Partida Rol por web

El profesor sonrió al escuchar la respuesta de Sayaka.

 -Bien, muy bien, esa es una presentación en condiciones. Pero no digas que eres torpe con tus poderes. Lo que mucha gente llama torpeza es mera inexperiencia. Pero ya que hablas de tus poderes, ¿qué habilidades naturales tienes? ¿Hay alguna especialidad que manejes?

Y mientras hablabas con el profe, pudiste ver por el rabillo del ojo a Anneka alzando los pulgares, felicitándote por tu presentación.

 -¿Encargarnos? ¿A qué te refieres? ¡No hablarás de hacerle alguna trastada!

Que ella no era de esas, aunque esa tía fuera una cretina de las gordas... ¡Pero ella no era de esas! Pero era taaaan cretina...

 -Cuenta conmigo. ¿Te hace quedar después de clase para planear algo? Tampoco muy gordo, sólo algo que le sirva de aviso. ¿Tal vez hormigas en las medias? Le picarán un poco y luego podrá comérselas. Es un regalo y una trastada a la vez. Aunque igual es demasiado regalo, que tienen un puntillo...

La arachne se llevó las manos a la cabeza.

 -Ay, esto se me da fatal...

Al no escuchar respuestas, la profesora comenzó a escribir en la pizarra.

 -Muy bien, se lo recordaré entonces. El espurreador es un tipo de proboscídeo de pequeño tamaño. Los más grandes no llegan a medir más que un tejón voluminoso. Tienen una pequeña trompa, o probóscide, que les sirve como apéndice multiusos.

Mientras hablaba, la profesora comenzó a dibujar un espurreador en la pizarra, con un nivel de detalle bastante preciso.

 -Les sirve para coger objetos, localizar comida y para protegerse de posibles agresores. No es una criatura grande e intimidante, por lo que tiene que recurrir a lo que la naturaleza le ha dado para protegerse. Y en este caso es el moco que produce y emite por la probóscide. De ahí su nombre, espurreador, porque espurrea diferentes tipos de mucosidad.

Terminó el dibujo y se giró para mirar a los alumnos.

 -De estos mocos, el más apreciado por los alquimistas es el que produce cuando se divierte. Emite un sonido similar a carcajadas mientras libera gran cantidad de moco por la trompa. Igual que un niño que echa leche por la nariz cuando se ríe demasiado. Este moco es recogido y empleado en alquimia debido a sus interesantes propiedades astringentes y depurativas. al ser una criatura muy pacífica, es el sujeto ideal para que alumnos novatos comiencen a practicar la extracción de ingredientes, por lo que esperen quedar cubiertos de moco los valientes que quieran impartir esa clase. Es más, todo conocimiento que adquieran o hayan adquirido ya en magibiología les servirá para esa otra asignatura. Todo el conocimiento se entrelaza para terminar formando una única disciplina común, que todos los magos emplean a diario.

 -Puej, mocos... ¿No podía hablar de los unicornios hada? Esos sí que son criaturas majestuosas. Vale que comen pelo y a veces dan unos tirones a la gente que les dejan tontos, pero son las cosas más divinas que te puedas echar a la cara. ¿Crees que veremos alguno con esta profesora?

 -Bien. Les comentaba a sus compañeros en qué consistirá la estructura del curso. Realmente clase conmigo no tendrán hasta segundo, donde daremos principios de la tecnomagia, pero sí que imparto una pequeña optativa en este ciclo, "Magia moderna y mundo mortal, cómo compaginarlos", especialmente útil para todos aquellos que vivan con gente no mágica o en los alrededores de poblaciones de criaturas sin magia. O simplemente para cualquiera que tenga curiosidad por saber más cosas del mundo en el que viven.

Dejó que los chavales escribieran en sus cuadernos, los que querían apuntar todo aquello, y después dijo:

 -La tecnomagia es una disciplina relativamente moderna, de la que se sabe poco y se tiene que descubrir mucho. ¿Aquí tiene alguien talento para la tecnomagia o le gustaría ser tecnópata en un futuro?

Etna observaba lo que decía la profesora, realmente no le interesaba porque para ella ese tipo de magia no era algo útil, solo los magos de peor categoría pensaban en esas cosas, a fin de cuentas no era magia, era mezclar cosas y usarlas, no sabía cómo alguien podía considerar que eso era magia.

Etna se dedico a mirar a las personas que había allí, parecía que no había nadie que le llamara especialmente la atención, un poco lo que esperaba, humanos y algunas criaturas inferiores, parecía que aquello iba a ser muy aburrido.

Sayaka se queda pensando la pregunta y dice:

Especialidad… no se… ahora mismo puedo crear fuegos fatuos, hablar con espíritus… convertirme en mi forma de zorro, aunque según madre debo aprender a transformarme en cualquier cosa, pero eso me parece muy difícil… ah, también se crear pequeñas ilusiones y… puedo andar un poco por el aire por así decirlo

Se lleva un dedo al mentón y se queda pensando unos momentos y añade:

Aunque se supone que debería ser capaz de hacer más cosas… según madre tengo que llegar a ser capaz de hacer lo que ella hace… aunque me parece imposible jeje

Termina rascándose la cabeza

Aki tomó buena nota de la explicación de la optativa que les dio el profesor, porque, como con los demás títulos de los cursos optativos, al sólo leer ‘Magia moderna y mundo mortal, cómo compaginarlos’ habría podido pensar en varias cosas que podrían enseñarse en el curso.

Aki no creía tener talento para la tecnomagia, y tampoco los profesores le habían indicado tal dirección, incluyendo a Cavanaugh, cuando les habló de su talento. Desde luego, se calló.

Aetheldryd no tardó en comenzar las anotaciones pertinentes para recordar bien en qué consistía un espurreador, agradeciendo el no haber hablado porque algunos datos no eran tan precisos como rememoraba. No había iniciado el primer día con un buen pie en cuanto conocimiento se tratase, pero al menos había logrado sostenerse para que el resto de la clase fuese sobrellevado de la mejor manera.

Aunque su fuerte no era la alquimia, la pelilavanda admiraba a los magos que lograsen ser capaces de destacar tanto en sus áreas responsables como en las que se esforzaban, pues cada uno a su manera fue un parteaguas tanto a nivel personal como los que lograron modificar el arte de la magia. Sin lugar a dudas se sentía contenta de pertenecer ahí. Recordando algo, alzó su mano y espero a que la profesora le cediese la palabra.

-¿También se enseñará a la extracción de no criaturas como tal, sino también de razas? Sé que algunos fantasmas pueden producir ectoplasma y solo es un ejemplo, no necesariamente que se vaya a requerir el uso de ello.

 -Imposible...- El profesor hizo un gesto de "anda ya" -¡Todos los jóvenes os abrumáis rápidamente con lo que no controláis o no conocéis! Y por eso decís que es imposible. Lo que es imposible es que no mejoréis con el tiempo y la práctica. Además, tú ya has dado el primer paso y el más importante a la hora de ser una hechicera de primera: conoces tus talentos. O al menos, parte de ellos. ¿Sabes lo importante que es eso?

El profesor cogió una tiza y empezó a dibujar esquemas en la pirzarra.

 -El alumno estándar sin conocimiento de sus habilidades tarda una media de cuatro cursos en descubrir y controlar su talento de nacimiento. Justo a tiempo para elegir su especialidad, todo hay que decirlo, ¡pero tú tienes una ventaja que muchos alumnos no tienen! Así que olvídate de tonterías como el "imposible". Tienes madera para ser una estupenda maga.

Entre las personas que hay en clase, un alumno te llama la atención. Es un demonio, eso es evidente por su aspecto, pero no es de los "tuyos". A simple vista no podías averiguar a qué círculo pertenecía, pero estaba claro que no era conocido o pariente tuyo. Y eso no te gustaba en exceso. Pero bueno, al menos era más interesante que el grueso de tus compañeros...

 -Excelente pregunta.

La profesora señaló a Aethel.

 -La recolección de restos espirituales o fantasmagóricos es una tarea que requiere de un amplio conocimiento de los fantasmas. Aparte del equipamiento adecuado, por supuesto, ya que los fantasmas son invisibles al ojo humano e intangibles a las herramientas comunes. Normalmente los espíritus amigables donan voluntariamente "trozos" de su esencia, lo que nosotros conocemos como ectoplasma y empleamos en encantamientos y rituales.

La profesora volvió a la pizarra para dibujar un esquema de la academia, con una especie de burbuja gigante envolviéndola.

 -Debido a la magia que se genera en esta academia todos los días, un aura de energía la rodea permanentemente. Eso atrae a múltiples espíritus de todas las clases, pero los que se terminan quedando por aquí son espíritus tranquilos, que sólo desean descansar un poco en el mundo mortal antes de ir al más allá o volver a su plano. Una vez expliquemos en clase los tipos de espíritu que rondan la academia, buscaremos formas de recolectar su ectoplasma de manera didáctica. Ya que no es lo mismo recoger un poco de la esencia de un elemental del fuego que de un espíritu errante.

Se giró para mirar de nuevo a Aetheldryd.

 -Espero haber contestado a su pregunta.

-Ojalá, eso sería emocionante. Además, su pelo puede usarse en algunas recetas de alquimia, así como sus cuernos. Son seres realmente majestuosos.

Una vez más parecía que Aida estuviese conversando consigo misma. Más, para quien observase con cuidado, se daría cuenta que le hablaba a la pequeña arañita que llevaba en el hombro.

Atendió emocionada a la pregunta que Aetheldryd, más emocionada aún por la respuesta de la profesora. Anotó, prácticamente sin pestañear, todo lo que la profesora dijo sobre la recolección de restos espirituales. Saber que harían trabajo de campo en esa clase hizo que sus ojos brillaran. En el proceso de ello, la pregunta que la arañita le había hecho le llegó a la cabeza. ¿Debería preguntárselo a la profesora?

-Yo... Yo tengo una pregunta -dijo Aida, levantando la mano tímidamente. No se enfocó en si alguien la estaba viendo o no, por lo que se enfoco únicamente en tratar de articular sus palabras bien-. ¿L-llegaremos a trabajar con unicornios?

Verdaderamente la optativa que impartía ese profesor no le resultaba especialmente útil, al menos eso creía, Esta vez no tomó nota de lo que el profesor dijo, únicamente escribió "Tecnópata, Cabanaugh" en la penúltima hoja de su cuaderno. Sentía una curiosidad voráz en lo que refería a la materia que daba el profesor. Humanos, ciencia y magia en una sola materia, ya quería llegar a segundo para que el hombre que tenia en frente en este momento lo ilustre, pero no levantó la mano, pues no sabia bien lo que era esa materia, no tenia un talento en tecnomagia y no se sentiría cómodo levantando la mano, solo dejó al tiempo correr siendo un silencio rondando la silla de su pupitre...

Aetheldryd escuchó con bastante atención lo que la profesora decía, pues aunque ella no se dedicase mucho a la Alquimia sí debía tener el conocimiento adecuado debido al don que ella poseía, siendo ésta una manera de ayudar a los vivos y no solo a los muertos. Realizó todas las anotaciones pertinentes y se hizo una nota mental de hablar luego con la señorita McCarthy de esto y ver si a ella le molesta o no, además de saber si le habrían pedido favores similares antes.

Supongo que mi abuelo sabe cómo hacerlo.

Le emocionó aún más saber que podrían recolectar en el campo y se imaginó que ella podría ayudarles bastante ya que no necesitaba de hechizos o herramientas. Pero para ello debía revelar que podía hacerlo... bueno, mejor tenerlo oculto de momento hasta que llegase la situación.

-Por supuesto, gracias, profesora Deadeye-respondió en un tono correcto y educado.

Y poco después Aida habló. La pelilavanda no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver que la participación ya estaba mejorando.

Renata no podía evitar tomar nota y cambiar su semblante alegre a uno completamente serio y enfocado en sus deberes, parecía broma que esa chica alegre y despreocupada, fuese la joven que no perdía atención y que se mostraba seria.

Aunque como siempre en ella rompió su propia aura al ver como sus amigas parecían tener infinita sabiduría al preguntar cosas que a ella no se le habían ocurrido y tener el valor de preguntar a un superior suyo.

-Chicas, son grandiosas.

Susurro intentando recordar si a los amigos había que hacerles un altar secreto, o esas eran las deidades guardianas.

Además se mostraba dispuesta a absorber todos los conocimientos previos.

Sayaka escuchaba con cierta ilusión lo que le decía el profesor, no podía creer lo que le estaba diciendo, ella ¿buena en algo de magia?, cuando termina de hablar junta las manos mientras dice:

Entonces… no soy torpe… ósea que en realidad puedo ser una buena Kitsune como madre… ¡¡qué bien que alegría!! Jeje

Decía mientras daba unos saltitos, se sentía bastante feliz con lo que le había dicho el profesor, a fin de cuentas eso era algo que veía imposible pero que gracias a las palabras del profesor lo veía un poco más cerca ahora.

Mientras aquella aburrida e inútil clase continuaba para Etna sus ojos se posaron en lo que parecía ser un demonio, se queda unos momentos mirándole, no sabía quien podría ser porque no le conocía, eso solo podía significar una cosa que dijo en voz normal sin darse cuenta:

Seguro que no es importante…

Se queda mirándole unos segundos más, le irritaba no saber realmente quien era y además sentía que no era de los suyos.

-Amenazarla o pedirle por favor que deje de rondar a Alex como un buitre, lo que más rabia te de- respondió con una radiante e inocente sonrisa.

-Hablando de las clases, ¿sabes cuántas tendremos hoy? Digo yo- comenzó a balancearse adelante y atrás como si estuviese jugando, -que siendo el primer día no tendríamos que darlas todas, ¿no? Pero sí, quedamos después para ver qué podemos hacer con esa chica de la que hablas. ¡Y tranquila!- se señaló en el pecho con el pulgar, -Puedes contar conmigo para planear- aunque nunca se sabía si eso podía ser algo bueno o malo.