Partida Rol por web

El despacho de Flamel, era de los despachos más pequeños que había para profesores en Hogwarts. Y no ayudaba mucho al desplazamiento el hecho de que estuviera repleto de pilas de libros. Algunos parecían muy muy antiguos y otros recién sacados de librería, otros hasta parecían libros muggles, aunque estos eran más pequeñitos.

Al igual que su clase, está también está pobremente iluminada con un par de candiles sobre las pilas de libros lo cual no daba mucha sensación de seguridad. Tampoco había ventanas que tapar, lo que a menudo provocaba la confusión entre los alumnos y algún profesor novato. Cuando intentaban buscar al Profesor Flamel este se creía que se había topado con un armario donde guardaban libros.

Sin embargo, el escritorio de su despacho era grande y muy barroco. Con muchos detalles en la madera barnizada, limpia e impoluta. Porque según él: “El escritorio es el reflejo de nuestro interior". Casi siempre lo encontrarás ahí, leyendo, corrigiendo exámenes o jugando al ajedrez consigo mismo.

Mi primera clase como te dije en el mensaje privado, sera sobre Berttie Bott y la historia del dulce.

Para clase solo necesitarán "Conocimiento: Historia de la magia". Pero para hacer el trabajo yo utilizaría: "Arte","Persuadir" o "Investigar (Buscar)"

Es una de las cosas que estoy haciendo, poniendoos a todos los puntos de los alumnos, por eso llevo una semana bastante movidita.

Hola profesor Flamel, espero no importunarlo, venía a ver si podría hacer la recuperación, bueno, si no está muy ocupado.

Buenas tardes profesor Flamel, vengo a presentar mi prueba de recuperación. - digo con voz serena y respetuosa.

Aquí traigo mi pergamino, tintero y mi libro de historia, así que estoy listo para rendir nuevamente el examen. Por favor, dígame en que consiste el trabajo que tengo que hacer para mejorar mi calificación en su asignatura.

Mi amigo Daniel me ayudó a estudiar y me explicó un método para adivinar el sabor de las grajeas Bertie Bott.

El profesor estaba en su libro absorto, con las piernas sobre la mesa y la silla haciendo equilibrio con dos patas en el aire. - Adelante - Exclamó al oír los golpes de alguien llamando en la puerta sin darse cuenta de que a lo mejor era un alumno- ¡Oh! ¡Pasad, pasad! - Dijo volviendo a mantener la compostura, sentándose como es debido y dejando el libro en la parte superior de una pila la cual se tambaleó un instante avisando de una posible caída.

-Vaya, Artie. Veo que te has traído a las nuevas incorporaciones. Hagamos las debidas presentaciones: Soy el profesor Flamel y os estoy dando Historia de la magia - Dijo estrechando la mano a los nuevos alumnos de Slytherin. - Estáis aquí para recuperar mi clase anterior. Bueno, es sencillo, como vosotros dos no estuvisteis podéis hacer el trabajo de Bertie Bott que se pidió entonces. Artemis os puede ayudar por si andáis perdidos ¿De acuerdo?-

- Sin embargo, Artie - Dijo cambiando el tono a uno más serio - Tu me tienes que hacer otro tipo de trabajo ya que suspendiste el anterior. El tema sigue siendo la historia del dulce, así que puedes escribirme un trabajo sobre la historia de otra golosina. Si no necesitáis nada más entonces no os entretengo. - Dijo cogiendo otro libro de la pila contigua.

Raven llama a la puerta del profesor, extrañamente ese profesor era de los pocos que no le daba casi miedo, el hombre había sido bastante agradable y amable con los alumnos y estaba algo más relajada, aunque seguía estando un poco nerviosa, a fin de cuentas estaba entrando en el despacho de un profesor, un mago además, cosa que ella no había hecho prácticamente hasta hacia un par de días y que ahora sería lo normal en su vida:

Buenas… profesor, soy Raven O´Connor, ¿puedo pasar?

Si tío, yo me encargo. - respondo con serenidad, para luego dirigirme a mis compañeros.

Verán el profesor Flamel desea que ustedes hagan un trabajo sobre el señor Bertie Bott y su invento, las grageas de todos los sabores.

El busca un trabajo innovador y que resalte los múltiples aportes que el trabajo del señor Bertie Bott ha hecho al mundo mágico. Buena suerte chicos.

LAS RANAS DE CHOCOLATE UNA FUSIÓN INIGUALABLE.

Una de las golosinas mágicas más famosas y reconocidas del mundo, nadie sabe con exactitud quién y cuándo las inventó, sin embargo, tal vez sea mejor así pues el talento de este gran mecenas de la historia no podría verse reflejado muy bien en las frías páginas de un libro.

Las ranas de chocolate son, hoy en día, una de las golosinas más comunes del mundo mágico, las mismas que no sólo son muy sabrosas, sino que además nos brindan muchas horas de diversión a la vez que despiertan nuestra curiosidad por la historia.

Tal vez suene un poco extraño decir que una golosina incentiva el estudio de la historia, pero la verdad sea dicha, todos los jóvenes brujos y hechiceras, gracias a las ranas de chocolate, aprenden desde muy jóvenes, quien fue Merlín, Albus Dumbledore, Herpo el Loco, entre otros muchos personajes nobles e infames de nuestra historia.

Cuando un joven brujo abre un paquete de las ranas de chocolate tiene que desarrollar una rápida coordinación mano vista si es que no desea que su golosina literalmente se le escape de las manos, lo que más adelante va agudizar sus sentidos facilitándole aprender a manejar la varita.

Sin embargo, la golosina en si misma, no es lo mejor de la experiencia, sino el sublime arte de recolectar los cromos, se sabe que actualmente hay más de cien cromos que nos hablan de muchos magos y brujas, desde Merlín hasta el propio Harry Potter, pasando por Albus Dumbledore, Paracelso y la mejor de todas, la gran Maeva Queen, la primera educadora, siendo este el cromo favorito de mi padre.

Por eso considero que las ranas de chocolate, más que una golosina son una pequeña ventana hacia la historia que siembra en nosotros la curiosidad por aprender de nuestro pasado, para imitar lo bueno y no repetir lo malo, pues quien desconoce su historia, está condenado a repetirla.

Los Flamel los reciben, ya había escuchado el apellido y como le sonaba, había intentado averiguar algo sobre quienes eran los Flamel, pero se dio cuenta que eso estaba en la sección prohibida de la biblioteca lo que la desatentó un poco en buscar la información, de momento por lo menos. La joven entró junto a Thad y escucharon las instrucciones, Bertie Bott, no es que considerara su aporte a la sociedad mágica como un gran avance, era más como una anécdota, pero para el profesor era importante, por algo estaba pidiendo un trabajo sobre eso.

— disculpa, Flamel — se acerca a su compañero, llamándolo por el apellido como lo hacia con la mayoría de los chicos de su año — luego... ¿podrías prestarme los apuntes de la clase? — le susurra, se había intentado conseguir algo, pero la verdad la timidez le había ganado — entonces... Bertie Bott — rebuscó en su bolso el libro de historia de la magia y comenzó a revisarlo, buscando las referencias sobre aquel personaje — profesor, ¿cuantas palabras mínimo debe tener el trabajo? — podría preguntar por cuantas palabras máximo, pero eso era algo arrogante y poco podría hacer sin más libros, y cuando se dio cuenta que realmente no estaba del todo preparada. 

Comenzó a escribir, no textual, sino darle algo más de cuento a la historia que estaba contando así que decidió hacerlo a modo de ensayo, destacando lo gratificante que era poder degustar el sabor dulce de una gragea y como siempre nos asaltaba la incertidumbre cuando se tomaba una sin saber cual seria su sabor, sin saber si se estaría probando carbón, vómito o una de fresas. Ni siquiera el olor podía hacer distintivo de un sabor u otro eso demostraba la maestría de Bertie Bott, pues habia logrado sintetizar aquellos desagradables sabores sin causar daño en las personas, aunque todo eso derivara de un error como es el de poner calcetines sucios en la preparación. Lo que demostraba que de un error, siempre se podía sacar algo bueno.

Al final, Bertie enseñaba que los errores no nos deben detener, y si comes una que tenga mal sabor, no se deben hacer sentir desanimado, ni mucho menos dejar de probarlas, pues las grageas eran como la personas al final, a veces, algunas pueden tener colores que nos hacen desconfiar, pero sin dulces como las moras, pero otras lucen hermosas, sin embargo tienen mal sabor, no obstante, uno no debe dejar de conocer personas ni comer grageas. Que el peligro de la incertidumbre era parte de la vida. 

Terminó el pergamino, no muy convencida de lo que había hecho y se lo entregó al profesor, sin saber como la calificaría, algunos profesores habían disminuido las notas, aplicando la misma política que los que habían suspendido, pero ella había estado enferma, así que se le hacía injusto que les bajaran la nota, sin embargo no podía hacer mucho respecto a eso. 

Empiezo a escribir sobre lo que viene en el libro y luego intento dar mi visión de por qué los sabores pueden ser malos o buenos.

Las Grageas Bertie Bott de todos los sabores

 (¡un peligro en cada bocado!)

Son un dulce muy popular en el mundo mágico creadas por Bertie Bott. Se caracterizan principalmente por ser grageas de "todos" los sabores, lo cual significa que entre las decenas de sabores que pueden llegar a tener están no sólo los sabores de cosas agradables, sino también los sabores de cosas desagradables, esto las convierte en un dulce único, teniendo sabores desde fresa hasta vómito o cerilla.

Aunque se dice que en realidad, el propósito original de Bott era inventar caramelos de buen sabor que pudieran tener un gran poder alimenticio, pero que sin darse cuenta, incluyó un par de calcetines sucios y con un aroma repugnante en su experimentación, yo creo que el objetivo es esperar lo inesperado y aceptar la frustración de no saber lo que te deparará el futuro..

Con todo gusto aunque no creo que te sirvan de mucho, ya luego verás porque.

Si gustas puedo prestarte los de las demás clases, los cuales espero te sean útiles. - le respondo a Wynnona, mientras me pongo a darle los puntillazos finales a mi trabajo.

El profesor estaba en su libro absorto, con las piernas sobre la mesa y la silla haciendo equilibrio con dos patas en el aire. - Adelante - Exclamó al oír los golpes de alguien llamando en la puerta sin darse cuenta de que a lo mejor era un alumno- ¡Oh! ¡Pasad, pasad! - Dijo volviendo a mantener la compostura, sentándose como es debido y dejando el libro en la parte superior de una pila la cual se tambaleó un instante avisando de una posible caída.

-Buenas tardes. Veo que tenemos a una de las recientes admisiones tardías del colegio.- Dijo en relación a Raven - Hagamos las debidas presentaciones: Soy el profesor Flamel y te estoy dando Historia de la magia - Dijo estrechando la mano a la nueva alumna de Slytherin. - Estáis aquí para recuperar mi clase anterior. Bueno, es sencillo, como no estuvo en mi clase anterior, puedes hacer el trabajo de Bertie Bott que se pidió entonces. Su compañero  le puede ayudar por si anda perdida ¿De acuerdo?-

- Sin embargo, señorito Nut - Dijo cambiando el tono a uno más serio - Me tienes que hacer otro tipo de trabajo ya que suspendiste el anterior. El tema sigue siendo la historia del dulce, así que puedes escribirme un trabajo sobre la historia de otra golosina. Si no necesitáis nada más entonces no os entretengo. - Dijo cogiendo otro libro de la pila contigua.

Raven mira sorprendida al profesor, era cierto que no había hablado en clase, pero ella si había asistido a su primera clase, mirando al suelo más que al propio profesor dice:

Esto… yo… no quiero ser descortés pero… señor profesor yo si… si he estado en clase

Decía apenada por la equivocación del profesor y esperando no enfadarle ya que para ella el haber corregido con eso al profesor había sido una muestra de valor y coraje fuera de sí para ella.