Partida Rol por web

Sil Auressë

[8.5.] Faradrim Aran

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14/03/2017, 22:56
Ayla

Ayla tomó nota mental de la ubicación del bosque. -¿Qué bosque es ese? Desconozco cuales son las criaturas que lo moran. Bien me agradaría demorarme en él, pero será mejor coger el camino del norte y buscar un vado más sencillo para llegar hasta nuestro destino. Así nos despediremos momentáneamente de Muryelle, cuando lleguemos al Vado de Sarn. Nuestro último destino está al otro lado de aquel bosque Muryelle, y es allí donde deberás traer a tu dama...

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14/03/2017, 22:57
[DC] Muryelle

-No conozco aquel bosque, comentó Muryelle, -pero debe ser muy antiguo. Podría ser un resto del antiguo bosque que cubría gran parte de Cardolan, según cuentan las leyendas. No sé qué pudo pasar en aquella edad para que el paisaje cambiara tanto, o si realmente la leyenda es cierta.

Muryelle se quedó con la ubicación del lugar para poder llevar a Finduilas hasta Sil Auressë llegado el momento.

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14/03/2017, 22:58
Director

Siguieron el viaje hacia Iach Sarn. El buen tiempo les acompañaba y tras una media jornada de viaje sin incidencias, pudieron ver el Camino Rojo y el vado. El río Baranduin presentaba un aspecto ancho y marrón, con abundante vegetación en sus orillas. En este lado, había bastantes edificios abandonados o en ruinas – los restos de un pueblo más grande. La mayoría de la gente que aún vivían en la aldea del Vado de Sarn parecían haberse establecido en la otra orilla.

A unos cien metros del vado, al otro lado de su posición, se vio una torre de granito encima de una pequeña colina. Una bandera de Arthedain y la presencia de soldados con uniformes negros portando el símbolo de las Siete Estrellas dejaban poco lugar a dudas acerca de quién controlaba ese paso tan importante. Ayla recordó haber conocido al Príncipe Minastir en el Concilio de Metraith, aunque se mantuvo en un segundo plano. Le recordaba como un hombre activo y orgulloso, con mentalidad militar. Y tenía en muy alta estima a Thelran.

Muryelle se despidió de Ayla y Denelloth con la promesa de encontrarse en breve de nuevo con ellos.

Notas de juego

[55-45-31-97]

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14/03/2017, 23:01
Denelloth

Denelloth le entregó una carta sellada a Muryelle para que la hiciera llegar a las tropas arthedainii. Se quedó mirando la bandera alzada en lo alto de la torre, y colocó su puño derecho encima del corazón. Luego respiró hondo, y le dijo: -Ayla, aún nos queda camino por delante.

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14/03/2017, 23:04
Director

Viajaron por el Camino Rojo dirección a Metraith, pero una vez pasado la colina doblaron a la derecha, hacia el sur.

Cuando ya estaban en el camino que recorrían las caravanas de Sil Auressë, les sorprendió una tormenta inesperada y muy intensa. Buscaron refugio en las rocas de la colina, esperando que pasara para seguir el viaje.

Notas de juego

[17-3;]

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14/03/2017, 23:05
Denelloth

Mientras Ayla se acomodaba con la manta, Denelloth observaba unas huellas antes de que éstas fueran borradas por la lluvia. -Hay una manada de lobos que considera este territorio como suyo. No es especialmente numeroso, pero son grandes. Han estado por aquí no hace más de seis horas, y se dirigían hacia lo alto de la meseta, dijo mientras su vista se perdía por el alto de la colina. -Dudo que nos molesten ahora, pero debemos tenerlos en cuenta. Cuando les falte la comida allí arriba, pueden causar problemas.

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14/03/2017, 23:07
Ayla

-Podremos hacer guardias. Pese a que si encendemos un fuego a la entrada de la cueva, dudo que se acercaran lobos normales, por estas tierras hasta hace poco campaban los ejércitos del Señor de la Guerra. Si bien, este es territorio seguro y los exploradores hacen batidas contínuas, puede ser que se hayan colado, aunque no creo que sean huargos de las huestes del Señor de la Guerra, no obstante están cerca del camino y habrá que tener en cuenta sus movimientos en un futuro. Intentaremos no existir por esta noche, y mañana al alba partiremos a Sil Auressë. Yo haré la primera guardia, descansa Denelloth, mañana nos espera un duro día...

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14/03/2017, 23:08
Denelloth

-Vale, haremos guardias, le dijo Denelloth mientras se acomodaba con la espalda apoyada en la fría pared de roca. -Me refería a que los lobos podrían suponer un problema a medio plazo para la zona, no esta noche. Pero de todos modos no está de más estar en alerta.

Mientras Ayla montaba guardia, Denelloth se relajaba y respiró hondo para aprovechar el descanso. -Es extraño lo de los lobos. Se multiplican en tiempos aciagos. Manadas cada vez más grandes, por todas las tierras altas de Eriador. No son criaturas malvadas en sí, pero a menudo lobos de Angmar o incluso huargos se hacen con el control de las manadas. También se alian con las Fuerzas Oscuras en muchas ocasiones. Son una amenaza a tener en cuenta.

-Los lobos son temidos y temibles, pero previsibles. Dicen algunos que hay algo de nobleza en ese animal tan peculiar. En la frontera, conocí a un joven montaraz en mi unidad. Nos hicimos amigos, Khelroc y yo, le dijo mientras tragó saliva. -Khelroc, de niño, había tenido el honor de conocer al montaraz más grande de esta época. Una leyenda, aunque muchos han querido menospreciar su legado. Haldamir era el nombre de aquel montaraz. Líder de la unidad de montaraces más temida. Y un auténtico experto en el tema de lobos. Me contó muchas cosas antes de que nos capturasen…

Denelloth cerró los ojos y respiró profundo.

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14/03/2017, 23:11
Ayla

Ella le cogió la mano ante su pena mientras le dijo: -No he tenido el honor de conocer a Haldamir, pero sé de alguien que sabe bastante de lobos, tal vez aprendió de él. Thelran, de quien ya me has oido hablar, sabe bastante de lobos, aunque nunca se lo reconocimos los compañeros directamente, pero sabíamos que es bueno. Ahora lo hecho de menos, hemos pasado muchas cosas juntos, y nos hemos separado demasiadas veces. Hace un año que no lo veo, y no sé donde puede estar. Las últimas noticias que tengo de él, es que estuvo en la guerra de El Ángulo. Intentaré buscarlo, le gustaría bastante lo que vas a ver en breve.

-En cuanto a los lobos, ¿sabes de algún modo de que se acostumbren a nosotros? Thelran me transmitió parte del amor por ese noble animal, y yo hice el resto. Siempre que me he encontrado con ellos, ha terminado en conflicto, porque tenían hambre. En una ocasión vi a Thelran como se le acercó un lobo de una manada, se reconocieron en cierto modo, y se marcharon. Solo pudo hacerlo una vez. Tal vez si son pocos, podríamos alimentarlos y sin hambre y con tiempo, podríamos ganarnos su confianza. He oído incluso de montaraces que pueden hablar con los animales... En cualquier caso, hay que tenerlos controlados y evitar que se acerquen Huargos de Angmar. ¿Sabrías decir cuántos son?

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14/03/2017, 23:12
Denelloth

Con la mano de él entre las suyas, Ayla le hablaba mientras Denelloth escuchaba con los ojos cerrados. Sus músculos se relajaron poco a poco, aprovechando el momento de descanso. -Veo que le tienes en gran estima a Thelran hijo de Haldor. Me alegro. Me hubiera gustado compartir esta batalla con él. Pero no fue así. Mi destino se unió al suyo de la forma más cruel. Khelroc y Thelran eran los mejores amigos desde niños. Aprendieron juntos, y fue precisamente Thelran el que más claro tenía su vocación. Había nacido para ser un montaraz. No obstante, Thelran no ingresó en los Faradrim Aran junto a su amigo en aquel entonces. Fue una sorpresa para todos. Su puesto me lo dieron a mí. La vida de Thelran tomó otro camino, y él forjó su propia leyenda, lejos de Fornost. Creo que en su interior siempre se sintió como un montaraz, y me alegro mucho de que por fin se le haya reconocido como tal. Khelroc le echaba mucho en falta en las frías tierras de la frontera Angmar. Cada permiso, cada oportunidad, Khelroc averiguó cosas de Thelran, de lo que estaba haciendo, por dónde viajaba. Parece que trajo honor a su espada, y a su familia. Y a los montaraces, incluso cuando había sido injustamente excluido. Cualquier noticia era suficiente para darle ánimos a Khelroc. Creo que se sentía como si estuviera viviendo el sueño de otra persona. Un sueño que luego se convirtió en la peor de las pesadillas. A veces me pregunto qué hubiera pasado allí, si en vez de Denelloth hijo de Denethur hubiera estado Thelran hijo de Haldor. Y su espada. Cuentan que es hábil y feroz en la lucha, anteponiendo la vida de los demás a la suya propia.

Mientras le iba contando, siguió con los ojos cerrados y frunciendo el ceño. Se notaba que tenía ganas de hablar con alguien del tema. Abrió los ojos y le miró.

-Sobre tu pregunta, necesitaría tiempo para averiguar más sobre los animales de la zona. Las presas, los depredadores. Otros peligros. La parte alta de esta colina y otros tantos lugares que he visto desde lejos no están controlados. Los lobos de distinta clase abundan en estos lugares, donde hay rebaños de ovejas y otras presas fáciles, y se multiplican. No es fácil satisfacer sus necesidades alimentándolos. Si lo haces, lo único que consigues es que la manada se haga más grande. Tienen un código, unas leyes, que desde fuera parecen complejas o crueles, pero viven y mueren de acuerdo a esas normas. Para poder convivir con ellos, primero debes hacerte respetar. Y evitar que otras fuerzas se hagan con el control de las manadas. Te ayudaré.

-En algunos aspectos, los Faradrim Aran nos parecemos un poco a los lobos. Vivimos rodeados por nuestros enemigos y por los enemigos del Rey en todas partes. Soportamos una pesada carga, pero sacamos fuerza de nuestra unidad. Por separado no somos tan fuertes. Todos conocemos las fuerzas y las debilidades de nuestros compañeros. Su historia, su vida. Somos una familia. Una manada. Y como unidad podemos ser decisivos. No podemos flaquear, porque de cada uno de nosotros dependen las vidas de nuestros compañeros.

-Todos los montaraces tenemos una sensibilidad especial hacia la Naturaleza. Algunos tienen un don especial. Lo que crees de Thelran es cierto. Comparte ese don hacia los lobos, aunque me imagino que no lo dirá abiertamente. Y según cuentan, llegó a coincidir con Haldamir y aprender de él, y muchos veían en Thelran aquel montaraz que iba a seguir con el legado, con la tradición de la unidad fundada por Haldamir. Pero las cosas no salieron cómo se esperaba. Y el nombre de Haldamir cayó en desgracia, y se pronunciaba sólo en susurros alrededor de nuestras hogueras por las noches, lejos de los oídos indiscretos de los demás, incluso de otros dúnedain.

De nuevo cerró los ojos, aprovechando para descansar un poco. Pasaban los minutos mientras Ayla vigilaba los alrededores. Luego las horas. Mientras ella recordaba a Thelran, perdieron un poco la noción del tiempo. Denelloth abrió los ojos con cuidado, sin moverse. Una vez comprobado que todo estaba bien, se incorporó y continuó la charla como si no hubiera pasado ni un minuto: -el regreso de Thelran al cuerpo del que nunca se tenía que haber separado nos hace un poco más fuertes. Y lo que ha vivido, su experiencia, sus conocimientos… No sería el mismo sin haber tomado ese camino que en su día fue sin duda muy difícil para él. Fue un castigo injusto por algo que él no hizo ni pudo evitar. Una injusticia, pero todo sucede por un motivo. Y quizá esté más cerca la hora el regreso de los Lobos. La historia de Haldamir es larga, y pocos la conocen al completo. Un día quizá te cuente la parte que sé. Pero esta noche no.

-Ahora descansa, me toca esta guardia.

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14/03/2017, 23:17
Ayla

-Hay cosas que Thelran no me contó, a pesar de haber pasado mucho tiempo juntos. Supongo que él también tiene heridas que aún sangran... Cuando nos conocimos, yo acababa de abandonar el destino que me habían "preparado" y anduvimos juntos. Combatí con él con mi espada, antes de convertirme en lo que ahora soy. Lo he visto combatir, y es temible, en ocasiones temerario, puede incluso dar la impresión de que tiene en poca estima su vida, dado que se adentra allá donde pocos pueden llegar. Está hecho de otra materia, en cierto modo. Pocos guerreros llegarían donde él ha llegado. Pero también cabe decir que el orgullo, está muy arraigado en él, por eso cuando anduvimos juntos, pocas veces reconocíamos sus méritos, aunque todos sabíamos, e incluso él, que su temeridad pudo decantar el combate a nuestro favor. Hemos compartido mucho, hemos sangrado juntos, y ahora anhelo volver a encotrarlo, y volver a caminar juntos. Pero quien sabe lo que habrá ocurrido en éste último año. Yo misma he cambiado, más incluso de lo que sería normal... Thelran es más que un compañero, es un amigo, y Arthedain ganará mucho con él...

-En cuanto a los lobos, cuando lleguemos a nuestro destino analizaremos la situación y si te ves con ánimos podríamos intentar "ganarnos su respeto", Ahora descansemos, mañana será un día de trabajo.

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14/03/2017, 23:17
Director

Descansaron el resto de la noche y por la mañana temprano partieron para recorrer el último tramo que les separaba de Sil Auressë. A medida que doblaron la última esquina, ante ellos se abría el panorama del mercado, de las tiendas y casas que se habían construido o se estaban construyendo, y los molinos de agua junto al río. La colina cercana tenía una cantera de la cuál extraían piedra, y un poco más lejos, encima de la colina, se veía el esqueleto de los andamios y estructuras de la torre de Sil Auressë.

A simple vista todo seguía igual para Ayla, aunque se veían mejoras y avances. La rueda seguía girando y en el mes y algo que ella llevaba fuera habían pasado cosas.

Cargando editor
13/06/2018, 23:45
Director

Notas de juego

La historia sigue en: 9.1. El regreso de la Dama