Partida Rol por web

Fuera del baño se escuchaban algunos ruidos, me preguntaba que demonios estaba pesando Flitwick seguía bajo el influjo de la bebida de la profesora Foxier, por mi parte el efecto de mi bebida acababa de desaparecer, así que  me subí el cierre de los pantalones y me dispuse a ver que estaba armando tanto jaleo fuera de los baños.

Post de contexto general

1. Dumbledore, McGonagall y otros profesores están charlando tranquilamente en la mesa de profesores.

2. Harold, Drake y Flitwick acaba de llegar del baño, y justo les acaban de remitir los efectos de los brebajes.

3. Melker y Cyllene están en la barra, manteniendo conversación.

4. Altair y Raven están ambas dentro de la piscina de plástico, los efectos remiten de los brebajes remiten ya. Muy cerca de ellas están Alex Lowell y Seth Nut.

5. Victoria, Daniel, Rubén y Francis están llegando al Gran Hall, alertados por un grito de chica. ¿Anastasia, quizá? Ven a Kayla unos metros por delante avanzando por el patio del reloj, y dos siluetas muy al fondo, en dirección al puente cubierto.

6. Kayla, cerca del grupito anterior (5), acaba de ingresar al patio del reloj, en busca de Ártemis. Aún está en la zona iluminada.

7. Ártemis, Alen, Anastasia y Thad están en la zona más oscura y con densa niebla del patio del reloj, con ciertos problemillas. Fuera de la vista del resto, y con ciertas dificultades para verse entre ellos.

8. Cassius y Gin están regresando del puente cubierto, y distinguen a lo lejos a Kayla, y más lejos aún unas siluetas de un grupo mayor que no llegan a identificar.

Pasando por el jardín, ya despidiéndose de Cassius o mejor dicho, sin notar si la seguía o no, se dio cuenta que Kayla estaba yendo hacia la parte más oscura, la chica levantó una ceja, recordó que tenía una conversación pendiente con la chica, así que se enfiló hacia donde iba ella, siguiendo sus pasos, avanzando tan rápido como su vestido se lo permitía. 

— ey, Silver, necesito hablar contigo — alzó su voz, para ver si la escuchaba pero sin detener la marcha, ya había notado que se veían más personas en la zona oscura, quién sabe qué se encontrarían ahí, quizás parejas que estaban jugando a las manitas sudadas. Como estaba tan preocupada de llegar donde Silver y con sus ojos en la zona mas oscura, no notó que habían más compañeros saliendo de la escuela. 

El Slytherin al llegar hasta la zona cercana al patio del reloj y ver que Carrow se adelantaba para ir a por una muchacha de su propia casa, decide quitarse de en medio y retirarse de la fiesta, al fin y al cabo él no había tomado la poción de Foxier y no debía quedarse. Antes de alejarse de Ginevra e irse a su sala común se despidió de ella.

- Adiós niña fea...., y no olvides entrenar... - y dedicándole una amplia sonrisa, se retiró de la zona.

La pelirroja acababa de conjurar un lumos y la punta de su varita estaba iluminada. Buscaba visualizar a Artemis, o al menos escuchar de dónde procedían los sonidos. Pero lo que más nítido oyó fue la voz de Carrow acercándose a ella.

- No es muy buen momento ahora mismo... - acierta a decir la pelirroja, oteando hacia la oscuridad, dando prudentes pasos, siguiendo su búsqueda personal. Artemis le iba a escuchar, no le permitiría que volviera a dejarle sola de nuevo, había estado muy feo que la dejara tirada en la fiesta -... ¡Artemis!....¿dónde estás?.... - grita la pelirroja esperando que le chille alguien y saber hacia donde avanzar con mayor seguridad

Mientras se alejaba de Cassius, se giró hacia del y le sacó la lengua y le dijo que se portara bien y que soñara con ella, a veces era muy descarada aunque no era del todo consciente del efecto que producía en el género opuesto, o más bien, aun se sentía muy culpable de producir esos efectos. Le guiñó un ojo, ya corriendo en dirección de Kayla que la recibe con un humor de aquellos, el novio se le había desaparecido y lo buscaba con afán.

— ummm si buscas a tu novio, te ayudo, quizás quieras golpearlo y yo lo sujeto mientras tú le das duro, así, estarás luego desocupada para conversar Silver de tu escapada del día miércoles  — la alcanzó y se fue detrás de la chica, sacado su varita e invocando el lumus, ese lugar estaba muy oscuro, y no sabía si era conveniente que dos niñas de once años estuvieran en un lugar oscurito con adolescentes calenturientos. Gin abrió mucho sus ojos y se fue a lado de Kayla, esperando no ver a sus compañeros jugando al papa y a la mamá. Esperó a que su varita respondiera...

Raven seguía tratando de despegarse de "la sirenita" cuando nota como poco a poco su cuerpo volvía a la normalidad, cuando se separó mira a su compañera y dice:

Lo siento mucho... No fue mi intención

Con voz de pena se levanta, estaba mojada por haber caído al agua, se frota los ojos y se gira para marcharse de alli caminando rapido

Los cuatro pequeños estaban con mucha tensión, pero no parecía irles mal la cosa. Alen logró golpear duramente los huesos cúbito y rádio del esqueleto, y ambos se fracturaron, dejándole libre. Anastasia había logrado invocar un poderoso Flipendo que envió por los aires a uno de los gnomos y detuvo el avance del resto, quedando expuestos, momento que Ártemis aprovechó para invocar un hechizo de transformación, un Avifors, y hacer que uno de los gnomos convertido en búho, chocase contra otro. Thad había intentado convocar unas chispas rojas, pero parecía que no había surgido mucho efecto.

Con el gnomo de Anastasia que había salido despedido, y los dos que acabaron aturdidos por el hechizo de Ártemis, solo quedaban dos más que tras dudar, emprendieron la huída. Pero ahí no finalizó todo... Una sombra se iba aproximando desde un extremo hacia vosotros, y un poco más a la derecha, se escuchó la voz de chica, la voz de Kayla, que gritaba...

¡Artemis!....¿dónde estás?..

Luego de que los gnomos huyen en desbandada me acerco a Anastasia y le propino una patada lateral al brazo, para ayudar a Alen a liberar a Anastasia.

Sin embargo, mientras me disponía ayudar a Anastasia a levantarse escucho la voz de Kayla, lo que me pone en alerta.

Acto seguido busco a Kayla con la mirada, pero la oscuridad me impide verla, por lo que levanto mi varita y uso Lumos.

Lumos. KAYLA ¿DÓNDE ESTÁS? NO TE VEO, SIGUE MI VOZ O LA LUZ. YO VOY HACIA TI. - grito a pleno pulmón mientras trato de localizar a mi novia en la oscuridad.

TEN CUIDADO, HAY UNOS GNOMOS ZOMBIES CORRIENDO ENTRE LA HIERBA. ES EN SERIO. TEN MUCHO CUIDADO. 

Luego me giro hacia Anastasia.

Voy a buscarla, moriría si algo le pasará, tu estarás bien con Thad y Alen. - le digo a mi compañera dr casa mientras intento caminar hacia el lugar del que viene la voz de Kayla.

La patada hizo exactamente lo que quería y me libero por completo del aprisionamiento del esqueleto pero me dejo su mano en el cuello a modo de recuerdo, la cual me intenté quitar de inmediato. Ahora tocaba Anastasia que a pesar de haber atacado bien a los gnomos seguía estando prisionera de nuestro manco amigo.

- Ni de coña te dejo aquí -agarre la mano del esqueleto que sujetaba a la chica esperando convertirla en oro pero no paso nada, y menos mal porque era una idea de mierda, por lo que antes ese problema se me ocurrió otra genial idea... puñetazo, con la misma fuerza que la patada de antes solté derechazo directo al codo del esqueleto- Te vamos a sacar de aquí cueste lo que cueste y no hay excusas que valgan.

Si conseguía liberar a Anastasia la cargaría, lo cual se me hizo mas difícil de lo que pensaba porque me faltaba forma física, y volví por donde había venido.

Y la burbuja explotó  lentamente el encanto de la poción fue desapareciendo la niebla que me había mantenido cautivo bajo  la fascinación de Victoria comenzó a desaparecer así que mi conciencia fue despertando.

-Waaa ¿Dónde estoy? ¿Esto es el Gran Hall?, pero yo estaba pidiendo otra bebida ¿Que ha pasado aquí?- mire confundido a Victoria, Francis y Ruben, inmediatamente me di cuenta que tenia a Victoria tomada de la mano, así que la solté avergonzado, que demonios había pasado para que yo le tomará la mano a la chica, no lo sabía y estaba seguro de no querer saberlo, solo había recordado haber visto como ella era un hada de preciosas alas moradas y nada más.

-Chicos ¿que ocurre?- mis sentidos estaban nublados por los efectos que anteriormente había sufrido, Ruben me pide que me controle pero no entiendo el por que - Viejo yo estoy controlado, solo deja de sacudirme y explícame la situación- le dije al chico  ya  mas normal.

Casi de inmediato, una vez Kayla le gritó a Ártemis, este respondió desde la densa niebla y oscuridad.

KAYLA ¿DÓNDE ESTÁS? NO TE VEO, SIGUE MI VOZ O LA LUZ. YO VOY HACIA TI.

TEN CUIDADO, HAY UNOS GNOMOS ZOMBIES CORRIENDO ENTRE LA HIERBA. ES EN SERIO. TEN MUCHO CUIDADO

Sabiais que la voz sonaba relativamente cerca, y se podían ver unas tenues luces como de varitas usando Lumos. Entonces algo rozó las piernas de Gin y ambas os sobresaltasteis. Cuando enfocasteis con la luz de vuestras varitas hacia vuestros pies, kayla vio un rostro familiar que no le traía para nada buenos recuerdos. ¿La señora Norris?

Las noticias de que hubieran gnomos no le cayó muy bien a la chica, definitivamente debió quedarse en su cama  y no salir de ahí, esa fiesta era un desastre  considerando que estuvo apunto de terminar muerta (aunque eso habría sido por su culpa), lo único bueno es que había sido confortada por Cassius quien demostraba cada vez más que era un buen chico y no el patán en el que se convertía cuando estaba con sus amigotes. 

Sin esperar la reacción de Kayla, después de todo, creía que la chica podía defenderse sola, o simplemente no le importaba mucho lo que le pasara, siguió avanzando, apretando su varita con fuerza, sin embargo cuando siente esa cosa peluda rozarle las piernas, pegó un gritito de miedo que de seguro los demás escucharían, llevando la varita para buscar la fuente de sus espantos.

— ¿la señora Norris? — preguntó agachándose para mirar a la gata, no sabía si era ella, sólo la había visto algunas veces y no las suficientes como para distinguirla de otros gatos — el señor  Filch debe estar cerca— miró a su alrededor, pero en verdad no podía distinguir nada, solo las luces a lo lejos, era extraño que ese sitio hubiera tanta oscuridad. ¿sería algún tipo de hechizo?, cuando estaba con Cassius no estaba tan oscuro, podía ver el bonito rostro del chico y él a ella, pero ahí, nada, todo era muy oscuro, y pensó en algún hechizo que fuese así de poderoso...La niña intentó tomar a la gata para que no le pasara nada mientras gritaba a sus compañeros.

— ¡Soy Carrow, ¿están bien?, vamos para allá! — fue lo que dijo en el grito que pegó, mientras intentaba sujetar a la gata entre sus brazos.

Alen había conseguido liberarse del esqueleto y se había acercado a mi para pegar un puñetazo al otro brazo que me tenía atada había sido roto y yo, a cambio, había sido liberada, por fin... 

- Gracias, Alen.- le agradezco mientras me incorporo, cuando Alen intenta acercarse y veo que intenta cogerme en brazos, le empujo ligeramente y lo mas amable que puedo.- Gracias de nuevo, chicos, por no dejarme sola.- dijo sonriéndoles a los tres, fue entonces cuando escuchamos a Kayla gritando por Artemis, ¿es posible que se encuentre cerca? 

Artemis se lanza para ir a buscarla, me estiro hasta alcanzar su hombro y tirar ligeramente de él.- ¿A donde crees que vas? - le pregunto seriamente.- No vas a ninguna parte solo, Kayla también es mi amiga y así que vamos todos juntos, mejor que no nos separemos, tengo una mala sensación...- digo mientras veo una sombra moviendose cerca nuestro, ¿qué era aquello? 

Sea lo que fuere intento buscar la ubicación de la voz de Kayla, es mejor que nadie se quedara solo, allí estaban pasando cosas muy raras y sobre peligrosas...

Kayla escucha la voz de Artemis, así pudo ubicar más o menos hacia donde estaba, quizás no iría en línea recta pero al menos no se dirigía en sentido contrario.

- ¿Gnomos zombies?.... ¡Ahhhh!.... - se asustó la niña al ver al maldito gato del conserje, iba a lanzarle un hechizo a la vil criatura, aún se la tenía jurada por lo de la torre de Astronomía, pero fue en ese instante cuando Gin cogió al animal o al menos intentaba hacerlo. Si usaba su magia podría darle a su compañera de casa. Kayla suspira, un estupendo momento del día jodido por una Slytherin.

- ¡Artemis!.... - la pelirroja decide avanzar por la oscuridad con la varita iluminando como leve reflejo nocturno -... ten cuidado donde pisas Carrow..., mira bien en el suelo de que no hayan gnomos cerca... - podía ser la broma más macabra del mundo, pero si su novio le decía que había criaturas malignas por el lugar, ella lo creería... - con lo bien que estábamos dentro de la fiesta..., puffff... - suspira con cierto fastidio basado en el miedo que la oscuridad y el no saber donde estaba el chico que le gustaba, le provocaba

Por fin, después de un rato, los efectos de aquella poción empezaron a desaparecer. Sentí como si se me desentumecieran las piernas y al mirarlas, la cola de sirena estaba ya siendo sustituida por mis piernas de nuevo. Era algo extraño. La cola era bonita, pero mis piernas... bueno, las prefería por encima de todo.

Me picaba un poco la piel, seguramente, del tiempo que había pasado sin agua, pero me puse en pie y salí de la piscina. Por supuesto, estaba empapada.

-Ha sido... interesante -dije, mirando a Raven -. Pero creo que paso de repetirlo de nuevo.

Sonreí. No estaba molesta y sí divertida, pero había sido incómodo. Las fiestas de Hogwarts no eran iguales a las normales. Oh, no. Eran toda una experiencia.

Cuando la Profesora Foxier se quitó la máscara, Melker sonrió aliviado. Esa mezcla de máscara de mortífaga y ojos verdes era un recuerdo demasiado doloroso para el Profesor de defensa contra las artes oscuras y no quería asociar a Cyllene con esa imagen. Escuchó atentamente que fué Dumbledore quién sugirió la idea para la fiesta y el enfado que sentía fué disminuyendo - Poco más puedo añadir si fué idea de Dumbledore. Y por lo menos la poción del ahogamiento me tocó a mí y no ha un alumno. 

Algo de los que dijo la Profesora hizo que Melker tuviera la necesidad de preguntar - ¿No recordaba lo que se sentía al ahogarse? ¿Ha sufrido eso alguna vez? 

La bonita docente siempre tendía a fijarse en los detalles, y no le pasó desapercibida la sonrisa de Melker al desprenderse de la máscara, objeto que depositó a un lado, con cierto grado de delicadeza, como si temiera romperla.

Cyllene había dado sus explicaciones al docente, un gesto de buena voluntad, pues podía haber obviado el responder. Sin embargo, comentar que Dumbledore fue el artífice del juego de las pociones pareció calmar a Melker, y era curioso, pero no dudó de su palabra. ¿Mentiría la bella mujer al respecto y echaría balones fuera para no llevarse la culpa?

No había sido delicada comentando informaciones de su pasado que, en otras circunstancias de seguridad en sí misma, no habría comentado. Recular y decir lo contrario ya no era buena idea, así que lo mejor sería normalizar la conversación, controlando lo que decía. Los excesos de información nunca eran buenos, menos en su posición. Y no decir nada, una falta de respeto tras lo acontecido.

- ¿Conoce el hechizo asfixiante?.... - sus ojos verdes buscan los iris de Westerberg y se prendan en él -...de tu propia túnica parten tiras de tela que te cogen de las extremidades y del cuello..., tiras de un brazo para liberarte pero te percatas que la presión del cuello aumenta, piensas que si liberas con tus manos la garganta quizás puedas respirar, pero las tiras que sujetan las muñecas son más fuertes que tú y te lo impiden... Luchas y luchas por conseguir oxígeno, pero cuanto más te mueves más te esfuerzas, más te cansas... y menos respiras.... - su forma de hablar notas que es acelerada, intensa y cargada de ira -... sientes que se te va la vida, dejas de luchar y escuchas un zumbido intenso en tus oídos..., no controlas tu cuerpo y te desplomas....

Permanece en un incómodo silencio durante unos momentos, al final, se había vuelto a dejar llevar, había dicho demasiado, pero aquel tema era muy delicado para ella, le sacaba de sus casillas y controlar su furia un trabajo de titanes.

- No sé porqué se lo he explicado... Usted por supuesto conoce el hechizo..., es profesor de DCAO...., es curioso pero yo lo máximo que aprendí en Hogwarts era el Anapneo, que sirve precisamente para lo contrario... - suspira más relajadamente, probablemente estaba autocontrolándose, aunque se notaba tensión y carga emocional en su rostro, mirada, gestos -.... Es una mala forma de morir...., de todas cuantas yo elegiría, esta es la peor....