Partida Rol por web

Si había algo que podía abstraer de cualquier pensamiento al profesor Rowle, era dedicarse en cuerpo y alma a su pasión por la herbología. Nadie podía negar que el fin de semana anterior había sido para olvidar, y que las muertes acaecidas no le dolían al viejo docente. El profesor Ashworth había sido su compañero desde hacía bastante y le tenía en alta estima, pero la muerte de la pequeña Tabby Smith, de quién se había hecho cargo desde que llegasen al bosque prohibido, aún pesaba mucho en la conciencia del docente. ¿Cómo era posible que unos dragones hubiesen llegado, recorriendo millas y millas, justo hasta Hogwarts? ¿Por qué había inspirado a los pequeños a recoger aquellas plantas, sin tener en cuenta de que al ser meros aprendices, podrían haber ido en dirección al linde del bosque prohibido?

Harold trató de no torturarse más por aquellos fatídicos acontecimientos, y muy de mañana salió a recoger las plantas que verían en la clase que tenía planificada. También había planeado una pequeña excursión para recoger más ingredientes con los alumnos, y hacerles olvidar la mala experiencia vivida de algunos de ellos. La naturaleza daba muchísimo más de lo que quitaba, y su propósito era hacerles ver que un mal suceso no tenía porqué condicionar lo gratificante que era vivir experimentar el medio natural, con todo lo que aquello implicaba, toda una flora y fauna mágica por descubrir en su máxima expresión.

Después de varias horas que pasaron como un soplo del viento, Harold comprobó que se aproximaba la hora de la clase, y que los alumnos que estarian desayunando en el gran comedor, pronto se acercarían al invernadero 2. Entró en clase con premura, y fue depositando con sumo cuidado las plantas recolectadas en las bancadas, realizando varias anotaciones en unos pergaminos que dejó justo al lado de cada una. También tuvo tiempo a retirar alguna ramita dañada, alguna hoja seca, y dejarlas en perfecto estado para cuando empezase la clase.

- Muy buenos días, pequeños. Adelante, id tomando asiento alrededor de las bancadas como soléis hacer. Comentó alegremente cuando los primeros de ellos entraron al lugar, en el mismo instante que acababa de revisar la última de las plantas. ¿Qué tal estáis? Espero que todos bien, la verdad. Os tengo preparadas varias cosas...

Entonces apreció que los grupos ya no eran los de antaño, mezcla de alumnos de todas las casas, si no que solo estaban presentes los Gryffindor y Slytherin. No era un cambio que le gustase, pero eran algunas de las modificaciones que les habían obligado a tomar desde el ministerio si pretendían seguir las clases como hasta ahora. Mientras solo fuese eso, Harold no tenía inconveniente.

- Bueno, os voy a informar de que haremos hoy ¿Os parece? Enunció mientras los veía sacar los útiles necesarios de su asignatura, la guía de herbología, y el caldero y demás para la confección de esencias. La clase de hoy promete ser alucinante... Y sonrió al ver las caras de desconcierto de algunos de los aprendices. Alucinante en varios sentidos de la palabra, hoy veremos el siguiente de los grupos en que se dividen las plantas según sus propiedades y usos, las "plantas alucinógenas". Primero os daré unas breves nociones de teoría, experimentaremos con las diez plantas que hay sobre las mesas y las determinaremos, y cerraremos haciendo una esencia de una de ellas en concreto. ¿De cuál de las diez? Os diré el nombre, pero no de cuál de ellas se trata, jaja. Eso será parte de vuestro trabajo... Desde luego, al profesor Rowle siempre le encantaban los retos, formaba parte de su forma de ser, y entendía que era una de las formas en las que más se aprendía. Se trata de la Atropa Belladona, que podría afirmar sin miedo a equivocarme, que es una de las plantas más útiles en el mundo de la magia, dado que gracias a ella somos capaces de diluir cualquier tipo de esencia, cosa que la hace importantísima. Y bueno, una vez hayamos terminado todo eso, os voy a llevar de excursión por el campo a recolectar algunos ingredientes curiosos, que solo esta semana es posible recolectar, ya entenderéis por qué.

Apreció que algunos alumnos se mostraban algo extrañados...¿Cómo iban a hacer tantas cosas con el tiempo que disponían? Dar teoría, experimentar y determinar las plantas completando los pergaminos que tenían sobre la mesa, realizar una esencia....¿E ir de excursión? La respuesta llegó al instante.

- Está semana no habrá clase de Historia de la Magia... El profesor Flamel quedó herido en el suceso de la semana anterior tratando de proteger a algunos de los alumnos, y pese a evolucionar perfectamente, aún no se encontraba en condiciones de dar la clase. Me instó a aprovechar su hora para hacer algo distinto en mi clase y pensé... ¿Por qué no llevaros a explorar los terrenos de Hogwarts, recolectar ingredientes y aprender en el proceso? Solo confío en que os divirtáis, y en verdad os digo, que los aurores aseguraron la zona en varias millas a la redonda, y esta misma mañana he ido personalmente a la zona a la que iremos. Espero que me deis vuestro voto de confianza, aunque claro está, si alguno no desea ir, no hay obligación, esto último será opcional. Les matizó para que tuviesen claras las cosas.

Entonces carraspeó un par de veces, y dió inicio a la lección.

- Como ya recordaréis, y si no os convendrá repasar, las plantas alucinógenas son todas aquellas plantas, hierbas, arbustos u hongos que debido a sus propiedades alucinógenas conocidas en el mundo mágico, causan alteraciones profundas en la percepción de la realidad de un mago o bruja. En otras palabras, sus partes o las esencias que somos capaces de elaborar a partir de sus compuestos, logran alterar los sentidos, la percepción del entorno. ¿De qué nos sirve esto? Algunos ya empezasteis a obtener respuestas con la clase de pociones de ayer con la profesora Foxier. Quién tomó la poción que realizasteis en clase, pudo comprobar que era capaz de percibir los olores muchísimo mejor que habitualmente. sonrió divertido para terminar matizando. Los ingredientes clave fueron los polvos de pulpo y la raíz de regaliz, uno potenciando las cualidades y el otro aportando los principios activos. Creo que ya sabéis que no solo de las plantas se obtienen propiedades alucinógenas, también de criaturas mágicas, pero las diez plantas que veremos en el día de hoy son muy representativas, y nos servirán. Tambien quiero dejar constancia de que desde antaño, los ancestros han usado estas plantas por sus propiedades, logrando alcanzar estados de conexión y vínculos mágicos que no hay que tomar a la ligera, aunque parezcan cosas paranormales. Estas plantas a menudo se emplean en adivinación, rituales de clarividencia y otros usos místicos. La percepción es una parte de vital importancia en todo mago o bruja que quiera progresar, no lo olvidéis. Y con aquello estaba por dar por concluida la explicación, cuando recordó un detalle importante. Es importante mencionar que deberéis manipular las plantas con sumo cuidado, y que aunque algunas sepáis que podrían llegar a ser letales en altas dosis, siempre y cuando solo apreciéis sus características, no tiene por qué ocurrir nada grave. Comúnmente, la planta más letal del mundo, puede ser la más beneficiosa si se emplea correctamente... Con esto quiero motivaros a que no temáis en colocar alguna hoja o fruto en la boca, mientras no os la comáis no tenéis por qué estar en peligro... Y por oler o tocar estas plantas, salvo que seáis alérgicos como lo es Ártemis a la calabaza, no tenéis por qué correr ningún riesgo. ¿Todo claro? Pues podéis empezar...

Cuando los aprendices comenzaron, sonrió divertido y susurró.

- Le daré diez puntos a su casa al que descubra que no encaja en la tabla, os he dejado adrede algo que no es estrictamente correcto ¿Alguien se anima a responder? Otra curiosidad, que no es la que pregunto que no encaja, es que todos los principios activos son alcaloides salvo uno ¿Quién logrará responder correctamente?

Entré en herbología algo inquieta todavía por todas las novedades que había a mi alrededor. La escuela parecía estar de nuevo en marcha, pero no me podía quitar de la cabeza el quidditch (por qué me habría metido en eso). No tenía bastante con todo mi estudio que había decidido buscarme una actividad más.

Nota mental: tengo que visitar a Chloe y escribirle una carta a mamá.

El caso es que entré en herbología como siempre, con la intención de hacerlo lo mejor posible, pero algo distraída, debía reconocerlo.

Al ver al profesor Rowle, me di cuenta de que su semblante, habitualmente relajado, parecía estar tenso. Seguramente, la muerte de los alumnos le habría afectado, tanto o más incluso que a ellos. Echaba de menos a algunos alumnos, pero me sentía bien con los que solía estar, con Raven, Kayla o Gin, así que me senté, confiada en que sería una buena clase, y empecé a sacar las cosas.

- Bueno, os voy a informar de que haremos hoy ¿Os parece? La clase de hoy promete ser alucinante... Alucinante en varios sentidos de la palabra, hoy veremos el siguiente de los grupos en que se dividen las plantas según sus propiedades y usos, las "plantas alucinógenas". Primero os daré unas breves nociones de teoría, experimentaremos con las diez plantas que hay sobre las mesas y las determinaremos, y cerraremos haciendo una esencia de una de ellas en concreto. ¿De cuál de las diez? Os diré el nombre, pero no de cuál de ellas se trata, jaja. Eso será parte de vuestro trabajo... 

Sonreí. Descubrir lo oculto iba siendo una de las características del profesor Rowle. Poco a poco, iba conociendo mejor su estilo, que por otra parte, siempre era interesante.

Se trata de la Atropa Belladona, que podría afirmar sin miedo a equivocarme, que es una de las plantas más útiles en el mundo de la magia, dado que gracias a ella somos capaces de diluir cualquier tipo de esencia, cosa que la hace importantísima. Y bueno, una vez hayamos terminado todo eso, os voy a llevar de excursión por el campo a recolectar algunos ingredientes curiosos, que solo esta semana es posible recolectar, ya entenderéis por qué.

Me giré hacia Kayla.

-Se nota que es de herbología. Está todo el día por ahí en los jardines o en el campo -le dije, sonriendo.

El profesor nos explicó que la clase de historia de la magia la aprovecharíamos para dar nuestro paseo, así que todo estaba bien. Serían dos horas de herbología, lo cual no estaba nada mal.

Acto seguido, pasó a dar las explicaciones e indicaciones, y nos dio una pequeña lista que debíamos completar. Me aseguré de tenerlo todo y empecé a trabajar, aunque todavía quedaba una sorpresa más...

- Le daré diez puntos a su casa al que descubra que no encaja en la tabla, os he dejado adrede algo que no es estrictamente correcto ¿Alguien se anima a responder? Otra curiosidad, que no es la que pregunto que no encaja, es que todos los principios activos son alcaloides salvo uno ¿Quién logrará responder correctamente?

Cogí la tabla corriendo y empecé a mirarla por todos lados. ¿Qué sería lo que no encajaba en ella... ?

Mientras iba buscando la información y mirando las plantas, murmuraba lo que encontraba. Para empezar, la efedra era una Gimnosperma. Además, Brugmansia era el nombre de un género, no de una especie nada más.

Cuando tuve la tabla hecha, me acerqué al profesor.

-Profesor, he encontrado varios errores en la tabla, o al menos, inconsis-inconsistencias -logré decir -. El término que no es exactamente correcto es el de la Brugmansia, dado que es un género, no una especie. La especie tipo sería la Brugmansia candida. Tampoco entraría la Myristica, que engloba a numerosas especies.

El principio activo que no es un alucinógeno es la Miristicina, que en realidad es una sustancia que en pequeñas dosis no es tóxica, que puede usarse como insecticida y bactericida, y que solo en grandes dosis es psicoactiva, y que también pertenecería a un género, e incluso a varios, como el eneldo o el perejil, y no a una especie en concreto. Tampoco lo serían los alcaloides del Yagé, puesto que en realidad lo que hacen es inhibir la expresión de otra sustancia que impide la expresión de los alucinógenos de otra planta, por lo que en sí mismos, no tienen efectos alucinógenos.

Pero el que es claramente diferente es la nuciferina, que en realidad no es un alucinógeno, sino un sedante.

A continuación, coloqué cada planta con su nombre concreto:

Loto azul

Árbol de la nuez moscada

Cornezuelo

Yagé

Trompetas de Ángel

Jurema

Belladona

Efedra

Salvia

Estramonio

Finalmente, me puse a preparar la poción. Poco a poco fui destilando los componentes de la belladona hasta obtener el resultado que quería. Lo coloqué en un frasquito y fui a enseñárselo al profesor Rowle.

-Esto.. profesor, ya he terminado. Aquí tengo la esencia -le dije, enseñándosela. Había sido demasiado rápida, pero es que hacer las pociones era algo que se me daba bastante bien, y las plantas me resultaron sencillas de identificar, aunque cometí el error de acercarme mucho una de ellas a la cara para verla y llevaba un rato rascándome.

Los peligros de la herbología, pensé.

-Profesor, tiene algo para que se me pase el picor -le dije, señalándome el punto de la mejilla en donde me había tocado la planta. -. En todas las clases me pasa algo, no sé por qué.

Plantas:

1 Banisteriopsis Caapi – Ayahuasca

2 Nutmeg Essential Oil (Myristica fragans)

3 Belladonna

4 Nymphaea Caerulea Blue Lotus

5 Claviceps purpurea

6 Brugmansia arborea (trompeta del angel blanco)

7 Hoja de la pastora (Salvia divinorum)

8 Datura stramonium

9 Mimosa Pudica

10 Ephedra

11 Banisteriopsis caapi

Se coloca las gafas y los guantes nada más decir el profesor que son plantas alucinógenas, ¿Drogas? Aquello era raro, ¿Por qué se permitía introducir drogas en el colegio? 

Thad no pretendía drogarse y por otra parte no quería ni ayuda ni que le ayudaran así que empieza a ojear sus libros y de los que disponga el aula. Tengo que hacer mi mejor esfuerzo. encuentro en los libros esta información:

Por fin cuando hubo acabado espero hasta el final de la clase a ver si se le ocurría algo más que poner en la tabla.

Kayla había llegado temprano a su clase, como era habitual, pero lo no común era encontrarle tan seria. Le había dolido mucho la determinación de Melker de mandarle al despacho de la subdirectora sin ni siquiera preguntarle por los hechos que acontecieron y había tomado la decisión de no ir a su despacho después de que el docente le dijera claramente que debía hacerlo. Estaba jugando con fuego y lo sabía, ahora quizás se ganara un castigo, pero con razón más que justificada, y lo peor de todo es que no le importaba y quizás eso fuera lo más preocupante.

Sentada en su asiento observó las flores y comenzó a escuchar las informaciones del docente sobre lo que tenían que hacer. Lo más interesante era que las plantas que iban a trabajar eran alucinógenas, casi estaba deseando meterle un lametón a una de ellas para desconectar de su mierda de existencia. Suspendida en pociones, jodida en DCAO y con una sensación de ser una inútil sustancial. Kayla necesitaba encontrar su sitio, se notaba perdida y era un sentimiento que no deseaba compartir con nadie. Sus padres tenían elevadas expectativas en la muchacha y no daba la talla, la única persona que parecía comprenderla era su abuela Andrómeda, y sus dos amigos, Altair y Artemis.

El profesor explicó que no habría durante la semana clase de historia de la magia, y eso le dio mucho ánimo a la pelirroja, al menos ya tenía algo menos que suspender aquella semana. Bien por Flamel, bueno era que se recuperase. Kayla tenía claro que prefería ir de excursión que volver a abrir un libro.

La pelirroja escuchó las indicaciones de su profesor y suspiró con pesar, no iba a notar el poder alucinógeno de la planta por chuparla, tendría que ingerirla y ganas le estaban entrando cuando miró el enorme volumen de herbología.

- Bien comencemos... - dice la niña y abre el libro para comenzar las clasificaciones y búsqueda de información, teniendo bastante claro lo que tenía delante por una vez en su vida, clasificando sin dificultad las especies que el profesor les presentaba.

- Profesor..., en la tabla encuentro dos posibles errores..., la Brugmansia y la Miristica..., ambos nombres corresponden a géneros, no son especies vegetales... ¿no?... - estaba segura de que faltaba el segundo nombre científico, pero ¿y si era ella quien se equivocaba?...., optó por la prudencia de decirlo educadamente, Rowle al menos era un buen docente, no como el indeseable de Melker -... y sobre la miristiricina..., no aprece tóxica aunque en altas dosis puede ser una sustancia psicoactiva...., además de insectivida.... - indica la Slytherin tras leer sus datos recogidos en los apuntes -... y sobre la nuciferina...., tiene poderes sedantes..., potencia incluso la morfina analgésica porque interfiere en el bloqueo de las dopaminas, un neurotransmisor que activa la parte motora del organismo y al bloquearse pues da sueño.... - dice la niña leyendo las informaciones del libro.

Intento hacer la esencia de Belladona que luego puede usarse se supone en la Poción Embellecedora, no se para qué alguien puede querer ese tipo de poción, bueno quizás si. ¡Pero puaj! No entiendo porque algunos quieren besar a las chicas, con el asco que da eso...

El look de Thad con guantes, mascarilla y gafas protectoras que despeinaban el pelo hacia arriba del chico, podía recordar a algunos la visión de un químico loco.

En fin, parece que estoy haciendo bien la esencia pero será mejor pedir al profesor que la examine antes de poder usarla, Profesor Rowle, si es tan amable, ¿Podría decirme si está bien la esencia de la belladona? Espero la respuesta del profesor mientras ojeo los libros por última vez y los devuelvo a sus estanterías usando Wingardium Leviosa.

Como en todas mis clases trate de llegar corriendo para no perderme nada y aprovechar el tiempo, afortunadamente durante el desayuno habían llegado mis peticiones del callejón Diagon, una alegría porque el día anterior había perdido mi capa y parte de mi ropa por una de las criaturillas de la profesora de pociones.

Pero el día de hoy era diferente, las cosas que me llagaron las guarde rápidamente y las lleve al ropero que se me había asignado, más tarde las organizaría con la suficiente paciencia, pero ahora debía dirigirme al invernadero 2 donde el profesor Rowle nos esperaba.

En una rápida carrera llegue al invernadero, creo que correr por el colegio ya se estaba volviendo algo habitual, así que llegue tomando algo de aire pero justo a tiempo, lo bueno es que había guardado un bizcocho de chocolate para comer en la clase.

Lo primero que hice fue tomar mi asiento y escuchar al profesor Rowle, como siempre su clase era interesante, especialmente porque hablaríamos sobre un tipo de planta especial, los alucinógenos, mamá siempre había dicho que el suero de la verdad se puede fabricar con este tipo de plantas y que los muggles y nomagi habían inventado una variante no tan efectiva como las pociones mágicas.

También sabía que cuando ella quería saber la verdad lo usaba a menudo, como aquella vez que rompí el jarrón y quise culpar al gato,  y termine confesando como gorrioncito aunque quería mentirle, estoy seguro que ese zumo de calabaza tendría algo de eso, o cuando papá le confesaba que había cancelado la cita por ver un partido Ducks, supongo que mamá da miedo.

La otra noticia es que luego lo acompañaríamos a los lindes del bosque, era emocionante y a la vez de miedo, la semana pasada muchas cosas habían ocurrido cerca del bosque, pero los  aurores del ministerio habían estado ahí, mamá ya no era auror, pero  ella siempre había confiado en sus compañeros, así que si el profesor Rowle decía que era seguro debía serlo.

Quería contestar las preguntas así que tome mi libro, me puse a buscar información, observe las plantas y copie el cuadro que había colocado el profesor Rowle en uno de los pergaminos y me prepare para el trabajo.

-Cuente conmigo para la actividad del bosque- exprese al profesor mientras terminaba de copiar el cuadro.

Raven caminaba despacio hacia la clase de herbologia, realmente no sabía muy bien que hacer o sentirse, por un lado aun tenia reciente el incidente del bosque, pero también tenía presente que ese mismo profesor fue uno de los que les protegieron, por lo que caminaba pensativa. Cuando llega toma asiento en el primer sitio que encuentra, como siempre solía hacer se coloca en un lugar en donde no haya nadie más bajo que ella detrás para evitar taparle la visión y deja sus cosas en la mesa.

Diligentemente escucha las explicaciones del profesor mientras este explicaba la lección, tomando apuntes y mirándole a los ojos cuando explicaba y asintiendo, mostrando interés por sus palabras. Cuando este termina observa lo que tienen que hacer con detenimiento, comienza a mirar las plantas y manipularlas, tras un rato sin distinguir nada decide ir a los libros, primero se acerca al profesor:

Descule profesor, ¿podemos usar los libros del aula además del nuestro de herbologia?

Si se lo permiten usa esos libros, sino se centra solo en el propio de herbolaria, tras un rato mirando las plantas y los libros cree que ha identificado algo y con cuidado y procurando escribir con buena letra coloca la información que ha ido averiguando. Una vez hecho esto con cuidado y tranquilidad empieza a preparar la pocion, colocando los objetos en orden en la mesa y colocandolos poco a poco con cuidado. Cuando termina se acerca al profesor y dice:

Profesor... creo que he terminado... ¿podria decirme como lo he hecho?

La clase de herbología, no podía negar que le producía sentimientos encontrados la clase y el profesor, pues aun creía que era responsable de la muerte de Tabby y que todos hubieran presenciado el horror de la muerte, además de casi también caer víctimas del ataque de los dragones, por otro lado, sabía que el profesor no había buscado algo así, sin embargo, pudo haber sido más precavido. Lo cierto es que no ocultaba esos sentimientos en la forma en que observa al profesor que pretendía hacer  como si lo que había pasado el jueves pasado no hubiera existido, de hecho, esperaba alguna disculpa de su parte, algún comentario, incluso que se tuviera un minuto de silencio por la muerte de Tabby, pero no hubo nada, él estaba haciendo su clase como si fuera lo más normal del mundo, como si nada hubiera pasado. Eso enojó aún más a Ginevra y sus mejillas rojas como tomates lo demostraron. 

Guardó un contenido silencio, mientras el hombre hablaba de las plantas y sus propiedades, la verdad es que no escuchó mucho, pues su atención estaba perdida en lo que pensaba y sentía por Rowle, hubiera esperado que se le acercara, incluso en privado, a preguntar cómo estaba. ¡los había puesto en peligro después de todo!. Mascaba bilis, pero cuando dejó de hablar, la chica pudo al fin intentar centrase en la clase y buscar en su propio libro parte de la información que le estaban pidiendo. Tardaría un poco, mientras llenaba la tabla, sentir que la competencia que se estaba armado por esos 10 puntos la motivó a ser más rápida. (+1 a las tiradas).

Al terminar, miró al profesor, se molestó de nuevo con él, pero quería esos puntos, así que fue donde él y le mostró el pergamino, en silencio, mirándolo en todo momento con aquellos felinos ojos verdes. 

El profesor sonrió al ver la gran concentración y toda la dedicación que le estaban ofreciendo los jóvenes aprendices a rellenar lo más completo posible el pergamino. Viendo que algunas preguntas se arremolinaban, trató de ir respondiéndolas por turnos a medida que se formularon.

- Así es, he dejado el pergamino incompleto y abierta la posibilidad de que lo rellenéis como creáis más oportuno. Efectivamente, algunos géneros de plantas abarcan muchas especies distintas que comparten en común el tener propiedades alucinógenas, por lo que si simplemente me habéis indicado en algunos casos el género, como podrían ser Brugmansia, Myristica o Ephedra, daré las respuestas por válidas. Intentó explicarles al ver algunos rostros confusos. Solo como curiosidad, os indicaré que en las soluciones que tenía previstas... La especie más representativa de cada uno de estos tres géneros podría considerarse como Brugmansia candida, Myristica fragans y Ephedra distachya, pero repito, no voy a bajaros la nota por eso, en caso de que hayáis mencionado otra especie. Brugmansia arbórea también es muy común, puede que más que la que os he nombrado, pero la que tenemos en la bancada es Brugmansia candida, que tiene menor tamaño que está última.

- En cuanto a los diez puntos que tenía pensado ofrecer por cada pregunta, en esta ocasión se los llevarán la joven Ginevra Carrow y Altair Edevane. La primera por descubrir que efectivamente la "Catinga" no es lo mismo que la "Cotinga", un ave de bella coloración azul, que si os fijáis bien, podréis ver en aquel árbol frondoso del fondo del invernadero... Enunció señalando un arbol exótico en uno de los laterales. y también por advertir con acierto, que de entre las plantas problema del día de hoy, efectivamente, Claviceps purpúrea, o comúnmente llamado "Cornezuelo o Ergot", es un hongo parásito que afecta principalmente a gran variedad de cereales y hierbas, como en este caso el centeno, pero que técnicamente no es una planta en sí, aunque la englobemos en el grupo según la definición general. 

- La segunda de las preguntas sabía que traería mayor controversia, pero eso iba a haceros buscar e indagar más sobre el asunto, y eso es bueno para aprender. De los principios activos, el que no es un alcaloide por definición es la Salvinorina-A, dado que su estructura molecular es diterpénica. A diferencia de los alucinógenos restantes, no es un alcaloide, es decir, su molécula no contiene nitrógeno y de hecho se dice que es el primer agonista opioide no nitrogenado de origen natural. comentó tratando de aclarar las dudas y prosiguió su explicación. La nuciferina si es un alcaloide por definición, aunque como bien apuntáis algunos se utilice como sedante habitualmente, y la miristicina es un fenilpropano, un alcaloide tóxico presente en la nuez moscada que puede causar alucinaciones, y que es usado también como insecticida. Pero como puede haber tantos matices y discrepancias sobre el asunto, voy a otorgarle diez puntos a Altair por ser la primera en aportar tanta información al respecto.

Y tras haber ofrecido los puntos correspondientes, fue recogiendo los trabajos, valorando las esencias de Belladona elaborada y permitiendo que se preparasen, mientras recogía al otro grupo. En breves saldrían de excursión.

Empezaste a hacer el trabajo de herbología completando los huecos del pergamino faltantes y todo parecía ir sobre la seda. Estabas contento porque para suerte tuya, habías obtenido el libro a tiempo desde Hogsmade, aunque la nota en el envío indicaba...

Estimado joven Anderson:

Sentimos comunicarle que no disponíamos en stock de la última editorial del libro que nos solicitó, " 1000 hierbas mágicas y hongos" de Phyllida Spore. Hasta que no recibamos los nuevos volúmenes la semana que viene, le hemos proporcionado este libro para que pueda afrontar las clases. Se trata de una edición antigua de la cuál no conocemos quién fue su dueño, pero que esperamos le sirve mientras tanto. 

Rogamos disculpe las molestias.

Pese a ser un libro antiguo, pudiste comprobar que la información reflejada en él era exacta a la de tus compañeros y nada parecía indicarte que fueses a tener ningún problema, puede que quizás incluso tuviese más anotaciones al pie de página que podrían serte útiles, aunque no para el trabajo que estaba realizando en cuestión, si no en otros apartados.

Sin embargo, al rato apreciaste que algunas palabras empezaban a desaparecer por arte de magia, algunas frases se daban la vuelta y se leían al revés, en ocasiones la letra empezaba a hacerse muy muy pequeña y tenías que acercarte para ver qué ponía, y en otras aumentaban de tamaño de forma considerable, haciendo que tuviese que separar mucho el libro para saber qué decía. Jurarias que hasta en algunas ocasiones te cambió palabras para que las pusieras mal, y para colmo, a veces apareció una especie de carita sonriente, como si se tratase de un emoticono de los mensajes de texto en los pc y teléfonos muggles, que hacía burla de todo lo que te estaba ocurriendo. ¿Qué demonios pasaba?

-Jo, y ahora este libro me está jugando una broma- susurré mientras hacia el trabajo de verdad, alguien lo debía haber encantado aunque no se supiera con que propósito, quizás para hacer pasar un mal rato al dueño, hablaría con el profesor Rowle después de terminar el trabajo, a pesar de que fue mucho más complicado de lo normal porque tenía que esperar que el travieso libro quisiera dejarme leer me dispuse a ponerme manos a la obra.

Cuando por fin termine el trabajo a pesar de los contratiempo me acerque al Profesor Rowle y le entregue el pergamino con todas las anotaciones.

-Perdón la demora, es que mi libro ha decido jugarme muchas bromas- le explique al profesor mientras le entregaba el libro para que el lo verificará - incluso me ha sacado la lengua- le dije como defensa, no es que el libro no me agradará pero no me gustaba faltar a mis trabajos.

Kayla había intentado hacer la esencia de Belladona, pero estaba visto que las pociones no eran lo suyo, a ella se le daba mejor usar la varita. Así que la muchacha frustrada decidió completar su otra parte del trabajo, la de las imágenes:

Aunque al principio te abrumaste al ver tanta planta desconocida para tí, no tardaste en ir buscando datos con calma en la guía de herbología. En ella venía información muy precisa y la verdad es que en el poco tiempo que llevabas en Hogwarts, habías empezado a acostumbrarte a saber buscar la información de forma eficiente.

Cuando le preguntaste si podías usar libros del aula, con mucho afecto y bondad, el profesor sacó un par de libros viejos de un cajón de su mesa de trabajo y te los tendió sin reservas. Simplemente te comentó...

- Por supuesto, aquí tienes pequeña. Solo ten cuidado al usarlos, que son ediciones descatalogadas y les tengo aprecio. Y te sonrió con una sonrisa cálida.

Tras aquello siguió atendiendo al resto de alumnos, y ya cuando te pusiste a confeccionar la esencia, se acercó hasta tu posición y observó tu forma de proceder. Entonces te explicó.

- Lo has hecho francamente bien, la verdad. No es una esencia de Belladona perfecta, pero te servirá para diluir cualquier veneno o esencia que tengas a bien confeccionar más adelante. ¡Gran trabajo! Solo para animarte a mejorar, considero que deberías haber aguardado un par de minutos más hirviendo las hojas de Belladona para sacar bien sus principios activos, antes de llevarla a destilar, pero sigo pensando que para ti edad, está muy conseguido. ¡Objetivo superado con creces!

Y tras levantar el pulgar, continuó observando el trabajo del resto de aprendices.