Partida Rol por web

Esboce una débil sonrisa, ahora tocaba volver a guardar todos esos sentimiento que habían salido para que nadie mas se preocupara por mi y poder continuar sin que nadie mas se diera cuenta ya que no creía que se lo pudiera contar a nadie mas.

- Realmente necesitaba soltar esto, el simple hecho de decirlo en voz alta creo que me ha ayudado -con la mención de las pruebas mi sonrisa aumento- Si, desde luego que voy a ganar las pruebas pienso demostrar a todos que no soy un buscador cualquiera y que me merezco ese puesto. Voy a cambiarme -me di la vuelta y di un paso hacía los dormitorios pero me detuve con duda de si hacer algo, finalmente decidí que si por lo que me di media vuelta de nuevo para abrazar a Victoria- Muchas gracias, Vic creo que si tuviera que usar esa poción con alguien sería contigo -le susurre antes de irme a cambiar

A los pocos minutos aparecí vestido y preparado para las pruebas con la escoba en la mano derecha y una sonrisa mas grande que antes, la snitch aún seguía volando hasta que abrí la mano y la levante un poco que se paro en ella y la volví a guardar.

- Muchas gracias, Vic creo que si tuviera que usar esa poción con alguien sería contigo

Un extraño cosquilleo recorrió el estómago de Victoria mientras empezaba a ponerse roja como un tomate, no dijo nada y agachó levemente la cabeza esperando que el niño no se diera cuenta de su rubor. Y creía que así fue puesto que salio como una bala hacia su dormitorio a prepararse para las pruebas. Ella hizo lo propio también y cuando estuvo lista bajó. Él ya estaba allí con su snitch en la mano.

- ¡Vamos! - le dijo mientras se encaminaba hacia la puerta de la sala común. La emoción de las pruebas comenzaba a embargarla, ojala consiguieran entrar en el equipo.

Había estado todo el santo día esperando este momento, ya era muy tarde hacía rato que mis compañeros se había ido a dormir yo en cambio había hecho creer que dormía pero estaba despierto y aprovechando ese momento de privacidad me levante de la cama. Solo con la snitch y el pijama baje hasta la sala común para asegurarme de no despertar a nadie, no sabía muy bien que había pasado en aquel momento por lo que a falta de un mejor plan me volví a tocar en la frente con ella y después la mire a la luz de la luna. Esperando poder ver esas letras otra vez.

Las horas pasaron y no pudiste conciliar el sueño, esperando a que todos quedasen profundamente dormidos y así bajar a la sala común, sin temor a ser descubierto. Una vez allí, colocado cerca de la chimenea que siempre daba una temperatura óptima a la estancia y que nunca se consumía, decidiste probar suerte y ver si algo acontecía al apoyar la Snitch sobre tu frente.

En cuanto la apoyaste sobre tu frente, y la miraste fijamente, nuevamente empezaron a aparecer un especie de letras o símbolos que desconocían por completo, pero que claramente eras capaz de diferenciar entre sí. Los símbolos que se formaron, de izquierda a derecha, con un matiz brillante y rojizo fueron...

Tan absorto estabas en aquellos símbolos y lo que pudiesen significar, que a duras penas te dio tiempo a percatarte de que se escuchaban unos pasos ténues bajando de la escalera de las chicas. 

El día de la excursión al bosque prohibido había sido intensa y llena de emociones, que al llegar la noche sentiste que estabas muy agotada, por lo que no tardaste en acostarte para tratar de descansar. Sin embargo, por mucho que lo intentaste, estuviste dando vueltas y vueltas en la cama, rato y rato, sin lograr conciliar el sueño pese a que lo intentaste. Y para complicarse más aún las cosas, encima te habías quedado sin agua en la botella que solías tener por si acaso para beber, por lo que no tuviste otra opción que bajar a la sala común, a pesar de las altas horas de la madrugada que eran, para rellenarla de la fuente mágica natural que había en una de las paredes de la torre. Hacía frío en las escaleras, pero al menos sabías que en la sala común saciarla tu sed y además la temperatura sería acogedora.

Para tu sorpresa, al bajar el último tramo de la escalera, observaste al joven Ryder de pie cerca de la chimenea, pero allí no había nadie más con quién hablar. ¿Por qué estaba en pijama allí de pie, a esas altas horas de la madrugada? ¿Le habría ocurrido algo similar a lo tuyo?

Un día lleno de emociones, la excursión fue intensa con un final que a la niña le afectó demasiado, y la tarde de aventuras con Altair... aquello no tenía precio, estaba demasiado emocionada, y no conseguía dormir, vueltas y más vueltas, ya no sabía de que lado estaban las sabanas ni donde iba la almohada, se levantó y dio varios paseos por la habitación, ya no sabía que hacer, sus compañeras comenzaban a removerse en sus camas y no quería seguir molestándolas, cogió uno de sus libros preferidos y su botella de agua para rellenarla pues tanto nervio le había dado sed, y bajó a la sala común a rellenarla y leer un rato a ver si así le vencía el sueño, aunque tuviera que dormir en alguno de los sillones y al bajar el último tramo vio a Alen junto a la chimenea ¿qué hacía allí?. Frunció el ceño.

- Te pillé  - le susurró dándole un empujoncito con su dedo indice en el hombro. El niño dio un respingo y se giro, ella se tapó la boca con el libro intentando no despertar a media torre con su risa - ¿Qué haces aquí a estas horas? yo no podía dormir y bueno, pensaba leer un rato - se encogió de hombros. 

Observo los símbolos tratando de ver alguna clase de mensaje a través de ellos, a lo mejor mi padre los había puesto con la intención de que yo mismo lo descubriera en algún momento y descifrara el mensaje, mientras estaba en eso buscando significado a esa sarta de símbolos sentí un dedo frío en mi hombro y una voz me susurro a lo cual como era lógico reaccione dando un salto del susto y girándome de inmediato. Mi respiración se detuvo durante un segundo y escondí la snitch detrás mía hasta que reconocí el rostro de mi "asaltante" y respire aliviado.

- Victoria, por favor no me des esos sustos casi me sale el corazón por la boca -dude sobre si contarle o no lo que estaba haciendo debido a que ya le había contando muchas cosas sobre mi pero tras pensarlo y llegar a la conclusión de que eso solo afianzaría mas nuestra amistad hablé- Estaba investigando mi snitch... creo que hay un mensaje oculto en ella... de... mi padre.

Le mostré la snitch aunque ya no se podía ver lo que acababa de ver entonces una idea me se me ocurrió, una muy buena idea.

- Vaya, el mensaje ha desaparecido, déjame que te lo enseñe -y me puse a su espalda, la rodeé con los brazos y lleve la snitch hasta su frente para que luego al separarla pudiera ver de lo que estaba hablando

- ¿Estás incómoda? -había visto a los adultos hacer cosas parecidas y las chicas siempre parecían encantadas así que quería seguir por este camino para ver como reaccionaba

- ¿...qué...?

Él estaba cerca, muy cerca, y la abrazaba, pero no como cuando ella le había consolado el día anterior cuando le contó que su padre había muerto... No, no era lo mismo. Con una mano agarraba su cintura y con la otra le puso la snitch en la frente y entonces le susurró algo al oído y la niña se estremeció sin ni siquiera entender lo que él había dicho pues sus nervios y confusión no se lo permitieron, pues nunca se había visto en una situación similar. Inclinó su cabeza hacia el lugar donde había escuchado la voz de su amigo y entrecerró los ojos. Era ¿agradable? no sabía como podían sentirse tantas cosas en un solo momento, confusión, miedo y a la vez era tan... Victoria abrió mucho los ojos y se enderezó y el separó la snitch de su frente para dejarle ver unas runas que habían aparecido en ella, momento que ella tomó como una clara escapatoria a aquella, ahora si, incómoda situación.

- ¿Eso son runas? - cogió la pelotita alada entre sus manos y la observó interesada.

Al igual que le pasó anteriormente a Alen cuando presionó la Snitch contra su frente, durante unos tres segundos fueron visibles unos extraños símbolos que desconocían en su superficie, cuando el muchacho la presionó suavemente en la frente de Victoria. No teníais ni idea de qué podrían significar aquellos símbolos, pero a Victoria le parecía que quizá fuesen runas antiguas, por lo que era un buen punto para poder empezar a investigar en la biblioteca, o quizá preguntarle a algún profesor si les podía dejar algún libro sobre ello.

Alen tenía la intuición de que aquello era algo relevante, quizá un mensaje que su padre le había querido transmitir, aunque no se podía saber con total seguridad. ¿Quizá en la sala común de Ravenclaw, siendo la más dada al conocimiento, habría en alguna de las numerosas estanterías algún libro que les pudiese ser útil?

En cuanto ella cogió la snitch me separe de inmediato y fui de cabeza a una de las muchas librerías que había en la sala común.

- Si, y por suerte nosotros somos Ravenclaw por lo que podemos aprovechar nuestra propia sala común para buscar información sobre ellas, seguro que si buscamos bien -mientras hablaba iba mirando uno a uno los libros que tenían en la sala común con la esperanza de encontrar algo de utilidad- Si no descubro que pone dudo que pueda dormir bien esta noche -bromeé aunque tampoco estaba tan lejos de la realidad ya que no podría concentrarme bien durante el resto del día siguiente hasta que la descifrara por eso trataba de  encontrar un libro que me ayudara a traducirlo cuanto antes- Descubrí que ocurría eso durante la excursión y desde entonces estuve esperando el momento oportuno para investigarlas. Además esa snitch la tengo en mucho aprecio porque fue el último regalo de mi padre me la dio... la última vez que le vi -durante un momento detuve mis busqueda pero rápidamente la retome

Victoria pudo ver la emoción de Alen y su decisión al emprender la búsqueda y decidió unirse a él. Se acercó hacia la estantería donde su amigo estaba buscando y mientras con una mano sostenía la pequeña pelota con la otra iba deslizando su dedo por los tomos de los libros intentando encontrar alguno que les fuese de ayuda. Después de repasar barios estantes, encontró uno en cuyo tomo se podían ver unos caracteres parecidos a los que la snitch les había mostrado.

- Mira Alen, creo que este puede sernos de ayuda - Entregó la snitch a su propietario y sacó la varita - Lumos - susurró y la punta de la varita se iluminó dejándoles ver que efectivamente era un libro de runas antiguas.

Ambos pequeños eran muy inteligentes, como buenos Ravenclaw que eran, y tras estar buscando unos minutos por los estantes la infinidad de libros que allí habían, Victoria fue capaz de descubrir un libro antiguo en la que la portada venían dibujados simbolos similares a los vistos en la Snitch de Alen. El libro rezaba... Runas antiguas fáciles de Laurenzoo

Era una asignatura que podríais tomar como optativa en cursos posteriores y que parecía bastante compleja. No obstante, había una tabla justo en el glosario final que os pareció realmente útil para vuestro propósito. ¿Lograríais la respuesta que buscabais?

Entre los dos teníais una sinergia especial, y lo que no advertía uno lo advertia el otro, dándoos cuenta poco a poco de que en verdad las letras de la Snitch tenían un significado oculto. Por un lado puede que hubiese un mensaje oculto según el significado de cada runa, pero el dato fundamental lo encontrasteis al ver que cada runa podía corresponder a una letra en concreto. Cinco runas, cinco letras... ¿Cuál podría ser la clave para activar la Snitch dorada?

Una vez con el libro adecuado en manos de ambos y con una página que tal vez no servía para nuestro propósito hice que volvieran a aparecer las runas en la snitch para durante el tiempo que estuvieran memorizarlas, luego fui con el dedo marcando cada una de las runas... "f"... "u"... "e"... y me detuve, mire la chimenea que era la única fuente de luz de la sala.

- Fuego... Eso es fuego... tenemos que poner en contacto la snitch con fuego.

Saque mi varita, apunte a la snitch y esta se levanto unos milímetros de mi palma antes de volver a caer, entonces volví a guardar la varita.

- Vaya inconveniente... Confió en ti para que la saques Vic -tire la snitch a la chimenea

- Wingardium Leviosa - dijo mientras realizaba un elegante movimiento con su varita. La pelotita se alzó de la chimenea y Victoria la condujo hasta pararla ante ambos flotando ya que aún debía estar bastante caliente.

Los dos aprendices lograron descifrar el sentido de las runas que aparecían en la Sintch dorada e interpretar que la palabra que venía en ella era "fuego". ¿Significaba aquello que debían colocar la pelota alada en contacto con el fuego? Desde luego era una decisión arriesgada y que podía salir realmente mal ¿Soportaría Alen perder el último recuerdo que le había entregado su padre con vida, antes de que aquella fatídica noche perdiese la vida? ¿Que esperaba conseguir el muchacho realizando aquella acción?

El muchacho no se lo pensó dos veces, y acercándose a la chimenea, lanzó la Snitch en el interior. La pequeña esfera dorada empezó a cambiar de coloración a un rojo intenso, y dió la sensación de que iba a derretirse allí dentro, y los nervios empezaron a azotar a Alen ¿Y si se había equivocado? No parecía ocurrir nada y los segundos iban pasando uno tras otros, sin aparentes cambios salvo en rojizo color que había tomado la Snitch. Tras aguardar un tiempo prudencial, y vernque no ocurría nada, trató de recuperarla con un Wingardium, pero no tuvo éxito al realizar el hechizo, y fue su inestimable compañera la que la sacó para él. 

Aunque pareciese increíble de creer, aunque la esfera ahora era rojiza, al tomarla con sus manos, no estaba para nada caliente como hubiese sido lógico pensar, y de inmediato, una vez la Snitch reposó en las manos del joven, volvieron a aparecer las runas destelleando reiteradas veces hasta que en un momento dado, se quedaron fijas y la Snitch...se abrió.

En el interior habia un pequeño papel plegado múltiples veces y una pequeña moneda negra en la que había dibujada una serpiente enroscada en una cara y una calavera en la otra, ambas en relieve. ¿Que era aquello? 

Aunque trato de ocultarlo se me nota que estoy muy nervioso, confiaba en que mi suposición era correcta pero aún así siempre quedaba ese pensamiento de ¿y si no? del que era imposible desprenderse. Cada segundo que pasaba se me hacía eterno hasta que al fin Victoria la saco aunque al principio por lógica no la íbamos a agarrar debido al evidente calor que debía tener tras unos segundos decidí empezar a alargar la mano poco a poco hasta cogerla de la posición flotante en la que la había mantenido la chica.

Al principio en cuanto la roce retire la mano para no quemarme pero levante una ceja al darme cuenta de que no estaba caliente y esta vez si la agarre. Me sorprendió mucho la temperatura totalmente normal que tenía pero ahí no acabo la cosa, en un momento las runas parecieron volverse locas y no pude evitar pensar que habíamos jodido la snitch pero en lugar de eso se abrió. Lo primero que hice fue cruzar una mirada con Victoria de sorpresa y luego revisé la moneda nunca la había visto por lo que me extrañaba ya que era evidente que esto era de mi padre hacía mi, de todas formas seguro que todo estaba explicado en el papel que suponía sería una carta por lo que la cogí y empecé a desdoblarlo para leer.

Alen estaba realmente expectante, y los dedos de las manos le temblaban a medida que iba desplegando el pequeño pergamino, bajo la atenta mirada de su fiel compañera Victoria, quién iluminaba la nota con su varita para que ambos pudiesen leerla. La nota rezaba...

Querido Alen,

Si ahora mismo estás leyendo esta nota es porque yo ya no puedo estar ahí contigo, ya habré muerto. Se que estarás viviendo unos momentos muy duros, al igual que tu madre, y solo espero que seas capaz de perdonarme y recordarme por los buenos momentos que compartimos juntos. Se que ya eres todo un hombrecito y que cuidarás de mamá, ella va a necesitarte más que nunca, por lo que te pido que no seas como yo, y que le escribas con asiduidad desde Hogwarts. Sabes que ella no te lo va a recriminar si no lo haces, pero sé que eso le haría muy feliz. Rodeate de buenos amigos y no te frustres por querer lograr todo desde el principio,... las cosas que valen la pena siempre se hacen esperar, y estoy seguro que llegarás a convertirte en lo que desees, si logras tener paciencia.

Ahora quiero que me leas atentamente, y que sepas al menos la razón por la que he tomado esta dura decisión. Mi compañero de trabajo Kingsley Shacklebolt y yo, descubrimos recientemente el lugar donde se suelen reunir los seguidores más acérrimos de Quién no debe ser nombrado, quiénes aún actúan desde las sombras aunque haya caído, esperando su regreso, y el modo que tenían para poder entrar en aquella sede secreta. La moneda negra que hay junto a esta nota, es un artefacto mágico que le permite al portador cruzar las defensas mágicas que tienen distribuidas sin que suenen las alarmas, y es el único modo viable que hay para acceder al lugar, pues está densamente protegido. También hemos descubierto que el ministerio está totalmente corrupto, que tiene muchos espías infiltrados dentro, y que el actual Ministro de Magia, Cornelius Fudge, está fuertemente influenciado.

No tenemos en quién confiar salvo unas pocas personas, entre ellas el director Albus Dumbledore, quién sabe dónde está la sede de la que te hablo, y su fiel grupo, pero como no tenemos forma segura de poder vernos con él y confiarle esta información, sin que sospechen más de nuestros recientes descubrimientos y vengan a por nosotros, quiero pedirte un último favor, Alen... Entregale a Dumbledore la moneda negra y esta nota por mí, en persona, y él sabrá como actuar. Nosotros intentaremos internarnos en la sede para lograr recoger evidencias que demuestren nuestras palabras, y lograr que les inculpen. El porvenir del mundo mágico depende de nuestro proceder, y no puedo evadir mi responsabilidad aunque me cueste la vida.

Sabes que os quiero muchísimo y estoy seguro de que os irá bien, eres un chico fuerte. También debes saber que tu madre lleva insistiéndome en que te comprometas con una hermosa bruja de una importante familia, pero yo soy partidario de que te cases con quién realmente ames, y lo he ido postergando. Decidas lo que decidas, a mí me parecerá bien, solo quiero que seas feliz.

Con mucho cariño, Matthew Ryder.