Partida Rol por web

-Y... ¿quién he sido yo?, preguntó Ayla con miedo a la respuesta.

-Tú has sido Ayla, simplemente. Desde que naciste, hasta el presente. Tu destino te pertenece, y no estás atada ni condenada por nada ni por nadie.

-Siento acosarte con tanta pregunta y siento si te duele evocar aquél momento pero necesito saber, ¿por qué nunca me contaste nada si también me afecta a mí?

Todo lo preguntaba Ayla mientras seguía llorando.

-No te conté nada de todo esto porque realmente no te afectaban a ti. Siento que hayas sufrido dolor por culpa de Hilde Sikelion. Esa carga nunca fue tuya para llevar, pero el destino y las fuerzas que rigen el mundo a veces nos traen cosas inesperadas.

-¿De verdad eres mi hermano...?, preguntó.

-Sí, siempre que tú me consideres como tal. Yo nunca he dejado de considerarte una hermana, a pesar de ...

Se calló, dejando la frase sin terminar. Se notaba una enorme tristeza en sus ojos.

-Perdóname por esa pregunta, se disculpó Ayla. -Pero es que estoy tan confundida, me están pasando muchas cosas últimamente y ya no se que pensar, no puedo hablar de esto con nadie y me está comiendo por dentro. Te necesito en este momento, necesitaba verte, escuchar tu voz, oir tus sabias palabras y de tu consejo, como cuando era una niña.

-Para eso estoy aquí, en el Refugio. Soy tu guardián, tu Guía. Y te protegeré siempre, hasta donde alcancen mis fuerzas. Cada vez me necesitarás menos, ya que tu poder ha crecido. Poco queda de aquella niña a la que enseñé en el Bosque. Y me siento orgulloso de lo que has conseguido, de la persona en la que te has convertido. Y también preocupado. Cada momento, cada instante, cada decisión en tu vida ... Te han llevado más cerca de la verdad, de la sabiduría, del conocimiento, del poder. De la misma manera que debo avisarte, aconsejarte, cuidarte...

-De la misma manera debo dejar que avances, que te aventures, que rompas las puertas. Porque está en tu naturaleza, forma parte de tu ser. No es tu destino, es tu elección. Y tienes la libertad de hacerlo y el poder de llevarlo a cabo. Aunque detrás de los secretos y de los silencios sólo encontrarás dolor y sufrimiento.

-¡Ay! hermano he visto tantas cosas, he visto tanta muerte tanto dolor. ¿Cuál es mi destino? ¿Para qué estoy yo aquí…? ¿Por qué no recuerdo quién era y por qué me asaltan pensamientos y características de los Noldor, como éste símbolo, pues ¿no soy yo un Elfa del Bosque? ¿Por qué eres Sindar y yo Elfa del Bosque?

Ayla hizo una pausa para tragar saliva, secarse un poco las lágrimas mientras esperaba que él le dijera algo.

Se quedó en silencio escuchando las preguntas. Después habló:

-No eres ni sinda ni noldo ni elfa del bosque... Eres una semielfa, tu madre fue una elfa del bosque y tu padre biológico un humano. El que debería haber sido tu padre era un sinda, como yo... Pero a veces suceden cosas que ni siquiera los sabios habían podido prever. Y el destino elige otro camino, el círculo se queda sin cerrar, la obra sin terminar, la vida sin nacer, la injusticia sin remediar...

Cuando su hermano acabó de hablar, Ayla se quedó un segundo en silencio y le miró, tratando de organizar su mente y continuó:

-Pero Kaldor, me estás diciendo que éste sítio es "real", ¿entonces por qué no puedo desplegar todo mi poder?

-Este sitio es real, pero no se rige por las mismas leyes que el mundo que conoces. De la misma manera que los espíritus seres de otro mundo que se proyectan en el que tú consideras real, tú te proyectas desde fuera hacia este mundo. Por eso tu presencia está limitada. No perteneces a este mundo, o sólo una pequeña parte de ti.

-No es la primera vez que entro y me he encontrado con bastantes problemas, la verdad y me he topado con seres que podrían haber acabado conmigo...

-Sí, pero no se trata de encuentros casuales. Pocas cosas pasan desapercibidas aquí, y este mundo está organizado por seres muy poderosos y malignos. Hay que andar con mucho cuidado.

-Además ¿puedo traer a alguien conmigo a este mundo? Por cierto, ¿a qué te refieres con que hay cosas que ni los sabios pueden prever, soy yo una de esas cosas?

-Además ¿puedo traer a alguien conmigo a este mundo?

-Ni siquiera tú puedes entrar y salir a voluntad. Para traer a alguien tienen que darse una serie de circunstancias, y no creo que deberías arriesgar la vida de otros de forma innecesaria.

-Por cierto, ¿a qué te refieres con que hay cosas que ni los sabios pueden prever, soy yo una de esas cosas?

-Sí, lo eres. Tu nacimiento, tu llegar a ser… Fue algo inesperado, y cambió los planes de mucha gente. Pero de eso tú no tienes la culpa, y espero no haberte hecho sentir eso nunca.

-¿A qué te referías con el destino? ¿No se supone que sólo los hombres tienen destino? Aunque claro, como tú has dicho, no soy elfa, soy medio-elfa... Hermano, ¿qué era Zelene...?

-¿A qué te referías con el destino, no se supone que sólo los hombres tienen destino?

-Todos tenemos un destino, una razón de ser. O lo buscamos. Los elfos formamos parte del círculo del mundo, y somos menos libres de elegir nuestro camino, ya que nuestras almas forman parte de un todo, de la canción. Sin embargo, las almas de los hombres, y sus destinos, se escapan de nuestra comprensión. Tú naciste con el don de poder elegir tu camino.

-Hermano, ¿qué era Zelene...?

-Esa pregunta no te la puedo contestar, el dolor de su recuerdo me supera. Lo siento, dijo Kaldor lamentándose.

Ayla siguió con las preguntas...

-¿Por qué me duele a mí en el mismo sitio en el que hirieron a ella? Si no me hirieron a mí... Dices que todo lo del sueño, el pueblo la gente, todo es real, todo ello unido a que Hilde Sikelion es consciente, ¿puede estar intentando transmitirme algo? ¿Comunicarme algo?

-Tal vez haya llegado a mí por algo y no por fruto del azar, así lo creo yo.

-El dolor es porque te identificas con ella. Hay una parte de ti que siente una conexión con su alma, a pesar de que no sois la misma persona.

-Dices que todo lo del sueño, el pueblo la gente, todo es real, todo ello unido a que Hilde Sikelion es consciente, ¿puede estar intentando transmitirme algo? ¿Comunicarme algo?

-No se sabe si el anillo o tu alma o ambos crearon el recuerdo en tu mente. Tampoco importa. Hay sucesos que marcan el destino de mucha gente, entre ellos tú y yo. Aquello fue uno de esos sucesos.

-Tal vez haya llegado a mí por algo y no por fruto del azar, así lo creo yo.

-Hay muchas fuerzas que actúan en el mundo, y no tengo ninguna duda de que seas tú la persona que más se merece portar el anillo en estos tiempos que corren, aunque no te pertenezca.