Partida Rol por web

Había cogido la escoba para intentar llegar cuanto antes, y en cuanto me acerco al lago veo que Thad no se encuentra solo, ¿acaso la rosa que la había enviado, también se lo había mandado a alguien mas...?  por un ligero momento tuve un pinchazo en el pecho antes de bajarme de la escoba y llegar hasta las dos personas que se encontraban en la orilla. 

- B-Buenos días... Thad... y... ¿disculpa?¿tu eres...? Creo que no nos han presentado antes... - digo mirando extraño al alumno rubio y en cuanto el alumno rubio hizo la pregunta del millón yo me quedé mirando a Thad esperando una respuesta.

-Hola, pues soy Daniel- dije presentándome - Daniel Anderson, un gusto-  me quede viendo a la chica por un rato, debía darle la mano o hacer algo, y por que se quedaba mirando a Thad acaso tenia monos en la cara, aunque tampoco sabía por que nos había llamado a los dos - Tu nombre es Anastacia ¿Cierto?- recordaba el nombre que el chico me había dado en las lechucerías.

Os he pedido que vinierais porque sois de los únicos que me fío en el colegio, llevamos en este colegio poco tiempo pero creo que los tres tenemos objetivos que se nos hacen imposibles, por ahora, no hace falta conocerlos, simplemente me ha dado la impresión que era así. Me quedo unos instantes en silencio. 

Creo además, que los tres queremos aprender más rápido, pero también queremos respetar las normas del colegio, así que se me ocurrió explorar el colegio para ver si encontraba algún sitio en el que poder estar solo, un sitio tranquilo, la sala común de Slytherin es de todo menos tranquila y en la biblioteca no se pueden practicar hechizos. Después de recorrerme el castillo un par de veces encontré ese sitio, al principio estaba yo solo y practicaba hechizos, no me malinterpretéis, me gusta estar solo y poder estar tranquilo tumbado en un pub, pero también creo que el trabajo en equipo acelera mucho las cosas.

En definitiva, para no enrollarme, he encontrado un sitio en el que poder practicar hechizos y en dónde dispondremos de libros para aprenderlos. Ya he hablado con el Director Dumbledore, nos deja estar a nosotros tres y a un alumno más que tendremos que escoger más adelante. Suspiro pensando en Kayla, me encantaría que fuera ella pero en la situación actual sería muy extraño. La sala está insonorizada por el propio director así que tendremos privacidad y en caso de hacer un ruido moderado no debemos preocuparnos.

También he hablado con Drake Scamander para que de vez en cuando se pase para controlar que todo vaya bien, esto lo vi necesario a raíz de lo que pasó en el despacho del profesor Melker. 

Este club es secreto, así que no se puede hablar de él con nadie, solamente lo sabemos nosotros tres, el director Dumbledore y Drake Scamander.

Bienvenidos al "club secreto de conocimientos mágicos". Digo sonriendo.

Victoria esbozó una sonrisa al ver a las dos chicas acercarse.

​- Hola chicas, aún no hemos empezado habéis llegado justo a tiempo - miro a Kayla contenta de verla alli - ¿Comenzamos? - pregunto a todas, no sabía si esperar algo más por si Ginevra asistía, sin embargo ya llevaban mucho tiempo esperando.

La sonrisa de Victoria le dio cierta calma a Kayla, al menos no la había mirado mal después de lo sucedido. Le había cosatado mucho dar el paso para llegar ahora donde se encontraban, así que quiso hacer una mención a la Ravenclaw para indicarle que lo del club de duelos, no había sido por nada personal contra ella.

- Victoria, lamento no haber terminado el duelo contra ti..., fue una grosería por mi parte... - se disculpa la pelirroja mostrando que ella en el fondo, tras reflexionar y calmarse, era bastante razonable y de fácil trato, nada que ver con la Kayla que se enfrentó a Snape. -... quiero que sepas que no es porque tenga nada contra ti... - quiso añadir que el problema precisamente era ella, pero evitó entrar en detalles.

- Bueno..., ¿qué vamos a hacer ahora?.... ¿tenéis pensado algún plan?.... - pregunta la Slytherin a las demás, quizás se había perdido algo importante.

-¿Podemos invitar a Gin?- la pregunta se salió prácticamente sin que pudiera controlarla - me gustaría estar con ella- confesé - y si no rompemos ninguna regla cuenta conmigo, prometo no decirle a nadie- me parecía emocionante un club secreto y si fuera con Gin sería genial, de todas formas estaba bastante interesado.

-Por cierto Thad no me dijiste el precio de la escoba, te parecen bien 50 galeones, se que es poco pero es lo que dispongo- le consulte al chico esperando que su respuesta fuera afirmativa.

- Nada Kayla, realmente estaba preocupada por que no vinieses, me alegra que no estés enfadada conmigo, eso es lo importante, tenía haberte hecho daño u ofendido, pero si estás bien yo también - le guiña un ojo. Aunque en el momento se sintió mal, no era una persona rencorosa y no pensaba que las intenciones de la Slytherin hubieran sido malas, saber que no estaba molesta con ella le era suficiente. Se gira hacia Altair, - Bueno creo que es el momento de mostrarle a nuestras nuevas compañeras el lugar para las reuniones secretas.

Espera a que su amiga tome la iniciativa estaba muy emocionada.

Sí, sí. Me alegra que hayáis venido porque... creo que podemos compartir cosas entre nosotras, aunque estemos en casas distintas. Vamos, que me parece que porque unas estemos en Slytherin y otras en Ravenclaw o Hufflepuff, eso no significa que debamos estar compitiendo. Creo que es mejor ver lo que podemos hacer juntas.

Y tras decir esto, miré a Victoria, satisfecha de que fuésemos al final más de nosotras dos.

-Así que vamos a la Sala en Desuso -dije en voz alta, dirigiendo la marcha.

La pelirroja sonríe a Victoria. Sus gestos eran bastante nítidos, tenía un carácter fuerte pero no solía mentir ni tapar las verdades, la picardía para ello no la había desarrollado.

- Inicialmente pensé en no venir..., más que nada por la vergüenza... - más claro no lo podía haber dicho -...¿Enfadada contigo?..., no por el duelo desde luego..., yo me metí en eso sabiendo a lo que me exponía, estábamos en igualdad de condiciones y tu comportamiento fue ejemplar..., por eso quería disculparme....

Tras haber roto el hielo Altair hace un comentario que la Slytherin comparte totalmente.

- Bueno, aquí está lo mejor de cada casa.... - indica sonriendo -... Nos falta una Gryffindor para completar el pastel... Por cierto..., ¿cuál es la idea de este grupo? ¿aprender magia?..., a mi no me vendría nada mal practicar hechizos.... y tampoco reír un poco más de lo que últimamente hago..., tengo a medio profesorado cabreado conmigo.... -ahora sí que sonríe, y es que a la pequeña le gustaban los problemas -... ¿la sala en desuso?..., ¿dónde está eso?..., jamás escuché hablar de ese sitio....

Tendremos que elegir a nuestro cuarto miembro entre todos, me gustaría que fuera Kayla, pero dado el encontronazo del otro día en el club de coleccionismo... No se, tendremos que pensarlo entre los tres.

Si claro Daniel, 50 galeones están bien. Ahora vamos, tengo ganas de enseñaros el aula. Puede que no sea impresionante, pero es toda nuestra...

Les llevo a la "Sala del balcón del cuarto piso".

Bienvenidos a mi "fortaleza de la soledad" aunque ahora supongo que habrá que cambiarla el nombre.

Mientras caminábamos para llegar a la sala, intenté responder a  Kay. Parecía tener dudas respecto a... ¿todo? Sonreí. Yo era igual.

-Bueno, la verdad es que todas deberíamos aprender más así que uno de nuestros objetivos podría ser practicar para mejorar en nuestros hechizos y pócimas. Si por ejemplo alguna de nosotras suspende pociones o DCAO, las demás podríamos echarle una mano para que la recuperación le resultase más fácil.

Seguí hablando sin dejar de andar. Poco a poco íbamos acercándonos a la sala.

-De todas formas, nosotras queríamos explorar el castillo, descubrir pasadizos para ir de un lugar a otro e incluso fuera de Hogwarts... en fin, esas cosas. En cuanto a esta sala, no la descubrimos nosotras, pero nos viene genial. Tenemos permiso para usarla como queramos y nadie entrará a no ser que nosotras queramos.

Sin mucho mas que hacer me dispongo a seguir a Thad hasta donde quiere llevarnos, después de todo un club secreto suena interesante y divertido.

Raven escucha lo que dicen las chicas y asiente, cuando llegan algunas de las que faltaban les saluda con la mano y sigue a todas

Lunes 30 de septiembre de 1991 durante el almuerzo

La verdad es que no quería quedarme atrás de mis compañeros en especial por en el club de duelos Altair me había ganado, así que me había propuesto mejorar como mago, sabía que me ponía muy nervioso a la hora de competir con otros chicos, por lo que se me había ocurrido la idea de practicar mis encantamientos y hechizos, así que esta vez me dirigí a las orillas del lago, conmigo llevaba una cesta en la cual los elfos domésticos me habían colocado unos bizcochos de chocolates, algunas piezas de pollo, y un poco de jugo de fresas y arándanos, ya que no comería en el gran comedor, quería practicar en secreto, es mas no le dije a Thad, ni Anastacia, salí tan rápido como pude, y me quede cerca de las zonas seguras indicadas por los profesores.

-Aguamenti-  me concentré en el hechizo haciendo que fuera mas largo y ancho suficiente para empujar y empapar , el resultado fue bueno aunque algo agotador.

-Aguamenti- volví a repetir el encantamiento esta vez el chorro de agua fue mas controlado y fácil de dirigir, al parecer esto iba por buen camino.

-Aguamenti- esta vez quise dar una forma había leído que el encantamiento se le podía dar forma, intente formar burbujas de agua que salieran de la varita, me concentre en ello, las primeras que salieron no tenía forma de burbuja, parecía una amiba de agua que avanzaba torpe, pero la práctica estaba saliendo muy bien, mejor de  lo que esperaba.

-Aguamenti- dije tratando de formar una burbuja de agua protectora, quizás fue por la emoción o por suerte, o por que de verdad quería hacer algo bien, la burbuja pareció formarse, no era grande y tan solo me podía cubrir a mi dándome un espacio reducido, pero lo había logrado, me pregunto que pensarían todos cuando me vieran realizar el encantamiento de esta manera.

Esta vez caí tendido en el suelo, agotado por la ardua práctica, tome la cesta que los elfos me habían proporcionado y me dispuse a comer algo de pollo, un bizcocho de chocolate y un poco del zumo, por el momento estaba feliz, por lo que me puse a observar el ambiente del lugar, se sentía una paz que daban ganas de quedarse durmiendo, pero a pesar del cansancio no me dormí solo me dedique a observar el inmenso lago.

Les seguí casi sin decir palabra, me resultaba todo muy bonito pero extraño... 

Mañana Sábado 28/09/1991

Kayla había quedado en verse con Artemis a una hora bastante temprana, antes de que él bajase a desayunar. La muchacha, siempre activa y con energía reconcentrada había pasado por el gran comedor para recoger en un cestito de mimbre algunas viandas para elaborar un desayuno sorpresa para su novio, siendo todos los productos libres de calabaza, por supuesto.

Tras poner una bonita colcha de Slytherin en el césped y de vista al lago, colocó zumo de arándanos, café, roscos, tortitas, bacon, huevos, fruta y algunos dulces variados sobre la colcha a la espera de que su pareja llegara y pudieran pasar una bonita mañana de sábado ellos dos sin ningún tipo de contratiempo

Probablemente si alguien pasara por allí podría pensar que estaba loca, o que esos detalles eran cosas de chicos, y no de chicas, pero la pelirroja desafiaba abiertamente la mentalidad de cualquiera y simplemente hacía lo que deseaba sin importarle lo que los demás dijeran.

Kayla se sentó en la colcha y se quedó mirando hacia el lago, no hacía demasiado calor aún, incluso el ambiente estaba algo húmedo, quizás mejorase la temperatura cuando el sol despuntara en lo alto del firmamento y brillara con luz propia sobre los terrenos del castillo.

El sábado me desperté bastante temprano, pues había quedado con mi novia de aprovechar al máximo nuestro día libre de clases.

El día anterior fue bastante intenso, en especial luego del anuncio de la boda de Alen y Ginevra, sabía bien que Dani estaba súper enfadado por ello y aparentemente Victoria también, lo que me llevó a idear un enrevesado plan para frustrar la misma.

Sin embargo, eso sería cuestión de otro día, al menos la ejecución del plan, pues en definitiva compartiría mis ideas con Kayla el día de hoy.

Al llegar al lago, lo primero que veo es que mi novia había preparado un hermoso picnic, lo que me dejo bastante anonadado.

Buenos días princesa, de verdad te luciste. - comento.con una sonrisa, mientras tomo asiento junto a Kayla.

¿Qué tal tu semana linda?  La mía ha estado un tanto ocupada como ya imaginarás, entre lo del castigo y la boda de Alen, pues la verdad no ha habido mucho tiempo para conversar.

Pero al fin tenemos algo de tiempo para nosotros, espero que no nos interrumpan. - digo mientras la abrazo con una sonrisa franca.

La muchacha pelirroja sonríe abiertamente a Artemis cuando le ve aparecer, dándose un abrazo cariñoso una vez que el Hufflepuff se sienta a su lado, dando una clara muestra de afecto.

- Bueno, quería hacer algo especial, últimamente no nos vemos mucho..., y no he llegado a agradecerte lo que hiciste por mi en la torre de astronomía... - le dice la niña acercándole un vaso de zumo -... tranquilo, no hay nada de calabaza, no soy una viuda negra... - ríe con diversión

La pelirroja se sirve a su vez otro vaso de zumo y comienza a beber de él, con tranquilidad mientras observa las tranquilas aguas del lago y escucha su maravilloso sonido al romper la superficie del agua contra el suelo arenoso de los terrenos del castillo.

- Después de lo que hice en el club de duelos prometí a Dumbledore ir a hablar con Filch..., de hoy no pasa...., posiblemente rebajen tu castigo para la próxima semana.... De verdad Artemis, lo siento mucho..., he dejado que cargases con toda la culpa y eso no debería ser así..., no me he comportado bien contigo... y lo siento, de verdad.... - los ojos claros de la muchacha quedan fijos en los de él, cierto es que podía tener mal genio y a veces incluso extrema en sus actuaciones, pero cuando reflexionaba sobre algo era muy asequible conversar con ella.

Tranquila es una carga que llevo con gusto, de ningún modo le hubiera dicho a nadie que tu estabas allí además he aprovechado el tiempo para un pequeño proyecto personal, te lo voy a mostrar cuando esté listo. - respondo con una sonrisa mientras bebo algo de zumo de naranja.

Por cierto, el profesor Rowle me ha invitado a un estudio clínico para curar mis alergias, la verdad es que me da un poco de miedo, pero creo que vale la pena el riesgo.

De ese modo ya nadie va a poder encerrarte en una fortaleza de calabazas para alejarte de mi. - añado risueño, pues la sola idea en si misma era bastante ridícula.

Por cierto princesa, sé que no es asunto nuestro, pero ¿Qué opinas del compromiso de Alen y Ginevra? Dani y Victoria están muy afectados y pensé que podríamos hacer algonal respecto, pero tendríamos que liarla verdaderamente parda para que funcione. - comento pensativo.

- Es una carga que tu llevas con gusto pero yo no me siento bien por eso... - se sincera Kayla -... inicialmente dijimos que nos exculparíamos si uno de los dos fuera pillado, pero dudo que tú pudieras hacer eso si me pillan a mí..., y está visto que mi conciencia no me deja estar bien así..., lo mejor al final es dar la cara, si uno cae, el otro le acompaña..., quizás con otra persona preferiría librarme, pero contigo no..., prefiero compartir las obligaciones de limpiar el castillo..., aunque sea al estilo muggle.... - sonríe y bebe posteriormente de su zumo -...¿sabes?... La profesora Foxier me pilló cuando entré en la sala común y me...cubrió las espaldas..., jamás lo hubiera dicho de ella... la tenía por ser una mujer muy estricta con las normas..., y por lo visto en según qué condiciones no lo es tanto...

Cuando Artemis le dice que el profesor Rowle iba a trabajar con él para curar su alergia se alegró mucho por el muchacho.

- ¿Miedo?... ¿tú?... ¡No me lo creo!... - le anima la muchacha -...es una noticia fantástica..., y estando al lado del profesor nada malo podrá pasarte..., es que mira que es mala suerte ser alérgico a la calabaza..., Inglaterra entera está llena de ellas..., encontrar cualquier remedio que te ayude a no ahogarte va a ser una bendición, porque si te pasa de nuevo lo del lago me muero... - le dice recordando aquel día en el que ella pasó miedo de verdad, y quizás no tanto como el del dragón, que también tenía lo suyo.

- Es una faena lo de Alen y Ginevra..., que le marquen un matrimonio de conveniencia es lo peor..., pero no es el primer caso que se da en la comunidad mágica..., en la familia de mi padre ha sido costumbre desde antaño..., aunque mis padres sí que se casaron por amor... - explica la joven -... Ahora, debo decirte que Ginevra me cae particularmente mal, tras el club de duelos tuvimos unas palabras, me insultó y sinceramente no me importa nada lo que le pase, es una amargada... ¿Merece la pena que pienses algo para ayudarles cuando seguro siquiera te lo van a agradecer?...

Kayla observa a Artemis queriendo entender porqué deseaba ayudar al cuarteto que se había formado y más, el plan que le rondaba por la cabeza.