Partida Rol por web

Sil Auressë

[9.12] Un nuevo adiós

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30/08/2017, 13:06
Ayla

-Ringlin... Ese fue el nombre que me dio Huinen cuando quisiera encontrarle en este tiempo. Estas lejos de Ceber Fanuin, ¿qué te ha traído por aquí? Y ¿de qué conoces a Aeldric? Últimamente he hablado con tu Señor, y ahora vamos en busca del destino... El momento ha llegado para nosotros dos. La Tierra Media como hoy se conoce están en peligro, pero esta vez esta radiante mañana no va a oscurecerse...

Ayla observaba a la Dama que lo acompañaba, preguntándose quién podría ser.

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30/08/2017, 13:07
Ringlin

-Estoy aquí por voluntad del Maestro. Se acerca el momento clave de la su obra y de su visión, y yo seré sus ojos y sus sentidos. En cuanto a Aeldric, su destino le guiará hacia una dirección inesperada. Se preparará para tomar el relevo de alguien cuya ausencia parecía difícil de suplir. Es su momento, el instante en el que él se define para el resto de su vida. Me temo que no podrá acompañarte. Él no lo sabe aún, pero hará suya la tarea que le será encomendada. El momento ha llegado para ti, y para él. Pero vuestros caminos se separarán aquí y ahora.

Le observaba a Ayla mientras la mirada de ella se fijaba en la dama elfa. -Cuidado, Ayla, le avisó el noldo. -Nuestra… prima… está protegida por una tradición ancestral, y no debes hablar de ella nunca. A nadie. Salvo que te liberen de esta prohibición. No puedo decirte más. Todo llegará. Pero será ella quien dará el beneplácito a la nueva tarea que está a punto de asumir Aeldric.

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30/08/2017, 13:09
Director

Se quedaron en silencio un rato más. Ringlin miró hacia el este.

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30/08/2017, 13:09
Ringlin

-Me temo que no comparto tu optimismo, Ayla. Puede que esta mañana no se oscurezca. Otra mañana no muy lejana sí lo hará. Y tú avanzas hacia esa oscuridad. Y tu enemigo hace lo mismo. Es la hora. I lúme utúlie.  

-Todo está en marcha. El futuro es incierto. Una densa niebla impide ver lo que hay al otro lado de ese punto de encuentro. Los destinos escritos de antemano no sirven. No hay nada que te haga sentir con más fuerza la vida que la incertidumbre de tu propio destino. Ha llegado el momento. Tu momento, Ayla. Y quiero acompañarte hasta donde me es posible. Y durante el trayecto quiero que te abras a mí. Que me cuentes tus inquietudes, temores y miedos. Tus sueños y esperanzas. O si prefieres no hacerlo, que me dejes estar cerca de ti, observándote desde la distancia. En esta forma que ahora ves, o en otra menos llamativa.

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30/08/2017, 13:35
Ayla

Ayla miró a Ringlin y después a Aeldric, y luego bajó la vista al suelo con tristeza, pensativa. -Me entristece que no estés a mi lado Aeldric, pero me alegro de que un momento tan importante para ti haya llegado, de que haya llegado TU momento. Cuando sentí que debías partir conmigo de Sil Auressë, imaginé que serías mi compañero en este difícil momento, pero ahora debes afrontar tú el tuyo y debemos separarnos aquí. Espero que nuestros caminos vuelvan a juntarse en Sil Auressë, y reírnos junto a una buena botella de vino con los demás. Suerte en tu camino...

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30/08/2017, 13:36
[Sd] Aeldric

Ayla se despidió de Aeldric, quien le observaba emocionado. En sus ojos se veía la mirada de una persona convencida de estar haciendo lo correcto, aunque nada iba a volver a ser lo mismo para él a partir de aquel momento. -Nunca podré pagar la deuda que tengo contigo, Ayla. Pero aunque me ausentaré, esa deuda me acompañará. Y siempre que me sea posible pagaré una parte a ti o a Sil Auressë. Me ausentaré, pero no por mucho tiempo. Ni me iré muy lejos. Me espera Andovon Pathdal. Su tarea está llegando al final, y me ha escogido como uno de los que asumirán su carga. Harán falta más manos y espadas para suplir la ausencia de alguien tan grande como él, pero estoy preparado. Mi espada Anar Ilfirin lo está. Por mis venas corre la sangre de mi padre. Un gran guerrero y guardián. Me desvié demasiado del camino en algunos momentos, pero ahora noto en mí la fuerza de todos los que antes portaron esta espada. El entrenamiento será duro. Y la tarea de proteger los caminos secretos de los Primeros Nacidos en esta zona para que puedan llegar a los Puertos lo será más. Pero siempre tendré en mente Sil Auressë, y no andaré muy lejos si alguna vez necesitáis de mi ayuda.

-Cuando todo esto acabe, te haré una visita. Cuenta con ello, le dijo y le dio un abrazo sincero.

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30/08/2017, 13:39
Director

Por la cabeza de Ayla pasaban imágenes de Andovon, del sobrino de él, de cómo habían compartido camino con Aeldric… La tarea del Portador de Orcrist estaba llegando a su fin. La espada iba a ser devuelta en Imladris a la espera de otros tiempos. El gran Andovon Pathdal iba a caer en el olvido salvo para los que habían podido contemplar la belleza de su alma. Su tiempo había sido largo, y lleno de dolor. Pero había visto algo en el joven amigo de Ayla. La alegría de la juventud, pero también el fuego apagado por el dolor y el sufrimiento. Andaba perdido, y Andovon le entregó a Ayla para que se recuperase. Para que la ilusión volviese con fuerza a su corazón.

Ayla seguía abrazando a Aeldric, y sentía la fuerza en sus hombros, en su porte. Lo había elegido como compañero para el viaje más importante de la vida de ella porque ya había notado la realidad del cambio que Andovon intuyó posible. Aeldric había decidido qué quería hacer con el tiempo que le quedaba en esta tierra. Sin miedo ni dudas. En medio de la mezquindad que reinaba en el mundo, Aeldric iba a luchar una guerra solitaria por unos ideales de otras Edades. No llegaba ni a escudero de un gran guerrero elfo de tiempos pasados, pero su corazón era puro y en sus ojos brillaba una determinación y una fuerza que ahora eran evidentes, pero que no lo fueron tanto cuando Andovon Pathdal y Ayla miraron en aquellos ojos hacía no tanto.

Había tomado su decisión, y con su decisión iba a honrar a su sangre, y a su espada. Y también a Sil Auressë.

La despedida era silenciosa y emotiva, y no Ayla no pudo evitar que alguna lágrima bañara su mejilla mientras veía cómo Aeldric se alejaba cabizbajo hacia el norte. La dama misteriosa había desaparecido, como si nunca hubiera estado allí. Sólo quedaban Ringlin y Ayla.

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30/08/2017, 13:44
Ayla

Tras una pausa, Ayla se dirigió a Ringlin. -¿Por qué quieres venir conmigo? en ninguno de los caminos que he imaginado o vislumbrado, estabas en él.

Se quedó esperando la respuesta con interés.

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30/08/2017, 13:46
Ringlin

“No creo mucho en los porqués…, comenzó Ringlin y luego se quedó en silencio otra vez. Le miraba con sus ojos color violeta, y por primera vez Ayla vio ternura en la profundidad de sus ojos fríos. -Ayla, yo sólo soy un instrumento, una herramienta… una ficha en el tablero para entendernos, aunque quizá ni eso. Ésta es tu historia, TU profecía. Y hay uno quien maneja los hilos de nuestros destinos. El Maestro ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a este juego que ahora está a punto de llegar a su fin. Desconozco cuál es su propósito final, si es por diversión, por un objetivo siniestro, por demostrar que sigue siendo el Amo de los Destinos, por locura…

De nuevo se hizo el silencio. Se notaba en Ringlin el deseo de decir algo más, pero al mismo tiempo el miedo a que si lo hacía, podría cambiar el curso de los acontecimientos. -Igual que desconozco a qué juega el Maestro, también desconozco por qué me mandó aquí. Sé que pronto el cielo se oscurecerá, y que él cree que ese instante marcará un punto de inflexión. Habrá ganadores y perdedores. Supervivientes y muertos. Pero los distintos futuros están abiertos, están allí delante de nosotros, casi al alcance de la mano. Y en este instante todos los futuros son reales. Sólo uno prevalecerá finalmente. Pocas veces se dan futuros tan distintos para unos pocos. Desde su trono, él es capaz de verlos todos. Esa rueda que se puso en marcha en Caras Amrath está a punto de parar. Le queda un último giro.

-Caras Amrath… Thelran, Raistlin, Gynn, el mediano… Liberaron a Goth Kuldokar. Luego tú, Khathog, el númenoreano negro, tu hermano y finalmente Benaldamat y de nuevo Thelran. Hay más actores en esta obra, pero todos los hilos pasan por delante del Maestro de Ceber Fanuin. El círculo se cierra. Él ya está sentado en su trono, esperando el final de su gran obra. Me ha enviado a estar junto a ti, pero no soy el único. También envió a otra discípula, de nombre Arien, a Fornost. Debería encontrarse con Thelran y Benaldamat. Y hay al menos uno más. Raistlin, con quien no contaba. Al parecer coincidió contigo y sobre todo con Thelran. Me dijo que se dirigía a Imladris. Las fichas están colocadas. Los actores se posicionan. La obra está casi lista. Una obra de la que no es el arquitecto. Es el Demiurgo.

Ringlin hizo un gesto mostrando sus dos manos con las palmas hacia arriba. -No tengo nada que ofrecerte. Ni tampoco nada que ocultarte, salvo la verdad que a mí también se me es velada. Una luz brillante ilumina desde el este el futuro, pero el velo que tenemos ante nuestros ojos nos impide ver más allá. Llegado el momento dudo que te pueda ayudar mucho. Tampoco tengo claro si sobreviviré en caso de que fracases. No voy a traicionarte. No podría hacerlo salvo traicionándome a mí mismo.

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30/08/2017, 13:51
Director

Su mano se levantó para acariciarle la mejilla y le secó alguna lágrima de la despedida de Aeldric mientras le hablaba. Había mucha ternura en su tacto, y Ayla no pudo evitar notar la sensación de una extraña atracción hacia aquel noldo altísimo y de noble porte, y de facciones delicadas pero mirada fría y profunda.

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30/08/2017, 13:51
Ringlin

-Has crecido mucho, Ayla. Y tus ojos ven más allá. Tienes intuición para las cosas que te rodean, tanto las visibles como las invisibles. Y también tu corazón se ha vuelto más suspicaz. Eres más precavida que antes. Menos inocente. No soy protagonista en esta historia, ni lo pretendo. Es tu destino. Tu decisión. El camino lo tienes enfrente. Puedes andar sola hacia el este. O permitir que te acompañe. Aunque vayas sola, intentaré estar lo suficientemente cerca alguna forma para poder observar lo que sucede. Ya sea en esta forma, o con los ojos de un halcón. O los de un lobo blanco… Pero sinceramente prefiero verte así, con mis propios ojos.

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30/08/2017, 13:52
Ayla

-Lobo blanco... ¿Ya nos has seguido antes no? Y nuestro encuentro para nada ha sido casual. ¿Eras tú el lobo blanco que acompañaba a Thelran? ¿Eras tú el lobo blanco que vi en mi visión?

Ayla hizo una pausa... -No hace falta que te alejes de mí, serás mi compañero y como has dicho compartirás mi destino. Ringlin, te contaré como me siento, cuales son mis temores, mis esperanzas, pero sobre todo, confío en que todo ello pueda ser después del inminente encuentro. Yo solo veo un camino posible después del combate. No hay margen para el error. Se lo debo a todos los hombres que habitan estas tierras, se lo debo a las familias con sueños que han quedado rotos, se lo debo a los corazones dolidos, se lo debo a Zelene, y se lo debo a mi hermano, que ya ha esperado demasiado, que ha sacrificado mucho. Yo he sucedido a Zelene, y me he convertido en lo que ella iba a ser. Yo soy el relevo, y ahora la voy a traer de vuelta esté donde esté, y la luz brillará aún mas en esta Tierra, y nosotros lo podremos ver. Ésta vez, es nuestro momento..."

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30/08/2017, 13:53
Ringlin

-El lobo blanco… Su razón de ser, su importancia en todo esto…  Su misterio va más allá de lo que yo pueda explicar con mis conocimientos. Lo fácil sería decir que fui yo, que siempre he sido yo. Cuando Thelran lo encontró de cachorro, cuando lo curó, cuando apareció para salvarlo, cuando se encontró con él después de la muerte de Dagorhir, o en las visiones de este mundo y de otro. Pero no es tan sencillo. A veces los mayores misterios se encuentran en la misma Naturaleza de las cosas. No sé qué fuerza mueve a los lobos. Porque el blanco no es el único. Creo que le fascinan al mismísimo Demiurgo.

-Hay fuerzas ancestrales que van más allá de nuestros conocimientos refinados. No son poderosas en sí, pero difíciles de controlar.

De nuevo se vio un brillo en los ojos de Ringlin, y ladeó la cabeza mirando hacia el suelo. Como un poeta en busca de inspiración ante un pergamino vacío justo antes que su mano comenzara a mover enérgicamente la pluma.

-Yo no soy el Lobo Blanco. Pero vi a través de sus ojos durante un tiempo, y estuve presente cuando te encontraste con Thelran en la cabaña de Sil Auressë. Creo que por un momento notaste mi fëa. Ahora el lobo está fuera de mi alcance, pero el tiempo que compartí con él, pude sentir un atisbo de la fuerza que le mueve. Al lobo blanco y a los demás lobos. Porque se están moviendo todos. No sé qué importancia tendrán en el desenlace de todo esto, pero algo o alguien los ha convocado.

Mientras Ringlin le hablaba, iban bajando por la colina y siguieron el camino hacia el este. Los pasos de él eran delicados pero decididos, no muy distintos a los de Thelran. Llevaba una gran espada enfundada, y Ayla pudo notar una energía mágica que emanaba de él y hacia él, como si Ringlin estuviera siempre recibiendo flujos de energía invisible.

Ya de camino, Ayla le dijo que iba a contarle sus sentimientos pero después del inminente encuentro con su enemigo. -El camino después del combate está por definir, contestó Ringlin. -No hay acierto ni error, ni victoria ni derrota. Demasiadas fuerzas convergen en un punto. Esos hombres que habitan estas tierras, sus sueños y esperanzas… Los siento también, y su fuerza estará presente. Pero nadie sabe cómo terminará. Por eso estoy aquí. Para ser testigo del desenlace.

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30/08/2017, 13:57
Ayla

-Yo he sucedido a Zelene, y me he convertido en lo que ella iba a ser, le dijo casi al final de la jornada de viaje, mientras descansaban antes de seguir de noche. -Yo soy el relevo, y ahora la voy a traer de vuelta esté donde esté, y la luz brillará aún más en esta Tierra, y nosotros lo podremos ver. Esta vez, es nuestro momento...

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30/08/2017, 13:59
Ringlin

Ringlin se le quedó mirando sentado en una roca, con la pierna encogida y agarrada con las manos, en una postura muy poco formal que denotaba confianza en sí mismo. Y en Ayla. La penumbra de la noche nublada les envolvía, y un viento sorprendentemente frío que llegaba del este agitaba los árboles. -Zelene… Quizá seas su relevo. Pero tú no eres ella. Ni la que fue ni la que iba a ser. Tú no estás aquí para traer de vuelta a la Zelene que fue, sino para rescatar a la que dejó atrás. Hizo el mayor de los sacrificios por una causa, le dijo mientras sin pensar cogía una rama seca del suelo y jugaba con ella. -Una causa. Un juramento. Orgullo. Fuerza. Así hemos vivido, luchado, vencido y nos han derrotado. Así hemos forjado la historia de esta tierra. Gloria y pecado. El sino de los noldor.

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30/08/2017, 14:01
Ayla

-Cierto, no soy Zelene. Pero de un modo u otro he seguido sus pasos y ahora soy una Guardiana de la Luz, igual que ella, pero a la vez muy diferentes... Sin saberlo, fui consagrando mi vida a la defensa de unos ideales hasta hacer mi juramento. Mucho tiempo se ha estado esperando este momento, tu Señor lo ha propiciado de algún modo, y ahora me toca ser a mí quien se enfrente al Cazador Oscuro, como muchos otros antes. Pero ahora todo es diferente, por mis venas corre la sangre de los elfos, y de los hombres, he sentido y vivido como ellos, conozco su fuerza y he sufrido sus debilidades, he sentido lo mismo que ellos, y ninguno de las Guardianas anteriores ha sido como yo. Por eso esta vez el destino lo voy a escribir yo con la sangre del Cazador Oscuro, y destruiré la joya corrompida por Ungolianth, eviando fuera de este plano al Señor de los Dragones y a su Cazador Oscuro.

-No puedo fallar, porque todo lo que he vivido, todo lo que he amado, todo lo que he sentido, se corrompería por Angmar, y desaparecería para siempre. No estoy hablando de asestarle un golpe mortal a Angmar, estoy hablando de evitar que Angmar acabe con el Reino de Arthedain, y luego seguirá avanzando hacia el Sur. Cerca está la fecha en la que los elfos y los hombres se unieron en una única persona para derrotar a un antiguo enemigo y dar un tiempo de oro a los hombres para vivir y combatir a la oscuridad.

-Por eso no puedo fracasar Ringlin, porque sino todo lo que amo desaparecería, y por ese mismo sentimiento Zelene se enfrentó al Cazador Oscuro, y a costa de su vida logró conservar aquello que amaba... Pero ahora han vuelto, y yo, Ayla, hermana de Landor amado de Zelene, voy al encuentro del Cazador Oscuro para cerrar el círculo y expulsarlo para siempre de aquí.

-Y tú has ligado tu destino al mío.

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30/08/2017, 14:02
Ringlin

Ringlin se le quedó mirando largo rato en silencio. Luego cerró los ojos. -Te voy entendiendo un poco más, Ayla, dijo finalmente mientras se incorporaba para seguir el viaje.

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30/08/2017, 14:03
Director

A lo lejos se veía la ciudad de Tharbad, rodeada de pantanos. A ambos lados del camino habían colocado nuevas estructuras defensivas para albergar nuevas tropas y guardias que Ayla no había visto en sus anteriores visitas. Algunas unidades eran de los famosos ragueros, la unidad de mercenarios más cara y respetada de Cardolan. Otras llevaban alabardas y armaduras relucientes.

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30/08/2017, 14:04
Ringlin

-Están controlando más los que entran a Tharbad desde Gondor, ya sea por barco o por tierra, comentó Ringlin. -Desconozco el motivo, pero para evitar llamar la atención de forma innecesaria tengo estas ropas que nos ayudarán a pasar más desapercibidos. Esperaremos el momento para unirnos a un grupo para entrar en la ciudad con ellos. No llevamos mercancías ni demasiadas armas, así que no creo que tengamos problema. Eso sí, evita a medida de lo posible usar hechizos. El nuevo poder que se ha establecido en la ciudad tiene personas para detectar movimientos mágicos.

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30/08/2017, 14:05
Ayla

-Creo saber qué está pasando. Una familia de Gondor, los Aludor, han extendido su poder hasta Tharbad, y quieren extender sus garras sobre la destrozada Cardolan. Además creo que sin saberlo, en cierto modo han colaborado en que la rueda del destino de Arthedain siga girando, pero en el bando contrario. Su ambición será su perdición. Tengo amigos aquí en Tharbad, pero será mejor no econtrarme con él en mi nuevo viaje. Ya rechacé su ayuda, no sé si podré hacerlo una segunda vez... Haré como dices, seremos cautos.