Partida Rol por web

Kayla se sentía intimidada en parte porque una cosa era que sus profesores le regañasen y le pidieran explicaciones, y otra muy distinta que lo hiciera uno de los chicos más guapos y populares de todo el colegio. La pelirroja sintió como su rostro se ruborizaba y permaneció un momento en silencio, hasta que reordenó sus ideas para comenzar a hablar.

- Sinceramente no sé que me ha pasado..., yo..., me dejé llevar..., me dio rabia que Victoria me impactase con el hechizo..., y..., me dio vergüenza de sentirme perdedora.... Había mucha gente..., y..., y..., no sé ni porqué me apunté al club..., no soy tan buena como para enfrentarme a nadie, fue un error por mi parte...., todo el día de hoy ha sido un error..., de verdad que lo siento...

No tenía porqué disculparse con él, pero en parte sentía que había decepcionado a mucha gente. Ambos continuaron andando por el pasillo mientras su charla proseguía

Iba detrás de ellos, escuchándolos, eso era lo bueno de la acústica de los pasillos, se podía escuchar todo cuando no había nadie, así que cuando ellos dos conversaron, ella decidió salió de su escondite, era demasiado orgullosa para seguir ocultándose, y era una diva, necesitaba una entrada dramática, aunque este rasgo aun no estuviera del todo desarrollado. 

— actuaste como una niñita caprichosa — salió de entre las sombras y caminó hacia ella, ignorando al chico — caíste sí, como todos,  pero fuiste incapaz de levantarte con dignidad, — ella aún tenía sangre en el labio inferior, por habérselo mordido tras el flipendo que le había lanzado su contendor. Sus ojos verdes no se perdieron detalle de la expresión de su compañera.

— y eso fue lo patético, tal como los intentos de superioridad de todos los Slytherin que subieron, riéndose y mirando en menos, pero por lo menos ellos sí tenían amor propio — ahora miró a Cassius, él ya conocía esa veta cruel y directa de la chica, de hecho ocupó la misma palabra que ocupó con él — ser un Slytherin no es nunca perder o ser idiotamente orgullosa, sino mantener la calma y la dignidad en todo momento, ser valientes y buscar con ingenio la solución, por eso no somos Gryffindor, esos leones se tiran contra todo sin pensarlo, ni somos Ravenclaw, porque ellos demoran mucho meditando, ni somos Hufflepuff, ellos no saben cuando enfrentar los problemas, ni tienen la sangre fría para hacerlo, y eso es lo que no demostraste en esa tarima, como dije, actuaste como una niñita malcriada, y cobarde — tomó un poco de aire, metiendo sus manos en sus bolsillos.

— recuerda este día y mejora lo que hiciste mal, incluso cuando creas que no puedes contra algo, levántate y sigue no importa cual sea el desafío, por eso debería seguir yendo a duelos, y ver cuanto mejoras —  ahora volvió su atención a Cassius — por cierto, salí detrás de ti para que me dijeras en qué había fallado, pero no me esperaste, en fin, los dejo, debo ir a la enfermería, me duele mucho mi muñeca —  cerró sus ojos y avanzó unos pasos hacia delante, apartándose de ellos. 

Había escuchado los pasos detrás suya, pero no se giró en ese tiempo, el Slytherin solía medir muy bien sus pasos, y éstos les había llevado cerca de un aula que habitualmente no se usaba, como otras muchas puertas de Hogwarts que estaban al servicio de los alumnos de la escuela.

Cuando iba a entrar en ella apareció Carrow dando una agresiva versión de los hechos. La bonita muchacha no dejaba de hablar y acusar a la pelirroja por su mala actuación en el club de duelos, pero ahora mismo la semiveela tampoco demostraba llevar el distintivo de Slytherin como bandera viendo su proceder. Cassius ensombreció la mirada ante tanta charla poco constructiva y antes de que Kayla comenzara a dar contra respuesta decidió atajar la situación, poniendo una voz bastante autoritaria.

- Ya basta Carrow.... - los ojos masculinos se posan en la bonita niña, la mirada penetrante del Slytherin era bastante dura -...Con recriminaciones, insultos y vejaciones lo único que hacemos es actuar también como Gryffindors y tú vales más que eso... ¿a que sí?.... - suaviza el gesto de su rostro -....de hecho, estoy convencido de que estás tan preocupada por Silver que te has molestado hasta venir aquí para hablar con ella.... - sonríe levemente, tenía claro de que las intenciones de la semiveela eran bastante más profundas y ocultas. Le pasa el dedo por la comisura del labio retirándole el resto de sangre que portaba -....y como ambos estamos preocupados por ella..., vamos a tener una charla en este aula para que lleguemos a unos puntos de acuerdo entre los tres..., de manera de que la gloriosa casa Slytherin no se vea influenciada por decisiones drásticas y mal decididas.... ¿Estás de acuerdo conmigo Carrow?.... - no podrías saber qué había en su mirada pero no era reproche sino su tendencia natural a incitarle a que le siguiera -.....Por favor, pasa a al interior del aula y hablemos.... - indica el muchacho a la rubia niña -... tengo muy claro cuáles son tus puntos fuertes y débiles en el combate..., y cuando acabemos aquí, te los iré explicando de camino a la enfermería.... - observa su muñeca -... es bueno de que te acostumbres al dolor..., te hará aún más fuerte.... - y aquí le regala una sonrisa orgullosa, al fin y al cabo, era su campeona en el duelo

La pelirroja tras haber escuchado las palabras de su compañera de casa no quería quedarse callada, pero Cassius se le adelantó y zanjó la discusión poniéndose particularmente serio, cosa que a Kayla le hizo recular en las ganas de liar otra trifulca, ya había tenido bastante con Snape como para empezar otra guerra campal.

- Creo que paso de todo esto...., no necesito más recriminaciones para hoy, ya las he tenido de Melker, de Snape y de Dumbledore..., demasiadas para mi gusto.... - indica la niña, pero Cassius le tomó del hombro, con firmeza pero sin ser brusco, y tras hablar con Carrow les invita a pasar a un aula cercana. 

Si Gin pretendía tocar el orgullo de la Slytherin, lo había conseguido, pero esas duras palabras no conseguían que Kayla se viniera arriba, sino que estaban consiguiendo hundirla.... ¿duelos?..., jamás volvería a exponerse en público, al resultado se remitía

Sonreía de medio lado, y luego de haber sembrado un poco el caos, o eso aparentaba, Cassius la detiene y le limpia la sangre de su labio mientras la miraba, algo en ella se removió, algo poderoso, pero que ignoró de momento, el chico sabía lo que hacía, aunque no sabía hasta donde llegaría con esos gestos, la chica bajó la guardia un instante, para luego cruzarse de brazos, levantando una ceja  mientras él hablaba. ¿le importaba Silver?, claro que no, pero se mentía en eso, si no le importara, simplemente se hubiera dado la media vuelta y la hubiera dejado, pero había ido hasta ella para enrostrarle lo que había hecho. Una forma muy curiosa de preocuparse de las personas. 

— no sé de que hablas, le di un buen consejo, que fuese más valiente — luego de haberla llamado niñita mimada y cobarde — pero vale, vamos, pero solo porque luego hablaremos de mí y mi duelo, tengo varias ideas de donde estuvieron mis errores— se puso al lado del chico, y miró de reojo a Kayla luego de que ignorara su queja, si había actuado en público, debía aguantar las críticas públicas, de todas formas era mejor que estuviera, sino se vería muy raro que un alumno de cuarto entrara a una sala con una niña de primero. 

— sobre el dolor, si supieras cuanto puedo aguantar — entró al salón justo luego de haber dicho eso, si le contara... quizás podría comprender varias cosas de ella, de cómo se comportaba, de cómo siempre guardaba silencio hasta que debía hablar y como la guitarra y la músicas era los medios más genuinos por los que se manifestaba su alma, incluso más que sus propias palabras y esa agresividad que muchos percibían. 

Era difícil mantenerse en  medio de aquel dúo de chicas, ahora entendía cuando sus compañeros nunca solían meterse en medio de las trifulcas femeninas, y es que solían acabar mal. Pero él debía mediar en aquella extraña reunión y no iba a cerrar la boca ante actitudes tan infantiles. Así que volvió a la carga con su argumentación.

- Oh claro que no pasas de esto..., vas a escucharme... - le dijo Cassius a la pelirroja señalándole con el dedo -... escucha lo que tengo que decir, si después de eso no te convence haz lo que creas y en tu conciencia irá....

Seguidamente sus propias palabras van para Ginevra, asegurándose que ambas féminas entrasen en el aula vacía, llena de pupitres polvorientos.

- No Carrow, no le diste un consejo, la has juzgado... - le mira a los ojos -... y recuerda que todos tenemos cosas que quizás hayamos hecho y nos arrepintamos de eso... - ¿había una doble intención en sus palabras? ¿le recordaba eso a algo? -... bueno es que aguantes el dolor, como también es bueno librarnos de él en el momento preciso.... En esta vida el equilibrio es lo que nos hace poderosos.... - le dijo a la semiveela aproximándose a ella intencionadamente, diciendo aquella última palabra tan sumamente cerca que el concepto le resultara a la muchacha hasta atrayente. Separándose casi al instante, el tiempo justo y necesario para que Ginevra prestara la atención que debía.

- Hace un momento Kayla me estaba contando que se ha sentido insegura cuando comenzó el duelo, y lamenta el hecho de haberse bajado de la tarima y actuar como lo hizo... ¿correcto?.... - miró a la pelirroja, la cual asentía casi sin mirarle -... Carrow..., ¿qué hace una digna hija de Slytherin cuando una compañera suya tiene un conflicto?.... ¿La insulta diciéndole niñata o mimada  para ver si hay suerte y se pelean? ¿Le da unas frases de cómo debe actuar y la abandona a su suerte? ¿o la ayuda para que la gloriosa casa a la que representa no se vea dañada o en tela de juicio?.... Vamos.., tu eres una chica lista... ¿a que sabes la respuesta?....

El atractivo muchacho se cruza de brazos y observa a la bonita niña. Su mirada segura y su porte firme determinaba que tenía las ideas muy claras de como encauzar la conversación, al fin y al cabo él servía a una noble causa y aquella mediación debía encontrar una rápida solución.

La chica ve los pupitres con tierra y respinga un poco la nariz, tenía la intensión de sentarse en uno de ellos, pero ya no, así que se quedó de pie, escuchado al chico y todo la sermón que quería lanzarles, y que no tardó en hacerlo. Ginevra mantuvo esa postura solemne que a pesar de aparentar atención, parecía ser una afrenta, algo en esa postura que si bien no era desafiante, algo en la semiveela lo era, pero que Cassius volvió a bajar con su cercanía, a lo que la chica lo miró con el ceño apretado y dando un pequeño paso hacia atrás. No debería abusar de su guapura, eso se lo diría luego, ella era una niña, pero ni ciega ni idiota era, así que notaba lo lindo que era el chico. 

Y luego vino la última parte, la chica ahí si reaccionó y rodó mucho los ojos, molesta por lo que estaba diciendo, no estaba acostumbrada a hacer lo que le estaba pidiendo, ni siquiera se lo había propuesto. ¡Debió quedarse callada cuando los escuchó!. Ahora, haciendo morritos, miraba hastiada a Cassius. 

—  ah... no seré su niñera —  exclama y mira con desagrado a Katya, pero luego rueda los ojos nuevamente —  ya qué más da, todo sea para que evites que nos restes puntos, pero tú —  ahora apunta a Cassius con su dedo indice, mirándolo hacia arriba y sin mostrar nada de miedo ni mucho menos, esa postura hacía pensar que podría plantarle cara a cualquiera, a excepción de la única persona a la que necesitaba enfrentar y la que la lastimaba terriblemente —  te encargaras de Thad, Draco y los dos mastodontes que tiene por amigos, esos idiotas nos dejan mal, y son una vergüenza —  volvió a mirar a la chica. 

—  lo que te falta es seguridad, el tema es por qué... —  suspiró y se quedó al lado de Cassius, aún odiándolo por haberla arrastrado hasta ahí —  ¿qué crees que es lo que te pasa? —  le preguntó a Kayla, ahora intentando no parecer tan molesta por esa conversación tan intima que le producía repeluz.   

Kayla se suavizaba bastante cuando habla Cassius, era razonable y fuera cuales fuesen sus intenciones, su amabilidad le ayudaba a escucharle y entender sus razonamientos. Pero el trato de Ginevra era todo un insulto a su persona, ella controlaba el carácter porque no deseaba otra afrenta, pero la semi veela se estaba pasando de la raya y muchísimo.

- Tranquilo Warrington..., seré insegura pero no imbécil...., pillo el mensaje, no meterme en líos porque perjudica a la casa, pero no voy a soportar que ni ella ni nadie me trate de manera tan ultrajante, si no me siento respetada hay algo que amo más que a este símbolo.... - señala la serpiente -... y es a mí misma..., insultadme y cabreadme, y puede que ganemos la copa de las casas pero por la cola....

Ahora se fija en Carrow, le había tocado lo suficiente las narices para no callarse el comentario.

- Pues no tengo ni idea de porqué me siento insegura, pero desde luego con sarcasmos dudo mucho de que me vayas a ayudar..., gracias por el intento...., aunque sé que ni siquiera te importa.... 

Y es que las provocaciones habían tensado tanto la cuerda que se había roto. Kayla salió del aula con evidente enfado y siquiera miró atrás antes de dirigirse a su sala común, donde prefería estar sola antes que mal acompañada.

El paso hacia atrás de Ginevra fue señal suficiente para que el muchacho volviera a separarse de ella y mantener las formas mientras que escucha con el ceño fruncido los comentarios de la bonita niña, la cual no dejaba de insultar de una u otra manera a su compañera de casa, mirándola incluso con desagrado... ¿qué demonios le pasaba? ¿siempre era así de soberbia?

- Fantástico Carrow..., he ahí el resultado de una actitud Gryffindor.... - le mira con evidente enfado -... hace un momento he intentado ser sutil, Kayla es insegura no sorda..., la llamas niñata mimada, ahora dices que no quieres ser su niñera y ¿crees que así va a escucharte para que podamos ayudarla?.... - lleva las manos a la cintura y pasea por el aula -....sinceramente, no sé qué diablos te pasa con ella, pero tras ver lo de hoy y cómo acaba de marcharse, el perjuicio de nuestra casa ya no será solamente su culpa, también será la tuya por no mediar cuando pudiste hacerlo.... - Cassius no chilla, a pesar de estar evidentemente disgustado mantiene las formas -... ha sido un error por mi parte pensar que podías haberle echado una mano, está claro... Si cada miembro de casa actúa por su cuenta esto puede ser un caos... ¿encargarme de Thad y Draco?... ¡encantado!... pero no puedo acceder a la parte de las chicas de la casa, y conocer sus intenciones me sirve para mover ficha primero y evitar desastres que nos perjudican a todos.

Suspira y cruza los brazos por delante de sí.

- Si los miembros de Slytherin no se unen como una piña, no avanzaremos en los puntos de la copa y nuestro buen nombre será precisamente lo contrario, un hazmereír.... De verdad Carrow.... ¿qué te ha pasado?...., nunca te había visto con esa actitud y desmejoras mucho para como podrías llegar a ser si te esforzaras de verdad en ser amable..., y eso que te he dicho, me lo dijiste tú cuando estábamos fuera del castillo y estabas enfadada conmigo por no intervenir cuando mis compañeros la liaban... Ahora si intervengo y resulta que la que no colaboras eres tú..., fantástico....

La miró sin inmutarse, y de hecho iba de decirle que no había sido sarcástica en ningún momento, pero la chica era demasiado sensible y se largaba sin esperar nada ni a nadie, Ginevra suspira, rodando los ojos, y ahora recibiendo la reprimenda de Cassius, la chica infla sus mofletes.

— en realidad intenté ser amable, y es todo lo que hay, ella es muy sensible y realmente es una niñita malcriada, y no me digas que no, se hace la víctima a pesar de todo lo que hizo y dijo, pfff me dices que no la juegue y de hecho no lo hacia, pero tampoco ha mostrado ser distinta— se volvió a cruzar de brazos y frunce sus labios, ahora se sentía un poco culpable, pero costaría mucho que lo reconociera — y si no quiere ayuda, pues, no la podrás ayudar, nadie lo podrá de hecho, mientras no esté dispuesta a dejar esa postura y acepte la realidad, Cassius detesto que la gente necesite que les soben el hombro y no esté dispuesto a escuchar la verdad, aunque sea cruda y oscura, no puedo ser condescendiente, y eso deberías saberlo— suspira y se acerca a él, jalando de las ropas para acercar su cara a la de él.

— a ti te pasó lo mismo, no te gustó mi brutalidad, pero hete aquí, hablándome y conociéndome como pocos, de hecho solo contigo he hablado más de dos o tres palabras — el podía ver sus pupilas dilatadas y las pecas sobre el tabique de su nariz — cuando Silver deje de necesitar que la traten con algodones, y reaccionar ante todo como si fuera la gran guerra mágica, podrá recibir toda la ayuda que necesite y estaré ahí, pero mientras tanto, solo intentaré evitar que nos resten puntos o mejor, ganar todos los que pueda — lo fue soltando — y deja de acercarte tanto, eres guapo y luego te quejarás si me llegas a gustar, por Merlín... — rodó los ojos, y se cruzó de brazos.

— y vale, se me pasó la mano, para la otra intentaré hacerlo mejor, — había cedido un poco, por lo menos. 

Cassius escucha las aseveraciones de Ginevra, observando en cada momento la manera que ella tiene de expresar su forma de ver las cosas y mantiene el porte de manera elegante, muy Slytherin, con los brazos cruzados sobre el pecho y la mirada, penetrante e intensa, sin apartarla ni por un instante de la bonita semiveela.

- Yo no he dicho que no sea una niña malcriada, pero de pensarlo a decirlo es marcar una diferencia, que alguien te caiga bien a que alguien te caiga mal. Y caernos mal dentro de casa da lugar a situaciones no aceptables... Y está claro que Kayla no quiere ayuda, lo mismo que ya buscaré alguna manera de que la acepte... - no lo dijo en voz alta pero estaba claro que pensaba hacerlo solo, como si no confiara que Carrow pudiera ayudarle, viendo lo visto los problemas de Slytherin se incrementaban -... una gran verdad endulzada se traga mejor que una amarga.... - le responde él sin ceder ni un ápice hasta que se ve en una situación un tanto... tensa....

La pequeña Carrow le coge de las ropas y tira hacia sí, acercando su rostro al del muchacho. Él inicialmente parece quedar estático, con la mirada muy fija en algún punto del rostro femenino, quizás fueran sus ojos, o puede que sus labios. Los segundos se eternizan hasta que el muchacho finalmente reacciona, cogiendo a la pequeña de la cintura y sentándola encima de uno de los pupitres, y así, en esa posición vuelve a tomar el control de de la situación, acercándose a ella, apoyando las manos sobre la superficie de la mesa, a cada lado de Ginevra.

- No me gustó tu brutalidad y sigue sin gustarme... - le especifica el muchacho sonriendo levemente -...y creo que desperdicias tu potencial mágico con tus formas..., quizás también seas una niña mimada... ¿o no lo eres Carrow?.... puede que tan solo precisas que alguien te enseñe modales.... ¿o me equivoco también en esto?... - estaba provocándola, ¿perdería el control? -... vaya te molesta mi cercanía, y eso que fuiste tú quien me cogió de la túnica... - sonríe divertido acercando más el rostro a la pequeña antes de decirle -.... gracias por lo de guapo, tú en cambio eres una niña fea..., feísima....- le toca la punta de la  nariz y se separa de ella.

Que Carrow aceptase que se le había ido la mano fue suficiente para que Warrington sonriera levemente.

- ¿Habrá próxima vez? ¿Vas a intentar ayudar a Silver?.... Esto promete..., puede incluso que seas dentro de unos años la futura prefecta de la casa de las serpientes... Piénsalo..., capitana y prefecta..., dos títulos que te podrían ir como anillo al dedo... - la tenta cruzando los brazos por delante del pecho, sin dejar de observar a la niña más guapa de todo Hogwarts

reclama cuando la sube a la mesa, nada podría hacer Gin sin protestar de algún modo, pero quedó en silencio cuando la dejó encerrada entre sus brazos y nuevamente sus mejillas se encendieron, mientras sus labios se comprimían por la molestia de que le hiciera eso y que la moviera como si careciera de peso, y por ser tan guapo y porque en realidad le estaba inquietando su presencia, pero él sólo jugaba. Maldito, parecía inmune a sus encantos, y eso era lo que le estaba gustando del chico popular. 

— como si alguien lo hubiera hecho — masculló entre dientes cuando él le dijo si acaso ella era una niña mimada, cosa que estaba lejos de ser, lo que sí carecía era de afecto, de que alguien la hubiera tratado con amabilidad y dulzura. Ahora estaba enfurruñada, porque si lo que le hacía falta eran modales, y no esa cordialidad fría y desdeñosa con la que trataba a las personas. — y no soy condescendiente... con nadie, — ahora lo volvió a mirar con determinación, pero él va y toca la punta de su nariz, lo que hace que ella, aún más roja se toque la nariz y haga como si la limpiara, pero en vez de eso, comienza a estornudar. 

— maldito polvo — reclama mientras sigue estornudando — y ashu... no ayudaré de nuevo a Silver — siguió estornudando, y cuando pasó, intentó mover su nariz, y pasar su mano por ella — ashu, lo decía... ashu, si otro... ashu... necesita que lo ayude, ashu... y si necesitas... limpiar tu imagen — lanza ese último comentario, ya calmando sus estados. — eso, ¿crees que no te tengo pesado?, toda esta amabilidad es para conseguir que te devuelvan al equipo — pone sus manos en su cintura, aún con la nariz roja — pero vamos, haces un buen trabajo, chico guapo, por lo menos en ganas no te quedas atrás, pareces un tejón — luego le sonrió, y apreció entristecer — pero... cuando eso pase, tú no estarás, cuando sea prefecta y capitana... estarás siendo un chico universitario, con chicas universitarias y sin tener que cuidar a una niña huraña como yo — se encogió de hombros, bajando de la mesa y caminando a la salida.

- Quizás me equivoque y no seas mimada, pero sí caprichosa.... - sugiere cuando la niña estornuda y otra vez, algo que parece divertir al Slytherin, no preocupándose lo más mínimo por aquel contratiempo alérgico.

A Cassius le interesa la teoría de Ginevra sobre el porqué el actúa como lo hace, algo que la pequeña no llegaría a entender de ninguna manera.

- ¿Eso piensas de mi?.... Vamos, Carrow, no soy ni tan simple ni tan evidente..., volver al equipo de Quidditch..., es algo que el jefe de casa solicitará en algún momento si quiere a alguien muy bueno en la posición... Y créeme, yo no soy de los que ruegan..., así que poco me preocupa limpiar mi imagen..., pero eso sí, parece que te inquieta a ti más que a mi... - sonrisa misteriosa -....un tejón..., tienes una habilidad única para insultar, y ya no sé si es virtud, porque lo haces a propósito, o defecto, que no sabes ni cuando lo realizas....

La Slytherin se baja de la mesa y se dirige a la salida, él por su parte de apoya en el pupitre, sin intención de marcharse de allí.

- Faltan aún tres años..., ¿qué cosas nos deparará el destino para entonces?... Solo la magia puede decirlo... - y dicho esto le guiña un ojo a Carrow dedicándole la sonrisa más encantadora que quizás hubiera visto en todo el colegio.

Caprichosa, en eso sí había acertado el joven Slytherin, no había nadie más caprichosa que la joven y eso hacia que no desistiera de las cosas que se empecinaba en realizar, y quizás encontraría en esa testarudez y esa fuerza interna, el valor suficiente para enfrentar lo que iba a venir, y desafiar a todo lo que conocía. Pero mientras tanto, la chica lo miraba con ganas de fulminarlo con un flipendo.

— no me inquieta ni nada de ti — le hizo un desdeñoso gesto, cruzando de brazos y mirando hacia un costado, pero era verdad, se sentía mucho más segura y tranquila si estuviera en el equipo, además, mentía en el hecho que él no la inquietaba, puesto que lo hacía y bastante, pero la niña se empecinaba al ideal de no estar en pareja porque no creía que fuera lo mejor para su edad y menos que un chico mayor y tan guapo como Cassius quisiera una relación con ella, que era un niñita que apenas tenía pechos, por ultimo, estaba Dany — y sobre lo de insultar... claro que es una habilidad, — lo miró con un gustito de victoria.

— se me olvidaba, ¿no me dirás nada sobre mi duelo? esperaba sus sugerencias, que no sea lo de no usar flipendo, no he... he aprendido ese hechizo — alargó y masculló entre dientes esas últimas preguntas,   sonrojada por la vergüenza. 

El muchacho apoyado sobre el pupitre y con los brazos cruzados observa a la niña mientras intenta debatirle algunas cuestiones. Él permanece impasible con esa sonrisa enigmática en el rostro y sobre todo aquella mirada intensa que parece controlar siempre la situación.

- Vaya nada te inquieta de mí..., entonces si escucharas mi nombre cuando alguien narra problemas daré por hecho de que Carrow siquiera girará su bello rostro para preguntar... Interesante.... - mantiene el muchacho -...y doy por hecho de que si mi persona no le interesa, al menos sí mi opinión, pues quieres saber tus fallos en el duelo..., eso implica que mi forma de ver las cosas te importan..., y también que de alguna manera, me escuchas...., como cuando te digo que insultar no es para nada una virtud.... - sonrisa de nuevo, jugaba, siempre lo hacía, pero le llevaba precisamente a donde le interesaba -....eres rápida y tienes una magia fuerte..., pero... tu temperamento te hace despistarte..., algo te dijo Goyle que te enojó, y tu canalización mágica fue peor en ese momento hasta que te concentraste de verdad... Y bueno, tu elección de hechizo no fue el adecuado... Con un flipendo habrías dañado más al rival, lo desconcentrarías y seguramente habrías encajado antes el hechizo sobre el oponente... ¿Por qué no lo usaste?

Odiaba y admiraba la seguridad de su superior, así que intentó mantener la calma, escuchándolo, pero él insiste en preguntarle porqué no había usado el flipendo, ¿realmente deseaba que lo repitiera?, era un pesado.

— no lo prendí... ¿vale? — alza un poco la voz y se acerca a él, resignada a que se ría de ella — fue justo la clase siguiente a lo que pasó con el dragón... y estaba aún muy asustada, el ver el cuerpo del profesor... aún está en mis pesadillas — intenta no hablar mucho sobre el profesor muerto — y que perdiéramos a compañeros... además, usé un hechizo y ataqué por error a Daniel, así que fallé esa clase y aun no logro recuperarla, el profesor ha estado muy ocupado y no he podido... — se encoge de hombros y voltea su mirada hacia otro lado. 

— sé que debería saberlo, pero... nadie me lo ha enseñado ni tampoco lo he pedido — ríe, volviéndolo a mirar — y claro que me preocupas, tonto, si algo te pasa, después de todo, eres uno de los pocos amigos, que tengo, de hecho, ahora mismo, el único — pasa su mano por su cabello, masajeando un poco su nuca, siendo sincera y sin todas esas barreras que siempre colocaba de manera instintiva. 

— y en realidad no me dijo nada que me molestara, algo de que los duelos no eran para las niñas, pero es una ofensa tonta, soy una niña después de todo, pero no quiere decir que no sea apta para los duelos — le explica pues realmente no se había desconcertado por eso, ni mucho menos molestado — lo que sí me sorprendió era que se pudiera mover con tanta rapidez a pesar de ser tan grande, creo que lo subestimé, y luego vino el flipendo que me lanzó, hizo que me doliera mucho mi mano — mira su muñeca estaba inflamada y comenzaba a ponerse morada — debo ir a la enfermería — acerca su mano a su pecho y se queda pensando, abstraída por unos instantes de la misma conversación. 

Escuchar por duplicado que la niña no había aprendido Flipendo le resultó sencillamente increíble. Era un hechizo bastante básico, indispensable en duelos...¿cómo había dejado tanto de lado su formación mágica la pequeña Carrow?....

- Sabes que deberías saberlo y aún así no lo sabes.... - él mantiene su porte, apoyado en el pupitre, brazos cruzados, mirada intensa sobre el pequeño cuerpo juvenil -...me consideras tu amigo y no tienes el arranque de pedirme que te lo enseñe...., ¿por qué ese orgullo Carrow?...., podría entender que no dieras el paso para hablar con cualquier otro, pero soy de tu casa y sé algo que a ti te interesa saber... deberías despertar la astucia que sin duda, seguro está dentro de ti... - le indica el muchacho

Cassius escucha a Gin explicarle lo que pasó entre ella y Goyle, comprendiendo que era sencillo subestimar a un muchacho tan grande, creyendo que iba a ser lento de movimientos. A continuación la niña indica que debe ir a la enfermería para curar su mano, la cual tenía un color ya algo más antinatural.

- Te acompaño... - determina Warrington incorporándose -... te dolerá seguramente un par de días...., nada que no solucione Pomfrey.... - sonríe levemente y le abre la puerta del aula para que salga primero.-...Por cierto..., ¿estás bien?..., te acabo de notar ausente....-  Tras acompañar a la muchacha para su curación iría a la sala común, quizás con un poco de suerte pudiera atar los cabos que le faltaban 

Se había perdido en sus pensamientos, su mano herida y los recuerdos oscuros la dejaron apartada por esos instantes hasta que Cassius se le acercó de nuevo, la chica levantó la cabeza y le sonrió, abrazándolo antes de que salieran de ese lugar, se alegraba mucho de estar en la escuela, y que esas cosas que recordó de pronto no iban a volver a pasar.

— sí si, estoy bien, solo que dijiste que éramos amigos, yo solo lo dije para ver tu reacción — lo soltó y se arregló sus ropas — mira, recuperaré la clase y su vuelvo a hacerlo mal, te pediré ayuda, pero me gustaría arreglar esto sola — le guiña un ojo y sale delante de él, para luego caminar hacia la enfermería en donde atenderían su mano.

Tras la clase de encantamientos:

Salieron al pasillo para seguir conversando, para Ginevra, Thad debía sentirse muy mal para estar buscando compañía con ella, y para fortuna del pequeño, ella no recordaba el comportamiento que tuvo el día en anunciaron el compromiso entre ella y Alen, así que camino a su lado, con sus manos delante de ella, sujetando su bolso, ya había negado el usar la varita pero no le había dicho el porqué.

— ¿por qué insistes en hacerte el chico malo?— le preguntó sin mayores preámbulos — te lo pregunto por lo que he visto, la forma en que contestas y cómo te mueves, antes eras un niño llorón, pero ahora te comportas como un pelenero, pudiste encontrar un término medio, como ahora, el chico que me ofrece su varita— se gira hacia él y le sonríe — y no puedo aceptarla, la necesitas para las clases y es culpa mía el haberla perdido, pero gracias... esas son las cosas lindas que tienes y no toda esa puesta en escena de chico pica pleitos — y eso que Gin no sabía porque la pareja de oro estaba enojado con él, no le habían contado ni ella se había molestado en averiguar.

— el estar solo puede deberse a cómo te has comportado, Thad, me agradabas más antes, aunque fueras un niño llorón — suspiró, recordando lo que le dijo Cassius, pero es que en verdad no sabía ser de otra forma.

De camino a la sala común Ginevra me sorprende con un "¿por qué insistes en hacerte el chico malo?"

No me hago el chico malo, digo un tanto ofendido, simplemente me cansé de ser el saco de arena al que todo el mundo usa para dar de hostias, pensé que al irme del orfanato eso cambiaría pero al parecer era mi actitud de "niño llorón" lo que me causaba todos los problemas. Ahora tengo otros problemas pero se pueden solucionar de otras formas, al menos ya nadie me hará daño de la misma manera que antes. Ahora tendrán que usar otras que podré contrarrestar con mi varita.

El término medio... El término medio es sólo para los de mi círculo de confianza, gente que se, de forma inequívoca, que no me va a hacer daño ni a apuñalarme por la espalda. Siempre que pueda ayudar a alguien lo haré, como dejándole la varita o regalándole la nimbus 2001, sonrío pensando en mi compañero de club, a mi no me cuesta nada hacerlo y esa persona puede beneficiarse. 

Como te digo, a veces estar solo puede ser mejor para reflexionar y concentrarte en lo verdaderamente importante, como por ejemplo, hablar con alguien al que aprecias pero que has tenido un problema con él en un pasado cercano porque valoras su... Como decirlo sin que suene cursi... Su presencia en tu vida.

La varita no te la regalaría, simplemente te la dejaría para que puedas ir con el resto a hacer la clase del profesor Scamander, se la extiendo de nuevo con una sonrisa.