Jueves noche 26/09/1991)

Kayla caminaba por uno de los pasillos de las mazmorras, había salido tarde del gran comedor y debía retirarse hacia la sala común antes de que los profesores pudieran encontrarle y meterle en problemas, aunque la verdad fuera dicha, le divertía la idea de volver a hacer alguna travesura como la que desarrolló con Artemis, la sensación de adrenalina fue espectacular, pero sin haber quedado con su novio, no se atrevía a eso.

La niña caminaba cuando escuchó un sonido a su espalda que le hizo volverse, no lo reconocería nunca, pero sola en un pasillo oscuro, con la tenebrosidad circundante y la humedad del sitio, le transmitía cierta intranquilidad.

- ¿Quién anda ahí?.... - pregunta la muchacha llevando la mano al bolsillo de su túnica para acariciar la varita

Caminaba por uno de los pasillo de camino a la sala común tras haber pasado un tiempo en la biblioteca y una tarde... memorable, a decir verdad estaba todo muy oscuro y los pasillos de Hogwarts me parecían caóticos por lo que no tenía del todo claro si había estado recorriendo el camino correcto o solo había seguido una sucesión de pasillos casualmente parecidos al del recorrido que tenía en mente, caminaba con las manos en los bolsillo, en silencio y sin la esperanza de que pasara nada que fuera de interés real. Hasta que algo quiere salir del bolsillo de mi túnica, aleteando salió la snitch de mi bolsillo dispuesta a estirar un poco las alas, pero claro debido a lo vació que estaba todo ese mínimo ruido se amplifico con el ligero eco que emitía.

Una voz sonó desde la esquina siguiente, seguí caminando con la pelota dorada dando vueltas a mi alrededor, normalmente me seguía siempre a no ser que recibiera un golpe o algo parecido, al llegar a la esquina veo a Kayla por lo que la saludo con mucha tranquilidad.

- Alen...., pero...¿qué haces aquí?..., ¿vas a colarte en la sala común de Slytherin?.... - pregunta la pelirroja con una sonrisa -... yo iba a mi sala común, es tarde..., si nos pillan los profesores podríamos meternos en problemas...., aunque si te soy sincera..., no me importaría hacer alguna trastada por el castillo.... - su tono de voz denota un carácter alegre y travieso, nada que ver con la Kayla de las clases que parece muy modosita y buena niña

Estaba en mi habitación leyendo uno de los tantos libros de pociones que tenía en mi mesa de noche pero no conseguía conciliar el sueño así que me dirigí a darme una vuelta hasta el toque de queda y así poder despejarme. Fue entonces cuando escucho algunas voces en el pasillo. ''Que raro, debería quedar muy poca gente en los pasillos'' y en cuanto me asomo en la esquina veo que se trata de Kayla y de Alen. Les escucho hablar y en cuanto oigo lo que dice Kayla, me acerco sin saludar y digo:

- Kayla, no creo que sea bueno que te metas en una trastada, a lo mejor hasta podrías perderte la fiesta de Halloween. - digo mientras me acerco a ellos dos.

- Llegó la voz de mi conciencia... - dice Kayla sonriendo a la Hufflepuff -... hola Anastasia..., gracias por el consejo, olvidé que en un mes será Halloween, la verdad como me castiguen sin ir al evento me puede dar un ataque...., tienes razón..., mejor será que no la líe..., al menos hoy.... - mira a la tejoncita -... bueno..., ¿y qué haces en las mazmorras?....

Al final del pasillo donde se encontraban los tres muchachos hay otro pasillo perpendicular por donde van caminando un par de chicos de Slytherin de mayor curso. Flint y Montague, ambos parecen ir cuchicheando desviándose hacia la derecha de donde ellos se encontraban.

- Qué raro..., van por el lado contrario a la sala común... - indica la pelirroja más para sí que para sus compañeros

Negué de inmediato ante el comentario de colarme en la sala común, ¿tan lejos de mi propia sala había llegado? Aún debía aprender mucho mas sobre la distribución de Hogwarts. Una trastada, primero me extraño que lo dijera tan directamente pero después me atrajo la idea levante un dedo y abrí la boca para responder pero otra persona mas llego en ese momento.

La buena de Anastasia, casi no la había visto desde mi llegada, hecho por tierra la posibilidad de hacer algo divertido esta noche pero a mi me gustaba cavar un poco así que...

- Eso será si nos pillan -sonreí con malicia- Además no creo que retrasen un castigo durante un mes entero. Por cierto Anastasia casi no nos hemos visto en todos estos días ¿estas segura de que no quieres pasar un rato divertido esta noche?

Dos chicos mayores pasaron lejos por un pasillo cogiendo un camino por el que por suerte nos evitaban, lo cual a mi me agrado ya que podríamos seguir conversando tranquilamente.

- Cierto, Alen. Hace mucho que no nos vemos pero eso no significa que tengamos que hacer trastadas por todo el colegio, ¿no crees? - digo y al minuto siguiente pasan dos alumno de cursos superiores de Slytherin, les echo una mirada hasta que se alejan, mi expresión cambia de un instante a otro en cuanto se van.

- Había venido a dar una vuelta hasta el toque de queda, no me encuentro cansada y se que me costará conciliar el sueño.- digo explicándole a Kayla.- ...y me costaría más aún si hacemos alguna trastada, al menos no me quedaría tranquila.- digo intentando convencer a Alen de lo contrario.

Las risas de los dos Slytherin sonaban al fondo del pasillo. La pelirroja escucha el comentario de Alen y sus labios se curvan ascendentemente. Sin lugar a dudas Alen conectaba con ella en cuestión de gustos y tenían el mismo sentido de la diversión.

- Bueno..., Filch es como si estuviera en todas partes..., os lo aseguro... - se puso roja, no debería haber dicho eso, pero ya estaba hecho, quizás debiera cambiar el tema de conversación -... mirad... tengo polvo peruano de oscuridad y un spray agrada todo...., con eso podríamos inventar algo..., o bueno..., otra opción es seguir a esos dos, que seguro van a montar alguna..., ya os digo que a esta hora deberían estar en la sala común, no yendo hacia el sentido contrario....

Kayla mira a Anastasia sin creer que siempre fuera tan buena chica.

- ¿De verdad no te apetece desfasar esta noche?..., podemos pasarlo bien...., o perseguimos a esos tipos a ver que traman..., o podemos ir a las cocinas a beber cervezas de mantequilla..., o bien... ¿no os gustaría colaros en el despacho de algún profesor para conseguir sus exámenes?.... 

No sería que la pelirroja no inventaba

Anastasia seguía en sus trece sobre no hacer nada que supusiera un castigo pero al igual que ella se mantenía con esa idea Kayla había vuelto a despertar ese interés, sabía que solo necesitaba un poco de motivación para volver a las andadas. Kayla fue proponiendo ideas y una de ellas me llamo especialmente la atención, además mi sentido de la orientación en este caso si que sería suficiente como para guiarme.

- ¿No puedes dormir? Por lo que he oído la cerveza va de lujo para eso -sonrío con maldad y doy un paso hacía la niña buena- ¿A que si Kayla? Además suena muy interesante, ya sabemos que hacer esta noche -agarre a Anastasia del brazo- Y tu te vienes que vas a dormir muy bien esta noche ya verás.
 

''¿En donde demonios me he metido?'' fue la primera pregunta que me vino a la cabeza en cuanto oí a Kayla y Alen proponer cosas que supondría un castigo cada vez peor. Al final y por último Alen me cogió del brazo y supe que estaba resignada. Creo que sería mejor acompañarles y asegurarme que no se meten en peligro que irme y dejarles por su cuenta. 

- Esta bien, esta bien... vamos a por esas cervezas - dije aceptando esa idea que era la mejor de las que había propuesto Kayla, cogí del brazo a Kayla y comenzamos a caminar.

Kayla escuchaba cómo el Ravenclaw convencía a Anastasia para que les acompañase. La pequeña Hufflepuff era una chica buena que no se le hubiera pasado por la cabeza trasgredir las normas de la escuela y, Kayla, que ya había probado a hacerlo en dos ocasiones, sentía una seguridad en sí misma demasiado marcada como para temer ser pillada.

- Mi padre en alguna ocasión ha tomado whisky de fuego para dormir, pero no cerveza de mantequilla... - indica la Slytherin encogiéndose de hombros -....ahora es seguro de que nos divertiremos Anastasia..., venga anímate... - le pidió Kayla con su siempre eterna sonrisa.

Alen tras coger a la Hufflepuff del brazo tiró de ella y la Hufflepuff no puso resistencia, más bien resignación. La pelirroja puso un rostro animado y no era para menos, hacía unos minutos se veía acostada en su magnífica cama con edredón verde y ahora el plan era recorrer pasillos y liarla, había mejorado mucho al menos desde el punto de vista de la animación.

- Bueno venid por aquí..., este es el camino del sótano..., y allí se encuentran las cocinas... - explica la pequeña comenzando a caminar.

El único inconveniente es que para ir al sitio donde les decía, debían caminar de frente y luego torcer a la derecha, justo el camino por el que los otros dos Slytherin estaban. Sin embargo a Kayla eso no parecía preocuparle, de hecho incluso parecía que apretaba el paso.

Fue girar hacia la derecha cuando los tres pudieron observar cómo los dos muchachos de Slytherin se encontraban casi a la mitad del pasillo. Se habían parado ambos, Flint y Montague junto con otro chaval de la misma casa, Derrick. No parecían haberles visto. Fue Flint quien señaló hacia una puerta que estaba en ese pasillo, sacó su varita y escucháis el sonido amplificado de un cerrojo al descorrerse. Los tres muchachos se metieron en la estancia y dejaron la puerta entornada, casi cerrada.

Kayla tras observar eso se giró hacia Anastasia y Alen.

- Por lo visto somos muchos más los que hoy no podemos dormir... - susurra sonriendo, avanzando hacia donde estaba la puerta entornada, con sus tres ocupantes en el interior.

Me alegre en cuanto vi que Anastasia dejaba de oponer resistencia y aceptaba venirse con nosotros. Por lo que la tome mejor del brazo y camine a su lado, ella hizo lo mismo con Kayla por lo que los tres andábamos como si fuéramos una cadena, lo cual era mas incómodo de lo que había pensado en un principio aunque la idea de comprobar como les afectaría a cada una la cerveza me gustaba demasiado como para quejarme de cualquier cosa.

Entonces emprendimos el camino a las cocinas pero para mi eterna desgracia teníamos que ver como los de antes hacía su propia trastada, lo cual atacaba a la curiosidad de Kayla provocando que no pudiera evitar asomarse lo que me hace suspirar.

- Pues cambio de planes, toca ver que hacen esos tres -dije a Anastasia con una media sonrisa- Eso te gustara ¿verdad? Es menos probable que nos castiguen con esto que bebiendo cerveza en las cocinas a altas horas de la noche.

En cuanto vi aquellos dos con la misma idea, únicamente se me ocurrió: Ni hablar... da igual lo que se les pase por esa cabezita vuestra pero ya digo que no... vamos a tomar esas cervezas que me habéis prometido...- digo mientras les tiro de los brazos para ir en dirección contraria. 

Pero no se porque sabía que no iban a hacerme caso, los miré a los dos nuevamente: Venga por favor, no es mi idea el que me castiguen antes de mañana así que venid por aquí y no nos meteremos en problemas, ¿vale? - la verdad es que hasta mi misma me daba asco hablando de esa manera. Solo quería pasar una noche tranquila, ¿acaso eso era mucho pedir?

La pelirroja tenía una clara intención de cotillear lo que pasaba en el interior de la sala, algo que Alen Ryder parecía estar de acuerdo, no tanto la Hufflepuff, la cual da un breve discurso sobre castigos, y a decir verdad, Kayla tiene que replantearse el estar allí en ese momento.

Aquel mismo día había liado una buena en el club de duelos, acabando como resultado en el despacho del director, y siendo sinceros, ni le convenía estar espiando a nadie por los pasillos ni tomarse una cerveza de mantequilla fuera de los horarios impuestos por la normativa del colegio.

- Anastasia tiene razón..., va a ser mejor marcharnos..., yo al menos no me puedo permitir otra infracción en tan poco tiempo... Lo siento, chicos, disfrutad la noche.... - la Slytherin se giró y se dirigió hacia la sala común, la cuel estaba bastante cerca de donde se encontraban.

Anastasia se negó en rotundo a espiar a los Slytherin lo cual no podía comprender, ¿en serio la niña buena prefería meterse en problemas por alcohol que por espiar a otros que probablemente la iban a liar mas grande. Pero eso era incluso mejor para mi ya que en ese momento me dio un hilo del que poder tirar para conseguir lo que quería.

- Si la señorita quiere cerveza pues habrá que ir a por cerveza ¿verdad Kay...? -antes de poder terminar Kayla pareció arrepentirse de lo que ella misma proponía y volver a la camita lo cual me disgusto enormemente pero no iba a echar por tierra mis planes- Bueno, como quieras Kayla ya nos veremos pero que sepas que me debes una cerveza contigo las promesas se cumplen ¿eh? Bueno, Anastasia nosotros vamos a buscar eso que tanto querías.

Y aún agarrando el brazo de la Hufflepuf empecé de nuevo el camino a las cocinas.

(Jueves después del club de duelos)

El muchacho de Slytherin apoyó con suavidad la mano en la espalda de Kayla para guiarla hacia la zona de las mazmorras, cuando el silencio de los pasillos del lugar se hizo comenzó a hablar con ella.

- Kayla, quería hablar contigo sobre lo que ha sucedido en el club de duelos.... Ha estado muy bien que te disculpases públicamente con el profesor Snape..., ha sido una acción inteligente..., pero lo que no entiendo es el porqué has llegado hasta esa situación..., ¿Podrías explicarme qué te ha pasado?... Eres una chica que no suele dar problemas dentro de la casa y me ha extrañado mucho que tuvieras esa salida de tono de la que seguro, no te sientes orgullosa... ¿o me equivoco?....

El apuesto muchacho camina con pasos seguros, le ha dejado de tocar la espalda para llevar sus manos hacia atrás, como si diera un paseo y esperase las explicaciones por parte de la pelirroja