Partida Rol por web

El profesor Rowle salió de la sala, dejándolas solas, sumergidas en sus pensamiento, estaba feliz de haber conseguido todo aquello, había sido una gran aventura y se emocionó solo de pensar en todas las que les quedaban por vivir. Miró a su amiga que en aquel momento le propuso algo.

- Si claro, deberíamos explorar los pasillos que llevan a los sitios más estratégicos, los que realmente nos interesen conocer, ¿no crees? ir nosotras primero, y, una vez los conozcamos, mostrárselo a las demás, sin necesidad de que vean el mapa - le guiñó un ojo.

Entonces decidido. Podemos ir a biblioteca cuando tengamos un momento y miraremos a ver qué otros pasadizos podemos explorar. ¿Te parece?

Esperé a ver qué decía Victoria, aunque estaba segura de que le gustaría la idea. Tampoco tenía sentido quedarnos allí las dos solas, cuando podíamos estar igualmente en la sala común.

- Así lo haremos, tan solo envíame una nota cuando quieras - le sonrió y las dos abandonaron la sala cerrando la puerta con llave detrás de ellas.

Victoria y yo encabezamos la marcha por Hogwarts y cuando llegamos a la puerta de la sala, yo saqué mi llave, y abrí, dejando que el resto del grupo disfrutase de ella.

Estaba igual que cuando la vimos por primera vez. Era una sala amplia y espaciosa, en la que habían múltiples columnas ornamentadas, y se podían distinguir tres zonas facilmente diferenciables. La primera daba el aspecto de sala de estudio, con varios pupitres y sillas que antaño se habrían usado en las clases pero que ahora estaban en desuso, un par de armarios y algunas estanterías con libros viejos y pergaminos antiguos. Una segunda zona con apariencia a sala común, con un par de sofás cómodos pero viejos, una chimenea actualmente apagada en la que habían troncos colocados en su interior, y una enorme alfombra antigua extendida recubriendo el lugar, que le daba un aire más acogedor al lugar pese a su antiguedad. Y finalmente, una tercera zona completamente vacía y apartada, en la que en un extremo, y recubierto con una tela negra de seda, había un enorme espejo con una letras que rezaban, "Espejo de Oesed".

En cuanto estuvimos dentro, cerré de nuevo la puerta y me giré hacia las demás.

-Bienvenidas a nuestra Sala súpersecreta. Una vez cerrada, es indetectable para cualquier otra persona -les dije a todas, aunque por supuesto, V. ya lo sabía -. Podemos usar la sala como queramos, salvo ese espejo. La única condición que hay para entrar en este club es no quitar la tela negra del espejo y no revelar a nadie la existencia de esta sala. Podemos guardar cualquier cosa que queramos aquí y nadie más que nosotras será capaz de encontrarla. Eso sí, solo Victoria y yo podemos entrar, así que si queréis venir, tendrá que ser con una de las dos.

Miré a todas las chicas con satisfacción.

¿Qué os parece?

Kayla siguió a Altair y Victoria por los pasillos de la escuela hasta llegar a la cuarta planta. Una vez se encontraron delante de una puerta Altair sacó una llave y la abrió dejando ante los ojos de las niñas una enorme sala, espaciosa y hermosa en ornamentación. La pelirroja queda con la boca abierta, alucinada por el descubrimiento.

Habían tres zonas que recorrió, primero con la mirada, luego con sus pasos... La parte de estudio, la parte para acomodarse y una parte misteriosa como apartada de las demás donde un espejo estaba apostado. Altair cerró la puerta y dio las indicaciones pertinentes, era un sitio secreto, y Kayla no tendría problemas con ello, no hablaría con nadie de ese espacio, ni siquiera con Artemis. Otra cosa muy curiosa es que no podía quitar la tela negra del espejo y por último, no era un espacio de libre acceso para todas, sino que Victoria y Altair serían las guardianas.

- El sitio es impresionante.... la verdad..., podríamos quedar a diario aquí para hacer los deberes..., seguro que mejoramos mucho las calificaciones si nos ayudamos entre nosotras.... - indica la pelirroja -... me parecen bien las condiciones, por mi parte os doy mi palabra de que jamás le contaré a nadie nada de esta sala, no tocaré la tela negra del espejo y respetaré que vosotras seáis quienes tengáis la llave... - promete la chiquilla sin poder evitar la duda -... ¿por qué el espejo debe estar tapado? ¿le pasa algo? ¿está roto?....

Al ver la sala Raven se queda observándola, era una sala realmente increíble, no podía creer como habían encontrado algo como eso, realmente se sorprende por lo que las chicas eran capaces de conseguir, habían descubierto un lugar como ese y no solo eso, sino que también tenían la forma de entrar, suspira profundamente, se notaba un poco deprimida porque ella a duras penas era capaz de seguir las clases mientras que las demás parecían hacer muchas cosas.

Sin embargo, no dice nada, eran pensamientos que era mejor guardarse dentro. Cuando terminan de dar las instrucciones se queda un poco sorprendida, eran unas instrucciones muy estrictas, no entrar sin una de las dos, no mover a tela del espejo, no decírselo a nadie. Raven asiente y no dice nada, en lugar de ello escucha a Kayla, lo de quedar a diario no terminaba de verlo precisamente porque necesitaban a Victoria y Altair para entrar y a lo mejor algún día no podrían, sin embargo, no dijo nada, se quedo observando y esperando la respuesta sobre el espejo.

- Podemos quedar siempre que queráis, solo tenéis que decírnoslo a una de las dos y vendremos. Pero tened en cuenta, que si quedamos todos los días y nadie sabe dónde vamos, podrían empezar a hacer preguntas, y no debemos revelar nada. Sobre el espejo… - mira de reojo a Altair, - es la condición que nos han puesto para que podamos usar la sala, es un objeto… especial, el colegio ha decidido guardarlo aquí, consideran que es el mejor lugar, así que, tenemos una gran responsabilidad con esto chicas, TODAS, somos sus custodias en cierto modo, confían en nosotras – sonríe orgullosa a las chicas - ¿Alguna pregunta más? ¿Qué queréis hacer? Como ha dicho Altair, habíamos pensado hacer “excursiones” para investigar el castillo y pasarlo bien, Hogwarts es un lugar muy interesante y extenso, pero también podemos practicar hechizos, estudiar, mejorar en clases, a mi no me vendría nada mal mejorar en pociones jaja, o simplemente podemos sentarnos y charlar junto al fuego, pasar un buen rato entre amigas. Cualquier cosa. – Se notaba que la ravenclaw estaba muy emocionada por el hecho de tener un grupo de amigas, algo que nunca había tenido antes.

Entre otras cosas, una de las cosas más interesantes siempre había sido poder explorar el castillo, así que propuse eso como actividad. Sabía que debía mirarlo con Victoria, pero también que podía ser divertido.

Escuchad, esas son las condiciones que nos han pedido y no creo que sean tan duras. Además, me parece que lo importante es que disponemos de un sitio para nosotras, para retirarnos, estudiar, guardar cosas, practicar hechizos... yo tengo muchas ganas de practicar hechizos y pociones, por ejemplo. Pero también queremos explorar el castillo desde aquí. Victoria y yo vamos a mirar algunos sitios en donde podría haber pasadizos secretos y si os parece, los exploraremos juntas. Esperamos encontrar también uno que nos lleve fuera del Castillo y eso... estaría genial, ¿verdad?

La pelirroja seguía observando el lugar fascinada mientras Victoria y Altair indicaban claramente las reglas del lugar. Obviamente aquel club estaba marcado por dos jefas y luego las subordinadas, no era una situación de igualdad donde todas pudieran sentirse libres de estar allí y hacer sentir el sitio suyo. Aquel lugar era el sitio de Victoria y Altair que tenían el beneplácito de prestárselo a las demás... Sin embargo Kayla no quería decir nada al respecto, en el fondo necesitaba encontrar más gente con la que relacionarse, últimamente y a pesar de Artemis, sentía que estaba bastante sola.

- Bueno, en realidad confían en vosotras dos..., no en nosotras... - no se pudo callar -.... no preciso o exijo que se me de una llave, pero entended que no puedo ser custodia de algo que no sé qué es, y si quiero guardar algo valioso para mi, no voy a hacerlo en un lugar donde una vez salga, dependa de vosotras para recuperarlo... Pero no os preocupéis..., no voy a tocar el espejo ni romper las normas, pero al menos en confianza sí manifestaros mi sentir..., este sitio es y siempre será vuestro, no mío... Quizás si os ponéis en mi situación podréis entenderme....

Quizás la comprendieran o puede que no, pero al menos había hablado con el corazón, algo que normalmente solía reservarse para los demás.

- Yo por mi parte estoy deseando encontrar una posible salida para Hogsmeade, Artemis y yo queríamos buscar formas de salir del castillo, pero tras lo del pantano portátil no tiene mucho tiempo para salir de paseo... - indica ella algo pensativa -...y también me gustaría practicar hechizos..., soy bastante mala con la varita.... - en realidad estaba en la media, pero por algún extraño motivo no tenía seguridad en sí misma, era como si dudase de sus capacidades a cada instante.

Victoria escuchó la exposición de Kayla y pensó que tenía razón, en ningún momento les habían prohibido rebelar qué era el espejo, solo que no lo usaran y sentía que ellas necesitaban una explicación para sentirse más seguras y partícipes de todo aquello.

- Altair creo que Kayla tiene razón, ellas también tienen que saber, para comprenderlo, si vamos a ser un grupo, debemos estar unidas y creo que tienen derecho a saber.

Miró a las chicas y comenzó a explicarles.

- Ese espejo - dijo señalándolo, - no es un espejo cualquiera, es el Espejo de Oesed, un objeto mágico muy poderoso, muestra a quien se refleja en él sus más ansiados anhelos y deseos por lo que puede ser muy peligroso como imagináis, es por esto que nos han pedido que no retiremos la tela negra, - de todas formas Victoria pensaba que si alguna tenía mucho interés en mirarse en el espejo, siempre podría pedirle permiso al director- no pueden guardarlo en otro sitio y sí Kayla, han confiado en nosotras dos pero también nos han permitido traer aquí a quien consideremos que pueda seguir estas normas, esperamos que esto sea así por eso lo hemos compartido con vosotras, así que, de una forma u otra, confían en todas. 

Escucha las propuestas de buscar pasadizos hacia las afueras del castillo y asiente, es lo que quería escuchar. Estaba deseosa de descubrir más y más lugares de allí...

Aunque estuve a un lado en silencio escuchando a todo el mundo en cuanto nombraron al espejo que estaba tapado, mi atención fue a ella la verdad es que ni me había fijado ni tampoco me interesaba hasta que nombraron que era lo que hacía. Mi mirada fue directa hacia Victoria y lo primero que salió por mi boca fue:

- ¿Puede mostrar lo que más deseamos? Incluso... ¿si eso no lo conocemos nosotros mismos? - dije acercándome a Victoria y mirándola muy seriamente, aquello podría ser la solución a todos los enigmas que tenía en ese entonces.- ¿Con quien tengo que pedir permiso para mirar en el espejo...?¿Con Dumbledore? - pregunto ansiosa por saber la respuesta. 

En cuanto me doy cuenta de que estaba resultando demasiado agobiante, retrocedí unos pasos y me disculpé en voz alta. Caminé hacia el espejo y rocé la tela que lo envolvía, solo tirar de aquella tela resolvería toda mis dudas pero probablemente una gran culpa también me encubriría ya que aquellas dos chicas estaban confiando en nosotras para cuidarlo. 

- Yo respetaré las normas y les ayudaré en lo que necesiten...- si con ello las podía ayudar a ellas y también al motivo por el que estaba allí, no me importaba pagar el precio que fuera necesario...