Partida Rol por web

Sil Auressë

[8.1.] Sudúri (Ayla)

Cargando editor
11/02/2017, 21:16
Ayla

-Alderic, a donde me llevan mis pasos ahora, no me puedes seguir. Has unido tu camino al mío, y te has puesto a prueba midiéndote con una criatura legendaria... Pero ahora te necesito con los enanos, debes guiarlos a Sil Auresse, para que cuanto antes se pongan a armar al ejército. En cuanto a mi... Llegaré en un tiempo, no te preocupes. He de reunirme con el Rey Lanaigh, y después iré con Muryelle a hablar con Finduilas. Llévate el caballo, sola me muevo mejor sin él, y además os puede ser de ayuda para cargar con las cosas de los enanos. 

El caballo era de carga, y había formado parte del disfraz. -Llevarás una carta lacrada que presentarás al Senescal, cuéntales lo aquí ocurrido. Se pondrán bastante nerviosos al no verme contigo, pero deberás tranquilizarlos, el camino de un mago no es fácil y a partir de aquí no se te está permitido seguirme, pero pronto volveremos a caminar juntos Alderic.

Ayla redactó la carta y le puso el sello lacrado con el anillo. Y la parte del acuerdo alcanzado, la redactó por escrito para que los enanos tuvieran una copia como habían pedido, y otra copia que era para Curudae.

Cargando editor
11/02/2017, 21:22
Director

Ayla recordaba la despedida apresurada de Curudae y Khôradur. Sobraban las palabras. Su partida era inevitable tarde o temprano. Siempre iban a quedar cosas por hacer, tareas pendientes en la gran obra que era Sil Auressë. Pero ellos también entendían que la vida de Ayla no era cotidiana. Que sus responsabilidades eran diversas. Que iba a necesitar a menudo alejarse de Sil Auressë. Las cosas iban a seguir su curso en Sil Auressë en su ausencia. Había hecho todo lo posible en el tiempo que había podido estar. E iba a volver. Mientras tanto creía haberlo dejado en buenas manos.

Cargando editor
11/02/2017, 21:22
Ayla

En Suduri                            

Señor Senescal de Sil Auresse y Lugarteniente de Sil Auresse:

Estimados amigos, hace ya un tiempo que partimos de Sil Auresse Aeldric y yo en búsqueda de la Dama Finduilas. Aeldric os pondrá al corriente de los acontecimientos.

Nos hemos debido de separar, por dos motivos. Ahora iré al encuentro de la Dama, pero antes he de reunirme con el Rey de la región por motivos varios. A partir de aquí no puede seguirme. La segunda razón es para acompañar a una simpática pero bienaventurada comitiva. Los Valar apoyan Sil Auresse, Aulé nos ha enviado a sus hijos en tiempos de necesidad. Necesitábamos equipar a nuestro ejército y en Suduri nuestro camino se ha cruzado con el de unos maestros  herreros enanos, que buscaban un sitio donde desarrollar su arte y fracasaron en su intento de establecerse en Tharbad ante la codicia y el caos del orden que ahora allí impera. He alcanzado con ellos un acuerdo para que se establezcan en Sil Auresse y equipen a nuestro ejército solucionando así uno de los grandes problemas para el que no veíamos una cercana solución.

 Actualmente quedaba alguna licencia libre por vender para el mercado. Luego está el lado de las contribuciones. Lo que se ha acordado es lo siguiente, se establecerán en Sil Auresse, tendán un puesto en el mercado, y un espacio para su forja, la forja la pondrán nuestros amigos enanos. Por todo ello, no pagarán nada, pero el valor equivalente se canjeará por armas y armaduras para el ejército. En relación a los impuestos del primer año, tampoco los pagarán y su valor se cambiará por armas y armaduras para el ejército. Si el valor de lo que correspondiera pagar por los impuestos fuera superior a las necesidades de equipar el ejército durante este primer año, la diferencia no se les exigirá por su servicio, pero a partir del año se les aplicará las mismas condiciones que al resto del pueblo. Cuando se consuma todo el crédito, si Sil Auresse quiere mas armas, se les pagará como es debido.

Como veis no nos van a reportar ingresos directos, pero primero, nos van a equipar al ejército. Las condiciones las pactaréis con ellos el Lugarteniente Khoradur y Vos, en relación a la prioridad del equipo a forjar así como los precios para compensarlos con el crédito que generen. En segundo lugar, nos reportarán ingresos indirectos al nutrir al mercado de nuevos objetos que hasta la fecha carecíamos, como son los trabajos de forja, lo que atraerá otros posibles comerciantes y a su vez serán nuevos ingresos para Sil Auresse. Y en tercer lugar, no nos van a suponer coste directo adicional  alguno el que se establezcan en nuestras tierras.

Sus nombres son Skor, Ginbald,  Khizag y Kranz, acompañados de su primo Nurg que es el guerrero que los escolta. Vienen de las lejanas  Colinas del Hierro. Skor es un coracero, Ginbald es el armero, Khizag es experto en fundiciones y Kranz ha preferido mantener sus habilidades ocultas… A la fecha van traen material de herrería y muchos barriles llenos de licor. Cuando lleguen supongo que estarán vacíos. Los Taberneros se pondrán contentos, debeis avisarles para que se aprovisionen concienzudamente para tener atendidos a nuestros amigos enanos, aunque no sé si habrá bebida suficiente en la región. Nurg es un gran guerrero, que hable con Khoradur, aunque posiblemente en cuanto vea que su primo y sus amigos se han establecido decida partir de vuelta a su hogar.

Hasta aquí queda dicho todo.

Sikil Kaluva Tielyanna.

Que los Valar guíen tu camino, y que la luz lo ilumine.

Dama Aylarien de Sil Auresse

Cargando editor
11/02/2017, 22:22
[SA-en] Nurg

Tras un largo silencio en el que Nurg parecía meditar su destino y el inesperado cambio de rumbo, le miró a Alderic y preguntó: -¿Cuántos días de viaje necesitaremos para llegar?

Cargando editor
11/02/2017, 22:24
Aeldric

-Creo que un par de semanas por terreno difícil y con las mulas cargadas, le contestó Aeldric. -Un territorio repleto de huargos y orcos, así que trata de recuperar tus armas, creo que las necesitarás, sentenció el elfo guerrero mientras terminaba de colocar su espada y descansaba la mano en el pomo.

Cargando editor
11/02/2017, 22:25
[SA-en] Nurg
Sólo para el director

Antes de partir, Nurg se despidió en privado del Viejo Grend, un cazador que había acompañado a los enanos desde Calenardhon pero quien prefería mantenerse en un segundo plano.

-No tengo ningún poder sobre mi destino. Pero ten seguro que en mi mente sólo mora la necesidad de aprender y mejorar mis habilidades. Le miró seriamente: -espero que cuando nos veamos la gloria nos ilumine a ambos. Y si no es la gloria en vida, que al menos lo sea en la muerte.

Cargando editor
11/02/2017, 22:27
[Sd] El Viejo Grend
Sólo para el director

Se le quedó mirando un largo rato al enano. Luego bajó la rodilla al suelo para dirigirse a Nurg con respeta y un halo de tristeza. -La gloria nos espera. Pensaba que ya había perdido mi oportunidad de alcanzarla, pero aún puede que haya tiempo. No sé si la gozaremos en esta vida, pero una muerta gloriosa también hará perdurar nuestros nombres. Nos hemos encontrado en puntos distintos de nuestra particular travesía, amigo Nurg. ¡Qué tu dios y tus antepasados te den la fuerza que necesites para alcanzar la gloria que anhelas!

 Con la misma seriedad que le había mostrado Nurg, el veterano cazador le ofrecía la mano derecha y con la mano izquierda le tocó el hombro. -Buena caza, le susurró al oído.

Cargando editor
11/02/2017, 22:29
[Sd] Aeldric

-Así que nuestros caminos se separan de nuevo. ¡Qué los dioses te acompañen Ayla, vayas donde vayas! Llevaremos tu mensaje a Sil Auresse.

Cargando editor
11/02/2017, 22:30
Director

Era la hora de una nueva despedida para Ayla, y en la otra orilla espera Muryelle para acompañarle al encuentro de Lanaigh. La elfa se subió en una barcaza que le iba a llevar a la orilla contraria mientras meditaba sobre el hallazgo de este grupo de enanos. Un giro inesperado del destino, que podía significar mucho para Sil Auresse. Un destino que le llevaba inexorable hacia un punto que podía ser el final. Ya no había posibilidad de volver atrás. Las ruedas estaban en movimiento, el tiempo fluía como el río hacia el mar.

De reojo Ayla vio a un hombre corpulento pescando de espaldas a ella. Algo en ese anciano le resultaba reconfortante. Los detalles de su silueta se perdían en la bruma matinal, pero daba la sensación que él estaba feliz, en paz. Seguía pescando, como cualquier otra mañana. No entendía de destinos, de monstruos de algas, de guerras. Las estaciones pasaban, luego los años. Las edades. El destino que nos dominaba…

Ayla se perdía en sus reflexiones y cuando levantó la vista hacia atrás vio como aquel pescador ya no estaba. Miró el pueblo de los hombres de las barcazas y creía verle entre algunos pueblerinos, acercándose a los enanos. Pero luego perdió de vista el pueblo.

Cargando editor
11/02/2017, 22:36
[DC] Muryelle

Ayla llegó hasta la orilla, junto a los huesos del monstruo de las algas. Muryelle le estaba esperando según lo acordado, con su ropa de viaje y una bonita espada enfundada. -El autoproclamado Rey de Saralainn Lanaigh ha acampado a pocas horas de aquí, tenemos que darnos prisa. De camino te cuento lo que sé de él.

Cargando editor
11/02/2017, 22:37
Ayla

-Yo ya estoy lista, pongámonos en marcha y cuéntame todo lo que sepas...

Cargando editor
11/02/2017, 22:38
[DC] Muryelle

-En marcha pues. Te recomiendo que no montes en tu caballo aún, es mejor viajar a pie por esta zona tan pantanosa. Yo no tengo caballo de todos modos. Sígueme.

Tomaron rumbo oeste-sudoeste, y dejaron atrás la ciudad de Sudúri.

Cargando editor
13/06/2018, 23:38
Director

Notas de juego

Sale de la escena: Ayla

Sigue en: 8.2. El Rey Lanaigh (Ayla)