Partida Rol por web

La miré extrañado, ¿defraudar a su madre? ¿En serio eso era suficiente razón para casarse con alguien?

- Así que en realidad a ti te gustaría casarte conmigo, alguien que casi no conoces para alegrar a tu madre ¿acaso eres su marioneta? -esa idea no me gustaba pero me permitiría "jugar" un poco- Así que el tal Daniel es un sangre sucia ya veo... entonces si tantas ganas tienes puede que en un futuro nos podamos casar pero no me gusta la idea de estar comprometido desde tan pronto.

Se apoyó en su hombro, respirando fuerte e intentando sentirse lo suficientemente fuerte como para poder expresar lo que le pasaba, una pena que siempre había tenido y que no había compartido con nadie lo que hacía que no supiera cómo exteriorizar aquello, sus sentimientos, de hecho, solo sabía que sentía pena, pero las razones, eran confusas.

— mamá... para ella soy un error... siempre he sido poca cosa para ella... pensé que no le importaba, pero ahora me comprometió contigo, quizás si le intereso y... y quiero hacerlo bien, así me querrá un poquito — hizo unos pucheros, decir aquello le quebraba el corazón, Alen no tenía porqué ser parte de eso, ahora que lo pensaba.

— ¿po-podemos... llevar una buena relación... algo así... como amigos? — lo queda mirando, creía que si eran amigos, podría comprender un poco mejor lo que estaba pasando, y podría, quizás, no hacer enojar a su mamá.

— prometo que no te molestaré en nada... lo prometo — sonrió apenas.

Escuche con tranquilidad lo que tenía que contarme, al parecer su situación era mucho mas compleja que la mía y es que en mi caso mi madre solo lo hacía por la pureza de sangre y porque una sangre sucia no se merecía estar con su pequeño.

- Entonces si no te quiere ¿porque dices que es tu madre? Una verdadera madre quiere a sus hijos mas que a nada en el mundo incluso si no lo parece  y pase lo que pase velara por ellos para conseguir su felicidad así que para mi una mujer que no le importa su hija no es su madre -palmeé su cabeza ante su pregunta- Claro que seremos amigos y no hace falta que actúes diferente conmigo o con Victoria, simplemente se natural y te aseguro que no molestaras a nadie. Confía en mi, vive tu vida y olvídate de tu "madre".

Alen no la comprendia, ¿quien lo haría en realidad? Ni ella misma se comprendía, el haber estado tanto tiempo apartada de todos, había hecho que no supiera distinguir donde estaba ella y estaban los demás, sobre todo, los deseos de su madre a la que siempre había visto como un ser distante y al cual le suplicaba amor, Ginevra le sonrió y miró hacia delante, había deseado tanto una palabra de afecto de su mamá, que ahora pensar en decirle que no, en la cara, era impensado, apretó los puños un poco, contra el borde de la silla.
 — sip... eso haré — responde, con una voz cantarina y casi dulce, — y no te preocupes, no sere una molestia — tratar a Victoria, ni siquiera había hablado con ella, y no trataria ya con la chica, sentía vergüenza la verdad y eso le impedía acercarse.
Bajo la mirada, y el cabello cubrió parte de su rostro, quería.. no sabía qué quería, estaba cansada.
 — eres un gran jugador — le dice, mirando la escoba, había escuchado de él luego de las competencia.

Me alegraba que al fin estuviera mejorando su ánimo, aunque seguía con el tema de ser una molestia lo cual me hizo negar y encogerme de hombros. Y curiosamente después de eso dio un salto a otro tema muy diferente, mi habilidad sobre la escoba

- Si, se podría decir que nací para estar sobre un escoba pero siendo sincero aunque soy muy bueno cuanto mas tiempo paso en clases mas me arrepiento de pasar tanto tiempo en el aire, ahora las clases se me hacen mas difíciles que al resto por eso mismo.

Se muerde el labio inferior, usar la escoba era en lo único que realmente se sentía buena, ella puso su mano en la mano de él, para captar su atención.

— puedo ayudarte, con las clases y el vuelo, creo que algo buena soy en ambas cosas, y puedes compensar el tiempo que usas en algo para dar lo máximo en lo otro, ¿qué dices? — era mejor cambiar de tema, y que ella se quedara con todo lo que le pasaba y sentía, era bueno con eso. 

Si ella quería cambiar de tema que así fuera, yo no tenía problema con eso así que adelante.

- Con gusto acepto tu ayuda, ¿aunque estás seguro de querer ayudar a tu rival? Recuerda que soy el buscador de los cuervos azules y tu la capitana de las serpientes verdes -hice flotar la escoba delante mía lista para alzar el vuelo y me levante- Como dije antes así estas mucho mejor, con una sonrisa en la cara -subí en la escoba- ¿Una vuelta?

se puso de pie con él, y miró la escoba, levantando un ceja, luego mirando al chico, Alen era agradable y no estaba intentando coquetear con ella, y eso le hizo sentir muy cómoda, era un chico lindo y amable, después de todo.

— no creo que pueda con ambos, Alen — aunque ella era realmente pequeña y menuda, incluso más pequeña que la media de sus compañeras — podría ir por mi escoba y... — rodó un poco los ojos, aún sus mejillas estaban sonrojadas — creo que puede ser nuestro secreto, ¿no?, además, eres mi prometido, después de todo — prometidos, eso seguia siendo muy raro más para alguien que no deseaba novios porque creía que no era necesario aún.

Estuve a punto de decir algo que seguro iba a ser muy malo pero reaccione a tiempo y me calle.

- No te preocupes, ya he montado a mas de una persona antes puede perfectamente con el peso de dos -le hice señas para que se sentara pero cuando dijo lo de prometidos la mire con un claro "¿En serio?" en la mirada, me encogí de hombros y suspire- Entonces arriba y agarrate fuerte va a ser movidito -en cuanto me asegure de que estaba bien colocado y sujeta salí a toda velocidad, al principio fuimos a ras del suelo hasta que nos acercamos en exceso a un árbol que entonces volé casi en vertical tras esquivar el árbol, reduje la velocidad cuando ya habíamos alcanzado una buena altura y podíamos ver todo Hogwarts

Aún sin tener toda la confianza en la propuesta de Alen, decidió hacerle caso, subirían a la escoba, el problema es que una escoba es solo para una persona, aunque entre ellos dos pesen más de 80k.

Subieron a la escoba, tampoco le agradaba el no poder ella guiar y tenerse que guiar, pero era lo que quedaba, así que se aferró a la espalda de Alen y disfrutó del viaje, sin siquiera moverse, más allá de su rostro de felicidad de poder volar, y que Alen no podía verlo. 

Solo lo apretó un poco más cuando subieron de forma vertical porque la fuerza del movimiento podría arrojarla al suelo. La escoba crujió al recibir el cambio de presión y con el peso distribuido de una forma para la que no estaba diseñada, hizo temer a la niña de que la escoba departiera, pero no fue así.

Ya sobrevolando la escuela, la niña sonrió y se soltó de Alen, para extender sus manos y disfrutar de los rayos del sol, y luego volver a abrazarlo, sonriéndole. El sol iluminaba su cabello y sus ojos también, Alen, por muy precavido estuviera sobre la naturaleza de Ginevra, no podría ser indiferente a ese encanto que iluminaba su rostro, suavizaba su voz e incluso, hacia su perfume sin más sublime.

— me encanta — le susurra al oído, con los ojos entrecerrados — luego me toca llevarte a mí — era casi una orden, pero la finalizó con una pequeña risita traviesa.

Miércoles, 25 de septiembre de 1991

(después de clases)

Llegué a los jardines rápidamente, intrigada por saber de qué se trataba. Era la primera vez que recurríamos a hablar por telepatía y había estado genial, a pesar de tratarse de una tontería. Así que ahora quedaba por ver en qué podía ayudarla. Victoria era mi mejor amiga en Hogwarts, puede que la única que tenía, y fuera lo que fuese, no dudaría en estar a su lado.

Una vez allí, miré alrededor, buscándola.

Miércoles, 25 de septiembre de 1991

(después de clases)

Victoria llega a donde está esperándola su amiga y sonríe de oreja a oreja, era genial saber que podía contar con ella, ahora solo quedaba contarle el plan y que ella quisiera participar...

- ¡Hola! - la abraza - Gracias por venir. Verás quería pedirte un favor... es un poquito especial... y puede que algo arriesgado si te pillan... bueno, nos pillan, por que daría la cara por ti obviamente - le guiña un ojo - A ver...  un amigo se ha metido en un lío, concretamente Alen Ryder... una chica de primero, de tu casa está encaprichada con él, y si no tiene una cita con ella, bueno, no sabemos que hará... pero le ha chantajeado y amenazado, así que... para evitar todo esto, mañana tienen juntos un picnic, él no quiere ir y bueno.... sabes que Alen y yo, nos estamos conociendo... - se sonroja - así que la idea no me gusta nada... hemos pensado un plan para "quitársela" de encima... he comprado una poción a Foxier, una poción laxante... que me tendrá lista mañana. Para que no sospeche de Alen, alguien de Slytherin debe hacer que la tome, poniéndosela en alguna comida o bebida... para que cuando llegue la hora del picnic, surta efecto y ella se sienta tan incómoda que no quiera estar alli, Alen le insistirá y ella lo pasará tan mal que nunca querrá volver a quedar con él - se notaba que esta ultima parte era la que más le gustaba a la ravenclaw - El problema es que ni Alen sabe como se llama - suspiró - ¡estos chicos son un desastre! pero me ha explicado como es físicamente... Cito textualmente sus palabras ejem... "Slytherin de primer año, "grande", amenazante, no muy agradable de mirar" - puso mala cara - si es cruel pero me lo dijo así, dice que si conoces a las niñas de primero sabrás quien es sin problema.

Victoria hace una pausa esperando a que su amiga procese la información y añade.

- Por supuesto solo si quieres hacerlo, he pensado en ti por que eres mi mejor amiga y se que no contarías nada pero solo si quieres hacerlo sino no importa, te lo digo de verdad, no me enfadaré. Ni siquiera le he dicho a Alen que te lo pediría a ti, no sabe quien va a ayudarnos.

Realmente había sido sincera, no quería involucrarla, pero no le había quedado otra opción.

En cuanto llegó Victoria, ambas nos abrazamos, y entonces, empezó a hablarme de su problema. Era... inesperado. Lo de Alen y ella, me lo había imaginado, por supuesto, aunque nunca le había preguntado porque me daba un poco de "cosa" hacerlo, pero la historia era todavía más extraña.

Una Slytherin de primer año, "grande", amenazante, no muy agradable de mirar".

Solo pueden ser Kayla o Ginebra, pero pensaba que Kay estaba con Artemis, y Gin... no sé, no me cuadra demasiado que una de ellas amenazase a Alen

Por supuesto solo si quieres hacerlo, he pensado en ti por que eres mi mejor amiga y se que no contarías nada pero solo si quieres hacerlo sino no importa, te lo digo de verdad, no me enfadaré. Ni siquiera le he dicho a Alen que te lo pediría a ti, no sabe quien va a ayudarnos.

Hummm... te agradezco tu confianza, y ten por seguro que no se lo diré a nadie. Pero en primer lugar, no estoy convencida de que esto sea la mejor manera de actuar. En primer lugar, necesitaría saber quién es exactamente porque no lo tengo muy claro. A ver, ¿es rubia o pelirroja? Y en segundo lugar, no me gusta. ESo solo solucionaría ese momento, pero ella seguiría pensando que le gusta y habría otra ocasión. ¿No iréis a darle una poción laxante cada vez que queden juntos, verdad?

Desde luego, la situación era complicada, pero no imposible, solo que había que buscar más posibilidades.

Además, para mí, las dos son compañeras de casa y confían en mí, y no puedo traicionarlas. Así que solo os ayudaría si de verdad me explicáis en qué consiste la amenaza. Necesito hablar con Alen para convencerme. ¿Por qué no vamos a verlo y hablamos los tres? Si me lo explica, soy capaz hasta de hablar con quién sea directamente, antes de darle la poción. Sería más... honesto, ¿no crees? ¿O es que tampoco te ha dicho a ti cómo lo está amenazando?

Era un buen plan e inofensivo, pero no dejaba de ser un acto un poco cobarde, pensé. Si Alen no quería reunirse con ella, ¿con qué estaba amenazándolo para que no pudiera simplemente negarse? ¿Es que iba a hacer ver que le gustaba el resto de su vida, cuando no era así? Esperaba que Victoria lo viera igual que yo.

- No es ninguna de ellas, de eso estoy segura. Creo... creo que tienes razón, vayamos a hablar con él y podrá explicárnoslo todo mejor. Él me dice que no puede negarse le pidió que hiciera algo por él, ella aceptó con esa condición, le dije, que entonces simplemente le contestara que no pero él sostiene que le ha amenazado y le da miedo qué pueda hacerle...

Victoria desvió la mirada, era algo incómodo, se sentía como una imbécil, no habían visto otra salida que aquello, pero si su amiga podía solucionarlo por otra vía...

- Vayamos a buscar a Alen.

A pesar de las "quejas" de la escoba esta no cedió ni un milímetro ni se ralentizo en absoluto, estuve agarrando fuertemente la escoba concentrado en no cometer fallos hasta que una vez llegamos a mi objetivo y Gin se soltó, entonces yo solté una de mis manos para girarme un poco y ver mejor el colegio. Pero en vez de eso me quede maravillado mirando a Ginevra la cual con la luz que recibía y la felicidad que sentía había desatado mas aún sus encanto de Veela por lo que quede mirándola boquiabierto sin decir nada y así estuve hasta que me volvió a abrazar y hablarme.

- ¿Que? Ah, si, si, claro, seguro -ahora no sabía si esto había sido tan buena idea- Te ves realmente hermosa... -me gire y me di un golpe yo solo con mi mano libre antes de seguir volando alrededor del castillo

Puso un gesto de pena, pero lo suavizó con una sonrisa, era un niño, sufriría de sus encantos, era obvio, ya le parecía raro que no le dijera nada en especial sobre eso.

— creo que con el tiempo, te irás acostumbrando... todos a la larga — no se sentía bella, ni hermosa, ni nada, ni por dentro ni por fuera — * luego me verás como realmente soy, y ahí podremos ser amigos de verdad* — arreglo su cabello detrás de su oreja, riendo por ese golpecito que le había dado. 

Comenzaron a volar de nuevo, la niña se volvió a sujetar de él, pero cuando iban en línea recta, se soltó de él, solo una mano, era feliz volando.

Poco a poco la velocidad iba en aumento y aunque al principio me dedique a sobrevolar el castillo desde las alturas pero en  algún momento me decidí por bajar y volé sobre la superficie del lago, moviendo el agua a nuestro paso, si no fuera por que llevaba tenis habría tocado el agua un poco. Tras un poco mas de tiempo volando volví al lugar donde despegamos.

- Si no fuera porque podríamos meternos en líos habría volado entre el castillo y habría sido increíble, algún día lo haré. -me levante de la escoba para que ella pudiera sentarse delante y tomar las riendas de la escoba- Ahora es tu turno ¿no? Estoy deseando ver por donde me llevas.

Ella disfrutó de volar sobre el lago, aunque casi se ahogó ahí en la primera clase, cuando su escoba se volvió loca, sin embargo la niña no tenía miedo a volar y habia seguido haciéndolo. La niña bajó de la escoba, y pasó delante del chico, y tomó la escoba.

— vamos, súbete y afírmate de mí — le guiño un ojo, ya arriba de la escoba, se había subido montada en ella, mostrando que usaba unos short cortos bajo su falda del uniforme. 

—  Alen, vamos, arriba — lo anima, ya despegando los pies del suelo. 

Cuando el niño se subiera a la escoba, ella tenía la misma escoba, así que sabía cómo manejarla, por eso, apenas estuvo montado, ella salió a toda velocidad, moviéndose zigzagueando y demostrando porque había ganado el puesto de capitana del equipo, pues no dudaba en su vuelo, en sus movimientos, arriba de la escoba, demostraba toda esa seguridad y ferocidad de la que carecía en la vida cotidiana, más ahora que la depresión se la estaba comiendo. 

— no te sueltes — pasaron por cerca del puente colgante, pero aunque tuvo la intensión de pasar por entre sus pilares, decidió no hacerlo, y volver con un vuelo mas calmado hacia el lugar donde estaban.

Sin dudarlo ni por un instante, me subí detrás suya y me agarre fuertemente a la cintura de Gin, apoye mi cabeza en su hombro para no comerme el pelo en cuanto despegara y menos mal que lo hice porque desde luego la chica venía con ganas de demostrar de lo que era capaz sobre la escoba, ahora me arrepentía de haber sido tan "blando" antes.

- Se nota que disfrutas mucho -dije mientras volvíamos de vuelta, de vez en cuando movía la cabeza para quitarme pelo de la cara, yo también estaba disfrutando de la compañía de Gin, le gustaba volar tanto como a mi, era muy guapa y era sangre pura realmente sin saberlo mi madre había escogido una buena prometida, una pena tener que elegir una u otra