Partida Rol por web

- ¿No sabes que son los malvaviscos? Preguntó Melker extrañado puesto que para él era algo muy normal cuando se iba de acampada. Quizá las acampadas de la Profesora Foxier no eran como las suyasy en vez de malvaviscos comían otras cosas - Para la próxima, traeré para que los pruebes. Dijo pensando dónde podría comprarlos, ya que no estaba seguro de que los vendieran en Hogsmeade. - Encender una fogata es muy fácil para nosotros gracias al hechizo Incendio, lo único que tenemos que hacer para no quemar la isla entera es colocar bien los troncos y piedras alrededor a modo de barrera.

Melker no pudo evitar reir ante el comentario de Cyllene sobre el tiempo que necesitaría para llegar a la isla remando - Seguro que sin tu ayuda no podrían llegar hasta el TIMO. Dijo guiñándole un ojo - ¿Insinúas que no me ves varonil normalmente? Añadió a modo de respuesta sobre el comentario de cómo lo veía mientras remaba - Siempre hay que llevar una cámara a mano, como hace Drake Dijo recordando la graciosa foto que había tomado a Lucius Malfoy.

Con respecto a las selkies, eso mismo era lo que Melker creía, que al final no les hubieran hecho ningún daño y por eso mismo se sentía mal habíendolas atacado antes. Esperaba tener la oportunidad para dialogar con ellas y presentarles una disculpa, siempre y cuando ellas también se disculparan por haberle intentado mandar al fondo del lago. Lo importante es que eso ya había pasado y ahora se encontraban a salvo en la isla los dos solos.

Cada beso que le daba Cyllene le sabía mejor que el anterior, y si por él fuera, se pasarían toda la noche abrazados y besándose, pero parecía que ella prefería hablar sobre los árboles de la isla. - Nunca había estado aquí ¡Es más! ni sabía que exisitía esta isla. Parecía que la Profesora Foxier era una experta en árboles y le dió una pequeña clase sobre los autóctonos de la isla ¿O había un mensaje oculto que Melker no llegaba a entender? - Me encanta la naturaleza, pero el pino no es que sea mi árbol favorito. Ahora es cuando me dirás que si que es el tuyo y que tu varita está hecha de ese material, ¿No? Dijo Melker para evitar meter la pata del todo.

La forma en que ella escuchaba a Melker cuando hablaba de los malvaviscos, así como de la posición de las piedras y los troncos para no provocar un incendio, determinó que la experiencia de la mujer en campo abierto era prácticamente inexistente, aunque no le faltaba interés, parecía que todo lo que él tuviera que decirle era particularmente importante para ella. Le escuchaba sin perder de vista sus gestos, disfrutando de su presencia.

- A veces me pregunto si alguno podrá conseguir el TIMO en pociones, hay pocos alumnos con talento natural para hacer los bebedizos, y a pesar de la existencia del club, no estoy segura de que aprendan más allá de lo que les transmito en clase... No sé..., yo a su edad ya buscaba por mi cuenta libros donde explicaban las alternativas mágicas de cada ingrediente... - Ravenclaw tenía que ser, obviamente no era de las que se pasaban el día jugando al Quidditch o mirando jugar a los muchachos sobre la escoba -...Creo que a veces se sobrevalora el poder de la varita..., aunque es irónico que yo lo diga, más cuando últimamente no dejo de practicar con ella.... 

El comentario sobre si veía o no varonil a Melker consiguió ruborizarle un poco. Remando estaba muy atractivo sin duda, pero sin hacerlo.... también... ¿Y cómo respondía ahora a esa pregunta?....

- Ehmmmm.... ¿una cámara?... - una clara evasión de la pregunta -...¿Drake lleva siempre una cámara encima?.... - si Melker recordaba, ella no había salido a la excursión de herbología y no llegó a ver el problema de Malfoy y Dumbledore, así como tampoco el cómo contrataron a Scamander

- Mi varita no está hecha de pino..., es de roble inglés..., así que no te preocupes, no has metido la pata... - ríe sacando su varita y mostrándola con orgullo -... esta madera es firme como las convicciones del mago o bruja que la porte y resistente a las inclemencias.... Dicen que este tipo de varitas eligen a personas con fuerza, coraje y tendencia a la fidelidad.... - mirada significativa hacia Melker -...me gustan los pinos porque son útiles en la elaboración de pociones, sus acículas sirven en las transformaciones, la corteza en la magia protectora, las raíces en los ungüentos curativos, y su savia en algunos tipos de venenos... Es un árbol muy completo, solitario, de buen porte..., pero..., no admirado por su belleza...

Cyllene tras caminar un pequeño trecho más con la mano tomada por el profesor llega hasta el punto más alto de aquella elevación, sentándose en el suelo, sin importarle cómo de sucia acabaría la túnica en aquel día, agua y tierra, los elementos entremezclados en su ropa.

- ¿De qué madera es tu varita?.... ¿Y su núcleo?.... - le pregunta la mujer con curiosidad -... ¿Te la hizo Ollivanders?... ¿O en Suecia hay otro artesano que las fabrique?.... Por cierto, estoy deseando ver cómo haces ese fuego sin prender toda la vegetación de alrededor... Si no vaya de explicaciones que vamos a tener que dar en el castillo, probablemente Rowle nos maldijera y todo.... - ríe ante la posibilidad, aunque por sus gestos denota la confianza que tiene en Melker

Cuando Alen llegó hasta ellos, los dos ya estaban en la barca, a salvo. Al verle preocupado por ella la niña sinrio levemente también al comprobar que el se encontraba bien, pero no dejo que el chico lo notase. La situación dio un giro inesperado cuando Alen aseguró que entonces era Ginevra quien se encontraba en apuros, ¡se ahogaba! No sentía aprecio por la chica, los acontecimientos no se lo habían permitido, sin embargo tampoco le deseaba la muerte así que agarro uno de los remos dispuesta a ir donde ella y Francis se encontraban, cuando Alen puso su mano sobre la de ella, fue a retirarla, estaba molesta tras la respuesta que él dio a sus preguntas antes de iniciar la prueba sin embargo pensó de nuevo que sería mejor no incomodar más la situación en la prueba, ya luego hablarían.

Los 3 remaron y finalmente llegaron a donde estaban los dos niños que estaban claramente sanos y salvos, y totalmente secos hablando con unas sirenas y tritones. Victoria miro inquisitiva a Alen ¿Que demonios pasaba?

Unos segundos después otras sirenas se unieron a ellos dejando claro que al ravenclaw no le había ido nada mal en la prueba... Victoria le lanzó una mirada fulminante con la que habría podido asesinarlo si de un basilisco se tratase pero no dijo una palabra al respecto. En ese momento comenzaron a hablar todos y Ginevra le pregunto si se encontraba bien, más por cortesía que otra cosa como la niña pudo advertir.

- Perfectamente, varias sirenas intentaron ahogarnos pero no pudieron con nostros - dijo completando la respuesta de Daniel - Alen nos dijo que te ahogabas y... todos vinimos a ayudaros, menos mal que estáis bien.

Había sido sincera ella se había preocupado aunque en esos momentos Victoria pudo comprender muchas cosas y una de ellas era que seguramente en su lugar la Slytherin no habría sentido preocupación alguna.

A Melker, a estas alturas, no le sorprendió cuando Cyllene comentó que ella era de las que buscaba información para la preparación de pociones o diferentes usos para los ingredientes. - Tanto buscar en los libros y por eso no sabes hacer fogatas ni lo que son los malvaviscos Bromeó el Profesor Westerberg. Pero coincidia con ella en que los alumnos solían sobrevalorar el uso de la varita al igual que él mismo lo hacía - El mayor problema son las leyendas. Leen historias sobre duelistas increíbles y lo único que desean son emularlas viviendo sus propias aventuras. Deberías escribir algún libro en el que la protagonista viviera grandes aventuras usando las pociones Terminó de decir medio en broma medio en serio.

Melker recordó que Cyllene no estaba presente el día que conoció a Scamander, y se apresuró a contarle la historia de la cámara - Por lo menos el día que le contrataron si llevaba una encima. Ante la baja de la Profesora Albia McMahon, Lucius Malfoy puso unas condiciones al Director Dumbledore para encontrar un sustituto y en un tiempo ridiculamente corto, para que le fuera imposible y así poner a alguien de su agrado, o eso es lo que yo pienso. Con lo que no contaba fué con la sorprendente aparición de Drake Scamander ese mismo día durante una excursión que organizó el Profesor Rowle. Finalmente, Rowle y yo avalamos al Profesor Scamander, cosa que no agradó a Lucius quién puso una cara muy curiosa que Drake pudo inmortalizar con su cámara. Melker no pudo evitar sonreir al recordar la cara que puso Lucius y el golpe a sus planes que pudieron darle ese día.

Por suerte no había metido la pata, y escuchó atentamente la información sobre la varita que poseía la Profesora Foxier. Le gustó escuchar que su varita la consideraba fuerte, valiente y fiel. - Roble ingés para una señorita inglesa ¡Cómo no! Dijo bromeando. Era interesante escuchar todo lo que se podía conseguir con un pino para hacer pociones, y se imaginó cómo hubieran sido sus clases si hubiera atendido a su profesor de pociones tanto como a ella. Era cierto que atendía a todo lo que decía, pero seguro que si hubiera sido su profesora habría sacado malas notas por no dejar de imaginar cómo sería besarla. - Parece que la belleza de los pinos está en el interior. Dijo mientras pasaba su mano por el rugoso tronco del árbol a modo de disculpa ante él por considerarle feo.

Los dos profesores siguieron andando agarrados de la mano, sensación rara para él, pero a la par muy agradable. Ayudó a la bella profesora a sentarse y él comenzó a coger piedras para hacer la fogata. - Mi varita es de ébano, que según dicen es una madera feliz con los que tienen coraje de ser ellos mismos, que no sean conformistas, altamente individualistas o cómodos con el estado de ser un extraño. Y no había nadie mas extraño, individualista y valiente siendo él mismo que yo en mis años escolares. Melker no pudo evitar pensar si su varita le escogería en este momento de su vida o había cambiado tanto que le rechazaría. Por suerte, parecía que seguía siéndole fiel, así que no tendría que deshacerse de ella y buscar una nueva. - El núcleo es de corazón de dragón, el mejor para las Artes Oscuras. Dijo como si fuera lo más normal del mundo dada su especialidad. - ¿Y el núcleo de tu varita? Preguntó imaginándose que sería de pelo de unicornio. - Si en Suecia hay fabricantes de varita dudo que sean muy buenos, ya que nunca escuché hablar de ninguno. La mía me la fabricó Mykew Gregorovitch, el mejor fabricante de varitas del mundo.

La fogata ya estaba lista para encenderse, por lo que Melker sacó su varita y apuntando al centro de la pila de troncos pronunció - ¡Incendio! Una pequeña bola de fuego impactó en la base de la fogata y los troncos comenzaron a arder lentamente.

Mi mirada se paro de inmediato sobre Gin, lentamente mi rostro paso de preocupación a pensativa y luego se endureció, estaba enfadado... habían jugado conmigo y eso lo odiaba. Mi puño estaba cerrado y temblaba, casi me podía hacer daño de lo fuerte que lo estaba apretando, tenía la cabeza agachada y mi pelo cayendo tapaba parte de mi rostro, no escuchaba la mayor parte de lo que decían a mi alrededor, lo que hizo que mi atención por lo que había alrededor apareciera fue la voz de esas timadoras y lo que dijo Victoria de que otras sirenas trataron de ahogarla, cada vez temblaba mas y no iba a tardar en estallar contra ellas.

Entonces de golpe levante la cabeza y puse un pie en el costado de la barca haciendo que esta se moviera...

- ¡Silencio! ¡¿Quien os creéis?! Os habéis dedicado a jugar con nosotros... mientras tratabais de ahogar a las chicas por otro lado a mi me estabais haciendo sentir cosas que ni siquiera entiendo y ahora buscáis la manera de seguir divirtiéndoos al ver que vuestros juegos se han acabado, largaos de aquí de una vez. Estoy harto de vosotras y vuestras mentiras.

Había mostrado por primera vez mi agresividad y rabia, por lo que en ese momento lo único que quería era acabar esta absurda tontería de prueba de una vez, me senté en una punta del barco y me cruce de brazos mirando hacia donde no había nada.

Para Daniel fue un verdadero libro abierto, notando, a pesar de La Luz menguada de la noche, su expresión de tristeza, la chica volvió a negar con la cabeza, ahora con más énfasis, simulando que estaba bien, o por lo menos diciéndolo, porque era obvio que no lo estaba, la niña suspiró y volvió su rostro hacia Francis, jalando de su túnica, buscando que él no hablara nada, pero que Victoria dijera que los habían intentado ahogar, la dejó pálida y sus ojos verdes se posaron nuevamente sobre Daniel.

—  ¿realmente estas bien?... que bueno que no pudieran con ustedes —  la chica busca la manera de acercarse a Daniel, pero mover un bote era mucho trabajo para la pequeña veela —  sé que irías a reclamar, pero no es necesario, sólo estaba muy preocupada por ti, Daniel, bueno por ustedes.. y —  y había escogido a Daniel, pero no sentía culpa, no mucha por lo menos —  tuve la tentación de saltar, ambos de hecho, pero le temo mucho al agua, sé lo que es sentir que te ahogas y creo que eso impidió que saltara —  le explica a Victoria, aún mirando a Daniel, ahora sí con el temor de que fuera en busca de las varitas de ellos dos.

El exabrupto de Alen no se hizo esperar y generó un silencio pesado entre todos, Ginevra se encogió de hombros y luego lo quedó mirando con cariño, el niño estaba molesto, se sentía parte de una treta terrible y ella también, de hecho, ellos dos, o quizás realmente habían escogido bien y habían salvado a Daniel y de paso a Victoria de ahogarse. 

—  Ya pasó, Alen, todos la pasamos mal, tranquilo, lo que... lo que dijo o hizo la sirena no debió pasar, nada de esto debió pasar, de hecho —  cosas que ni él entendía, Ginevra se daba cuenta que habían expuesto al chico a algo que no debieron hacer y que su curiosidad lo había llevado a actuar, ahora pagaría por eso, más con la mirada de reclamo de su novia . Esa prueba como las pócimas habían sido terribles bromas que a ella casi le cuestan la vida y al resto les hicieron pasar momentos complicados — pero lo bueno es que están a salvo y no les pasó nada... chicos, sáquense parte de la ropa,— reparó en la ropa de Victoria, que era como la de un hada, lo que hacía que no fuera muy gruesa, a diferencia de Daniel  — bueno, tú Dani que tienes más ropa, sácate que ese pelaje... deben sentirse pasados y si te los quedas, te enfriarás más rápido — le sonrió al Gryffindor, era el único amigo que tenía y no podía hablarle, eso era cruel — y esperemos a los profesores, ya deberían venir, ¿no? aunque creo que nosotros vamos a otro lado— los botes seguían moviéndose, por eso no era seguro intentar saltar de bote en bote, y era mejor, así no iría a abrazar a Daniel, ni él a ella, sólo quedaba ver a donde los llevarían los botes a pesar de que Dani y Victoria están aún mojados; habían hechizos para secarlos, pero ella no los sabía ejecutar y sin la varita, menos podría hacerlo, sus ojos fueron al agua. ¿era nueva esa sensación de pérdida?, no, al parecer no, pero era mucho más intensa que antes.  

-No te preocupes mucho he estado peor- bueno no se podría admitir si peor era una palabra, en un campamento de verano me habían obligado a nadar desnudo en el lago por una novatada pero  tampoco era necesario contarlo - supongo que con un buen chocolate caliente mejoró un poco y espero que Madame Pomfrey tenga algo contra el resfriado, sería malo asistir a clases con estornudos- trate de ser lo mas relajado posible, aunque lo que realidad quería era saltar a la otra barca y abrazarla.

-¿Disculpen si no hay nada más podrían llevarnos al muelle?-  les pregunte a las sirenas y al tritón.

Tras el encuentro los niños comenzaron a hablar entre ellos dando su perspectiva de la historia, algo que no era compartido por algunas de esas criaturas que vivían en las profundidades del lado, y las cuáles decidieron hablar, dirigiéndose en primer lugar hacia Sinclair.

- Las sirenas no han intentado ahogaros, lo hicieron las selkies..., nuestras diferencias físicas son más que notables... - indicó el tritón a la par que otra nueva sirena se acercaba hasta ellos, nadando parsimoniosamente.

- Ellos dos han pasado las pruebas de valor de manera gloriosa... - indica señalando a Daniel y Voctoria -... han peleado desde el agua y aún así se han preocupado el uno del otro, mostrando una gran habilidad para trabajar en equipo...

- Los míos han pagado el precio por venir a reunirse con sus compañeros, renunciando a su magia...., va a ser divertido ver cómo estudian en Hogwarts sin varita..., creo que le pediré a Hagrid que me cuente las novedades de sus avances... - responde el Tritón haciando referencia a Francis y a Ginevra -... pero han pasado con creces la prueba de valor, desde luego no se puede decir que sean cobardes... Las barcas se dirigirán ahora hacia el muelle, desde ahí tenéis dos opciones, o bien caminar por donde llegasteis al interior del castillo, o bien podéis continuar la jornada yendo por un camino guiado de piedras verdes hasta una puerta muy particular, la cuál sólo os dejará pasar si decís en voz alta un secreto que albergue el fondo de vuestro corazón... Cuidado, el secreto debe ser algo muy íntimo para que acceda a vuestro paso....

La sirena que había estado con Alen miraba al muchacho de manera seria. No le gustaba que los humanos se tomasen las libertades de elevarle la voz, más cuando las normas del juego habían estado claras en todo momento.

- ¿Silencio?.. ¿Tienes tú acaso el poder de mandarme callar?.... Hemos jugado con vosotros porque vosotros os atrevisteis a realizar la prueba de valor, disteis vuestro consentimiento al venir aquí y os sometisteis por voluntad propia.... - su tono de voz era suave pero duro -... ¿sabes cuántos segundos habrías durado sobre tu barca si llego a cantaros sin cesar?... estaríais ahora todos en el fondo del lago. No he usado magia, ningún sirénido lo ha hecho. Y jamás te he mentido..., dos de tus compañeras estuvieron bajo el agua..., una es ella... - señala a Sinclair -... y la otra no se encuentra aquí, es vuestra profesora, que por cierto sabe luchar con fiereza.... Yo te ofrecí mis encantos y decidiste disfrutarlos, no te obligué a besarme ni a chupar mis pezones...., eso solo fue voluntad tuya..., ¿te arrepientes?... Pues al menos ten el valor de reconocerlo, pues en eso consiste esta prueba, en valor. Y no somos nosotros quienes debemos marcharnos, este lago es nuestro hogar..., seréis vosotros quienes os marchéis, al menos hacedlo con la cabeza alta y aceptando las decisiones que habéis tomado.

Todas las sirenas se callaron al hablar aquella que parecía ser su señora. Tan solo rompió el silencio el tritón para suavizar el asunto y dar unas indicaciones finales.

- No esperéis a vuestros profesores...., ellos han decidido que sus pruebas de valor van por otra parte, al menos por ahora.... - sonríe levemente -.... recordad, en el embarcadero hay dos rutas, la que hace de regreso al castillo y la del camino con piedras verdes...., según la toméis ahí tendréis vuestro destino....

Y así fue como las barcas continuaron su mágica navegación hacia el embarcadero, llegando hasta el mismo puntos desde el cual zarparon. Los alumnos tendrían ahora que elegir si regresar al castillo y dejar aquella aventura o caminar por el camino de las piedras verdes que le llevarían hasta la puerta misteriosa, donde deberían contar un secreto que su corazón albergase.

- Así es, fueron selkies. Mis disculpas - dijo dirigiéndose al triton.

La niña siguió escuchando a la gente del agua y cuando hubieron terminado intervino de nuevo.

- Es cierto esto es una prueba de valor y hemos venido por que hemos querido... y con todas sus consecuencias...

El tritón les indicó que ahora debían elegir si seguir en la prueba o abandonarla. La niña se sentó en el bote de nuevo a esperar llegar al muelle, tiritando, su vestido estaba empapado, y su tez pálida debido al frío.

Deberían revelar un secreto íntimo para seguir en la prueba, Victoria pensó ¿Cuál era el suyo? Realmente en ese momento no lo sabía... Pero ¿Se atrevería a seguir o no?

La mujer escuchaba los comentarios de Melker con su característica sonrisa, y no era para menos, él bromeaba y siempre tenía algo que añadir a sus opiniones, desde luego era muy complicado aburrirse con él, sabiendo que motivaba mucho su naturaleza de darle una contra respuesta.

- No sé hacer fogatas, ni sé nada de malvaviscos..., pero para eso te tengo a ti..., para que me enseñes... ¿a que sí?.... - Le dice ella guiñándole un ojo en actitud juguetona, ¿se atrevería a llevarle la contraria? -....¿yo escribir un libro?.... Uhmmm..., déjame pensar..., podría tratarse de una profesora de pociones..., que vive aventuras mágicas con un compañero de trabajo..., digamos..., experto en defensa Contra las Artes Oscuras.... Ella estaría amenazada por magos tenebrosos..., y él, con su poderosa varita en mano intercede para que no la secuestren, acabando el hombre en manos de sus enemigos..., pero la profesora usa una poción de invisibilidad y consigue liberar al profesor, del cuál estaba completamente enamorada.... y él, tras verse salvado, decide casarse con ella y hacer que la magia entre ambos cobre sentido.... - ¿era sensación de Westerberg o ella estaba simulando su voz más dulce y sensual?... En cualquier caso la proximidad de la mujer había roto barreras, estando tan cercana como si de una pareja se tratasen -... ¿te gusta esta historia o prefieres una de selkies?....

La bonita docente escuchó la narración de Melker sobre lo sucedido el día en que salieron de excursión gran parte de la escuela, quedándose ella en el interior del castillo para poner sus pociones al día.

- Malfoy...., buen pájaro es ese mago... - indica Cyllene algo seria -...es un problema que se haya visto agraviado, es de los que tienden a quedar siempre el último de palabra o de acción, un tipo escurridizo y vengativo..., no dejará pasar la afrenta, tenlo por seguro... Ahora..., me sorprende que Scamander tuviera una cámara en su posesión justo para sacarle la imagen..., debisteis reír mucho... - ella se esfuerza en sonreír, pero el comentario le preocupaba, habían demasiadas acciones por parte de los magos tenebrosos y de los que formaban parte del ministerio y todos iban a por Dumbledore, si la cosa seguía así, podrían haber cambios que no les beneficiaran en absoluto -... ¿qué harías si destituyesen a Dumbledore?.... He escuchado que varios en el ministerio plantean la posibilidad... - preguntó de repente la mujer -... ¿continuarías con tu labor docente?....

La charla sobre las varitas para Cyllene era algo muy íntimo, pues formaba parte de la propia personalidad de la portadora. Sin embargo no temía en compartir aquella información con Melker, y le agradaba saber las características de su varita, teniendo claros aspectos que de otra manera, jamás hubiera deducido del varón.

- Valiente, luchador, nada conformista y por supuesto un alma libre.... - le mira analizando sus cualidades- .... casa con tu carácter, es una madera previsible y su núcleo tratándose de ti también... Sin duda está hecha para ti....- permanece algo pensativa -... Mi núcleo es de pelo de unicornio..., cuando la pusieron en mis manos fue amor a primera vista..., la sentí, supe de su poder y que encajábamos..., es como cuando te enamoras de alguien y no deseas que se vaya de tu lado... - Tras escuchar quien fue el fabricante de su varita añadió -... Eres muy bueno usándola..., no me extraña..., tienes el potencial, el instrumento adecuado y los conocimientos exactos para saber usarla... No me gustaría ser tu enemiga en una confrontación... Casi en los entrenamientos ya te temo.... - ríe con suavidad, y es que había aprendido el bello arte de impactar contra la pared. De hecho no lo había comentado, pero tomaba en ocasiones pociones de resistencia para sufrir menos daño ante cada golpe contra objetos contundentes.

Tras observar cómo el profesor elaboraba una fogata, aprendiendo la disposición de las piedras y los leños, la mujer le hizo una señal a Melker para que se sentara a su lado. Ella no perdió la oportunidad de recostar la cabeza contra su hombro mientras observaba el crepitar de las llamas, el cual les dotaba de calor casi instantáneo.

- No cambiaría absolutamente nada de este momento.... - toma la mano masculina entre las suyas. Fija su mirada verde en los ojos del varón y comienza a besarle con suavidad, pero esta vez, ella no iba a parar de hacerlo, tan solo quería perderse en la calidez del cuerpo masculino y sentir como hacía mucho tiempo, no hacía... Dejando en libertad, por fin, los sentimientos que él le provocaba.

-Oye espera ¿un momento como que le quitaste sus varitas a ambos?- eso era algo que no me esperaba, tal vez al tritón le molestará pero me parecía tan injusto y un precio tan caro - Te exijo que se las devuelvas o si no te  las verás conmigo-  apreté con fuerza los puños -  devuelve las varitas, es injusto que se las quiten debe haber otra manera otro precio- pregunté entre furioso y nervioso por la situación.

Victoria parecía estar de acuerdo, cierto todos vinimos aquí aceptando las consecuencias, pero en ningún momento se había dicho de sacrificar nuestras varitas, además que en todo caso no creo que los profesores se tomaran a bien eso.

-Te propongo un trato tritón soy de palabra devuelve las varitas de Gin y Francis y en su lugar te traeré tres varitas, las comprare y te las entregaré, es un buen trato para ti y no tienes por que hacerles sufrir a ellos- si tenía suerte en unas semanas podría comprar las tres varitas, incluso podría vender la poción multijugos que la profesora Foxier me había dado como premio con tal de reunir la cantidad para entregarlas, aunque era un trabajo duro. 

Se encontraba empapada, tiritando y molesta además de haberse sentido mal por equivocarse ante el triton a quien no les convenía enfadar por lo que solo cuando Daniel intervino, la niña se dio cuenta y verdaderam la acción de hacerles entregar las varitas a los chicos a Victoria le pareció bastante cruel y ellos las necesitaban para estudiar y seguir en la prueba con mayor seguridad.

- Espera Dani... Tranquilo... - le dijo al Gryffindor ya que el impulso de él no le pareció buena idea, estaba nervioso y debía tranquilizarse, Victoria se levantó y se puso junto a él para estar más cerca de la gente del agua - Disculpenos... - ahora se refería al triton a quien miraba con respeto - ¿Sería posible que nuestros compañeros recuperasen sus varitas? Como nos ha dicho, ya está prueba la han pasado.

Me limite a refunfuñar en mi sitio maldiciendo internamente a todo el universo, odiaba esta maldita prueba de valor.

- Ni siquiera se porque me gusto eso... se supone que solo los bebés lo hacen... -hablaba para mi mismo mientras me encogía en mi esquina de la barca, casi parecía que no me fijaba en lo que pasaba a mi alrededor

Inmóvil durante varios segundos hasta que empecé a quitarme parte del disfraz primero los guantes, luego los colmillos postizos, luego la capa la cual aprovechando que Victoria me daba la espalda hablando con el tritón se la puse sin decir palabra para luego volver a mi esquina.

Ignore los comentarios acerca de nuestro trato con los tritones ya lo habíamos hecho y dudaba que pudiéramos romperlo
-Bueno,creo que ya no podemos hacer nada- mire a Ginevra con una sonrisa esperando que se calmara un poco parecía estar nerviosa y quizás se sentía algo culpable.

-Yo quiero seguir haciendo la prueba,no sabemos qué nos espere ahora sin nuestras varitas pero al menos quiero divertirme esta noche ¿Qué opinas Gin?- me dirigí por primera vez a Ginevra con un apodo , quería continuar la prueba a toda costa pero aún me preguntaba si era buena idea ya que no sabía cuales de los otros vendría también, no quería estar cerca de Daniel y aunque estuviera negociando por recuperar nuestras varitas era obvio que solo lo hacía por Ginevra tampoco me molestaba eso pero no quería su ayuda.

-Un secreto de corazón me pregunto si tendré alguno,solo queda ver qué se me ocurre por ahora seguiré el camino que nos dijeron.

Ya pensando que nadie se enteraría de que habían perdido las varitas, el tritón cuenta lo que habían hecho y de paso, lo que había pasado con el resto, Ginevra se encogió todo lo que pudo, con las mejillas sonrojadas por la vergüenza que sentía ahora por no estar con la varita o que todos sintieran preocupación por ella, a lo menos Daniel, él que ahora quería recuperar las varitas, pagando tres varitas, pero sin comprender que el tema de esa prueba no eran las varitas en sí mismas, sino el hecho que ellos habían pagado con sus herramientas de magia para poder ayudarlos, ayudar a uno más bien. 

— Francis tiene razón — la chica puso su mano en el hombro de su compañero, el chico le preguntaba si deseaba pasar una buena jornada, la verdad es que luego de lo vivido, no sabia si todo eso podría mejorar — ya no importa, era parte de la prueba y creo que la pasamos, supongo que está bien, no hagas nada Dani, quizás nos puedan comprar varitas nuevas o usar alguna que nos presten — cuando Alen explica lo que le pasó o intenta razonarlo, pero termina poniendo la capa sobre los hombros de Victoria, ella miró a otro lado, otra vez esa sensación desagradable.

— insisto Alen, eso no debió haber pasado, eres un niño y... — suspiró y pasó su mano helada por su nuca — eh... vamos, sigamos con la prueba mejor — ahora miró a Francis y le sonrió, pasando por alto el hecho que ya no tendrían la supervisión de los profesores, y no interpretando aquella sonrisa, aunque de seguro los adultos deseaban ser adultos. 

Los botes llegaron a la orilla y ellos bajaron, Ginevra pisó suelo con algo de ayuda de sus compañeros y se quedó al lado de Francis, al que había sujetado de la mano al bajar, pero soltándolo rápidamente, para ponerse justo frente a ese camino, ¿un secreto del corazón?, ella ya sabía cual era, pero habían otros... ¿los demás los escucharían?.

— ¿vamos?— les preguntó a Daniel y a Francis, también la pregunta se la hizo extensiva a Alen, del si le preocupaba, deseaba poder cuanto antes hablar con el chico a solas, de hecho lo quedó mirando  y le volvió a sonreír como antes, en verdad parecía comprenderlo. Dicho esto comenzó a caminar por el camino de piedras verdes hasta la puerta misteriosa en la que revelaría su mayor secreto. 

A Melker le encantaba charlar con Cyllene y lanzarse mutuamente puyas. A parte de atracción física, Melker sentía mucha conexión con la Profesora Foxier y creía firmemente que podía tener un bonito futuro con ella. - Si es lo que quieres, te enseñaré a hacer fogatas. Dijo devolviéndole el guiño - Sería una buena historia, y estaría muy bien que la chica fuera quien salvara al chico para variar. Siempre podrías incluir un capítulo donde la valiente profesora se lanzó al agua, sin saber nadar, para salvar al torpe profesor de una estúpida muerte. Además, si Rita Skeeter es capaz de escribir y que la gente la lea, seguro que tú también conseguirías un buen público.

Ambos sabían que Malfoy no había dicho la última palabra, y que se vengaría por la humillación causada por la foto de Scamander. Melker había llegado al puesto avalado por Alastor Moody y con ganas de trabajar con Albus Dumbledore debido al respeto que le profesaba, y si este dejara de ejercer como Director no sabría muy bien que hacer - Todo depende de las circunstancias y de quién sustituyera a Dumbledore. Si él me pidiera que continuara, lo haría, y bueno, depende de tí Al decir eso se había expuesto mucho, pero ya era momento de ser valiente.

Después de encender la fogata, la Profesora Foxier le hizo una señal y Melker se sentó a su lado. Cyllene se le adelantó al comentar que no cambiaria nada, y después de eso ambos profesores se unieron en un apasionado beso que hizo que el tiempo se detuviera.

El tritón y las sirenas tras haber dado las indicaciones no tenían nada más que tratar con los niños. Ellos no lo entendían, pero el trato estaba hecho y tendría sus consecuencias. Aquellos seres no ansiaban  más varitas que las obtenidas y no se rebajaban a amenazas infantiles y carentes de sentido, pues estaba bien claro que si ellos quisieran dañar solo tendrían que volcar las barcas y dejar que su música hiciera el resto. No, ellas habían cumplido su parte y nadaron lejos de allí, pues otro objetivo tenían marcado.

Los alumnos se encontraban en el embarcadero y tan solo tenían que elegir el camino que tomarían, si el de vuelta al castillo o la ruta de las piedras verdes, teniendo en cuenta que la segunda opción, debían de decir públicamente un secreto que en su interior se encontrase, y si no era bueno, la puerta no les dejaría pasar.

Aquella isla parecía un lugar paradisíaco donde los profesores del colegio comenzaban a intimar y demostrar los sentimientos que uno tenía por el otro, y viceversa. Risas, comentarios, planes de futuro y sobre todo besos..., muchos besos comenzaron a regalarse en la oscuridad de la noche, envolviendo con magia la luz suave de la fogata que a ambos les calentaba, sin contar con el fuego interior que cada uno poseyera por dentro.

Fue entonces cuando una suave melodía surgió desde las mismas orillas del agua, envolviendo aquel canto el ambiente con una voz hermosa, sensual, infinitamente atrayente.

Es posible que aquel beso entre Cyllene y Melker fuera cortado si alguno de los dos tuviera la necesidad de ir a la orilla del lago para escuchar de cerca esa canción, o puede que la canción solo estuviera allí para animarles a continuar su beso y demostrar los sentimientos emergentes que entre ambos existían.

Estáis todos juntos menos los profesores....XD..., así que sí..., debes decirlo en voz alta...^^